Un informe del CEPA, basado en datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, reveló que en los 19 meses de gestión libertaria desaparecieron 15.302 empleadores y 219.256 trabajadores quedaron afuera del sistema. La caída golpeó más fuerte a las grandes empresas y se sintió con crudeza en sectores como construcción, transporte e industria.
Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable
Una economía que expulsa empresas y trabajadores
La recesión que atraviesa la Argentina bajo el gobierno de Milei tiene números concretos: entre noviembre de 2023 y junio de 2025, la cantidad de empleadores registrados pasó de 511.337 a 496.035, y los trabajadores asegurados en el sistema de riesgos del trabajo descendieron de 9.857.173 a 9.621.034.
La cifra, difundida por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en base a información oficial de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), deja en evidencia la magnitud del derrumbe: 15.302 empleadores menos y 219.256 puestos laborales destruidos en apenas 19 meses de gestión libertaria.
El golpe mayor: las grandes empresas
El informe destaca que la expulsión de trabajadores se concentró en las compañías de mayor tamaño. El 72% de la pérdida de empleo ocurrió en empresas con más de 500 trabajadores, mientras que el resto se distribuyó en firmas medianas y pequeñas.
En términos porcentuales, las grandes empresas redujeron su personal en 3,54%, mientras que las de hasta 500 empleados recortaron 1,32% de su plantilla.
Sectores más golpeados
La radiografía sectorial elaborada por el CEPA muestra un panorama alarmante:
Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria: perdió 89.794 trabajadores.
Construcción: sufrió una reducción de 81.463 empleos, lo que equivale a una caída relativa del 17,1% en el período.
Transporte y almacenamiento: retrocedió en 53.101 puestos.
Industria manufacturera: se achicó en 43.063 empleos.
De esta manera, sectores estratégicos para la economía nacional y la generación de empleo registraron un retroceso que compromete la recuperación futura.
Empresas que desaparecen
En cuanto a los empleadores, el sector más afectado fue el de Transporte y Almacenamiento, con una caída de 4.159 firmas. A continuación, se ubicaron Servicios inmobiliarios, Comercio mayorista y minorista, reparación de vehículos automotores y motocicletas, además de Servicios profesionales, científicos y técnicos y la propia construcción.
Cada una de estas bajas significa no solo el cierre de unidades productivas, sino también la pérdida de capacidad de inversión, innovación y empleo formal.
El costo social de la política económica
El informe del CEPA es categórico: la retracción de la actividad económica impulsada por las políticas de ajuste y apertura indiscriminada de Milei se traduce en un vaciamiento del aparato productivo. La consecuencia inmediata es el deterioro del empleo registrado, con trabajadores y trabajadoras que quedan fuera del sistema de cobertura de riesgos laborales, es decir, más vulnerables frente a accidentes o enfermedades vinculadas al trabajo.
La contracara del relato oficial sobre “libertad” y “desregulación” es un país con menos empresas, menos empleo formal y más precarización.
Ana trabaja en neonatología de un hospital público desde hace 29 años. En la puerta de la sala hay una cámara que médicas y enfermeras instalaron artesanalmente. Una noche Ana se pone a ver la grabación y algo le resulta extraño. Mira una y otra vez: ¿Es lo que ella cree? Retrocede y vuelve a poner play hasta que no le quedan dudas. Un hombre le vende droga a una mujer que tiene a su bebé en neo. La escena (real) es una parábola contemporánea: aumentó el consumo en mujeres embarazadas y puérperas que termina con niños recién nacidos internados por Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN).
Tienen convulsiones, fiebre, diarrea, vómitos, temblores. No duermen. Lloran sin consuelo. Literalmente, nadie puede calmarlos. Ni la madre. No lloran porque “los bebés lloran”, lloran porque tienen abstinencia. El SAN es ese conjunto de síntomas que pueden ocurrir por haber estado expuestos a sustancias psicoactivas. En marzo de 2025, en un hospital del conurbano bonaerense, había cinco incubadoras ocupadas con bebés -como dicen en la jerga- “judicializados” por temas de consumo. En otro, circulaba un pedido informal: “Hola, gente, hay 8 bebés abandonados en neonatología por distintos motivos (la mayoría por adicciones), no tienen a nadie que les lleve cositas, deben permanecer ahí para ser estabilizados y las enfermeras están pidiendo donaciones”.
