| | |

Conan, el perro de Milei lucha por ser reconocido por su dueño que lo cree muerto. Hoy se sumó al paro de la CGT

En un acto de desesperación y determinación, Conan ha decidido unirse al paro de la CGT, una de las organizaciones sindicales más importantes de Argentina. El perro ha sido visto en las manifestaciones, portando pancartas que exigen el reconocimiento de su dueño. Esta acción ha generado sorpresa y simpatía entre los manifestantes y ha llamado la atención de los medios de comunicación.

La presencia de Conan en las manifestaciones ha sido impactante y ha capturado la atención de todos. Los manifestantes, sorprendidos por la participación de un perro en el paro, se han sentido conmovidos por la determinación y lealtad de Conan. Han reconocido que su lucha por el reconocimiento de su dueño es un reflejo de la lucha de muchos trabajadores por ser valorados y reconocidos en sus respectivas profesiones.

Los medios de comunicación también se han hecho eco de la historia de Conan. Los periódicos y programas de televisión han destacado la valentía y determinación del perro, convirtiéndolo en un símbolo de la lucha por el reconocimiento y la justicia. Las imágenes de Conan portando pancartas en las manifestaciones se han vuelto virales en las redes sociales, generando aún más atención y apoyo para su causa.

Al parecer, no se encontraron. Porque Milei, estuvo en el paro de la CGT. Aquí compartimos su mensaje:

Difunde esta nota

Publicaciones Similares

  • El New York Times dice que Maduro ofreció su salida pero Trump lo rechazó

     

    La tensión entre Venezuela y Estados Unidos es uno de los temas más importantes de la agenda internacional. El fin de semana Trump sugirió que podría haber un ataque inminente en medio del despliegue militar en el Caribe y la llegada del portaaviones más grande del mundo. 

    Luego, aclaró que todavía no hay una decisión tomada y no descartó dialogar con Nicolás Maduro. En ese marco, el New York Times confirma que Maduro intentó negociar su propia salida y ofreció a Washington una transición que incluyó beneficios para las empresas energéticas estadounidenses. 

    Sin embargo, Trump lo rechazó cualquier medida que prolongara el mandato de Maduro y autorizó a la CIA a preparar el terreno para opciones más drásticas. El periódico confirma también que hay canales de comunicación pero bajo las condiciones de la Casa Blanca.

    «Trump dio el visto bueno a los planes de la CIA sobre medidas encubiertas dentro de Venezuela, operaciones que podrían estar destinadas a preparar el campo de batalla para nuevas acciones, dijeron estas personas. Al mismo tiempo, aseguraron, autorizó una nueva ronda de negociaciones a través de canales indirectos que, en un momento dado, derivaron en la oferta del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de dimitir tras una prórroga de un par de años, propuesta que la Casa Blanca rechazó», detalló el prestigioso periódico estadounidense.

    Trump dijo que no descarta invadir Venezuela pero podría dialogar con Maduro

    El texto continúa y sostiene que «no está claro cuáles podrían ser las acciones encubiertas ni cuándo podrían llevarse a cabo. Trump aún no ha autorizado la presencia de fuerzas de combate sobre el terreno en Venezuela, por lo que la siguiente fase de la campaña de presión cada vez mayor del gobierno de Trump sobre el gobierno de Maduro podría ser el sabotaje o algún tipo de operación cibernética, psicológica o informativa».

    «El presidente no ha tomado una decisión sobre el curso de acción más general a seguir en Venezuela, ni ha articulado de manera pública su objetivo final más allá de detener el flujo de drogas desde la región. Y los planificadores militares y de la CIA han preparado diversas opciones para distintas contingencias», agrega.

