¿NOS OLVIDAMOS DEL OLVIDO?
Quien es incapaz de instalarse, olvidando todo lo ya pasado, en el umbral del presente, quien es incapaz de permanecer erguido en un determinado punto, sin vértigo ni miedo, como una diosa de la victoria, no sabrá lo que es la felicidad o, lo que es peor, no hará nunca nada que haga felices a los demás
F. Nietzsche
La dicotomía entre memoria y olvido ha ubicado al olvido en el olvido. Un olvido desvalorizado, marginalizado, y sacrificado por una “memoria ejemplar”.
La magnificación de la memoria es el eje de una vida útil, de una hipertrofia de la historia que se presentifica en objetividades disciplinarias…
La totalización de la memoria engloba todo: la genética y sus mapas, los recuerdos y sus contenidos, la verdad y la mentira, el pasado y sus bifurcaciones, las alegrías y las tristezas, el inconsciente y la consciencia, los aciertos y los errores, los hechos y las interpretaciones, las imágenes y los sonidos, el sentido correcto y el absurdo desproporcionado, el poder reinante y las revoluciones contra ese poder…
¿Porqué la memoria adquiere tanto valor? ¿Será para ser útil a la funcionalidad de las producciones sociales? ¿Será para mantener los privilegios de la cultura? ¿Será para encubrir las persistencias del poder? ¿Será para sobredeterminar los intereses particulares?
El castigo ante el olvido nos marca y traumatiza desde la infancia, y las instituciones lo refuerzan… Usted ha sido declarado culpable por haber olvidado. Ahora, ¡debe cumplir la condena!
Y entonces, la memoria se ha especificado, y así surgen los diferentes tipos: memoria reciente, remota, instrumental, implícita, explícita, semántica, biográfica, numérica, y memorias para memorizar todo lo que anda suelto en lo artificial y muy cerca de los mecánicos actos. Naturaleza de las mómias de memorias en red que abarcan la existencia hasta atraparla sin intersticios o puentes hacia otras dimenciones…
Excesividad de la memoria como en Funes el memorioso de Borges, o por el premio Nóbel del descubrimiento de las partes del cuerpo de la memoria. Positividad de una memoria que absorbe las palabras y las cosas…
¿Cuántos tipos de olvido conocemos? ¿Hay un olvido selectivo y un olvido general? ¿De qué vibraciones o sensaciones se constituye el olvido? Pareciera que olvido es sólo un síntoma adquirido por la Ciencia para señalar una herida para suturar, un hueco para rellenar, un desperfecto para medicar o reparar.
¿Hay un olvido positivo que se contrapone a una memoria negativa? ¿Hay un olvido neutro que ondula entre el saber y la ignorancia? ¿Porqué seguir cayendo en el dualismo cuando analizamos al olvido y la memoria? ¿Cómo se construyen o decodifican los olvidos olvidados? El olvido ha estado al servicio de la reducción: el Psicoanálisis lo ha reprimido, la Ciencia lo ha demenciado, la Educación lo ha punido, la sociedad lo ha desintegrado, la identidad lo ha expulsado…
Saturación de las memorias que han aplastado al olvido, silenciándolo para siempre en un anonimato desolador, no dándole lugar para expresarse en un presente de “puros flamantes recuerdos”, condenándolo a muerte; y luego, asesinado por la diosa Mnemósine, mientras Orfeo soñaba sin olvidos.
Imagen de portada: La duración apuñalada,R. Magritte