Es un secreto a voces, y ocurre en todo el país. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las y los profesionales de maternidades de alto prestigio están preocupados por el tema y muy interesados en hablar con Revista Anfibia. Pero las reiteradas solicitudes al área de prensa del Gobierno de la Ciudad, oportunamente recibidas, no fueron respondidas.
En otra sala de neo, la del Hospital Mercante de José C. Paz, la luz es tenue. Hay espacio entre las incubadoras para que las enfermeras puedan maniobrar y las familias acompañen de cerca si el comienzo de la vida no resultó fácil. Un pitido intermitente marca el pulso de la sala y cada tanto se convierte en alarma. Una mamá se extrae leche, un bebé pesó 800 gramos y a otro le cuesta adaptarse a respirar. Patricia Rosenberg, directora asociada del Hospital, afirma que los casos de consumo durante el embarazo aumentan con velocidad y que es mejor dejar de hacer como que no lo vemos. Veámoslo, entonces.
Si bien lo que más se reporta es el consumo de tabaco o alcohol, según el Ministerio de Salud entre el 5% y el 10% de las personas gestantes dice haber usado drogas ilícitas durante el embarazo. En estudios toxicológicos de poblaciones de alto riesgo, el número puede trepar hasta 40%. El fenómeno es global: la brecha de los consumos entre varones y mujeres tiende a disminuir, y cada vez se empieza más temprano. En Estados Unidos, en plena crisis de opioides, ya existen centros especializados para atender a bebés con SAN.
En marzo de 2025, en un hospital del conurbano bonaerense, había cinco incubadoras con bebés “judicializados”. En otro, ocho habían quedado «abandonados» en neonatología, la mayoría por adicciones de sus madres, y las enfermeras pedían donaciones.
Pero volvamos a Argentina, específicamente a Villa Adelina, a la casa en donde vive Cintia. Es un ambiente con piso de cemento y una sola ventana. Como todavía hace calor en Buenos Aires, creó un remolino con tres ventiladores. Hay una cucheta y una cama para sus tres hijos más grandes, y un futón abierto en el que duerme ella con su bebé de casi un año. Está todo tan ordenado que en el horno se descubren guardadas las zapatillas. Arma el mate: un tercio de yerba, un tercio de azúcar y otro tercio de yerba. A los que no le agrega una cucharadita de azúcar extra en la cebada los llama “amargo”.
—Ya tiene dientitos… —comentamos sobre su bebé, que deambula por la habitación.
—¡Tiene más dientes que la mamá! —responde Cintia entre risas, oscura y fresca a la vez.
Cintia condensa, en la historia de su vida, varios de los datos que escuchamos a diario: el que dice que 8 de cada 10 hogares monoparentales están a cargo de una mujer; el que subraya que las jefas de hogar con dos o más niños a cargo dedican 10 horas y 11 minutos por día a los cuidados mientras el promedio general de los varones es de 3 horas y media; el que indica que las brechas de género en la actividad económica se mantienen a lo largo de toda la vida.
Lo primero que Cintia recuerda de su niñez es a su abuela Juana enseñándole a tomar mate. Era el refugio al que acudía cuando su casa se volvía violenta: “Mi mamá no me quería”, dice. Cuando la abuela Juana murió, Cintia ya no supo a dónde ir. Conoció al papá de sus primeros hijos, quedó embarazada y trató de “armar una familia”. Pero quedó enredada en consumos.
“¿Qué no consumía? Todo lo que sea droga, lo consumía yo. Y recaí mal, mal, mal, mal, mal, llegué a pesar 40 kilos (…) Estuve ocho años en consumo. Perdí a mi abuela, perdí bebés, me operaron, casi me muero. Recaí en la violencia con el papá de mis hijos…”
Así suena una de las protagonistas del primer episodio del podcast “Lo real real / crónicas del estado emocional argentino”, producido por Anfibia Podcast y conducido por Cristian Alarcón. Lo real real permite un espejo en las emociones de la época, desde las que matan hasta las que crean y salvan. Nos invita a animarnos a bucear en este momento que tanto nos intriga, nos empobrece, nos desespera. ¿Será que para entender lo que somos, hay que mirar lo que preferimos no ver? ¿Estamos tan rotos? ¿Queda salida?
