Cuentos para pagar las cuentas

Cuentos para pagar las cuentas

 

Foto: Andrés Manrique. Seba Dantí leyendo en ciclo de lecturas Mamíferos Anónimos Parlantes organizado por @eldivaguelibros

Cuentos para Pagar las Cuentas es un fanzine literario que viene a rebelarse ante un formato establecido del consumo de literatura donde el arte tiene que sobrevivir a las exigencias de un mundo regido por vencimientos, pagos, cuotas y bancos. Creado por Sebastian Dantí, escritor y humorista que desde 1992 recorre distintos espacios artísticos y comunicacionales de la Ciudad de Buenos Aires. Por La Colectiva Radio.


Cuentos para Pagar las Cuentas comienza con un editorial que traduce la discusión entre un cuento y su escritor. Allí, mediante un diálogo de reclamos y expectativas, entramos en la intimidad de su escritor. La ironía es constante y el contenido y la forma pugnan por su lugar de exclusividad. Entre un posicionamiento artístico y político nos metemos de cabeza en la encrucijada del arte y la supervivencia económica.

Dantí cuenta que viene más del mundo de las revistas que de los libros. Dice: “crecí entre revistas, sigo leyendo revistas periodísticas, humorísticas, de historietas. Siempre me parece que son un vehículo mucho más cotidiano, más popular y más cómodo que el libro.»

En el título mismo se pone en evidencia que hay un intento descarnado de ubicar al arte más allá del romanticismo. Sin embargo, hay algo de melancolía cuando dice: “Lo que yo sí sé es que el fanzine no se atesora de la misma manera que se atesora el libro”. Esto nos lleva a preguntarnos qué es lo que motiva las jerarquías entre un fanzine y un libro. Utiliza la frase “tomar en serio” cuando se refiere a un material y al otro. Insiste en la simpleza de materializar la literatura mediante el fanzine y sostiene su fácil y económica accesibilidad entre quienes tienen ganas de escribir y quienes tienen ganas de leer, transformando ambas cosas en un solo mundo.

¿FORMA MATA CONTENIDO?

Hay otro debate que el autor no tiene resuelto y se lo pregunta en voz alta respecto a formatos, formas de distribución, gratuidad del arte y el dinero como símbolo: “en una época hacía otro fanzine, formato tabloide, hablo del año ´94, que se llamaba “Ese es mi poyo!!” y era de distribución gratuita. Y tenía una amiga que me decía: ´así gratuito no lo van a valorar´. Y me acuerdo que habíamos ido a repartirlo a la entrada de Dolina, que estaba en el teatro y a la salida había un montón tirados por la calle. Y es como que ahí entraba en la cosa diciendo ´¿Y si lo hubiera cobrado? ¿Si la gente lo paga por ahí no se reparte tanto, no se difunde tanto, pero le darían más importancia?´ No sé dónde entran las importancias del fanzine, no sé dónde entran las importancias del libro, no sé dónde empieza a jugarse que algo te lo tomás más en serio o le tenés más respeto o lo valorás más. No sé si tiene que ver con pagarlo, con la edición, con que esté en papel más pesado. De todas esas preguntas y de la urgencia económica sale Cuentos para pagar las cuentas.”

Conversamos sobre el formato de las historias que se relatan en los cuentos, donde se prioriza cierta rapidez de lectura, en tiempos ligeros y viralizantes: «Eso fue un poco a propósito. Hay cuentos que escribí hace poquito, cuentos más viejos, cuentos más pesados, cosas más zonzas, entonces traté más o menos de equilibrarlo, de que no sea todo el tiempo una bajada de línea con determinado tema. Por ejemplo, todo lo último que escribo tiene que ver con el mundo de la literatura. Esencialmente todo lo que escribo son cosas que pasan con cuentos, cosas que pasan con escritores, esa es mi obsesión y acá traté que no sea todo así, por eso incluí cosas más viejas, leyendas urbanas, material de distintas épocas».

Foto: Andrés Manrique. Seba Dantí leyendo en ciclo de lecturas Mamíferos Anónimos Parlantes organizado por @eldivaguelibros

Actualmente Sebastián Dantí hace un programa semanal de humor en Radio La Colectiva llamado “Noandaeltimbre”, donde combina la ironía, el absurdo y lo humorístico. Además de conducirlo, escribe los guiones de cada sección y de los distintos radioteatros, en los que originalidad y sorpresa forman parte de lo disruptivo de cada programa. Conversamos acerca de cómo impactó este ejercicio de guionar semanalmente un programa radial en el registro literario del Fanzine Cuentos para pagar las Cuentas, y dijo: «Es muy distinto, pienso que es diferente aquello que es para ser oído de aquello que es para ser leído. Mismo me pasa si voy a algún evento de lectura, me parece que hay textos que más allá del talento de quien los lea, a veces son un embole para escuchar. Y hay textos que son muy divertidos para leer. Igual no escribo cosas largas, no tengo la paciencia, la sabiduría para hacer un desarrollo de los personajes, admiro a los novelistas que hacen todo una historia con una misma serie de personajes. Yo no puedo. Entonces también tiene que ver con mi brevedad y con mi ‘ya está, me aburrí de esta historia, quiero hacer otra’».

Si bien apunta a los cuentos cortos, su objetivo fue armar secciones fijas que tuvieran continuidad para los siguientes números, como las leyendas urbanas, la tira «La hormiguita y el fumigador», la autobiografía. Así como otro de los cuentos que seguirá, que es “Crónicas desde el purgatorio”, en el cual dos amigos adultos, con lenguaje y modismos adolescentes recuerdan no recordar; cuento que evoca la añoranza y lo perdido en un intento desesperado de no conectar con un presente lleno de vacíos existenciales, irreparables e impensables.

