El fuerte impacto se registró en la Ruta 7 a la altura de la Picada 16 de San Patricio del Chañar y ambos trabajadores provinciales viajaban en la parte delantera del minibús, uno como chofer y otro como acompañante. Un tercer ocupante lo hacía en la parte trasera derecha y salió ileso.
La violencia del impacto produjo la muerte en el acto de ambas personas, mientras que también sufrió heridas el conductor del camión de la empresa Transcont, que transportaba fuel oil.
Se indicó que uno de los fallecidos es Andrés Fuentes, chofer que formaba parte de la planta de personal del gobierno neuquino y estaba a punto de jubilarse. La otra víctima fatal es Horacio Cofré, sonidista que integraba el equipo de protocolo de actos oficiales del gobierno neuquino.
Por el trágico hecho, el gobierno neuquino decidió suspender el acto oficial previsto en la Ruta 7 a la altura de Cortaderas, con el inicio de la pavimentación de 90 kilómetros.
El trágico choque frontal se registró en la Ruta 7, a la altura de la Picada 16 de San Patricio del Chañar.
Los primeros testimonios recogidos en el lugar indican que el transporte de combustible, que se dirigía en dirección a Neuquén, habría mordido la banquina y perdido el control, para chocar de frente con la traffic que lo hacía en sentido contrario.
El fuertísimo impacto hizo que el camión quedara cruzado sobre la ruta mientras que el transporte de personal del gobierno neuquino terminó sobre la banquina con serios daños en su frente e interior.
Durante varias horas el tránsito quedará interrumpido en el lugar.
Desde el momento del impacto hasta entrada la mañana de este viernes se genera en el lugar un congestionamiento de tránsito que alcanza a varios kilómetros de cola de vehículos, mientras se realizan las pericias sobre el siniestro y se asiste a los heridos.
El conductor del camión fue trasladado con heridas al hospital de San Patricio del Chañar.
La irresponsabilidad al volante casi termina en tragedia. Un joven de 24 años, en estado de ebriedad, atropelló a una mujer en la colectora de la Ruta 7, se fugó y fue encontrado minutos después dormido en su camioneta. La víctima sufrió una fractura en la pierna, pero milagrosamente se encuentra fuera de peligro….
Una investigación de Hugo Alconada Mon develó que desde la SIDE se había librado una orden para “identificar y monitorear” a todos los “grupos sociales vulnerables” que pudieran capitalizar la “creciente polarización política para expandir su influencia”. Según el periodista de la Nación, la disposición fue dictada por el director general de Operaciones de la SIDE, Diego Kravetz, alguien que conoce bien a los “sectores vulnerables” de cuando oficiaba de abogado de las fábricas recuperadas a principio del 2000. No es la primera ni la última vez en la que el Estado, a través de sus organismos de inteligencia, se entromete en la vida de las organizaciones populares que desarrollan sus actividades en los barrios populares, asentamientos y villas. Por Nicolás Salas, para ANRed.
Una caracterización común se da en la visión de los poderes de turno de asumir que el deterioro de las condiciones de vida de grandes sectores de la población pueda llegar a canalizarse en fuerza organizada que se sume a la polarización contra el gobierno. En su momento fue la devaluación, ahora es la motosierra. Tanto el duhaldismo como Milei ahora buscan anticiparse a ese posible escenario, con el atenuante actual de que el Estado se corrió de gran parte de las políticas sociales, a diferencia del 2002, donde 2 millones de planes Jefes y Jefas de Hogar inundaban las zonas periféricas al poder. Es decir, le daban una “opción” de salida a las familias golpeadas por la pobreza y la indigencia.
Hace 23 años los infiltrados en “los grupos sociales vulnerables” fue confesado por el entonces Secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, quien en su ataque a las organizaciones había blanqueado tener información de lo que se hablaba en las asambleas previas que fijaron el plan de lucha que terminó con lamasacre del Puente Pueyrredón el 26 de junio de 2002.
Dos décadas atrás, el espionaje era parte de un ataque planificado que -se proponía- concluir con el encarcelamiento de las direcciones de los movimientos sociales, posibilidad abortada tras la publicación de las fotos que daban cuenta de la masacre perpetrada por parte de la policía. No es de extrañar que en esta oportunidad sea parte de la estrategia de cuatro patas del gobierno libertario, que tiene como pilares el vaciamiento de la política social, la judicialización de la militancia, la difamación mediática y la represión abierta.