La mamá de Cintia denunció la desprotección de los nietos en la Justicia y ella se los entregó para que los cuidara, porque ella estaba cada vez peor. “Yo no dormía. Me quedaba amanecida, iba en mal estado a llevarlos al jardín”, recuerda. Estuvo varios años sin sus hijos. Hasta que un día, de gira, se miró en el espejo. Era piel y hueso. Sintió que era un límite y se dijo: “¿Flaca, qué estás haciendo? ¿No te das cuenta? (…) ¿Te vas a seguir haciendo mierda hasta morir?”
Entonces empezó el camino para recuperarse. Quiso visitar a los hijos, pero su mamá no la dejó: “Dios me castiga por haber sido una mala madre”, pensó. La Asociación Intercambios hizo un estudio cualitativo en el que entrevistaron a 62 mujeres embarazadas y puérperas en consumo. La mayoría tiene “juicios de valor negativos respecto a las mujeres que, siendo madres, consumen sustancias psicoactivas”. O sea, ellas mismas. Eso se convierte en culpa, reproches y en temor a ser denunciadas o a no ser atendidas en el sistema de salud.
Cintia logró salir del rulo y fue a un hospital. Le hicieron estudios y le dijeron que no estaba enferma, que no se iba a morir. Estaba embarazada. Meses después nació Oseías. El examen toxicológico del bebé dio negativo, pero era Semana Santa y la resolución de la Justicia se demoraba: Cintia pasó varios días internada y se fue poniendo nerviosa.
“No venía la asistente social, no venían del juzgado y yo tenía ganas de matar a todo el mundo, sinceramente. Me peleé con una doctora porque me dice que yo estaba enferma (…). Y le digo: ¿Por qué me decís así? ¿Porque soy una ex drogadicta? ¿Tengo un mal prontuario?” Gustavo Zbuczynski es director de la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina y plantea: “Hay una paradoja en el triunfo social del capitalismo y la sociedad de consumo, que es que deja afuera al que más consume”. La perspectiva de reducción de daños apunta a no criminalizar a quien consume y, en cambio, aportarle herramientas de cuidado.
Aquel día de locura, Cintia conoció a Guillermina, la puericultura del Hospital materno infantil de San Isidro. Católica, de voz calma. Una mujer que sintió la llamada de Dios de grande, después de tener hijos y perder un embarazo. Primero se sumó a la Cooperadora para la Nutrición Infantil (fundada por Abel Albino, pediatra conocido por oponerse al aborto, al preservativo y a la homosexualidad). Luego, allí dentro, creó Alégrate Madre, una traducción posible de “Ave María”. La organización ayuda a embarazadas en situación de vulnerabilidad.
“Hay una paradoja en el triunfo social del capitalismo y la sociedad de consumo, que deja afuera al que más consume”, dice Gustavo Zbuczynski, director de la Asociación de Reducción de Daños.
Guillermina es paisajista y eso la hace observar con agudeza: “Las plantas hablan, tienen un lenguaje expresivo y hay que saber interpretarlas”, dice. Lo mismo ocurre con la maternidad: “Se trata de mirar y comprender a un bebé”. Y lo mismo con su misión: “Podés sentir a esa mamá que viene, ver cuál es el lado por el que te parece que va a ir y ayudarla a desarrollarse en eso que te muestra”.
Fue la única que se animó a abrir la puerta de la habitación del hospital, porque Cintia gritaba y gritaba. “Ningún médico quería entrar, hasta que dije: ‘yo voy’”, recuerda. La encontró enojadísima: esta vez ella no había consumido, no quería que la castigaran por su pasado. Guillermina le prometió que se iba a ir con su bebé, y cumplió.
