Guillermo Dietrich gastó el 25% del presupuesto de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) para facilitar el negocio de parques eólicos donde participó la familia Macri y el futbolista Carlos Tévez y que derivó en una causa que la justicia federal tiene dormida, como casi todas las que involucran al ex presidente.
Dietrich ordenó que vehículos y personal de Seguridad Vial acompañaran a los camiones que trasladaban las aspas de los molinos hasta los parques eólicos.
Si bien los camiones ocupaban algo más que un carril entero, que los componentes llegaran a destino era una cuestión que debían resolver los privados.
“El desarrollo y fomento de las llamadas ‘energías renovables’ -entre ellas la eólica- resulta eje de la política energética gubernamental nacional, mediante la implementación de programas tendientes a incrementar las inversiones y eficiencia energética”, explica Dietrich en una nota dirigida a Carlos Alberto Pérez donde justifica la intervención de la ANSV.
El costo para la Agencia fue de una cuarta parte de su presupuesto total. “De las Actas Compromiso en estudio no se desprende que impliquen erogación alguna para la ANSV, cuando la realidad de los hechos demuestra que en varios de los rubros analizados condujeron a que un 25% del total ejecutado por la Agencia sea destinado a cumplir con dicho compromiso”, dice el dictamen jurídico que analizó la gestión del macrismo en la Agencia.
Dietrich ordenó que vehículos y personal de Seguridad Vial acompañaran a los camiones que trasladaban las aspas de los molinos hasta los parques eólicos. Si bien los camiones ocupaban algo más que un carril entero, que los componentes llegaran a destino era una cuestión que debían resolver los privados.
Un informe de la Auditoria General de la Nación (AGN), presidida por la oposición, encontró severas irregularidades en las licitaciones de energías renovables durante el macrismo. A esto se suma otra auditoría que revela que Dietrich y el titular de Vialidad, Javier Iguacel, evaporaron sin obras concretas registrales unos USD 50 millones de la agencia de Seguridad Vial, como reveló LPO en exclusiva.
En 2016, la familia Macri asociada con Tévez, le “compró” a Isolux los proyectos para construir 6 parques eólicos, de los cuáles uno solo estaba terminado, y dos solares en la Argentina. Por esos proyectos la familia Macri y Tévez pagaron 25 millones de dólares. Los vínculos de la famialia Macri con isolux también se cruzaron en la obra del Paseo del Bajo, donde Angelo Calcaterra, primio y socio de Macri en la constructora de la familia, se quedó con el tramo más rentable de la obra y terminaron en la causa Cuadernos.
Según investigó el diario Perfil, después de varias triangulaciones, los parques eólicos y solares terminaron en poder de la compañía china Goldwind, fabricante de molinos de viento, y de Genneia, manejada por Darío Lizzano. El pase de manos se hizo en tan solo un año y le reportó a la familia Macri y a Tévez una ganancia de 70 millones de dólares, de los cuáles el “jugador del pueblo” se quedó con 17 millones y Guillermo Barros Schelotto con otros 700 mil dólares. Ambos giraron sus dividendos a bancos de Estados Unidos.
Tras la asunción de Javier Milei, Macri intentó que Dietrich desembarcara en el gobierno libertario. Sin suerte, el ex ministro se alejó de la política. Pasa sus días comiendo mariscos en El Rancho de Pirulo, en la Juanita, y el exclusivo country Arelauquen de Bariloche, mientras hace lobby en la licitación de la Hidrovía, se supone en favor de la firma holandesa que empuja Macri.
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La Municipalidad de Villa Regina informa que, a raíz de la crecida del río Negro, el servicio de Balsa en Isla 58 permanecerá interrumpido hasta nuevo aviso. Difunde esta nota
Dos ex jefes máximos de policía de Santa Fe fueron condenados a seis años de prisión efectiva tras ser investigados por liderar una asociación ilícita que realizaba maniobras delictivas relacionadas a la reparación y compra de repuestos para vehículos policiales, en un juicio donde el gobernador Maximiliano Pullaro declaró como testigo de la investigación, ya que fue el denunciante de los hechos.
Los dos condenados son Rafael Grau, de 61 años, y Omar Odriozola, de 59. Ambos condujeron la policía santafesina entre 2013 y 2016 desde la jerarquía más alta como comisarios generales. Es un hecho histórico, en tanto es la primera vez que dos jefes de la fuerza son sentenciados por defraudación agravada a la administración pública y asociación ilícita.
El asunto va más allá de los comisarios. El actual presidente del tribunal de Cuentas de la provincia, Oscar Biagioni, también quedó en evidencia en el juicio, por ofrecer asistencia y cobertura a uno de los jefes que terminó condenado, lo que provocó que el diputado santafesino Fabián Palo Oliver presentara en su contra un pedido de juicio político.
Fabián Palo Oliver, de pie, junto a su banca.
