concurso-‘dia-mundial-del-reciclaje’

Concurso ‘Día mundial del reciclaje’

La Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Villa Regina puso en marcha el concurso ‘Día mundial del reciclaje’ destinado a niños y niñas de hasta 13 años.

Los interesados en participar deberán realizar manualidades utilizando materiales reciclados (papel, cartón, latas, etc) y luego enviar fotos del proceso y su terminación a la página de Facebook ‘Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable’ o al mail [email protected]

Deberán acompañarlo con nombre, apellido y teléfono de contacto. Tendrán tiempo hasta el 14 de mayo a las 14 horas.

Los premios son tres kits escolares: el primero por $2.000, el segundo por $1.500 y el tercero por $1.000. Los ganadores se darán a conocer el 18 de mayo.

Difunde esta nota

Publicaciones Similares

  • | |

    Cap. 7 «LOS MANEJES DE LAS PRETROLERAS». Estreno Web

    «Una vecina rural define la situación: “acá hablamos de plata nomás, de plata y contaminación, porque no hay otra cosa”. Los vecinos al no ser escuchados por las petroleras, se quejan en los medios o toman medidas de protesta como cortar el acceso al pozo. Recién ahí es cuando las petroleras ofrecen “soluciones”, como regalarles electrodomésticos, ofrecerles materiales para la casa, mudarlos a un hotel mientras perforan o pagarles por su silencio.»

    Difunde esta nota
  • |

    MARCHA ATRÁS

    El gobierno nacional dio marcha atrás a las 24 cuotas retroactivas que iban a pagar los usuarios a partir del año que viene. La resolución la publicó el viernes pasado en el Boletín Oficial Javier Iguacel, titular de la secretaría de energía, y establecía que los usuarios de la red de gas de todo el…

    Difunde esta nota
  • Caputo confirmó el primer Rigi para Santa Fe para construir un megapuerto

     

     Terminal Timbúes es el nuevo puerto que Terminales y Servicios comenzó a construir en el polo agroexportador del Gran Rosario. Se trata de una inversión de 290 millones de dólares que contará con los beneficios del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones -RIGI- según anunció el ministro de Economía Luis «Toto» Caputo.

    «El Comité Evaluador aprobó el noveno proyecto RIGI: un nuevo puerto en Timbúes (Santa Fe) sobre el río Paraná», publicó el ministro en su cuenta de X. Es la primera inversión del Rigi que está vinculada a la agroexportación, el resto de las inversiones se concentraron en minería y petróleo.  

    La empresa Terminales y Servicios tiene su sede central en San Nicolás, controla una parte del puerto de Rosario y ahora planea construir esta terminal multipropósito para la carga de cereal a granel, fertilizantes y líquidos en un predio de 186 hectáreas sobre las barrancas de Paraná a la altura de Timbúes. 

    La comuna donde se emplazará el puerto está ubicada a 40 kilómetros de Rosario y es la última al norte del polo agroexportador y tiene la ventaja de una barranca y canal natural del río Paraná ideal para la actividad portuaria. 

    En la zona ya se instalaron cinco puertos de los más importantes del país: Renova, Dreyfus, Cofco International Argentina S.A, Aceitera General Deheza (AGD) y la Asociación de Cooperativas Argentina (ACA) y ahora se sumará la de Terminales y Servicios.

     «Con una inversión de USD 277 millones, podrá almacenar fertilizantes, minerales de hierro, productos siderúrgicos, granos y combustibles, fortaleciendo la hidrovía del Paraná y su rol clave para el agro y la industria argentina», detalló Caputo.

     Con una inversión de USD 277 millones, podrá almacenar fertilizantes, minerales de hierro, productos siderúrgicos, granos y combustibles, fortaleciendo la hidrovía del Paraná y su rol clave para el agro y la industria argentina 

    Es que Terminales y Servicios, propiedad del empresario Juan Manuel Ondarchú, muy conocido en el ambiente portuario, proyectó una primera etapa 2025-2026 donde está prevista la puesta a punto de las áreas de almacenamiento y carga de fertilizantes «apuntando a abastecer la demanda a nivel nacional para sucesivamente ir habilitando nuevas operaciones de carga más compleja», sostienen desde la empresa.

