Política

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    El misterio que reescribió la cartografía

     

    Una nueva investigación académica revela que la idea de dividir territorios con fronteras rígidas —que hoy damos por obvia— no nació con los Estados modernos sino que, sorprendentemente, fue moldeada por la manera en que Europa cristiana representó a la antigua Israel. Mucho antes de que Ptolomeo fuera redescubierto, mapas medievales de Tierra Santa ya delimitaban los espacios de las doce tribus, pero no para describir poder político, sino para afirmar un derecho espiritual cristiano sobre la región. Desde ahí, según el estudio, cambió para siempre la relación entre espacio, soberanía y política.

    Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

    Mapa de Tierra Santa del Das Alt Testament dütsch de Christoph Froschauer (1525), conservado en la Zentralbibliothek Zürich, 31 Nv 02: 1.

    Cuando los mapas medievales definían “Estados” sin decirlo

    La investigación publicada en The Journal of Theological Studies por Nathan MacDonald reconstruye un proceso fascinante: la forma en que Europa empezó a pensar los territorios como “espacios cerrados con fronteras”, un rasgo que hoy define al Estado moderno.

    Y lejos de surgir de cambios políticos, MacDonald sostiene que fue producto de un fenómeno cultural y religioso: la manera en que se dibujaban los mapas de la Tierra Santa.

    A partir del siglo XV, con la irrupción de la imprenta, los mapas europeos empezaron a marcar límites lineales entre territorios, fenómeno que muchos autores atribuyen al redescubrimiento de la Geografía de Ptolomeo. Pero MacDonald muestra que las fronteras ya estaban en otro lugar: en los mapas medievales que dividían Palestina en los territorios de las doce tribus de Israel.

    Esa tradición cartográfica, lejos de expresar organización política, funcionaba como una reivindicación espiritual cristiana sobre el espacio bíblico.


    Los mapas de Tierra Santa: del peregrinaje al poder

    Antes de los atlas modernos, la cartografía espiritual dominaba Europa. Los mapas medievales —como los célebres de Pietro Vesconte o los asociados al dominico Burchard de Monte Sión— mostraban caminos de peregrinación, ciudades sagradas y episodios bíblicos.

    Pero también incluían algo inesperado: fronteras claramente marcadas de las doce tribus de Israel, un dato que no respondía a ninguna necesidad geográfica contemporánea.

    Estos límites provenían de la forma en que autores cristianos, desde la Antigüedad tardía, interpretaban la Biblia. Para Eusebio de Cesarea, por ejemplo, identificar las zonas tribales permitía entender cómo la herencia de Israel se proyectaba espiritualmente sobre los cristianos.

    En los siglos XIII y XIV, obras como el Liber Secretorum Fidelium Crucis de Marino Sanudo y la Descriptio Terrae Sanctae de Burchard no solo describían Palestina: la convertían en un espacio simbólico donde lo bíblico y lo político se fusionaban.

    El mapa no era una foto del territorio: era un acto teológico.


    La paradoja del Renacimiento: modernidad con alma medieval

    Cuando el Renacimiento recuperó a Ptolomeo, incorporó sus proyecciones, pero conservó intacto el hábito medieval de dividir Palestina según las tribus.

    Los mapas de las ediciones de Ptolomeo de fines del siglo XV muestran esa mezcla:

    • geometría clásica,
    • pero fronteras heredadas de Vesconte y Burchard.

    Muchos atlases clave del siglo XVI y XVII —Ortelius, Blaeu, Mercator— incluyeron mapas de Tierra Santa que reforzaban esta división tribal. Y algo más: los mapas bíblicos se volvieron omnipresentes en las Biblias protestantes, que los situaban en los libros de Números, Josué, Mateo y Hechos.

    Para millones de lectores, esa geografía espiritual se convirtió en la forma “natural” de imaginar un territorio: dividido en espacios homogéneos, completos, con un borde definido.

