Solicitan elevar a juicio la causa de la mujer trans que murió por no recibir atención médica en la cárcel

Solicitan elevar a juicio la causa de la mujer trans que murió por no recibir atención médica en la cárcel

 

Mónica Mego había quedado parapléjica estando detenida en la Unidad Penal 32 de Florencio Varela, como consecuencia de la falta de atención médica. Por las secuelas irreversibles que le dejó su problema de salud desatendido había quedado sobreseída pero nunca mejoró del todo y murió en 2022. Ahora el fiscal pidió que se enjuicie a siete integrantes del Servicio Penitenciario Bonaerense, un jefe y seis médicos por abandono de persona agravado, vejaciones, severidades y lesiones culposas. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) interviene como particular damnificado institucional en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura. Por Agencia Andar/CPM.


El fiscal Christian A. Granados, a cargo de la Fiscalía de Instrucción y Juicio Nº 9 Descentralizada de Florencio Varela, solicitó que se eleve a juicio la causa contra siete integrantes del Servicio Penitenciario Bonaerense por abandono de persona, severidades, vejaciones y lesiones culposas en el caso de Mónica Mego. Mónica era una mujer trans que estaba detenida en la Unidad Penal N° 32 de Florencio Varela cuando quedó parapléjica por no recibir tratamiento médico a tiempo. Las secuelas de su desatención fueron fatales.

A inicios del 2019 Juan Manuel González, jefe de la Sección de Control perteneciente al área de asistencia y tratamiento de esa unidad, retrasó la atención médica de Mónica Mego a pesar de conocer su delicado estado de salud. Aunque era evidente que necesitaba atención de forma inmediata en un centro de salud extra muros por la complejidad el cuadro, demoró su traslado y la derivó a otra Unidad en el mismo complejo. A su regreso la alojó en un buzón o celda de contención y la atacó de forma reiterada mediante tratos humillantes. Quedó imputado por los delitos de abandono de persona calificado por las lesiones y severidades y vejaciones.

Ese abandono concurrió con la negligencia del personal médico de la Unidad, y la víctima sufrió como consecuencia la pérdida total de movilidad en sus miembros inferiores, quedó postrada y con imposibilidad de valerse por sus propios medios. Por esto quedaron acusados los médicos que la atendieron en las unidades del complejo Florencio Varela, Matías Pérez Núñez, Walter Raúl Piñón, Elvira Tucto, Francisco Artola, Claudio Piccin y María Guzmán por el delito de lesiones culposas.

El fiscal considera “que los médicos de las unidades que la atendieron actuaron de modo imprudente sin agotar los medios para dar con un diagnóstico y tratamiento en la Unidad, lugar en el que comenzaron a manifestarse de forma progresiva los signos y síntomas característicos de lo que se denomina síndrome medular”. Para esto se apoya, entre otras pruebas, en los peritajes de una junta médica especialmente constituida para analizar el caso que señaló que “los profesionales de esta Unidad Penitenciaria […] [efectuaron] una subvaloración del cuadro clínico” y calificaron de “desaprensiva” su conducta concluyendo que “violando el deber de cuidado, contribuyeron a aumentar el riesgo para la paciente Mego, circunstancia que pudo haber sido evitada”.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) entrevistó a Mónica Mego en 2019 cuando estaba internada en el Hospital San Martín de La Plata, derivada desde la Unidad Penitenciaria hospital de Lisando Olmos; desde ese momento, coordinó acciones junto a su defensa e hizo presentaciones ante la justicia y otras dependencias del Estado, e impulsó una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

En ese primer momento, la investigación penal tuvo una demora importante por el planteo de competencia entre los departamentos judiciales de Quilmes y La Plata. Luego de ese derrotero, la instrucción recobró impulso con la intervención de la UFI N° 3 de la Plata, a cargo de Gonzalo Petit Bosnic y la Ayudantía Fiscal de delitos ocurridos en cárceles de ese departamento judicial, quienes llamaron a los funcionarios penitenciarios a declarar en condición de imputados. En esa instancia, y ante la constatación de que la mayor parte de los hechos habían ocurrido en las cárceles de Florencio Varela, el juez de garantías se declaró incompetente y remitió la causa al departamento judicial de Quilmes, que recayó en la Fiscalía de Instrucción y Juicio Nº 9 Descentralizada de Florencio Varela. El fiscal Granados actuó rápidamente, tomó una declaración que estaba pendiente y solicito la elevación a juicio por abandono de persona, lesiones, severidades y vejaciones.

A fines del 2021, Mego fue sobreseída mediante la aplicación de la doctrina y jurisprudencia de la pena natural entendiendo que los padecimientos que sufrió la mujer permitían prescindir de la pena que se le pudiera imponer. Pocos meses después, en marzo de 2022, la mujer trans murió a los 36 años. Luego de su muerte, la CPM acompañó a su familia oriunda de Perú y se presentó como particular damnificado institucional a fin de lograr la condena de los responsables de su muerte. Ahora, casi 6 años después del hecho, la causa está cerca de elevarse a juicio.

Fuente: https://www.andaragencia.org/solicitan-elevar-a-juicio-la-causa-de-la-mujer-trans-que-murio-por-no-recibir-atencion-medica-en-la-carcel/

 

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    Los últimos cincuenta años han sido una era de dominio indiscutible del mercado en todos los ámbitos de la vida. Pero la agitación global provocada por la guerra comercial de Donald Trump ha suscitado no pocos interrogantes acerca de si estamos asistiendo al desmoronamiento del orden neoliberal.

    Melissa Naschek conversó con el editor de Catalyst, Vivek Chibber, para hablar acerca de las consecuencias de la política de aranceles de Trump, el auge del populismo de derecha en el mundo y sobre si la era neoliberal ha llegado realmente a su fin.

     

    MN

    Vivek, ya llevamos bastante tiempo con la presidencia de Trump, así que tenemos una idea bastante clara de cuál es su agenda. ¿Alguna vez imaginaste que sería así?

    VC

    No creía que fuera a cambiar tanto con respecto a su primera presidencia, a su primera administración. Así que más o menos sabía qué tipo de políticas iba a seguir. Pero el caos, la agresividad y la especie de manía que lo caracterizan… No creo que nadie esperara que llegara a este nivel. Así que es una combinación: sí, está haciendo lo que esperábamos, pero lo está haciendo de una forma mucho más agresiva y decidida, hasta el punto de que ha sacudido el conjunto de la economía política y la cultura.

     

    MN

    Si nos fijamos en los seguidores de Trump, hay una parte de su base que no podría estar más contenta, probablemente porque no esperaban que llegara tan lejos. Y luego lo hizo. Después hay otra parte que apostó todo el tiempo a que su presidencia iba a ser básicamente una copia de su primer mandato. Y ahora están enfadados con él por estar haciendo todo esto.

    VC

    Dentro de su base hay un llamamiento a cambiar el sistema, a derribar cosas, a destrozar las instituciones. Y esta vez ha venido preparado para hacerlo. Y si eso es lo que querías ver, sí, tienes que estar contento si eres partidario de Trump.

     

    MN

    Creo que eso es cierto, si realmente creías en sus palabras. Pero creo que mucha gente no lo creía, y lo interesante esta vez no es solo la intensidad de su agenda y sus políticas, sino también hasta dónde está llegando, lo que ha hecho que algunas personas empiecen a preguntarse si esto es algún tipo de punto de inflexión no solo en la historia política estadounidense, sino en todo el sistema económico mundial o más concretamente, si la nueva agenda de Trump significa el fin del neoliberalismo.

    VC

    Yo diría que hay un punto de inflexión en muchos sentidos. Mucha gente lo cree ahora. Da la sensación de que no hay vuelta atrás al capitalismo de la era Bush-Obama, que ha habido un cambio en la cultura política, pero también en el tipo de paquetes de medidas que podemos esperar ver ahora. Así que creo que ha habido un cambio en la cuestión del neoliberalismo. Es un poco más confuso, así que intentemos profundizar un poco en ello.

     

    MN

    Teniendo esto en cuenta, ¿crees que Trump es realmente el fin del neoliberalismo?

    VC

    No sé si Trump es el fin del neoliberalismo. Sí creo que estamos en una fase del capitalismo, o supongo que la gente lo llama ahora capitalismo tardío. No estoy muy seguro de lo que significa.

