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‘Trocitos de arte’ en los ‘Domingos de Plaza’

En el marco de los ‘Domingos de Plaza’ este fin de semana habrá una propuesta que combina el espíritu solidario y el arte de dos niñas de la ciudad.

Con el nombre de ‘Trocitos de arte’, Francisca y Zoe regalan una dulce melodía y un dibujo a cambio de una bolsita de alimento para los perritos callejeros.

Quienes se acerquen a la Plaza de los Próceres el domingo 31 a partir de las 20 horas para disfrutar de la música de los artistas, podrán colaborar con esta iniciativa.

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  • No sos vos, es el peso

     

    Una niña entra en un dormitorio durante la hora de la siesta. La persiana está baja. A pesar de eso, algo de luz se cuela en la habitación. Un hombre duerme en una cama de dos plazas, ronca fuerte. 

    —Pa, ¿me das un peso?

    Mientras le pregunta, le toca el hombro para despertarlo. El hombre se asusta, pregunta qué pasa. Ella repite:

    —¿Me das un peso?.

    —Sí, sí. En el bolsillo de mi pantalón está la billetera. Sacá de ahí. 

    La nena saca un billete azul con la cara de un hombre de bigotes frondosos de un lado y la imagen del Congreso argentino del otro. 

    Es enero de 1992. Cada dólar vale un peso.

    ***

    Una mujer toma el celular, abre TikTok. Aparece un video de Rosalía tomando mate. “Es como comerse un campo”, dice después de beber un sorbo. La mujer sonríe mirando la pantalla,  luego abre el buscador de la aplicación y tipea “dólar”. El algoritmo le devuelve una colección de videos de personas vaticinando a cuánto cerrará el dólar en 2025; cuánto espacio ocupa un millón de dólares en billetes de 100; la comparación entre un fajo de diez mil dólares y cinco millones de pesos a un tipo de cambio de 500 pesos (el video fue publicado el 13 de julio de 2023). 

    Es diciembre de 2025 y cada dólar vale 1.460 pesos.

    ***

    En el medio no sólo pasaron casi 34 años, pasó 196.043% de inflación acumulada. 

    Ciento-noventa-y-seis-mil-cuarenta-y-tres por ciento. Lo repito porque no lo puedo creer. Le pedí el cálculo a Juan Manuel Telechea, que tuvo que reconstruir el dato, entre otras cosas, porque las cifras del Indec entre 2007 y 2016 no son confiables, así que hay que empalmar series estadísticas. Un número que sólo pueden estimar economistas que se dedican a estudiar (y escribir sobre) el tema, como Juan. 

    Tremendo. No me puedo recuperar de la impresión que me provoca el dato, sobre todo porque las fechas elegidas no son al azar. El 1 de enero de 1992, el peso reemplazó al austral como moneda de curso legal en la Argentina. Esto quiere decir que, en sus 34 años de historia, el peso lleva acumulada una inflación de casi 200.000%, mientras que el dólar acumula alrededor de 2.500% en sus 225 años. 

    Podría seguir haciendo comparaciones que nos rompan la cabeza. Es imposible no pensar cómo hicimos —y cómo hacemos— para vivir en este mar de incertidumbre. ¿Cuánto cuestan las cosas? ¿Cuánto vale nuestro trabajo? ¿Cuánto podemos comprar con lo que ganamos? ¿Cuánto cuesta vivir? Demoledor.

    Sin dudas, estos demenciales niveles de inflación son los que cimentan la falta de confianza en nuestra moneda. La historia nos demuestra una y otra vez que hay una abrumadora probabilidad de que, si en lugar de apostar al dólar apostábamos al peso, hubiésemos perdido como en la guerra. Así que si sos de las personas que ahorran en dólares, no te preocupes: no sos vos, es el peso. 

    Y esta generalización no es una conclusión de una charla de café o de sobremesa de un domingo familiar: estas intuiciones empezaron a ser medidas por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), que este año empezó a publicar el Índice de Confianza en la Moneda (ICM). En la última medición, encontraron que un 41% de las personas encuestadas no cree que el Gobierno pueda estabilizar el peso vs. un 36% que confía en que sí. El 23% restante no está convencido, pero le dejan el beneficio de la duda.

    Para decirlo fácil y sin vueltas: la mayoría de la gente piensa que el peso es una criatura indomable. 

