|

LA ERA DEL POSTPERIODISMO

Medios tradicionales, streaming y la desconexión con la comunidad en Argentina.

El paisaje mediático después del terremoto
El ecosistema de medios en Argentina ha experimentado una transformación sísmica. La hipótesis que planteo en esta nota del «postperiodismo» se consolida: un espacio donde los formatos tradicionales de prensa colisionan y se funden con las dinámicas digitales, dando lugar a nuevos protagonistas y, paradójicamente, a una brecha más amplia entre los relatos mediáticos y el sentir comunitario. Este análisis examina esta nueva era, caracterizada por la migración masiva hacia el streaming, la proliferación de programas de panelistas y la incapacidad de una porción significativa del periodismo para interpretar a la sociedad, evidenciada en los sorpresivos resultados de las elecciones del 26 de octubre de 2025, que desmoronaron las predicciones de numerosos analistas.


  1. La nueva geografía mediática: del cable al algoritmo

El consumo informativo en Argentina ya no se define por la sintonía de un canal, sino por la elección de una plataforma y un lenguaje. Este nuevo mapa se compone de tres territorios interconectados.

1.1. Los pesos pesados tradicionales y su lucha por la relevancia

En el mundo de la televisión paga, canales como TN (Todo Noticias) y C5N mantienen un liderazgo cuantitativo. Según datos de junio de 2025, TN lideraba el rating de canales de pago con 2.51 puntos, seguido de cerca por C5N con 2.29 puntos. Fundado en 2007, C5N se consolidó como uno de los canales de noticias más vistos del país, operado por el Grupo Indalo. Sin embargo, esta audiencia tradicional ahora compite con un fenómeno imparable: el crecimiento del streaming. El mercado argentino de streaming de esports (deportes de plataformas), un nicho específico pero revelador, proyecta un crecimiento anual del 6.43% hasta 2029, impulsado por una alta penetración de internet (90.1% de la población) y una población joven y tecnófila. Esta tendencia es extrapolable al consumo de noticias, donde las plataformas digitales ganan terreno por su conveniencia y accesibilidad.

1.2. El auge de los medios nativos digitales e híbridos

Surge una camada de medios que son «anfibios», nacidos en la intersección entre el periodismo tradicional y la cultura digital. Medios como Radio con Voz, Olga, Carajo, Cenital, Blender y Carnaval han entendido que el formato es tan importante como el contenido. No se limitan a trasladar una radio o un programa de televisión a internet; incorporan el lenguaje nativo de las redes: interactividad en tiempo real, segmentos breves y virales, y una estética descarada que rompe con la solemnidad de los estudios tradicionales. Su propuesta de valor no es solo informar, sino generar una comunidad de audiencia activa.

1.3. Las redes sociales como campo de batalla algorítmico

Las redes sociales son el nuevo prime time. Con 32.2 millones de usuarios en Argentina (70.3% de la población), plataformas como WhatsApp, YouTube, Facebook, Instagram y TikTok acaparan la atención del público. Aquí, el contenido noticioso no se consume en sitios web, sino a través de clips, stories y transmisiones en vivo. Los algoritmos actúan como editores invisibles, creando burbujas informativas donde el contenido se dirige con precisión a un target específico, priorizando la reacción emocional sobre el análisis contextual. En esta economía de la atención, los medios tradicionales como La Nación y TN compiten en desventaja, forzados a plegarse a una lógica que no controlan.

  1. El formato rey: el panel interminable y la dupla central

El contenido estrella del postperiodismo es el programa de panelistas. Este formato, que ha invadido tanto la televisión como el streaming, se caracteriza por un modelo de producción ágil y de bajo costo relativo, centrado en la personalidad antes que en la noticia en sí.

· La dupla principal: Un programa típico está dirigido por un dúo conductor, una pareja que marca el ritmo y la tonalidad del debate. Su función va más allá de la moderación; son los anfitriones de una conversación que se pretende viral.
· El colectivo de opinión: Alrededor de esta dupla, un colectivo de 4 o 5 panelistas —entre los que se mezclan periodistas, especialistas temáticos e invitados coyunturales— opina de manera continua. El setting ya no es un estudio noticioso tradicional, sino un escritorio descontracturado o incluso sets virtuales con tecnología 3D, como el que estrenó C5N en 2021. La dinámica busca simular una conversación entre amigos, pero con la urgencia y el cliffhanger de una telenovela. (Recurso narrativo que consiste en terminar una escena, episodio o capítulo en un punto de gran tensión o incertidumbre, dejando al público en suspenso y expectante por saber cómo se resuelve la situación)
· La agenda setting de los medios: Estos paneles no suelen generar primicias de investigación; su combustible es la agenda setting inmediata, la coyuntura política del día. Se nutren de lo que «se está hablando» en el ecosistema digital, creando un feedback loop donde los medios tradicionales y las redes sociales se alimentan mutuamente.

