A partir de mañana 23 de diciembre, los contribuyentes reginenses podrán optar por el pago anual de tasas.
Además de aprovechar los importantes descuentos que se aplican durante enero y febrero, quienes elijan este mecanismo de pago participarán del sorteo de una moto de 110 cc.
Quienes adhieran al pago anual durante el mes de enero obtendrán un descuento del 22% mientras que quienes lo hagan en febrero accederán a un descuento del 20%.
El pago anual estará vigente hasta el 28 de febrero de 2022.
El Ministerio de Seguridad de la Nación a cargo de Patricia Bullrich, dispuso a través de la Resolución 956/2018, el “Reglamento general para el empleo de las armas de fuego por parte de los miembros de las fuerzas federales de seguridad”. Como antecedente de este reglamento, se nos viene a la mente el precedente…
El dato positivo del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que difundió el INDEC esconde algunas trampitas del bueno de Marco.
Por Antonio Pintos Monegal para Noticias La Insuperable
Los funcionarios violetas salieron a festejar el dato del EMAE que difundió el INDEC con variación positiva de 5% en septiembre respecto del mismo mes de 2024. Saturado el ciberespacio con el cuadrito de marco dorado que resaltaba la cifra, economistas conocedores de las mañas de Marco descubrieron el sortilegio con el que el vástago de don Roberto le enmarcó la cifra al Javo.
Festejo en X del chileno Daza, funcionario libertariano todo terreno
Con vergüenza ajena observaron que el dato del EMAE de julio, que originalmente registraba una baja de 0,1%, apareció corregido y ahora se lee al alza con 0,1% positivo. Agosto, que registraba un 0,3%, ahora aparece como 0,7%. Marco dorado con magia Lavagna pero con dedos marcados en el paspartú.
Si se mantuviesen, como corresponde, los datos originales, el tercer trimestre mostraría el rojo que ni el Javo ni los aplaudidores quisieran ver. Dos períodos negativos y recesión técnica es algo que el Toto no habría podido digerir. Para evitar indigestiones y crisis nerviosas lo tenemos a Marco, doctor con juramento estadisticrático.
Con tan oportuna modificación de los datos del EMAE, el hipersensible oficialismo se sacó de encima el disgusto de salir a negar von magia propia el escenario técnicamente recesivo que atraviesa la Argentina. Cambiar viejas mediciones y gambetear la recesión técnica depende de las fuerzas del cielo pero, también, de alguna ayudita que refrende la fe que, ya se sabe, mueve estadísticas.
Aunque los alarmistas, que no faltan, pongan en duda la transparencia del INDEC Lavagniano, habría que agradecer a Marco la abnegación con la que evita brotes psicóticos al funcionariado violeta. Algunos anteojudos, de esos amigos de la distopía que tampoco faltan, prevén la inminente contratación en el Instituto de un experto olvidado: Winston Smith.
Presidido por la Gobernadora Arabela Carreras, se reunió este sábado el Comité de Crisis por COVID-19 en Río Negro, compuesto por autoridades de los tres Poderes del Estado. Luego del análisis de la actual situación epidemiológica de la provincia, el Comité determinó como medidas la suspensión temporaria de todos los actos protocolares en territorio provincial,…
A simple vista, «La muerte de Marat» parece apenas la escena congelada de un asesinato. Pero cuanto más se la observa, más se abre un pasadizo inquietante: dobleces, símbolos y silencios que Jacques-Louis David sembró como un rompecabezas para detectives del arte. Y en cada pista, una verdad más profunda sobre la Revolución Francesa… y sobre él mismo.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable
El lienzo que respira suspenso
Hay obras que miramos. Y hay obras que nos devuelven la mirada. En esa segunda categoría vive «La muerte de Marat» (1793), el cuadro más perturbador y célebre de Jacques-Louis David. Una pintura que —como recordaría Baudelarie al ver su helado dramatismo— parece contener un alma suspendida.
El revolucionario Jean-Paul Marat, acuchillado en su bañera por Charlotte Corday, yace quieto, casi sereno. Un cuerpo enmarcado por un vacío monumental, donde parece no haber nada… pero donde ocurre todo.