La desarticulación del Potenciar Trabajo y la FISU (entre otros), los allanamientos masivos a militantes, la agitación mediática contra las organizaciones y las sucesivas represiones de Bullrich son solo ejemplos de una estrategia que ya está en desarrollo.
Ningún plan de ajuste estructural, y mucho menos el actual, puede pasar sin la criminalización de quienes se propongan construir una resistencia amplia. El primer año de gobierno de Javier Milei pareciera no ser la excepción y los tiempos de este proceso de avanzada dependerá de lo que dure la luna de miel garantizada por los dólares del FMI que reposan en las arcas del Banco Central.
María Cristina Venturini, la “Ventu”, nació en Paraná (Entre Ríos) en la década de los sesenta, se mudó a Bariloche a los veintitantos y desde 1997 vive en San Martín de los Andes. En este artículo, intentaré analizar su obra poética, cuyos territorios son universales.
La primera noticia poética que tenemos de Cristina Venturini corresponde al año de 1986, cuando con su poema “Ansias de paz” obtiene el 2º Premio en el Certamen Año Internacional de la Paz, del Gobierno de Río Negro. El jurado estuvo compuesto por: Nelda Pilía de Asuncao, María del P. V. de Cortés y Levy Freitav. Las obras premiadas fueron publicadas por la Subsecretaría de Cultura, en el Nº1 de la denominada “Serie Marrón”, en 1987.
La segunda noticia poética también corresponde a un premio. En 1995, la “Ventu” obtiene el Primer Premio de Poesía “Voces Nuevas”, convocado por la Editorial de Entre Ríos, para escritores menores de 35 años. El jurado, que dictaminó por unanimidad el Primer Premio para Trinos elementales, estuvo ilustremente integrado por Francisco Madariaga, Luis Ricardo Furlán y Víctor Redondo.
La tercera noticia corresponde a ese mismo año, cuando en Marcas en el tránsito. Antología de Poetas Jóvenes de Bariloche (Ediciones Último Reino), Graciela Cros incluye cinco poemas de María Cristina Venturini.
Con este corpus, que abarca una década (1985-1995) iniciaremos el itinerario de análisis poético de su obra.
Prestidigitadora de los vientos
“No busco la paloma y el silencio/ ni la embriaguez ingenua del poema,/ el verbo se derrama y es olvido/ o pasa a entorpecer el diccionario”, son los primeros versos de “Ansias de paz”, que inauguran la obra de Cristina, sentando al mismo tiempo las bases poéticas de lo que será su vasta labor literaria.
En estos primeros 23 poemas hay ya algunas señales del camino venidero y otras que se irán perdiendo en ese mismo camino.
Acaso lo más llamativo, en términos formales, sea la cadencia del verso, sugerida por una métrica que coquetea todo el tiempo con el encopetado “arte mayor”. En estos textos, surge inexpugnable el verso endecasílabo (once precisas sílabas):
“Por darme de beber tus tempestades,
supe del sol nacido en tus ovarios…”
(de “Mujer de la montaña”):
El alejandrino (de catorce sílabas):
“Recupero mi asombro de huésped en las sombras:
una fe de galletas partidas entre escombros…”
(de “Menguanterías”).
Y el heptasílabo (de siete sílabas, caro al verso popular):
“Cuando la tierra vibra,
se encuentran los caminos
donde cantan los grillos
con temblores dispersos.”
(de “De espaldas a la luna”).
Esta primera etapa es profundamente lírica, profusamente lírica: de un lirismo apasionado, que recuerda a la oriental Juana de Ibarbourou. Basta vistear las dedicatorias y los epígrafes para certificar las fuentes poéticas donde abrevó esta primera Cristina: Juanele Ortíz, Rafael Alberti, Olga Orozco, Enrique Molina, Francisco Madariaga y Pablo Neruda (a quien, al homenaje intertextual del título Trinos elementales, le suma el sentido poema “Pablo del mar”).