     

    MN

    En algún momento se nos acabarán las etapas tardías.

    VC

    En los años 80 existía el término «capitalismo tardío»; Ernest Mandel escribió un libro en los años 70 titulado Capitalismo tardío. De alguna manera se transformó en «fase tardía», y eso hace que parezca que está a punto de morir o algo así, que se encuentra en sus últimas etapas y que solo estamos viendo cómo se va encogiendo poco a poco hasta convertirse en una pequeña bolita.

     

    MN

    Es el capitalismo metastásico.

    VC

    Nos encontramos en una especie de punto de inflexión en nuestra economía política. Y el neoliberalismo, como palabra, se utiliza para describir todas estas dimensiones de la economía política: la dimensión global, la dimensión nacional. Sus componentes políticos, sus políticas económicas, las relaciones laborales, todas estas cosas entran en la categoría del neoliberalismo, y empieza a convertirse en algo tan amplio que no tiene mucho peso analítico.

    Creo que ahora estamos viendo algunos cambios importantes en él. Así que, en el fondo, lo que la gente entiende por «neoliberalismo» es simplemente un alejamiento del tipo de régimen regulador distributivo de los años 50, 60 y 70, que también tenía un lugar para el trabajo.

     

    MN

    También conocida como la economía de posguerra y la llamada «edad de oro del capital».

    VC

    Sí, la edad de oro del capital. En términos generales, el capitalismo social y democrático se aleja de eso hacia un régimen económico más desregulado y basado en el mercado. Se llama neoliberalismo porque es una nueva forma de liberalismo.

    Entonces, ¿qué es el neoliberalismo? Lo que se entiende por eso no es el liberalismo político, el liberalismo de los derechos y de la fuerte inclusión política. Lo que quieren decir es una economía desregulada, como la que había en el siglo XIX. Así que el neoliberalismo significa una nueva versión del capitalismo del siglo XIX, que dio lugar a todos esos gigantescos movimientos sociales que nos dieron el Estado de bienestar. Por lo tanto, se supone que el neoliberalismo significa, en términos generales, un giro hacia formas mercantilizadas de intercambio y distribución sin la intervención del Estado en las transacciones del mercado ni en la distribución de los ingresos.

    Si eso es lo que entendemos por neoliberalismo, y nos preguntamos: «¿Es este el fin?», la respuesta es no. Pero lo interesante es por qué la respuesta es no. Hay un aspecto en el que algo ha llegado a su fin, y eso es lo que la gente señala cuando se pregunta: si el neoliberalismo podría estar llegando a su fin. El primero es el apoyo social a todas estas políticas; el segundo es la dimensión global de esas políticas.

     

    MN

    ¿A qué te refieres con el apoyo social al neoliberalismo?

    VC

    Perry Anderson escribió este artículo en 2000, cuando se relanzó la revista New Left Review. La relanzó porque pensaba que estamos en lo que podría ser una era muy, muy larga de dominio del capital, tal vez llamada neoliberalismo. La idea era que esto requeriría una agenda intelectual completamente nueva para darle sentido.

    Y en ese momento, en ese artículo, Anderson hizo la observación de que la ideología del neoliberalismo —la ideología que celebra los mercados, el individualismo y un Estado muy minimalista— es muy hegemónica. La comparó con el poder de la Iglesia cristiana en la Edad Moderna y la Edad Media. Anderson pensaba que la ideología neoliberal era extremadamente poderosa. Lo que eso sugería en ese momento era que el neoliberalismo había tenido éxito como programa político, en parte porque había conseguido el apoyo de la población a través de esta ideología.

    Así que cuando hablamos de los apoyos sociales del neoliberalismo, lo que se transmite es la sensación de que no solo existía un consenso dentro de las clases dominantes y la clase política en favor de una economía política mercantilizada, sino que también se había ganado el consentimiento de las masas a través de diversos medios.

    Y ahora ese apoyo se ha derrumbado. ¿Cómo se ha derrumbado? Bueno, a partir de la época de Occupy Wall Street quedó claro que las enormes desigualdades que se habían acumulado en la década de 1980 y 1990 y principios de la de 2000 se habían vuelto tan marcadas que se produjo un rechazo cultural generalizado y una sensación generalizada de que las personas no solo debían tener derechos políticos, sino también económicos.

    Esto va en contra del espíritu neoliberal, que dice: «Tus únicos derechos son los derechos políticos en la economía». Obtienes lo que te da el mercado. Esa es la ideología del neoliberalismo. Ahora bien, mi opinión es que nunca ha habido un gran apoyo social al neoliberalismo. Creo que la gente siempre lo ha odiado. Creo que la gente odiaba tener que luchar por un trabajo, tener que luchar constantemente por su salario. Creo que odiaban la inseguridad que conllevaba, el retroceso del Estado de bienestar.

    Así que lo que cambió a partir de 2010 no fue que el apoyo al neoliberalismo se desmoronara. Fue que la ira contra el neoliberalismo finalmente se unió. Y, en mi opinión, los izquierdistas y los teóricos críticos de los años noventa y principios de los dos mil, que intentaban aplicar la teoría gramsciana sobre cómo se genera el consentimiento en el capitalismo y cómo el neoliberalismo y el thatcherismo generaron el consentimiento, estaban completamente equivocados.

     

    MN

    Una pregunta que tengo al respecto es que no es que no haya habido resistencia política hasta ahora. A lo largo de esta época ha habido intentos constantes, especialmente por parte de los republicanos, de amenazar con recortar estas prestaciones, en particular la seguridad social. Y cada vez que eso ocurre, por ejemplo, siempre hay una gran presión por parte de grupos sin ánimo de lucro y grupos de estadounidenses de edad avanzada para que acudan a los ayuntamientos a decirles a los republicanos: «No se atrevan a tocar mis prestaciones», y luego votar en contra de ellos en las elecciones de mitad de mandato como una especie de castigo.

    ¿En qué se diferencia este tipo de tensión política de las batallas anteriores para, por ejemplo, proteger el Estado de bienestar de los recortes, algo que habría estado en línea con el neoliberalismo?

    VC

    No ha habido grandes movilizaciones sociales desde la década de 1980, ni en apoyo de la seguridad social ni de ninguna otra causa. La resistencia a su desmantelamiento ha sido casi exclusivamente electoral y de presión. El fracaso de los republicanos y los demócratas a la hora de reducir el Estado de bienestar estadounidense no se debe a que el electorado o los trabajadores se hayan unido y hayan lanzado campañas masivas para frenar su agenda. Se debe a que cada vez que lo han intentado, han perdido las elecciones. Perdieron en las elecciones de mitad de mandato, y eso es lo que estamos viendo ahora mismo en la lucha por Medicaid en la agenda fiscal de Trump.

    Ahora bien, ese es un tipo diferente de resistencia. Es una resistencia a desmantelar ciertas políticas. Existe un tipo diferente de resistencia al capitalismo que tiene una agenda positiva, que no consiste solo en poner palos en las ruedas de los liberalizadores, sino en conseguir nuevos derechos dentro del capitalismo que antes no existían. Eso es lo que hizo el New Deal. En mi opinión, es inexacto decir que el apoyo al neoliberalismo se ha derrumbado. Es más exacto decir que la tolerancia hacia el neoliberalismo se ha derrumbado.

    Nunca ha habido una opinión mayoritaria entre los trabajadores y la gente corriente de que el thatcherismo y el reaganismo sean cosas buenas. En el mejor de los casos, había una aceptación a regañadientes, pero en su mayor parte había una sensación de resignación.

     

    MN

    Creo que eso encaja bien con tus comentarios sobre la distinción entre movimientos sociales y comportamiento electoral, debido al ejemplo tan citado de «en realidad, fue una decisión popular que se tomó para tener algo parecido al neoliberalismo». No sé si la gente vota exactamente por eso, pero el voto de la clase trabajadora a Reagan es un ejemplo muy citado de «bueno, esto es lo que quería la gente». Lo aceptaron activamente.

    VC

    No, no hubo aceptación del programa económico de Reagan. No hubo aceptación de lo que se conoció como reaganismo. Hubo una revuelta contra los demócratas. Hubo una revuelta contra el shock de Volcker, las subidas masivas de los tipos de interés, el desempleo que generó, pero nunca hubo la sensación de que lo que queríamos era un retroceso de nuestros derechos económicos y del Estado de bienestar. Ese es un argumento de ciertos intelectuales liberales de la derecha, pero es profundamente erróneo.