  1. La gran desconexión: cuando el análisis choca con la realidad

La segunda hipótesis del postperiodismo apunta a una falla estructural en la interpretación de la realidad. En las elecciones del 26 de octubre de 2025, esta falla se hizo evidente. Una porción significativa de los analistas de los medios tradicionales y de los nuevos paneles de streaming no logró predecir el resultado, ofreciendo análisis que fueron refutados por las urnas.

3.1. El fracaso de la predicción y la burbuja ideológica

¿Cómo se explica este fracaso colectivo? La evidencia sugiere que muchos periodistas y comentaristas operaban dentro de una burbuja ética, moral e ideológica que les impedía ver más allá de sus propias convicciones y de su interpretación personal de las acciones de gobierno.

· Opinión versus análisis: Confundieron su opinión personal con un análisis objetivo de las posibilidades electorales. La línea entre el columnista y el activista se difuminó hasta desaparecer en muchos espacios.
· La comunidad interpretada: Mientras los algoritmos de las redes sociales les mostraban a los usuarios contenido que reforzaba sus prejuicios, los periodistas, en sus paneles, hacían lo propio. El resultado fue un doble aislamiento: el de la audiencia en su burbuja y el del periodista en la suya. Esto imposibilitó una lectura precisa de lo que «estaba pensando la comunidad», de los malestares silenciosos y las expectativas no vocalizadas en los grandes medios.
· El sesgo del setting: La narrativa de los canales de aire y de los nuevos canales de streaming a menudo se estructuraba en torno a una lógica de enfrentamiento dialéctico («a favor/en contra») que simplificaba en exceso un panorama social complejo y polifacético. Esta narrativa binaria resultó ser un marco insuficiente para comprender las motivaciones del votante.

3.2. El caso de los medios híbridos

Medios como Carajo o Blender, si bien se presentan como una alternativa, no son inmunes a este fenómeno. Aunque su lenguaje es moderno y su formato es disruptivo, su éxito depende de construir una comunidad identitaria alrededor de su marca. En muchos casos, esto los lleva a cultivar una posición política clara, lo que, si bien les garantiza lealtad en un segmento, también puede limitar su capacidad para interpretar el todo social con frialdad analítica.


¿Y ahora qué?
El panorama postelectoral del 26 de octubre de 2025 deja una lección clara: la transformación digital de los medios es irreversible y ha dado a luz formatos vibrantes y adaptados a los nuevos tiempos. Sin embargo, la tecnología y los formatos novedosos no son un antídoto contra la desconexión. La audiencia, hipersegmentada y algorítmicamente dirigida, consume información que confirma su visión del mundo, mientras que una parte del periodismo, atrincherado en sus convicciones, ha perdido la capacidad —o la voluntad— de escuchar lo que ocurre fuera de su estudio y de su feed de Twitter.

La verdadera crisis del postperiodismo no es económica ni tecnológica, sino de credibilidad y función social. Superarla requerirá algo más difícil que dominar un nuevo lenguaje digital: exigirá la humildad periodística de reconocer que la realidad suele ser más compleja, diversa e impredecible que cualquier relato mediático, por bien producido que esté.

Difunde esta nota

Publicaciones Similares

  • |

    A 80 años del aguinaldo: cuando el salario dejó de ser caridad y pasó a ser derecho

     

    En diciembre de 1945, una decisión política cambió para siempre la relación entre el trabajo y el Estado en la Argentina. El aguinaldo no nació como beneficio ni regalo: fue una conquista obrera institucionalizada por el peronismo, resistida por el poder económico y defendida en la calle.

    Por Alcides Blanco para NLI

    El 20 de diciembre de 1945, fecha de la que hoy se cumplen ocho décadas, el gobierno surgido de la Revolución del ’43 firmó el Decreto N.º 33.302/45, que creó el Sueldo Anual Complementario (SAC). La medida fue impulsada desde la Secretaría de Trabajo y Previsión por Juan Domingo Perón, cuando todavía no había sido electo presidente.

    Aquella decisión no fue técnica ni neutra. Fue profundamente política: reconocía que el salario no alcanzaba solo para reproducir la fuerza de trabajo, y que el Estado debía intervenir para equilibrar una relación históricamente desigual entre capital y trabajo. Por primera vez, el ingreso anual del trabajador pasaba a ser un asunto de política pública.

