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Se juega la sexta fecha de la Liga de Fútbol Femenino

La Dirección de Deportes de la Municipalidad de Villa Regina informa que el próximo domingo 25 se jugará la sexta fecha de la Liga de Fútbol Femenino según el siguiente cronograma:

13 horas: Las Kaitos-Regina

14 horas: Alto Valle-Las Inter

15 horas: Las Perlas-Santa Rita

16 horas: Las Botis-Fem Matadero

Las Queens tienen fecha libre.

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  • Quirno desautorizó a Pinedo y se negó a firmar el documento del G20

     

    Pablo Quirno decidió que Argentina no acompañe el documento de consenso de la cumbre del G20 en Sudáfrica. En una primera lectura se entiende que forma parte del alineamiento total e incondicional con Estados Unidos pero también aparecen elemento de tensión hacia dentro del gobierno. 

    El G20 tiene la particularidad de controlar con Sherpas, una suerte de representantes especiales en esos ámbitos que se dedican a negociar cada punto de todos los puntos de  la agenda de la cumbre. 

    El Sherpa argentino es Federico Pinedo, quien sonó como posible Canciller impulsado por Mauricio Macri en un hipotético acuerdo de gobierno con Javier Milei luego de las elecciones. La sorpresiva victoria en las legislativas puso ese pacto bajo la alfombra y el gobierno decidió poner a los suyos en puestos claves. Así llega Pablo Quirno a la Cancillería. 

    Lo cierto es que la decisión de no acompañar el documento del G20 generó sorpresa en los sudafricanos.Vincent Magwenya, portavoz del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, fue consultado sobre la posición de Argentina por la Agencia EFE, y contestó que «el ‘sherpa’ argentino (Pinedo) ha estado aquí bastante tiempo».

    Macri mete púa en la relación de Milei con EEUU: «China es más complementaria para Argentina»

    «Ha participado en varias reuniones, así que resulta un poco sorprendente que Argentina no estuviera presente cuando los ‘sherpas’ consideraron que habían llegado a un acuerdo. Y una vez que los ‘sherpas’ llegaron a un acuerdo, sólo faltaba que los líderes en la cumbre ratificaran su acuerdo. Eso ocurrió», dijo Magwenya.

    Antes de la firma, Magwenya adelantó a los medios que el texto reafirma que la Carta de las Naciones Unidas «sigue siendo el punto de orientación central para analizar y abordar las disputas, evitar el uso de la fuerza y comprometernos con la resolución pacífica de los conflictos». En esa línea, apuntó que que la declaración identifica «cuatro de los conflictos más graves del mundo: la República Democrática del Congo, Sudán, Ucrania y Palestina».

    El argumento del gobierno para no acompañar el texto fue una supuesta diferencia relacionada con el conflicto en Medio Oriente donde Argentina está fuertemente alineada a Israel pero lo que confirma Sudáfrica es una desautorización de Quirno a Pinedo.

    Ha participado en varias reuniones, así que resulta un poco sorprendente que Argentina no estuviera presente cuando los ‘sherpas’ consideraron que habían llegado a un acuerdo. Y una vez que los ‘sherpas’ llegaron a un acuerdo, sólo faltaba que los líderes en la cumbre ratificaran su acuerdo. Eso ocurrió

    El Canciller dijo en su discurso que «hemos señalado las líneas rojas identificadas con el objetivo de apoyar las metas más amplias del G20. Esas líneas rojas siguen vigentes». 

    «Nos preocupa profundamente la forma en que ciertos asuntos geopolíticos están planteados en el documento. En particular, aborda el prolongado conflicto en Oriente Medio de un modo que no capta toda su complejidad», señaló Quirno.

    Federico Pinedo.

    Según Quirno, el texto se centró en una «única dimensión de un territorio específico», lo que, a su juicio, «pasa por alto el contexto regional más amplio, el reconocimiento internacional de distintas entidades y las causas estructurales de la disputa».

