La ciudad de Chos Malal dio inicio a la primera etapa de un ambicioso proyecto de restauración patrimonial que busca devolverle su fisonomía original del siglo XIX. La iniciativa incluye la recuperación de la antigua Casa de Gobierno, que perteneció a José Manuel Olascoaga, primer gobernador del Territorio Nacional del Neuquén, y apunta a reconstruir parte del alma fundacional de la provincia.
El plan contempla una transformación integral del casco histórico para rescatar el espíritu urbano y arquitectónico de 1880, cuando Chos Malal fue capital del territorio. Las obras abarcan también la refuncionalización de sitios emblemáticos como la biblioteca José Olascoaga, el Torreón, museos locales, la iglesia, el archivo histórico y la Casa Dewey.
Según explicó Gustavo Coatz, delegado regional del Alto Neuquén, la primera fase se centró en restaurar la estructura original de la casa utilizada por Olascoaga como sede de gobierno. Con la colaboración de arquitectos e historiadores, se desmontaron agregados modernos para recuperar muros, pisos y detalles auténticos del siglo XIX.
Durante el proceso se descubrieron libros de la antigua biblioteca de Olascoaga y ejemplares que pertenecieron al doctor Gregorio Álvarez, parte de su legado testamentario. Estos hallazgos le sumaron valor histórico al proyecto, que no solo busca restaurar un edificio, sino contar una historia poco conocida de la provincia.
Para la próxima etapa, se proyecta crear una experiencia inmersiva que permita a los visitantes recorrer la historia del Neuquén desde sus orígenes.
El gobernador Rolando Figueroa, los miembros de su equipo de ministros, y todos los intendentes y presidentes de comisiones de fomento de la provincia, firmaron hoy un pacto de gobernanza para defender a la provincia del Neuquén y diseñar estrategias de crecimiento….
De acuerdo con lo informado, este fin de semana pasado Francisco José Ceseretti ingresó a un cajero del banco Galicia de la capital pampeana para retirar dinero de su cuenta. En ese local de la céntrica calle Yrigoyen al 169, el hombre encontró un sobre con 900 dólares y 1.800.00 pesos argentinos.
De inmediato, lo tomó y lo llevó hasta la dependencia policial donde se inició la investigación para determinar cómo llegó ese dinero al cajero. Las cámaras de seguridad del cajero serán puestos a disposición de la investigación policial este lunes, aunque trascendió que el propietario del dinero ya habría tomado contacto con efectivos de la policía de La Pampa.
Lo que contenía la cartera de cuerina hallada en el interior del cajero automático. Foto: policía
Mientras tanto, en los medios de comunicación pampeanos se destacó la actitud del hombre que llegó desde Córdoba hace tres años para radicarse en la ciudad de Santa Rosa. “Sólo hice lo que corresponde”, señaló en diferentes entrevistas.
La reciente confirmación de la Corte Suprema sobre la muerte del soldado Pablo Jesús Gabriel Córdoba en Zapala marcó un cambio en esta investigación. Este pronunciamiento, viene a consolidar las pruebas y teorías que se habían ido desvelando en los meses anteriores, estableciendo con autoridad judicial lo que muchos sospechaban: la muerte de Córdoba fue […]…
María Cristina Venturini, la “Ventu”, nació en Paraná (Entre Ríos) en la década de los sesenta, se mudó a Bariloche a los veintitantos y desde 1997 vive en San Martín de los Andes. En este artículo, intentaré analizar su obra poética, cuyos territorios son universales.
La primera noticia poética que tenemos de Cristina Venturini corresponde al año de 1986, cuando con su poema “Ansias de paz” obtiene el 2º Premio en el Certamen Año Internacional de la Paz, del Gobierno de Río Negro. El jurado estuvo compuesto por: Nelda Pilía de Asuncao, María del P. V. de Cortés y Levy Freitav. Las obras premiadas fueron publicadas por la Subsecretaría de Cultura, en el Nº1 de la denominada “Serie Marrón”, en 1987.
