Sociedad

  • |

    ¿Y AHORA? Karen Reichardt queda al frente de la lista libertaria: Todo sobre como llegó hasta ahí

     

    Tras la renuncia de José Luis Espert a su candidatura, la exmodelo y conductora Karen Reichardt quedó como la nueva número uno en la lista libertaria por la provincia de Buenos Aires. Pero detrás de su sonrisa televisiva y su amor por los perros, se esconde una trama de vínculos políticos, empresariales y un discurso que levanta muros en lugar de tender puentes.

    Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable


    De NotiDormi al Congreso

    La flamante candidata Karen Reichardt no es nueva en la pantalla. Su rostro se volvió conocido en los años ‘90, cuando Raúl Portal la invitó a participar en NotiDormi. Luego pasó por los clásicos programas de verano, fue tapa de Playboy, y compartió pantalla con Marixa Balli y María Fernanda Callejón en Peor es nada, el ciclo de Jorge Guinzburg. Integró el elenco de Brigada Cola junto a Guillermo Francella y Emilio Disi, y más tarde se reinventó con Fanáticas y el programa de mascotas Amores Perros, que reapareció durante el gobierno de Milei en la TV Pública.

    Pero la televisión fue solo la vidriera: Reichardt nunca estuvo lejos del poder político y económico, aunque hasta ahora no se la vio haciendo campaña: ¿no le da?


    ¿Otra “Karina”?

    Nacida el 21 de mayo de 1969 en el sur del conurbano bonaerense, su nombre real es Karina Celia Vázquez. “Celia” proviene de su madre, de quien tomó el apellido artístico. Su padre, Eliseo Vázquez, fue su primer vínculo directo con la política: apoderado partidario, firmó en 2021, en representación de su fuerza, la constitución de la alianza “Juntos”, de Mauricio Macri, en la provincia de Buenos Aires.

    Antes, había transitado por el Frente Renovador y, en 2013, buscó sin éxito una banca de concejal. En redes sociales, se mostró crítico del kirchnerismo, negacionista de las políticas sanitarias durante la pandemia y abiertamente ProVida.

    No sorprende, entonces, que su hija política haya terminado orbitando en torno al universo libertario que hoy intenta sostener Milei tras la caída de Espert.


    Entre el glamour y los negocios

    Durante varios años, Reichardt estuvo casada con Gustavo Marcos Balabanian, empresario vinculado al mundo financiero y deportivo: directivo de River Plate, del Banco Valo —presidido por Juan Nápoli, hombre cercano a Milei—, y partícipe de Paraná Seguros y la cadena de heladerías Persicco, a través del Grupo Tutelar.

    Ese conglomerado fue denunciado en 2021 por empleados por falta de pagos y aportes. Más recientemente, Balabanian y su socio Esteban Wolf fundaron Helados Latam, otro emprendimiento dentro del mismo entramado económico.

    Con él, Reichardt tuvo dos hijos: Martina Zoe y Juan Marcos Balabanian.


    El muro como metáfora del odio

    Meses atrás, la candidata sorprendió con una frase a través de un video que todavía resuena por su crudeza: “Me gustaría construir un muro que separe a los que les gusta vivir en casillas y que los Insaurralde viajen en yate, de los que queremos progresar. Me gustaría inaugurarlo”.

    Lejos de ser una humorada, la propuesta de Reichardt condensa la lógica del Mileísmo: la división entre “ellos” y “nosotros”, entre los “planeros” y los “productivos”, entre “la gente de bien” y “los que viven del Estado”.

    Como señalan especialistas en procesos sociales, hablar de muros no es inocente: implica segregar, expulsar y negar el diálogo. Y cuando ese discurso proviene del poder, se transforma en una amenaza directa a la convivencia democrática.


    Espert, el silencio y la herencia

    La renuncia de José Luis Espert, envuelto en denuncias por sus presuntos vínculos con el empresario narco Fred Machado, abrió un vacío en la estructura libertaria bonaerense. Y en ese vacío, Karen Reichardt fue la elegida para ocupar el segundo lugar en la lista, no por trayectoria política, sino por visibilidad mediática y lealtad ideológica.