Los recursos de esta etapa son floridos, desaforados. Baste mencionar la pregunta retórica, reformulada como pregunta poética, a la cual no le interesa respuesta alguna, sino la belleza sonora e inquietante de su propia formulación:
“¿Será acaso el perfume
o la blanca sustancia
donde retumba el mar como palabras
tantas veces oídas,
tantas veces,
que tal vez sobrepasen las cigarras?”
(de “Fervor de las magnolias”)
Y a la manera de las kenningar de los poetas escandinavos, que llamaban a la sangre, “agua de la espada” y “bosque de la quijada” a la barba, Cristina Venturini escande joyas que son metáforas complejas, tales como “perla fugaz del desencuentro”, “garza del alba” o “prestidigitadora de los vientos”.
Mientras tanto, la “Ventu” siguió cosechando premios: junto a la artista plástica Viviana Dziewa, obtuvo el Primer Premio en el Salón del Poema Ilustrado de Perito Moreno, en 1990 y 1993.
En la antología Marcas en el tránsito deja, como al descuido, un poema del futuro: “Jaguar de abril”, que será libro en 2014. Pero antes de eso, hay una etapa poética más que transitar.
En 2007, el cuento “Orcalumis” se edita en la colección Escribiendo en la Patagonia (Campaña Nacional de Lectura). Esa edición será el germen del nacimiento del futuro proyecto editorial Orcalumis, de Magdalena y Francisco Maffeis, hija e hijo de Cristina: luego de la publicación de El obispo pendulario (2015), aparecerán en el sello, dedicadas al público infantil, las obras Poemas para jugar (2016), el homónimo Orcalumis y Zapallo (ambos de 2020). Retornando, en el mismo año de 2007, aparece el volumen Poemas consubstanciales, escrito por Cristina Venturini, en coautoría con Lionel Rivas-Fabbri (San Martín de los Andes: Ediciones De La Grieta).
Serán años de distinciones personales y participaciones colectivas, como lo prueban las apariciones en la antología 6ª Convergencia Internacional de Poemas JuninPais 2007. (Junín: Ediciones De Las Tres Lagunas, 2007), merced a una Mención Especial; la antología Mujeres que alzan la voz. Cuentos y poemas premiados en los Concursos Interamericanos de Cuento y Poesía. (Selección 2005 a 2008) (Buenos Aires: El Escriba, 2009), por el Primer Premio en 2007; y la antología Juegos Florales 1995-2012. (Paraná: Departamento de Cultura, 2012) por el Primer Premio en 2009.
De esta breve etapa se puede advertir, en principio, la desaparición de las viejas métricas clásicas y el reemplazo por el verso libre:
“El caos o el amor,
estos dos impostores me preceden,
viven en mí,
no puedo detenerlos.”
(de “Partir”).
Algo del lirismo salvaje se pierde, se transmuta en un tono más formal: el verso juanelesco, que se extendía hasta los límites de la página, mengua, se torna más filoso:
“El ángel
me miraba
sonriente
cuando
le volaron
la cabeza.”
(de “Rage”).
La primera y la segunda persona del singular, fortísimas en su primer poemario, dejan paso a una más ceremoniosa (pero no menos potente) tercera persona:
“Mano de paz
escándalo de soles
calor
andar sin tiempo.”
(de “Parque Urquiza”).
O más aún, a una primera persona del plural:
“Un susurro feroz,
una caricia apenas esbozada
nos convoca a su ronda
y nos convierte en plumas
ansiosas de mañanas.”
(de “El enigma”).
En el 2009, en los Juegos Florales de Paraná, se levantó con el primer premio con su poema “El Linaje de Scherehezada”, que señala una comunión y un destino mutuo:
“Mis amigas son mujeres de estirpe.
Señoras de la luz y la palabra,
tienen el don de dibujar caminos
donde otros no perciben ni la sombra.”
El linaje de Scheherezada, aquella muchacha que cada noche (durante mil y una noches) le cuenta al rey Schahriar una historia para salvarse: Mientras siga este camino de la palabra, mientras siga dándole la voz a la poesía, continuaré con vida, nos dice la poeta Venturini.
Artesana del aire
Hay un hito en la carrera de Cristina Venturini. Es el lanzamiento de acaso la más experimental y vistosa de sus obras: La luz en el nogal, que fue publicada primero por Editorial Fractales (2010), luego por Ediciones De La Grieta (2011) y finalmente por Ediciones Orcalumis (2020).