    El estudio de la UNSAM también dice que usamos el peso para las transacciones cotidianas, como comprar y vender o poner precios, pero nos quedamos en dólares cuando tenemos que “ahorrar” o expresar precios que necesitamos resguardar de las recurrentes crisis argentinas. 

    Pienso: ¿cuándo empezó esta bendita costumbre nacional de refugiarnos en una moneda emitida por otro país? Quiero encontrar algún paper que lo haya estudiado seriamente. Lo encuentro en la página del Banco Central. Resulta que correr al dólar para aplacar el vendaval de la inflación arrancó en 1975, con el Rodrigazo, cuya velocidad descomunal de aumento de los precios hizo saltar la dolarización de las carteras de inversión del 34% entre 1964-1974, al 65% entre el 1975 y 1988. 

    Pero el aumento desenfrenado de los precios no es sólo un problema de la economía. La inflación también es una variable de la política. La conclusión de esta tragedia nacional es obvia: la culpa es de los políticos. Desde 1983, ningún gobierno consiguió construir una estabilidad duradera del peso. Ni siquiera Carlos Menem, que durante casi una década mantuvo la ilusión del uno a uno a costa de incubar el 2001. Gracias, capo, dejá. Mejor ni ayudes.

    Así que es justo decir que los argentinos creemos más en el dólar que en los políticos. Alguien se va a enojar con esta frase, y la verdad es que no me importa. Pero voy a repasar: Alfonsín se fue antes de que se terminara su mandato en medio de un bardo astronómico; Ménem intentó con la convertibilidad a costa de destruir la economía real; De la Rúa, bueh, para que repetir lo de 2001; los cinco presidentes en una semana nos legaron el default y la pesificación asimétrica; Kirchner recuperó la economía post colapso pero dejó en gateras el aumento de los precios que empezó a acelerarse después; CFK decidió sostener la actividad económica a costa de tolerar más inflación (y desmantelar el sistema estadístico oficial para no hablar del asunto); a Macri se le disparó el dólar y todo se fue al carajo; Alberto quedó atrapado entre una pandemia, una guerra y una lucha política interna descomunal y la inflación llegó a 1020% en su mandato. 

    Me van a disculpar la impertinencia, pero el dólar es lo más estable que tenemos. 

    Igual, paren. Vuelvo a leer el informe y hay un dato central que estoy pasando por alto. La confianza/desconfianza en el peso es también una cuestión de clase, porque las personas más favorecidas son las que más se abrazan al billete verde. Compran dólares, arman canutos, los guardan en el colchón o en la caja de seguridad y no reinvierten en la economía real. Esa creación de valor de la economía argentina está agazapada en los márgenes del sistema financiero argentino, esperando por un próximo viaje o una compra al contado de alguna cosa cara, como un auto o un inmueble. Qué espectacular sería si esa capacidad de ahorro nacional se convirtiese en inversión que financie el crecimiento de nuestra economía, ¿no? Al final, hay una manera de mirar al mercado financiero con buenos ojos y no únicamente como un reducto de timba de cryptobros que quieren ser millonarios en dos minutos. En fin, lo dejo como deseo en el arbolito de Navidad.

    Cuando estaba punteando algunas ideas para escribir esta nota tiré el tema en la redacción del Buenos Aires Herald. Como sospechaba, la mayoría de mis compañeros valoran el dólar por la “estabilidad” que tiene. “¿Les molestaría que deje de existir el peso?”, les pregunté. La cosa se dividió: algunos dijeron que valoraban la estabilidad y otros que no querían perder soberanía. 

    —Una moneda estable es lo que quisiera. Pero no quiero que sea de otro país porque perdés soberanía. O sea a costa de qué conseguís la estabilidad.

    —La contrapregunta de eso sería cuánta estabilidad te cuesta esa soberanía. 

    Yo soy de las que piensan que tener una moneda nacional es fundamental como instrumento de política económica. Y también creo que el sistema político argentino tiene que entender que hay una demanda legítima de la sociedad de vivir con más tranquilidad. Si me preguntan a mí, el que mejor entendió esto hasta ahora es Javier Milei. Su programa económico paga costos altísimos a nivel social y no acumula reservas (lo cual en nuestra historia nos demostró que es un gran problema), así que tengo muchas críticas a sus decisiones, pero sí le reconozco el acierto del diagnóstico.

    Vuelvo al informe de la UNSAM. “A medida que disminuye la confianza social en la moneda, también se debilita la confianza en el futuro del país, es mayor el pesimismo respecto del bienestar de las nuevas generaciones y cae la expectativa del progreso material propio”, dice casi al final. Lo dicho: hay una dimensión política de la inflación. 