    Una muestra más de que en La Libertad Avanza, el mérito no se mide por capacidad de gestión o compromiso con el pueblo, sino por nivel de obediencia y exposición televisiva.


    Democracia en riesgo

    La candidatura de Karen Reichardt expone la banalización del discurso político. Convertir una trayectoria televisiva en “mérito” suficiente para una banca nacional, mientras se promueven ideas que fracturan a la sociedad, demuestra hasta qué punto el Mileísmo desprecia la inteligencia del electorado.

    En un país con heridas abiertas por la dictadura, la desigualdad y la violencia institucional, naturalizar la segregación es retroceder décadas en derechos y convivencia.


    Conclusión

    Lejos del glamour de los ’90, la nueva número dos libertaria encarna la cara amable de un proyecto profundamente excluyente. Su muro no es solo una metáfora: es una advertencia sobre el país que quieren construir.
    En el país de Milei y Reichardt, no hay lugar para todos.
    Y en democracia, ese es el muro más peligroso de todos.

     

  • |

    Acorralado, Espert renunció a su candidatura

     

    El diputado de La Libertad Avanza anunció su renuncia a la candidatura para renovar su banca por Buenos Aires, luego de las denuncias que lo vinculan con el empresario narco Fred Machado. Mientras Milei intenta contener el golpe político, crecen las sospechas sobre los nexos entre ambos libertarios y el oscuro financista detenido en Viedma.


    “Por la Argentina, doy un paso al costado”

    José Luis Espert confirmó este domingo su renuncia a la candidatura para renovar su banca por la provincia de Buenos Aires, al reconocer que “por la Argentina, doy un paso al costado”. El anuncio llegó tras las denuncias que lo vinculan con el empresario narco Fred Machado, detenido con prisión domiciliaria en Viedma.

    En su comunicado, el economista sostuvo que la acusación forma parte de “una operación claramente orquestada por un sistema que destruyó a la Argentina por décadas” y dijo haber sido víctima de “un despiadado juicio mediático”. De ese modo, intentó presentar su salida como un gesto patriótico, aunque el trasfondo judicial y político muestra otra lectura.

    A diferencia de los que, ante cada campaña electoral, utilizan las mismas armas, yo no tengo nada que ocultar y demostraré mi inocencia ante la Justicia, sin fueros ni privilegios”, escribió el ex candidato, prometiendo que el tiempo “demostrará que todo esto fue una gran mentira para ensuciar este proceso electoral”.


    Fred Machado, el nombre que hizo temblar a LLA

    El caso Machado, que ya provocó cimbronazos en el poder judicial y en la política nacional, golpeó de lleno al armado libertario. Según reveló Noticias La Insuperable en su investigación sobre “El Triángulo Blanco”, el empresario mantuvo vínculos financieros con dirigentes de La Libertad Avanza, aportando dinero y logística en campañas y traslados.

    El propio Machado, que enfrenta causas por narcotráfico y lavado de dinero, fue mencionado en informes judiciales donde aparecían movimientos vinculados a operadores libertarios del conurbano bonaerense. En ese contexto, la figura de Espert quedó inevitablemente comprometida, pese a sus desmentidas públicas.


    Milei intenta contener el daño

    Tras el anuncio, Milei buscó dar por cerrada la crisis, confirmando que había aceptado la renuncia “por el bien del proyecto de cambio”. En su cuenta de X, el mandatario escribió que “el proceso de cambio profundo que estamos llevando adelante es lo único que importa. No vamos a permitir que una operación maliciosa lo ponga en riesgo”.

    El jefe del Ejecutivo también subrayó que “la Argentina siempre está por encima de las personas” y que “garantizar el cambio es más importante que cualquiera de nosotros”, en una clara señal de apoyo político hacia Espert, pero también de contención hacia las bases libertarias desconcertadas por el escándalo.

    Con un cierre que sonó más a consigna electoral que a reflexión institucional, Milei intentó reafirmar la identidad del espacio: “Aunque nos quieran ensuciar, no somos lo mismo. La Libertad Avanza o Argentina retrocede”.


