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Regina adhiere a resolución provincial y habilita la circulación sin límites horarios

La Municipalidad de Villa Regina adhiere a la Resolución N° 6723 del Ministerio de Salud de Río Negro que dispuso habilitar la circulación de personas sin restricciones horarias a partir de hoy y hasta el 1 de octubre. La medida, según se indicó, responde a la mejora registrada en la situación epidemiológica, que se suma al buen avance del Plan de Vacunación provincial contra el COVID-19.

Además, se unificó el aforo máximo del 70% para actividades en espacios cerrados y sin limitaciones al aire libre en el rubro gastronómico, entre otras medidas.

El Ministerio aclaró que se sostiene el monitoreo constante de la situación sanitaria en toda la provincia. En caso que las medidas deban ser ampliadas o incrementadas, se hará de acuerdo a la evolución epidemiológica y el análisis de casos.

Habilitaciones

*Las reuniones sociales en domicilios particulares de hasta 10 personas. Si el domicilio contare con espacio al aire libre y la reunión se realizare en el mismo, la concurrencia podrá alcanzar hasta 20 personas.

*Las actividades y reuniones sociales en espacios públicos al aire libre de hasta 1.000 personas.

*Los locales gastronómicos funcionarán con un máximo del 70% del aforo en relación con la capacidad máxima habilitada, con adecuada y constante ventilación y con estricta sujeción a los protocolos aprobados. La limitación del aforo no regirá en espacios localizados al aire libre.

*La realización de actos públicos y protocolares, aniversarios y fiestas populares, sin aglomeración de personas y respetando el distanciamiento social.

*La práctica deportiva en espacios públicos y privados cerrados con el 70% del aforo.

*La realización de eventos, encuentros y competencias deportivas, profesionales o amateurs, podrá realizarse con público asistente hasta un 70% del aforo máximo, evitando toda aglomeración de personas.

*La realización de eventos religiosos en lugares cerrados, en los que deberá observarse, como máximo, un 70% de aforo.

*Las clases presenciales y ensayos de actividades artísticas, individuales o en grupos según protocolo y con un aforo máximo del 70% del espacio donde se realizan.

*La apertura de bibliotecas con entrega de libros y las salas de lectura de las bibliotecas con máximo de aforo de hasta el 70% de su capacidad.

*La realización de actividades en cines, teatros, museos, salas de espectáculos de centros culturales o salones de eventos a los efectos del desarrollo de artes escénicas o actividades culturales. En todos los casos se permite un 70% de aforo.

*La actividad de casinos y bingos con un aforo máximo del 70% del espacio disponible.

*La apertura de salones de eventos con un aforo máximo del 70% del espacio disponible, con adecuada y constante ventilación y con estricta sujeción a los protocolos aprobados.

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  • ¿Nos juntamos a escuchar un disco entero?

     

    Como orejas gigantes de plástico acolchado o con bracitos casi invisibles, ergonómicos a los laberintos de la oreja: el paisaje urbano se llenó de caminantes enchufados, aislados, felices, habitando una vida paralela, la que sucede aislados en sus auriculares. ¿Esto es escuchar música? ¿Cómo y cuándo la escuchamos? ¿Es la música un relleno, una guarnición de sentidos, un estado de ánimo? ¿Qué significa y cómo impacta la música en nuestra vida cotidiana? 

    Vivimos revolcaos en un merengue. Necesidades artificiales, satisfacción instantánea, hiperinformación, comunicación acelerada, interferencia, delivery como solución, consumo, compulsión, fomo, olas de odio. La lista podría seguir y de eso se tratan nuestras vidas si nos dejamos llevar por la seducción magnética de las pantallas: el camino a la apatía, el desgano, el hueco interior y la ilusión de libertad. 

    La sociedad de los algoritmos, las plataformas y las aplicaciones determina la manera de relacionarnos con nuestro entorno, incluida la música. ¿Cómo escuchamos música? A diferencia de las prácticas analógicas del siglo XX, la música hoy funciona como ambiente, como fondo. Nos encanta concebirla como la banda sonora de nuestras vidas, como si fuéramos personajes de una serie. Las plataformas de streaming proponen la fragmentación infinita: singles sueltos, desprendidos de un contexto, playlists que ordenan nuestra atención, y la invitación implícita a delegar en el algoritmo la decisión de qué escuchar.