    Creo que la forma correcta de describir lo que ha cambiado es que el público ya no está dispuesto a tolerar lo que se le ha vendido durante treinta años, que es el neoliberalismo. Hay una ira dentro de la cultura y una demanda de algún tipo de cambio, diferente de lo que vimos en los años noventa y dos mil.

    Así que, aunque es un error describirlo como un colapso del apoyo al neoliberalismo, esa descripción sí que da en el clavo en algo, y es que las élites políticas no pueden dar por sentado que pueden salirse con la suya con las políticas sociales mercantilizadas que han aplicado durante los últimos treinta años. Ahora lo saben.

    Es un cambio importante. Porque hay una agitación dentro de la cultura política en la que se entiende que las élites políticas van a tener que cambiar, de forma drástica, la forma en que han estado haciendo las cosas.

    ¿Significa eso que van a alejarse del reaganismo, del thatcherismo, de lo que conocemos como neoliberalismo? La respuesta es, en gran medida, no. Hay un componente que están cambiando: lo que llamamos «globalización». Sin embargo, yo diría que el fin de la globalización, si queremos llamarlo así, no es el fin del neoliberalismo. Es simplemente un cambio dentro de una dimensión del neoliberalismo.

    El neoliberalismo tenía dos dimensiones. Estaba el frente interno y estaba el frente internacional. El frente internacional se ocupaba de cuestiones como los tipos de cambio, cosas por el estilo. Sin duda, está experimentando un cambio importante. Pero en cuanto a cómo los Estados y la clase capitalista se ocupan de la economía nacional —cómo acumulan capital, cómo obtienen sus beneficios, cómo tratan a los trabajadores y al Estado de bienestar—, no hay ningún indicio de que eso vaya a cambiar.

     

    MN

    ¿Podría hablar un poco más sobre su segundo punto, la base del neoliberalismo, concretamente la base política del neoliberalismo?

    VC

    Una vez que entendemos que el neoliberalismo no surgió porque las masas lo exigieran, la pregunta es: ¿cómo surgió? Bueno, surgió porque en Estados Unidos, y podemos limitarnos a Estados Unidos, se produjo un cambio en la forma en que la clase política y económica estadounidense entendía cómo reactivar el crecimiento y los beneficios.

    Desde finales de los años sesenta y durante toda la década de los setenta, la economía estadounidense estuvo bastante estancada. A finales de los setenta, el consenso, especialmente en la comunidad empresarial, era que la forma de reactivar el crecimiento era, en primer lugar, reactivar la rentabilidad. Los beneficios de las empresas.

    Las ganancias corporativas se estaban viendo afectadas, decían, por todos los costos excesivos que el Estado de bienestar y los sindicatos les habían impuesto. El Estado de bienestar, con sus altos niveles de impuestos a los ricos y su gran cantidad de seguros sociales, que, según ellos, desmotivaban a los trabajadores.

    Y luego, por supuesto, estaban los sindicatos, con todas sus reivindicaciones sobre los ingresos de las empresas para conseguir salarios más altos, pensiones, prestaciones, cosas por el estilo. Así que la idea era que teníamos que recuperar la iniciativa —«teníamos» en referencia a la comunidad empresarial— para que, al rechazar todos estos costes, pudiéramos recuperar una mayor parte de nuestros ingresos y conservarlos como beneficios.

    Y una vez que obtenemos esos beneficios, podemos reinvertirlos y esa reinversión conducirá a mayores niveles de crecimiento. Ahora bien, esta era una perspectiva elitista. Para llevar a cabo esa perspectiva, tenían que lidiar con el hecho de que los sindicatos se opondrían a ella. El primer punto de su agenda era debilitar o incluso eliminar los sindicatos.

    Así que en los años 1970, lo que vemos es un ataque generalizado al movimiento sindical, y se hace por dos razones. Es un fin en sí mismo: se reduce el poder de los sindicatos y, con ello, se aumenta el propio poder en el lugar de trabajo como directivo. Se aumentan los beneficios porque los sindicatos pueden exigir menos.

    Pero también hay un beneficio político, que es que, una vez que los sindicatos desaparecen, desaparece la principal fuente de apoyo al Estado de bienestar. Y entonces puedes empezar a rechazar todos los costes que el Estado de bienestar te impone.

    Esa era la esencia. No se impuso mediante algún tipo de deseo masivo de la clase trabajadora por el neoliberalismo. Se les impuso. Y una vez impuesto, bueno, quisieron luchar. Pero si no tienes sindicatos, si todas tus instituciones sociales están siendo desmanteladas, ¿cómo vas a luchar? No queda nada. Lo único que te queda son las elecciones.

    Así que, una vez que lo único que les quedaba era el voto, en realidad se le facilitó mucho el trabajo a los partidos políticos, porque durante esos cuatro años, entre elecciones, tienes vía libre para hacer lo que quieras, porque no hay sindicatos ni instituciones sociales.

    Ese consenso dentro de la clase dominante en favor de este nuevo tipo de economía de mercado lleva más o menos cuarenta años vigente.

     

    MN

    Entonces lo que estás diciendo es que, a lo largo del neoliberalismo, ha habido un consenso en que el Estado de bienestar perjudica la rentabilidad de las empresas. Y que, a su vez, si queremos mejorar esa rentabilidad, tenemos que eliminar un obstáculo importante para la reforma del Estado de bienestar, que son los sindicatos.

    ¿Trump está desafiando, de alguna manera, todo ese consenso, porque es alguien que básicamente se presentó a las dos elecciones con el lema «No vamos a tocar el Estado de bienestar. No voy a hacer nada para quitaros vuestras prestaciones»? Y aunque no era explícitamente prosindical como Bernie Sanders, tampoco hizo campaña con un programa antisindical.

    De hecho, en su primer mandato, trabajó con los sindicatos para mantener sus puestos de trabajo aquí. Y al comienzo de su segundo mandato, se armó mucho revuelo por el hecho de que nombrara a un secretario de Trabajo que estaba a favor de la Ley Pro. Entonces, ¿son Trump u otros políticos como él, como Josh Hawley, de alguna manera diferentes?

    VC

    Es una buena pregunta, y debe abordarse en dos niveles diferentes. El primer nivel es: ¿Podrían estos políticos ser precursores de una especie de escepticismo elitista hacia el neoliberalismo? Una vez más, por neoliberalismo nos referimos al dominio sin restricciones de los mercados sobre nuestras instituciones sociales. Y el segundo nivel es: Incluso si son escépticos al respecto, ¿son escépticos respecto a la cuestión subyacente, que es la priorización de los beneficios empresariales y el poder directivo por encima de los intereses y las vidas del resto de la población?

    Creo que esa distinción se pierde a menudo en estas conversaciones. Empecemos por la primera pregunta. ¿Es posible que personas como Trump o Hawley sean escépticas respecto al dominio tradicional del libre mercado? Creo que la respuesta es sí, son escépticos en el sentido de que están dispuestos a alejarse de algunos de sus componentes en interés del proyecto de clase más amplio al que se han comprometido. Ahora bien, ese proyecto de clase más amplio es lo que trataré en la segunda dimensión de la que he hablado, pero el mero hecho de que estén interesados en cuestionarlo no debe eludirse ni minimizarse. Creo que es algo importante y que ha tenido eco entre la población.

    La razón por la que ha resonado en la población es porque, como he dicho antes, están muy enfadados. Ya no están dispuestos a tolerar el régimen tradicional. El dilema al que se enfrenta la clase dirigente estadounidense —y la europea— es que no son ellos los que quieren alejarse de cuarenta años de neoliberalismo. Es algo que les está siendo impuesto por la población.

    Entonces, lo que están tratando de averiguar es: ¿cómo podemos mantener los aspectos más amplios de nuestro poder sobre la población mientras reestructuramos las instituciones de alguna manera para absorber todos los ataques, las críticas y el resentimiento del electorado? Eso es lo que están tratando de hacer. Ahora bien, para lograrlo, puedes tener a alguien como Hawley diciendo: «Necesitamos preservar la red de seguridad social». Puedes tener a alguien como Trump diciendo: «No tocaré Medicaid ni Medicare».

