Este jueves 23 se dará inicio a la capacitación de la guardia ambiental ‘El cuidado de nuestra casa común; Desarrollo, ambiente y producción’ que se desarrollará todos los jueves hasta el 30 de octubre. La apertura será a las 18,30 horas en la Cámara de Productores de Villa Regina.
Constará de seis módulos de aprendizaje organizados por especialistas y destacados profesionales en la temática.
La capacitación es propuesta desde el Ministerio del Interior de la Nación a través del INCaP Digital y son parte la Secretaría de Ambiente de Río Negro, la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Villa Regina y diferentes instituciones que conforman el Consejo de Ecología, Ambiente y Desarrollo Sustentable de la ciudad.
El Intendente Marcelo Orazi participó del acto encabezado por la Gobernadora Arabela Carreras en el que se abrieron los sobres de la obra que comprende la ejecución de infraestructura para 107 lotes del barrio Barazzutti que demandará una inversión de $21.615.872 e incluye redes de servicios de agua potable, red eléctrica y alumbrado público con…
Los dólares que aporta Vaca Muerta son tangibles. La exportación de petróleo revirtió el déficit de la balanza comercial energética. El superávit fue de USD 6.000 millones en 2024. El gobierno apuesta a que las exportaciones de la cuenca patagónica inunden de dólares a la economía argentina y con eso resuelvan el problema que tienen en las reservas. Sin embargo, una dato concreto matiza el entusiasmo libertario.
El nuevo oleoducto para la exportación del crudo de Vaca Muerta está al 40% de su capacidad. El dato es revelador porque ya no existen limitacione spara la exportación, como durante el gobierno de Alberto Fernández.
La apuesta del gobierno a los dólares del petróleo se entiende porque los proyectos más ambiciosos para multiplicar la exportación de gas se activarían en 2028. Dicho simple: los dólares que pueden sostener el plan económico del gobierno provienen de las exportaciones de petróleo. El crudo que se extrae en boca de pozo se transporta por caños hasta las terminales donde se carga en barril. Es mucho más ágil que el gas, que hay que licuarlo y requiere enormes inversiones.
Con ese objetivo las petroleras que operan en Vaca Muerta se pusieron de acuerdo para ampliar la capacidad del oleoducto que conecta los pozos de Neuquén con el puerto de Punta Colorada en Río Negro donde se cargan los buques. El proyecto se llamó Duplicar, porque amplió la capacidad de transporte de un caño existente. El proyecto se presentó en 2021 y se inauguró a comienzos de abril de este año.
La concesión para el mantenimiento del ducto está en manos de Oldelval, la sigla de Oleoductos del Valle, empresa que tiene a cargo el 100% del transporte de petróleo shale desde Vaca Muerta. Es una empresa que tiene a YPF como accionista mayoritario junto a otros jugadores de la cuenca como Pluspetrol y Tecpetrol.
En voz baja los empresarios reconocen que se están recalculando las inversiones. En efecto, un tercer proyecto de ampliación de ducto llamado X, “está en un limbo”, tal como reconocieron desde la industria.
Se suma a la caída del petróleo que se transporta por este ducto una baja de la demanda de las refinerías, a partir del derrumbe de la venta de combustibles que cayó 6% en abril respecto a marzo. En paralelo, la producción de petróleo superó los 442 mil barriles diarios en abril, lo que representa un incremento interanual del 21,7%.
En voz baja los empresarios reconocen que se están recalculando las inversiones. En efecto, un tercer proyecto de ampliación de ducto llamado X. “Está en un limbo”, afirmó a LPO un petrolero con inversiones en Vaca Muerta.
Mucho de esto se explica por el contexto internacional y la caída del precio del petróleo. Lo puso muy claro el Financial Times en su tapa este fin de semana. “Los jefes petroleros advierten sobre el fin del auge del shale a medida que caen los precios y la OPEP aumenta la producción”, fue el título del más importante diario de negocios del mundo.