    Keynes decía que “la importancia del dinero surge esencialmente de que es un eslabón entre el presente y el futuro”. Me gusta esa frase porque me hace pensar que la política es ese eslabón que nos permite proyectar. La política es un ejercicio de imaginación, así que mientras podamos imaginar alternativas, la salida siempre es posible. En el fondo soy una optimista tóxica. 

    Para cerrar este texto rarísimo, una última cosa. La niña de la primera escena soy yo y eso que conté es mi primer recuerdo relacionado con el dinero. Y la mujer del celular también soy yo, intentando pensar cómo escribir de una forma más amena algo tan técnico como un índice económico. La decisión fue escribir como persona, no como periodista. En definitiva, siento que estamos todos en la misma: intentando sobrevivir a pesar del maremoto. Nos deseo mucha suerte. 

    La entrada No sos vos, es el peso se publicó primero en Revista Anfibia.

     

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    Beijing: un cañón gigante de la dinastía Ming sacude a la arqueología en la Gran Muralla

     

    Un equipo de arqueólogos reveló hallazgos de enorme importancia en la sección Jiankou de la Gran Muralla. Entre los descubrimientos apareció el cañón más grande encontrado en esa zona, además de piezas que reescriben el mapa de los intercambios culturales en la China antigua.

    Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

    Un hallazgo que hace ruido en la Gran Muralla

    Mientras Milei juega a dinamitar la educación y la ciencia, en China la inversión sostenida en investigación arqueológica sigue dando frutos. Esta vez, los especialistas del Instituto de Arqueología de Beijing anunciaron un descubrimiento que generó impacto mundial: un enorme cañón de la dinastía Ming, perfectamente conservado, salió a la luz durante excavaciones en la sección Jiankou de la Gran Muralla.

    El hallazgo se produjo en tres beacon towers y sus murallas conectadas, zonas que desde hace años se estudian por su potencial para reconstruir cómo funcionaba el sistema defensivo del gigantesco muro. Según explicó Shang Heng, investigador asociado del instituto, durante 2025 se recuperaron armas, partes arquitectónicas y objetos de uso cotidiano, piezas que ayudan a entender la vida cotidiana y militar en la muralla.

    El arma que sorprende por tamaño y precisión histórica

    El protagonista de este hallazgo es un cañón de 89,2 centímetros de largo y 112,1 kilos, fundido a fines de la dinastía Ming (1368–1644). Hasta ahora, es la pieza de artillería más grande descubierta en toda esa sección de la Gran Muralla.

    Los arqueólogos subrayaron un detalle fundamental: las inscripciones intactas en el metal. Esas marcas, que sobrevivieron más de cuatro siglos, ofrecen nueva evidencia para estudiar cómo se fabricaban las armas de fuego en China y cómo circulaba la tecnología militar entre regiones y talleres durante el período Ming. Un verdadero tesoro documental en forma de hierro fundido.

    No solo guerra: turquesas que cuentan otra historia

    En la misma conferencia, los investigadores presentaron otro avance clave: el análisis de 28 piezas de turquesa recuperadas en el sitio Xingong, un asentamiento excepcional dentro del actual casco urbano de Beijing, con ocupación que se remonta a las dinastías Xia (2070–1600 a.C.) y Shang (1600–1046 a.C.).

    El sitio incluye tumbas, fosos y restos habitacionales, una rareza en una ciudad tan transformada. Según explicó la investigadora Yang Ju, las turquesas provendrían de minas ubicadas en la frontera de las provincias de Hubei, Henan y Shaanxi, lo que constituye evidencia directa de intercambios culturales tempranos en el norte de China. En otras palabras: había redes, contactos y circulación de bienes mil años antes de que muchos reinos chinos tomaran forma.

    Por qué importa

    Estos descubrimientos muestran cómo la arqueología sigue revelando capas profundas de la historia humana cuando hay políticas públicas que la respaldan. Mientras en Argentina la ciencia se encuentra bajo ataque, otros países fortalecen sus instituciones, estudian su pasado y generan conocimiento que después se convierte en identidad, turismo, tecnología y desarrollo.

    La Gran Muralla vuelve a hablar. Y esta vez lo hace con un cañón gigantesco y piedras turquesas que viajaron cientos de kilómetros hace más de tres mil años.