    Así, sin proponérselo, los mapas religiosos prepararon el terreno para imaginar los Estados como espacios cerrados.

    MacDonald lo resume así: los mapas no reflejaron un cambio político; ayudaron a crearlo.


    Cómo se reinterpretó la Biblia para sostener la idea de Estado

    La segunda parte del estudio avanza más: no solo los mapas influyeron en la política, sino que la nueva sensibilidad política alteró la lectura de la Biblia.

    El caso más claro aparece en la interpretación del capítulo 10 del Génesis —“la tabla de las naciones”— durante los siglos XVI y XVII en Inglaterra. Tradicionalmente, este pasaje se leía como una descripción genealógica, no como un atlas político.

    Pero con el auge de la idea de “territorios homogéneos”, las descendencias de los hijos de Noé empezaron a entenderse como pueblos que fundaban Estados con fronteras estables.

    En otras palabras: la modernidad no solo redibujó los mapas; redibujó la Biblia.


    ¿Antiguo Israel fue un Estado moderno? Una idea que se derrumba

    En tiempos recientes, autores como Yoram Hazony intentaron leer la Biblia a la luz del nacionalismo moderno, afirmando que Israel fue un “Estado con fronteras” comparable a los europeos.

    Pero el trabajo de MacDonald desarma esa hipótesis:

    • los mapas medievales no reflejaban política,
    • las fronteras bíblicas no eran estatales,
    • y la división tribal respondía a una lectura espiritual cristiana.

    Lo que hubo no fue un antecedente del Estado moderno, sino la proyección de imaginarios cristianos sobre la antigüedad bíblica.


    Conclusión: cuando la fe inventa la política

    El hallazgo del artículo es contundente: la construcción moderna del territorio como “espacio con límites” no nació en la política, sino en la religión.

    Los mapas de Tierra Santa, pensados para peregrinos y para afirmar la herencia espiritual cristiana, terminaron modelando la forma en que Europa concibió la soberanía y el Estado moderno.

    Una frontera que comenzó como símbolo teológico terminó definiendo un orden político global.

     

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    Quién es Cristian Auguadra, el viejo operador del macrismo que Milei puso al frente de la SIDE

     

    El gobierno oficializó este miércoles el desembarco de Cristian Ezequiel Auguadra al frente de la Secretaría de Inteligencia de Estado, en reemplazo de Sergio Neiffert. Lejos de ser un técnico neutral, Auguadra carga con un pasado como operador del macrismo, un prontuario de maniobras en el Banco Ciudad y una trayectoria entre sociedades privadas, control interno y auditorías. Hombre de extrema confianza de Santiago Caputo, asume el control del área más sensible del Estado en plena reestructuración del sistema de inteligencia impulsada por Milei.

    Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

    Un operador del macrismo reciclado para el proyecto Milei

    El desembarco de Auguadra en la SIDE expone la matriz de poder real que Milei consolidó desde su llegada al gobierno: un entramado donde conviven viejos cuadros del macrismo, operadores financieros, consultores políticos y figuras que se mueven con soltura entre empresas privadas, auditorías y oficinas públicas.

    Nada permite presentarlo como un experto aséptico: es un cuadro histórico del macrismo, fogueado en maniobras institucionales desde principios de los 2000 y funcional a agendas de poder económico concentrado. Su incorporación a los servicios de inteligencia no sorprende: forma parte del operativo del oficialismo para colonizar áreas críticas con funcionarios de absoluta obediencia a Caputo.

    El Decreto 852/2025 confirmó formalmente su designación al frente de la SIDE y aceptó su renuncia previa como Inspector General de la División de Asuntos Internos (DAI). La movida coincidió con el cierre de la etapa de “ordenamiento” del sistema de inteligencia tras la aprobación del Informe de Gestión 2023–2024 en la Bicameral, paso que en los hechos consolidó aún más el poder interno de Caputo dentro del gobierno libertario.