La segunda noticia poética también corresponde a un premio. En 1995, la “Ventu” obtiene el Primer Premio de Poesía “Voces Nuevas”, convocado por la Editorial de Entre Ríos, para escritores menores de 35 años. El jurado, que dictaminó por unanimidad el Primer Premio para Trinos elementales, estuvo ilustremente integrado por Francisco Madariaga, Luis Ricardo Furlán y Víctor Redondo.
La tercera noticia corresponde a ese mismo año, cuando en Marcas en el tránsito. Antología de Poetas Jóvenes de Bariloche (Ediciones Último Reino), Graciela Cros incluye cinco poemas de María Cristina Venturini.
Con este corpus, que abarca una década (1985-1995) iniciaremos el itinerario de análisis poético de su obra.
Prestidigitadora de los vientos
“No busco la paloma y el silencio/ ni la embriaguez ingenua del poema,/ el verbo se derrama y es olvido/ o pasa a entorpecer el diccionario”, son los primeros versos de “Ansias de paz”, que inauguran la obra de Cristina, sentando al mismo tiempo las bases poéticas de lo que será su vasta labor literaria.
En estos primeros 23 poemas hay ya algunas señales del camino venidero y otras que se irán perdiendo en ese mismo camino.
Acaso lo más llamativo, en términos formales, sea la cadencia del verso, sugerida por una métrica que coquetea todo el tiempo con el encopetado “arte mayor”. En estos textos, surge inexpugnable el verso endecasílabo (once precisas sílabas):
“Por darme de beber tus tempestades,
supe del sol nacido en tus ovarios…”
(de “Mujer de la montaña”):
El alejandrino (de catorce sílabas):
“Recupero mi asombro de huésped en las sombras:
una fe de galletas partidas entre escombros…”
(de “Menguanterías”).
Y el heptasílabo (de siete sílabas, caro al verso popular):
“Cuando la tierra vibra,
se encuentran los caminos
donde cantan los grillos
con temblores dispersos.”
(de “De espaldas a la luna”).
Esta primera etapa es profundamente lírica, profusamente lírica: de un lirismo apasionado, que recuerda a la oriental Juana de Ibarbourou. Basta vistear las dedicatorias y los epígrafes para certificar las fuentes poéticas donde abrevó esta primera Cristina: Juanele Ortíz, Rafael Alberti, Olga Orozco, Enrique Molina, Francisco Madariaga y Pablo Neruda (a quien, al homenaje intertextual del título Trinos elementales, le suma el sentido poema “Pablo del mar”).
Los recursos de esta etapa son floridos, desaforados. Baste mencionar la pregunta retórica, reformulada como pregunta poética, a la cual no le interesa respuesta alguna, sino la belleza sonora e inquietante de su propia formulación:
“¿Será acaso el perfume
o la blanca sustancia
donde retumba el mar como palabras
tantas veces oídas,
tantas veces,
que tal vez sobrepasen las cigarras?”
(de “Fervor de las magnolias”)
Y a la manera de las kenningar de los poetas escandinavos, que llamaban a la sangre, “agua de la espada” y “bosque de la quijada” a la barba, Cristina Venturini escande joyas que son metáforas complejas, tales como “perla fugaz del desencuentro”, “garza del alba” o “prestidigitadora de los vientos”.
Mientras tanto, la “Ventu” siguió cosechando premios: junto a la artista plástica Viviana Dziewa, obtuvo el Primer Premio en el Salón del Poema Ilustrado de Perito Moreno, en 1990 y 1993.
En la antología Marcas en el tránsito deja, como al descuido, un poema del futuro: “Jaguar de abril”, que será libro en 2014. Pero antes de eso, hay una etapa poética más que transitar.
En 2007, el cuento “Orcalumis” se edita en la colección Escribiendo en la Patagonia (Campaña Nacional de Lectura). Esa edición será el germen del nacimiento del futuro proyecto editorial Orcalumis, de Magdalena y Francisco Maffeis, hija e hijo de Cristina: luego de la publicación de El obispo pendulario (2015), aparecerán en el sello, dedicadas al público infantil, las obras Poemas para jugar (2016), el homónimo Orcalumis y Zapallo (ambos de 2020). Retornando, en el mismo año de 2007, aparece el volumen Poemas consubstanciales, escrito por Cristina Venturini, en coautoría con Lionel Rivas-Fabbri (San Martín de los Andes: Ediciones De La Grieta).