    Por su parte, el comunicado de Cancillería dice que «esta decisión argentina responde al quiebre de las reglas de consenso que rigen el funcionamiento del G20, así como a diferencias sustantivas en las consideraciones geopolíticas contenidas en el texto.

    Nos preocupa profundamente la forma en que ciertos asuntos geopolíticos están planteados en el documento. En particular, aborda el prolongado conflicto en Oriente Medio de un modo que no capta toda su complejidad

    «Para la Argentina resulta esencial preservar la regla del consenso como fundamento de la legitimidad de las decisiones adoptadas en el marco del G20. En tal sentido, y tras varios días de negociaciones constructivas, nuestro país lamenta que se haya decidido considerar como aprobada una declaración sin el consenso de todos los miembros del foro, incluida la Argentina entre otros», continúa.

    Asimismo, finaliza que «en lo que respecta al conflicto en Medio Oriente, la Argentina se diferencia del enfoque parcial reflejado en el documento, que omite el contexto regional y las causas estructurales subyacentes del conflicto, elementos indispensables para el avance de un proceso de paz genuino, sostenible y equilibrado».

    Federico Pinedo mostró su apoyo en redes sociales al discurso del Canciller y defendió la posición del gobierno con el documento pero lo cierto es que quedó expuesto ante los organizadores de la cumbre. 

    Este es un síntoma más de la relación del PRO con los libertarios que empieza a sentirse en la política exterior y se suma a las declaraciones de Mauricio Macri  que pidió sostener el vínculo con China y dijo que él si pudo mantener los acuerdos con Xi Jinping a pesar de la presión de Obama y Trump.

    El congelamiento de la relación con China también es un tema que preocupa a la diplomacia de la Cancillería que maneja el vínculo con el gigante asiático y de empresarios que temen que a los chinos se le termine la paciencia y eso genere severas consecuencias. 

    En esa línea, como adelantó LPO, Karina Milei suspendió una visita a la principal feria de China para acompañar a Javier Milei a la CPAC en Miami cuando había comprometido su visita por carta meses atrás. 

    Karina suspendió la visita a China que había acordado para que liberen el swap

    Para renovar el swap, China le hizo tres pedidos al gobierno. El primero fue que Milei bajara el tono de su discurso contra China. Además, acordaron una visita del presidente a China. Milei pospuso la gira, pero la Argentina prometió enviar a Karina como una muestra de buena voluntad que la hermana presidencial incumplió. El tercer punto era la reactivación de las obras que habían quedado paralizadas y que tenían participación china.

    Mientras tanto,  la presencia de China en la economía argentina no para de crecer, pese a las promesas de Milei a la administración Trump. Las importaciones chinas saltaron 66% en el último año, fábricas completas llegan en barcos y hay nuevas adquisiciones en yacimientos mineros.

     

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  • Lo que fuimos y lo que queremos ser

     

    Endeudadas y sin resto físico, dos compañeras de CABA, una de Chubut y otra de Trenque Lauquen viajamos a Corrientes este fin de semana, rumbo al Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries. Fue la segunda reunión presencial del año del equipo de redacción de la Guía para cuidadoras, que se juntó durante meses por Zoom. 

    A pesar de la planificación minuciosa para delegar las tareas de cuidado, cuando el viernes al mediodía nos encontramos en la casa de una de nosotras, seguíamos dejando instrucciones a quienes tomaban la posta: Julieta y yo a nuestras hijas mayores; María repartió entre su marido y su hermana, y Guadalupe contó con su pareja Naty. Ese esfuerzo no sólo era necesario para salir de casa todo un fin de semana, sino también para prevenir o manejar cualquier imprevisto. De diez compañeras de Mamá Cultiva Argentina que teníamos la intención de ir al Encuentro, sólo nosotras cuatro pudimos. El resto no llegó con los costos del viaje ni tenía a quién delegar los cuidados. 

