El fondo para los municipios es uno de los puntos de tensión en la negociación presupuestaria provincial 2026. El gobierno de Axel Kicillof propuso una asistencia integrada por un porcentaje del endeudamiento pedido. Sin embargo, en la oposición reclaman un monto fijo, desenganchado de la toma de deuda.
En su presentación de este martes en la Legislatura, el ministro de Economía Pablo López detalló que el fondo de fortalecimiento municipal que propone la Provincia se nutre del 8% de los USD 3.035 millones que pedirá de endeudamiento.
En la oposición rechazan ese formato porque, aseguran, «no da certidumbre» a los municipios sobre montos y plazos de la llegada de esa asistencia. No obstante, no tienen una postura definida sobre cuánto pedir.
Hay quienes sostienen que un número aceptable sería el equivalente a dos masas salariales sobre la cantidad de los trabajadores que tienen cada uno de los municipios.
Necesitamos una ayuda definida. Estamos recibiendo muchísimo menos de coparticipación. Todos los ahorros que teníamos los consumimos el año pasado y este
Eso, en un contexto donde intendentes de la oposición alertan sobre un situación financiera crítica que tiene su epicentro en el derrumbe abrupto de la coparticipación nominal a partir de la fuerte recesión económica.
«Necesitamos ayuda económica y financiera definida. Estamos recibiendo muchísimo menos de coparticipación. Todos los ahorros que teníamos los consumimos el año pasado y este. Ahora es día a día y siendo recontra austeros», dijo a LPO un intendente radical consultado.
En la Provincia confirmaron que el fondo estará atado a obras. Ahí también hay un choque con la oposición, que quiere que sean recursos de libre disponibilidad, justamente al fundamentar la urgencia de fondos para pagar sueldos que tienen algunos municipios.
Desde el gobierno provincial parecen dar algunas señales de poder ceder en el formato en que se consignó el fondo de ayuda para intendentes. «Nosotros lo planteamos de esta manera, ahora se abre una negociación», dicen desde el Ejecutivo.
Del lado opositor, por fuera del fuerte rechazo del PRO y libertarios, los radicales se muestran más permeables a la negociación con el gobierno de Kicillof. «Se aspira a un monto fijo, pero hay que ver qué acuerdo se puede lograr. Puede ser un mix también», dijo a LPO otro jefe comunal de la UCR.
«La idea es evitar inequidades pero siempre hemos acompañado presupuesto e impositiva y emergencias», sostuvo a LPO un legislador radical tras la exposición de López.
En la Legislatura hay radicales que aclaran que trabajarán por conseguirle el fondo a los municipios, pero que no van a aceptar una baja de línea del foro de intendentes.
Se aspira a un monto fijo, pero hay que ver qué acuerdo se puede lograr. Puede ser un mix también
Se trata de una posición que ilustra la convulsión interna de la UCR y que pone a los jefes comunales radicales en una zona de menor gravitación en el debate legislativo, comparado a los tiempos de Juntos por el Cambio.
Como fuere, uno de los intendentes UCR que asegura mantener canales de diálogo abiertos con sus correligionarios en la Legislatura, sostuvo que no es aceptable el fondo atado a la deuda: «El endeudamiento lo puede tomar en cuotas, no sabemos cuándo puede llegar a colocar la provincia y qué posibilidades puede tener de colocarlo y eso no nos significa nada. Queremos algo fijo y establecido ahora», dijo.
La historia exhibe la resistencia de las comunidades originarias al avance extractivista sobre las Salinas Grandes. Podrá verse de manera virtual y gratuita desde este domingo hasta el 9 de agosto. El documental «En el nombre del litio», en el que los cineastas Cristian Cartier y Martín Longo exhiben la resistencia de las comunidades originarias…
Nadie imaginó la caída. Ni las lágrimas de Espert, ni las turbulencias económicas, ni la intervención de Trump en la economía, ni la denuncia de que estábamos ante un gobierno de ocupación preanunciaron la victoria de Milei en la provincia de Buenos Aires. El peronismo —desde el 7 de septiembre— observó en cierta concatenación de eventos una victoria más ajustada, pero victoria al fin. La tarima en el búnker estaba preparada para festejar y no para pasar a la resistencia. El discurso sonó —como toda la campaña— desconectado. Hubiera sido más reparador asumir la derrota, saludar al contrincante y agradecer a la militancia que llamar a resistir. Nadie puede resistir cuando se tiene una vida tomada por las restricciones de la cotidianidad. “Resistan ustedes, yo tengo otra cosa que hacer”.
Los romanos observaban a los pájaros para escudriñar la voluntad de los dioses y así tomar decisiones. Le ponían empeño en buscar a las aves. Ver sus movimientos y gestos. El arte de decidir implicaba mirar y entender bien.