Serán años de distinciones personales y participaciones colectivas, como lo prueban las apariciones en la antología 6ª Convergencia Internacional de Poemas JuninPais 2007. (Junín: Ediciones De Las Tres Lagunas, 2007), merced a una Mención Especial; la antología Mujeres que alzan la voz. Cuentos y poemas premiados en los Concursos Interamericanos de Cuento y Poesía. (Selección 2005 a 2008) (Buenos Aires: El Escriba, 2009), por el Primer Premio en 2007; y la antología Juegos Florales 1995-2012. (Paraná: Departamento de Cultura, 2012) por el Primer Premio en 2009.
De esta breve etapa se puede advertir, en principio, la desaparición de las viejas métricas clásicas y el reemplazo por el verso libre:
“El caos o el amor,
estos dos impostores me preceden,
viven en mí,
no puedo detenerlos.”
(de “Partir”).
Algo del lirismo salvaje se pierde, se transmuta en un tono más formal: el verso juanelesco, que se extendía hasta los límites de la página, mengua, se torna más filoso:
“El ángel
me miraba
sonriente
cuando
le volaron
la cabeza.”
(de “Rage”).
La primera y la segunda persona del singular, fortísimas en su primer poemario, dejan paso a una más ceremoniosa (pero no menos potente) tercera persona:
“Mano de paz
escándalo de soles
calor
andar sin tiempo.”
(de “Parque Urquiza”).
O más aún, a una primera persona del plural:
“Un susurro feroz,
una caricia apenas esbozada
nos convoca a su ronda
y nos convierte en plumas
ansiosas de mañanas.”
(de “El enigma”).
En el 2009, en los Juegos Florales de Paraná, se levantó con el primer premio con su poema “El Linaje de Scherehezada”, que señala una comunión y un destino mutuo:
“Mis amigas son mujeres de estirpe.
Señoras de la luz y la palabra,
tienen el don de dibujar caminos
donde otros no perciben ni la sombra.”
El linaje de Scheherezada, aquella muchacha que cada noche (durante mil y una noches) le cuenta al rey Schahriar una historia para salvarse: Mientras siga este camino de la palabra, mientras siga dándole la voz a la poesía, continuaré con vida, nos dice la poeta Venturini.
Artesana del aire
Hay un hito en la carrera de Cristina Venturini. Es el lanzamiento de acaso la más experimental y vistosa de sus obras: La luz en el nogal, que fue publicada primero por Editorial Fractales (2010), luego por Ediciones De La Grieta (2011) y finalmente por Ediciones Orcalumis (2020).
En el prefacio “¿Por qué este libro?” explica: “Cuando mi padre, en sus últimos días, se iba apagando lentamente en su cama, venían a mis oídos los versos de Dylan Thomas: Rage, rage against the dying of the light. (…) Mi padre murió, pero al voz de Dylan siguió en mis oídos hasta que decidí hacer algo que me ayudara a comprender, a aceptar el dolor. Escribir me calma. Traducir también”. Toda la obra está escrita sobre (desde) la base de un leitmotiv (“Do not gentle into that good night”) que la Venturini hace suyo: lo paladea, lo mastica, lo despedaza y nos lo devuelve, más lúcido, más íntimo. “¿Por qué trabajar con el lenguaje?”, se pregunta y al instante se responde: “Sus matices, los tipos de registros del habla, el discurso formal, el pensamiento que se cuela mientras vamos moldeando alguna idea, las lecturas, las disquisiciones, todo esto me atrae y me conforta”. El resultado no podría haber sido más feliz: uno de los libros de poesía más extraordinarios que hayan dado estos pagos.
Desaparecen los títulos, las mayúsculas y los signos de puntuación, esas ferreterías. El verso, afinado, espigado y esbelto, nos susurra apenas (¿apenas?) eso que de verdad importa:
“lo importante:
los ojos
los oídos
las ganas
la palabra”
Como en toda la obra de Cristina, hay tres elementos (casi constelaciones semánticas) alrededor de las cuales se articula, gira, satelita, todo: aguas, palabras y aves. Siempre hay palabras, aguas y aves en la poesía de la Venturini: ríos, olas, mares; gorriones, loros, tordos, gaviotas. Cosas que nadan y vuelan: hasta los puentes y las magnolias parecen querer nadar y volar en sus poemas.