    Auguadra es señalado justamente como uno de sus hombres más leales. Su escalada en el organismo acompañó milimétricamente el avance del “círculo duro” que responde al asesor presidencial en cada área estratégica del Estado.

    El episodio del Banco Ciudad: maniobras, denuncias y disputa de poder

    Para entender la naturaleza política de Auguadra hay que volver a su paso por el Banco Ciudad, un antecedente que vuelve a resonar ahora que fue colocado al mando de los servicios.

    La designación que fracasó

    En 2004, el macrismo lo impulsó para ocupar un puesto en el Directorio del Banco Ciudad. Su designación fue aprobada por la Legislatura porteña, pero enfrentó rápidamente una fuerte resistencia interna y terminó en 2005. Ese episodio ya dejaba en claro los vínculos políticos que sostenían su candidatura y la interna feroz en torno al control del banco.

    Las denuncias que alimentaron la interna

    A poco de asumir, Auguadra lanzó una ofensiva pública: envió una carta a legisladores, directores del banco y al titular del Banco Central denunciando supuestas irregularidades en la administración de títulos públicos.
    Sus acusaciones replicaban cuestionamientos previos impulsados por exempleados como Corsani y Shinca y se insertaban en un escenario de guerra interna, donde distintos sectores —incluido el macrismo— buscaban avanzar sobre la conducción de la entidad, en una disputa con Yabrán.

    La prensa subrayó en aquel momento que esas denuncias eran parte de un entramado mayor de presiones políticas. Muchas no prosperaron judicialmente, pero dejaron asentado el dato estructural: Auguadra no era un contador puntilloso sino un operador con agenda propia, capaz de combinar su perfil técnico con movimientos de poder.

    Ese antecedente hoy resulta clave para entender por qué encaja en la arquitectura de inteligencia que Milei y Caputo están moldeando.

    Del control interno al control total: el ascenso dentro de la SIDE

    Sin exposición mediática ni declaraciones públicas, Auguadra construyó poder en la SIDE desde su rol en Asuntos Internos. Allí impulsó investigaciones internas que tensaron la convivencia dentro del organismo y lo colocaron en el centro de disputas por desplazamientos, recortes y reacomodamientos.

    Su formación contable y su experiencia en auditoría y control interno fueron usadas por el oficialismo para justificar discursos de “modernización técnico-operativa”, mientras consolidaba su rol político bajo la tutela de Caputo. Para Vocería, era “el nombre ideal para consolidar mecanismos de control, planificación estratégica y avanzar hacia un modelo de inteligencia ágil e integrado”.
    En la práctica, su designación profundiza la concentración de decisiones en el mismo núcleo que diseñó el Estado libertario.

    Empresas, sociedades y un recorrido entre lo público y lo privado

    Antes de su desembarco en los servicios de inteligencia, Auguadra tuvo una actividad societaria relevante y múltiple participación en estructuras públicas.

    En 2000 fundó INTERPESOS S.A., dedicada a servicios de intermediación crediticia mediante plataformas digitales, bases de datos, portales web y licencias comerciales.
    En 2012 integró WEST TRANSFER SRL, una firma de transporte privado escolar, turístico y corporativo con operaciones habilitadas para funciones amplias: desde concesiones hasta compra y venta de inmuebles, que hoy realiza charters en la zona oeste.

    Con su llegada a la jefatura de la SIDE, Milei completa el esquema: un modelo de inteligencia concentrado, opaco y moldeado a medida de Caputo, sostenido por funcionarios sin neutralidad, con pasado político marcado y férrea lealtad interna.

     

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    Adorni echó a Rolandi (pero seguirá cobrando 70 palos al mes en YPF)

     

    En un nuevo capítulo del caos interno libertario, Manuel Adorni decidió echar a José Rolandi de la vicejefatura de Gabinete. Pero mientras la puerta de salida se le cierra en la Rosada, una ventana más jugosa se le abre en YPF: Rolandi continuará cobrando alrededor de 70 millones de pesos mensuales como integrante del directorio de la petrolera estatal. Libertad, sí; pero siempre para los suyos.

    Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable

    El enroque que expone otra vez la interna libertaria

    Fuentes oficiales confirmaron a Noticias Argentinas que el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, desplazó a José Rolandi y designó en su lugar a Aimé “Meme” Vázquez, una funcionaria que ya orbitaba en el universo libertario y que ahora será la número dos en la Jefatura de Gabinete.
    El movimiento no sorprende: hace semanas que el propio Adorni había deslizado que definiría su estructura. Lo que sí sorprende —o tal vez ya no— es la forma y el timing: a los empujones y bajo un clima de improvisación permanente.

    El último sobreviviente del “posseísmo”

    Rolandi llegó al Gobierno en diciembre de 2023, arrastrado por Nicolás Posse cuando Milei desembarcó en la Casa Rosada con su elenco inicial.
    Cuando Posse cayó en desgracia, Rolandi se refugió bajo el ala de Guillermo Francos, el entonces ministro del Interior y figura clave de la mesa ministerial.
    Aquella jugada le permitió esquivar la primera purga. Pero la salida de Francos a fines de octubre lo dejó sin red: desde entonces caminaba por la cornisa. La confirmación de su desplazamiento es, simplemente, el final anunciado.

    Las áreas que quedan bajo la órbita de Adorni

    Con los cambios, la estructura de la Jefatura de Gabinete quedará conformada por:

    • Secretaría de Prensa y Comunicación, a cargo de Javier Lanari.
    • Secretaría de Ambiente y Turismo, donde se sostiene Daniel Scioli.
    • Secretarías Ejecutiva; de Relaciones Parlamentarias e Institucionales; de Innovación, Ciencia y Tecnología; y de Asuntos Estratégicos, además de la Subsecretaría de Relaciones Parlamentarias e Institucionales.

    Un organigrama cada vez más grande, para un gobierno que jura que vino a achicar al Estado.

    El detalle que más irrita: Rolandi afuera… pero cobrando como adentro

    La perlita del día: mientras Adorni lo expulsa del cargo político, Rolandi mantendrá su asiento en el directorio de YPF, un puesto que —según la propia información oficial de la petrolera— se paga en torno a los 70 millones de pesos por mes.
    Sí: despedido en la Rosada, pero bien asegurado en la petrolera estatal.
    Otro ejemplo perfecto del doble estándar libertario: ajuste para los demás, privilegios para los amigos.

    El mismo desorden, el mismo modelo

    La salida de Rolandi, más allá del nombre propio, vuelve a dejar expuestas las internas y la falta de conducción real dentro del espacio libertario.
    Milei juega al jefe solitario, Adorni juega al jefe de Gabinete, y entre ambos el tablero se mueve a los golpes, sin estrategia y sin orden.

    Mientras tanto, las decisiones que afectan la vida de millones siguen secuestradas por un pequeño grupo que solo se garantiza bienestar para sí mismo: 70 palos al mes mediante.

     

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    Empresa cercana al Chiqui Tapia suspende 600 empleados y deja a cientos de familias en crisis

     

    Si aplicáramos el nuevo criterio periodístico que algunos medios afines al gobierno están usando para vincular a Sur Finanzas con el “Chiqui” Tapia —es decir, considerar que ser sponsor de la AFA equivale a una relación personal, política e incluso delictiva— entonces también deberíamos atribuirle al dirigente la responsabilidad por la suspensión de 600 trabajadores de Georgalos, la empresa detrás de Mantecol, también sponsor. El absurdo sirve para mostrar un problema más grave: la degradación de estándares periodísticos que alcanza su pico más elevado en tiempos de Milei.

    Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

    El sponsor-gate y la teoría del “todo es culpa de Tapia”

    En los últimos días, todos los medios cercanos al oficialismo y sus centenares de satélites (nado sincronizado) descubrieron un recurso narrativo irresistible: transformar una relación comercial ordinaria —ser sponsor de la AFA— en un vínculo político, y de ahí en una sospecha delictiva. De esa alquimia salieron expresiones como “financiera vinculada al Chiqui Tapia” para hablar de Sur Finanzas, aun sin mostrar vínculos societarios, personales ni económicos entre el dirigente y la empresa investigada.

    La lógica es simple:

    1. La empresa auspicia a la AFA →
    2. La AFA la preside Tapia →
    3. Por lo tanto, la empresa está “vinculada a Tapia”.

    Siguiendo ese razonamiento —y acá entra la ironía que justifica el título— Georgalos también sería una empresa cercana a Tapia, y por eso Tapia “sería responsable” de la suspensión de 600 trabajadores. Y si mañana Coca-Cola aumenta los precios, también podríamos escribir que “una marca cercana al Chiqui Tapia golpea el bolsillo de los argentinos”.

    Absurdo, sí. Pero es exactamente el mismo salto lógico que hoy legitiman los «grandes» medios (si se les puede acreditar tal grandeza).

    Lo central no es defender a Tapia: no se trata de exculparlo ni de blindarlo, sino de señalar el uso político del periodismo para construir narrativas funcionales al poder.


    Cuando la línea editorial reemplaza a la evidencia

    El problema es más profundo y más grave. Como advierte la profesora Silvia Ramírez Gelbes, especialista en discurso mediático, la prensa deja de informar cuando invierte la carga de la prueba y transforma sospechas en hechos narrativos sin sustento verificable.

    Y como plantea Daniel Santoro (paradójicamente, uno de los cronistas cuyos métodos han sido tanto estudiados como criticados), el periodismo debe “mostrar documentos, no suposiciones”. Sin documentos, toda afirmación se transforma en relato.

    Hoy, el periodismo alineado con el oficialismo opera bajo un nuevo estándar implícito:

    • Si sirve políticamente, alcanza con insinuar.
    • Si ayuda a desacreditar a un adversario, basta con una asociación nominal.

    Mientras tanto, lo que realmente debería investigarse queda afuera de la agenda pública.


    Las noticias que no aparecen: ANDIS, la causa $LIBRA y el silencio conveniente

    Mientras la maquinaria discursiva produce titulares sobre sponsors y “cercanías”, otras historias —con evidencia concreta— reciben cobertura mínima.

    Caso ANDIS:
    La intervención, los contratos cuestionados, las denuncias de falta de transparencia y el impacto directo sobre personas con discapacidad deberían ocupar primeras planas. Pero no. Requieren trabajo, datos y responsabilidad editorial.

    La causa $LIBRA:
    Una investigación donde surgió un dato irrefutable y explosivo que Noticias La Insuperable reveló en soledad: el vínculo laboral entre el hijo del fiscal Taiano y Frank Holder, un operador internacional que —para graficarlo al lector común— sería algo así como “el Scatturice externo”, pieza clave en movimientos sensibles de seguridad y consultoría.

    ¿Apareció en los grandes medios? No.
    Ni una línea.
    El silencio es proporcional a la incomodidad que genera el hallazgo.

    Paradójicamente, los mismos periodistas que encuentran vínculos mágicos entre Tapia y cualquier empresa con un banner en un estadio no muestran curiosidad alguna cuando el lazo involucra a un fiscal federal y a un consultor con peso geopolítico.


    Lo que el periodismo debe ser —y lo que hoy está eligiendo ser

    La teoría clásica del periodismo profesional —la que enseñan en todas las facultades— es clara:

    • Verificabilidad (Kovach & Rosenstiel)
    • Transparencia metodológica
    • Distinción entre hecho y opinión
    • Independencia respecto del poder político
    • Proporcionalidad y relevancia (publicar lo que importa, no lo que conviene)

    Cuando un medio decide convertir una relación de sponsor en una relación política, y una relación política en una insinuación delictiva, está renunciando a todos esos principios.