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El consumo de sustancias durante el embarazo representa una problemática de salud pública. En junio de 2025, la Sociedad Argentina de Pediatría publicó una campaña de conscientización: “… durante la gestación, el consumo de sustancias psicoactivas (alcohol, marihuana, cocaína, éxtasis, ácido lisérgico, etc.) tanto sintéticas como naturales afectan el desarrollo de la organogénesis. (…) No existe dosis segura dentro de las sustancias psicoactivas y esto puede ser desencadenante de complicaciones obstétricas (…) como la restricción de crecimiento intrauterino (RCIU), abortos, partos prematuros, eclampsia, entre otros trastornos, que pueden comprometer la vida del binomio”, escribieron. Hay varias líneas de debate. Por ejemplo, qué criterios usar para pedir dosaje en orina. El consumo personal no está penado, así que no es esa la cuestión: la cuestión es tomar decisiones, como qué hacer con la lactancia en estos casos (si suspenderla hasta que dé negativo o inhibirla). En 2022 el Ministerio de Salud de Nación publicó unas recomendaciones para la prevención del consumo perinatal —embarazo, parto y puerperio— para poner el tema en agenda, actualizar los conocimientos disponibles y aportar un enfoque desde la salud mental.
Ahí se destaca lo difícil que es establecer relaciones causales entre una sustancia psicoactiva y los efectos adversos. En gran parte, por los principios de la teratología (la rama que estudia anomalías del desarrollo del embrión), que toma en cuenta el bagaje genético de la gestante, la edad gestacional al momento del consumo, el tipo de sustancia (alcohol, cannabis, cocaína, opioides, benzodiazepinas, anfetaminas, alucinógenos). Por eso se habla de “espectro de efectos”, entre los que aparecen la restricción de crecimiento uterino, los partos adelantados, un menor peso al nacer, microcefalia, dismorfias faciales, déficit del lenguaje, déficit atencional. También aumenta el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante.
“A esos bebés no hay quien los calme. Es como que dicen: mirame, mirame”, cuenta Gisella, desde la sala de neonatología del Berazategui.
Aunque la publicación proponía un abordaje integral para el personal de salud, muchas mujeres evitan el sistema. No se priorizan, temen perder a sus hijos y no quieren ser juzgadas. El estudio de Intercambios lo resume bien: no figuran en las estadísticas, el tabú las obliga a ocultarse, la discriminación las expulsa y la falta de apoyo les impide cuidarse o acceder a tratamientos.
Sin controles prenatales ni información sobre consumos, el abordaje médico es a ciegas. Verónica Tejeiro, neonatóloga del Hospital Evita de Berazategui, describe lo que se encuentran: bebés irritables, temblorosos, con problemas respiratorios o convulsiones. Ante eso, se deduce, se piden los exámenes y se actúa. Primero con cuidados no farmacológicos —ambiente calmo, contacto piel a piel, alimentación a demanda— y, si hace falta, con medicación.
En 2024, el medio cordobés Ruido relevó casos en Córdoba, Sante Fe y Buenos Aires y documentó que las muestras positivas aumentaron hasta 128% en un año. Por ejemplo, citan, según datos del hospital Mariano y Luciano de la Vega (partido de Moreno, Provincia de Buenos Aires), el 1,65% de los bebés nacen expuestos a alguna sustancia, principalmente cocaína. Marcela Aznarez y Gisella Perez, psicólogas del Hospital Berazategui ven en su cotidiano el aumento. Gisella dice que cuando entró a trabajar, 13 años atrás, una persona embarazada en consumo era una excepción. Ahora, en cambio, calcula que son cuatro de cada diez. El abordaje es interdisciplinario: articulan con el servicio Ramón Carrillo (centro de salud mental) y uno de los dispositivos territoriales de Sedronar (Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina).
Gisella se ocupa de los bebés de la neo del Berazategui. Cuenta: “No hay quien los calme. Los bebés no tienen demasiadas herramientas, entonces se manifiestan a través del llanto, de posiciones corporales como exorcistas. Es como: mirame, mirame”. Ella propone estimulación temprana: “Hacemos que la mamá vea que ella tiene algo que hacer con ese niño, porque a veces no ven que ese bebé es otro ser humano que necesita cosas”. Gisella sabe que no puede perder ni un segundo, porque “un bebé no cuidado se convierte en un adulto descuidado”.
Marcela acota: “Es bueno trabajar su historia, el contexto, y citar a la familia para que cuando ese bebé se vaya pueda tener una red de contención sana, saludable, ahí aparece la figura de las abuelas”. La Argentina actual, para ella, es una preocupación: “Con estas políticas de odio, de no construir y no pensar en un otro, pareciera que el adicto es un estorbo (…) La persona se tira a un estado de ‘nadie me ve, no le importo a nadie’, te dicen mucho esto las mamás”.