    Silencio, sospechas y daño electoral

    En los pasillos libertarios nadie oculta la preocupación. La salida de Espert no desactiva el daño político, sino que lo amplifica: la oposición ya apunta sus cañones hacia el financiamiento de campaña del oficialismo y a la trama de relaciones entre empresarios, narcotráfico y dirigentes libertarios.

    Dentro de La Libertad Avanza, el propio Espert pidió a sus militantes que no se “psicopateen” y que utilicen “cada segundo que queda hasta la elección para explicarle a los argentinos la oportunidad que tenemos por delante”. Sin embargo, el mensaje fue leído como un intento de maquillar la crisis, más que de levantar la moral de las tropas.


    El proyecto libertario, en crisis de identidad

    Deseo que los argentinos vivamos como nos merecemos. Por eso no puedo permitir que el proyecto de país que emprendimos con tanto esfuerzo se desmorone”, sostuvo Espert al final de su mensaje. Pero la renuncia deja al descubierto la fragilidad del armado libertario y sus contradicciones internas.

    Mientras Milei insiste en que “no son lo mismo”, los hechos parecen contradecirlo: los vínculos con Fred Machado exhiben el costado más oscuro de la política libertaria, y demuestran que el “cambio” tantas veces prometido terminó contaminado por las mismas prácticas que decían combatir.

    En definitiva, la caída de Espert es la primera gran fractura dentro del oficialismo. Y, más allá de sus frases épicas y su retórica del sacrificio, su salida revela que el proyecto libertario ya no sólo enfrenta a la realidad económica, sino también a sus propios fantasmas judiciales.

     

  • |

    Las mentiras en picada libre: Espert, los vuelos del narco Machado y una trama que salpica a Milei

     

    Mientras finge sorpresa y se victimiza en cámara, José Luis Espert volvió a mentir. No fueron “un par de vuelos” ni un “contratito aislado”. Los documentos judiciales prueban que realizó 36 viajes en aviones del narco Fred Machado, acusado en Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable


    El vuelo de la mentira

    El 9 de julio de 2019, el entonces candidato liberal se subió a un avión en San Fernando rumbo a Pergamino, su pueblo natal. No fue campaña ni gira política: fue a pasar las fiestas con su familia. El viaje no fue pagado, y el avión tampoco era suyo. Según la documentación oficial del expediente que instruyen el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y la fiscal Alejandra Mangano, ese paseo fue uno de los cinco vuelos personales que Espert hizo en aeronaves del empresario Fred Machado, acusado en Texas de mover dinero del narcotráfico.

    Esos cinco viajes son apenas una parte de los 36 trayectos que la Justicia le comprobó en aviones “puestos a disposición” por Machado. El vínculo, lejos de limitarse a un vuelo a Viedma para presentar su libro La sociedad cómplice, muestra una relación estable y sostenida.


    El descargo que se derrumba

    En marzo de este año, Espert presentó por escrito su descargo judicial. Allí aseguró que no tenía control sobre los vuelos y que era su espacio político, Unite, el que decidía cuándo, cómo y adónde debía viajar. “En mi rol de candidato extrapartidario, el partido político organizaba periódicamente actos o encuentros en el interior del país, y solo se me indicaba que estaba prevista mi participación y el medio de transporte que utilizaría”, afirmó.

    Sin embargo, el expediente lo contradice. El piloto Axel Vugdelija, quien trabajaba para Machado, declaró bajo juramento que “me llamaba alguien del entorno de Espert, una secretaria o algo, y me pasaba los vuelos”. Incluso agregó un detalle revelador: “Una vez me dijo que iba a ver a la madre, porque él es de Pergamino”.

    Es decir, no solo los vuelos eran gestionados desde el entorno de Espert, sino que también tenían fines personales. Además, la causa detalla que Espert y Machado compartieron al menos cinco trayectos juntos, incluso en un avión con matrícula estadounidense. Uno de esos vuelos unió Catamarca con San Fernando, y luego continuaron juntos —con otros pasajeros— hacia Santa Fe. Toda esa información se le “olvidó” cuando grabó el video en el que, entre lágrimas, reconoció haber recibido 200 mil dólares de una firma vinculada a Machado.