    Y cuando, al mismo tiempo, deja deliberadamente afuera temas como ANDIS o la causa $LIBRA, está haciendo algo peor: está eligiendo ser parte del dispositivo político del gobierno.

    El rol del periodismo no es blindar a Tapia ni a ningún dirigente.
    Tampoco es blindar a Milei.
    El rol del periodismo es poner luz donde hay documentos, hechos y pruebas, no donde conviene armar una cortina de humo.


    Conclusión

    El título irónico es un espejo.
    No porque Tapia tenga algo que ver con Georgalos, sino porque los titulares que hoy se publican sobre Sur Finanzas son tan arbitrarios como este.

    El problema no es Tapia.
    El problema es un periodismo dispuesto a renunciar a la evidencia para proteger al poder de turno.
    Y mientras tanto, los hechos graves —los que afectan derechos, instituciones y causas judiciales sensibles— quedan relegados a la periferia informativa, donde sólo medios no alineados, como intentamos a diario desde hace 8 años con Noticias La Insuperable, parecen estar dispuestos a mirar.

     

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    Beijing: un cañón gigante de la dinastía Ming sacude a la arqueología en la Gran Muralla

     

    Un equipo de arqueólogos reveló hallazgos de enorme importancia en la sección Jiankou de la Gran Muralla. Entre los descubrimientos apareció el cañón más grande encontrado en esa zona, además de piezas que reescriben el mapa de los intercambios culturales en la China antigua.

    Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

    Un hallazgo que hace ruido en la Gran Muralla

    Mientras Milei juega a dinamitar la educación y la ciencia, en China la inversión sostenida en investigación arqueológica sigue dando frutos. Esta vez, los especialistas del Instituto de Arqueología de Beijing anunciaron un descubrimiento que generó impacto mundial: un enorme cañón de la dinastía Ming, perfectamente conservado, salió a la luz durante excavaciones en la sección Jiankou de la Gran Muralla.

    El hallazgo se produjo en tres beacon towers y sus murallas conectadas, zonas que desde hace años se estudian por su potencial para reconstruir cómo funcionaba el sistema defensivo del gigantesco muro. Según explicó Shang Heng, investigador asociado del instituto, durante 2025 se recuperaron armas, partes arquitectónicas y objetos de uso cotidiano, piezas que ayudan a entender la vida cotidiana y militar en la muralla.

    El arma que sorprende por tamaño y precisión histórica

    El protagonista de este hallazgo es un cañón de 89,2 centímetros de largo y 112,1 kilos, fundido a fines de la dinastía Ming (1368–1644). Hasta ahora, es la pieza de artillería más grande descubierta en toda esa sección de la Gran Muralla.

    Los arqueólogos subrayaron un detalle fundamental: las inscripciones intactas en el metal. Esas marcas, que sobrevivieron más de cuatro siglos, ofrecen nueva evidencia para estudiar cómo se fabricaban las armas de fuego en China y cómo circulaba la tecnología militar entre regiones y talleres durante el período Ming. Un verdadero tesoro documental en forma de hierro fundido.

    No solo guerra: turquesas que cuentan otra historia

    En la misma conferencia, los investigadores presentaron otro avance clave: el análisis de 28 piezas de turquesa recuperadas en el sitio Xingong, un asentamiento excepcional dentro del actual casco urbano de Beijing, con ocupación que se remonta a las dinastías Xia (2070–1600 a.C.) y Shang (1600–1046 a.C.).

    El sitio incluye tumbas, fosos y restos habitacionales, una rareza en una ciudad tan transformada. Según explicó la investigadora Yang Ju, las turquesas provendrían de minas ubicadas en la frontera de las provincias de Hubei, Henan y Shaanxi, lo que constituye evidencia directa de intercambios culturales tempranos en el norte de China. En otras palabras: había redes, contactos y circulación de bienes mil años antes de que muchos reinos chinos tomaran forma.

