Gravísimo: detienen en Constitución a un militante del FIT por hacer campaña.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable
En un hecho tan absurdo como preocupante, la Policía Federal detuvo este jueves a un militante del Frente de Izquierda que repartía volantes de Nicolás del Caño en la estación Constitución. Sí, en plena democracia (al menos en los papeles), parece que hacer campaña opositora es motivo de detención bajo la doctrina Bullrich.
El episodio ocurrió en el hall central de la estación, mientras el joven repartía volantes de Nicolás del Caño, candidato bonaerense del FIT. La escena fue registrada por testigos que filmaron el accionar policial y lo difundieron en redes sociales, donde rápidamente se viralizó.
“¿Por qué te lo querés llevar?”, “¿Cuál es el problema?”, “¿Por qué están haciendo esto?”, se escucha decir a varias personas que, atónitas, presenciaban el violento accionar de las fuerzas federales.
La Policía Federal detiene ilegalmente a un compañero. ¿Están prohibiendo hacer campaña electoral a la oposición? Es un derecho democrático repartir volantes y difundir propuestas. ¡Que lo liberen ya! pic.twitter.com/GtnpKe32XJ
El operativo fue protagonizado por un agente de la Policía Federal, quien arrastró al militante por la fuerza hasta una oficina de seguridad, donde lo mantuvieron demorado durante varios minutos sin dar ninguna explicación.
Pasada una hora, el joven fue liberado, aunque ni la Policía Federal ni el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich emitieron comunicado alguno sobre las razones de la detención. Porque claro: en el mundo libertario, repartir volantes se castiga, pero fugar divisas o tener offshores no.
La represión no discrimina
Este nuevo acto de criminalización de la militancia política se suma a la escalada represiva que el gobierno de Milei viene ejecutando desde diciembre. Protestar, organizarse, hacer campaña o simplemente expresar disidencia parecen haberse transformado en delitos para este gobierno que se autodenomina “libertario”, pero actúa como una dictadura de mercado.
Desde el FIT repudiaron el hecho y exigieron explicaciones al Ministerio de Seguridad. Pero hasta ahora, Bullrich sigue en silencio, como ya lo hizo frente a los gases en el Congreso, las represiones en Jujuy y la represión a jubilados en Puente Pueyrredón.
¿Quién sigue?
Lo sucedido en Constitución no es un hecho aislado, sino una advertencia. Hoy fue un militante de izquierda; mañana puede ser cualquiera que reparta un volante, una carta o simplemente tenga una remera con una consigna que incomode al poder.
Lo que está en juego no es solo la libertad de expresión, sino la mismísima idea de democracia. Una democracia que Milei y Bullrich están desmantelando a fuerza de miedo, palos y detenciones arbitrarias.
En declaraciones a C5N, Verónica Magario cargó duramente contra el gobierno de Milei. Habló del ajuste salvaje, del colapso del sector productivo y de una sociedad que ya no se traga el verso libertario. “Es hora de frenar a Milei”, afirmó sin eufemismos.
Un quiebre en la percepción social
“Entre mayo y junio hubo un quiebre real”. Así lo expresó la vicegobernadora bonaerense al analizar el cambio de ánimo social frente al experimento anarcocapitalista de Milei. Según Magario, “por más que lo quieran tapar, la gente ya se dio cuenta del desastre que es este gobierno”.
“Es hora de frenar a Milei, de decirle que no podemos seguir así, y la mejor forma es sumando fuerzas”, disparó, con un mensaje que empieza a resonar fuerte en el territorio bonaerense.
Una economía que no aguanta más
La funcionaria también apuntó contra el modelo económico libertario, que está dejando tierra arrasada: “El sector productivo se está quedando sin trabajo”, señaló. Y no es novedad: ya en Noticias La Insuperable advertimos sobre el cierre masivo de fábricas y la pérdida de empleo industrial.
La motosierra, esta vez, no fue una metáfora. Fue una política económica que castiga a quienes trabajan y producen.
Tarifazos que destruyen el bolsillo
Magario también denunció la brutal suba del transporte: “Las tarifas están atadas a la suba del dólar, con lo cual automáticamente se traslada a todos los precios”. Y mientras los sueldos siguen congelados o licuados, el acceso a derechos básicos se vuelve un privilegio.
“Un médico no puede estar ganando un millón y medio de pesos. Un jubilado no puede tomar el medicamento un día sí y otro no”, sentenció.
La vicegobernadora también se refirió al impacto de las vacaciones de invierno: “Hubo solo un 30 % de ocupación, pero en la hotelería 4 y 5 estrellas. El resto no puede vacacionar”. Y eso, dijo, muestra con claridad que se está armando un país con dos clases: los que pueden y los que no.
