Demoliendo fake news: Patricia Bullrich, la Ministra Eterna del Poder Real
|

Demoliendo fake news: Patricia Bullrich, la Ministra Eterna del Poder Real

 

Del peronismo montonero a La Libertad Avanza, la carrera política de Patricia Bullrich es una radiografía del oportunismo en estado puro. Mientras el PRO se desintegra y Milei la pone al frente del garrote estatal, el relato de la “exitosa gestión” se cae a pedazos.

En una investigación minuciosa y demoledora realizada por el periodista Javier “El Profe” Romero y su equipo, se repasa el sinuoso derrotero político de Patricia Bullrich, sus saltos partidarios, sus vínculos con agencias extranjeras y sus múltiples fracasos como funcionaria. Una figura clave del régimen neoliberal que siempre sobrevive, aún a costa de la democracia.

Patricia Bullrich no es una política común. Es, quizás, una de las personificaciones más nítidas del régimen que no se elige, ese que sobrevive a las urnas y se perpetúa por otros medios. Mientras algunos la celebran como la “dama de hierro argentina”, otros —con mayor lucidez histórica— la entienden como una operadora de intereses externos, alguien cuya lealtad nunca estuvo ni con los partidos ni con el pueblo, sino con el poder real.

La exposición realizada por Javier “El Profe” Romero no deja lugar a dudas: estamos ante una de las carreras políticas más incoherentes, funcionales y peligrosas de la Argentina reciente. Su recorrido revela más sobre el entramado profundo del poder que cualquier biografía oficial.

Bullrich comenzó su militancia en la Juventud Peronista de los años 70. Con una hermana pareja del montonero Rodolfo Galimberti —quien más tarde fue agente de la CIA y operador del tráfico de armas en América Latina—, Patricia no tardó en dar el salto desde la izquierda revolucionaria al peronismo ortodoxo de los 80, siempre muy cerca de Antonio Cafiero. En los 90, sin tapujos ni vergüenza, se subió al tren del menemismo, para después ser funcionaria de la Alianza que terminó en sangre y helicóptero.

Se podría pensar que un historial así le habría puesto un freno político. Nada de eso. Bullrich es una experta en la supervivencia camaleónica: después de fundar su propio partido, se alió con Elisa Carrió, luego con Pino Solanas, después con Ricardo López Murphy y finalmente con Mauricio Macri. En cada salto ideológico, Bullrich pareció no dejar ni rastro de sus convicciones anteriores. La única constante fue su capacidad para posicionarse en el centro del poder, incluso en los gobiernos más cuestionados.

Durante el gobierno de la Alianza fue una de las impulsoras del tristemente célebre recorte del 13% a jubilaciones y salarios públicos. Se la recuerda también por su brutal campaña contra los trabajadores organizados y su participación en el gabinete que terminó con una represión feroz en diciembre de 2001. En la Plaza de Mayo y en muchas provincias, el saldo fue trágico: muertos, heridos y una democracia en jaque.

Más tarde, en el gobierno de Cambiemos, volvería a escena como Ministra de Seguridad. Desde allí, Patricia Bullrich consolidó su imagen pública: la mano dura, el gatillo fácil, la criminalización de la protesta y un preocupante desprecio por los derechos humanos. Su “gestión exitosa” se basó, entre otras cosas, en reprimir manifestaciones sociales, justificar fusilamientos por la espalda —como el caso de Rafael Nahuel o Santiago Maldonado— y estrechar lazos con el aparato de seguridad de Israel.

Porque Bullrich no se sostiene sola. Su esposo, Guillermo Yanco, es representante de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, y mantiene relaciones directas con empresas proveedoras de armamento. La ministra nunca aclaró las compras millonarias realizadas durante su gestión ni los nexos con el complejo industrial-militar extranjero. Todo indica que su verdadero respaldo no proviene de las urnas ni de la legitimidad popular, sino de agencias de inteligencia y redes de lobby geopolítico.