    Siempre fue agradable llevar el sonido con uno. Allí están, nítidos en la memoria, algunos dispositivos que fascinaron a los aficionados de gorra: la spika en la cancha primero, el radiograbador a pilas después, ícono de la era hip hop. Pero entre todos esos adelantos tecnológicos, ninguno resultó tan revolucionario como el Walkman de Sony. Con él llegó la verdadera portabilidad del sonido. La experiencia de escucha ya no se daba en un medio colectivo, sino que se volvía una cápsula individual, una burbuja de sentidos, una realidad dentro de la realidad. Caminar por la calle con auriculares se parecía a protagonizar un videoclip, una coreografía urbana donde la percepción se veía intervenida por la música. El Walkman también provocó la transformación de los auriculares, con diseños livianos y compactos. Una evolución que llega hasta el día de hoy con una variedad infinita, dispositivos que cada vez se integran más al cuerpo, con sofisticados sistemas de cancelación de ruido, colores y variadas formas que buscan, además, transformarse en un accesorio, como un collar, una gorra o un aro, y decir algo sobre quien los usa (y los luce). 

    El Discman, el formato MP3 y el iPod profundizaron esa tendencia hacia la escucha individual y portátil. Sin embargo, todavía persistía la experiencia hogareña, en solitario o en grupo, donde alguien se tomaba el tiempo de poner un disco de principio a fin. El álbum, más allá de ser un producto estandarizado de la industria cultural, se convirtió en un envase conceptual: una narrativa cerrada donde diseño, sonido y secuencia proponen un orden y un sentido.

    “Cuando era chica escuchaba música por horas junto a mis hermanas. Era una forma de viaje. […] Poníamos un disco y otro. Había que turnarse para darle vuelta. […] Cuanto más quieta, mejor. […] Escuchar sin hacer nada útil. Ni siquiera bailar. Entregar la cabeza y el cuerpo al sonido, es decir, a un movimiento que no manejo yo. […] Desparejarse del mundo un rato. Y luego aterrizar”, escribió Fernanda García Lao en un posteo reciente en Facebook.

    Con la llegada del streaming a nivel masivo, esa lógica pareció derrumbarse. La sobreoferta ilimitada, sumada a la inmediatez de las pantallas, redujo la escucha a fragmentos de baja fidelidad. En ese proceso, el vinilo reapareció como símbolo de resistencia: por su sonido cálido y expansivo, pero también por el ritual que exige. Poner un disco demanda tiempo, espacio y disposición. No se trata de inmediatez, sino de pausa, casi lo opuesto al frenesí contemporáneo.

    Esa tensión revela una paradoja: en la era de la abundancia musical, resulta cada vez más difícil escuchar. La saturación de opciones vuelve arduo lo que antes era sencillo: elegir un disco, ponerlo a girar, dejarse llevar. Quienes vivieron esa práctica en el siglo XX pueden sentir nostalgia, mientras que las generaciones más jóvenes, criadas en la fragmentación digital, descubren en ella una curiosidad por lo tangible, lo lento, lo ritual.

    ***

    En Buenos Aires existe desde hace años una pequeña pero persistente escena dedicada a la escucha. Un proyecto pionero, enfocado principalmente en presentaciones en vivo, es el festival Escuchar [Sonidos visuales]: un espacio del Museo Moderno creado en 1998 que se convirtió en referencia por su labor de experimentación, investigación y promoción sonora. Su edición 2025 tendrá lugar el 29 y 30 de octubre. A su modo, el ciclo Parlantes Halofónicos que lleva tiempo explorando otra dimensión de la experiencia: escuchar discos en la oscuridad con la tecnología holofónica ideada en los años ochenta por Hugo Zuccarelli. Hoy se presenta en el Auditorio Espacio Cendas.

    En ese mismo mapa, la novedad es Audiófilo. El ciclo, que sucede en Artlab desde marzo —espacio porteño dedicado al cruce entre arte y tecnología— propone algo tan simple como radical: reunirse para escuchar discos completos en alta fidelidad, en silencio, en compañía. La lógica se invierte frente al paradigma del streaming: ya no llevamos la música en el bolsillo, sino que trasladamos el cuerpo hasta el lugar donde la experiencia cobra sentido.