En el prefacio “¿Por qué este libro?” explica: “Cuando mi padre, en sus últimos días, se iba apagando lentamente en su cama, venían a mis oídos los versos de Dylan Thomas: Rage, rage against the dying of the light. (…) Mi padre murió, pero al voz de Dylan siguió en mis oídos hasta que decidí hacer algo que me ayudara a comprender, a aceptar el dolor. Escribir me calma. Traducir también”. Toda la obra está escrita sobre (desde) la base de un leitmotiv (“Do not gentle into that good night”) que la Venturini hace suyo: lo paladea, lo mastica, lo despedaza y nos lo devuelve, más lúcido, más íntimo. “¿Por qué trabajar con el lenguaje?”, se pregunta y al instante se responde: “Sus matices, los tipos de registros del habla, el discurso formal, el pensamiento que se cuela mientras vamos moldeando alguna idea, las lecturas, las disquisiciones, todo esto me atrae y me conforta”. El resultado no podría haber sido más feliz: uno de los libros de poesía más extraordinarios que hayan dado estos pagos.
Desaparecen los títulos, las mayúsculas y los signos de puntuación, esas ferreterías. El verso, afinado, espigado y esbelto, nos susurra apenas (¿apenas?) eso que de verdad importa:
“lo importante:
los ojos
los oídos
las ganas
la palabra”
Como en toda la obra de Cristina, hay tres elementos (casi constelaciones semánticas) alrededor de las cuales se articula, gira, satelita, todo: aguas, palabras y aves. Siempre hay palabras, aguas y aves en la poesía de la Venturini: ríos, olas, mares; gorriones, loros, tordos, gaviotas. Cosas que nadan y vuelan: hasta los puentes y las magnolias parecen querer nadar y volar en sus poemas.
“los pájaros
(como en el cuento)
harán su parte:
despejar
la memoria”
Párrafo aparte merece (como la mágica noche DCII, de las mentadas mil y una noches, noche mágica entre las noches) la “Traducción a la carta. Arma tu propia versión”, en la que la poeta postula traducciones posibles del verso-leitmotiv señalado más arriba, cuenta sílabas, imagina fraseos sintácticos y flashea alcances semánticos. Todo en una sola y gloriosa página.
Con Jaguar de abril (Delta Editora, 2014) ocurre un fenómeno o varios fenómenos poéticos al unísono. Ya contamos que el poema homónimo del título había visto la luz editorial en la antología Marcas en el tránsito, en 1995. El volumen, dice el “Prefacio”, reúne los poemas escritos entre 1985 y 1991 en los alrededores de Bariloche, salvo un par de excepciones.
Aquí, vuelven (¿alguna vez se fueron?) las viejas sombras amigas de Juanele, de Madariaga, de Neruda. Y surgen otras nuevas, como Guimaraes Rosa, Salvatore Quasimodo, Pavese, Saer y Alessandro Baricco.
Los mismos poemas, en otra presentación, obligan a una nueva lectura: es un gesto constante en la obra de Cristina, la re-presentación del texto, nos habla desde un tiempo profundo, multiversal:
“Fui artesana del aire en tu bolsillo,
música de monedas
brillantes en el sueño de la luna
menguada y pasajera.”
(de “Simple past”).
Ese mismo año, integra la antología Olvido la marcha que no tiene música. Cuatro poetas de San Martín de los Andes, con Ailén Saavedra, Rafael Urretabizkaya, y Marcelo Gobbo (Ediciones de La Grieta). En ese volumen, presenta el conjunto de poemas “Música que no sé”. En el corazón de ese conjunto, la Ventu inquiere:
“¿Cómo volver sino sobre las huellas?
¿Hay acaso otro vuelo tal vez mágico
para recuperar eso que somos?”
En Poemas anteriores (Ediciones Orcalumis, 2015) va más atrás aún en la historia: “Estos poemas fueron escritos en Bariloche antes de Trinos elementales o La luz en el nogal”. Y sentencia: “El tiempo, las lecturas y la vida dejaron su marca en estas estrofas, donde se exorcizaron los fantasmas de entonces”.