¿Y ahora? Tras haber perdido las elecciones internas en Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich no tuvo reparos en sumarse al gobierno de Javier Milei. Como Ministra de Seguridad, repite su manual represivo, esta vez con la legitimación total de un régimen que se jacta de odiar al Estado pero lo usa para golpear, perseguir y censurar.

Ella misma lo dijo: “No nací con Macri”. Y tiene razón. Nació antes, mucho antes, y su ADN político siempre fue el del poder que no da explicaciones, que no necesita coherencia ideológica porque se sostiene con dólares, contactos y sangre.

Lo más escalofriante de su figura es que encarna una especie de “ministra eterna” de todos los gobiernos que buscan disciplinar, recortar y reprimir. Su retórica puede variar, pero su esencia es inmutable: la obediencia a intereses transnacionales, la sumisión al poder financiero y la disposición incondicional a usar la fuerza para garantizar el orden neoliberal.

En tiempos donde el PRO se deshace, donde Macri juega a ser titiritero desde las sombras y donde Milei promete “dinamitar todo”, Patricia Bullrich vuelve a escena como garante del garrote. Su rol es claro: asegurar que el ajuste pase sin resistencia, que el saqueo no encuentre murallas populares y que el Estado sea solo una fuerza bruta al servicio de los mercados.

Pero que nadie se equivoque. Su persistencia en la política no es mérito propio. Como bien sugiere “El Profe” Romero, detrás de Bullrich siempre hubo estructuras que la sostuvieron. Desde la JP a la CIA, desde Galimberti hasta Netanyahu, su nombre es apenas una fachada de un engranaje más profundo, más oscuro, más permanente.

Y mientras ella se presenta como “la que no nació con Macri”, lo cierto es que nunca perteneció a ningún proyecto colectivo genuino. Bullrich no tiene raíces políticas; tiene conexiones. No representa ideas; representa negocios.

Hoy, como ayer, los muertos los pone el pueblo. Ella, como siempre, pone la excusa.

(EnOrsai)

 

ESTAFA CRIPTO: Milei eliminó la Unidad de Tareas de Investigación
|

ESTAFA CRIPTO: Milei eliminó la Unidad de Tareas de Investigación

 

Fue a través d eu decreto publicado en el Boletín Oficial.

Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

A caballo de una escueta victoria electoral en CABA, Milei sacó pecho y mandó a disolver la Unidad de Tareas de Investigación (UTI), creada para recopilar información sobre la criptomoneda $LIBRA y colaborar con el Poder Judicial y el Ministerio Público Fiscal en el marco del escándalo desatado luego de que promocionara el activo en su cuenta de Twitter, que terminó con pérdidas millonarias para quienes siguieron su consejo e invirtieron allí su dinero.

La medida se implementó a través del Decreto 332/2025, publicado este martes en el Boletín Oficial con la firma del propio Milei y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Desde el Ministerio de Justicia aseguraron que la UTI «cumplió con las tareas asignadas» y que la información recopilada «ya fue remitida al Ministerio Público Fiscal».

Su creación respondió al Decreto 114/2025 del pasado jueves, en el que el presidente Javier Milei instruyó a la Oficina Anticorrupción (OA) para que inicie «las investigaciones necesarias a efectos de determinar posibles irregularidades o hechos de corrupción» en el escándalo.

En paralelo la causa judicial sigue avanzando. La semana pasada la jueza María Servini solicitó información sobre las entidades financieras con las que tuvo vinculación el jefe de Estado.

El objetivo de este pedido es «conocer las entidades financieras con las que operaron el Presidente, la secretaría general de Presidencia y los tres cripto emprendedores amigos del presidente, Mauricio Novelli, Manuel Terrones Godoy y Sergio Morales«.

 

LAS VALIJAS DE MILEI: Un entramado de corrupción, lavado de dinero y espionaje con epicentro en Miami
|

LAS VALIJAS DE MILEI: Un entramado de corrupción, lavado de dinero y espionaje con epicentro en Miami

 

Una red de empresarios, exespías, funcionarios y personajes del entorno libertario usó un avión privado para traer valijas no inspeccionadas desde Miami. ¿Corrupción, inteligencia ilegal o narcotráfico? Rodolfo Tailhade destapa una trama escandalosa.

