La señalada como flamante «primera dama» y su pasado.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable
«Rosmery» es la nueva tendencia tras trascender un posible vínculo amoroso entre Milei y esta «asesora de imagen». Pero, aunque su nombre pueda parecer novedoso, no es nueva su cercanía con la política, aunque no siempre del mismo lado.
Ros Mery Maturana Larach, tal su nombre completo, es una extranjera que hace tiempo reside en la Argentina. Está vinculada a la Fundación Al Fajr, donde es docente y brinda cursos de «imagen personal». La Fundación en cuestión se encarga de «difundir valores éticos, morales y educativos para que ninguna persona deje de formarse y superarse en la vida».
Fajr es el nombre de la primera oración del día en el Islam, que se realiza antes del amanecer.
Rosmery se presenta en sus redes como «asesora en imagen política y oratoria», afirma haber estudiado Ciencias de la comunicación en la Universidad JF Kennedy y señala que, desde que Milei se separó de Yuyito, está feliz.
No es nueva en sus vínculos con la política. En el pasado supo militar para el Frente Renovador en 3 de Febrero acompañando a Martín Jofre.
Es más. Era una ferviente militante antiliberal, como se nota en sus redes.
Y ese fervor tenía su recompensa. Tanto que en 2015 consiguió un puesto en el Senado de la Nación, para desempeñar tareas en el Centro de Capacitación Superior.
Ahora, campera de cuero mediante, está cerca de conseguir otro puestito…
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Los representantes de los jueces en el Consejo de la Magistratura actuaron de manera coordina para dejar sin quórum la sesión de la Comisión de Disciplina, que tenía previsto avanzar en el análisis de las denuncias que podrían derivar en el juicio político de varios magistrados.
La medida fue calificada de insólita, corporativa y extremadamente grave por el consejero César Grau, presidente de la comisión, que definió la actitud como un lock out de los jueces.
En el orden del día estaba tratar casos como el de Lago Escondido, la visita de magistrados y fiscales a la mansión de Joe Lewis en la Patagonia, a donde concurrieron invitados, lo que generó una causa judicial por los presuntos delitos de dádivas e incumplimiento de deberes de funcionario público.
De lo más llamativo fue que al iniciarse la sesión, que era seguida de modo remoto por sus miembros, se ve a los cuatro jueces representantes levantarse de sus posiciones y abandonarlas. Se trata de los jueces Diego Barroetaveña, Agustina Díaz Cordero, Alejandra Provítola y Alberto Lugones. Representan a tres listas distintas en las líneas de la Magistratura. Pero todos coincidieron en hacer rug pull, como se le llama a tirar del mantel, con lo que enterraron la audiencia.
Lo que los jueces sabían era que en caso de arrancar la comisión iba a avanzar en el trámite que examina la cuestión disciplinaria de los magistrados implicados en Lago Escondido. Que es un legajo que se encuentra cerca del tiempo límite para agotar su tratamiento. Si el Consejo de la Magistratura no lo trata antes de septiembre, el trámite expirará. “Tenían que habilitarse las medidas de prueba, sabían que iban a perder la votación y tumbaron la sesión. Es un acto corporativo escandaloso”, comentó uno de los consejeros a LPO.
Del viaje a Lago Escondido participaron los jueces Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Cayssials y Pablo Yadarola. También el jefe de los fiscales de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques, que es hijo de Carlos.
Quiero manifestar un hecho de suma gravedad y es que el estamento judicial ha decidido no participar de la reunión. Deberán dar explicaciones no solo a su estamento sino también a la sociedad toda. Esto es una vergüenza.
Ante el éxodo desconcertante de los jueces, el consejero Grau se refirió atónito a lo que ocurría. “Quiero manifestar un hecho de suma gravedad y es que el estamento judicial ha decidido no participar de la reunión. Deberán dar explicaciones no solo a su estamento sino también a la sociedad toda. Teníamos hoy una serie de puntos muy importantes. Muchos iban a salir por consenso y otros iban a discutirse en este ámbito plural creado por la reforma constitucional de 1994”, dijo.
“Todos y todas tenemos una responsabilidad ante la sociedad de dar respuestas. Tanto la comisión de disciplina como la de acusación tenemos una responsabilidad tremenda. Este es el único ámbito donde se puede juzgar la actividad de un magistrado”, avanzó Grau, que es representante en el Consejo por el estamento de los abogados. “La actividad de un Poder del Estado que tiene por misión impartir justicia a los ciudadanos. Por eso esto es una vergüenza. Se que hay muchos buenos jueces y juezas que no se sienten representados por este tipo de actitudes, que cuando las vemos en el Parlamento nacional nos escandalizamos. Que pase en un ámbito como el Consejo de la Magistratura nos parece un verdadero bochorno”.
La sala de sesión del Consejo de la Magistratura, semivacía ante la salida de los representantes de los jueces.
En el temario había 48 medidas para considerar. Los que se quedaron creen que los jueces en retirada estaban tan empecinados a no tratar Lago Escondido que sepultaron con su salida el tratamiento incluso de los temas que contaban con consenso.