Cuando la derrota fue un hecho, el problema de un sector del peronismo —principalmente dirigentes de La Cámpora— fue reclamarle al gobernador Axel Kicillof que no había sabido interpretar ni a los pájaros, ni a los dioses, ni a CFK. Te lo dije: Cristina tenía razón. Y no solo eso: el conurbano va a salvar a la patria, como una suerte de destino manifiesto más allá de los políticos, del gobernador y de los intendentes.
Nadie puede resistir cuando se tiene una vida tomada por las restricciones de la cotidianidad.
El peronismo en su conjunto no pudo interpretar a los pájaros y cayó. Se quedó sin comprensión, o mejor dicho, consumió otros diagnósticos y colocó la mirada en otros sucesos. Los intendentes plantearon otra explicación. El intendente de Ezeiza, Gastón Granados, le recordó a los dirigentes nacionales que los intendentes son los que tienen los votos. El de Ensenada, Mario Secco, reprocho que cuando les conviene, a los intendentes los usan. Y después, cuando no les conviene y necesitan un chivo expiatorio, los agarran para gastarlos. Cuando la victoria no es conseguida por quien lidera aquellos que gobiernan los territorios reclaman y presionan para limitar sus decisiones a futuro (porque fallaron).
Es posible que pronto observemos una rebelión sórdida y no estruendosa de los intendentes para recuperar un lugar de gravitancia en las decisiones. El primer test match será por la presidencia del PJ en la provincia de Buenos Aires. Ya se inició la disputa y le recordaron —en las paredes de la sede del PJ bonaerense— a su presidente, Máximo Kirchner, que basta de herederos y bendecidos y que el Partido Justicialista no es su monarquía. Son los coletazos del 26 y una miniprotesta No Kings como la de Estados Unidos.
Ahora bien, más allá del ruido de las controversias podríamos restarle algo de peso explicativo al desdoblamiento y plantear otras cuestiones.
Los romanos observaban a los pájaros para escudriñar la voluntad de los dioses. El problema de un sector del peronismo fue reclamarle Kicillof que no había sabido interpretar ni a los pájaros, ni a los dioses, ni a CFK.
El liderazgo de Cristina Fernandez se achica. Hace tiempo que va perdiendo el control, tanto nacional como provincial. Hoy es la líder de un ghetto que fue perdiendo maniobrabilidad en las dos plataformas que el peronismo —desde décadas— había establecido para diseñar su estrategia de poder nacional: conurbano más provincias (una estrategia que da cuenta del diseño institucional de nuestro país). Su imposición como jefa del PJ llevó a tensiones con gobernadores como Ricardo Quintela y a la intervención de ciertas provincias con resultados muy desastrosos: en Jujuy, Fuerza Patria no logró ni un diputado, y en Salta y Misiones le sirvió en bandeja el triunfo a LLA. “Vino la señora e intervino el Partido Justicialista, así le fue en las provinciales y ahora se quedó sin nada en las nacionales”, sostuvo el gobernador salteño, Gustavo Sáenz.
Cristina tiene una carrera de “achicamientos” territoriales y de su propio dominio político: desde su presidencia rompió con el peronismo cordobés y tomó decisiones erráticas en la provincia de Santa Fe. Inclusive, cuando impuso su candidatura como presidenta del PJ, Alejandra Vigo —senadora nacional y pareja de Juan Schiaretti— sostuvo que el peronismo de Córdoba “nada tiene que ver con el kirchnerismo”. Jaldo —mucho más escurridizo y astuto— vio la potencialidad de los libertarios e hizo un gesto a CFK para unificar al PJ y así ganar las elecciones y sentarse a negociar en mejores condiciones con Milei. En Tierra del Fuego, la división del peronismo trajo consigo la victoria de LLA y las fisuras tardarán en suturar. Sus intervenciones provocaron más malestar y descontrol que beneficios. Mientras CFK descontrolaba los territorios —incluido el bonaerense— y el peronismo se desestabilizaba, Milei, con todos los recursos políticos posibles, se montaba en el tablero de comando de la economía. ¿Quién votaría a un espacio donde su máxima dirigente desguaza una vieja articulación de los peronismos y provoca más incertidumbres?
Belicosidad, intervención y achicamiento de un liderazgo que, además, no logró expresarse ni ser visto —por un sector mayoritario de la sociedad— como alguien que pudiera proponer futuro y transformación. Milei se quedó con los logros, la propuesta de transformación y la certidumbre. Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires se acercó a una idea de desestabilización y de guerra interna. El asedio a Kicillof, el insistente recurso del bloqueo o limite a Milei (“a una fuerza hay que oponerle otra fuerza”, decía Taiana) y la sensación de mayor inestabilidad por parte del peronismo hizo de Cristina un liderazgo sin promesa, sin futuro y sin capacidad entender las transformación de los últimos años. Y más aún, nadie en el peronismo propuso una alternativa económica a Milei. Massa fue un liderazgo del límite a CFK en 2013, ahora CFK se ofrecía más como obstáculo para muchos y muchas y como símbolo de la desestabilización. ¿Qué pasará en la economía si gana el peronismo? El temor y preocupación lanzaron a más votantes a las calles: el 7 de septiembre participó el 61 por ciento del padrón, mientras que el 26 de octubre fue el 68. Posiblemente ganó más el miedo y la preocupación de una desestabilización del futuro inmediato que el desdoblamiento.