    Ese desplazamiento transforma todo. La escucha deja de ser individual y encapsulada para convertirse en colectiva. Un grupo de desconocidos se reúne en una sala, sigue las tensiones y climas de un álbum, comparte un mismo pulso. Lo importante ya no es la portabilidad, sino el anclaje: estar presente. Y en un tiempo que promueve la dispersión, detenerse a escuchar un disco completo de principio a fin se convierte en un acto de rebeldía.

    ***

    El distintivo de este ciclo está en el Hi-Fi. La alta fidelidad no es solo un estándar técnico, sino estético: se trata de reproducir el sonido lo más fiel posible a lo registrado en estudio, con su rango dinámico intacto, con matices y frecuencias que se pierden en la compresión digital de un archivo mp3 o de Spotify. Escuchar en Hi-Fi es recordar que el oído humano percibe más de lo que los algoritmos nos devuelven.

    Para eso, Audiófilo cuenta con un secreto de época: cuatro parlantes Altec A7, “The Voice of the Theatre”, diseñados en los años cuarenta y célebres por haber definido el estándar acústico en las salas de cine y teatro durante décadas. Artlab actualiza esa historia restaurando sus componentes y fabricando sus cajas acústicas en madera vista trabajada por ebanistas de audio, según planos originales. Este sistema de audio de colección está instalado en un contexto acustizado a medida con la mayor precisión. Cada frecuencia se expande con una presencia física imposible de replicar en auriculares (de todos los tipos) y equipos hogareños. Escuchar un álbum en los Altec A7 es devolverle al sonido la escala que perdió en la miniaturización contemporánea. Donde hoy se sacrifica profundidad para ganar portabilidad y acceso inmediato al magma digital, estos parlantes restituyen el carácter tridimensional y corpóreo del sonido.

    La especificidad de los equipos de audio y la adecuación de la sala ubican a Artlab en sintonía con un interés global por reivindicar el sonido como experiencia cultural. No es casual que hayan surgido espacios comparables en los últimos años: Public Records en Nueva York con su The Sound Room, Brilliant Corners en Londres, las sesiones de Classic Album Sundays, y el soundsystem móvil Despacio, creado por James Murphy y 2ManyDJs. A este mapa global se suman los célebres listening bars japoneses como Bridge, SheLTeR o Ginza Music Bar, referencias que reinterpretan los tradicionales jazz kissa en clave audiofilia contemporánea. Roca HiFi en Ciudad de México, The Kissaten en Lisboa, y Bambino en París, son otros ejemplos.

    Volviendo al plano local, más allá de la técnica, lo que ocurre en Audiófilo es también una ceremonia. Cada sesión tiene un presentador diferente (periodista, músico, audiófilo) que introduce la obra ——en octubre se ofrecen Disintegration, de The Cure, Getz/Gilberto, de Joao Gilberto y Stan Getz, Abbey Road, de The Beatles y Locura, de Virus entre otros— y luego, un silencio expectante envuelve la sala. Nadie revisa su celular, nadie adelanta tracks. No hay multitasking posible. La música se convierte en el único centro de atención. Depende la sesión, hay temas que sugieren recostarse en sillones y pufs, y otras, más rítmicas, que las personas deciden escuchar de pie

    Ese ritual condensa una paradoja de la época: mientras todo a nuestro alrededor se fragmenta, se acelera o se vuelve producto, Audiófilo propone una práctica lenta, profunda, compartida. Una comunidad efímera se arma alrededor de un disco y, al cabo de una hora, sale transformada.

    Más allá del entretenimiento cultural, cada una de las propuestas de escucha mencionadas —Escuchar [Sonidos visuales], Parlantes Halofónicos y Audiófilo— funcionan como una invitación para reflexionar sobre cómo habitamos el tiempo. Hay una intención de correr a la música del destino de ambiente/fondo al que la vida contemporánea la destina y colocarla en el centro, detenerse a escuchar con atención y dar lugar a la capacidad transformadora del sonido. 

    Quizás allí, en esa resistencia mínima pero persistente, resida la verdadera importancia de estos espacios: recordar que escuchar es una forma de conocer el mundo, y en tiempos de ruido y distracción permanente, es posible aguzar el oído para concretar un acto de libertad. 

    Disco es cultura.