Un lujoso Bombardier Global 5000 llegó al país el 26 de febrero con una sola pasajera, múltiples valijas y una orden “de arriba”: no revisar nada. La investigación del diputado Rodolfo Tailhade revela un entramado de corrupción, lavado de dinero y espionaje con epicentro en Miami. Una radiografía del verdadero poder que sostiene al gobierno de Javier Milei.

En una Argentina anestesiada por la violencia simbólica, el ajuste despiadado y la demolición del Estado, un escándalo que huele a inteligencia ilegal, dólares en negro y negocios turbios vuela bajo el radar mediático. Pero no todo puede ser encubierto. El diputado nacional Rodolfo Tailhade lanzó una denuncia documentada y explosiva sobre el arribo irregular de un avión privado desde Miami, cargado de valijas que nadie se atrevió a inspeccionar.

El 26 de febrero de 2025, aterrizó en el Aeroparque Jorge Newbery un avión matrícula N18RU, un Bombardier Global 5000 valuado en 19 millones de dólares. Viajaba una sola pasajeraLaura Belén Arrieta, apodada “la valijera”, una figura sin antecedentes millonarios ni cargos oficiales, que hasta hace poco tenía un microemprendimiento en Lanús. ¿Qué justifica entonces un vuelo que costó 130 mil dólares entre trayecto y estadía en hangar?

Lo que Tailhade expone es más que una rareza administrativa. La aeronave permaneció ocho días en el país cuando la normativa solo permite 48 horas de tránsito. Estuvo resguardada en Royal Class, empresa de Leonardo Escaturice, un exespía de la SIDE con 52 sociedades en Miami, varias de las cuales comparte con la propia Arrieta.

Cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Aduana fueron a revisar el cargamento, una orden de “arriba” frenó todo. Según la investigación, esa orden habría provenido del monotributista más poderoso del país: Santiago Caputo, el asesor todopoderoso que maneja AFIP, UIF y SIDE desde las sombras.

Aquí no hay lugar para casualidades. El avión, el hangar, la pasajera y el empresario son piezas de un engranaje con conexiones visibles con la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el organismo ultraderechista que promueve a Trump, Bolsonaro y ahora Milei.

Escaturice es presidente de CPAC Argentina, registrada en Miami en la misma dirección donde figuran otras de sus empresas. Arrieta es tesorera, Soledad Cedro (vocera de Milei y ex Infobae) es vicepresidenta, y el lobista chileno José Maya completa el póker. ¿Qué tienen en común? Todos están conectados a las licitaciones millonarias que la firma OCPetech viene ganando en el Ministerio de Economía desde la asunción de Milei.

En total, OCPetech se alzó con más de 1.300 millones de pesos en contratos estatales. ¿Casualidad? ¿O las valijas de Arrieta traían algo más que ropa para el evento libertario en Mar-a-Lago?

Tailhade propone cuatro hipótesis que hielan la sangre.

La primera: coimas. La conexión entre la empresa, el avión, la pasajera y las licitaciones ganadas sugiere que los dólares llegaron en efectivo como “atenciones” para destrabar contratos. Una postal clásica de la vieja corrupción, aggiornada al nuevo relato libertario.

La segunda: financiamiento ilegal de La Libertad Avanza. El avión pudo haber sido el vehículo para ingresar fondos negros destinados a la campaña y a sostener los actos en Washington, Camboriú, Mar-a-Lago y Buenos Aires. Actos que pagamos todos, claro: más de 80 millones de pesos en pasajes, hotelería y medallitas con la cara de Bolsonaro, según reconoció el propio gobierno.

La tercera teoría es aún más grave: espionaje ilegal. Escaturice no solo fue espía, sino que fundó una consultora privada de inteligencia. Miami es la capital mundial del equipamiento espía, y con 130 mil dólares se puede comprar un arsenal para infiltrar, vigilar y espiar sin dejar rastros. Equipamiento que, según Tailhade, no fue destinado a la SIDE, sino que se perdió en el agujero negro de los fondos reservados, una caja negra de más de 100 mil millones de pesos.