El senador nacional cordobés y consejero Luis Juez, que preside la Comisión de Acusación, fue lapidario con la borrada de los jueces consejeros. “Me banco el debate, lo que no me banco es vaciar el debate. Siempre hay que dar el debate. No podemos eludir la responsabilidad que la Constitución nos da. No quiero ofender a nadie pero es muy grave rehuir la discusión. El día de mañana la gente nos va a reprochar por no hacer nuestra tarea. Podemos hacerla bien o mal. Pero nuestra obligación es sentarnos y discutir”. Sobre lo ocurrido en la sesión fue categórico. “Algunos decidieron vaciar la reunión para evitar que haya una sanción para determinados magistrados”.
Me banco el debate, lo que no me banco es vaciar el debate. No podemos eludir la responsabilidad que la Constitución nos da. Algunos decidieron vaciar la reunión para evitar que haya una sanción para determinados magistrados.
El consejero Grau adelantó que notificará a Horacio Rosatti, que es el presidente de la Corte Suprema de la Nación y del Consejo de la Magistratura, de lo ocurrido. “No se puede avanzar con ningún tema. Ni siquiera hicieron un planteo por alguna cuestión que no querían tratar. Precisamente una comisión donde el año pasado se hicieron múltiples planteos porque no se reunía y se postergaban los puntos. Me comuniqué personalmente con los señores consejeros para coordinar el día. Siete miembros de la Comisión de Administración Financiera son miembros de esta comisión de disciplina. El quorum pudo haberse dado pero los magistrados se levantaron y se fueron. Han hecho un lock out al Consejo de la Magistratura. Es realmente un hecho inédito. Sin decir nada se levantan y se van”.
El viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, sorprendido por la actitud de los jueces.
Las demoras, deserciones y lo espaciado de las sesiones en el Consejo acarrear una crítica muy fuerte contra un órgano poblado de empleados y tocado por el desprestigio. El retraso en el tratamiento del caso del juez federal de Rosario Marcelo Bailaque que tiene un trámite disciplinario por tres denuncias en el Consejo hace más de un año desde que fue admitida la primera, es algo irritante para sus impulsores.
La explicitación de este desatino estuvo marcada en boca del juez Eduardo Rodrígues Da Cruz que hace tres semanas le impuso a Bailaque una prisión preventiva por noventa días que no puede ejecutarse porque el magistrado involucrado tiene el legajo atrancado en el órgano encargado de habilitar o no su juicio político.
Este caso tiene que ser tratado por la comisión de Acusación que tiene a cargo el consejero Juez. “No vaya a ser que cuando se trate los jueces se le vayan de vuelta”, le dijo un integrante de la comisión a Juez.
En 2009 la activista yankee Rachel Candall Crocker impulsó la conmemoración del Día de la Visibilidad Trans. Se sentía frustrada al observar que, hasta ese momento, la única efeméride dedicada al colectivo travesti trans fuera el Día de la Memoria Trans, fecha en la que se recuerda a las personas asesinadas por el transodio. De ahí la iniciativa de una celebración menos necrológica, que incluya a las vivas.
En lo personal desconocía la historia de la fecha antes de este año cuando, por casualidad, y al igual que Crocker, me encontré pensando en lo difícil que parece celebrar, o siquiera recordar, la existencia de las personas trans si no es en respuesta al odio, la violencia, o la muerte. A diferencia de Crocker, no estaba pensando en el calendario de efemérides, si no en la representación trans en la ficción. La mayor parte de mi tiempo lo dedico a actuar y a escribir cine y teatro, es decir, a las historias. En el Día de la Visibilidad Trans de este año pensé en cómo somos contadas las personas trans en la ficción, en quién nos cuenta, y a quién le cuenta.
Unos días más tarde se estrenó en el BAFICI Tesis sobre una domesticación, la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Camila Sosa Villada, protagonizada por ella misma, y dirigida por Javier Van de Couter.
Al momento de verla, venía pensando que son pocas las películas y series que tienen como protagonistas a personajes trans y que, cuando sucede, la historia parece ser siempre la misma: la de la travesti pobre que es echada de su casa, se prostituye, sufre todo tipo de violencia y, por lo general, termina muerta. Siempre somos la víctima perfecta, y nunca vivimos para contarlo. En muchos casos también la historia está escrita por un hombre, con suerte alguna vez homosexual y definitivamente cis. Las guionistas o directoras trans parecieran no existir o, por lo menos, no tener lugar en grandes producciones.
Pensé en las ganas de ver a una travesti en una película, o en una obra, y que no esté vestida para el corso, que no sea un objeto pintoresco de decoración. Que no sea puta, ni pobre, que no termine muerta. Que quienes la miran y la aplauden no sean solamente personas cis y heterosexuales, y que, si lo fueran, no sientan que tienen que compadecerse. Que si sintieran pena, no sea solo una mancha de culpa que se lavan cuando llegan a sus casas. Una travesti escrita por alguien que entienda que la ficción no debería existir solamente para mostrar el mundo como lo vemos, si no también para imaginar otros mundos posibles.