“los pájaros
(como en el cuento)
harán su parte:
despejar
la memoria”
Párrafo aparte merece (como la mágica noche DCII, de las mentadas mil y una noches, noche mágica entre las noches) la “Traducción a la carta. Arma tu propia versión”, en la que la poeta postula traducciones posibles del verso-leitmotiv señalado más arriba, cuenta sílabas, imagina fraseos sintácticos y flashea alcances semánticos. Todo en una sola y gloriosa página.
Con Jaguar de abril (Delta Editora, 2014) ocurre un fenómeno o varios fenómenos poéticos al unísono. Ya contamos que el poema homónimo del título había visto la luz editorial en la antología Marcas en el tránsito, en 1995. El volumen, dice el “Prefacio”, reúne los poemas escritos entre 1985 y 1991 en los alrededores de Bariloche, salvo un par de excepciones.
Aquí, vuelven (¿alguna vez se fueron?) las viejas sombras amigas de Juanele, de Madariaga, de Neruda. Y surgen otras nuevas, como Guimaraes Rosa, Salvatore Quasimodo, Pavese, Saer y Alessandro Baricco.
Los mismos poemas, en otra presentación, obligan a una nueva lectura: es un gesto constante en la obra de Cristina, la re-presentación del texto, nos habla desde un tiempo profundo, multiversal:
“Fui artesana del aire en tu bolsillo,
música de monedas
brillantes en el sueño de la luna
menguada y pasajera.”
(de “Simple past”).
Ese mismo año, integra la antología Olvido la marcha que no tiene música. Cuatro poetas de San Martín de los Andes, con Ailén Saavedra, Rafael Urretabizkaya, y Marcelo Gobbo (Ediciones de La Grieta). En ese volumen, presenta el conjunto de poemas “Música que no sé”. En el corazón de ese conjunto, la Ventu inquiere:
“¿Cómo volver sino sobre las huellas?
¿Hay acaso otro vuelo tal vez mágico
para recuperar eso que somos?”
En Poemas anteriores (Ediciones Orcalumis, 2015) va más atrás aún en la historia: “Estos poemas fueron escritos en Bariloche antes de Trinos elementales o La luz en el nogal”. Y sentencia: “El tiempo, las lecturas y la vida dejaron su marca en estas estrofas, donde se exorcizaron los fantasmas de entonces”.
Otra vez, sucede un extraño fenómeno literario, que leemos una obra posterior, postulada como anterior de obras que ya hemos leído: como no podemos olvidar lo que hemos leído, es imposible no percibir (o inventar) las influencias de los textos nuevos en los textos viejos. Podríamos decir, con Borges, que cada libro “crea” sus “precursores”.
La Ventu lo entiende así, cuando nos dice:
“Y pensar que ese canto
que ahora me desangra
ya no es más que cenizas,
cenizas en el agua”
(de “s.O.s.”).
Criolla del universo
En 2018, en lo que didácticamente hemos denominado la etapa más reciente de nuestra poeta, aparece El perfume de las cosas (Espacio Hudson). El volumen formó parte de la serie “Poetas de Neuquén” (dirigida por Cristian Aliaga, con la dirección adjunta de Oscar Sarhan): la mayoría de los poemas son textos de sus libros anteriores; otros que figuraron antologías; y un par de nuevos poemas. Así, El perfume de las cosas es una especie de Greatest Hits (o un Obras Cumbres) de Venturini.
Lo más novedoso de este conjunto es 123 kilitos de amor, que aparecerá como obra aparte en 2020, publicada por Ediciones Orcalumis, así como Dragones en la reja, que circula en formato fanzine, tanto en solitario en castellano, como en compañía de Confession, traducidos al portugués por la profesora Flávia Do Amaral Marino.