La cuarta hipótesis roza el thriller narco: tráfico de drogas. El mismo avión N18RU —según registros internacionales— fue utilizado hasta 2014 por una red que simulaba vuelos empresariales para ingresar cocaína desde Colombia a Estados Unidos. De hecho, luego del escándalo, el avión cambió su matrícula para despistar: pasó a llamarse N1LA. Y en vez de estar en París —como informó la prensa oficial— fue fotografiado en Colombia, el 6 de marzo, por el reportero Carlos Vélez en el aeropuerto de Antioquia.

¿Una casualidad más? Cuesta creerlo. Como también cuesta aceptar que nadie en el gobierno supiera nada. La presencia constante del avión en actividades oficiales, su uso para transportar comitivas del Tesoro estadounidense y la participación de toda la cúpula libertaria en eventos CPAC muestran que no se trata de hechos aislados.

La cereza del postre: el piloto del avión, Juan Pablo Pinto, fue nada menos que piloto del ARG01 durante los gobiernos de Alberto Fernández y Milei. Lo echaron por pedir coimas en una licitación. Hoy, está imputado junto a Florencia Gastaldi, asesora de Karina Milei, por asociación ilícita y malversación de fondos públicos. El nivel de podredumbre no necesita metáforas: se explica solo.

Al cierre de su informe, Tailhade anticipa que llevará toda esta información a la Procuraduría de Investigaciones Administrativas. Desconfía —con razón— del juez Yadarola, que instruye la causa y fue uno de los viajeros VIP a Lago Escondido.

En este contexto, no es exagerado afirmar que el gobierno de Javier Milei está atravesado por la extranjerización política y económica más brutal de la historia democrática. Mientras se dinamita la soberanía nacional, Miami, Washington y los think tanks ultraderechistas deciden el rumbo del país.

Y mientras se reprime a los jubilados, se ajusta a la educación y se hambrea a los trabajadores, las valijas siguen llegando.

(EnOrsai)

 

Ciudad de pobres electores
|

Ciudad de pobres electores

 

Pasaron con previsible apatía cívica unas elecciones consideradas clave por motivos ajenos al interés legislativo porteño.

Por Jorgelina Áster para Noticias la Insuperable ·

La Ciudad de Buenos Aires registró una bajísima concurrencia de votantes a la elección legislativa. Era previsible. En esencia, se trataba de un acto comicial de poca monta institucional con una trascendencia psicológico-política de alto impacto.

La imagen del podio era la que ansiaba un presidente fanático de las fotos: Adorni en la cumbre, Santoro mirándolo desde abajo y Lospennato hundida sin remedio, dejando comatoso al PRO. Todos los porcentajes, por ínfimos que fuesen, servían si le daban el primer puesto al vocero para exaltar el bilardismo libertario del que se ufana Milei.

La yapa más querida también llegó a la bolsa libertaria: la cachetada resonante a Macri y el comienzo de la redacción del certificado de defunción del PRO.  

Los expertos en humillaciones, odio y crueldad no se limitan a divertirse con las tribulaciones de las clases medias o la agonía de jubilados y menesterosos, también quieren ver a Mauricio, exponente máximo de la oligarquía cocoliche, mendigando protagonismo en un largo calvario.

La diatriba a los K, kirchos o como les toque en suerte ser apodados, parece no motivar demasiado la saña libertaria: da la sensación de ser más un reflejo condicionado por la costumbre que una inquina real. O una buena excusa cuando alguna papa económica quema. Pero para el ingeniero traicionado, ninguneado, usado y desechado no hay piedad ni ahorro de tormentos. Hasta se rumora que las milanesas que le convidaron la última vez eran de tortuguita rechaza en el canil.