Carlos Menem había enseñado que un liderazgo ganador debía expresar la transformación y el progreso (la nación, para después). Quien podía sostener dicha expresión ganaría elecciones. Cristina —si bien lo había logrado— hoy perdió ese lugar. Su figura no pudo “pegotearse” y establecer como núcleos prioritarios a los reclamos de la universidad y la salud pública y de los jubilados. Quien logró erigirse como el capitán de tormentas, capitalizar sus logros (control de la inflación) y dar pistas de transformación se quedó con el triunfo. Ese fue Milei. En parte, hoy gobernar es desmantelar esos problemas que aprisionan y toman las vidas cotidianas. Es desarmar cualquier sensación de caos en una vida por demás complicada. El liderazgo de CFK agregó esa sensación —en muchos y muchas votantes— de agregar desorden a la vida.
Sumado a esto, una campaña donde el peronismo no habló, no interpeló a los suyos, no dijo nada sobre los problemas estructurales que atraviesan a la provincia y al país y no esgrimió una agenda de futuro. Tanto CFK como Axel Kicillof hoy vuelven a consignas —como Estado presente— que para muchos y muchas se refieren a un momento al que no quieren volver. Están atrapados en una liturgia provista por sus gobiernos anteriores.
Si consideramos este raid de achicamiento del liderazgo de la expresidenta podemos indicar que ella desmanteló la vieja estructuración política que el propio Perón dejó como marca en el peronismo nacional. Su liderazgo y su dominio se fundaron en la articulación del mundo del conurbano con los grupos provinciales. CFK privilegió el contenido ideológico (o es lo que se percibió por los actores locales), más que una forma de ejercer el dominio y de reeditar la fórmula de la Coca Cola para los triunfos electorales. Ese liderazgo que “chupaba” votos de manera directa sin mediaciones de los territorios y de las instituciones partidarias lo logra insuficientemente por sí mismo. El territorio y las mediaciones se rebelaron.
El liderazgo de Cristina Fernandez se achica. Hace tiempo que va perdiendo el control, tanto nacional como provincial. Hoy es la líder de un ghetto que perdió capacidad de maniobra.
Si entendemos el liderazgo como una “inversión” social (establecer y dotar a un liderazgo con capacidad de realizar expectativas, promesas y sensibilidades), CFK se fue descapitalizando. Se redujo, desguazó la posibilidad de un dominio nacional y no pudo incorporar elementos de estabilidad y transformación a futuro. El consumo de la imagen de su liderazgo no termina de geolocalizarse en las sensibilidades mayoritarias, no trae alivio, no calma. San José 1111 se convirtió en un santuario donde los rezos vienen sin grandes resultados.
El peronismo bonaerense, en su conjunto, pagó muy caro no descender a la vida cotidiana del electorado, ni a los deseos e inseguridades que impulsaban las transformaciones en el mundo del trabajo y de la subjetividad. La lista de diputados nacionales de la PBA —atravesada por las tensiones con CFK y La Cámpora— no tenía conexión ni con los territorios (parecía una lista del peronismo porteño) ni con los reclamos de ciudadanos y ciudadanas (principalmente de sectores populares y medios) que atan sus vidas a las seguridades y los progresos. El peronismo tiene una agenda desubicada, más conectada con viejas retóricas que con el presente. Se presta a un antiperonismo rápido. No se localiza en el lugar de una minoría que debe reconstruirse ni escanear con más insistencia el pulso de las vidas barriales, laborales y profesionales. Además de no descender a la vidas ciudadana y dar la sensación de que lo que gravita es la interna peronista, la gestión de Axel Kicillof, pese a sus grandes esfuerzos presupuestarios por mostrar una gestión diferente, —reducción de fondos del Gobierno nacional mediante— impide mostrar una gestión alternativa. A su vez, la capacidad del presidencialismo argentino y de la polarización política le otorgó —en este caso— mayores posibilidades a un oficialismo que no perdió el control y que pudo administrar la confrontación.