Hay, especialmente en los 123 kilitos… una aproximación a la narrativa desde los recursos no explorados ni explotados del todo hasta ahora por la Venturini. El texto presenta de continuo una serie de estrofas, casi sin solución de continuidad, como una secuencia de imágenes que pretenden rozarse, contaminarse y enriquecerse por contigüidad: signos de que su búsqueda continúa, porque es incesante, eterna, en ese no-lugar utópico que es el poema:
“Un lugar donde todo es posible
donde tiempo y espacio
se conjugan
licor sagrado
el poema.”
Allá por 1913, en su Breviario de estética, Benedetto Croce postuló que la crítica no debe querer invadir el arte, ni intentar volver a descubrir la belleza de lo bello o la fealdad de lo feo, ni hacerse la pequeña e insignificante frente al arte, sino hacerse grande, crecer frente al arte grande. Campo fecundo para ejercer este oficio es la magnífica obra de María Cristina Venturini, la “Ventu”: espiritual hasta la médula, carnal hasta el alma.
Entre Antes que nada (1987), el primer libro de poemas de Raúl Artola, y el último publicado Cisne de cuello negro (2022), median treinta y cinco años de historia, personal, nacional y universal: una vida, o lo que para los escolásticos cristianos era la mitad de una vida, teoría sostenida en un pasaje de los Salmos; que también llevaría al Dante a iniciar su Divina Comedia recitando “Nel mezzo del cammin di nostra vita…” (“En el medio del camino de nuestra vida…”) para significar que en ese instante tenía treinta y cinco años. …
La fiscalía de Delitos Ambientales realizó un allanamiento en el predio del basurero petrolero Comarsa del Parque Industrial de Neuquén. El traslado de los residuos tóxicos desde allí hacia Añelo, acordado en 2024 entre la empresa y la Secretaría de Ambiente de Neuquén, permite ahora acceder a otras superficies en las que tomar las nuevas muestras. El procedimiento se concretó en el contexto de la causa contra el dueño y dos ejecutivos de la empresa por los delitos de contaminación y administración fraudulenta y tuvo como objetivo tomar esas muestras y secuestrar documentación sobre movimientos de suelos, traslados y disposición de residuos. La gran cantidad de residuos de la explotación de Vaca Muerta sigue siendo un problema irresuelto para la provincia. Por OPSur.
“Ya en 2023 y 2024 se había allanado a Comarsa con el fin de tomar muestras de suelo en el predio. Pero el alcance fue acotado por la enorme cantidad de residuos en el lugar, lo que imposibilitó el acceso a determinados sectores”, dijo el fiscal de la causa Maximiliano Breide Obeid en relación al motivo de este nuevo ingreso.
Según el querellante Rafael Colombo, integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, “lejos de ser un asunto resuelto como pretenden las autoridades políticas de Neuquén, este allanamiento refuerza las medidas de investigación”. Colombo explicó que es el quinto allanamiento a la empresa, y que se concreta “junto a muchas otras medidas que ratifican que Comarsa cometió delitos de contaminación, usurpación de tierras públicas y un fraude millonario escandaloso a lo largo de más de 10 años. Todo en el contexto de la gestión de la basura petrolera del fracking de Vaca Muerta”.
Fotos: Emiliano Ortiz.
Por fuera de la causa judicial, en octubre de 2024 Comarsa acordó con la Secretaría de Ambiente trasladar los residuos ubicados en Neuquén a la planta de disposición final de Indarsa en Añelo en un plazo de 24 meses. Según el convenio, la empresa no trasladaría los 31.000 m³ de residuos en biopilas pero retiraría los 210.000 m³ acopiados. Con ese objetivo, se pautó la obligación de retirar 17.500 m³ por bimestre. Entre enero y febrero de este año, cuando comenzó a concretarse el convenio, la compañía movió 11.500 m3. Es decir, solo el 65% de lo acordado.
Al día de hoy, no hay información pública que permita saber si Comarsa cumplió con los volúmenes establecidos para el segundo bimestre. La Secretaría de Ambiente no publicó informes actualizados ni respondió los pedidos de información realizados por la Fiscalía y las querellas sobre las cantidades transportadas y qué tipo de análisis se les realizó. Tampoco se conoce si se iniciaron sanciones por el incumplimiento anterior de la empresa.
