Qué hay detrás de la ruptura de Caputo con Wall Street
La frase cayó como un baldazo de agua fría en un mercado que venía esperando exactamente lo contrario. Luis «Toto» Caputo dijo que Argentina no puede depender más de Wall Street y dejó expuesto, sin demasiado rodeos, el núcleo del problema que el Gobierno viene esquivando hace meses: el financiamiento externo no aparece y la puerta del crédito internacional sigue cerrada.
El tono fue calmo, casi pedagógico. El contenido, explosivo. «El objetivo es ir eliminando la dependencia que el país tiene con Wall Street», afirmó el ministro en X.
«Si el ministro habla de «eliminar dependencia» no es por convicción ideológica, sino porque el mercado internacional no está dispuesto a prestarle a la Argentina en las condiciones que necesita el programa», afirmó a LPO un analista financiero.
Y no sólo el mercado internacional. Tampoco el local parece muy entusiasmado en seguir comprándole bonos a un gobierno que ya acumula un rojo de USD 18 mil millones en el Banco Central y no responde cuestiones básicas de su patrimonio, como el destino del oro de las reservas. En su fallido «regreso al mercado», Caputo apenas consiguió USD 900 millones y tuvo que pagar una tasa por arriba del 9%.
A esto se suma la dificultad que enfrenta Caputo para emitir deuda nueva sin que le embarguen los fondos, por los juicios pendientes que tiene Argentina en el exterior, son muchos no sólo el de YPF. Por eso, como reveló LPO en exclusiva, el ministro explora en canje de deuda que le permita completar los dólares que le faltan para cubrir los próximos vencimientos.
La sequía de dólares frescos no es una hipótesis: es un dato. Federico Machado, de EconomiaOpen, lo explicó sin eufemismos: «La impresión que deja Caputo es que hubo un cambio en su relación con Wall Street. Los fondos de inversión internacionales vienen mostrando poco apetito por Argentina y creo que finalmente Economía se resignó a que los dólares que necesitan tengan que venir del propio ahorro de Argentina y no de afuera».
En efecto ahora Caputo dice que se va a financiar con el futuro fondo de despedidos que crea la reforma laboral, que estimó, sumará unos USD 4.000. El diputado peronista Guillermo Michel, en una columna exclusiva para LPO calculó la semana pasada que en rigor serán USD 3.000 los recursos que esta reforma le quita a la Anses, agravando la crisis del sistema previsional argentino, en una remake a escala reducida de la experiencia de las AFJP.
El fondo para despidos que propone Milei le cuesta a la Anses USD 3000 millones
El problema es que la estructuración de ese fondo no será inmediata y menos aún su fondeo. Y Caputo tiene una urgencia inminente, el 9 de enero debe pagar un vencimiento de deuda de USD 4.100 millones y todavía no aseguró los dólares para saldarlo. Es más, en los últimos días está haciendo lo contrario: quema dólares del Tesoro para frenar la divisa.
La frase de Caputo marca un giro total en la visión libertaria del gobierno de Milei. Hasta hace semanas nomas Caputo argumentaba, y repetían sus wannabe del deprimido mercado local, que la ruta era bajar el riesgo país y buscar en el mercado los fondos para refinanciar la deuda. El propio Milei lo dijo en la misma conferencia en la que explicó que por eso no había que comprar reservas. Luego el FMI impuso el giro del programa y ahora un mercado cerrado impone a Caputo su nueva retórica de «vivir con lo nuestro» a lo Aldo Ferrer.
La idea de vivir con lo nuestro, es decir lograr que los argentinos saquen los dólares del colchón, no es nueva. Lo dijo la directora del FMI, Kristalina Georgieva, meses atrás: «Me dijeron que los argentinos tienen más de 200 mil millones de dólares guardados. Imaginen lo que sería para la Argentina si ese dinero se invirtiera en el país».
Lo que Georgieva pareció desconocer es que la fuga de divisas no es un número random, sino que parte de informes oficiales. Según los últimos datos del Indec, la formación de activos externos alcanzó los USD 271.247 millones a fin de 2024. Pero la cifra es mucho mayor, al contabilizar los fondos no declarados. La fuga de capitales al exterior más que triplicó el valor del déficit fiscal en los últimos veinte años, según afirma un informe de Centro de Investigación y formación de la República Argentina publicado en abril de 2024.
Pero la contradicción en el caso de Caputo es evidente. Mientras el ministro les pide a los argentinos que confíen y saquen los dólares del colchón, su propio patrimonio está mayoritariamente afuera. Caputo declaró cuentas en el exterior, incluso en jurisdicciones consideradas guaridas fiscales
Según consta en la declaración jurada que el propio Caputo presentó ante la Oficina Anticorrupción, reconoce que su patrimonio aumentó un 2.042% y en apenas un año su fortuna pasó de 744 millones de pesos, a casi 16 mil millones, superando con creces a la inflación. El Ministro reconoce que su fortuna que se explica por su participación accionaria en empresas e inversiones y sus 7 cuentas en dólares ubicadas en la Isla de Man, un paraíso fiscal ubicado entre Irlanda y Gran Bretaña.
Además, según los documentos filtrados en la causa conocida como Panamá Papers, Caputo administró Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos de inversión radicada en Miami pero vinculada a Delaware y las Islas Caimán, dos paraísos fiscales. También fue manager de Alto Global Fund, un fondo de inversión de alto riesgo relacionado a Noctua.
Los economistas más cercanos a los intereses del capital local ya advierten que esa plata no va a aparecer. No porque falte patriotismo, sino porque sobran razones para no hacerlo. Sin un esquema cambiario claro, con inflación todavía alta y con reglas que cambian todo el tiempo, nadie está dispuesto a arriesgar sus dólares.