Y, entonces, el estreno de Tesis sobre una domesticación, donde Camila interpreta a una actriz exitosa que lo tiene todo: fama, dinero y poder. Se enamora de un abogado, se casan y empiezan el proceso de adopción de un niño. Dicho así, pareciera que estuviéramos hablando de una historia de ciencia ficción: una travesti que, insisto, lo tiene todo, incluso la posibilidad de atravesar una angustia existencial. El problema de la protagonista es que es sumamente infeliz.
Esto no se trata de un hecho casual, ni de un accidente. La propia Camila contó en más de una entrevista que la novela en la que se basa la película surgió como respuesta al éxito de su libro anterior, Las Malas. Esta novela sigue la vida de un grupo de travestis que trabajan como prostitutas en un parque. A pesar de estar narrada con mucha luminosidad, de resaltar la idea de que ser travesti para ellas es una fiesta y hasta de tener elementos de realismo mágico, las historias de estas travas son sumamente trágicas. De hecho, la mayoría de ellas terminan muertas. El éxito del libro hizo que mucha gente que hasta entonces no había ni siquiera conversado con una persona trans creyera entender cómo podría ser la vida de una. Y muchas de ellas, seguramente cis, se atrevieron a acercarse a Camila y hablarle con piedad: “Ay, yo no sabía que las travestis sufrían tanto”.
De nuevo, pareciera que sólo importamos cuando hablamos en respuesta al odio, cuando damos pena.
Como respuesta a la conmiseración desmedida del público, Camila creó un personaje que fuera la antítesis perfecta de las protagonistas de Las Malas. Una travesti exitosa que no está luchando por sobrevivir en un mundo terrible y hasta pareciera haberlo conquistado. Una travesti que está viva, pero para quien la vida está lejos de ser una fiesta. Una travesti que triunfa, que su problema no es el dinero, si no la felicidad. La protagonista no tiene que luchar por sobrevivir, pero sobrevivir tampoco es suficiente.
Aparece entonces el deseo, uno de los ejes centrales de la película. La protagonista se mueve constantemente detrás de algún deseo: casarse, ser madre, ganar más dinero, ser más exitosa. Sin embargo, quien realmente desea no parece ser ella. El impulso viene desde afuera: de su marido, de su familia, del director de su obra. Como siempre, el deseo es confuso, traicionero, y resulta imposible localizar su origen.
Hay una sola cosa que la protagonista pareciera realmente querer por sí misma: coger. La actriz se acuesta con casi todos los hombres que se cruza, y con los que no, mantiene una relación de absoluta tensión sexual, incluso con su hermano. La travesti de la película coge porque quiere, cuando quiere y como quiere. En su sexualidad no hay subordinación al placer de los otros, no es un objeto de deseo, es un ser deseante. No hay intercambio monetario, lo cual seguramente sea una novedad para el inconsciente colectivo, donde las travas sólo cogemos si nos prostituímos. A diferencia del resto de su vida, en el sexo la actriz sólo responde a su propio placer.
Aún con esta mirada novedosa en la representación de personajes trans, la película no se olvida de que está contando la historia de una travesti. En su casamiento, una de sus amigas más cercanas increpa a la protagonista y le dice “¿De esta gente te querés rodear? Cheta de mierda, sos Judas”. Además, ella es perseguida constantemente por su pasado, que la visita una y otra vez en forma de fantasma para preguntarle “¿Te acordás de mí?”.
Pienso que la película es un mapa de la identidad travesti trans actual. Un punto de inflexión entre el pasado, al que los hechos recientes parecieran esforzarse por querer hacernos volver, y un futuro que pretende que, quienes logramos sobrevivir, no le exijamos nada más que eso. Que nos conformemos con las migas, que nos olvidemos de todo lo demás porque no nos pertenece.
Tesis sobre una domesticación presenta una manera sumamente novedosa de hablar de “lo trans” en la ficción. No se queda en el relato repetido hasta el cansancio de la marginalidad y la violencia, se anima a profundizar, a pensar a una travesti como una persona a la que, también, pueden pasarle otras cosas. Esto evidencia la importancia de la participación activa de personas trans en la creación de relatos. Camila escribió la novela y, junto a Javier Van de Couter y Laura Huberman, la adaptó a un guión cinematográfico, protagonizó la película y hasta fue su productora asociada.
El valor de esta película está ahí, ese es su logro más grande. El de demostrar que es fundamental que las personas trans estemos involucradas en cada una de las etapas de la producción de una película que habla de nosotras. Que ya es hora de que se llene de travas guionistas, directoras, productoras, DFs. Que tenemos que ser nosotras las que contemos nuestras historias, las que nos sucedieron y conocemos. Y que las historias que nos podemos inventar son igual de importantes si nos dejan vivir para contarlas.
Con una delegación compuesta por bailarines, bailarinas, músicos y músicas de diferentes puntos de la provincia, Río Negro volvió a subirse al escenario mayor del Festival Nacional de Folklore. Con raíces rionegrinas, la presentación estuvo conformada por tres partes de danzas tradicionales: la primera una introducción integrada por una huella y un triunfo, en la…