    Pero hay que entender qué son esas cosas. No son, en modo alguno, una revitalización del Estado de bienestar. En el mejor de los casos, lo que dicen es que mantendrán el statu quo anterior. El statu quo anterior es lo que ha provocado toda la ira de la población en primer lugar. Así que no es una solución muy buena. Lo único que dicen es que no mantendrán el ritmo acelerado con el que han estado desmantelando todo y obligando a la gente a tragarse los mercados.

    Pero desde el punto de vista de la gente, no es nada. Es algo, ¿no? Y ahora están tan desesperados por algún tipo de alivio tras cuarenta años de miseria que una gran parte del electorado ve eso como algo a lo que aferrarse. Así que es muy posible que veamos a algunos sectores del Partido Republicano —e incluso a algunos sectores de la derecha europea— apoyar algún tipo de programa redistributivo débil. Y con eso nos referimos a algún tipo de Estado de bienestar débil. Es totalmente posible.

     

    MN

    Lo que están haciendo es simplemente no seguir atacando.

    VC

    Así es. Debemos entenderlo como una ralentización del ritmo del desmantelamiento, más que como una inversión del mismo.

     

    MN

    Correcto. Y es notable que Trump no esté siendo comparado con Roosevelt en este caso.

    VC

    No. Y ya sabes, el populismo en su momento significaba ataques masivos al poder de la élite. El populismo actual simplemente significa ralentizar los ataques a la clase trabajadora. Eso es todo lo que significa. De acuerdo. Pero mira, no es insignificante. Incluso Hawley, a quien la gente señala como precursor de los cambios dentro del Partido Republicano, está bastante aislado. En la actualidad, es muy reducido el contingente dentro del Partido Republicano que está interesado en preservar la red de seguridad social. Hay literalmente una docena, quizá dieciocho congresistas y un senador. Así que no estamos hablando de un cambio importante en el partido.

    Pero, de nuevo, no debemos ignorarlo. No es insignificante. Y si no fuera por ellos, ahora mismo veríamos en la reforma fiscal de Trump un ataque generalizado a Medicaid. Ahora bien, hay una cuestión más profunda, que es suponer que esa versión del Partido Republicano, ese ala del Partido Republicano, esa ala de la derecha europea, crece hasta cierto punto. Y  vemos un giro hacia los sindicatos y  vemos un giro hacia algún tipo de alejamiento del libre comercio y cosas por el estilo. ¿Significa eso el fin de los últimos cuarenta años de dominio de clase y poder de los empresarios? La respuesta tiene que ser no.

    Esto significa, en mi opinión, que el neoliberalismo no es el problema. Recuerden que empezamos diciendo que la esencia del neoliberalismo es un giro hacia el tipo de dominio de los mercados del siglo XIX. La cuestión es que lo que requiere una democracia plena no es tanto una reducción de los mercados en sí mismos, sino la plena participación de la gente común en las instituciones políticas que los gobiernan. Es posible que haya un dominio sin restricciones del capital en una situación en la que existen instituciones corporativistas.

     

    MN

    ¿Puede explicar qué es una institución corporativista y por qué sería compatible con el poder capitalista?

    VC

    Lo que intentamos comprender es: ¿qué necesitan los trabajadores para defender sus intereses en una situación en la que estos no coinciden con los de los ricos? La razón por la que la clase trabajadora luchó por la democracia es porque pensaba que las instituciones democráticas, el derecho al voto, serían una flecha más en su carcaj para intentar luchar por una vida digna en una situación en la que no tiene mucho control sobre las instituciones clave de la sociedad: el lugar de trabajo, el gobierno, cosas así.

    Así que pensaron que el voto era un elemento muy importante para ello, y los sindicatos son un elemento muy importante para ello. Ahora bien, el deseo de la clase dominante de desmantelar todas estas instituciones, como los sindicatos y otras instituciones sociales, se debía a que quería ejercer un dominio unilateral sobre la política y la economía.

    Hay varias formas de ejercer ese dominio unilateral. Una es a través de los mercados libres, pero también pueden hacerlo organizando a la sociedad civil en lo que se denomina organismos corporativos. No se trata de empresas. Se trata de entidades colectivas que organizan los intereses de las personas de alguna manera. Los sindicatos son un organismo corporativo. Las asociaciones cívicas son un organismo corporativo. Los partidos políticos también pueden ser un organismo corporativo.

    A menudo se olvida que en los años veinte y treinta, cuando la extrema derecha tenía el mayor poder que hemos visto en el último siglo, no lo hizo a través de los mercados libres. Lo hizo a través de lo que se denomina instituciones corporativistas. Es decir, sindicatos, asociaciones cívicas, grupos de ciudadanos. Todas estas cosas que asociamos con una democracia próspera también pueden ser instrumentos del poder capitalista. El ejemplo clásico de esto fue el fascismo.

    En el fascismo no imperaba el libre mercado, sino el dominio de las empresas a través de asociaciones cívicas y organismos ciudadanos. Incluso llegaron a controlar los sindicatos. La razón por la que señalo esto es que lo que la izquierda debería luchar no es por el fin del libre mercado en sí mismo, aunque eso es importante, sino por el fin de la hegemonía de las empresas sobre la sociedad.

    Esa hegemonía de la clase patronal puede ejercerse a través de los mercados libres, pero también a través de cosas como los sindicatos de empresa. Puede ejercerse a través de cosas como los grupos vecinales de derecha, cuya función real es vigilar a los ciudadanos. Puede ejercerse a través de unos medios de comunicación que, en apariencia, son libres, pero que en realidad están completamente controlados por sus propietarios privados, que los utilizan como instrumentos de propaganda.

    Eso significa que cuando vemos al Partido Republicano avanzar formalmente hacia el apoyo a cosas como alguna forma de sindicatos o instituciones sociales, no hay que tomarlo como una victoria de la izquierda. Porque, en el contexto de la hegemonía de los empresarios y las empresas sobre la política, estas aperturas hacia los sindicatos, etc., pueden volverse en contra de los intereses de los trabajadores y a favor de los intereses de los empresarios.

    Así que ahora mismo, cuando vemos a alguien como Trump o Hawley diciendo que debemos alejarnos del neoliberalismo, eso no significa que estén diciendo que debemos avanzar hacia el empoderamiento de los trabajadores. Podrían estar diciendo simplemente que necesitamos nuevas formas de control social. Y esas nuevas formas de control social, formalmente, en apariencia, pueden parecer realmente el tipo de instituciones que asociamos con una democracia próspera. Históricamente, el polo opuesto de una sociedad democrática, que es el fascismo, tenía todo tipo de instituciones que eran contrarias al libre comercio y al libre mercado, ninguna de las cuales favorecía los intereses de los trabajadores.

     

    MN

    Creo que tus comentarios aportan mucha claridad sobre el estado de la situación política. Pero probablemente el fenómeno más importante al que se refiere la gente cuando dice «esto significa el fin del neoliberalismo» son los ataques a la globalización y la supuesta desglobalización que está instaurando Trump. ¿Hasta qué punto cree que es legítimo? ¿Estamos desglobalizándonos?

    VC

    Creo que se puede decir que nos estamos desglobalizando si con ello nos referimos a que la expansión e integración continuadas de la economía global están llegando a su fin. No es que la integración esté llegando a su fin, sino que la expansión continua de la integración está llegando a su fin. Y eso, en realidad, si entendemos que la desglobalización lleva ya unos quince años en marcha, desde la crisis de 2008.

    Lo que vemos desde la crisis de 2008 es que el nivel de integración —si lo medimos cuantitativamente— de la economía global se ha estancado. Desde aproximadamente 1980 hasta 2010, fue en aumento. La economía mundial se fue integrando cada vez más. Alrededor de 2010 se estabilizó, lo que significa que no se desintegró, no se desmanteló la integración, sino que simplemente entró en una fase de estancamiento, con el nivel de integración existente más o menos igual.

    Eso significa el fin de la expansión de la integración global. ¿Es posible que empecemos a ver una reducción del grado de integración? Sin duda es posible. Pero si tuviera que aventurar una respuesta, diría que lo que veremos es una ligera reducción del nivel de integración y luego una nueva estabilización. Es decir, no se producirá una desglobalización continua a lo largo del tiempo. Lo que veremos es un descenso gradual del nivel de integración y luego una estabilización a partir de un punto determinado. Y la razón es sencilla: el grado de integración es tan grande que deshacerlo para volver a unas economías nacionales aisladas sería tan disruptivo que los gobiernos no podrían soportarlo.