A pocas cuadras de la Comisaría 17 y de la vivienda donde asesinaron al periodista Juan Caliani, en la mañana de este miércoles, un joven ingresó a una casa, robó una bicicleta, traspasó el portón y escapó. Trascendió que minutos después fue apresado, pero los vecinos manifestaron a Alerta Digital la preocupación por el crecimiento de la inseguridad en ese sector de la ciudad.
El video que aportó una vecina a este medio muestra lo que sucedió aproximadamente a las 8 de este miércoles, cuando en la calle Lanín -a metros de Pehuenches- un joven encapuchado ingresó a la vivienda, sustrajo la bicicleta y luego de superar el portón de hierro, escapó con el rodado.
Ropa tirada y actitudes sospechosas en el barrio
Vecinos consultados por Alerta Digital indicaron que desde la habilitación del alojamiento para personas en situación calle en el predio de la Ciudad Deportiva, se aumentó la presencia de “gente en actitud sospechosa, inclusive caminando por los techos de las casas”.
A su testimonio le agregó algunas imágenes sobre la aparición en distintos sectores del barrio de ropa que presuntamente es la que se envía como donación a ese centro de asistencia de personas en situación de calle.
Vecinos reportaron ropa de las donaciones tirada en los distintos sectores del barrio.
Otra vecina también agregó una fotografía donde se observa un colchón sobre uno de los muros de la Ciudad Deportiva, desde donde observan todas las tardes a partir de las 15, el movimiento de quienes habitan en ese sector de la calle Lanín.
colocan los colchones para observar los movimientos de los vecinos de la zona en la tarde.
En pleno Bajo Neuquino se vivió una jornada marcada por la delincuencia, con tres robos ocurridos en menos de 24 horas en la misma cuadra. En AM Cumbre 1400 habló Jazmín Salías la dueña del local Ramona Store y detalló que recibió una llamada perdida de la encargada y cuando miró las cámaras los delincuentes ya estaban adentro del local….
Elon Musk fue expulsado de la Casa Blanca de Trump. Su comportamiento errático y sus payasadas lo convirtieron en un blanco fácil para los medios de comunicación. Pero Musk siempre estuvo llevando a cabo la agenda del autor del Proyecto 2025, Russell Vought, que sigue teniendo mucho poder. Por Branko Marcetic |Traducción: Pedro Perucca (Jacobinlat) .
l abandonar oficialmente la Casa Blanca, Elon Musk se quejó repetidamente de que él y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) se convirtieron en el «chivo expiatorio» de la administración, absorbiendo la culpa y la indignación por casi todo lo que hicieron el presidente y su equipo que no le gustó a la gente. Lo curioso es que esta es una de las pocas veces que el multimillonario de Tesla tiene razón en algo.
Durante los últimos cinco meses, Musk fue una bolsa de boxeo muy útil para los demócratas, la izquierda en general, la prensa y cualquiera que quisiera dañar políticamente a la segunda administración Trump. ¿Y quién puede culparlos? Su extraño comportamiento, su flagrante corrupción y su antipatía general eran perfectos para generar clics y compartidos, por no hablar de que lo convertían en un blanco fácil para los críticos de Trump que buscaban vincular al presidente a un barco que se hunde, lo que tuvo consecuencias políticas reales para la administración.
Así que no es de extrañar que, incluso mientras los medios de comunicación publican artículos en los que se hace un balance de la etapa de Musk en el Gobierno, la cobertura esté salpicada de sugerencias de que no se va de verdad y que seguirá ejerciendo influencia sobre la Casa Blanca de Trump desde afuera, por lo que será responsable de lo que esta haga a partir de ahora. Sin duda, esto será al menos en parte cierto, y el público parece estar de acuerdo. Pero intentar mantener el foco de atención en un Musk que ya se marchó puede que no sea tan eficaz políticamente como esperan los críticos, y se corre el riesgo de no comprender lo que realmente está sucediendo en la Casa Blanca de Trump.
La realidad es que, aunque Musk era y sigue siendo un conveniente contrapunto político, incluso cuando estaba en el meollo de la acción en la Casa Blanca, solo hacía el trabajo sucio y práctico de otra persona: Russell Vought, el arquitecto del Proyecto 2025 y director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) de Trump.