     

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  • Villarruel le dio la bienvenida a Bullrich al Senado: le regaló un vino

     

    Victoria Villarruel recibió este viernes a Patricia Bullrich y, pese a la cordialidad que intentaron transmitir al término del encuentro, las dos terminaron revelando que ninguna está dispuesta a ceder en sus posiciones.

    La ministra de Seguridad llegó al Senado sonriente pero dijo al abandonar el palacio que encontró a la Vicepresidenta en una postura «colaborativa», pretendiendo una suerte de subordinación de Villarruel a la Casa Rosada y su propio desembarco en la Cámara Alta como jefa del bloque libertario.

    Villarruel, por su parte, le regaló un vino a la senadora electa, acaso un guiño pícaro a la mordacidad de las redes sociales.

    Como sea, Bullrich aceptó el vino y se mostró conforme con la reunión, que se extendió por más de una hora. «Ella me explicitó que quiere que el gobierno tenga acá la posibilidad de sacar adelante los proyectos que precisa», dijo la ministra.

    Explota la interna en el gobierno: Villarruel recordó a Bullich que integró una «orga terrorista»

    En la previa de la reunión, Bullrich dijo que su visita al Seando buscaba plantearle a Villarruel que «no boicotee» los proyectos del gobierno, una consideración que aludía al pase de facturas que le dedicó cuando la vice no impidió la apertura del recinto cuando la oposición se alzó con apabullantes victorias para aprobar el aumento universitario y la emergencia por el Garrahan.

    Ella me explicitó que quiere que el gobierno tenga acá la posibilidad de sacar adelante los proyectos que precisa.

    La Vicepresidenta no dudó en responderle por los mismos medios una vez que Bullrich se fue del Senado. «Yo también le quise comentar cómo es el manejo de la cámara. Yo no tengo facultades para obstaculizar o interrumpir el ejercicio parlamentario en la cámara. Le quise hacer la aclaración a ella. Tengo facultades muy definidas por la Constitución y el reglamento de la cámara, que apuntan a que se garantice siempre la independencia de poderes y el respeto a las facultades que tiene el Poder Legislativo. De mi parte, siempre hubo colaboración y siempre la va a haber», explicó ante la prensa.

    Patricia Bullrich.

    Villarruel también aprovechó para responder a las inquietudes sobre posibles embestidas del Ejecutivo contra ella. «Yo quise ser bien enfática: acá tiene que primar el acuerdo. Todas las normas que se promulgan y todos los acuerdos a los que se llegan, devienen de la conversación más allá de que estés en las antípodas políticas», dijo en tono docente, y agregó republicana: «las instituciones tenemos que cuidarlas. Mi función en el Senado es que se consigan las leyes que el Ejecutivo quiere enviar pero que todo se haga en un clima que propenda al acuerdo político».

    Menem y Karina quieren a Nadia Márquez como presidenta del Senado para arrinconar a Villarruel

    Si bien desde el entorno de ambas dirigentes deslizaron que el encuentro fue correcto, las intervenciones de las dos parecen demarcar un campo en disputa a partir de diciembre. Bullrich llega al Congreso con un poder creciente en el esquema del gobierno, sentada a la mesa política con Karina Milei, Martín Menem, Santiago Caputo, Diego Santilli y Manuel Adorni.

    Los senadores han sido elegidos por el pueblo argentino y no es mi función discutir su representatividad, sea Patricia Bullrich o sean otros.

    Sin embargo, es una incógnita todavía si Karina y Menem le darán autonomía a Bullrich o le intervendrán el manejo de la cámara a través de la presidencia provisional del Senado, con el eventual desplazamiento de Bartolomé Abdala para promover a Nadia Márquez, impulsada por los Menem, como reveló LPO. El problema es que el puntano está decidido a pelear por revalidarse en la línea de sucesión y, al igual que la Vice, conoce el espesor de la lluvia ácida del Poder Ejecutivo.

    Por eso, según decante esa interna, otra posibilidad es que la neuquina recale como secretaria parlamentaria del bloque, un puesto en el que podría rendirle al riojano tanto como lo hizo en Diputados. En cualquier caso, el margen de maniobra de Bullrich habrá de medirse una vez que asuma.

    Villarruel, por ahora, promete «un clima en que los senadores se sientan cómodos y reconocidos». «Han sido elegidos por el pueblo argentino y no es mi función discutir su representatividad, sea Patricia Bullrich o sean otros», desafió.

     

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