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‘Vendimia Celebra’: en marcha el homenaje a la actividad vitivinícola

Un emotivo acto de Bendición de Frutos marcó la apertura de las actividades de ‘Vendimia Celebra 2021’ que se extenderán hasta el domingo.

El Intendente Marcelo Orazi y la Gobernadora Arabela Carreras encabezaron el acto que se desarrolló en el predio de la Oficina de Turismo y que contó con la presencia de representantes del sector vitivinícola de la región.

Luego de la bienvenida, el Padre Dydu fue el responsable de la bendición de los frutos.

En este marco el Gobierno provincial hizo entrega de dos aportes. El primero por $3 millones destinado a la Municipalidad con el objeto de realizar el pavimento y bicisenda de la calle Libertad.

El segundo aporte fue para la Cooperativa La Reginense por la suma de $1.585.075,62 destinado a solventar los gastos de compra de materiales de construcción para refaccionar las viviendas de los productores y pobladores que viven en zona rural.

En su mensaje el Intendente Orazi manifestó:

“Es una alegría compartir este momento, un momento especial que marca el inicio de la cosecha de uvas para la elaboración de vinos y espumantes. Lo es porque hay optimismo en los referentes de la vitivinicultura local en cuanto a la calidad de los frutos que se cultivan en la zona, lo cual avizora tener una temporada igual o mejor que en el 2020.

Las uvas y el vino suelen tener un significado especial para quienes crecimos y vivimos en esta zona del Alto Valle de Río Negro. Y lo tienen para mí particularmente. Es inevitable que al ver estas uvas mi mente se traslade a mi infancia, el recuerdo de las uvas moscatel de los parrales en la casa de mi abuela y la alegría que nos invadía a mis hermanos y a mí cuando compartíamos los primeros racimos.

El vino está relacionado a la celebración, a los encuentros, a la familia, a los amigos. Y todo esto en este contexto adquiere una dimensión más que importante.

Con ‘Vendimia Celebra’ estamos dando los primeros pasos en este tipo de eventos que tienen como objetivo rendir un homenaje, en este caso a nuestra producción vitivinícola y, como Intendente, me llena de orgullo que sea Villa Regina la que marque el camino.

Si bien no se trata de la edición 42 de la Fiesta, en los distintos espacios estará intacta la esencia de la celebración. Porque este homenaje no es algo abstracto. Este homenaje tiene nombres y tiene rostros: son los de los hombres y las mujeres que intervienen en todo el proceso de transformación de la uva al vino.

Este homenaje reivindica una actividad que nos identifica como reginenses en el contexto provincial y como rionegrinos, en el contexto nacional. Pero va más allá y cruza fronteras: porque también nos da identidad nacional en el mundo.

La incorporación de tecnología y de conocimiento ha colocado a los vinos rionegrinos en un lugar preponderante a nivel internacional y es así que nuestros productos son orgullo para todos nosotros. Es de destacar que estos aportes, en nuestra región, han venido de la mano del trabajo de la Universidad Nacional del Comahue y de la Universidad Nacional de Río Negro, con importantes proyectos que han sido reconocidos en el país y en el mundo.

‘Vendimia celebra’ resume la esencia que queremos darle a este festejo en este año particular y así todo lo dicho anteriormente cobra sentido. La celebración y los encuentros. La celebración como corolario del esfuerzo y del trabajo. Los encuentros que son parte del compartir, porque junto al otro soñamos, proyectamos, hacemos.

El año que pasó, sin dudas, nos ayudó a valorar lo que el otro significa; a que es tan importante la copa de vino como la charla; a que en cada brindis no sólo chocamos esa copa con la de quienes están al lado, sino que nos da la posibilidad de mirarnos a los ojos y reconocernos.

Y fundamentalmente nos enseñó que los deseos y augurios que nos ofrecemos en cada brindis pueden convertirse en realidad si trabajamos juntos.

Por eso, hoy, ‘Vendimia Celebra’ es una realidad. Hoy nos encontramos aquí para disfrutar y fundamentalmente compartir nuestros vinos y nuestra gastronomía; nuestro arte y nuestra cultura; el esfuerzo y la creatividad de nuestros emprendedores y artesanos.

Sinceramente soy afortunado porque desde Villa Regina podemos ofrecerles este espacio. Y por ello soy también agradecido.

Para finalizar quiero hacer una reflexión. En un año donde el mundo en muchos aspectos se detuvo, la naturaleza siguió su curso. Por ello, la naturaleza es sabia. Porque a su ritmo y en su debido y preciso momento, nos sigue regalando sus frutos. Estos frutos que hoy nos permiten celebrar.

Gracias por el acompañamiento. Los invito a ser parte de esta celebración, porque ‘Siempre hay una razón para brindar’”.

