El “Chocolate” cordobés seguirá preso y temen que se vuelva arrepentido

El “Chocolate” cordobés seguirá preso y temen que se vuelva arrepentido

 

Guillermo “el Puma” Kraisman, ex concejal, ex funcionario, seguirá preso, luego que el juez de Control Gustavo Hidalgo le agravara la imputación, que pasó de tentativa de estafa a tentativa de defraudación a la administración pública, por lo que enfrenta una eventual condena de hasta tres años de prisión.

La decisión inquietó al peronismo y a casi todo el sistema político cordobés: Kraisman amaga desde hace semanas con declarar como arrepentido, lo que podría desentrañar el mecanismo de ingreso de punteros (o familiares de estos) a la Legislatura provincial. Kraisman fue detenido junto a otra “funcionaria” (cesanteada tras el escándalo) cuando intentaron cobrar casi un millón de pesos correspondiente al salario de una “empleada fantasma” de la Unicameral cordobesa, Virginia Martínez.

El ingreso de Martínez a la plantilla de contratados de la Legislatura fue habilitado por la legisladora Nadia Fernández, una jefa territorial del peronismo capitalino. También ella dispuso la baja porque la contratada no se presentó a trabajar. La vicegobernadora Myrian Prunotto, que resiste ser expulsada de su partido, la UCR, fue la primera en admitir que el contrato de Martínez había sido pedido por el peronismo capitalino, una “traición” que el PJ Capital no perdona.

Además, Prunotto confirmó que aunque la mujer nunca firmó el contrato, le depositaron los haberes correspondientes, que es el monto que intentó retirar Kraisman junto a otra puntera del peronismo de la seccional 12, Luciana Castro, quien pretendía hacerse pasar por Martínez, la famosa “empleada fantasma”.

Un caso Chocolate en la Unicameral cordobesa sacude al sistema politico

Si Kraisman llegase a explicar en detalle cómo funcionó la bolsa de empleo para los punteros, se abriría una caja de Pandora que puede impactar en todo el sistema político cordobés. Ocurre que entre los cientos de contratados podría haber, además, ex intendentes y ex funcionarios.

La situación abrió una grieta en el PJ: el ordenado PJ del interior reprocha a sus pares de la Capital por el desmadre.

Si Kraisman llegase a explicar en detalle cómo funcionó la bolsa de empleo para los punteros, se abriría una caja de Pandora que puede impactar en todo el sistema político cordobés.

Como se recordará, tanto Martín Llaryora como Daniel Passerini llegaron a la Municipalidad de Córdoba tras haber administrado sus respectivas ciudades, San Francisco y Cruz Alta. Es una herida en el ego del PC Capital que no sólo perdió todas las elecciones del siglo sino que además permitió que emerja Luis Juez, el principal opositor.

“Hay que poner la cara por estos impresentables que no dejan de armar quilombo”, otra queja del peronismo profundo en contra de sus compañeros capitalinos. Suma tensión a la situación el hecho que el oficialismo no tenga un candidato puesto para intentar retener la intendencia de la Municipalidad de Córdoba en 2027.

 

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