Cualquiera que desee pedirle cuentas a la administración Trump, por no hablar de intentar comprender lo que quieren hacer quienes la dirigen, debe dejar de centrarse en el multimillonario y fijar su atención en Vought. Si la política estadounidense fuera Kill Bill, Musk y su equipo DOGE serían los secuaces extravagantes y pintorescos con los que la Novia pasa la mayor parte de su tiempo y energía, mientras el anónimo Bill espera, impasible, y dirige los hilos desde salas oscuras alejadas de la acción.
Cambiar el foco de atención a Vought será complicado, porque pasó este primer semestre de máxima indignación por los recortes a DOGE trabajando en silencio y fuera de la vista, porque es mucho menos mediático y menos propenso a generar clics y audiencias que el escandaloso Musk, y en general es una figura menos errática y más entrenada para los medios de comunicación, por lo que no es probable que cree el mismo conjunto de dolores de cabeza políticos para la Casa Blanca. Pero, aparte del propio presidente, él es la fuerza motriz de la agenda de Trump, y ahora va a empezar a actuar como tal.
El Wall Street Journal informó hace ya un mes que, con Musk fuera de juego, Vought se convertirá ahora en el arquitecto oficial del programa de austeridad de Trump, trabajando con el Congreso para realizar más recortes y obtener la aprobación legislativa de algunos de los ya realizados bajo Musk, al tiempo que recorre los medios de comunicación para vendérselos al público. El domingo pasado, Vought estuvo en la CNN defendiendo los recortes y otras partes de la agenda de la Casa Blanca.
Pero no es que antes estuviera de brazos cruzados. Vought fue, incluso antes de ser nombrado para un cargo en el Gobierno, el responsable de la desastrosa orden ejecutiva de Trump de enero que suspendía todas las subvenciones federales, que la Casa Blanca se vio obligada a revocar rápidamente. Toda la teoría jurídica y el enfoque en que se basa el DOGE —por la que que el presidente de los Estados Unidos puede simplemente negarse a gastar el dinero que el Congreso ya autorizó para diversos organismos y programas, y puede desmantelarlos o eliminarlos por completo a su antojo— proviene de Vought, que ha estado muy estrechamente involucrado en los recortes del DOGE desde su mismo inicio. En su conjunto, el segundo mandato de Trump siguió muy de cerca el Proyecto 2025, el plan político en cuya elaboración Vought desempeñó un papel fundamental. Y él mismo admitió el año pasado a unos periodistas encubiertos que seguiría influyendo en la política de Trump desde fuera del Gobierno, incluso si no se le concedía un cargo en la Casa Blanca.
Si se analizan los presupuestos y las políticas que Vought redactó y defendió mientras trabajaba en el Congreso o como activista, se comprueba rápidamente que los recortes atribuidos a Musk se habrían producido de una forma u otra mientras Vought estuviera en la Casa Blanca. A lo largo de los años, se manifestó a favor de privatizar el Servicio Postal de Estados Unidos y derogar el Obamacare, así como de recortar o eliminar el Departamento de Educación, Medicaid, USAID, la radiodifusión pública, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Autoridad Federal de Aviación y muchos más.
También ayuda a ver hacia dónde es probable que se dirija la administración Trump en el futuro. Vought lleva mucho tiempo teniendo en su punto de mira a grandes prestaciones sociales como la Seguridad Social (que quiere privatizar) y Medicare, y hace dos años reconoció abiertamente que su objetivo es utilizar la actual oleada de recortes para acostumbrar al público a la idea, de modo que en algún momento se pueda atacar a estos grandes programas que antes eran «intocables».
Pero esto es precisamente por lo que Vought podría, de hecho, convertirse para Trump en un lastre político tan grande como lo fue Musk: solo se necesitarían críticas sustantivas y bien dirigidas, menos propicias para los titulares sensacionalistas que las que suscitó Musk. Hasta ahora, eso no sucedió.
La prensa liberal tendió a presentar a Vought como un temible «nacionalista cristiano», un término que no significa mucho para el ciudadano medio y que incluso puede resultar atractivo para un público que sigue siendo mayoritariamente cristiano y que, como cualquier población, considera que su propio interés nacional es su máxima prioridad. Mientras tanto, en su entrevista dominical con el director de la OMB, la periodista de la CNN Dana Bash, dedicó mucho tiempo al tema de la teoría de Vought sobre la «incautación» y su constitucionalidad, un tema jurídico importante pero arcano que probablemente no resulte muy interesante para muchos.