Porque detrás de esa calma engañosa, David escondió un sistema completo de duplicaciones: dos plumas, dos cartas, dos mujeres fantasma, dos firmas, dos fechas. Un mundo doble, como si cada objeto llevara su sombra acusadora.
Las dos manos: entre la vida y la muerte
La primera pista está donde menos lo esperamos: las manos.
La derecha, la de escribir, cuelga inerte como la del Cristo de Caravaggio o la figura devastada de la Piedad de Miguel Ángel. La izquierda, rígida por la muerte, aprieta una carta teñida de sangre.
Una sostiene una vida que se escapa. La otra se aferra al engaño que lo mató.
Entre ambas, David instala un péndulo: Marat no está vivo ni muerto… está en tránsito.
Las dos plumas: ¿el arma verdadera?
David no coloca una pluma. Coloca dos. Una en la mano de Marat, aún húmeda de tinta. Otra, en la caja que funciona como escritorio improvisado.
La segunda apunta directamente al pecho herido del periodista. David deja flotando otra pregunta: ¿Lo mató Corday o lo mataron sus palabras? En plena Revolución, la pluma podía cortar más hondo que un cuchillo.
Las dos cartas: dos voces, dos fantasmas
Las cartas abren el núcleo dramático del cuadro.
En la que sostiene Marat, David reproduce la manipulación de Corday: “Basta con que yo sea muy infeliz para tener derecho a tu amabilidad.”
Bajo esa misiva traicionera, la nota que el propio Marat escribía antes de morir: una promesa de ayuda a una mujer pobre, primera aparición del papel moneda revolucionario en la pintura occidental.
Dos cartas, dos mujeres: Corday, la asesina. La viuda desamparada que Marat buscaba socorrer.
Dos fuerzas femeninas en disputa, como en las antiguas alegorías del vicio y la virtud. Pero ahora, con la República como tablero.
Dos firmas: el artista también se vuelve sospechoso
Todo cuadro termina con una firma, pero David deja dos.
Una es la de Corday, reconstruida por él mismo al copiar su carta. La otra es la suya, tallada como si fuera piedra: “A Marat, David.”
No firma el cuadro. Firma la escena del crimen.
Como Caravaggio, que escribió su nombre en la sangre de San Juan Bautista, David se inserta en el asesinato —no para confesarlo, sino para declararse heredero político de Marat.
Dos fechas: el tiempo desgarrado
Debajo de la firma aparece la última duplicación: Qué año es, ¿1793 o “el Año Dos” de la Revolución?
David superpone ambos tiempos y borra parcialmente el calendario cristiano. El tiempo viejo se disuelve. El tiempo revolucionario empuja desde abajo.
Como Botticelli en su «Natividad mística», David inscribe la hora de una revelación… pero aquí no hay ángeles ni apocalipsis: hay República.
El gran truco: convertir un asesinato en mito
La suma de duplicidades no confunde: construye.
David transforma el baño humilde en un altar laico. El cuerpo enfermo, en un mártir. El crimen, en una liturgia revolucionaria.
Y al mismo tiempo, se inmortaliza junto a él. Porque si Marat es el Cristo de la Revolución, David es su evangelista.
El frío que queda en el aire
Por eso “La muerte de Marat” sigue perturbando, más de dos siglos después. Porque no muestra solo a un hombre asesinado. Nos muestra cómo se fabrica un mito, cómo se manipula una escena, cómo un artista puede transformar un instante sangriento en un símbolo eterno.
Baudelaire lo dijo con algo de espanto: “En el aire frío de esta habitación… un alma se cierne.”
Gran parte de la labor política es interpretar a la sociedad en su conjunto, sus deseos y sus aspiraciones para buscar representarla. Esto lleva en algún punto a preguntarnos ¿qué es lo que quiere la sociedad? ¿Quiere artefactos en cuotas o quiere un dólar barato para poder viajar al exterior? ¿Quiere estabilidad cambiaria e inflación…
Villa Regina hace años que no encuentra el rumbo para su crecimiento económico, nuestra economía regional está conectada a un respirador artificial en una agonía terminal. ¿Hay que reactivar la producción frutícola o buscar otras alternativas y variantes económicas? Difunde esta nota
Difunde esta nota
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.