El día que los militares bombardearon YPF para derrocar a Perón
La Plaza de Mayo no fue la única que sufrió la intolerancia de los antiperonistas en 1955.
Por Guillermo Carlos Delgado Jordan para Noticias La Insuperable

Tiempos donde el presidente de la Argentina utiliza un mameluco de YPF con el único fin de no estropear su ropa (se ve que más importante) cuando juega con sus perros, buena metáfora para entender el lugar que ocupa la centenaria empresa en la mente del gorilaje y, para eso, reflotar un viejo hecho de nuestra historia que suele pasar desapercibido tras la tamaña masacre que produjo la armada argentino atacando a su propio país en Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955.
El bombardeo a la Plaza es considerado inicio del proceso fáctico del Golpe de Estado concretado finalmente en septiembre (aunque hubo varios intentos anteriores fallidos), dando comienzo a uno de los tiempos más oscuros e intolerantes en la Argentina. Aquel día la Aviación de la Armada y parte de la Fuerza Aérea bombardearon Plaza de Mayo como parte de una sublevación militar que buscaba el derrocamiento de Juan Domingo Perón, el cual cumplía su segundo mandato como presidente constitucional de Argentina luego de haber sido reelecto con casi el 64% de los votos, masacre militar que asesinó al menos a 308 personas identificadas (muchos de ellos niños) tras el impacto más de cien bombas con un total de entre 9 y 14 toneladas de explosivos.
Pero los crímenes de la intolerancia continuaron buscando el derrocamiento de Perón y se extendieron hasta septiembre, y dentro de ellos debemos destacar el bombardeo a instalaciones de YPF, lo que conjuga el odio a un emblema de un Estado Independiente y, a la vez, destaca su importancia estratégica por aquellos mismos que la desprecian.
Mar del Plata
El 18 de septiembre de 1955 el crucero “9 de Julio” llegó a las costas de la ciudad balnearia y un día después, en el marco del golpe de estado contra el gobierno de Juan D. Perón, bombardeó los tanques de combustible del puerto y otros objetivos civiles y militares de la ciudad. Esa madrugada partió de la Base de Puerto Belgrano, cercana a la ciudad de Bahía Blanca al sur de la Provincia de Buenos Aires como parte de la Flota de Mar de la Marina de Guerra que se sublevó dos días antes.
La madrugada del día 19, pasadas las 3.00 horas, el comando del buque emitió un comunicado dirigido al “pueblo de Mar del Plata” alertando sobre el inminente bombardeo, una hora más tarde se detonó un explosivo a modo de señal. En ese momento ya se encontraban ubicados en el norte de la ciudad cuatro destructores de la Flota de Mar.
Luego del cañoneo a los tanques de combustible, las fuerzas leales iniciaron el ataque a la Base Naval. El informe del ARA “Entre Ríos” asevera que la primera bomba arrojada a los tanques de YPF sirvió para “llamar la atención de los pobladores”, “reduciéndose en esta forma el número de víctimas”.
Las primeras bombas fueron lanzadas desde el avión naval “Martín Mariner” y cayeron en las inmediaciones de los tanques de YPF, sin ocasionarles daño alguno, éste fue atacado por efectivos de la Escuela Antiaérea que momentos antes se habían apostado en la zona. La segunda andanada de bombas, que cayó frente a Playa Grande en cercanías de la escollera Norte, fue llevada a cabo por el crucero “9 de Julio”. Otras sí cayeron finalmente sobre los tanques de YPF, provocando la explosión de los mismos.

Ensenada
No solo Mar del Plata estuvo en la mira de las bombas. En Ensenada, cerca de La Plata, una de las cabezas golpistas, el almirante Isaac Rojas, soñaba con llevar adelante un plan secreto que él mismo pergeñó: bombardear la destilería de YPF esa ciudad.
En aquella época, la Base (comandada por el mismo Rojas) y la Escuela Naval Río Santiago se encontraban en la isla del mismo nombre, ubicada a un kilómetro del centro de Ensenada. Cruzando el río se localizaba el Astillero Río Santiago. A pocos metros, en la costa del canal principal, irrumpía el barrio Campamento junto con la estación del ferrocarril. En la otra orilla, el puerto de La Plata. Al final del canal, que dividía las localidades de Berisso y Ensenada, se hallaba la destilería de YPF.
El 16 de septiembre, unos días antes de lo sucedido en Mar del Plata, bombas arrojadas por aviones atribuidas a la “Libertadora” cayeron en el Río de la Plata y, al menos una de ellas, en el barrio Campamento de Ensenada. Destruyeron una manzana entera, de once casas y hubo al menos una víctima civil, Rodolfo “Cholo” Ortiz, un trabajador ferroviario que asistió a los policías que combatieron a Rojas dándoles té y prestándoles los baños, en lo que se conoce como «la batalla de Ensenada», de la que poco y nada se habla.

FUENTES:
- Ivonne Barragán y Joan Portos Gilabert: «Crimen y castigo en la Armada Argentina. Una problematización sobre la narrativa “revolucionaria» a partir del estudio del bombardeo a la ciudad de Mar del Plata en septiembre de 1955″. https://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/pasadoabierto/article/view/6667/7236
- Juan Manuel Mannarino: «El bombardeo silenciado». https://www.elcohetealaluna.com/el-bombardeo-silenciado/
- Agustín Nieto: «La ’revolución libertadora’ en perspectiva local : Los bombardeos en el puerto de Mar del Plata. En torno a los orígenes de la guerra civil en Argentina, 1955». https://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/11695/Documento_completo.pdf?sequence=1
- Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos: «Del cielo los vieron llegar». https://www.cipdh.gob.ar/memorias-situadas/lugar-de-memoria/del-cielo-los-vieron-llegar-monumento-a-las-victimas-de-los-bombardeos-a-plaza-de-mayo-de-1955/