Lo que es acertado y constituye una línea de crítica más eficaz es que la ideología de Vought —un fanatismo militante y antigubernamental que le lleva a considerar como completamente ilegítima la inversión pública en infraestructura y a querer eliminar o vender al mejor postor prácticamente todos los programas gubernamentales, desde Medicaid hasta la NASA— es ajena y poco atractiva para la mayoría de los estadounidenses modernos, incluida la propia base obrera de Trump, y que los perjudicará, a ellos y a sus seres queridos. Una mayoría récord de estadounidenses, la más grande en treinta años, ahora quiere que el gobierno haga más para resolver los problemas del país, no que haga menos o que apenas exista, como sueña Vought.
Si se conoce la historia de Vought, se sabe que toda su carrera estuvo definida por el hecho de que sus objetivos políticos resultaron tan tóxicos para los estadounidenses de a pie, incluyendo a los votantes republicanos, que nunca pudieron promulgarse democráticamente. La gran queja de Vought es que cada vez que redactaba un presupuesto que eliminaba la asistencia sanitaria para la gente y disolvía la mitad del Gobierno (excepto el Pentágono, por supuesto), nunca se aprobaba, porque los miembros republicanos del Congreso que apoyaban de palabra su ideología antigubernamental se echaban atrás cuando al darse cuenta de que sus electores los destrozarían si se atrevían a ponerla en práctica.
Esto es lo que finalmente llevó a Vought a Trump. Vought declaró abiertamente que tanto el consenso político estadounidense como la opinión jurídica mayoritaria están tan lejos de su visión antigubernamental y que la única forma de hacerla realidad es tomar medidas radicales y sin precedentes, como confiarle a un presidente todopoderoso la tarea de desmantelar por sí solo el gobierno federal y declararle la guerra a los demás poderes si se interponen en su camino. Esto es asombrosamente antidemocrático, pero también es antidemocrático por necesidad, en tanto está al servicio de una agenda política que resultaría repulsiva para la mayoría de los estadounidenses si estuvieran debidamente informados al respecto.
De hecho, ya lo demostró: basta con ver la furiosa reacción pública a la suspensión de las subvenciones impulsada por Vought, que obligó a los miembros republicanos del Congreso a presionar a la Casa Blanca para que la revocara, o la ira que los republicanos están expresando en los ayuntamientos por el avance de presupuestos que diezman Medicaid, siguiendo el modelo trazado por Vought.
La salida de Musk debería ser una oportunidad para volver a centrar la atención en Vought, que logró pasar bastante desapercibido durante los últimos cinco meses gracias a la búsqueda de atención del multimillonario de Tesla. Puede que Vought no sea un personaje tan pintoresco, pero si el público supiera con precisión lo que cree y planea hacer, quedaría igual de perturbado por su influencia en la Casa Blanca.
Las condiciones de visibilidad son mínimas y se pidió suma precaución al circular tanto por avenidas como por las rutas de toda la región.
Para este domingo la temperatura mínima se registró por la madrugada con una sensación térmica de 3 grados bajo cero y se espera para la tarde una máxima de 6°.
El viento del Este, que ingresó a la región el viernes, se mantiene con una velocidad de 12 kilómetros sobre el mediodía. El cielo permanecerá cubierto durante toda la jornada, con previsiones de inestabilidad.
El lunes
Para el inicio de la semana siguen los pronósticos de lluvia, especialmente durante la madrugada, para luego continuar con cielo nublado.
La temperatura mínima será de 4 grados y la máxima de 10°, con viento del Noreste a 13 kilómetros por hora desde el mediodía.
El sol a pleno en el Alto Valle y buena parte de la provincia del Neuquén marca las horas finales del frío de invierno, al menos por varios días, según anticipa el pronóstico del tiempo. El viento desde la cordillera pierde fuerza este miércoles, aunque para mañana jueves se anticipan nuevas nevadas en el sur […]…