Grau fue jefe de la policía provincial entre septiembre de 2015 y febrero de 2016. Odriozola ocupó el mismo cargo con anterioridad, desde febrero de 2013 hasta septiembre de 2015. Les atribuyeron a ambos la autoría del delito de asociación ilícita en carácter de jefes, en concurso real con la coautoría de defraudaciones en perjuicio de la administración pública.
El caso expresa un tipo de delito sistémico en la institución policial, que es el desvío fraudulento de partidas para la fuerza. Hace un mes, en Rosario quedaron presos por seis meses trece funcionarios policiales que participaron de robo de partidas para el combustible de los patrulleros de la ciudad, lo que suponía un robo mensual de 45 millones de pesos, desde hacía meses.
La investigación que termina ahora con los máximos jefes presos la empezó el fiscal santafesino Roberto Apullán en mayo de 2016. Pullaro, por entonces ministro de Seguridad, recibió una carta anónima en la que se mencionaban maniobras fraudulentas en el Departamento de Logística (D4) de la fuerza. El ardid consistía en pagar facturas por reparaciones a móviles que nunca fueron realizadas. A montos actualizados el desfalco fue por unos 250 millones de pesos.
En septiembre de 2017, Apullán pidió allanamientos a Gendarmería Nacional en talleres mecánicos, tres de Santa Fe y uno de Rosario. También se requisaron oficinas de la Jefatura como de la Unidad Regional I de Santa Fe y se peritaron diez vehículos. En la mitad de las unidades no se había realizado las reparaciones facturadas.
Pullaro, el día que declaró contra los policías presos.
“Los dos acusados eran los jefes de una asociación ilícita de carácter permanente, estable y organizada, formada por funcionarios públicos policiales y por civiles”, informó el fiscal Ezequiel Hernández al imputar a Grau y Odriozola. “Usando su potestad jerárquica, los dos exjefes policiales dispusieron los medios por los cuales la organización se valió para ejecutar sus planes criminales, habilitaron el ámbito de las maniobras defraudatorias y consintieron las actividades ilícitas desplegadas”, refirió.
La modalidad delictiva, dijo el fiscal, consistía en facturar reparaciones de móviles policiales que no se hacían y de repuestos que no se compraban. Esto se hacía burlando el procedimiento administrativo respectivo. “Los dos acusados firmaron cheques y realizaron facturas y rendiciones de cuenta que permitieron la disposición patrimonial ilegítima. Coordinaron acciones con Facundo José Testi -organizador de la banda- y con sus miembros. Y determinaron el reparto de las utilidades conseguidas ilegítimamente”, afirmó el fiscal Hernández.
Usando su potestad jerárquica, los dos exjefes policiales dispusieron los medios por los cuales la organización se valió para ejecutar sus planes criminales, habilitaron el ámbito de las maniobras defraudatorias y consintieron las actividades ilícitas desplegadas.
Además de los dos ex jefes condenados ayer, hay otras nueve personas que ya fueron sentenciadas -cinco de ellas a penas de cumplimiento efectivo- en juicios abreviados. Los acusados admitieron su culpa y pagaron cinco millones de pesos en multas en 2020.
Entre estos condenados, están Raúl Alberto Patriarca, policía, ex habilitado de la Jefatura provincial. Ariel Hernán Villanueva, de 44 años, policía y contador público, ex habilitado de la jefatura provincial. También José María Leiva, exjefe de Logística de la policía santafesina. Facundo José Testi, civil, responsable del comercio “T-gráfica”, organizador de la asociación ilícita. Rodrigo Ruiz, de 30 años, civil, responsable del taller “Servicio Mecánico”. Y Maximiliano Ambrosio, de 38 años, civil, vendedor de repuestos.
Devolver el sopapo
Este juicio dejó en una posición frágil a un funcionario de mucho peso en la estructura institucional de la provincia y a la vez de perfil polémico. Es Oscar Marcos Biagioni, que cumplió funciones durante cinco décadas para diversas gestiones en cargos clave de la provincia.
Biagioni, según revela una escucha telefónica difundida en las audiencias, se puso a disposición del comisario Grau destacando que le ofrecía lo que necesitara en su carácter de presidente del Tribunal de Cuentas y ofreciéndole que podía contar “con la información” y con “todos los datos” que le podía brindar en tal carácter.
Oscar Biagioni, presidente del Tribunal de Cuentas.
Algo tan serio como eso queda al desnudo en las escuchas. Biagioni le dice a Grau que conoce al autor del anónimo que lo delató, que es Juan Barrios, de Transporte. Y le dice que a esa acción “hay que responderles con una chanchada superior”, que “tiene que volver el mismo sopapo” y que “sepan de dónde viene la piña”.
Hay que responderles con una chanchada superior. Tiene que volver el mismo sopapo. Que sepan de dónde viene la piña.
Dos días después de estos dichos, Barrios fue abordado en la calle por desconocidos que le preguntaron si era “Barrios”. Ante la admisión lo golpearon y amenazaron diciéndole “te vamos a hacer boleta, no hablés, vos sabés de qué hablamos, sabemos que tenés mujer, que está embarazada y que está sola. Quedate callado, porque te vamos a hacer boleta a vos y a tu amigo”. Esto determinó que a Barrios le suministraran protección.