    Cuando el micro arrancó, nosotras ya estábamos riéndonos de cualquier cosa. Compartimos el viaje con compañeras aborteras, militantes, feministas de distintas colectivas, y junto a la nueva organización política Movida Ciudad, de la que también soy parte.

    Aprovechamos las once horas de viaje para leer colectivamente el libro “Contra el autoritarismo de la libertad financiera”, de Verónica Gago y Luci Cavallero. Y también nos reímos de eso:

    —¿Todo van a hacer colectivamente? — Y sí. 

    Leíamos algunos párrafos en voz alta, discutíamos lo escuchado y volvíamos al texto. A las seis horas de viaje, paramos en Gualeguaychú a cenar y nos encontramos con otros siete micros repletos de mujeres con los que veníamos compartiendo la ruta. Hicimos cola para comprar, cola para ir al baño, cola para cargar agua. Hasta para saludarnos y abrazarnos hicimos cola.

    *** 

    Llegamos a Corrientes a las 9 y media de la mañana y dejamos nuestras cosas en el alojamiento: entre Mamá Cultiva, Movida Ciudad y Ni Una Menos alquilamos unos departamentos con 8 camas cada uno. Éramos unas veinte. 

    Después nos tomamos un Uber hasta el Anfiteatro Cocomarola, donde estaba empezando el acto de apertura. A todos lados nos movíamos caminando o en Uber, estoy segura de que algún chofer correntino debe haber pagado el total de la tarjeta este mes.

    Bajo un sol que ya empezaba a quemar, miles de mujeres y disidencias esperaban estoicas la lectura del documento de la Comisión Organizadora. Al mirar al escenario lo primero que vimos fue la carita de Loan en una bandera que se veía desde cualquier punto del anfiteatro. 

    En los alrededores se vivían los encuentros y desencuentros propios de estos espacios: algunas compañeras lidiaban con la señal de celular que se perdía, otras comenzaban a montar gazebos en el Parque Camba Cuá y otras se organizaban para ir a los talleres.

    Con nuestra Guía en mano, nosotras elegimos tres: el Taller 51: ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidados?, el  52: Ciudades feministas, sociedad del cuidado e interseccionalidad y el 59: Salud mental desde una mirada integral, social y comunitaria. Una de nosotras se quedó en el gazebo de Mamá Cultiva que instalamos en el Parque Camba Cua, repartiendo folletos y contestando preguntas. 

    Las otras tres nos fuimos a los talleres. A las seis de la tarde nos volveríamos a encontrar, pero teníamos que tomar decisiones, ya que varias actividades ocurrían en simultáneo: algunas irían a la marcha por los Travesticidios, Lesbicidios y Transfemicidios; otras a la presentación de libros como «Estafa de la Feminidad» y «Contra el autoritarismo de la libertad financiera»; y otras se unirían al pañuelazo por el derecho al aborto legal. Tuvimos que elegir una sola actividad. Y esta fue una de las tantas veces que lamentamos que el Encuentro no durara al menos una semana, para poder estar en las actividades que queremos estar y se superponen, y escuchar más a nuestras compañeras y apoyar sus actividades. 

    ***

    Llevamos nuestra Guía al Encuentro como quien porta un arma de construcción masiva. Estábamos confiadas de que, en ese espacio sagrado, seríamos comprendidas. Un lugar donde todas caemos con nuestras experiencias y nuestras historias de vida a cuestas; donde no hay moldes en los que encajar ni necesidad de fingir ser algo que no somos. 

    Si bien algunos talleres atraen más gente que otros, la escuela que nos tocó estaba repleta. La convocatoria fue tan grande que el taller “¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidados?” tuvo que desdoblarse. Había mujeres de Chaco, Corrientes, Córdoba, Neuquén, y Buenos Aires. 