“Las compañías están recortando gastos y reduciendo la actividad de perforación en respuesta a la caída de los precios del crudo, lo que genera temores de que el auge del shale esté llegando a su fin”, sostuvo la nota del Financial Times.
Esta situación lleva a preguntarse sobre la urgencia por avanzar con el nuevo oleoducto Vaca Muerta Sur, que corre paralelo al ampliado por Oldeval. Se trata de una obra de USD 2.000 millones, la única inversión de magnitud en infraestructura prevista bajo el gobierno de Milei y con un financiamiento inicial de USD 200 millones de YPF, al que luego se sumaron el resto de las petroleras de Vaca Muerta: Pluspetrol, PAE, Vista, Pampa, Chevron y Shell.
La obra se financia con capital propio el 30% y el 70% restante se estructurará con créditos de bancos y entidades internacionales. Esto abre un segundo frente de tensión. La tasa de financiamiento a la que acceden las empresas argentinas sigue altísima. Pampa Energía convalidó tasas de 8.25% en dólares en una reciente emisión de ON por USD 300 millones. Una empresa comparable, como cualquier energética boliviana, accede al mercado de capitales con tasas menores al 3%.
El Intendente Marcelo Orazi hizo entrega en la mañana del sábado de los certificados al personal del Registro Civil de Villa Regina por su participación en el programa ‘Sábado joven’, que permite a los jóvenes mayores de 14 años realizar la actualización de su DNI. Hasta el sábado anterior 233 adolescentes habían tramitado su documento…
Del peronismo montonero a La Libertad Avanza, la carrera política de Patricia Bullrich es una radiografía del oportunismo en estado puro. Mientras el PRO se desintegra y Milei la pone al frente del garrote estatal, el relato de la “exitosa gestión” se cae a pedazos.
En una investigación minuciosa y demoledora realizada por el periodista Javier “El Profe” Romero y su equipo, se repasa el sinuoso derrotero político de Patricia Bullrich, sus saltos partidarios, sus vínculos con agencias extranjeras y sus múltiples fracasos como funcionaria. Una figura clave del régimen neoliberal que siempre sobrevive, aún a costa de la democracia.
Patricia Bullrich no es una política común. Es, quizás, una de las personificaciones más nítidas del régimen que no se elige, ese que sobrevive a las urnas y se perpetúa por otros medios. Mientras algunos la celebran como la “dama de hierro argentina”, otros —con mayor lucidez histórica— la entienden como una operadora de intereses externos, alguien cuya lealtad nunca estuvo ni con los partidos ni con el pueblo, sino con el poder real.
La exposición realizada por Javier “El Profe” Romero no deja lugar a dudas: estamos ante una de las carreras políticas más incoherentes, funcionales y peligrosas de la Argentina reciente. Su recorrido revela más sobre el entramado profundo del poder que cualquier biografía oficial.
Bullrich comenzó su militancia en la Juventud Peronista de los años 70. Con una hermana pareja del montonero Rodolfo Galimberti —quien más tarde fue agente de la CIA y operador del tráfico de armas en América Latina—, Patricia no tardó en dar el salto desde la izquierda revolucionaria al peronismo ortodoxo de los 80, siempre muy cerca de Antonio Cafiero. En los 90, sin tapujos ni vergüenza, se subió al tren del menemismo, para después ser funcionaria de la Alianza que terminó en sangre y helicóptero.
Se podría pensar que un historial así le habría puesto un freno político. Nada de eso. Bullrich es una experta en la supervivencia camaleónica: después de fundar su propio partido, se alió con Elisa Carrió, luego con Pino Solanas, después con Ricardo López Murphy y finalmente con Mauricio Macri. En cada salto ideológico, Bullrich pareció no dejar ni rastro de sus convicciones anteriores. La única constante fue su capacidad para posicionarse en el centro del poder, incluso en los gobiernos más cuestionados.