En esas escuchas, Biagioni insulta al entonces ministro Pullaro por denunciar el caso que ahora terminó de juzgarse. “Si querés, citame”, le dice a Grau en su charla telefónica. “No hay nada peor que un idiota con iniciativa. Este tiene menos luces que un arbolito de Navidad con las luces apagadas: fracturó a la policía”.
¿Hay alguna acción penal contra Biagioni a partir de lo revelado en este juicio? Fuentes del MPA Santa Fe consultadas por LPO prefirieron no responder.
El funcionario trabaja desde 1974 en la administración provincial, en posiciones jerárquicas en gestiones de distinto signo político. En las dos ocasiones en que llegó al Tribunal de Cuentas como vocal, fue designado de manera ficta al no reunirse mayoría suficiente para impugnar su pliego en la Legislatura. Ahora, el diputado Oliver hizo una presentación para su juicio político.
La Secretaría de Obras y Servicios de la Municipalidad de Villa Regina se encuentra realizando tareas de limpieza en distintos sectores de la ciudad. Personal y maquinaria de la Dirección de Servicios Públicos trabaja en barrio San Martín, barrio Nuevo y barrio Pretto, levantando la basura arrojada en lugares no permitidos. En la jornada de…
Entre cortes y recortes marchan minuta los exquisitos e impolutos milagros argentos de cada día.
Por A. S. Cegán para Noticias la Insuperable ·
Como esas pizzas que marchan al corte para que el mozo de mostrador las reparta en porciones a satisfacción de los que demandan muzza con fainá o jamón y morrones, los fallos de jueces, camaristas y supremos salen a la diestra -nunca a siniestra- para calmar el apetito voraz de comensales acicateados por mercados -tanto de capitales como de sufragantes en potencia- impacientes.
Esta vez el trío de mozos de Talcahuano sacó una porción a pedir de boca de indignados, fans de la transparencia selectiva y de la difusión irrestricta de meme coins, núcleo duro que se espera no falte a la cita comicial por venir. En la red de Elon se habló de milagro, Corte de lujo o Justicia Divina anticipada por el iluminado Carone, francamente enemigo de Guille pero mucho más del populismo izquierdizante.
No estamos ni en la Cour des miracles, ni en el París distópico de Kester Grant, ni en la corte de la reina Isabel II, estamos en la república impoluta que libertarios con toga y ex cambiemistas con peluca afirman con fervor digital que ha castigado a los corruptos que se fagocitaron dos PBI gracias a un tridente de jurisconsultos guiados por las fuerzas del firmamento, nunca desnortados.
Nunca desnortados pero sí denostados por zurdos insufribles e inservibles kirchos. Zurdaje domado, se sabe, por el paladín que jubiló al precursor Mauricio, un domador ya agotado a fuerza de blandir látigo sobre reposeras y menesterosos que, también se sabe, no piensa irse de miércoles a la plaza.
A los pasivos les dejó un presente griego, que no será Caballo pero sí Pato criollo con peluquín. El estadista precursor merece algo de FIFA y mucho Cumelén, pero ni pizca de Milanesa a la Olivos ahora que disfruta Supremas a la carta.
A los milagros de la corte los complementan otros, también al corte, que sirven Toto y Bau entre REPOs, golondrinas y medianoche para que festejen traders foráneos junto al trolaje vernáculo de la libertad virtual, aunque no falte el atildado de derechas que extrañe las granjas PRO con toques de Cambridge y mesado de barbas adversarias a lo Durán Durán.
Como los milagros no cesan, el éter explota: en marco de bonanza indiscutible, el vástago de Roberto rubricó por sortilegio IPC de punto y medio, porción cual fugazzeta que vale récord de un lustro en la barra de las estadística de potro inquisitorial que caerá como Sambenito sobre detractores siniestros anque econochantas de la pifia eterna. El IPC núcleo del 2,2 será domado en ciber-edición extra de Jesús María con deflación de mayoristas.
Tanta música monoaural, para oído derecho, va dejando sordos a maestros, médicos y jubiletas: antes no la veían, ahora tampoco la escuchan. Es lo bueno de hacerle un corte de mangas a disolventes y degenerados fiscales. Basta de pagar la fiesta de galenos codiciosos. Vamos con los de bien a cortarle el rostro al académico melindroso e igualmente al pasivo revoltoso.
De milagro en milagro, de corte o al corte, contando como le cortamos el chorro a chorras y chorros, con superávit ganado a fuerza de recortes, sin cortar el virtuoso endeudamiento ni obstruir con plazos las bicisendas de mercado, con metafórico pero cuasi literal alquiler de reservas y Panchito Lamolina enseñando el «siga, siga» en el Fondo, nos cortamos solos como faro de libertad en este mundo que la red acorta para hacer la pata ancha sin cortapisas ni quedarnos cortos.