    Los dólares del silencio

    Durante meses, Espert negó cualquier pago de Machado. Pero en el expediente de Estados Unidos apareció una prueba que lo desmiente: un cuaderno contable de una socia de Machado, donde figura una transferencia directa al economista. El dato fue incorporado a la denuncia que presentó Juan Grabois ante la justicia federal de San Isidro, pero Espert respondió con su manual de siempre: “Es una operación kirchnerista”, dijo entonces.

    La mentira se desplomó cuando varios periodistas accedieron al registro del Bank of America, que confirma la transferencia. El documento muestra que el dinero estaba asociado a la matrícula del avión de Machado, no a ninguna empresa minera.

    Acorralado, Espert argumentó que se trataba de “un adelanto por un asesoramiento profesional” para una firma que “no conocía”, llamada Minas del Pueblo. Pero los investigadores norteamericanos ya tenían otro dato: esa empresa está bajo investigación por lavado de dinero. El supuesto asesoramiento, claro, nunca se realizó.


    Machado, Oneto y Milei: las casualidades que no son

    Fred Machado permanece desde hace más de cuatro años detenido con prisión domiciliaria en Neuquén. Estados Unidos lo reclama por lavado de dinero, pero su abogado, Francisco Oneto, logró dilatar el proceso con una batería de recursos judiciales. Y acá llega la conexión que incomoda: Oneto es el mismo abogado y apoderado de Milei, quien tiene la última palabra sobre la extradición.

    Una casualidad más en una trama donde las coincidencias ya no parecen tales. Machado financió a Espert, Espert apoya a Milei, y Oneto defiende a los tres.


    Un patrón regional

    El empresario acusado de narco tampoco se limitó al país. Según reveló el diputado Rodolfo Tailhade, Machado también habría financiado la campaña del expresidente guatemalteco Jimmy Morales. Consultado en su país, Morales negó el vínculo con el estilo que ya conocemos: “Nada que ver, ese diputado argentino es un comunista”, respondió.

    Negar, mentir, acusar. El manual de los mismos de siempre.

     

  • |

    Lágrimas: la nueva puesta en escena desesperada de Espert

     

    El diputado libertario se «quebró» en una entrevista.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable

    Cuando José Luis Espert, candidato de La Libertad Avanza, se quiebra en público y apunta a Juan Grabois como responsable del “estrago” que sufre su familia, activa una estrategia clásica: transformarse en víctima para distraer de los hechos concretos que lo involucran con el empresario narco Federico “Fred” Machado.

    Pero las lágrimas no borran lo que ocurrió ni lo que se conoció recientemente. Durante semanas, Espert evitó hablar con claridad sobre el financiamiento recibido por Machado, tratando de minimizar o ignorar la evidencia de la transferencia de 200.000 dólares vinculada a su campaña.


    Mentir, omitir y ahora “llorar”: el rosario del relato

    1. La transferencia existe y no se puede ignorar

    La operación con Machado está documentada y respaldada por registros oficiales que muestran cómo el dinero llegó a manos de Espert. No es un rumor ni un dato inventado: es un hecho que desmiente sus declaraciones tardías y su relato de supuesta inocencia.

    2. Uso de aviones y vínculos de campaña

    Espert había admitido de manera parcial que utilizó aviones de Machado, pero los registros demuestran que los vuelos fueron frecuentes durante la campaña. Presentarlos como simples favores o gestos de admiración no oculta que existió una relación directa con un empresario señalado por narcotráfico.

    3. Cambio de relato según convenga

    Cuando se le preguntó inicialmente, negó haber recibido dinero o ayuda. Luego, tras la exposición de documentos, intentó justificarlo como un negocio privado o una consultoría vinculada a una empresa minera. Sus versiones cambiantes muestran que, lejos de la transparencia, eligió la omisión como estrategia.


    Lágrimas que no eximen responsabilidad

    Mostrarse emocional frente a los micrófonos puede generar empatía, pero no borra hechos ni responsabilidad política. Las lágrimas de Espert buscan que el público vea un daño personal frente a un supuesto ataque político, cuando la realidad es que las inconsistencias y los vínculos con Machado son claros y documentados.