    No está claro cuáles podrían ser las acciones encubiertas ni cuándo podrían llevarse a cabo. Trump aún no ha autorizado la presencia de fuerzas de combate sobre el terreno en Venezuela, por lo que la siguiente fase de la campaña de presión cada vez mayor del gobierno de Trump sobre el gobierno de Maduro podría ser el sabotaje o algún tipo de operación cibernética, psicológica o informativa

    En esa linea, el Times plantea que «los planificadores militares han preparado listas de posibles instalaciones vinculadas con las drogas que podrían ser atacadas. El Pentágono también está planeando ataques contra unidades militares cercanas a Maduro. Trump tuvo dos reuniones en la Sala de Situación de la Casa Blanca la semana pasada para hablar de Venezuela y revisar las opciones con sus principales asesores».

    Por último, según el New York Times «Trump hace hincapié en el papel de Venezuela en el tráfico de drogas o en la migración ilegal cuando trata el tema en público, en privado ha hablado de las enormes reservas de petróleo del país y de que las empresas estadounidenses puedan acceder a ellas».

    «Funcionarios venezolanos han dicho a los estadounidenses que Maduro podría estar dispuesto a renunciar, tras una transición de dos a tres años, según las personas informadas sobre el asunto. Cualquier demora en la salida de Maduro del poder es inaceptable para la Casa Blanca. Pero, a pesar del aparente estancamiento en las relaciones, las negociaciones a puerta cerrada muestran que aún es posible una solución diplomática», concluye.

    Estados Unidos viene dando los pasos lógicos de una escalada militar con el ataque a las lanchas en el marco de la llamada operación «Lanza del Sur» como parte del supuesto combate contra el narcotráfico, la concentración masiva de fuerzas navales estadounidenses en el mar Caribe es la mayor  desde la crisis de los misiles en Cuba y el embargo estadounidense a Cuba de 1962 y la llegada del portaaviones Gerald R. Ford con 15.000 soldados en la región, incluidos infantes de marina en buques anfibios y personal en bases militares en Puerto Rico.

    El Departamento de Estado estadounidense también anunció que, a partir del 24 de noviembre, designará como organización terrorista al Cartel de los Soles como estratega par ubicar al gobierno de Maduro como organización terrorista, allanando potencialmente el camino para una acción militar y como método de presión al régimen.

    Máxima tensión: Trump manda al buque de guerra mas grande del mundo a las costas de Venezuela 

    Estados Unidos lanzó 21 ataques conocidos contra embarcaciones que, según el gobierno, traficaban con drogas, en los que han muerto al menos 83 personas. Trump dijo que información sustancial de inteligencia justifica los ataques, pero los funcionarios del gobierno no han proporcionado pruebas detalladas de la carga que transportaban las embarcaciones.

    Esos ataques se han llevado a cabo sin autorización del Congreso estadounidense, lo que provocó críticas de expertos jurídicos y demócratas en las Cámaras de que el gobierno está atacando intencionadamente a civiles que pueden ser sospechosos de delitos, pero que no son combatientes.

     

    Difunde esta nota
  • Voto Kastigo

     

    José Antonio Kast representará a la derecha chilena en la segunda vuelta. Con esa ecuación despejada, el resultado de las elecciones de este domingo parece anecdótico: la comunista Jeanette Jara se impuso con el 26,8 por ciento de los votos, pero sus chances de llegar a la presidencia ahora son mínimas.

    El 23,9 por ciento que obtuvo Kast se ve a simple vista como un resultado magro, un piso menor al que obtuvo en la elección de 2021, cuando también accedió a segunda vuelta, pero en el Chile de hoy es casi una hazaña: no sólo logró mantener su vigencia, sino que aumentó su caudal de votos, evitó el sorpasso del otro candidato de ultraderecha –Johaness Kaiser, un ex diputado de su partido, que alcanzó el 13,9 por ciento– y volvió a doblegar a la centroderecha, esta vez representada por Evelyn Matthei, que se quedó en 12,4 por ciento. Ambos candidatos se trasladaron al comando de Kast casi inmediatamente después de que se conocieran las primeras tendencias, y le confirmaron su apoyo. 