Otra vez, sucede un extraño fenómeno literario, que leemos una obra posterior, postulada como anterior de obras que ya hemos leído: como no podemos olvidar lo que hemos leído, es imposible no percibir (o inventar) las influencias de los textos nuevos en los textos viejos. Podríamos decir, con Borges, que cada libro “crea” sus “precursores”.
La Ventu lo entiende así, cuando nos dice:
“Y pensar que ese canto
que ahora me desangra
ya no es más que cenizas,
cenizas en el agua”
(de “s.O.s.”).
Criolla del universo
En 2018, en lo que didácticamente hemos denominado la etapa más reciente de nuestra poeta, aparece El perfume de las cosas (Espacio Hudson). El volumen formó parte de la serie “Poetas de Neuquén” (dirigida por Cristian Aliaga, con la dirección adjunta de Oscar Sarhan): la mayoría de los poemas son textos de sus libros anteriores; otros que figuraron antologías; y un par de nuevos poemas. Así, El perfume de las cosas es una especie de Greatest Hits (o un Obras Cumbres) de Venturini.
Lo más novedoso de este conjunto es 123 kilitos de amor, que aparecerá como obra aparte en 2020, publicada por Ediciones Orcalumis, así como Dragones en la reja, que circula en formato fanzine, tanto en solitario en castellano, como en compañía de Confession, traducidos al portugués por la profesora Flávia Do Amaral Marino.
Hay, especialmente en los 123 kilitos… una aproximación a la narrativa desde los recursos no explorados ni explotados del todo hasta ahora por la Venturini. El texto presenta de continuo una serie de estrofas, casi sin solución de continuidad, como una secuencia de imágenes que pretenden rozarse, contaminarse y enriquecerse por contigüidad: signos de que su búsqueda continúa, porque es incesante, eterna, en ese no-lugar utópico que es el poema:
“Un lugar donde todo es posible
donde tiempo y espacio
se conjugan
licor sagrado
el poema.”
Allá por 1913, en su Breviario de estética, Benedetto Croce postuló que la crítica no debe querer invadir el arte, ni intentar volver a descubrir la belleza de lo bello o la fealdad de lo feo, ni hacerse la pequeña e insignificante frente al arte, sino hacerse grande, crecer frente al arte grande. Campo fecundo para ejercer este oficio es la magnífica obra de María Cristina Venturini, la “Ventu”: espiritual hasta la médula, carnal hasta el alma.
Entre Antes que nada (1987), el primer libro de poemas de Raúl Artola, y el último publicado Cisne de cuello negro (2022), median treinta y cinco años de historia, personal, nacional y universal: una vida, o lo que para los escolásticos cristianos era la mitad de una vida, teoría sostenida en un pasaje de los Salmos; que también llevaría al Dante a iniciar su Divina Comedia recitando “Nel mezzo del cammin di nostra vita…” (“En el medio del camino de nuestra vida…”) para significar que en ese instante tenía treinta y cinco años. …
Una foto viralizada en las últimas horas volvió a poner en el centro del debate los elevados precios en los centros turísticos de Argentina. La imagen, tomada en un parador del Cerro Catedral en Bariloche, muestra que un combo de un pancho y una gaseosa cuesta $18.000, un valor que, al compararlo con uno de los destinos de esquí más exclusivos del mundo como Aspen, en Estados Unidos, resulta sorprendentemente similar.
Mientras el combo en el cerro argentino se vende a $18.000, en Aspen, Colorado, es posible encontrar opciones de platos más elaborados por un precio similar o incluso menor en dólares.
La comparación de precios: Bariloche vs. Aspen
Tomando como referencia una cotización del dólar blue de $1.310, la comparación de precios entre ambos destinos es elocuente:
Pancho + Gaseosa en Cerro Catedral: $18.000 (aproximadamente US$ 13,75).
Hamburguesa en Aspen: En paradores como Home Team BBQ, se consigue por US$ 15.95 (aproximadamente $20.890).
Quesadillas en Aspen: En Hops Culture, cuestan US$ 12 (aproximadamente $15.720).
Wraps grandes en Aspen: En The Big Wrap, una de las opciones más económicas, se venden a US$ 9.30 (aproximadamente $12.180) y, según los locales, son para compartir.
La comparación deja en evidencia que un simple pancho con gaseosa en la base del Cerro Catedral tiene un costo muy cercano al de un plato de comida en uno de los centros de esquí más caros y exclusivos del planeta.