Como señala Silvina Belén, el relato del extremismo imperante deja atrás la narrativa precursora de las nuevas derechas que explotaban la otrora efectiva impostura de autodefinirse como democráticas, racionales y modernas. Sirvió para allanar el camino hacia el masoquismo de sufragio pero nada más. Llegó el tiempo del escarnio sin fin para los precursores que no acepten ser segundones genuflexos.

Las distintas restauraciones conservadoras que sufrió la Argentina registran variantes exitosas en distintos periodos. Engaño, cinismo e inclemencia nunca faltaron. Endeudamiento, especulación financiera, fuga de divisas, primarización de la economía y empobrecimiento del grueso de sus almas han sido constantes históricas.

Otra vuelta de tuerca a tales costumbres no debería sorprender a esta altura aunque, claro, podría aterrorizar a los no evangelizados en libertarismo procaz. Ver a un restaurador pasar las estaciones del calvario hacia el cadalso es novedad innegable. O quizá no. Tal vez haya miga olvidada entre los traumas para alguna analogía. Sea como fuere, la suerte de Mauricio mata ínfulas y cacareos. El espectáculo, además, es en algún punto más persuasivo para las disidencias que gas pimienta en ojo de anciano.

La ciudad, pobre en electores entusiastas pero aún rica en recursos, tendrá sus horas de protagonismo. Veinte años de hegemonía PRO, al fin y al cabo, si nos ponemos tangueros, no son nada. Y mucho menos en el eterno retorno argento. El espejismo de un tiempo nuevo siempre encandila. Lo que aparenta tragedia, seduce el morbo. El relato caótico que hoy nos atraviesa tendrá su vértigo porteño pero, evocando a Gelman, es seguro que habrá más penas y olvido.

 

ELECCIONES CABA: El peronismo venció en 6 comunas, tres veces más que en 2023
|

ELECCIONES CABA: El peronismo venció en 6 comunas, tres veces más que en 2023

 

El PRO, el gran derrotado, perdió en todas.

Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

En estas elecciones legislativas, más allá del claro triunfo del PRO, la nota estuvo en la polarización entre las fuerzas de La Libertad Avanza y la alianza peronista encabezada por Leandro Santoro.

Frente a los que quieren anunciar una «derrota del kirchnerismo», «Es ahora Buenos Aires» se alzó con un triunfo en seis comunas claves de la Ciudad, el triple de las que había obtenido hace apenas dos años, siendo esta, a nivel comunas, su mejor elección en décadas.

A los triunfos obtenidos en las comunas del sur, la ocho (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y la nueve (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) en 2023, ahora les sumó las comunas 3 (Balvanera, San Cristobal), 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya), 5 (Almagro y Boedo) y 15 (Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas).

Podría leerse que el triunfo del peronismo se dio en los llamados «barrios populares» mientras los de mejor poder adquisitivo aún se inclinan por representantes de la derecha.

El mejor resultado lo obtuvo en la Comuna 8, donde Leandro Santoro obtuvo casi el 35% de los votos.

 

ELECCIONES CABA: Adorni y Santoro cabeza a cabeza. El PRO tercero lejos
|

ELECCIONES CABA: Adorni y Santoro cabeza a cabeza. El PRO tercero lejos

 

Se dieron a conocer los primeros resultados.

Con una leve ventaja de 2 puntos y medio de Manuel Adorni ante Leandro Santoro, se dieron a conocer los primeros resultados de la elección para Legisladores en la Ciudad de Buenos Aires.

Con unas elecciones donde triunfó la antipolítica, con una muy escasa participación que apenas superó al 53% del padrón (un millón y medio de personas no votaron) decretaron la peor elección para Mauricio Macri desde su ingreso a la política.

Con el 94.89% de las mesas escrutadas, Manuel Adorni se alza con un 30,14% de los votos contra un 27,36% de Leandro Santoro. Lejos, en tercer lugar, Silvia Lospennato reúne un 15,93% convirtiéndose en la «gran perdedora».

En cuarto lugar aparece Horacio Rodríguez Larreta con el 8,07% y en quinto la izquierda con Valentina Biasi con el 3,16%