    La segunda etapa prevista para los años 2026-2028 se proyecta ampliar la terminal para operar cargas generales en minerales como cobre, litio, granos y productos de mayor valor agregado, que le da la característica de puerto multipropósito.

    Lo cierto es que es la primera inversión dentro del Rigi que se concreta para la producción agroindustrial ya que los ocho anunciados se destinaron para emprendimientos energéticos y mineros.

    De hecho, cuando se discutió el RIGI, en la cadena agrícola reclamaron un régimen especial para el campo ya que las unidades productivas son muchísimas más chicas y requieren inversiones infinítamente más humildes pero fundamentales para la tecnificación agraria.

      

    IMPORTANTE %uD83D%uDC47El Comité Evaluador aprobó el noveno proyecto RIGI: un nuevo puerto en Timbúes (Santa Fe) sobre el río Paraná. Con una inversión de USD 277 millones, podrá almacenar fertilizantes, minerales de hierro, productos siderúrgicos, granos y combustibles, fortaleciendo la…

    — totocaputo (@LuisCaputoAR) November 5, 2025

     

    Difunde esta nota
  • La difícil tarea de matar a la madre

     

    ¿Algo puede ser verdadero si nace de una mentira?

    Lloré cuatro veces con La maravillosa. Leí este libro como si su autora me hablara, como si en un viaje largo al sur me contara la historia, mientras vamos sorteando la infinita largura del camino, la pampa húmeda llorada por su historia y la de todos los hijos mal queridos del mundo, la meseta patagónica y el dolor más crudo del desierto conocido, el borde de la cordillera, abismal aunque hermoso, la condena de la geografía insular sobre el niño o la niña atrapados en la montaña materna.

    Esta novela consigue algo muy difícil, hacernos soportables el infierno de un desquicio que vuelve, como la voz materna que se fragua en el dolor del hijo, como esa ruptura del pacto humano de la existencia misma de la especie, donde lo biológico se impone como una cárcel: serás el rehén de quien te parió, cuya moral no le permitirá arrepentirse de su maternidad, la reproducirá y la volverá a sacar lustrosa para conseguir el perdón del hijo, el amor del hijo, la piedad del hijo, el agradecimiento, porque soy tu madre. Ese soy tu madre es condena y en este libro es exilio, es ruptura y es reconstrucción lejos del nido carcelario que se fungió como mandato social y modo de salvación de su creador, creadora en este caso.

    La autora se mueve, es una desplazada temprana. La niña que observa cómo el volumen —en todo sentido de volumen— de Sandra, la madre recreada en la estepa previa a la cordillera austral, aumenta con el tiempo y con la crueldad, mueve los ojos, siempre dispuestos a ver, vivaces ojos de pájaro que planea el mundo sin permitirle al mundo que la toque. Esa mirada es inaugural en la novela, novela tramposa como la madre, porque engaña desde su mención novela para ocultar su matriz crónica visceral. Las mañas de la Maravillosa mutan en Erika Halvorsen volviéndose virtud de un modo misterioso. 

    La mirada se desplaza para crear el paisaje emocional que marcará la historia hasta el final, sin darnos respiro, sin permitirnos la pausa de la literatura emocional fememina-feminista, el acostumbramiento a un modo lírico contemporáneo que ha cundido en la última década hasta lograr la saturación. La mirada de Halvorsen,  mirada amplia, de cóndor rey, es un refugio para ella y logra sacarla de las entrañas de su memoria para volverla no testimonio victimizante, no llorería latinoamericana, sino inteligencia salvaje; he allí la clave de todo lo que nos ocurrirá junto a ella a lo largo de esta crónica descomunal: una vida, la suya, seis vidas de hijos, hermanos, un padre, una madre imposible de asir, de abrazar, de querer.