Si bien los costos operativos en la montaña suelen ser más elevados, la diferencia de precios con la ciudad de Bariloche también es notable, donde el mismo combo puede conseguirse por menos de la mitad, reflejando el «costo de la montaña» que deben afrontar los turistas en plena temporada alta.
La empresa estatal fue creada el 28 de octubre de 1974 con la misión de desarrollar y promover una actividad tradicional de la provincia. Actualmente depende del Ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, facilita la comercialización de piezas de artesanos de áreas rurales y urbanas del territorio neuquino, la mayoría integrantes de comunidades […]…
Junio sigue ardiendo rojo en la memoria y, como cada año, una vez más diversas organizaciones realizarán una jornada político cultural en la Estación Darío y Maxi este miércoles 25 de junio de 16 a 21.30, al cumplirse 23 años de la Masacre de Avellaneda, en la que, el 26 de junio de 2002 los jóvenes militantes Darío Santillán y Maximiliano Kosteki fueron asesinados por efectivos de la Policía Bonaerense, que ese día actuó bajo las órdenes del ex presidente Eduardo Duhalde. Una vez más, se seguirá reclamando juicio y castigo a los responsables políticos. Habrá paneles de debate, una asamblea transfeminista, olla popular, muraleadas, intervenciones culturales, feria autogestiva, muestra fotográfica, música en vivo y una transmisión en vivo de medios alternativos. Enterate de la grilla de actividades. Por ANRed.
Compartimos la grilla de actividades
MIÉRCOLES 25 DE JUNIO: JORNADA CULTURAL EN LA ESTACIÓN DARÍO Y MAXI
16 HS: Apertura de las actividades.
16HS Anfiteatro de la Estación.
PANEL. Bloque 1: Criminalización de la protesta (La Ciega, Archivo Popular de la memoria, Polo Obrero, La Retaguardia).
PANEL. Bloque 2: La lucha sigue: Nuevas formas de resistencia. Anfiteatro de la Estación (Coordinadora de Jubiladxs, FPDS, El Orejano, FPDS CP, Coordinadora por el Cambio Social, Testimonio por Palestina, Trabajadorxs Hospital Garrahan, Asamblea por el Agua de Mendoza).
16 HS Salida de la Estación.Asamblea Transfeminista Plurinacional Piquetera.
16 HS:Patio y salida de la Estación.Comienzo de Corredor gráfico y Muraleadas.
17 HS:EscenarioTocarán: La Delio Valdez, Quinteto Negro La Boca, Javier Ortega y DJ Pharuk, Les Ñeris, Presidentes Muertos, Norma Aguirre-La Ferni-Mario Tassa.
18 HS: Hall de la EstaciónComienzo de Transmisión en vivo de Medios Alternativos. Antena Negra TV, FM La Tribu, Radio Zona Libre, La Chispa Prensa, Radionauta.
19 HS:Salida de la Estación.Olla Popular.
19:30:EscenarioActo Central junto a Familiares y Compas de Darío y Maxi, Organizaciones e invitadxs.
20:30:Escenario Homenaje a Vicente Zito Lema. Proyecciones de Daniel Malnati. Lecturas por Natalia Bericat.
Darío Santillán (21 años, de Quilmes) y Maximiliano Kosteki (22 años, de Guernica) fueron asesinados el 26 de junio de 2002 por policías durante una manifestación en el Puente Pueyrredón, en la localidad de Avellaneda, al sur del conurbano bonaerense. Un crimen que la Policía Bonaerense y el gobierno el entonces presidente Eduardo Duhalde intentaron ocultar, tergiversando los hechos para eludir su responsabilidad material y política. Estos dos crímenes de Estado provocaron una crisis política que apresuró la salida del gobierno del presidente interino Duhalde, quien convocó a elecciones a Presidente para el año siguiente.
Darío Santillán, al fondo. Maximiliano Kosteki lo mira. La única imagen que los retrató juntos el 26 de junio de 2002, día de la Masacre de Avellaneda
En todos estos años, la lucha popular por conseguir que se castigue a los culpables materiales y políticos no cesó. Hasta el momento, solo fueron condenados quienes ejecutaron a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki: los exefectivos de la Policía Bonaerense Alfredo Fanchiotti (excomisario) y Alejandro Acosta (excabo), quienes fueron condenados a prisión perpetua.