“Cada botella de vino es la aspiración del ser humano de superarse y lograr la perfección”

Tras la entrega de aporte la Gobernadora Arabela Carreras compartió su mensaje.

Carreras destacó que a pesar del contexto difícil “hemos demostrado como sociedad que, si nos reunimos y nos ponemos de acuerdo, somos capaces de grandes cosas. La verdad que no podíamos darnos el lujo de perder una cosecha o fracasar con este empeño que tiene Villa Regina y la región, de seguir creciendo en materia vitivinícola”.

“Cuando nos encontramos con los desafíos que nos impone la naturaleza y la salud, como nos ha pasado este año, todo se redimensiona. Para llegar hasta aquí tuvimos que lograr grandes cosas como sociedad. Pasamos por zozobras y miedos, pero fuimos capaces de advertir cuando nos estábamos equivocando. Sacamos lo mejor de nosotros mismos y a través de la solidaridad hicimos posible que el encuentro de hoy sea un encuentro de celebración”, sostuvo.

La presentación del Ballet Municipal de Folclore y la danza en homenaje a la vendimia, y el brindis tradicional marcaron el final del acto.

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    Los resultados de las elecciones de medio término, entre fuertes denuncias y con investigaciones en curso, confirmaron que la corrupción ya no es un obstáculo para el poder sino parte de su gramática. La sociedad no la ignora. La asume como un precio más del orden que Milei promete. 

    En la Argentina libertaria el fraude dejó de ser una excepción para convertirse en una estética del poder.

    La corrupción de la administración libertaria no nace de afuera ni de sus adversarios sino de adentro. Surge de sus propias tensiones, de la pelea entre facciones, de la necesidad de financiarse y de controlar el acceso al poder. Cada caso no revela un exceso sino un método. Así se reparte la lealtad, así se castiga la desobediencia y se reconfigura el mapa interno.

    Más que una sucesión de escándalos, la corrupción configura una estructura de poder. No es un accidente ni un exceso sino su forma de funcionamiento. Cada filtración, cada causa, cada denuncia, no destruye ni amenaza al mileísmo; más bien, lo reordena.

    En este escenario vuelve a aparecer la familia Menem, para ocupar esta vez engranajes secundarios del poder que supo practicar la corrupción como extensión del mando centralizado de Carlos Saúl. Pero aquella lógica de los noventa orbitaba alrededor del ejercicio del poder político. El esquema libertario, en cambio, parece responder a otro fin: no fortalecer al gobierno ni blindar al presidente, sino sostener el experimento Milei. Un experimento que necesita financiarse. 

    La pregunta de fondo es si esta metodología no funciona, en realidad, como un sistema de recaudación alternativo para cubrir aquello que el propio presidente no puede: la agenda, los viajes, las campañas, los gastos de un mandatario sin partido, sin estructura territorial, sin financiamiento orgánico y con socios políticos y económicos más poderosos que él.

    En síntesis: ¿la corrupción en la era libertaria sirve al poder o sostiene la supervivencia económica del propio Milei?

    Criptobros

    El primer gran negocio revelado del modelo fue $LIBRA, la criptomoneda lanzada por el propio presidente. Cuarenta mil pequeños inversores perdieron sus ahorros cuando la moneda cayó un 89 por ciento en pocas horas. Los desarrolladores extranjeros que habían accedido a reuniones en Casa Rosada afirmaron haber pagado sobornos para hacerlo. “Le mando plata a su hermana y él firma lo que yo digo”, contó Hayden Mark Davis, uno de los principales desarrolladores de $LIBRA.  

    En el mismo sentido, Charles Hoskinson, fundador de la blockchain Cardano, denunció públicamente que en el evento Tech Forum —donde se habría gestado la gran estafa— le pidieron dinero para reunirse con Milei. A cambio, le prometían “cosas maravillosas”. En un video, Hoskinson contó que rechazó pagar porque eso violaría la ley anticorrupción de Estados Unidos. Desde entonces, no lo volvieron a contactar.

    Hace pocas horas se conoció el informe final de la Comisión Investigadora sobre $Libra. Traza un cuadro gravísimo: propone evaluar a Javier Milei por mal desempeño, documenta vínculos económicos entre los operadores del activo y concluye que el Presidente se excedió en sus funciones al promocionar $LIBRA y el “Viva La Libertad Project”. El documento sostiene que accedió a un número de contrato no público que sólo podía provenir de los involucrados. 

    ¿La sociedad ignora la corrupción de Milei? No. La asume como un precio más del orden que el presidente promete. 

    La Comisión también ubicó a Karina Milei como quien autorizó los ingresos a Casa Rosada de los partícipes y describió incumplimientos de deberes en funcionarios clave. El impacto económico fue enorme: 114.410 billeteras (el 80%) perdieron dinero por un total de 87 millones de dólares, mientras sólo 36 —vinculadas a operadores— ganaron más de un millón cada una. Además, el informe muestra un patrón: antes de $LIBRA, Milei ya había promocionado $KIP, CoinX y Vulcano, siempre sin consulta técnica ni mecanismos de control, lo que revela un modus operandi.