    Si Espert fuese verdaderamente inocente, habría actuado con transparencia desde el inicio, pidiendo auditorías independientes o aclarando sus vínculos. En cambio, esperó a que las pruebas lo dejaran acorralado y ahora intenta que su relato de víctima se imponga sobre los hechos.

    El intento de conmover con lágrimas no puede sustituir la rendición de cuentas. En esta historia, la verdad no está en su emoción, sino en los documentos y registros que muestran que mintió, ocultó y solo ahora busca empatía.

     

  • |

    Los diez días que desaparecieron: cuando el calendario saltó del 4 al 15 de octubre

     

    Hace más de cuatro siglos, Europa vivió un fenómeno insólito: diez días simplemente no existieron. El calendario dio un salto del 4 al 15 de octubre de 1582. No fue una falla de relojeros ni un error de escribanos: fue la reforma papal que cambió para siempre la forma de medir el tiempo.

    Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable


    Cuando el tiempo se salió de eje

    La historia podría comenzar como una novela fantástica: un día te vas a dormir el 4 de octubre, y al despertar… es 15. No hubo amanecer del 5, ni ocaso del 14. Diez días que desaparecieron de la historia, borrados de cuajo.

    Pero no fue magia ni conspiración: fue el resultado de un ajuste astronómico y político que marcaría el inicio del calendario gregoriano, el mismo que seguimos usando hoy.


    Del calendario de Julio César al error solar

    Todo empezó con el viejo calendario juliano, instaurado por Julio César en el año 46 a.C. Ese sistema medía el año con 365 días y 6 horas, un cálculo que parecía preciso… hasta que los astrónomos notaron que el año solar real duraba 11 minutos menos.

    Esa mínima diferencia, repetida durante más de 1500 años, fue acumulando un error enorme: el calendario estaba adelantado casi diez días respecto al ciclo solar. Las estaciones ya no coincidían con sus fechas tradicionales, y las fiestas religiosas, como la Pascua, se desfasaban peligrosamente del calendario astronómico.


    El Papa que corrigió el tiempo

    En 1582, el papa Gregorio XIII decidió poner orden. Convocó a astrónomos, matemáticos y teólogos para diseñar un nuevo calendario. El encargado del trabajo fue Cristóbal Clavio, jesuita y astrónomo alemán, que propuso una fórmula que corrigiera el error acumulado.

    Así nació el calendario gregoriano, que ajustó los años bisiestos para mantener el equilibrio solar. Pero había un problema: ¿cómo eliminar los diez días de diferencia ya acumulados?

    La respuesta fue tan simple como desconcertante: borrar esos días del calendario.


    El salto imposible: del 4 al 15

    El decreto papal estableció que el jueves 4 de octubre de 1582 sería seguido directamente por el viernes 15 de octubre de 1582.
    Nada más. No hubo 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 ni 14.

    En países como España, Portugal e Italia, la medida se aplicó inmediatamente. Los ciudadanos se acostaron un 4 de octubre y se levantaron en mitad del mes, sin haber vivido esos diez días. Algunos lo tomaron con humor; otros, con indignación: campesinos y obreros protestaron porque creían que les habían robado diez días de salario.


    El tiempo dividido por la fe

    El cambio no fue universal. Los países protestantes desconfiaban de la reforma católica y se negaron a adoptarla. Inglaterra, por ejemplo, mantuvo el viejo calendario juliano hasta 1752, casi dos siglos después.

    El resultado fue un caos temporal: mientras en Roma era 15 de octubre, en Londres todavía era 5. Los viajeros que cruzaban fronteras podían envejecer o rejuvenecer diez días de un país a otro.


    Cuando el mundo se puso de acuerdo (casi)

    Con el paso de los siglos, la mayoría de las naciones fueron aceptando el sistema gregoriano, aunque algunas lo hicieron tardíamente:

    • Rusia no lo adoptó hasta 1918, tras la Revolución Bolchevique.
    • Grecia esperó hasta 1923.
    • Y en ciertas iglesias ortodoxas, el calendario juliano aún se utiliza para las fiestas religiosas.

    Así, el tiempo mismo se convirtió en una construcción política y religiosa: quién definía el calendario, definía el poder.