Pero el año pasado, familiares y compañeros/as de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, junto a la abogada querellante y organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas, realizaron una conferencia de prensa para «dar a conocer el repudio a la decisión de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal N°3, a cargo del Juez Martín Andrea García Díaz, que ordenó liberar al Cabo Alejandro Acosta, uno de los asesinos de Darío y Maxi«.
«En este contexto, el poder judicial avanza con la libertad de Acosta para dar un claro mensaje: la represión policial tiene impunidad gracias al aval judicial, político y mediático. Un pacto con aires a obediencia debida y punto final», denunciaron en ese momento.
En este marco, este miércoles 25 de junio volverán a reclamar contra la impunidad de los autores materiales de la masacre y seguirán reclamando juicio y castigo a los responsables políticos.
Este invierno, los neuquinos tienen una excusa perfecta para volver a mirar hacia el norte: una promoción especial les permite disfrutar de dos noches al precio de una en cinco hosterías de la provincia. Bajo el nombre “Flechazo con el Norte”, la propuesta invita a dejarse enamorar por paisajes imponentes, pueblos tranquilos y el calor humano del Alto Neuquén.
La campaña estará vigente durante todo julio y agosto, excepto en fechas especiales como feriados o fines de semana largos. Para asegurar su lugar, los interesados deben contactarse por WhatsApp con cada hostería, están disponibles en el siguiente link: https://linktr.ee/hosteriasneuquentur.
Pero el plan va más allá del alojamiento: los visitantes recibirán un 15% de descuento en los restaurantes de las hosterías. Una mesa junto al fuego, platos caseros, ingredientes del norte y una escapada de esas que se quedan en el recuerdo.
“Flechazo con el Norte” no es solo una promo, es una invitación a reconectar con los paisajes de la infancia, con los caminos de tierra, con la montaña al fondo y los pueblos donde el tiempo se toma su tiempo.
El Gobierno provincial está llevando a cabo diferentes obras para llevar el fluido a localidades de las siete regiones neuquinas. La premisa del Gobernador Rolando Figueroa fue “el gas, primero para los neuquinos”. En Añelo están construyendo, junto a YPF, un gasoducto de más de 16 kilómetros que vinculará con la futura planta que construirá […]…
Cinco delincuentes protagonizaron este jueves una cadena de desastres que terminó con todos ellos tras las rejas. Todo empezó cuando intentaron robar en una vivienda en Bariloche, sin saber que estaban por meterse en la casa de una policía.
Una mujer policía estaba descansando en su casa cuando escuchó ruidos sospechosos. Al levantarse, se encontró con un hombre vestido de negro y con la cara parcialmente tapada. La oficial tomó su arma reglamentaria y los delincuentes salieron corriendo.
El intento de fuga terminó unas cuadras después, cuando la policía les bloqueó el paso en la esquina de Brown y Rolando. Tres fueron detenidos de inmediato, mientras que un cuarto decidió lanzarse del auto en movimiento para escapar a pie, aunque su improvisada estrategia tampoco funcionó y fue alcanzado a los pocos metros.
El ladrón que eligió mal: se metió en la casa de una policía de Cipolletti
Un hombre que había planeado un robo en plena madrugada terminó frustrado en cuestión de segundos al elegir, sin saberlo, la peor casa posible: la dueña era policía.
El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Jujuy, en Cipolletti. El sujeto, forzó un candado, entró al patio, trepó hasta el balcón y eligió una bicicleta infantil.
Los ladridos del perro familiar fueron el despertador perfecto. La dueña abrió los ojos, encendió las luces y se encontró con un extraño en su balcón. Sin perder tiempo, se identificó como policía y le dio la voz de alto. El hombre, entre el susto y el arrepentimiento, optó por tirarse del balcón.
Pero ni así logró zafar: la agente lo alcanzó y lo redujo como si fuera una rutina de entrenamiento. Llegó personal de la Comisaría 32° y se llevó al ladrón de 33 años.
La Policía llevó a cabo un allanamiento en una vivienda de la calle Tránsito Toledo al 2000, en General Roca, en el marco de una investigación por robos en la zona céntrica….