    Es la mentira entonces la que da inicio a la historia. La mentira de la forastera que llega al pueblo perdido, al pueblo minero, con los críos de sus primeros años en la gran ciudad y ya seducido el vikingo que le dará dos hijos más. En el camino se deshará de uno, y fundará el mito, la mentira que llevará la sordidez de su propia humanidad al delirio de un pasado lleno de lujo y de glam. El cuarto hijo tiene un origen especial, un origen que la hará a ella sospechosa de una aventura mayor, la escena estelar de una vida que se dejó atrás: ella, que en su documento se llama Rosa aunque elija el Sandra para ser única entre todas las pueblerinas, ella, la única, es Rosa. Rosa, la maravillosa. Porque fue su amante, la de Sandro, porque fue con él con quien engendró al cuarto de sus hijos, porque fue Sandro, el gitano, el que la sedujo y compuso ese disco, todo ese disco, pensando en ella, en su cuerpo, en su boca, en su sabor.

    Sandra, Rosa, la maravillosa, se hizo a sí misma mostra. Una mostra antes de las mostras que ahora están de moda, porque ni Moria Casán existía cuando esta mostra se inventó. Aunque la Casan pudo haber inspirado su invención, porque el vikingo se calentaba con la Casán, y ella lo sabía. Se calentaba con ese tipo de mujerona, la guitarra argentina de los setenta, la que inspiró las caderas siliconadas de nuestras traviarcas, la que hizo el cuerpo de Lohana así de voluptuoso. La maravillosa se fundió con el hierro y los metales bajos de un pasado prostibular que diluyó en el oro de una invención: ella fue la mejor, ella fue la que entraba sin pagar por la puerta grande de Mau Mau con su mascota atada a un lazo, una leona cachorra que la enaltecía como la domadora de hombres que supo ser. Y ese apellido patricio que su padre, el que la abandonó a los cinco años, le dejó: era la hija única de uno de los hijos de Pedro Vicente Nolasco del Corazón de Jesús Ibáñez Anchorena.

    La maravilla de esta novela es su personaje siniestro, una verdad nacida en la mentira, una verdad hecha de la memoria de la hija menor. No veo en las primeras huellas de su venta la mención explícita a que esto es una historia real, pero deberían sopesarlo, autora y editorial, para darle a su existencia el sentido total que merece una novela de no ficción. La maravilla es también el ritmo que nos acercará no solo a Erika Halvorsen —crecida en la estepa, venida a la capital—, sino a quien quedó condenada a sostener la madeja familiar hasta hoy.

    La autora sobrevive a la soledad, a la madre que pinta esa habitación de rojo carmesí, que pinta los muebles de algarrobo con el mismo rojo sangre, a los ojos pintarrajeados de la maldad. Lo hace a la expectativa de que un día la mate, los mate. Pero al mismo tiempo es cuidada por sus dos hermanos mayores, sometidos al trato de los entenados, de los criados de las estancias por la propia madre, una a cargo del hogar, el otro a cargo del campo. Cuando los padres se van de vacaciones a vivir la vida bohemia y glamorosa de la gran ciudad, ellos se quedan solos, a cargo de esos adolescentes, de 15 y 13, en medio de la inmensidad. Y así sobreviven a un incendio. Porque Erika es la bebé y sus pañales de tela se prenden fuego secados en la chimenea. Los padres llegan de las vacaciones y se enteran allí de la tragedia que no fue. Los hermanos están seguros: su madre los prefería muertos. 