    Visiblemente cansado, con el mismo tono seco y apagado con el que dirigió su campaña, Kast agradeció la foto de unidad de las derechas y volvió al guión que ejecutó prolijamente durante todos estos meses.

    –Lo que hoy día quedó claro es que la oposición derrotó a un gobierno fracasado, a un gobierno que no supo dirigir los destinos del país, pero la única victoria real, la única victoria que nos hará celebrar es cuando derrotemos al crimen organizado y al narcotráfico. 

    Kast: de pinochetistas nostálgicos a liderar la derecha

    El Partido Republicano, la fuerza con la que Kast quebró la unidad de la derecha hace menos de una década, se convirtió ayer en la bancada más grande del Congreso. Fue gracias a ese armado territorial que Kast pasó de ser un candidato de pinochetistas nostálgicos (que en 2017 le dieron el 8 por ciento de los votos) a superar a todo el resto de sus competidores y protegerse de los vaivenes cada vez más agresivos de la política chilena y su electorado, experto en triturar liderazgos y expectativas en tiempo récord. Kast había perdido el aura de novedad y cierto impulso anti establishment, pero cultivó un despliegue y una disciplina partidaria que lo recompensaron.

    Militante ultracatólico, perteneciente al movimiento apostólico Schoenstatt, de origen alemán, Kast es uno de los pocos políticos chilenos que ha recorrido todo el país. Aunque ahora aparenta un perfil más moderado, cuando en esta campaña le preguntaron por sus posiciones sociales –como su oposición, tan temprana como reaccionaria, a la distribución de la píldora del día después– decía que él “sigue siendo el mismo”. Que no ha cambiado. Sus seguidores sostienen que es un hombre de “convicciones firmes”; sus detractores, algunos de derecha, dicen que es esta rigidez ideológica la que lo vuelve peligroso. 

    En 2016 abandonó la UDI, el partido heredero del pinochetismo, alegando que el partido se había alejado de sus valores fundacionales, el legado de Jaime Guzmán, un abogado del Opus Dei que fue el cerebro político del régimen de Pinochet y el ideólogo de la Constitución de 1980, todavía vigente. Kast conoció a Guzmán cuando entró a la Facultad de Derecho de la Universidad Católica a principios de los ochenta, todavía en dictadura, y se considera su discípulo. Guzmán, el arquitecto del sistema político de la transición que se reventó en el estallido, postulaba que la derecha tenía que tener cuadros jóvenes formados, que prediquen la moral y las ideas conservadores en terrenos adversos. 

    El derrumbe de la esperanza

    “Esta vez Chile sí despertó”, dijo Kast anoche. Fue una de las pocas alusiones al estallido social de 2019: el léxico de la revuelta se extinguió en el discurso de la izquierda, y ahora sólo aparece en forma de war flashbacks, invocados por la derecha. La relación entre Kast y el estallido es directa: el Republicano aprovechó la parálisis del gobierno de Sebastián Piñera y la coalición de centroderecha para ser el primer opositor al proceso de reformas, una posición marginal que luego capitalizó con el fracaso del primer proceso constituyente, el 4 de septiembre de 2022.

    La derrota que sufrió la izquierda aquella noche amortizó en cierta forma el resultado de ayer, el peor desde el retorno a la democracia. Casi todas las esperanzas de cambio depositadas en el gobierno de Gabriel Boric fueron sepultadas el día del plebiscito. Los partidos de izquierda, los viejos y los nuevos, asumieron la derrota como un punto de inflexión, el fin de un largo ciclo de movilización social que había comenzado en 2011. El descrédito, la rabia y la desafección seguían ahí, pero ya no la representaba la izquierda. Con la pandemia como prólogo, las calles se vaciaron. 