    Por qué importa

    Estos descubrimientos muestran cómo la arqueología sigue revelando capas profundas de la historia humana cuando hay políticas públicas que la respaldan. Mientras en Argentina la ciencia se encuentra bajo ataque, otros países fortalecen sus instituciones, estudian su pasado y generan conocimiento que después se convierte en identidad, turismo, tecnología y desarrollo.

    La Gran Muralla vuelve a hablar. Y esta vez lo hace con un cañón gigantesco y piedras turquesas que viajaron cientos de kilómetros hace más de tres mil años.

     

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    El nuevo hallazgo que derrumba mitos sobre la Isla de Pascua

     

    Un estudio publicado en PLOS ONE acaba de sacudir viejas certezas: la famosa cantera Rano Raraku, donde nacieron más de mil moai, no fue la fábrica centralizada de una élite todopoderosa, sino un entramado horizontal de talleres autónomos. Rapa Nui vuelve a demostrar que las grandes obras humanas también pueden surgir sin jerarquías.

    Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

    Se identificaron diversos métodos de producción en los distintos talleres.
    Tres enfoques de tallado: (Izquierda) método “cara primero”, donde los rasgos faciales se delinean antes del cuerpo; (Centro) método “en bloque”, con contornos completos en todos los lados; (Derecha) método “de costado”, utilizado en paredes verticales del acantilado. Esta diversidad metodológica sugiere adaptaciones propias de grupos de producción autónomos.

    La imagen repetida hasta el cansancio —la de un pueblo sometido a jefes tiránicos que exigían levantar estatuas gigantes— acaba de sufrir un golpe histórico. Un nuevo y monumental trabajo científico, publicado en PLOS ONE por un equipo multidisciplinario encabezado por Carl Philipp Lipo, reconstruyó con precisión milimétrica cómo funcionaba realmente la producción de moai en Rano Raraku, la cantera principal de la Isla de Pascua. El resultado es tan sorprendente como contundente: no había un mando único, no existían órdenes verticales que regularan la talla de estas figuras colosales, y la obra más famosa de Rapa Nui fue, en realidad, el producto de una red descentralizada de clanes trabajando en paralelo.

    Lejos del mito del “imperio constructor”, la nueva evidencia indica que la sociedad rapanui —ya conocida por su organización en pequeños grupos familiares llamados mata— también producía sus moai de manera distribuida, comunitaria y competitiva. Y lo hacía con una coordinación que hoy, en pleno siglo XXI, muchos Estados envidiarían.


    Un modelo 3D para mirar el pasado como nunca antes

    El estudio ofrece algo inédito: la primera reconstrucción tridimensional completa de Rano Raraku, creada con más de 11.000 imágenes UAV mediante fotogrametría de última generación. Por primera vez se pudo observar la cantera no como un cúmulo de estatuas abandonadas, sino como un paisaje de producción organizado, con sus senderos, límites naturales, puntos de trabajo y secuencias de tallado.

    El análisis detectó 30 focos de cantera independientes repartidos por todo el cráter. Cada uno tenía sus propios moai en distintas etapas de producción, sus propias zanjas de extracción, sus propios procedimientos técnicos y su propio espacio de trabajo delimitado por la geología. No se trata solo de grupos separados: se trata de talleres autónomos, probablemente gestionados por clanes distintos, que trabajaban simultáneamente.

    Red de 30 focos de cantera distintos en Rano Raraku.
    Los polígonos amarillos señalan la distribución de los diferentes talleres, cada uno con conjuntos repetidos de elementos de producción. Este patrón respalda la hipótesis de una organización sociopolítica descentralizada en la producción de los moai.

    Es decir: mientras un grupo tallaba desde la cabeza hacia abajo, otro comenzaba por el bloque completo; mientras unos esculpían en posición horizontal, otros lo hacían en inclinación; y mientras una comunidad definía primero el rostro, otra priorizaba la geometría del cuerpo.

    La diversidad técnica no fue desorden: fue autonomía.


