NICOLÁS PROMANZIO: Otro integrante de «Las Fuerzas del Cielo» al que no le interesan los cargos entra al gobierno
Mientras el discurso libertario insiste con la épica del outsider y el desprecio por el Estado, el gobierno de Milei sigue poblando ministerios con militantes mediáticos propios. Esta vez, el beneficiado es un joven panelista de streaming, surgido del riñón de Las Fuerzas del Cielo, que asegura no interesarse por los cargos pero termina, una vez más, cobrando del erario público.
Por Roque Pérez para NLI

La agrupación militante Las Fuerzas del Cielo, que tiene como principales referentes al propagandista Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, y al diputado provincial Agustín Romo, suma un nuevo integrante dentro del Estado. Se trata de Nicolás Promanzio, panelista del canal de streaming Carajo y participante habitual de La Misa, el programa ultraoficialista que conduce Parisini.
Promanzio fue convocado por el teniente general Carlos Alberto Presti para incorporarse al Ministerio de Defensa, cartera que conduce tras la salida de Luis Petri. El propio streamer confirmó su desembarco, aunque evitó precisar funciones. “A partir de ahora voy a estar dando una mano y trabajando, no voy a profundizar en detalles”, dijo en La Letra Chica, el programa que conduce en Neura. Desde el oficialismo reconocieron que todavía no hay definición formal sobre su rol concreto.
De Rosario al Ministerio, sin escalas ni concursos
El nuevo funcionario libertario es oriundo de Rosario, Santa Fe, y se presenta como licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Austral. Como otros cuadros de Las Fuerzas del Cielo, Promanzio logró un acceso directo al círculo de poder: incluso tuvo ubicación privilegiada en la presentación de los aviones de combate F-16, adquiridos por el Gobierno a Dinamarca.
Fiel al libreto, Promanzio aseguró que “no le interesan los cargos”, pero que aceptó el llamado para colaborar con el objetivo de que “la Argentina vuelva a ser grande”, adaptación local del eslogan de Donald Trump que Milei repite como mantra. La frase resume, sin demasiados matices, la mezcla de nacionalismo retórico y subordinación cultural que atraviesa al mileísmo.
En La Misa, Promanzio suele encargarse de informes vinculados a Defensa o geopolítica. El ciclo, que se emite de lunes a viernes de 21 a 23, funciona como una usina de bajada de línea oficial. Con Parisini como figura central, el programa opera como un “6,7,8” libertario, aunque sin humor ni diversidad de voces: un espacio destinado a ordenar el discurso del núcleo duro de Milei y a fogonear el fanatismo digital.
Streaming, militancia y sueldos del Estado
Desde la llegada de Milei a la Casa Rosada, La Misa se consolidó como uno de los símbolos de la llamada “batalla cultural”. Allí se legitiman ataques a opositores, se desacredita al periodismo y se construye una narrativa épica que justifica cada ajuste. El propio Javier Milei visita con frecuencia los estudios de Carajo, ubicados en Palermo, donde dialoga en un clima distendido con sus propagandistas preferidos.
Por el programa también desfilan funcionarios en actividad, como el subsecretario de Políticas Universitarias Alejandro Álvarez, apodado “El Profe”, encargado de mezclar citas históricas, afirmaciones grandilocuentes y consignas ideológicas.
La lista de militantes de Las Fuerzas del Cielo con cargos estatales es extensa: Juan Pablo Carreira, director nacional de Comunicación Digital; Lucas Luna, al frente de Intercargo; Nahuel Sotelo, que dejó la Secretaría de Culto para volver a la Legislatura bonaerense; y el propio Romo, jefe del bloque libertario en Buenos Aires. Todos predican el achicamiento del Estado mientras engrosan su nómina.
A ellos se suman figuras periféricas del streaming como “Piro”, sobrino de Carlos Pirovano, y el youtuber Mariano Pérez, fundador de Breaking Point. El patrón se repite: militancia digital, fidelidad absoluta y premio en forma de cargo.
El perfil empresario detrás del discurso antisistema
Detrás del relato juvenil y rebelde, el nuevo funcionario responde a un perfil bastante clásico. Promanzio, de 23 años recién cumplidos, proviene de una familia acomodada de Rosario, vinculada al mundo del rugby. Es hijo de Carlos Eduardo Promanzio y Mariela Verónica Guidoni. Junto a su padre y su hermano menor, es dueño de CEPRO S.R.L., una distribuidora de alimentos. Además, creó con su madre RADAR AUSTRAL S.R.L., un sitio de noticias de política internacional desde el cual comercializa merchandising militar por internet.
Nada demasiado disruptivo: empresa familiar, vínculos sociales sólidos y llegada directa al poder político. La diferencia es el envase: streaming, memes y consignas libertarias para justificar lo de siempre.

