MIGR-ANTES Y DESPUÉS
La migración es una experiencia de vida; y en los seres humanos, como en otras especies, comienza en la etapa embrionaria en lo que se ha dado a llamar: migración celular.
Cuando hablamos de migración, hablamos de movimiento. Pero no son sólo las fronteras de un país que la definen, sino las necesidades, las defensas, los intereses, las motivaciones, las esperanzas o los miedos.
Actualmente vemos como a duras penas y en caravanas, miles de hondureños quieren llegar a EE.UU recorriendo más de 10 mil kilómetros a pie dejando atrás la violencia endémica que afecta a los países del denominado Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala), sin saber siquiera si podrán ingresar o no al país de Donald Trump.
También lo observamos en Europa cuando las barcazas desvencijadas donde se hacina la esperanza salen de todas partes de África, especialmente del norte, y pretenden llegar a las ansiadas costas del viejo continente. Este año la OIM, agencia de migraciones de la ONU, asegura que cerca de 3.500 migrantes murieron en todo el mundo.
¿Quedó en el olvido, el intento de los cubanos de salir de su isla?
Tampoco hace falta irnos tan lejos, pues nuestra región sabe de corrientes migratorias (por su historia y su presente). Por ejemplo, este año el éxodo venezolano es superior al millón y medio de personas que emigraron a países sudamericanos.
En estos días nuestro país vecino Chile, deportó (repatrió, maquillan los chilenos ) a 175 haitianos, y aún esperan en la lista más de 1.500 migrantes, quienes se adhirieron a este plan se comprometieron a no volver. El gobierno chileno fue catalogado de “racista” ya que existen en su país comunidades extranjeras más cuantiosas que no son deportadas.
La Argentina, es un país de apertura a los migrantes desde la redacción de su Constitución Nacional, en su momento promoviendo la migración europea, hoy recibiendo a nuestros hermanos sudamericanos con los brazos abiertos, tan abiertos que por momentos no es necesario pasar por migraciones.
Es realmente impresionante como, además de las personas, otros animales migran para sobrevivir y perpetuarse: desde el salmón hasta la ballena, desde la golondrina hasta las cigüeñas, desde las langostas hasta las mariposas monarcas, desde el plancton hasta los cangrejos de tierra, desde las cebras hasta los elefantes.
La búsqueda incesante de una vida digna que cubra necesidades primarias, derechos adquiridos, y que ofrezca oportunidades que alimenten esa esperanza plena, dejando atrás miedos y ataduras, nos refleja como todo organismo viviente está en movimiento de un lado para el otro, a pesar de los obstáculos que se nos presenten, para continuar este viaje que es la vida…
Colaboración: Emiliano Piccinini