     

    MN

    ¿Crees que las políticas comerciales de Trump son en parte responsables de esta dinámica?

    VC

    Sí, sin duda. Ha sido un acontecimiento cataclísmico. Ahora bien, aún es pronto y Trump ha dado marcha atrás en gran parte de lo que ha hecho. Pero ya se sabe que es el modus operandi de Trump. Subió los aranceles a niveles desorbitados, como si fuéramos a sufrir una catástrofe mundial, y ahora los ha rebajado a niveles simplemente muy altos, que no parecen catastróficos, pero que siguen siendo bastante elevados para los estándares históricos.

    Y nadie sabe dónde va a acabar todo esto. Pero tenemos que esperar una clara posibilidad de que se produzca un cierto grado de desintegración de esa integración.

     

    MN

    Las especulaciones que he oído sobre dónde acabaremos son vagas y ominosas, del tipo «no podemos volver atrás», y eso va de la mano con este comentario sobre cómo Trump ha dañado irreparablemente la reputación de Estados Unidos. Volviendo a nuestro episodio sobre el poder blando, la implicación es que lo que Trump está haciendo en esencia es desmantelar el imperio estadounidense, y eso se presenta como otro dato para decir: «Bueno, miren, el neoliberalismo está llegando definitivamente a su fin porque siempre ha coexistido con el imperio estadounidense».

    VC

    Hay cierta confusión, y eso se debe a que el neoliberalismo se ha convertido en un cajón de sastre que lo abarca todo. Así que creo que hay una reducción del imperio estadounidense, pero no es por culpa de Trump. Lo dije hace varios episodios: lo que Trump está haciendo es simplemente reconocer un hecho, que es que el poder geopolítico estadounidense ya no es incuestionable como lo era hace treinta o cuarenta años. El poder geopolítico se basa en última instancia en el dominio económico, y el dominio económico estadounidense en la economía mundial simplemente no es lo que era hace cuarenta años.

    Ahora hay países que han logrado ascender en la escala económica mundial. China es el mejor ejemplo, pero no es el único. En América Latina, economías como la de Brasil. En el sur de Asia, la economía india. Obviamente, está Rusia, que ha logrado defenderse de toda Europa que ha acudido en ayuda de Ucrania.

    Todo esto demuestra que Estados Unidos ya no puede seguir tomando decisiones unilaterales en la economía mundial, lo que significa que tiene dos opciones: o bien seguir con las fantasías de Biden, que consiste en seguir siendo una potencia política hegemónica a nivel mundial, aunque económicamente ya no pueda tomar decisiones, o bien reducir sus ambiciones políticas globales a la misma escala que sus ambiciones económicas, es decir, a la escala de su capacidad económica. O bien rebajar sus ambiciones políticas globales al mismo nivel que sus ambiciones económicas, es decir, a su capacidad económica.

    Y creo que si no hubiera sido Trump, si hubiera sido cualquier otra persona, habrían tenido que hacer lo mismo. Estados Unidos ya no puede tomar las decisiones. Por lo tanto, se está reduciendo el alcance de Estados Unidos a nivel mundial. ¿Significa eso que el imperio estadounidense se está reduciendo? Sí, tiene que ser así, porque un imperio es simplemente la influencia que se ejerce sobre otros países, y eso se va a reducir. No hay forma de evitarlo.

    ¿Significa eso que el imperialismo estadounidense está llegando a su fin? Por supuesto que no. Simplemente será una potencia imperialista más débil que hace cuarenta o cincuenta años. Entonces, cuando decimos que los aranceles están provocando el fin o el desmantelamiento de un aspecto del neoliberalismo, ¿significa eso que los trabajadores estadounidenses deberían apoyar el régimen arancelario? La respuesta es no, en realidad no, porque volvemos al punto que he mencionado antes, que el neoliberalismo no es el problema. El problema es si los trabajadores tienen algo que decir en lo que está pasando a su alrededor. Los aranceles no son un regalo para los trabajadores, sino para el capital. Lo que hacen los aranceles es reducir las amenazas competitivas a las que se enfrentan los empresarios por parte de sus rivales en otras partes del mundo.

    Eso sí que es un regalo para los empresarios. Hay una parte de la izquierda que piensa que si de alguna manera se recupera la industria manufacturera, se podrá volver a sindicalizar. No es así. Si nos fijamos en los nuevos talleres del mundo, ya sea en China, en algunas partes de la India o en algunas partes de América Latina, donde el capital ha fluido en los últimos veinte años para reactivar la industria manufacturera o para construirla, vemos que son talleres infernales.

    Las condiciones de trabajo allí son peores que las que hemos visto nunca en la industria manufacturera en cualquier parte del mundo. Peores que las de la industria manufacturera del siglo XIX en Inglaterra y Alemania. La industria manufacturera no significa el renacimiento de los sindicatos. La organización significa el renacimiento de los sindicatos, y lo cierto es que la clase empresarial ha aprendido en los últimos ochenta años a inmunizarse también contra los esfuerzos de organización dentro de la industria manufacturera. Llevan unas cuatro o cinco décadas de ventaja a la izquierda, que sigue viviendo en ese mundo fantástico de los años treinta y cuarenta, en el que, si se consigue la industria manufacturera, se repetirá la historia de esos años. No será así, porque las formas de poder y control gerencial han evolucionado enormemente desde entonces.

    Vamos a tener que idear estrategias de organización completamente nuevas, incluso en la industria manufacturera. Así que, aunque los aranceles de Trump devuelvan en cierta medida la industria manufacturera a Estados Unidos, lo que probablemente ocurrirá en cierta medida, eso no significa que vayan a volver los sindicatos. Eso depende de que los organizadores aprendan el nuevo panorama, no solo en los servicios, sino también en la industria manufacturera.

    No hay razón para suponer que, en este nuevo panorama, la vuelta de la industria manufacturera aumente la probabilidad de que surjan sindicatos y se organicen. Simplemente no hay razón para creerlo, porque el poder y las formas de control gerencial en la industria manufacturera son completamente diferentes a lo que eran en la década de 1930. Vamos a tener que reinventar el significado de la organización, lo que significa que «el fin del neoliberalismo» a nivel internacional en el régimen global no debe verse como una panacea ni como un regalo para la izquierda o los trabajadores per se. Es, en primer lugar, un regalo para el capital.

    Seguimos en la era del dominio incuestionable del capital. El hecho de que esté experimentando con nuevas formas institucionales no debe engañarnos.

     

    MN

    ¿Dices que ha habido algunos cambios políticos significativos en los últimos diez años, mientras que nuestra política estuvo marcada por Trump y su presencia, pero que esos cambios no han alterado realmente las dinámicas de poder fundamentales de la sociedad, sino que se han instituido para reforzarlas?

    VC

    Hay indicios de que la clase dominante y la clase política están muy inquietas. Les preocupa que ya no se pueda dar por sentada la tranquilidad de una población pacificada, abatida y cínica. Por eso están experimentando con nuevas instituciones sociales y económicas que podrían lograr dos cosas: en primer lugar, sofocar de alguna manera toda la ira y el resentimiento de la población y, en segundo lugar, preservar el desequilibrio básico de poder entre los detentadores de la riqueza y el resto de la población.

    Y lo que nosotros, como izquierdistas, no debemos hacer es dejarnos confundir por el hecho de que estén utilizando la retórica del antineoliberalismo y la retórica del antiliberalismo. No debemos confundir eso con la retórica del empoderamiento social. Porque eso nunca vendrá de arriba. Nunca vendrá de la derecha quitándose la venda de los ojos y diciendo: «Bueno, ahora queremos ser un partido de la clase trabajadora».

    Eso solo vendrá si los trabajadores y los ciudadanos de a pie imponen a estos centros de poder su propia visión de cómo sería una sociedad más democrática, e insisten en que las instituciones que están construyendo estén libres del control de los empresarios, libres del control de sus señores corporativos y políticos, y estén sujetas a sus propios dictados, a su propia toma de decisiones democrática. Nada de eso figura en la agenda de todo este populismo de derecha, ni siquiera en el populismo del Partido Demócrata.