En Argentina, la Ley Nacional de Salud Mental y el Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos prevén la creación de centros de prevención y acompañamiento. Actualmente, la red federal de Sedronar tiene más de 190 dispositivos. Según un relevamiento sobre su número telefónico (el 141), 7 de cada 10 mujeres que llaman lo hacen para pedir ayuda para otros. Cuando se trata de ellas, es difícil que se cuiden. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), de cada seis personas en tratamiento en el mundo, solo una es mujer. Hay coincidencia en que una de las barreras más contundentes con las que se encuentran es que pocos tratamientos integran a los hijos. ¿Con quién los dejan? ¿Por qué deberían querer dejarlos en algún lado?
“Le pedía a Dios todos los días de que quería volver a ser mamá para una nueva oportunidad de vida”, cuenta Cintia.
En 2014 se inauguró la Casa Educativa Terapéutica “El Puerto”, en Luján. Fue el primer centro de asistencia de las adicciones del país orientado a mujeres embarazadas o con hijos pequeños que atravesaban consumos problemáticos. En 2021, en San Martín, abrió la Casa Comunitaria Convivencial La Marabunta, orientada a mujeres cis, lesbianas, travestis, trans y no binarias, y allí también se puede ir con hijos e hijas. En Alégrate Madre tienen la misma política. Por eso a Karen, otra mujer que consumió durante sus embarazos, los grupos le funcionan. Puede venir como hoy, con una niña sonriente a upa.
Karen tiene los cachetes rozagantes, el pelo atado y una remera con brillos. Vive en la Provincia de Buenos Aires, en el Barrio Uruguay, en la casa de su mamá, que fue quien cuidó a sus hijos cuando ella no podía. Si salen a tomar mate tienen que chequear que no se agarren a los tiros porque los de la Banda del Millón se le instalaron a metros. “El barrio está lleno de transas”, dice. Quince años atrás no era así y Karen tenía que ir hasta la 1-11-14 para comprar. “Estaba de ocho meses y viajaba con mi hija más grande cuatro horas para conseguir”, cuenta. Consumía cocaína cocinada con bicarbonato y agua, quemada con encendedor.
Sus años en consumo, ahora que los recuerda, le parecen una mierda: “Estuve seis días amanecida, sin comer, sin dormir, pasé frío. Cuando consumís no sentís si llueve, no me daba cuenta ni de que me estaba mojando”.
Un día de principios de 2024, Guillermina y otras mujeres salieron con la guitarra por el Barrio Uruguay a tocar el cancionero:karen
“Dulce doncella, te seguiré, Tú eres mi estrella, te alcanzaré, yo sé que sí”
De pronto, de un pasillo, se asomó Karen. Flaquísima y con una panza pequeña. Guillermina se acercó y le dijo que había otro camino para ella. Le preguntó si le podía tocar la panza, Karen aceptó, y la bebé justo se movió. Se miraron y Karen se puso a llorar. “Yo creo que ahí hubo una conexión muy grande. Les pasa muchas veces a estas mujeres, que está como cortada la sensación con ese bebé que está dentro”, reflexiona. Guillermina le dijo que iba a estar en el hospital, que la esperaba, que podía ir cuando quisiera.
Días después, Karen cayó internada, había tomado demasiadas pastillas, había mezclado de todo. Guillermina la fue a visitar y Karen empezó a participar de los grupos. Primero a regañadientes, después contenta. Con 7 meses de embarazo, pudo dejar. “El doctor me dijo que si me agarra una recaída que no le dé la teta, porque le puede afectar el cerebro y se puede morir. Pero no, le dije que no iba a pasar, yo siento que no me va a agarrar la recaída”, dice Karen. Hoy lleva una vida ordenada: visita al papá de la bebé en la cárcel y va al pediatra. En la última consulta, él se mostró preocupado por la lentitud en el crecimiento.
Existe evidencia sobre el impacto de las políticas públicas en el abordaje de esta problemática: por citar un ejemplo, el Plan Nacional interministerial de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) logró una reducción del 55% en la tasa de embarazos en menores de 19 años entre 2015 y 2022. Ahora, está desmantelado. A partir de la Ley de Interrupción del Embarazo (IVE), Patricia Rosenberg dice que la mayoría de las mujeres que llegan a parir, lo hacen con ganas: “Hay que correrse del prejuicio de ‘la que consume no desea maternar’”, reflexiona.