    Luego llegó el miedo: ese mismo 2022, Chile vivió un pico de homicidios que instaló a la seguridad como el principal problema ciudadano. El crimen aumentó, pero lo que realmente explotó fue la victimización: hay pocos países donde la brecha entre el delito y su percepción sean tan pronunciadas, una trama que se explica en parte por una sucesión de casos de alto impacto mediático –secuestros y asesinatos a empresarios y agentes de seguridad– cometidos por bandas extranjeras. El aumento de la migración irregular, que se disparó por esos años, terminó de configurar una nueva coyuntura que favorece estructuralmente a las derechas (las cifras oficiales muestran que los ingresos se triplicaron entre 2021 y 2022, pero el Gobierno afirma que el cuadro se explica por el empadronamiento, y que la mayoría de ingresos habían sido previos a la asunción de Boric).

    El abultado triunfo de Jara en las primarias del oficialismo a mediados de año expuso el descontento del resto de la izquierda con el Frente Amplio y el gobierno, al que le señalan tibieza y concesiones desmedidas a la derecha (el gobierno responde que, ante un Congreso y un clima de opinión adverso, no es mucho lo que se puede hacer). Quizás por unas semanas, pareció que el momentum con la candidatura de Jara, una veterana militante comunista bien evaluada durante su paso por la gestión, en la que ocupó la cartera de Trabajo, se iba a traducir en una buena elección en la primera vuelta (para la segunda casi nadie formulaba muchas esperanzas). Pero el resultado de ayer, en el que la candidata no logró alcanzar el 30 por ciento –el piso de aprobación de Boric– fue un balde de agua fría, apenas compensado por una performance no tan desastrosa en el Congreso, donde la derecha tendrá mayoría pero no absoluta. 

    Jara entra a la segunda vuelta con el lastre del gobierno, al que se le suma su militancia en el Partido Comunista, un tabú para votantes de centroderecha y afines, a pesar de las históricas demostraciones de apego partidario a la institucionalidad vigente, desde Salvador Allende hasta Boric, pasando por Michelle Bachelet. El hecho de que Jara seguramente anuncie en las próximas horas que no competirá en el balotaje como militante del PC es un testimonio de la dificultad que enfrenta, así como del devenir reciente de la izquierda.

    El candidato de “la gente”

    Todas las miradas ahora apuntan a Franco Parisi, el candidato que obtuvo el tercer lugar con casi el 20 por ciento de los votos. Al igual que en la elección anterior, a Parisi las encuestas lo daban cuarto o quinto, y volvió a dar la sorpresa. Es la figura que mejor representa a la desafección del electorado: con un discurso enfocado en la crítica hacia los partidos políticos, asentado en las regiones del norte –el territorio minero de donde proviene una parte significativa del PBI del país–, el líder del Partido de la Gente apela a un mundo que a la industria de encuestadores y académicos de Santiago se le sigue escapando. En la campaña anterior sacó 13 por ciento sin siquiera pisar Chile – residía en Estados Unidos a causa de una demanda por pensión alimenticia – , un flanco que suplió con una activa presencia digital. Esta vez pudo pisar el terreno y triplicó sus votos.

    El destino de esos votos no está definido. En la elección anterior, la mayoría de su electorado se inclinó por Boric, aunque Parisi había apoyado a Kast luego de una encuesta online entre las bases de su partido. Ayer evitó pronunciarse por ninguno de los dos candidatos, y dijo que lo primero que tenían que hacer era bajarse los sueldos. Pero la izquierda guarda pocas esperanzas de que los votos de Parisi tuerzan los pronósticos: el clima de oposición al gobierno, sumado a una compleja sociología de sus votantes, más afín al discurso actual de la derecha, hace difícil pensar en una transposición mayoritaria a Jara.