    El decreto que desató la furia patronal

    El Decreto 33.302/45 establecía el pago de un salario adicional anual, equivalente a la doceava parte de lo percibido durante el año. La reacción del empresariado fue inmediata y feroz. Las cámaras patronales denunciaron que el aguinaldo era “confiscatorio”, “inviable” y “demagógico”. Los grandes diarios de la época editorializaron contra la medida y auguraron caos económico.

    La respuesta vino desde abajo. Miles de trabajadores salieron a la calle para defender el decreto, en un clima político todavía marcado por la reciente liberación de Perón tras el 17 de Octubre. El aguinaldo se transformó así en algo más que un ingreso extra: se convirtió en un símbolo del nuevo pacto social que estaba naciendo.

    No es un dato menor que el aguinaldo haya sido creado antes de la presidencia formal de Perón. Eso explica por qué su origen está ligado a la Secretaría de Trabajo y Previsión y no a una ley del Congreso: el poder real de esa política no estaba en los despachos, sino en la organización obrera.

    De conquista a derecho permanente

    Ya con Perón en la Presidencia, en 1946, el aguinaldo fue ratificado por ley e incorporado de manera definitiva al sistema laboral argentino. A partir de allí, ningún gobierno pudo eliminarlo sin enfrentar un enorme costo político y social.

    Con el tiempo, el Sueldo Anual Complementario pasó a abonarse en dos cuotas, en junio y diciembre, como rige actualmente. Esa modificación administrativa no alteró su esencia: el reconocimiento de que el salario mensual no agota el valor del trabajo realizado durante el año.

    Durante las dictaduras y los períodos neoliberales, el aguinaldo fue atacado indirectamente: licuado por la inflación, precarizado mediante empleo informal o directamente negado a millones de trabajadores excluidos del sistema. Pero incluso en esos contextos, el derecho nunca fue derogado, lo que habla de su profunda legitimidad social.

    Ocho décadas después, el sentido sigue en disputa

    A 80 años de su creación, el aguinaldo vuelve a ser cuestionado, esta vez desde discursos que lo presentan como “un costo”, “una carga” o “un privilegio”. Es el mismo lenguaje patronal de 1945, reciclado con estética libertaria y retórica antisindical.

    Recordar el origen del aguinaldo no es un ejercicio nostálgico. Es una advertencia histórica: los derechos laborales no nacen del mercado ni de la buena voluntad empresaria. Nacen de decisiones políticas respaldadas por organización popular.

    El aguinaldo fue, y sigue siendo, una frontera. De un lado, quienes creen que el trabajo es una mercancía más. Del otro, quienes sostienen que sin justicia social no hay democracia posible.

    Ochenta años después, la pregunta no es si el aguinaldo “se puede pagar”. La verdadera pregunta es qué tipo de país se quiere construir.

     

    Difunde esta nota
  • | |

    ESTE SÁBADO FESTIVAL GASTROROCK EN REGINA

    El próximo día sábado 24/07 a partir de las 17 hrs en el predio «Utopía Multiespacio» ubicado en la calle San Luis 350 de la ciudad de Villa Regina, se realizará el festival ‘Gastro Rock´. El evento cuenta con la participación de 3 bandas en formato acústico, tocarán: Hora Libre Martin Belizan Nat & Flora…

    Difunde esta nota
  • | |

    GOLAZO EN CONTRA

    El presidente Mauricio Macri oficializó mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) la creación de la Agencia de Deporte Nacional (ADN), en reemplazo de la Secretaría de Deportes, y estará bajo la órbita de la Secretaría General de Presidencia de la Nación, el decreto cosechó controversias incluso antes de publicarse. Esta conversión no sólo…

    Difunde esta nota
  • |

    CAMBIO DE PARADIGMA: REVOLUCIONÁ TU CIUDAD

    Es de público conocimiento que la chimenea Fioravanti, uno de los símbolos históricos de la colonia ítalo-argentina que fundó nuestra ciudad fue derribada. Desde 1932 se mantuvo erguida en un punto neural de la ciudad. Se construyó solo ocho años después del arribo de los primeros inmigrantes que llegaron a la región. Su esencia era,…

    Difunde esta nota
  • Primavera sin estrellas amarillas: jóvenes multiplicadores de la educación vial

    La Dirección de Tránsito y Protección Civil de la Municipalidad de Villa Regina ha llevado adelante en distintas instituciones educativas de nivel medio la campaña ‘Primavera sin estrellas amarillas’ con la finalidad de concientizar y reflexionar sobre ciertas conductas que como conductores de vehículos y peatones se tienen arraigadas en la cultura vial, convencidos de…

    Difunde esta nota

Deja una respuesta