Cintia dice: “Le pedía a Dios todos los días de que quería volver a ser mamá para una nueva oportunidad de vida”. El embarazo como el puerperio y la crianza son etapas de vulnerabilidad y transformación profundas. Así como pueden agudizar un cuadro de salud mental, como otra cara de la misma moneda, son una oportunidad para cambiar hábitos de consumos.
En el caso de Karen, fue tal cual: “Yo pensaba en mi hija, pensaba en mi bebé, que si yo seguía consumiendo, ella ahora no iba a estar sentada acá conmigo”. A Cintia le pasó lo mismo: “Pensé: no es justo para mí y tampoco es justo dejar solos a mis hijos.” Y mientras su bebé deambulador la muerde como una gracia, Cintia va por más: “A veces me pasa de que quisiera meterlos a todos ahí adentro (de mi panza) porque es en el único lugar donde están súper protegidos y no les pasa nada: no pasan hambre, no pasan frío porque están adentro mío y los puedo apapachar bien”.
En un movimiento desesperado por sumar dólares antes de las elecciones, Milei anunció que no cobrará retenciones a los granos hasta el 31 de octubre. La medida beneficia al agro concentrado y le costará al Estado miles de millones en recaudación.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable
Un guiño al campo en plena presión cambiaria
El Gobierno comunicó este lunes la eliminación de las retenciones para todos los granos hasta después de los comicios. El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien escribió en su cuenta de X que “la vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno” y que, por eso, se resolvió suspender los derechos de exportación “con el objetivo de generar mayor oferta de dólares”.
La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir.
Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante este período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero…
La decisión alcanza a la soja, el girasol, la cebada, el trigo, el maíz y el sorgo, entre otros cultivos, y tendrá vigencia hasta el 31 de octubre.
Dólares para frenar el salto del tipo de cambio
La movida llega en medio de una fuerte presión sobre el mercado cambiario, con el dólar rozando nuevos máximos. Según explicó el exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, quedan por liquidar cerca de u$s5.600 millones de soja y u$s2.800 millones de maíz. Si los productores venden, podrían ingresar unos u$s8.400 millones, cifra clave para que el Banco Central intente contener la escalada hasta las elecciones del 26 de octubre.
Alto costo fiscal y debate político
La eliminación de retenciones implica que el Estado resignará recursos significativos: este impuesto representa aproximadamente el 4,6 % de la masa tributaria. Mientras tanto, sectores opositores advierten que la medida favorece a los productores con más espalda y que desfinancia áreas sensibles como salud, educación o programas sociales.
Desde ámbitos críticos también remarcan que se trata de un clásico “plan platita”, aunque dirigido a quienes tienen capacidad de almacenar granos y especular con el momento de venta.
Impactos posibles sobre precios y abastecimiento
La rebaja puede alentar a los exportadores a liquidar con rapidez, generando una entrada de divisas en el corto plazo. Sin embargo, algunos analistas advierten que, sin controles, parte de esa ganancia podría traducirse en mayores precios internos, especialmente en alimentos derivados del maíz, el trigo o la soja.
Un camino ya transitado
Medidas similares se aplicaron en otras gestiones, aunque generalmente en períodos de abundancia, no en medio de un ajuste severo. El contraste alimenta el debate sobre si esta política es un alivio momentáneo o un nuevo capítulo de improvisación económica.
La “retención cero” aparece como un recurso electoral que refuerza la dependencia del Gobierno respecto del sector agroexportador, a costa de debilitar la recaudación y abrir un interrogante sobre el impacto en los precios internos y en la estabilidad más allá del 26 de octubre.