    Kast y Parisi son dos manifestaciones diferentes de la crisis de representación chilena. El primero representa la demanda por un liderazgo fuerte, la reacción conservadora que sucedió al estallido y se consolidó con la llegada de la crisis de inseguridad. Kast ya no menciona su oposición total al aborto o a la “ideología de género”, banderas que en esta elección fueron tomadas por Kaiser, el otro candidato ultra que contribuyó a “moderarlo”; se concentró en seguridad y migración, proyectando la imagen de un sheriff. La ampliación del campo de la derecha, que parecía debilitarlo al inicio de la campaña, ahora posiblemente lo ayude a alcanzar la presidencia. Pero la irrupción de Kast no se puede entender sin la crisis de la derecha tradicional.

    Parisi, en cambio, representa al Chile que está totalmente al margen de la política partidaria, y por eso sintoniza con algo del espíritu del estallido social: su componente antiélite. Es el mundo que está abajo, lejos de los centros urbanos de Santiago (aunque parte del éxito este año se debe a su mejora en la Región Metropolitana). “Los del Partido de la Gente mañana se tienen que levantar para ir a trabajar”, dijo en su discurso, replicando el lugar común tantas veces dicho por tantos votantes, que ahora tienen un candidato que repite y representa esa misma distancia con el sistema político. 

    Por lo mismo, ni la supervivencia de Kast ni el ascenso de Parisi se explican sin el factor más relevante en estas elecciones: la incorporación del voto obligatorio, que debutó en el plebiscito constituyente de 2022 y ahora llegó a las presidenciales. Casi seis millones de votantes nuevos, rotulados como “obligados” por los encuestadores, salieron a votar, inclinando la balanza por candidaturas de partidos no tradicionales. Por eso Kast mejoró su caudal de votos a pesar de contar con un campo más fragmentado, y el apoyo de Parisi se disparó. El comportamiento de este universo, en teoría compuesto mayormente por menores de 40 años de sectores populares, sigue siendo difícil de predecir, pero las elecciones de ayer vuelven a demostrar que el voto obligatorio desafía a los lentes con los que se miraba a la política chilena desde hace poco, y que ahora cambió para siempre.

    Si hace cuatro años, cuando pasó a segunda vuelta, José Antonio Kast tenía un techo electoral, los nuevos votantes parecen haberlo derribado. Con el viento a favor y toda la derecha alineada detrás de él, Kast arranca la campaña del balotaje como el favorito indiscutido para llegar a La Moneda. Si lo consigue, se dirá que la nueva estación del famoso y citado al hartazgo péndulo chileno ahora favorece a la ultraderecha. A un ex o renovado o arrepentido pinochetista. La pregunta será la que este nuevo Chile todavía no logra resolver: ¿Cómo se gobierna este país?

    Fotos: Prensa

    La entrada Voto Kastigo se publicó primero en Revista Anfibia.

     

    Difunde esta nota
  • Se desinfla la ayuda que anunció Bullrich para los inundados y hay bronca en el campo: «Es una tomada de pelo»

     

    Aunque para varios productores inundados desde hace nueve meses la visita de Patricia Bullrich a 9 de Julio el último sábado fue considerada muy tardía, su desembarco había generado expectativas en términos de anuncios para paliar el drama del agua en el noroeste bonaerense.

    Sin especificar la letra chica de sus anuncios, la ministra de Seguridad (propietaria de un campo de 4 mil hectáreas en la región) habló de un fondo de 1.900 millones y una fuerte asistencia en términos de maquinaria.

    Sin embargo, en la reunión de la mesa de coordinación de este lunes (la primera en la que participó el Gobierno nacional), el emisario de Bullrich, el titular de la Agencia Federal de Emergencias Santiago Hardie, detalló en concreto cuál será la ayuda y desató acusaciones que tensaron el encuentro con las entidades del campo.

    «Del anuncio a la realidad, hay una decepción muy grande acá», dijo a LPO Patricia Gorza, productora de 9 de Julio y dirigente de Federación Agraria que participó de la reunión de este lunes en donde las entidades desataron su bronca con el emisario de Bullrich: «Nos parece una tomada de pelo», sostuvo.