La dinámica polarizadora organiza los discursos sociales y los atrapa. Y es tan fuerte que cuando dos periodistas le preguntan a Taiana por Venezuela, el candidato responde como profesor (habla de “democracia fallida”) y no como alguien que aceptaba una lógica del debate bipolar instalada hace muchos años. Y por último, el otro acto fuera de registro puede leerse en el baile postelectoral de CFK en su balcón, que parece más dedicado a la estrategia de desdoblamiento de Kicillof que a otra cosa. Toda derrota necesita de un respiro humano y quien no lo otorga puede aparecer como desconociendo su parte de acción o marcando como error solo la acción de los demás. CFK no le otorga respiro a la derrota política y ella misma afecta su liderazgo. En su intento por sostener que su objetivo es ganar elecciones pretende escabullirse de una historia política que la tiene atrapada como una de sus actrices principales. Que la atrapa y que tiene efectos sobre ella.
Hoy gobernar es desmantelar esos problemas que aprisionan y toman las vidas cotidianas. Es desarmar cualquier sensación de caos en una vida por demás complicada.
Entonces, la pregunta no es solo qué mira el peronismo, sino qué consume. Durante años consumió informes y perspectivas que indicaban que el kirchnerismo debía endurecerse y avanzar a fondo con los cambios. Esto implicó una reorganización del liderazgo kirchnerista y la pérdida gradual de aliados y votos. Se maravilló más con la “alta política” que con la realpolitik de las vidas ciudadanas. También consumió lecturas acerca de que el gobierno anterior se perdió por la acción de Alberto Fernandez sin tener en cuenta que CFK quedó más pegada de lo que se cree al expresidente. La estrategia “no digamos nada y dejemos que se equivoquen solos” colocó al peronismo bonaerense ante el silencio y la espera. Después, finalmente, una parte del peronismo pretendió consumir como única respuesta el discurso del desdoblamiento, con el que insistió Cristina en su carta de esta mañana.
El Gobierno nacional se reunió con los gobernadores dejando fuera del encuentro únicamente a Kicillof, Quintela, Insfran y Melella. Se prepara para diseñar una nueva gobernabilidad. Seguir tomando el control en el Parlamento y la Justicia. Los peronismos provinciales enojados con CFK y el kirchnerismo terminan abrazando a Milei, el peronismo bonaerense entra en un zona de turbulencias y, tal vez, a la propia expresidenta no le quede otra posibilidad que hacer acuerdos con un oficialismo que reclama la aprobación de leyes y el nombramiento de jueces en el Senado. Esto puede recolocarla en un precario centro de la escena. Es más probable que a CFK la restituya la necesidad de acuerdo que tiene Milei, por ahora, en el Senado, que la convulsionada y herida interna bonaerense.
Su liderazgo está ante propia historia. Su problema no es la geometría electoral sino la sociología política. Ese rumbo puede empezar varias travesías posibles. Derribar a los pequeños robin hoods que se erigen como posibles candidatos para afirmar su liderazgo, más allá de quién sea ungido como candidato kirchnerista en 2027. Persistir en recrear un dominio a condición de ser una fuerza minoritaria o provincial por años. Afirmarlo esperando que Milei falle y que el malestar económico reponga en sus brazos los votos perdidos. Como si todo malestar necesariamente volvería al circuito peronista (el correísmo en Ecuador es un buen ejemplo para entender que esto no siempre es así). Otra posibilidad es que CFK siga insistiendo en su propia estrella y continúe exigiendo victorias donde en realidad busca obediencia o atravesar una larga erosión consumida por una fragmentación peronista que todavía no encuentra un norte en unidad. Por último, dar espacio al surgimiento de nuevos liderazgos, no inundar la política con una persistente disponibilidad presidencial y observar por donde van las pulsiones ciudadanas. Porque allí es donde pueden afianzarse nuevas dirigencias y nuevas palabras. Lo que sí está claro es que devorar y humillar a sus propios hijos —en nombre de la victoria— no siempre da buenos resultados.
Esta mañana, el Intendente, Marcelo Orazi, se reunió con la Directora de Gestión Deportiva de la Provincia de Río Negro, Susana Fantini. La finalidad del encuentro fue delinear el trabajo y las acciones a nivel deportivo de este año para la ciudad. Asimismo, se dialogó sobre distintos proyectos que se pueden ejecutar a futuro a…
La Madre Tierra nos pide que actuemos pero por estos lares la clase política pareciera no captar el mensaje. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones, el modelo de producción y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas. Los cambios provocados…
¿Será necesario llegar a situaciones límite para despertar? Los últimos años trajeron un poco más de conciencia en todos los aspectos, es innegable que la llegada del covid 19 nos sacudió en varias formas y que, de alguna manera, fue un punto de inflexión para que algunos entendamos que la vida es aún más finita…
El Gobierno Provincial ya acordó con 14 municipios la continuidad de las tareas de control de precios y abastecimiento de forma delegada, en el marco de la emergencia sanitaria por el Coronavirus COVID-19. De esta manera, se implementarán políticas activas que permitan un mejor desenvolvimiento administrativo en la defensa de los derechos del consumidor. A…