    El debate empezó con una catarsis purificadora. Las compañeras se anotaban para hablar y compartir sus emociones: la angustia, el cansancio, la urgencia de ver un cambio, por mínimo que fuera, que aliviara el trajín diario. Como si de golpe cayeran en la «estafa» que significa el rol del cuidado para las mujeres. Muchas sentían la necesidad de poner en palabras lo que angustia de la vida que elegimos, porque lo que más nos angustia es que, tal vez, no la elegimos. 

    — Si hubiera sabido que iba a terminar criando sola, como todas, no habría elegido ser madre — confesó una de las mujeres. 

    Las horas en los talleres son cortas. Pasan entre llantos, abrazos, testimonios y confesiones. Hablamos de la crisis de los cuidados y el empobrecimiento intrínseco que acompaña la tarea de cuidar. Cuando mencionamos la existencia de algún proyecto de ley buscando restituir políticas públicas de cuidado, hubo consenso en que una ley, por sí sola, no resolverá la profundidad del problema.

    Como un fantasma, apareció la palabra “suicidio” en boca de algunas cuidadoras hartas. Otras no se atrevieron a nombrarla, pero decían que sí con la cabeza. También hubo relatos de mujeres que se sentían invisibles. 

    — No me ve ni mi propia familia — dijo una de ellas. Nosotras la veíamos perfectamente. 

    Nosotras habíamos llevado dos ejemplares impresos de la Guía. No pudimos imprimir más por falta de presupuesto y sólo tenemos unos pocos para hacer promoción. También llevamos folletos y los repartimos. Después esperamos nuestro turno para contar de qué se trata. 

    Nuestra insistencia en que se reconozcan los cuidados busca, en definitiva, que se reconozca una verdad fundamental: los seres humanos somos inherentemente interdependientes. A lo largo de la vida, necesitamos ser cuidados de muy diversas formas y en distintos momentos.

    Es precisamente esta interdependencia la que hackea la idea de meritocracia que las ultraderechas fomentan y utilizan para perpetuar estos roles de género desiguales.

    Las cuidadoras hacemos un esfuerzo sobrehumano e incluso llegamos a rompernos para sostener la mentira de que el esfuerzo individual y aislado nos va a conceder la libertad. ¿Cómo asumirnos libres si estamos condicionadas por un trabajo no remunerado? ¿Cómo puede sentirse libre una persona que por una condición de salud queda automáticamente condenada al empobrecimiento? ¿Quién es libre endeudándose mes a mes?

    Mujeres de distintos lugares, diferentes culturas, clases sociales, edades y territorios, se identificaban unas con otras al hablar de cuidados. En el aula iba creciendo la urgencia, el enojo y el deseo de despertar a otras. Íbamos cumpliendo nuestro objetivo: que cada vez más cuidadoras se reconozcan en la estafa y debatan con otras cómo “sacar a los cuidados del closet». Aparecía a modo de reclamo que los cuidados tienen que ser prioridad en la agenda feminista, porque “ésto sólo podemos cambiarlo nosotras”. Con “esto” nos referíamos al enojo de saber que el mundo vive a costa de nuestros cuerpos. Que reproducimos y sostenemos la vida que será o fue mano de obra de otros, sin más reconocimiento que una palmada en la espalda.

    En los otros talleres a los que asistimos, también apareció la palabra suicidio.  Y la pregunta: ¿qué pasaría si el tiempo que le dedico al cuidado de otrxs me lo dedicara a mí misma?. Surgió como dañino el imperativo de “fingir demencia y seguir” y la idea de reemplazarlo por tomarse un tiempo para reponerse y seguir. Porque no seguir no es opción. 

    Una compañera — que, para sorpresa nuestra, ya había leido la Guia— le pidió a todas que por favor se indignen, que no hablen con liviandad, que se permitan el enojo que se necesita para poder cambiar las cosas.

    ***

    Después de la intensidad de los talleres, nos reencontramos en el Parque Camba Cuá. Al conversar con compañeras de otros colectivos, se repetía, casi como un mantra, un improvisado «operativo clamor» hacia nosotras mismas. Crecía entre todas la idea de reconocer nuestras victorias, celebrarlas y, desde ahí, flotaba en el aire un pedido amoroso y urgente a las referentes feministas: que den un paso al frente para encabezar el cambio que necesitamos, sabiendo que cuentan con el apoyo incondicional de las bases.