    Porque, como he dicho antes, la lucha actual entre demócratas y republicanos es que los demócratas quieren una clase política más multirracial y socialmente heterogénea que gobierne al pueblo, y los republicanos están más contentos con una clase política más blanca y tradicional que gobierne al pueblo. Ninguno de estos dos partidos piensa en el 80% más pobre de la población.

    Y hasta que eso ocurra, es posible que se produzca un alejamiento de lo que se denomina neoliberalismo, que es el dominio de los mercados. Pero no se alejará el dominio de clase de los ricos y las élites sobre la población, porque pueden hacerlo a través de diversas instituciones, de las cuales solo una es el libre mercado.

     

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  • Inauguraron un esperado centro de salud en Neuquén

     

    Como parte del plan de fortalecimiento del Sistema Público de Salud, el gobernador Rolando Figueroa inauguró este lunes el nuevo edificio del centro de salud Don Bosco. Con una una obra de 697 metros cuadrados, el establecimiento permitirá mejorar la accesibilidad a la salud en uno de los barrios más antiguos del centro de la ciudad de Neuquén.

    Además, el mandatario provincial entregó diez ambulancias que se destinarán a los hospitales Bouquet Roldán y Castro Rendón de la ciudad de Neuquén; El Huecú (dos vehículos); Bajada del Agrio; Andacollo; Las Ovejas; Tricao Malal; Junín de los Andes y Las Coloradas.

    El nuevo edificio del centro de salud está ubicado sobre calle Domene, en inmediaciones a la comisión vecinal Don Bosco II, con ingreso desde calle Ignacio Rivas. Cuenta con áreas restringidas, de personal, jefaturas, depósitos, sanitarios de residuos y patógenos; un área pública de atención, ingreso, sala de espera, mostradores de atención y sanitarios; y una zona semirrestringida, donde funcionan distintos consultorios y el salón de usos múltiples.

    Figueroa explicó que la inauguración del nuevo edificio del centro de salud forma parte de “un esquema y un modelo de trabajo” del gobierno provincial con el objetivo de “potenciar la atención primaria de la salud”. “Hace mucho tiempo se añoraba la posibilidad de tener este centro de salud, que funcionaba en una casa ampliada”, comentó.

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  • Nuevo pedido por la aparición de Azul Semeñenko: qué dijo la policía

     

    Un nuevo pedido por la aparición de Azul Mía Natasha Semeñenko se llevó a cabo en la tarde de este lunes en el centro de la ciudad de Neuquén. La mujer de 49 años se encuentra desaparecida desde el pasado 25 de septiembre. Por su parte, la policía del Neuquén informó dónde se concentra la búsqueda.

    El comisario General Dante Catalán informó que el operativo policial se concentra en el sector ribereño de Neuquén capital: Paimún, Chocón, Tronador y la península Hiroki, zona donde se registró el último impacto de antena de su teléfono celular antes de quedar inactivo.

    La Policía del Neuquén ha desplegado rastrillajes ampliados con equipos montados, canes, personal de Bomberos y recursos técnicos. Paralelamente, se llevan a cabo entrevistas exhaustivas con el círculo íntimo, familiares, y allegados, y se analizan elementos de interés como una computadora.

    Pedido en el centro de Neuquén

    Frente al monumento al general José de San Martín, en la avenida Argentina, se concentraron familiares, compañeros de trabajo del Centro de Atención a la Víctima -organismo provincial donde desarrolla sus tareas Semeñenko- y organizaciones que participan de la búsqueda.

    Entre quienes convocaron a la manifestación se encuentran la Asamblea Permanente por la Aparición con Vida de Azul Semeñenko y se trató de una acción colectiva de visibilización, con estampas en vivo, panfletos y mensajes públicos, en busca de mantener viva la presencia de Azul y reforzar el pedido urgente por su aparición.

    “No se trata solo de estar presente, sino de multiplicar la información. Que todos en Neuquén sepan que Azul falta, y que necesitamos encontrarla ya”, indicaron.

    Una mujer visible, solidaria y querida

    Semeñenko es descrita por quienes la conocieron como una persona alegre, atenta y generosa. “Azul es responsable, no desaparece porque sí”, había dicho días atrás Juliana, su compañera de trabajo, quien también participará de la intervención.

    Alta (1,73 metros), de cabello pelirrojo y personalidad excéntrica, Azul se había mudado recientemente al barrio Confluencia, donde fue vista por última vez. Sus amigas la recuerdan como una mujer que se destacaba por su forma de ser y por su compromiso con su trabajo.

    “Era de esas personas que no pasan inadvertidas, siempre arreglada, maquillada, con una sonrisa o un gesto amable para quien la necesitara”, contaron sus compañeras.

    Días de búsqueda e incertidumbre

    Desde la denuncia presentada en la Comisaría 16 del barrio San Lorenzo, la Policía de Neuquén mantiene activa la investigación por la desaparición de Azul Mía Natasha Semeñenko, sin descartar ninguna hipótesis. Los rastrillajes se extendieron a diferentes zonas de la capital y localidades vecinas, aunque hasta el momento no se obtuvieron resultados concretos sobre su paradero.

    Mientras tanto, familiares, amigas y compañeras continúan impulsando campañas de difusión en redes sociales, colocan carteles en distintos puntos de la ciudad y realizan acciones en la vía pública para mantener vivo el reclamo. En los últimos días, llevaron adelante una panfleteada en los semáforos de Don Bosco y Sarmiento, y ahora se preparan para una nueva intervención en el centro neuquino con el objetivo de sumar voces y visibilizar el caso.

    Un pedido que crece

    “La intervención es una forma de seguir buscando desde otro lugar. No podemos quedarnos quietas, necesitamos que todos sepan que falta Azul”, expresaron desde la Asamblea Permanente por la Aparición con Vida de Azul Semeñenko.

    Las organizadoras remarcaron además la importancia de la colaboración ciudadana, e instaron a que cualquier persona que tenga información, por mínima que sea, se comunique al 101, la línea gratuita, confidencial y anónima disponible las 24 horas.

    “Seguimos buscando a Azul. No queremos acostumbrarnos a que desaparezcan personas sin que pase nada. Neuquén tiene que mirar y no mirar para otro lado”, expresaron sus amigas.

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  • Por decreto, Milei y Bullrich amplían autonomía de la PFA para vigilar redes, requisar, allanar y detener personas sin orden judicial

     

    Imagen: El Diario.

    Bajo el lema «Hacia una PFA moderna y orientada hacia la investigación», el presidente Javier Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciaron los alcances del decreto 383/2025, que modifica la ley orgánica de la fuerza, la separa de la Justicia y amplía su autonomía para realizar ciber patrullaje de las redes sociales, requisas, allanamientos y detenciones de personas y vehículos sin orden judicial. Además, habilita a la PFA a «esgrimir ostensiblemente sus armas» y redefine su función central como ejecutora de las políticas de «seguridad nacional». En este marco, inauguraron el Departamento Federal de Investigaciones (DFI). «Vamos a aprender de Estados Unidos e Israel y a colocar a la PFA en los estándares del FBI», celebró Milei. Mientras que Bullrich anunció que «el corazón de esta nueva PFA» será «llegar al hueso de cada una de las organizaciones que intentan tener poder y dinero en este país». María del Carmen Verdú, abogada e integrante de CORREPI, alertó: «ya no estamos en un estado de excepción no declarado, sino ante un declarado cambio de régimen, con destrucción de derechos, garantías y libertades democráticas. Están reestructurando todo el sistema represivo estatal», aseguró. El Estado policial avanza. Por ANRed.


    Tras publicar esta madrugada en el Boletín Oficial el decreto 383/2025, este martes 17 de junio a las 14.15 en la sede del Cuerpo de Policía Montada, en el barrio porteño de Palermo, el presidente Javier Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciaron los detalles del DNU, que separa a la Policía Federal de la Justicia y amplía su autonomía para realizar ciber patrullaje de las redes sociales, requisas, allanamientos y detenciones de personas y vehículos sin orden judicial. Además, el DNU autoriza a la PFA a «esgrimir ostensiblemente sus armas» y redefine su función central como ejecutora de las políticas de «seguridad nacional».

    «Vamos a aprender de Estados Unidos e Israel y a colocar a la PFA en los estándares del FBI«, celebró Milei, haciendo referencia a país del norte gobernado de forma autoritaria por Donald Trump, que reprime y amenaza a buena parte de su población por protestar en las calles contra las redadas masivas antimigrantes, acumulando episodios espantosos, crueles y disparatados; y al país de Medio Oriente gobernado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, que acumula repudios en todo el mundo por sus incontables crímenes de guerra en el marco del genocidio planificado que desata día a día sobre la población palestina en la Franja de Gaza.

