La fuga del peso dispara los intereses de los bonos y el gobierno desborda la meta de emisión
El agua entra por todas las ventanillas al programa económico de Millei y Caputo. A la corrida hacia el dólar que drenan las reservas, ahora se sumó el drama de la deuda en pesos que los bancos no parecen interesados en renovar y obligan al tesoro a ofrecer tasas siderales y dispara la emisión monetaria.
“Nadie quiere los bonos y letras del Gobierno, sus precios se desploman y se disparan las tasas. Se vuelven impagables”, explicó a LPO un operador financiero y subrayó “hoy la mala noticia es la curva en pesos”. La aversión del mercado a los bonos del gobierno quedó en evidencia en la última licitación, cuando el ministro Caputo obligó al banco Nación a comprara casi todos los títulos, un verdadero Waterloo financiero.
Lo concreto es que las Lecaps a un plazo de tres meses cayeron hasta un 1% en la jornada de este martes. “¿Donde van los pesos?”, se preguntó este especialista.
Ante esta pregunta se asoma un segundo instrumento financiero, las Lefi. A diferencia de las Lecap, el gobierno las utiliza para absorber el exceso de liquidez circulante. Tiene un límite de emisión de $20 billones y paga una tasa del 29%.
El Banco Nación compró casi toda la deuda que emitió Caputo para evitarle un Waterloo
Con el tope máximo de Lefis de $20 billones más la base monetaria actual que se ubica en la zona de los $38 billones, se superó holgadamente el límite de $47, 7 billones de la Base Monetaria Ampliada que se fijó el gobierno.
“Se les fue para arriba el saldo de las cuentas corrientes de los bancos en el Central. En un momento donde no se puede seguir esterilizando los pesos provenientes de la liquidaciones de las exportaciones porque tocaron el techo de Lefis, la realidad se lleva puesto a los postulados de Vladimir Werning (vicepresidente del Banco Central) y de la Escuela Austríaca”, agregó un economista financiero consultado por LPO.

La relación entre el crecimiento de la Base Monetaria y la deuda del sector público, es que la primera refleja el desarme de posiciones en pesos por parte de los bancos.
“Fue una jornada febril para los bonos de la curva en pesos. Sell off masivo de los bancos”, sentenció una de las fuentes consultadas.
Bajo este enfoque sobrevuela el fantasma del reperfilamiento. Hay un antecedente cercano, cuando la pérdida de financiamiento llevó a Hernan Lacunza a anunciar el primer canje compulsivo de deuda en pesos de la historia bajo el gobierno de Mauricio Macri.
No coincidió con ese ponóstico alarmista otro de los operadores financieros consultados .”No veo ninguna posibilidad de reperfilamiento. Se espera un aumento de la demanda de Base Monetaria como consecuencia de la reducción a la mitad de los porcentajes de deducción asociados al financiamiento MiPyME, lo que implicará un aumento de la exigencia de efectivo mínimo”, explicó en lenguaje técnico este banquero. La traducción es que el exceso de liquidez que tienen los bancos, va a ser demandado por el sector privado. El tema es que eso no impide que corran a dolarizarse.
“¿Los bancos venden bonos del Tesoro y le prestan a las Pymes? No me cierra. Lo que muestra el crecimiento de la base monetaria en este caso, es un desarme de ambas patas, Lefis y Lecap”, respondió el operador más pesimista.
En esta cancha inclinada cobra relevancia el próximo vencimiento de deuda en pesos. El lunes que viene se licitarán unos 6,5 billones, y se espera que este jueves la Secretaría de Finanzas difunda los instrumentos que pondrá a disposición del mercado.
El antecedente más cercano indica que el gobierno no la tiene fácil. En la última licitación Caputo le enchufó $3 billones de letras al Central y $5 billones al Banco Nación, que ya agotó su margen para la exposición en títulos del Tesoro Nacional.