Una tremenda explosión afectó la central de energía de Ezeiza
El estruendo partió la noche de Ezeiza en dos. Spegazzini se quedó sin luz. Los vecinos contaron que las casas temblaron y que por unos segundos no se entendía si había explotado la central térmica o si algo había caído del aire.
La localización es precisa: el área industrial de Spegazzini, a pocos metros del polo químico y del predio donde opera la Central. El sonido, según relataron desde la localidad, rebotó en todo el distrito. «Fue como un trueno encerrado», describió un vecino.
Las primeras versiones se multiplicaron. Los primeros reportes mencionaron la posible caída de una avioneta. Hasta ahora no hay confirmación oficial de víctimas ni detalles sobre el origen de esa versión.
Otra línea de rumores apunta a una fábrica de pinturas ubicada dentro del mismo polo industrial. Según esa hipótesis, un siniestro químico habría desencadenado el estallido que luego se sintió en toda Spegazzini. En foros locales circulan fotos de una columna de humo, pero tampoco hubo parte oficial que ratifique esa explicación.
En el medio de las especulaciones aparece la central térmica. El complejo es operado por el Grupo Albanesi, uno de los jugadores históricos del negocio de generación eléctrica en la Argentina. La planta de Spegazzini aporta al sistema a través de motores de alta eficiencia, y su cercanía con el polo industrial la convierte en un nodo crítico. Por eso, cada ruido en la zona se convierte automáticamente en sospecha.
Albanesi no llega a este episodio en su mejor momento. La empresa atraviesa una crisis financiera profunda. LPO viene detallando la presión de sus vencimientos, la caída de flujo y las dificultades para refinanciar deuda.
Sobre este diagnóstico, un ex funcionario del área energética advirtió «Cuando una empresa que opera plantas críticas trabaja al límite de su caja, cada incidente se vuelve un problema político. Nadie quiere una central sin respaldo financiero».
En Spegazzini la pregunta es simple y brutal: ¿qué explotó? Hasta ahora nadie lo responde con claridad. Ni la versión de la avioneta ni la de la fábrica de pinturas está confirmada. Tampoco hubo comunicación formal sobre posibles fallas en la central. Solo se sabe que el ruido existió, que fue ultra potente y que puso en alerta a todo el distrito.
Al cierre de esta edición, se contabilizaban 21 heridos con quemaduras y los médicos reportan casos de intoxicación por inhalación de tóxicos.