Con respecto a la circulación del fanzine, Dantí deja traslucir su modalidad de pensamiento y un posicionamiento político con respecto a la difusión del arte. Si bien utiliza las redes sociales y el formato virtual, sigue apostando al mano en mano y el boca a boca como la forma más efectiva de distribución, y dice: «mi pensamiento es totalmente retro, si bien estoy usando el Instagram, todavía es todo muy analógico en mi cabeza, hasta el diseño, todo es un poco así. Tiene algo medio, no digo melancólico, aunque mi forma de comportarme sí. Para mí el papel es importante. Me lo imagino mucho para que la gente lo lea en el colectivo, no sé por qué me viene eso a la cabeza, es cómoda para leer en el colectivo y es divertida para leer en el colectivo. Me parece que es una revista muy de colectivo, un fanzine colectivero y colectivista».

«El bache más profundo del mundo” está escrito en un contexto de leyenda urbana que metaforiza los problemas de infraestructura que tienen las calles de los barrios porteños y nos lleva a pasear por los misterios de las profundidades subterráneas y los posibles submundos imaginarios de la ciudad de Buenos Aires. Con una mirada kafkiana nos dice que lo que está debajo es tan fantástico como el mismísimo universo del cielo. Cuenta: «Lo subterráneo de la ciudad para mí es un misterio, no sé qué pasa abajo de la tierra. Antes en los subtes había como unas rejas que te permitían ver una especie de pozo profundo que no sabías a dónde iba y salía como un viento cálido. A veces he visto baches muy profundos y ves que va a un lugar raro, no sé qué pasa en el submundo de la ciudad. ¿Dónde están las cloacas? Cuando llego a Juan B. Justo y dice: ‘acá pasa un arroyo´, ¿cómo que un arroyo? Hay un mundo subterráneo que da para crear mucha mitología».

Dantí revela que dos cuentos fueron los gatillos que impulsaron el fanzine. Ambos tienen un efecto sonoro específico y son fluidos para leer en voz alta. Uno es “Lamiendo políticos” y el otro “Gracias Supermercado”. El primero asocia partes del cuerpo de una gran variedad de políticos de distintas épocas y banderas, jóvenes, viejos, vivos, muertos, con el acto de lamerlos, generando un efecto de repulsión que grafica simbólicamente cierta desazón e incomprensión política partidaria. El segundo, al estar lleno de números y porcentajes, tiene una cadencia sonora constante y contagiosa, además de llevarnos en forma directa a las experiencias cotidianas, cercanas y compartidas de lo que implica comprar y pagar en un supermercado argentino, dentro de los laberintos espejados del capitalismo. El autor nos dice: «El ‘Gracias supermercado’ sale justamente desde la preocupación económica en la cabeza. Hoy es martes y con tal tarjeta puedo comprar acá. Hoy es miércoles y puedo ir a una carnicería. Hoy es jueves y pago desde el celular con una aplicación y con la tarjeta si estoy en otro supermercado. Todo es pensamiento, preocupación económica y tiempo dedicado a pensar en cálculos, porcentajes, promedios. Todo el tiempo tratando de pichulear unos mangos para subsistir y, bueno, lo que creo que yo sé hacer bien es escribir cuentos y la idea es ver si desde ahí puedo ir al encuentro de pagar cuentas».

Ambos cuentos que se relacionan y entrelazan con la política, la economía, el asco y la desesperación fueron los textos que al ser leídos en diferentes eventos, más acercaban al público a querer tenerlos de forma escrita, para poder releerlos. Esto llevó a Dantí a pensar en el proyecto del fanzine.

Además de cuentos, el fanzine está compuesto por ilustraciones, dibujos e historietas. Las artes visuales acompañan al autor desde pequeño, pero siempre se ha sentido un tanto perezoso para dibujar y sobre la base de Fontanarrosa, uno de sus referentes artísticos, que dijo «la vagancia te va llevando a la síntesis», Dantí expresa: «Yo de chico quería ser historietista, pero soy muy vago para la historieta. Hay algunas cosas que me parecen lindas para dibujar, pero las sintetizo. Lamentablemente es en lo único que me parezco a Fontanarrosa».

En “Álbum de Figuritas Difíciles” se expresa mediante el diseño de un viejo álbum vacío el encuentro con los recuerdos y los sentidos conjugando memoria y emociones en cada lector, quien se ve tentado a completar el álbum con sus propias experiencias. Es la parte más interactiva del fanzine, que nos detiene en la página desde un lugar activo, distinto y nos deja tildados un buen rato.

La contratapa es una especie de crowdfunding, donde aparecen simulados los objetivos de venta, combinando humor e ironía, en relación a la cantidad de servicios y cuentas que podrá pagar de acuerdo a la cantidad de fanzines vendidos.

Para finalizar la charla Sebastián pone sobre el paño sus expectativas: «Me gustaría que en algún momento se vuelva algo más comunitario. Está bueno hacerlo solo porque ponés lo que se te canta, pero me gustaría en algún momento que pudiera ser colectivo. Porque hacer algo con más personas es lo que te da la energía. A veces uno solo con su propia cabeza y su propio ego es más corto, cuando hay otras ganas y otros artistas la idea puede crecer para ir incorporando más gente. Eso sí me gustaría».

El clima cálido y los juegos de palabras reinaron en el ambiente, la reflexión espontánea y la dispersión instantánea brindan un campo lúdico y constante en Sebastián Dantí con la naturalidad de quien vive el día a día, con el humor como coherencia.

 

🌐 IG: @cuentosparapagarlascuentas

 

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