    Siguiendo su entusiasmo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló que «el corazón de esta nueva PFA» va a estar concentrada «en una tarea fundamental: llegar al hueso de cada una de las organizaciones que intentan tener poder y dinero en este país«.

    Imagen: iProfesional.

    Además de inaugurar el Departamento Federal de Investigaciones (DFI), el decreto 383/2025, que expresa el objetivo de «reorientar la misión de la institución hacia una policía de investigación enfocada en cierto tipo de delitos», autoriza a la PFA a «realizar tareas de prevención del delito en espacios públicos digitales, tales como redes sociales abiertas, sitios web públicos y otras fuentes abiertas». En la misma línea, la reglamentación también habilita a la fuerza a realizar detenciones sin orden de un juez.

    Realizar, sin necesidad de autorización judicial, tareas de prevención del delito en espacios públicosdigitales, tales como redes sociales abiertas, sitios web públicos y otras fuentes abiertas, conforme a las pautas yprincipios rectores dictados para dichas actividades por la autoridad competente

    En esa línea, el DNU le permite también a la PFA «tener acceso a información y bases de datos públicas con el fin de llevar adelante, de manera justificada, tareas de investigación o de inteligencia criminal«, además de la facultad de «solicitar el acceso a bases privadas«.

    También, en su artículo 6, inciso 8, habilita a la fuerza a «registrar y calificar a personas dedicadas habitualmente a actividades que debe reprimir», sin orden judicial, además de requisar a personas o bienes, cuando haya elementos suficientes que «hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiere cometer algún hecho delictivo». Es decir, la posibilidad de requisar o detener queda sujeto al criterio discrecional de cada agente o de las órdenes de la mismísima Bullrich.

    Imagen: El Destape.

    El DNU incluye, además, la prohibición de la posibilidad de que la fuerza sea conducida por un civil. En ese sentido, en el artículo 20 del capítulo II del Anexo establece que «la Jefatura de la POLICÍA FEDERAL ARGENTINA será ejercida por UN (1) Oficial Superior de la máxima jerarquía de la institución en actividad o retiro, que designará al efecto el PODER EJECUTIVO NACIONAL a propuesta del MINISTERIO DE SEGURIDAD NACIONAL».

    Finalmente, el decreto firmado por Milei, Bullrich y el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, crea un Programa Presupuestario de Modernización de la Policía Federal Argentina», bajo la órbita del Ministerio de Seguridad Nacional, destinado a realizar inversiones en bienes y soluciones tecnológicas, y que señala que será financiado con el ahorro derivado de la reducción de la cantidad de ingresantes. Asimismo, el punto 9 del DNU declara en emergencia a la Federal por dos años, lo que concede discrecionalidad al ministerio que conduce Bullrich para hacerse cargo de las licitaciones express.

    «Estamos ante un declarado cambio de régimen, con destrucción de derechos garantías y libertades democráticas»

    Entrevistada esta tarde por Alejandro Bercovich en «Pasaron Cosas» (Radio Con Vos), María del Carmen Verdú, abogada y militante de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), consideró que con este nuevo DNU del gobierno nacional «ahora la Policía Federal pasa a ser una especie de ejecutora o garante de la seguridad nacional«, porque «le dan facultades para hacer ciberpatrullaje, las páginas web que visitamos, requisas, detenciones y allanamientos«.

    Imagen: iProfesional.

    Asimismo, tras historizar los fallos a favor y en contra y debates judiciales en torno a la cuestión particular de las requisas durante los últimos 40 años, Verdú recordó que «en los últimos fallos la Corte iba en contra de estas requisas», y consideró que «lo que hace esta resolución es habilitar de forma absolutamente discrecional las requisas sobre cualquier persona o vehículo en cualquier circunstancia» y, al respecto, parafraseó al periodista y militante Rodolfo Walsh, quien sostenía: «ya sabemos que los antecedentes y el fierro también lo ponen los policías».

    Pero, principalmente, hizo hincapié en la gravedad del último párrafo del DNU, que habilita «la exhibición ostensible del arma de fuego», cuando la policía lo considere necesario.

    «Lo que pretende Patricia Bullrich es esto de convertir a la PFA en una especie de FBI, cuando en realidad la PFA tiene funciones muy claras. Tienen todo el paquete de delitos federales a su cargo. Tienen dos funciones básicas: la de la prevención y la judicial. Distingamos, como es en EE.UU., la policía de prevención, que está en la calle, y otra la de investigación, que es la policía judicial, que tiene que depender de los jueces«, remarcó.

    Para finalizar, consideró: «es una medida más que se suma a todas las que venimos padeciendo desde diciembre de 2023 a la fecha, que explican porqué decimos que ya no estamos, como con Macri y Bullrich, en un estado de excepción no declarado, sino que estamos ante un declarado cambio de régimen, con destrucción de derechos garantías y libertades democráticas. Nos va a costar muchísimo volver a donde estábamos. Porque están haciendo pelota todo el sistema normativo y reestructurando todo el sistema represivo estatal», alertó.

    Foto: NA.

    En tanto, en un comunicado titulado «Nuevo estatuto orgánico de la PFA: Menos libertad, más represión«, CORREPI remarcó que a partir del nuevo DNU, «en lugar de investigar hechos o personas a pedido del poder judicial, es la policía la que decide qué elementos reunir, respecto de qué hecho, para luego dar inicio a una causa judicial», y que, para eso, «también pueden acceder a información y bases de datos públicas y privadas y elaborar sus propias bases de datos y sistemas de información». También, remarca que «la PFA decidir qué allanamientos, detenciones o secuestros hay que efectuar y requerir a los magistrados la autorización para hacerlos».

    El organismo antirrepresivo también destaca «la habilitación a la fuerza para realizar requisas personales, de vehículos y pertenencias sin orden judicial, especialmente en la vía pública o en lugares de acceso público». Es decir, «basta que armen un control rutinario de la circulación para poder requisar a su gusto personas, pertenencia y vehículos», advierte CORREPI.

    Asimismo, alerta: «en consonancia con el protocolo de uso del arma de fuego vigente desde diciembre de 2023 y el proyecto de reforma del art. 34 del Código Penal presentado por el poder ejecutivo en el Congreso, la resolución faculta a la PFA a hacer uso de la fuerza para el cumplimiento de sus funciones y específicamente a esgrimir ostensiblemente sus armas para asegurar la defensa oportuna de las personas o derechos de terceros o los propios, sin referencia alguna a las leyes y convenios internacionales supra constitucionales que imponen como requisito para usar el arma una amenaza equivalente y del mismo grado».

    «Este decreto y su anexo reglamentario se suman al conjunto de medidas ya implementadas desde el gobierno nacional, que vienen ampliando al infinito las facultades policiales, reduciendo controles y garantizando la impunidad de sus ejecutores y mandantes, lo que ya se refleja en el abultado aumento de los fusilamientos de gatillo fácil, las detenciones arbitrarias y la represión cotidiana a la protesta social«, finaliza el comunicado de CORREPI.

     

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  • El Gobierno reformó por decreto la Ley de Migraciones

     

    Imagen ilustrativa

    El gobierno de Javier Milei oficializó el Decreto 366/2025, mediante el cual se implementa una profunda reforma a la Ley de Migraciones, la misma fue votada en el año 2004 por amplia mayoría por el Congreso de la Nación. La medida, publicada en el Boletín Oficial, introduce modificaciones significativas en las condiciones de ingreso, permanencia y acceso a servicios sociales como educación, salud, residencia y trabajo. Entre los principales cambios, se destacan nuevas exigencias para la regularidad migratoria, ciudadanía argentina y cambios en tiempos administrativos y judiciales para la ejecución de expulsiones. Por Pablo Cossio para ANRed. 


    La nueva categorización para el acceso a derechos sociales abre un camino de división entre el propio sector migrante: los residentes permanentes con derechos y los residentes nuevos sin ningún piso de acceso a derechos básicos. El carácter social de la nueva política migratoria abre un paradigma de exclusión para cientos de miles de migrantes que se encuentran tramitando su residencia en el país. 