El mensaje de Magario no es solo diagnóstico: también es político. Frente al colapso del modelo, llamó a la unidad para recuperar un rumbo distinto: “Hay que frenar a Milei. Y la mejor forma es sumando fuerzas”.
Desde la provincia, el peronismo empieza a construir una salida. Con los pies en la tierra y los oídos en la calle.
Carlos Curci reemplazará a Eduardo González, quien presentará su renuncia por motivos personales. La medida se oficializó tras la participación de Milei en el acto de inauguración de la Expo 2025.
El hasta ahora vocero de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Carlos Curci, dejará su puesto para sumarse al Gobierno como nuevo interventor de medios públicos, un cambio que se venía conversando pero se confirmó tras la participación de Milei en el acto de inauguración de la Expo 2025.
Curci, profesional del área de Comunicaciones y Relaciones Públicas, reemplazará a Eduardo González, quien presentará su renuncia esta semana ya que debe hacer un viaje prolongado al exterior por motivos personales, según informó la agencia Noticias Argentinas.
El periodista y consultor tiene muy buena relación con el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, uno de los candidatos a suceder a Manuel Adorni en diciembre, cuando el portavoz presidencial deberá renunciar a su cargo para asumir su banca en la Legislatura porteña.
Con la llegada de Curci, el objetivo del Gobierno es seguir reduciendo la inversión que se destina a los medios públicos y «ordenar» su funcionamiento. Esto incluye a Radio Nacional, la TV Pública, Contenidos Públicos Sociedad del Estado y la Agencia de Publicidad del Estado Sociedad Anónima Unipersonal (Apesau), ex Télam.
Según informó La Nación, González tenía planeado llevar adelante un recorte del 40% sobre la estructura de Radio y Televisión Argentina (RTA), en su mayor parte a través de una reducción de la planta y nuevos retiros voluntarios. La ejecución de este ajuste quedará a cargo de Curci.
En febrero pasado, mediante la decisión administrativa 5/2025 que se publicó en el Boletín Oficial, el Gobierno prorrogó por un año la intervención de RTA. En el caso de Apesau, la medida se extenderá hasta que «se designen a las autoridades».
Una cadena de 70 locales que creció de la noche a la mañana, inversiones millonarias sin respaldo claro, y vínculos directos con Patricia Bullrich. ¿Negocio familiar o una fachada para blanquear dinero?
Mientras la ministra de Seguridad Patricia Bullrich predica orden, legalidad y transparencia, su entorno íntimo levanta sospechas cada vez más graves. Con una cadena de cafeterías que brotó como hongos en todo el país, surge la pregunta inevitable: ¿de dónde salió el dinero para montar un emporio valuado en decenas de millones de dólares? El silencio de la justicia y de los medios tradicionales solo refuerza la sospecha.
La denuncia fue realizada en el programa de investigación periodística, «TLN Denuncia», conducido por Tomás Méndez, que se emite por Canal 9.
¿Puede una persona pasar de monotributista a empresario gastronómico multimillonario en apenas unos años, sin antecedentes comerciales, sin trayectoria previa, sin capital declarado y sin siquiera levantar una ceja del sistema judicial o los grandes medios? En la Argentina de Javier Milei, sí. Si además se tiene como madre a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, las preguntas no solo se hacen más incómodas: se convierten en un riesgo político.
La historia que rodea a la cadena de bares Tostado Café Club no es nueva, pero la acumulación de hechos, documentos y omisiones construye un relato cada vez más difícil de justificar. El punto de partida es tan insólito como revelador: en 2015, cuando aún no se había formalizado ninguna sociedad, Patricia Bullrich promocionaba entusiasta en sus redes sociales a Tostado, al que calificaba como “el bar más rico de Buenos Aires, Córdoba y Paraná”. No era una reseña desinteresada. Era, sin más, un mensaje publicitario con tono de campaña personal.
La sociedad Tostado Franquicia S.A. se crea oficialmente en 2021. ¿Quién aparece como presidente y titular de la firma? El hijo de la ministra. ¿Quién aparece como director suplente? Magalí Oppenheimer, quien un año más tarde cede sus acciones a Fernando Goijman. Resultado: el hijo de Bullrich queda como socio mayoritario con 3.325 cuotas, contra 175 de su nuevo socio.
En paralelo, se constituye Tostado Branding S.A., otra sociedad con domicilio declarado en Beruti 3822, es decir, la misma dirección de Patricia Bullrich. Los firmantes vuelven a ser los mismos: su hijo como director titular y Goijman como director suplente. Todo queda entre amigos. O entre familia.