El Gobierno oficializó la Ley 27.793 de Emergencia Nacional en Discapacidad, aunque su entrada en vigencia quedó suspendida. El Decreto 681/2025, publicado en el Boletín Oficial, alega que no hay recursos suficientes y que sólo el Congreso puede habilitar los fondos necesarios.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable
El presidente de Argentina, Javier Milei, durante el acto ‘Viva 24’ de VOX, en el Palacio de Vistalegre, a 19 de mayo de 2024, en Madrid (España). El evento, llamado ‘Viva 24’ y organizado por VOX de manera anual, celebra su tercera edición con la participación de líderes internacionales, entre ellos el presidente argentino, Javier Milei. Además, durante la edición de este año el partido ha presentado su programa electoral de cara a los comicios europeos del próximo 9 de junio. 19 MAYO 2024;VOX;MILEI;LÍDERES;INTERNACIONAL;PROGRAMA;EUROPEO;COMICIOS;ELECCIONES;EUROPEAS;9J;9 DE JUNIO Carlos Luján / Europa Press 19/05/2024
Un triunfo legislativo a medias
El Gobierno de Milei promulgó finalmente la Ley 27.793 de Emergencia Nacional en Discapacidad, que había sido vetada en agosto pero cuya sanción fue insistida por las dos cámaras. Sin embargo, burlándose de la decisión del Congreso, el Ejecutivo dispuso que la norma no entrará en vigencia hasta que el Parlamento defina de dónde saldrá el dinero para financiarla.
La decisión quedó plasmada en el Decreto 681/2025, firmado por Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Salud Mario Lugones, y publicado este lunes en el Boletín Oficial. En sus considerandos, el texto advierte que el presupuesto actual “no cuenta con créditos suficientes para afrontar su aplicación” y que, aun reasignando partidas de los tres poderes del Estado, los fondos serían “igualmente insuficientes”.
El costo que el Ejecutivo no quiere asumir
El propio decreto detalla el impacto fiscal que, en su entender, implicaría implementar la ley:
$2,16 billones para 2025 (0,26% del PBI).
$4,7 billones para 2026 (0,47% del PBI).
Además, el programa Incluir Salud, que cubre prestaciones para titulares de pensiones no contributivas, debería afrontar $574.200 millones adicionales en 2025 y $1,23 billones en 2026.
El Gobierno insiste en que, sin una ampliación del presupuesto aprobada por el Congreso, ejecutar la ley significaría “desfinanciar funciones esenciales” como el patrullaje federal, la alimentación en cárceles o el funcionamiento de los tribunales.
Qué prevé la Ley 27.793
La norma —que tendrá vigencia hasta diciembre de 2026, con posibilidad de prórroga— declara la emergencia nacional en materia de discapacidad y establece un paquete de medidas, entre ellas:
Creación de la Pensión No Contributiva por Discapacidad para la Protección Social.
Actualización mensual de los aranceles del Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral.
Compensaciones para prestadores por el desfase entre aranceles e inflación.
Fortalecimiento de la Agencia Nacional de Discapacidad y un mecanismo de diálogo con organizaciones del sector.
Beneficios impositivos para empleadores que contraten personas con discapacidad.
Todas estas disposiciones, sin embargo, quedan en pausa hasta que el Congreso apruebe las partidas correspondientes.
La legalidad de la suspensión
El Ejecutivo se ampara en el artículo 5° de la Ley 24.629, que establece que “toda ley que autorice o disponga gastos” quedará suspendida si no prevé financiamiento expreso. También cita la Ley de Administración Financiera (24.156), que exige que toda ampliación de gastos indique sus fuentes de recursos.
El mensaje es claro: la pelota está ahora en el Congreso, que deberá incluir en el Presupuesto 2026 los créditos necesarios para poner en marcha la emergencia.
Reacciones y preocupación en el sector
Organizaciones de personas con discapacidad ven con alarma la maniobra oficial. Aunque celebran que la ley haya sido promulgada, advierten que la postergación puede dejar sin cobertura urgente a miles de beneficiarios y prestadores. Distintas ONG analizan presentar amparos para exigir que el Estado garantice de inmediato al menos los derechos básicos reconocidos.
Mientras tanto, el oficialismo defiende su decisión como un acto de “responsabilidad fiscal”, en línea con su plan de ajuste del gasto público. “No podemos comprometer recursos que no existen”, señalan en la Casa Rosada.
Lo que viene
El debate se trasladará al Parlamento, donde la inclusión de los créditos para la Ley 27.793 será un punto caliente en la discusión del Presupuesto 2026. Hasta que eso ocurra, las personas con discapacidad seguirán esperando que la emergencia que el propio Estado reconoció deje de ser letra muerta.