    Salud y educación

    Uno de los puntos más sensibles es la modificación en el acceso a los servicios públicos de salud. A partir de ahora, a través de una declaración jurada, los extranjeros no residentes que ingresen al país deberán contar con un seguro o abonar la atención en los hospitales públicos nacionales, excepto en casos de emergencia. Es decir, los únicos que podrán acceder de manera gratuita son los residentes permanentes. 

    En el plano educativo, las universidades de gestión estatal establecerán aranceles para los estudiantes que no posean la categoría de residencia permanente. Aunque aún no se ha definido cómo se implementará esta medida, tampoco se conoce la adhesión, por sí o por no, de las instituciones educativas universitarias frente al decreto 366/2025. El cambio de fondo es claro: el acceso igualitario a salud y educación queda ahora supeditado a la categoría migratoria con carácter permanente. 

    Cambios en residencia y ciudadanía

    La validez inicial de la residencia precaria se reduce de 180 a 90 días y su renovación solo podrá realizarse mediante resolución fundada, es decir, presentando un criterio de radicación que valide la estadía en el país. Esta medida refuerza el rol de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), que mantiene la facultad de determinar el cambio de categoría migratoria.

    El acceso a la residencia permanente será más restrictivo: ahora se exige acreditar medios económicos suficientes (tener un contrato de trabajo o ingresos comprobables). A su vez, imitando el modelo de EEUU, se crea la Agencia de Programas de Ciudadanía por Inversión, en el ámbito del Ministerio de Economía, que evaluará el otorgamiento de la nacionalidad argentina a extranjeros que realicen inversiones calificadas como “relevantes”. Esta medida, totalmente economicista, privilegia a quienes traen dinero al país transformando el derecho a la residencia en una cuestión meritocrática y sujeta al poder adquisitivo (un cipayismo de primera línea). 

    Ingreso, permanencia y expulsiones

    También se amplían los motivos de inadmisión y expulsión, incluyendo la posibilidad de expulsar del país sin necesidad de condena firme, violando el debido proceso y el acceso a un juicio justo. Como todo en este gobierno, la medida roza la inconstitucionalidad y el estado de derecho.

    Además, se establece de forma expresa que quienes hayan ingresado con residencia temporaria o transitoria deberán abandonar el país al finalizar el plazo autorizado. El incumplimiento conlleva sanciones previstas en el artículo 61 de la Ley, que incluyen la expulsión inmediata. 

    El decreto prohíbe expresamente el trabajo remunerado para quienes estén en situación migratoria irregular. Esta medida apunta directamente contra el trabajador migrante que emprende en el espacio público.

    Otro aspecto controvertido es la facultad de la DNM para suspender trámites de residencia en casos en que el migrante esté siendo investigado penalmente, pudiendo otorgar sólo una residencia precaria y restringida. También se incorpora la posibilidad de solicitar la retención preventiva mientras se revisa judicialmente una orden de expulsión.

    En materia administrativa, se elimina la posibilidad de interponer recursos como el de alzada. El único camino será recurrir judicialmente a, por ejemplo, la decisión de expulsión dentro de un plazo de 15 días hábiles judiciales, lo que reduce sustancialmente las garantías procedimentales y el derecho a la defensa. 

    Con la entrada en vigencia del decreto 366, la política migratoria argentina cambia de rumbo de manera drástica, se recortan derechos fundamentales para la población migrante y se avala, una vez más, la criminalización y discriminación. Un país que históricamente se definió como tierra de acogida, enfrenta ahora un paradigma más restrictivo y securitista, con consecuencias directas sobre la vida de miles de trabajadores migrantes que aportan con su fuerza de trabajo al desarrollo del país. Ayer el gobierno de Milei decidió desconocer estos aportes y recortar los pocos derechos sociales, económicos y políticos de miles de migrantes.

     

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  • ANSES: quienes son los que quedarán afuera del beneficio de asignación por hijo

     

    El aumento de las asignaciones familiares en octubre, de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), que busca acompañar las variaciones salariales, dejó fuera del beneficio al 22% de los trabajadores registrados en blanco, principalmente aquellos considerados de clase alta y media alta.

    Entre los afectados se encuentran cargos directivos, supervisores, gerentes, profesionales especializados en informática y marketing, y gran parte del personal bancario y de fintech, quienes tampoco percibirán los montos por cónyuge, hijo, nacimiento, adopción o matrimonio establecidos por ANSES.

    Según la Resolución 318/25, de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), para acceder a las asignaciones familiares en la liquidación de sueldos de octubre, los ingresos individuales no deben superar los $2.403.613 brutos, mientras que el tope familiar total es de $4.807.226.

    Los interesados pueden consultar si cumplen con los requisitos a través del sitio oficial de ANSES, ingresando su número de CUIL y algunos datos personales, donde el sistema informará si la prestación está activa y la fecha de cobro correspondiente.

    Los cargos directivos y de supervisión, ciertos puestos gerenciales, especializados en informática, marketing y gran parte del escalafón bancario y de fintech no sólo con el ajuste de septiembre estarán al margen de que les liquiden los $14.223 por cónyuge, $12.340 por hijo, o $68.341 nacimiento, $408.616 por adopción y $102.330 por matrimonio que regirán desde este mes, sino que también les retendrán impuesto a las ganancias.

    Para acceder a una asignación familiar en la liquidación de sueldos de octubre, el ingreso máximo individual permitido fue fijado en $2.403.613 brutos, mientras que el tope total del grupo familiar se fijó en $4.807.226, según la Resolución 318/25 de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

    De todos modos, el atraso salarial acumulado en el año, llegado julio, ubicó la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) en $1.510.680,81, casi en línea con la pretensión transmitida en la encuesta con la que se elaboró el último Index del Mercado Laboral de la consultora Bumeran.

    Pero por debajo del límite establecido en octubre para cobrar las asignaciones familiares, inclusive si se tomase un 5% promedio para el incremento trimestral pactadose agregarían $75 mil en números redondos., ubicándolo en casi $ 1.600.000. 

    Frontera salarial

    ANSES aclaró que, en caso de que uno de los integrantes del hogar supere el límite individual o el total conjunto exceda el monto establecido, el grupo pierde el derecho a cobrar estas prestaciones.

    Las personas que deseen verificar si cumplen con los requisitos pueden consultar en el sitio oficial de la ANSES. Allí, con el número de CUIL y algunos datos personales, es posible conocer si la prestación está activa y cuándo corresponde el próximo pago.

    Para crear la Clave de la Seguridad Social de la ANSES se deben seguir los siguientes pasos:

    • Ingresar a la página de la ANSES
    • Completar el formulario con el número de beneficio o de CUIL
    • Hacer clic en el botón “Consulta”
    • Si corresponde, el sistema informará el lugar y la fecha de cobro (desde el primer día hasta el último en que se puede cobrar la asistencia en cuestión).

    Los montos actualizados para octubre

    Asignación Familiar por Hijo:

    Hasta $907.793 → $58.631

    De $907.793,01 a $1.331.368 → $39.548

    De $1.331.368,01 a $1.537.111 → $23.920

    De $1.537.111,01 a $4.807.226 → $12.340

    Hijo con discapacidad:

    Hasta $907.793 → $190.902

    De $907.793,01 a $1.331.368 → $135.050

    Más de $1.331.368 → $85.234

    Asignación por cónyuge: 

    $14.223 (siempre que no se supere el tope general).

    Asignación por maternidad

    el monto se calcula según el salario bruto de la trabajadora y no está sujeto a límites del grupo familiar.

    Asignaciones por nacimiento, adopción o matrimonio:

    Nacimiento: $68.341

    Adopción: $408.616

    Matrimonio: $102.330

    Asignación prenatal: 

    sigue los mismos valores y tramos que la Asignación Familiar por Hijo.

    Asalariados registrados

    Según datos oficiales, a mayo hay 10.110 millones de trabajadores asalariados registrados (que incluyen sector privado, sector público y trabajo en casas particulares) y 3,101 millones de trabajadores independientes registrados (monotributistas y autónomos), según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

    En total, suman unos 13.211 millones de trabajadores registrados, que si se encuentran dentro de los límites salariales estipulados están en condiciones de cobrar las asignaciones familiares.  

    The post ANSES: quienes son los que quedarán afuera del beneficio de asignación por hijo first appeared on Alerta Digital.

     

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