Milei queda a cuatro senadores de los dos tercios para nombrar jueces de la Corte
La Libertad Avanza ganó en seis de las ocho provincias que renovaban representantes para el Senado y se quedó con la minoría en Río Negro.
De esta forma logró meter 13 senadores en la Cámara Alta y armará una bancada de 20 miembros, sumando a los seis del bloque libertario y el monobloque de Francisco Paoltroni.
En este turno, se renovaban 24 bancas, elegidas en 2019. El peronismo ponía 15 en disputa; los provinciales, la Juan Carlos Romero en Salta, Mónica Silva en Río Negro y Lucila Crexell en Neuquén; la UCR arriesgaba el lugar de Víctor Zimmermann, Pablo Blanco, Stella Maris Olalla y Martín Lousteau; y el PRO se jugaba las de Guadalupe Tagliaferri y Alfredo De Angeli.
A partir de diciembre, Ezequiel Atauche, Bartolomé Abdala, Vilma Facunda Bedia, Ivana Arrascaeta, Juan Carlos Pagotto, Bruno Olivera y Paoltroni terminarán integrando una bancada más nutrida. A su bloque se agregarían los chaqueños Juan Cruz Godoy y Silvana Schneider, vicegobernadora de Leandro Zdero; María Emilia Orozco y Gonzalo Guzman Coraita por Salta; Patricia Bullrich y Agustín Monteverde por el distrito porteño; Joaquín Benegas Lynch y Romina Almeida por Entre Ríos; Nadia Márquez y Pablo Cervi por Neuquén; Agustín Coto y Belén Monte de Oca por Tierra del Fuego y la rionegrina Lorena Villaverde.
Además, los radicales terminaron cediendo sus cuatro bancas a Javier Milei, lo mismo que los dos del PRO y la que correspondía a Juntos Somos Río Negro. La banca de Crexell quedó, de todas maneras, en manos de Julieta Corroza, quien responde a Rolando Figueroa mientras que el lugar que deja vacante Juan Carlos Romero será ocupado por Flavia Royón, ex secretaria de Energía y lugarteniente del gobernador Gustavo Sáenz.
Ese piso de 22 senadores podría nutrirse con el aporte de los dos misioneros, los dos santacruceños, los cinco del PRO, los 9 radicales y los monobloques para trepar hasta 44.
Sin embargo, el interbloque peronista retuvo 9 de las 15 bancas que ponía en disputa, cayendo de las 34 actuales a 28, y ese número coloca a la bancada que lidera José Mayans por encima del tercio de la cámara.
Por eso, la Casa Rosada podría aguzar la mirada sobre los cuatro senadores de Convicción Federal, que permanecen junto a los peronistas pero se mantienen en tensión con el kirchnerismo. Se trata del puntano Fernando Salino, el riojano Fernando Rejal, el catamarqueño Guillermo Andrada y la jujeña Carolina Moisés.
Ese armado tiene articulación con Sáenz, Raúl Jalil y Ricardo Quintela, gobernadores del peronismo que reniegan de la conducción de Cristina Kirchner.
El cuarteto de senadores suele marcar posiciones distintas y fuerza discusiones que hasta ahora no pudo ganar. Uno de esos debates fue el de la designación de los jueces de la Corte Suprema, una iniciativa en la que Milei fracasó por la negativa del kirchnerismo.
Ahora, el Presidente podría aprovechar las diferencias internas del peronismo para iniciativas que requieran dos tercios.