    Las entradas de Audiófo se consiguen en https://tickets.artlabpro.net

    La entrada ¿Nos juntamos a escuchar un disco entero? se publicó primero en Revista Anfibia.

     

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  • Orazi visitó el INSR y se interiorizó sobre el proyecto ‘Desafío ECO YPF’

    El Intendente Marcelo Orazi visitó el Instituto Nuestra Señora del Rosario y se interiorizó del proyecto “Desafío ECO YPF” que llevan adelante los alumnos de 6to. Año Técnico Mecánico Una competencia única con autos eléctricos de emisión CERO diseñados por estudiantes de escuelas técnicas de la Argentina que se desarrollará los días 13 y 14 de noviembre…

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  • Declaró un panelista de Fantino por las coimas y contó que Spagnuolo dijo que Lule Menem “manejaba todo”

     

    El abogado Agustín Rodríguez, panelista en el programa de Alejandro Fantino por el canal de streaming Neura, declaró esta semana en la causa de las coimas de la Andis y contó que Diego Spagnuolo se quejó porque Lule Menem “manejaba todo” en la agencia que él dirigía.

    Rodríguez atestiguó ante el fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello, a cargo de la causa caratulada como “Denunciado: Milei, Javier y otros/ defraudación por administración fraudulenta, estafa, asociación ilícita, cohecho, cohecho activo y negociaciones incompatibles”.

    Fuentes judiciales explicaron a LPO que los aportes del socio de Fantino “confirman el sentido de la investigación”. “Dijo que Lule Menem manejaba todo”, resumieron.

    En efecto, Rodríguez contó que Spagnuolo, a quien conocía por haber tenido que defender a Débora Plager, Paulo Vilouta y Fabián Doman por una querella que les hizo Javier Milei y en la que el actual mandatario era representado legalmente por el ex titular de la Andis, le pidió que le gestionara una entrevista al aire con Fantino, en Neura.

    Cerimedo: “Spagnuolo me dijo que los Menem se están choreando casi un palo por mes”

    “En un momento me llama y me pide que Alejandro Fantino le haga una nota en Neura, que es un canal de streaming que tengo con él. Entonces le dije a Alejandro Fantino que le haga una nota, él no estaba muy de acuerdo, pero aceptó; era un mano a mano y no le gusta mucho, finalmente se hizo”, recordó.

    Cuando Spagnuolo llegó al estudio el día pautado para el reportaje, Fantino aún no había ingresado. Entonces, charló con su colega. “Alejandro no había llegado, y yo me quedé charlando con Diego Spagnuolo un rato, pasó más o menos en julio del 2024; le pregunté cómo estaba en la ANDIS y me dijo que encontró muchas irregularidades, de las otras gestiones; subsidios mal dados, todo lo que contó siempre”, precisó el testigo.

    Rodríguez recordó: “me dijo que le gustaría tener más manejo de ANDIS, sin especificar en qué sentido, y me dijo además que el que lo impedía era Lule Menem”. “Me dijo: el que maneja todo es Lule Menem”, enfatizó.

    Cuando llegó Fantino, su colega le sugirió que le preguntara por el riojano, para sacarle “título a la nota”, a raíz de la bronca que había manifestado en la charla previa, en off, con Rodríguez.

    En la Fiscalía quisieron saber detalles sobre qué manejaba Lule pero el testigo contestó: “No me lo dijo, no explicó qué significaba esto”.

    (Spagnuolo) me dijo que le gustaría tener más manejo de ANDIS, sin especificar en qué sentido, y me dijo además que el que lo impedía era Lule Menem. Me dijo: el que maneja todo es Lule Menem.

    Durante la entrevista de aquel día, Fantino aludió a la corrupción del gobierno, mencionando ciudades de la provincia de Buenos Aires o Santa Fe y Lules, en Tucumán. El conductor buscaba apuntarle al subsecretario general de la Presidencia pero Spagnuolo no acotó nada.

    Una fuente al tanto de la investigación le dijo a LPO que “se siguen analizando las compras de medicamentos a la Suizo Argentina”. Solo desde el 2024 al 2025 la droguería incrementó exponencialmente el volumen de las licitaciones obtenidas, pasando de un monto que rondaba los 3 mil millones a uno que ya supera los 100 mil este año.

