El negocio del poder: Milei, los criptoamigos y la monetización de su imagen en el caso $LIBRA
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El negocio del poder: Milei, los criptoamigos y la monetización de su imagen en el caso $LIBRA

 

Tres meses antes del colapso del token $LIBRA, Milei y su allegado Mauricio Novelli analizaron en Olivos la posibilidad de usar la imagen del Presidente como activo económico personal. Las reuniones, los borradores de acuerdos con empresarios extranjeros y las transferencias digitales bajo investigación revelan un patrón de poder y dinero en el corazón del proyecto libertario.

Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable

Novelli y Milei

Una velada de ópera, negocios y poder

Mientras los noticieros hablaban del rechazo al DNU de Luis Caputo, en la Quinta de Olivos se desarrollaba otro tipo de función. Era el domingo 10 de noviembre del año pasado y, minutos antes de una velada de ópera entre amigos, Javier Milei y Mauricio Novelli –figura clave del entramado que más tarde desembocaría en el escándalo de $LIBRA– discutían cómo monetizar la imagen presidencial para obtener beneficios personales millonarios.

Según reconstruyó La Nación, la propuesta de Novelli consistía en crear proyectos comerciales con el nombre o la figura de Milei, bajo el argumento de que se trataba de un “activo personalísimo” y, por tanto, no alcanzado por la Ley de Ética Pública ni por el decreto 41/99, que regula los conflictos de interés de los funcionarios nacionales.

Entre los presentes en la residencia presidencial se encontraban el ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad y abogado personal de Milei, Diego Spagnuolo, quien habría planteado reparos éticos y legales, y los economistas Juan Carlos de Pablo y Claudio Zuchovicki, junto al escritor Alejandro Rozitchner. Todos compartían la noche musical mientras el libertario comenzaba a planificar su propio negocio paralelo al Estado.


El “Tech Forum” y la antesala del escándalo

Tres semanas antes de aquella reunión, Milei había participado en el Tech Forum, un evento organizado por Novelli y Manuel Terrones Godoy, otro protagonista del caso $LIBRA. Allí, el mandatario dio el discurso central y se fotografió con Julian Peh, CEO de Kip Protocol, la plataforma donde nacería el criptoactivo que luego se desplomaría generando pérdidas millonarias y una investigación judicial internacional.

El CEO de Cardano, Charles Hoskinson, denunció más tarde que Novelli y Terrones se presentaron como intermediarios imprescindibles para acceder al Presidente argentino, ofreciéndole un encuentro “más personal” a cambio de una suma de cinco cifras en dólares. “Si nos pagás, cosas mágicas pasarían”, fue la frase que quedó registrada y que hoy forma parte de los expedientes que siguen el rastro de $LIBRA y sus derivados.


El acuerdo cripto con sello argentino

Poco después, el CEO de Kelsier Ventures, Hayden Davis, arribó a Buenos Aires con la promesa de firmar un acuerdo de cooperación con el Gobierno argentino. El borrador, al que tuvo acceso La Nación, establecía que Davis y su firma serían “representantes exclusivos del Estado argentino” en todo lo relativo a blockchain, inteligencia artificial y criptomonedas, a cambio de pagos iniciales y mensuales que totalizaban casi dos millones de dólares.

El documento incluía incluso un detalle político: la continuidad del contrato quedaría “vinculada a la reelección o re-nombramiento de Milei”.
Según los registros oficiales, Davis y Novelli ingresaron a la Casa Rosada el 21 de noviembre, con autorización de Karina Milei. Esa misma noche, Davis celebró en el hotel Four Seasons que el Presidente “les había firmado todo”.


Transferencias, selfies y sospechas

Entre diciembre y febrero se produjeron transferencias por más de medio millón de dólares en monedas digitales, justo después de que Milei publicara una selfie con Davis en la red X.
Poco después, el propio empresario comenzó a alardear de su acceso directo al poder argentino, afirmando en mensajes a otros financistas que “le enviaba dinero a la hermana del Presidente” y que podía “hacer que Milei tuitee o promocione lo que quiera”.

Los fiscales federales siguen la pista de estas operaciones, que incluyen un giro por 180.000 USDT y la eventual creación de un nuevo token llamado $MILEI, pensado para replicar el modelo del fallido $LIBRA, pero con un vínculo aún más directo con la figura del mandatario.


El espejo de Trump y la caída del experimento

En los meses siguientes, Donald Trump lanzó su propio token ($TRUMP), pero sin respaldo estatal ni relación formal con el gobierno estadounidense. El paralelo con Argentina, en cambio, es inquietante: aquí, el intento de fusionar la imagen presidencial con negocios cripto derivó en una causa judicial y en la mayor crisis de reputación del proyecto libertario desde que Milei llegó a la Casa Rosada.

El caso $LIBRA ya no es solo un fracaso financiero: es la muestra de cómo el poder y el dinero se entrelazan en un modelo de gestión donde el interés personal se disfraza de innovación tecnológica.

Y detrás del telón de ópera, lo que suena cada vez más fuerte no es Mozart: es el ruido del dinero.

 

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