    El legado invisible de los días perdidos

    Hoy nadie nota el salto: el calendario parece inmutable, preciso, casi natural. Pero detrás de cada fecha hay una historia de debates, supersticiones y cálculos astronómicos.

    Los “días perdidos” de 1582 no desaparecieron del todo: siguen flotando entre los pliegues del tiempo, recordándonos que hasta lo más exacto —el calendario— es una creación humana, tan arbitraria como fascinante.

     

  • |

    Bullrich, Diego Iglesias, Espert y un blooper que da más miedo que risa

     

    En un nuevo papelón político, Patricia Bullrich volvió a demostrar su desorientación y torpeza.

    Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

    Intentando averiguar detalles sobre la causa que involucra al narco Fred Machado —y que compromete al candidato libertario José Luis Espert—, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich confundió al fiscal de narcocriminalidad con el periodista homónimo Diego Iglesias, a quien llamó para pedirle “información sobre la extradición”.
    El episodio deja al descubierto la desesperación dentro del oficialismo y la falta de idoneidad de una funcionaria que no da pie con bola.


    Un llamado que revela mucho más que un error

    El jueves por la mañana, el periodista Diego Iglesias recibió una llamada desde un número que tenía agendado como “Patricia Bullrich”. La sorpresa fue inmediata: del otro lado de la línea, la ministra de Seguridad le preguntaba sin preámbulos “cómo venía el tema de la extradición de Machado”.

    “Me sorprendió muchísimo”, relató Iglesias en su programa de radio. “Atiendo, y me dice directamente: ‘Ah, ¿qué hacés? ¿Cómo andás? Escuchame, ¿cómo viene el tema este de la extradición de Machado?’”.

    El periodista, atónito, tardó unos segundos en entender que Bullrich lo había confundido con el fiscal Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR).

    Cuando se lo aclaró, la ministra reaccionó con un desconcierto que ya se volvió marca registrada: “Se pone nerviosa, me dice ‘uy, no, no’, se ríe y me repite varias veces ‘disculpá, disculpáme, disculpáme’”.
    La charla terminó abruptamente con un “beso, chau”.


    El blooper de una ministra desbordada

    Más allá del chiste fácil, el episodio refleja algo mucho más serio: la ministra de Seguridad de la Nación llamando personalmente para interiorizarse sobre una causa judicial que involucra al narco Federico (Fred) Machado, detenido y con pedido de extradición a Estados Unidos, acusado de lavado y tráfico de drogas a gran escala.

    El interés de Bullrich no es casual. Machado aparece vinculado al financiamiento de la campaña de José Luis Espert, que reconoció haber recibido 200 mil dólares del empresario. Ambos comparten boleta en las elecciones del 26 de octubre dentro del armado de Milei.

    El error telefónico no solo expone la torpeza de Bullrich, sino también su preocupación por un caso que puede detonar en el corazón del oficialismo. En plena campaña, con el escándalo Espert–Machado creciendo, la ministra quedó al desnudo intentando “saber de primera mano” qué rumbo toma la investigación.


    Del papelón al síntoma político

    No es la primera vez que Bullrich muestra un nivel de improvisación incompatible con la función que ocupa. Desde los operativos mal coordinados hasta sus declaraciones erráticas sobre seguridad interior, la actual ministra parece más preocupada por cuidar los intereses de su espacio que por cumplir con su deber institucional.

    El blooper de esta semana la vuelve a dejar en evidencia: una ministra que confunde un periodista con un fiscal, que interviene indebidamente en causas judiciales sensibles, y que actúa movida por el pánico electoral más que por la prudencia de Estado.


    La torpeza que marca al Gobierno de Milei

    En el entorno libertario intentan minimizar el episodio, pero lo cierto es que el “caso Bullrich” se sumó al cúmulo de errores que jaquean la imagen de un gobierno que parece vivir en un estado de improvisación permanente.

    Mientras Milei sostiene a Espert a pesar de las pruebas y los escándalos, su ministra de Seguridad demuestra día a día una incapacidad manifiesta para ejercer el cargo.

    A esta altura, no se trata solo de un blooper: se trata de un síntoma.
    Y de una funcionaria que, en su intento por controlar el daño político, termina agravándolo con su propia torpeza.