    A la tardecita nos reencontramos en el hospedaje para una rutina necesaria: bañarnos, cenar algo y descansar. El viaje había sido demasiado largo, el recorrido por la ciudad de un lado a otro bajo el sol, agotador y la opción más inteligente era descansar. 

    Pero una de nuestras compañeras nos vino a buscar para ir a comer algo abajo del puente donde se celebraba el “Festi Torta”.Y si la idea es desafiar al sistema que nos oprime, explota, invisibiliza y endeuda, lo más apropiado es festejar porque sí. Porque nos vemos, porque insistimos, porque nos declaramos en desobediencia y lo vamos a celebrar.

    Cantamos, bailamos, nos festejamos y de pronto el grupo Viva la Pepa, empezó a tocar una versión entre cuartetera y punk de “Volver a los 17”, de Violeta Parra,  y nos sumamos a un trencito que desembocó en un pogo. Un pogo de desahogo y afirmación: acá estamos, endeudadas, pero acá, cansadas, pero contra todo pronóstico, cargadas de vida, volviendo a los 17 en un instante fecundo, referenciándonos con nosotras mismas, sintiéndonos profundamente presentes, integrando la idea de que somos nosotras las que vamos a construir la sociedad inclusiva, justa y cuidada que necesitamos. Una idea que se va enredando, enredando como en el muro la hiedra y va brotando, brotando como el musguito en la piedra ay sí, sí, sí. 

    ***

    El domingo nos despertaron las campanas de una iglesia cercana que sonaron demasiado fuerte para el sueño que teníamos acumulado. Pero sirvió para que una de nosotras iniciara la liturgia del mate, y otra el ciclo de duchas. Mientras nos sumábamos al desayuno, intercambiábamos vivencias de otros talleres  y dejábamos nuestros bártulos listos para salir a Buenos Aires al final del día. Siempre organizadísimas: unas aplicando protector solar, otra llevando el repelente, otra cargando el agua.

    Volvimos a las mismas aulas del día anterior para debatir y escribir las conclusiones de cada taller. Al mediodía nos reunimos para participar de la Asamblea de Feministas de Abya Yala, donde tiramos del hilo de la memoria ancestral que nos recuerda el respeto por la naturaleza, la Pachamama, el territorio, la vida en comunidad, la reciprocidad y la complementariedad.

    Después fuimos en pequeños grupos hacia la rotonda Poncho Verde para la gran marcha de cierre del Encuentro. Llegamos sensibilizadas, fortalecidas y repuestas, alegres y llenas de glitter. Por primera vez nos vemos todas juntas: las que nos cruzamos en la ruta, los talleres, en las plazas, en las calles, ahora formamos un gran hilo que une las luchas y reivindicaciones pasadas y presentes, que tiene voz de mujer joven y exige: «Corrientes, escucha, únete a la lucha».

    Se repartieron cancioneros y, entre todas, siguiendo los megáfonos, fuimos hacia el puente cantando. Literalmente hacia el puente, pero también sabiendo que eso somos: puente para otras, puente entre nosotras, que conecta lo que fuimos y lo que queremos ser. 

    ¿Todo van a hacer colectivamente? Y sí.

    ***

    Del 25 de noviembre al 10 de diciembre, conmemoramos los 16 días de activismo contra la violencia de género.
    La UNSAM, ONU Mujeres y la Alianza por la Libre Expresión e Información están estudiando la violencia digital contra periodistas y activistas en América Latina. Tu experiencia puede ser muy valiosa para encontrar caminos para la prevención y erradicación de esta forma de violencia.
    Anotate para responder la encuesta.
    Más información acá.

    La entrada Lo que fuimos y lo que queremos ser se publicó primero en Revista Anfibia.

     

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