    Los moai, obra de la cooperación horizontal

    La estandarización visual de los moai —esa estética uniforme que recorre la isla— podría sugerir una dirección central, pero el trabajo de Lipo y colegas demuestra lo contrario: la unidad estilística coexistía con la independencia política.

    Cada taller estaba limitado físicamente a apenas unos pocos talladores trabajando al mismo tiempo, quizá 4 a 6 artesanos directamente sobre la piedra, apoyados por 10 a 20 personas encargadas de herramientas, cuerdas y logística. Nada de grandes brigadas estatales ni ejércitos de trabajadores: eran grupos familiares, coordinados a través de tradiciones compartidas más que órdenes verticales.

    El hallazgo, además, coincide con otras líneas de investigación arqueológica:

    • Los caminos de transporte de moai parten del volcán en forma radial, marcando circuitos autónomos de cada clan.
    • Los análisis de vivienda muestran núcleos residenciales independientes, sin arquitectura central.
    • Los estudios sobre herramientas de obsidiana revelan patrones localizados, sin circulación masiva entre grupos.
    • Los experimentos de transporte indican que 15 a 50 personas bastaban para mover incluso los moai más grandes.

    Un rompecabezas que, pieza por pieza, arma la misma imagen: cooperación sin jerarquía.


    Un golpe a los mitos de dominación y colapso

    Durante más de un siglo, muchos estudios —y no pocos documentales sensacionalistas— imaginaron que semejante programa monumental solo podía haber surgido bajo una élite centralizada y coercitiva. Incluso se llegó a afirmar que la construcción de moai habría causado el “colapso” ecológico de la isla, forzado por líderes obsesionados con su propia gloria.

    La nueva evidencia arqueológica es tajante: no hubo tal despotismo.

    Los talleres múltiples, independientes y abiertos demuestran un acceso compartido a la cantera, sin señales de control represivo o exclusividad jerárquica. Las técnicas diferentes, las orientaciones variables, las decisiones locales de tallado y la falta de estandarización rígida dan cuenta de una organización respetuosa de la autonomía, donde la competencia entre clanes no impedía la construcción colectiva, sino que la impulsaba.

    El hallazgo incluso dialoga con debates contemporáneos: la monumentalidad no necesita pirámides sociales. Los autores citan investigaciones —como las de Graeber y Wengrow— que muestran cómo las grandes obras humanas no siempre responden a estructuras verticales, y cómo las redes horizontales, basadas en cooperación, pueden generar resultados igualmente impresionantes.

    Rapa Nui, una vez más, obliga a repensar los clichés del pasado.

    Técnica de producción revelada mediante modelado 3D.
    Los moai inacabados, aún unidos a la roca madre por “quillas” en la parte posterior, muestran cómo los talladores trabajaban por debajo desde ambos lados hasta separar la figura del material original. Esta etapa de producción, difícil de documentar con métodos tradicionales, se vuelve visible en el modelo 3D.

    Un modelo para el futuro: ciencia, memoria y cuidado del patrimonio

    El relevamiento tridimensional no es solo un aporte académico: es también una herramienta clave para la gestión del patrimonio, especialmente tras el incendio de 2022 que alcanzó el cráter y preocupó a toda la comunidad rapanui.

    El modelo, accesible públicamente, permite monitorear erosiones, daños por clima y presión turística. Por pedido de la Comunidad Indígena Ma’u Henua, se convirtió en una plataforma viva de protección del sitio, parte esencial del patrimonio mundial de la UNESCO.

    Y vuelve a recordarnos que detrás de cada moai —esas figuras silenciosas que miran hacia el interior de la isla— no hubo un rey, ni un gobernador, ni un conductor supremo. Hubo familias, grupos pequeños, manos autónomas que tallaron piedra volcánica durante siglos, coordinándose sin obedecer a un poder central.

    Una historia más humana, quizá más fraterna, y definitivamente más sorprendente.