La aprobación del Presidente sigue cayendo en medio de la crisis económica y los escándalos de corrupción. Según el CEOP, más de la mitad de los argentinos califica su gestión como «muy mala» y apenas un cuarto espera que la economía se recupere en los próximos meses.
Por la Redacción de Noticias La Insuperable
Imagen positiva en mínimos históricos
Una nueva encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) confirma la caída sostenida de la imagen de Javier Milei. Según el estudio, la imagen positiva del Presidente perforó por primera vez la barrera del 40%, ubicándose en 39,2%. Apenas el 14,1% de los consultados calificó su gestión como «muy buena», un descenso de 7 puntos respecto al mes anterior.
La desaprobación, en tanto, alcanza el 59,5%, sumando quienes consideran la gestión «mala» o «regular negativa», mientras que 53,8% de los argentinos la califica directamente como «muy mala». Estos resultados se suman a los de la encuesta Latam Pulse de septiembre, que ya mostraba un crecimiento sostenido del rechazo hacia el gobierno.
Expectativas económicas en caída libre
El sondeo también refleja un derrumbe en las expectativas económicas. Mientras que en julio 47% de los encuestados creía que la economía del país se iba a recuperar en los próximos meses, en septiembre ese número se desplomó a apenas 27,5%, una caída de casi 20 puntos en solo dos meses.
“La economía ocupa hoy el centro de la escena. Nada menos que el 56% de los encuestados dicen que hay que cambiar el rumbo económico. Y eso lo dicen quienes están en las franjas de menores ingresos, justamente los que votaron a Milei en el balotaje”, explicó Roberto Bacman, director del CEOP, en diálogo con Página 12.
Crisis y escándalos que golpean al gobierno
El desplome de la imagen de Milei se da en medio de una economía en recesión, inflación creciente y escándalos de corrupción que salpican a su administración. La combinación de expectativas económicas negativas y la percepción de un manejo cuestionable de los recursos públicos genera un clima de creciente desaprobación social y política.
Analistas sostienen que la popularidad de Milei está cada vez más concentrada en sectores de altos ingresos, mientras que el núcleo de votantes que lo llevó al balotaje observa con preocupación la gestión económica y el rumbo del país.
Desafío político en puerta
Frente a este escenario, el gobierno enfrenta un desafío crítico: revertir la caída de su imagen y recuperar la confianza de la ciudadanía. La tendencia, por ahora, sigue en caída libre y refleja un creciente descontento social que podría marcar la agenda política de los próximos meses.
Un hallazgo arqueológico frente a la costa egipcia podría cambiar todo lo que se sabe sobre la última reina ptolemaica.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable
Miembros de un equipo de buceo retirando arena de un piso pulido en el mar Mediterráneo.
Un equipo internacional de arqueólogos, liderado por la dominicana Kathleen Martínez y el oceanógrafo Robert Ballard, anunció este sábado el descubrimiento de un puerto sumergido frente al templo de Taposiris Magna, en Egipto. Según los expertos, este hallazgo podría ser fundamental para localizar la tumba perdida de Cleopatra VII.
Estructuras bajo el mar
El puerto se encuentra a unos 12 metros de profundidad y conserva estructuras que incluyen columnas, anclas, ánforas y un piso pulido. “Estas evidencias muestran que la zona fue un importante centro comercial y religioso durante la época ptolemaica”, explicó Martínez en una conferencia.
Además, se descubrió un túnel de 1.300 metros que conecta el templo con el mar, lo que refuerza la hipótesis de que Cleopatra y Marco Antonio podrían haber sido enterrados en esta área para evitar la detección romana.
Relevancia histórica y turística
El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto destacó la importancia de este descubrimiento para comprender la magnitud histórica de Taposiris Magna y señaló que los hallazgos podrían atraer a arqueólogos y turistas de todo el mundo.
El documental Cleopatra’s Final Secret, que se estrenará el 25 de septiembre en National Geographic, detallará todos los avances de la investigación.
“Estamos ante un hallazgo que podría reescribir la historia de Cleopatra”, aseguró Robert Ballard, recordando que hasta ahora la ubicación de su tumba era uno de los mayores misterios de la antigüedad.
El descubrimiento ha generado expectativa global, ya que no solo se trata de un puerto antiguo, sino de una posible pista directa hacia los restos de la reina que marcó el final del Egipto faraónico.