Quería comenzar esta nota con dos preguntas que se hizo mi amigo Hernán:
¿ Porqué las vacunas no tienen campañas publicitarias como la coca cola?
¿Porqué una campaña anti sistema puede afectar a la salud de la humanidad?
Se conocen de más a lxs anti-vacunas, quienes, por lo general, sin fundamentos o con argumentos sin evidencia van en contra de uno de los mejores inventos de la historia de la humanidad.
Veamos algunas características de lxs anti-vacunas:
- 1- Propensxs a las creencias conspiratorias.
- 2- Tendencia hacia el llamado anti-sistema.
- 3- Fundamentación mística de sus postulados.
- 4- El “mal” puede esta contenido dentro de una jeringa.
- 5- Utilización compulsiva del verbo vacunar en sentido peyorativo.
- 6- Utilización del pensamiento paranoide o persecutorio para el abordaje de la realidad.
- 7- Fobia a las agujas
- 8- Razón justificada en la omnipotencia de cualquier sistema inmunológico. Por ende, este sería un sub-grupo del punto 2.
Ante un escándalo, la oposición necesita de discordia, el anti-vacuna sospecha de intereses ocultos detrás del acto de vacunar. Podrán ser intereses económicos, políticos, informáticos, estratégicos, etc. Sin embargo, las personas se mueven y son movidas por intereses, reducirlo a esto cae en una falsa generalización .
Hasta ahora, no hemos escuchado la afinidad por las vacunas, digamos la pasión por su aplicación, llegando a pensar así en el privilegio que esto implica, y que pasa desapercibido, naturalizando en forma de desvalorización la verdadera importancia de su construcción e implementación.
Por otro lado, al ser un método relativamente invasivo que tememos desde la infancia, sus productos o recursos que proveen al cuerpo quedan solapados. He ahí la cuestión, el solapamiento ya no del mal, sino de la posibilidad de crear defensas que no poseemos, y de este modo transformar la inmunidad individual y colectiva de una manera controlada, colaborativa y reforzada. Por ejemplo, decimos que
La filiación a las vacunas junto con la potabilización del agua han sido las creaciones que más han salvado vidas a lo largo del tiempo.
Y si bien el término vacunofilia puede resultar exagerado, nos olvidamos de valorar el enorme esfuerzo que han realizado, y realizan por el mundo entero miles de personas resguardadas detrás de las paredes de laboratorios que no todxs conocemos, así como también voluntarixs, empresas, gobiernos, y toda una logística sumamente compleja.
Las vacunas no son anti-sistema, no lo son porque están hechas para un otro, están hechas para el pueblo, la cuidad, el mundo. Las vacunas no son místicas, son bien reales. Las vacunas no persiguen a nadie, sino dan recursos al sistema inmunológico para enfrentar lo peor de una infección y permitir el cuidado y control de éstas catástrofes epidemiológicas
Portada: Wolfang Lettl