    En las entidades creían que los 1.900 millones anunciados por Bullrich (monto que ya consideraban menor) era a distribuir entre los cinco municipios que estuvieron representados por sus intendentes en la asamblea del último sábado con la ministra.

    Se generó demasiada expectativa con el despliegue que se hizo el sábado con la ministra. No se condice con lo que van a hacer.

    No obstante, esa cifra será a repartir entre 20 comunas. «Es una cisterna de combustible para diez días de trabajo», graficó Gorza que definió esa asistencia como una «vergüenza» para distritos como 9 de Julio, que tiene el 80% de su red vial intransitable.

    En detalle, la maquinaria prometida por Bullrich consta de una retroexcavadora, una motopala, una motoniveladora y dos camiones volcadores de Vialidad Nacional. Eso, sumado a dos unimog y una ambulancia 4×4 del Ejército.

    En la mesa de emergencia de Nueve de Julio (conformada hace meses por las entidades, el gobierno bonaerense y el municipio) calculan que esa maquinaria apenas sirve para asistir dos accesos a localidades.

    En suma, estiman que el paquete de asistencia que dará la Nación para 20 municipios es lo que estaría necesitando cada uno de ellos para atender el desastre de las inundaciones.

    Además, el emisario de Bullrich confirmó este lunes que las máquinas que llegarán la semana que viene no estarán en territorio por 120 días, como pretendían las entidades. «La gravedad de esta situación requiere atenderla durante la única ventana que tenemos en el año, que es el verano», dijo Gorza.

    Y agregó: «Donde arranquemos en marzo con la lluvia del otoño sin solucionar nada, vamos a tener un problema gravísimo el invierno que viene, como en este».

    Productores inundados preparan protestas y denuncian que el gobierno de Milei no responde

    Este año, el impacto del agua en la región se tradujo en una drástica reducción del área sembrada. Por caso, en trigo, se logró sembrar el 30% de lo que en general se siembra. De ese porcentaje, solo se va a poder cosechar el 20%, el resto se perdió.

    La siembra de gruesa, que se debería estar en desarrollo, no se hizo aún porque no hay caminos para llegar a las zonas altas aptas para sembrar. «No se está trabajando, con lo cual todo el mundo se está comiendo el capital para vivir», describió Gorza.

     Estiman que el paquete de asistencia que dará la Nación para 20 municipios es lo que estaría necesitando cada uno de ellos para atender el desastre de las inundaciones. 

    En ese contexto, los productores inundados refuerzan el reclamo al gobierno de Javier Milei para que acelere las obras de dragado de uno de los tramos que el mes pasado reactivó en la Cuenca del Salado pero que avanza a paso muy lento.

    También en la zona definen como clave los trabajos en el Nodo Bragado, una obra anexa que permite que desemboquen todos los canales de aguas arriba para empalmarse con el Salado. «Esa obra la puso el gobernador en el presupuesto 2026, esperemos que se apruebe», dijo Gorza. 

    Hoy fue la primer reunión donde se sumo el gobierno nacional a la mesa de trabajo permanente que tenemos. Resulta que los 1900 millones son para repartir en 20 municipios.La cuenta da entonces el valor de 64 hectáreas de soja para cada uno.9 de Julio tributa ganancias y… https://t.co/kodkvVoNBX

    — Patricia Gorza (@PatriciaG9dj) November 10, 2025

     

    Difunde esta nota
  • |

    ¿QUIÉN CUIDA A LOS QUE NOS CUIDAN?

    La muerte de la enfermera Mariela Romero del Hospital de Villa Regina comenzará a ser investigada, tal como lo pidieron los gremios ATE y Upcn, para determinar responsabilidades en la atención que recibió. Al momento de escribir este artículo el ministro de salud Fabián Zgaib no brindó precisiones del caso encontrándose a la espera del informe oficial del Hospital…

    Difunde esta nota