    Cuando estalló el escándalo cripto, Milei no negó el vínculo, lo redefinió. “No hay corrupción si no hay fondos públicos”. En su jerga, donde no interviene el Estado, no hay delito. La víctima ya no era el pueblo sino una minoría ingenua que creyó en el mercado.

    Días después en una entrevista Milei hizo una confesión perfecta: “La lección más interesante de esto es que no puede ser tan fácil llegar a mí”. Desde entonces explicó que levantaría “murallas”. Muros para dificultar o encarecer el acceso a su agenda y su despacho. Sin saberlo, había descrito la forma más precisa de su poder: un sistema de intermediarios.

    Narcos 

    Pero los vínculos entre la política y los negocios turbios no terminaron ahí. El caso Espert–Machado amplió esa frontera. El exdiputado y excandidato libertario en Buenos Aires, José Luis Espert, fue acusado de haber recibido financiamiento de Federico “Fred” Machado, empresario argentino radicado en Miami, procesado en EE.UU. por narcotráfico y lavado. Documentos judiciales del Bank of America demostraron una transferencia de 200 mil dólares a su nombre. Espert alegó que se trataba de una “consultoría económica” para una minera guatemalteca, pero en la casa de Machado apareció un contrato por un millón de dólares firmado quince días antes del lanzamiento de la campaña presidencial de Espert en 2019. Aunque la falta comenzó fuera del área del gobierno se reveló y ocultó dentro de ella. Penal. Justo antes de la campaña de 2025, estaba claro que la misma estructura financiera que lavaba dinero del narco se usaba para financiar la política libertaria.

    Las reacciones dentro del oficialismo fueron contradictorias. Milei respaldó a Espert hasta aceptarle la renuncia a su candidatura. “No lo eché ni lo hubiera echado”, dijo. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, había advertido que el escándalo podía arrastrar al presidente. “Hay que salvar a Milei”, aseguró. El entonces jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que las denuncias “no son un tema menor” y pidió a Espert una “respuesta clara y contundente”. Días después, él mismo sería el renunciado.

    Fiel a su lógica, el mandatario no vio corrupción sino otra conspiración. “El único que puede generar riqueza en el mundo entero es el empresario, no el político. El político no sabe cómo crearla ni tiene los incentivos adecuados para hacerlo”, repitió. En su pensamiento, por fuera del aparato estatal, el mercado no distingue entre dinero limpio o sucio. Ni siquiera si viene del narcotráfico.

    Retornos

    Los audios filtrados de Diego Spagnuolo, ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y abogado personal del presidente, revelaron un circuito de retornos de hasta el 8% en compras de medicamentos y logística sanitaria. “Javi, vos sabés que tu hermana está choreando”, se lo escucha decir. Cuando el caso se conoció, el mandatario minimizó el impacto. “Están molestos porque les estamos afanando los choreos”, explicó. Y quien roba a un ladrón…

    Según reveló Franco Picardi, el fiscal federal que investiga la causa, la ANDIS se “constituyó” como una agencia en la cual “existió un esquema estructurado y sostenido de direccionamientos de contrataciones públicas” y en consecuencia “de defraudación al erario nacional” en perjuicio de las personas con discapacidad. 

    Hay gobiernos que prometen castigar a los evasores y otros que aprenden a admirarlos. Milei eligió la segunda opción.

    La ANDIS se encontraba “completamente a disposición del sector empresarial y no a disposición de quienes en verdad debería: las personas con discapacidad y especiales vulnerabilidades”. Sólo en un año la agencia desvió 43 mil millones de pesos mediante una maniobra donde se simulaban competencias, sobrefacturaciones, compras direccionadas y sobreprecios. Para que la operatoria funcionara los actores se distribuían en tres niveles. Por un lado, los funcionarios que controlaban la ANDIS (Spagnuolo y Daniel María Garbellini, ex Director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud), por otro operadores para-estatales que impartían órdenes dentro del organismo, pero sin ser parte del mismo (Pablo Atchabahaian y Miguel Ángel Calvete, como “jefes”) y por último, los empresarios beneficiarios vinculados a las cuatro droguerías favorecidas. 

    Después de las elecciones de medio término se conoció por primera vez el hilo que une al 3% que debían pagar cuatro droguerías por los contratos en la ANDIS con el detenido por narcotráfico y lavado, Fred Machado. Picardi develó que parte del dinero de la ANDIS terminaba en una empresa de vuelos privados Baires Fly SA, cuya firma está vinculada a Sergio Mastropietro, empresario aeronáutico y socio de Machado. La compañía recibía millones de pesos de las droguerías favorecidas por el gobierno mediante una operación gestionada entre Calvete y Mastropietro. La evidencia muestra que Calvete y Spagnuolo mantenían al menos, una relación comercial con Mastropietro. Y que la necesidad de establecer vínculos con esta empresa aeronáutica no sólo teje la hipótesis de lavado de dinero sino también la de buscar “medios y conexiones necesarias para abandonar el país con facilidad en cualquier momento”.  