    La adolescencia de la narradora es el primer escalón de la libertad. La anorexia y la depresión la harán caer, su cuerpo caerá. El diagnóstico la llevará a donde la madre debió siempre estar: un loquero. Pero ese salir en una ambulancia del pueblo perdido es crucial. Es el cuerpo y su malestar lo que la hará libre, de a poco, en el camino que viene a hacer a la ciudad donde el mito monstruoso se concibió. Y a medida que ese proceso lento y persistente ocurre, uno no puede creer que a pesar de la condición perversa de esa madre poderosa, la narradora siga en el lazo, los hermanos sigan en el lazo, ya aventurados a encontrar la verdad, como paso ineludible para la liberación. El deseo de una madre suficientemente buena es lo que nos ata a la cordura, por eso hasta la más pérfida de las madres tiene, posee, goza de impunidad. No hay en este mundo un lazo más poderoso e imposible de desarmar: no hay refugio posible para la larga mano de mamá.

    Si dije al comienzo que lloré cuatro veces con este libro, mentí. Porque al avanzar se me volvió un hábito volver a llorar, ya no como un acontecimiento especial, sino como parte del proceso que es atravesar la historia siendo uno el que está allí. Quienes han sido víctimas de maltrato infantil, quienes han querido que mamá se muriera, que desapareciera de la faz de la tierra, quienes han sentido que no podían quererlas pero lo han logrado, se refugian en esta novela como en lo alto del árbol al que escapaban para que no los pudieran encontrar. Esto significa según las estadísticas mundiales que en esta tremenda vindicación de Erika Halvorsen se puede refugiar buena parte de la humanidad. 400 millones de niños aterrados es la última cifra que divulgó Unicef. Erika sobrevivió escondiéndose silenciosa de las garras de esa mamá. No estando disponible para saciar su crueldad. En brazos de sus hermanos y de su padre. En brazos de sus amigos de la ciudad, de sus amigos, sobre todo y también.

    En esta venganza pública y maravillosa no hay titubeos ni dudas porque la autora cuenta con un ejército de niños, sus seis hermanos, aunque uno ya no esté. Son todos los miembros de ese clan los que deciden ajusticiar a la madre para poder quererla. Son todos y cada uno de ellos los que escriben la historia a través de Erika. Y son todos los que se preocupan por la madre cuando la madre comienza a decaer y necesita atención. Todos, pero sobre todo Erika, que no descansa pensando cómo protegerla de su decadencia, pero también cómo proteger a los demás para que nadie quede otra vez a expensas de la mostra y su monstruosidad. La menor de los hijos de Sandra ha nacido con una misión.  Y esa misión comienza a culminar esta noche, aquí, en Artlab, el templo que nosotros mismos elegimos como si fuera nuestra Mau Mau, donde bailamos los viernes, donde nos refugiamos cada vez que podemos. Las sincronías salvajes se imponen cuando la verdad emerge: es así. Y entonces resulta ser que ya muerta y enterrada, la inmensa Rosa, la maravillosa, el día en que su historia se convierte en un hito literario —que debería ser el destino de este libro si la crítica existiera más allá de los clichés— cumple años. Porque ella, como Erika, era de libra, signo de aire y cardinal. Feliz cumpleaños, Maravillosa, es mucho lo que has dejado. Tus cinco hijos sobrevivientes, tus nietos, tu memoria de creadora infinita, de exacerbada, de descomunal. Te merecés esta novela. Lo has escrito todo también vos.

    La entrada La difícil tarea de matar a la madre se publicó primero en Revista Anfibia.

     

    Difunde esta nota
  • Un solo oferente en la licitación pública 05/2021

    El jueves 11 se procedió a la apertura de la licitación pública 05/2021 para la provisión de materiales, equipos y mano de obra para la construcción del Centro de Desarrollo Infantil (CDI). En la oportunidad se abrieron los sobres Nº 1 y 2 correspondiente a la empresa Nelli y Fenizi Construcciones SRL. El acto estuvo…

    Difunde esta nota
  • |

    La política exterior, rehén de la ideología y caprichos de Milei

    La política exterior sigue siendo uno de los aspectos más flojos de la presidencia de Javier Milei. Desde el inicio de su gestión, el líder libertario ha carecido de una estrategia consistente de relacionamiento con el mundo y ha fijado a su ideología y preferencias personales -expresadas muchas veces de manera impulsiva- como los pilares…

    Difunde esta nota

Deja una respuesta