Durante el gobierno de la Alianza fue una de las impulsoras del tristemente célebre recorte del 13% a jubilaciones y salarios públicos. Se la recuerda también por su brutal campaña contra los trabajadores organizados y su participación en el gabinete que terminó con una represión feroz en diciembre de 2001. En la Plaza de Mayo y en muchas provincias, el saldo fue trágico: muertos, heridos y una democracia en jaque.
Más tarde, en el gobierno de Cambiemos, volvería a escena como Ministra de Seguridad. Desde allí, Patricia Bullrich consolidó su imagen pública: la mano dura, el gatillo fácil, la criminalización de la protesta y un preocupante desprecio por los derechos humanos. Su “gestión exitosa” se basó, entre otras cosas, en reprimir manifestaciones sociales, justificar fusilamientos por la espalda —como el caso de Rafael Nahuel o Santiago Maldonado— y estrechar lazos con el aparato de seguridad de Israel.
Porque Bullrich no se sostiene sola. Su esposo, Guillermo Yanco, es representante de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, y mantiene relaciones directas con empresas proveedoras de armamento. La ministra nunca aclaró las compras millonarias realizadas durante su gestión ni los nexos con el complejo industrial-militar extranjero. Todo indica que su verdadero respaldo no proviene de las urnas ni de la legitimidad popular, sino de agencias de inteligencia y redes de lobby geopolítico.
¿Y ahora? Tras haber perdido las elecciones internas en Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich no tuvo reparos en sumarse al gobierno de Javier Milei. Como Ministra de Seguridad, repite su manual represivo, esta vez con la legitimación total de un régimen que se jacta de odiar al Estado pero lo usa para golpear, perseguir y censurar.
Ella misma lo dijo: “No nací con Macri”. Y tiene razón. Nació antes, mucho antes, y su ADN político siempre fue el del poder que no da explicaciones, que no necesita coherencia ideológica porque se sostiene con dólares, contactos y sangre.
Lo más escalofriante de su figura es que encarna una especie de “ministra eterna” de todos los gobiernos que buscan disciplinar, recortar y reprimir. Su retórica puede variar, pero su esencia es inmutable: la obediencia a intereses transnacionales, la sumisión al poder financiero y la disposición incondicional a usar la fuerza para garantizar el orden neoliberal.
En tiempos donde el PRO se deshace, donde Macri juega a ser titiritero desde las sombras y donde Milei promete “dinamitar todo”, Patricia Bullrich vuelve a escena como garante del garrote. Su rol es claro: asegurar que el ajuste pase sin resistencia, que el saqueo no encuentre murallas populares y que el Estado sea solo una fuerza bruta al servicio de los mercados.
Pero que nadie se equivoque. Su persistencia en la política no es mérito propio. Como bien sugiere “El Profe” Romero, detrás de Bullrich siempre hubo estructuras que la sostuvieron. Desde la JP a la CIA, desde Galimberti hasta Netanyahu, su nombre es apenas una fachada de un engranaje más profundo, más oscuro, más permanente.
Y mientras ella se presenta como “la que no nació con Macri”, lo cierto es que nunca perteneció a ningún proyecto colectivo genuino. Bullrich no tiene raíces políticas; tiene conexiones. No representa ideas; representa negocios.
Hoy, como ayer, los muertos los pone el pueblo. Ella, como siempre, pone la excusa.
La Municipalidad de Villa Regina informa que el jueves 4 se depositarán los haberes correspondientes al mes de febrero a los empleados municipales, los que estarán acreditados el viernes 5. Los haberes se liquidarán con un 6% de incremento que corresponde a la primera cuota de la propuesta salarial ofrecida por el Ejecutivo en el…
La Dirección de Tránsito y Protección Civil de la Municipalidad de Villa Regina informa que el jueves 25 y viernes 26 las charlas de educación vial se brindarán en barrio El Sauce. Teniendo en cuenta que los cupos son limitados, quienes tengan que renovar su licencia de conducir o tramitar la primer licencia deberán comunicarse…
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