     

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    Bullrich, Diego Iglesias, Espert y un blooper que da más miedo que risa

     

    En un nuevo papelón político, Patricia Bullrich volvió a demostrar su desorientación y torpeza.

    Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

    Intentando averiguar detalles sobre la causa que involucra al narco Fred Machado —y que compromete al candidato libertario José Luis Espert—, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich confundió al fiscal de narcocriminalidad con el periodista homónimo Diego Iglesias, a quien llamó para pedirle “información sobre la extradición”.
    El episodio deja al descubierto la desesperación dentro del oficialismo y la falta de idoneidad de una funcionaria que no da pie con bola.


    Un llamado que revela mucho más que un error

    El jueves por la mañana, el periodista Diego Iglesias recibió una llamada desde un número que tenía agendado como “Patricia Bullrich”. La sorpresa fue inmediata: del otro lado de la línea, la ministra de Seguridad le preguntaba sin preámbulos “cómo venía el tema de la extradición de Machado”.

    “Me sorprendió muchísimo”, relató Iglesias en su programa de radio. “Atiendo, y me dice directamente: ‘Ah, ¿qué hacés? ¿Cómo andás? Escuchame, ¿cómo viene el tema este de la extradición de Machado?’”.

    El periodista, atónito, tardó unos segundos en entender que Bullrich lo había confundido con el fiscal Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR).

    Cuando se lo aclaró, la ministra reaccionó con un desconcierto que ya se volvió marca registrada: “Se pone nerviosa, me dice ‘uy, no, no’, se ríe y me repite varias veces ‘disculpá, disculpáme, disculpáme’”.
    La charla terminó abruptamente con un “beso, chau”.


    El blooper de una ministra desbordada

    Más allá del chiste fácil, el episodio refleja algo mucho más serio: la ministra de Seguridad de la Nación llamando personalmente para interiorizarse sobre una causa judicial que involucra al narco Federico (Fred) Machado, detenido y con pedido de extradición a Estados Unidos, acusado de lavado y tráfico de drogas a gran escala.

    El interés de Bullrich no es casual. Machado aparece vinculado al financiamiento de la campaña de José Luis Espert, que reconoció haber recibido 200 mil dólares del empresario. Ambos comparten boleta en las elecciones del 26 de octubre dentro del armado de Milei.

    El error telefónico no solo expone la torpeza de Bullrich, sino también su preocupación por un caso que puede detonar en el corazón del oficialismo. En plena campaña, con el escándalo Espert–Machado creciendo, la ministra quedó al desnudo intentando “saber de primera mano” qué rumbo toma la investigación.


    Del papelón al síntoma político

    No es la primera vez que Bullrich muestra un nivel de improvisación incompatible con la función que ocupa. Desde los operativos mal coordinados hasta sus declaraciones erráticas sobre seguridad interior, la actual ministra parece más preocupada por cuidar los intereses de su espacio que por cumplir con su deber institucional.

    El blooper de esta semana la vuelve a dejar en evidencia: una ministra que confunde un periodista con un fiscal, que interviene indebidamente en causas judiciales sensibles, y que actúa movida por el pánico electoral más que por la prudencia de Estado.


    La torpeza que marca al Gobierno de Milei

    En el entorno libertario intentan minimizar el episodio, pero lo cierto es que el “caso Bullrich” se sumó al cúmulo de errores que jaquean la imagen de un gobierno que parece vivir en un estado de improvisación permanente.

    Mientras Milei sostiene a Espert a pesar de las pruebas y los escándalos, su ministra de Seguridad demuestra día a día una incapacidad manifiesta para ejercer el cargo.

    A esta altura, no se trata solo de un blooper: se trata de un síntoma.
    Y de una funcionaria que, en su intento por controlar el daño político, termina agravándolo con su propia torpeza.

     

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  • ‘Tardes dulces’ y Feria ReEmprender, las propuestas de Turismo para el finde

    La Dirección de Turismo de la Municipalidad de Villa Regina acerca las propuestas para este fin de semana. El domingo, de 14 a 16 horas, tendrá lugar ‘Tardes Dulces’ en la Oficina de Turismo. En esta oportunidad, la emprendedora invitada será Cassia Repostería. También el domingo en el mismo horario se desarrollará una nueva edición…

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