    Este miércoles, Spagnuolo ingresó a Comodoro Py junto a su abogado, Mauricio D’Alessandro, para ser indagado como presunto responsable del circuito de direccionamiento, sobreprecios y desvío de fondos en la compra de medicamentos e insumos de alto costo dentro de la ANDIS. Tras la lectura de la imputación por fraude al Estado, se negó a declarar y a responder preguntas.

    Según la fiscalía, en la agencia funcionó bajo su conducción una “organización delictiva” dedicada al direccionamiento de proveedores con fuertes sobreprecios. Ante el juez Sebastián Casanello y el fiscal Picardi, Spagnuolo hizo un breve descargo oral, negó haber recibido coimas y sostuvo su inocencia.

    D’Alessandro adelantó que volverá a presentarse cuando termine de leer el expediente, que hasta la semana pasada estuvo bajo secreto de sumario. Las indagatorias —iniciadas el martes con la declaración de Calvete— se apoyan en la información extraída del celular de su principal subalterno, Daniel Garbellini.

    Héroes del colchón

    En el gobierno libertario, las coimas no contradicen su lógica sino que son parte de su realización. La concentración, la discrecionalidad y la caja chica no son anomalías sino engranajes de un Estado que se desentiende de sí mismo. 

    Hay gobiernos que prometen castigar a los evasores y otros que aprenden a admirarlos. Milei eligió la segunda opción. En su plan económico el Presidente explicó que no le importa “de dónde la gente sacó los dólares” y que quienes los escondieron del Estado “no son delincuentes” sino “personas que lograron escapar de los liberticidas”.

    Los grandes evasores equiparados a quienes guardan los dólares bajo el colchón son “el fruto de quienes supieron eludir el impuesto inflacionario” y deberían ser considerados “héroes” por haber escapado de las garras del Estado ladrón. Un canuto de verdes o Panamá Papers, da igual. En esta narrativa, la evasión es mérito; la desigualdad, un efecto natural; y la trampa, una forma de eficiencia. El héroe libertario no paga impuestos ni pide disculpas. Se refugia en su colchón custodiando el símbolo de una libertad que se mide en billetes y exculpa a todos por igual.

    La teoría

    La corrupción confirma y constituye el modelo libertario. Si, como Milei cree, el Estado es corrupto por definición —porque regula, redistribuye, interfiere—, entonces corromperlo es coherente con su naturaleza. La teoría libertaria del delito parte de un axioma según el cual el único crimen posible es el del Estado. Todo lo demás —evasión, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito— no son delitos sino actos de defensa frente a lo público que estorba.

    En esta doctrina, la culpabilidad se evapora. No hay dolo ni ignorancia deliberada del presidente sino víctimas culpables de ingenuidad. El dinero sucio se vuelve legal y el dinero del Estado, sospechoso. Esa inversión moral organiza el sistema. 

    La teoría libertaria del delito parte de un axioma según el cual el único crimen posible es el del Estado. Todo lo demás son actos de defensa frente a lo público que estorba.

    En La Libertad Avanza, los enemigos no están afuera sino adentro y la forma de disputa es la operación. Las acusaciones cruzadas, los audios filtrados y las causas judiciales funcionan como ajustes de cuentas dentro de una misma familia política. Cuando un escándalo se vuelve incontrolable, la estrategia se repite: desplazar la responsabilidad, culpar al kirchnerismo y construir un enemigo externo que mantenga la cohesión del propio espacio. Pero detrás de cada operación hay una pulseada por la caja, por el relato o por la cercanía con el Presidente.

    La corrupción no rompe su política sino que la reconfigura. La Casa Rosada se convierte en una fábrica de favores. El empresario que paga por acceder al poder, en inversor. El funcionario que cobra por abrir la puerta, en emprendedor. La hermana y El Jefe del presidente, en gerenta.

    La coima se disfraza de contrato, el tráfico de influencias se vuelve lobby y la estafa virtual, un canje de tweets. La ignorancia deliberada reemplaza la culpa porque basta no sentirse culpable para dejar de serlo.Así se cierra una teoría libertaria del delito, una doctrina donde el culpable es el Estado, los traficantes son inocentes y la recaudación se disuelve en la libertad. Milei no inventó la corrupción, pero logró algo más profundo: la convirtió en un principio de gobierno.

    La entrada Teoría libertaria del delito se publicó primero en Revista Anfibia.

     

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