Hasta aquí, podría decirse que se trata de una jugada comercial audaz y bien ejecutada. Pero la historia empieza a crujir cuando se mira con lupa la magnitud del emprendimiento. Hoy la cadena cuenta con 70 locales distribuidos en todo el país: shoppings, aeropuertos, zonas premium de CABA, Córdoba, Mendoza y Posadas. Una expansión que, según estimaciones conservadoras, demandó al menos 37 millones de dólares en inversión. ¿De dónde salió semejante flujo de capital?
El hijo de la ministra, que inició su carrera como monotributista en una dependencia estatal durante el macrismo, no registra ningún otro emprendimiento comercial que justifique ese nivel de fondos. A menos que uno acepte sin chistar el cuento oficial de las “franquicias”. Esa figura jurídica puede servir como pantalla para justificar crecimiento acelerado y desproporcionado. Pero incluso el modelo franquiciado requiere una inversión inicial significativa, una marca consolidada y un respaldo financiero que justifique el desembarco masivo en distintos puntos del país.
Más aún: en 2024, apenas unas semanas después de que Bullrich consolidara su alianza con el presidente Javier Milei, los titulares de Tostado Franquicia S.A. y Tostado Branding S.A. renuncian a sus cargos y transfieren las empresas a “familiares directos”. El movimiento fue fechado el 22 de enero. ¿Casualidad o maniobra preventiva ante posibles investigaciones futuras?
Una escena grabada durante la investigación del programa TLN Denuncia en 2023 es especialmente ilustrativa: un productor entra a uno de los locales Tostado en plena construcción y, al preguntar por la ministra, se encuentra cara a cara con su hijo, dirigiendo las obras. ¿Qué empresario millonario supervisa la colocación de mampostería en persona? ¿O es que estamos ante un emprendimiento tan “familiar” que no se puede delegar?
No se trata solo de percepción pública o sospechas mediáticas. Hay una denuncia penal presentada por un abogado televidente del programa. Sin embargo, como suele pasar cuando el poder está involucrado, la causa duerme en un cajón judicial. Está “freezada”, como si el frío procesal sirviera para que las pruebas se desvanezcan. El patrón es conocido: justicia selectiva, que reacciona con celeridad ante ciertas figuras políticas, pero que se paraliza ante otras.
El caso de la familia Kirchner, con las causas Hotesur y Los Sauces, sirve como parámetro. Allí también se investigó lavado de dinero y admisión de dádivas a través de empresas familiares. Pero mientras a Cristina Fernández y a su hijo Máximo los cubrieron con un manto de sospechas judiciales y persecución mediática sistemática durante años, la historia de los Tostado de Bullrich apenas se rozó en algunos medios. Y fue rápidamente silenciada.
¿Será que el poder real, ese que Javier Milei finge no ver mientras lo cultiva, se protege a sí mismo? ¿Será que no hay voluntad de investigar porque hacerlo sería tocar las fibras de una red mucho más grande de blanqueo, retornos y negocios cruzados entre funcionarios, empresarios y lobbistas?
La omisión en las declaraciones juradas de la ministra y de su hijo es otro punto crítico. ¿Cómo se explica que un emprendimiento de tal magnitud, con domicilio declarado en la casa de la funcionaria, ni siquiera figure en los documentos oficiales? La respuesta es simple: no se puede explicar. Es una irregularidad flagrante, que en otro país dispararía una investigación inmediata.
Pero aquí no pasa nada. Los periodistas que se animaron a tocar el tema fueron la excepción. La mayoría de los grandes medios prefirió mirar para otro lado. No vaya a ser cosa que, al investigar demasiado, terminen afectando intereses de quienes hoy manejan la botonera del poder.
Este caso pone al descubierto una trama que excede a la ministra. Es un síntoma de algo mucho más profundo: la connivencia entre política, negocios y estructuras de impunidad. Mientras se ajusta a la sociedad, se achica el Estado y se militariza la protesta, las redes del privilegio siguen operando con absoluta impunidad. Porque Tostado no es solo una cafetería de moda. Es la postal de un país partido en dos: el de los que pagan con lo justo, y el de los que facturan sin rendir cuentas.
La casta armó la lista, la base se quedó mirando. Alejandro Fantino, indignado. El Gordo Dan, humillado. Las promesas de libertad, horizontalidad y «fin de los privilegios» quedaron en un Excel manejado a escondidas por Karina Milei y su flamante socio, Sebastián Pareja. El resultado: libertarios de Twitter afuera, políticos reciclados adentro. Y la interna estalló… con lágrimas.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable
“¿A quién te comiste, Pareja?”
La frase no es de esta redacción, sino de Alejandro Fantino, que pasó del éxtasis libertario al enojo televisado en menos de lo que dura un spot de Milei gritando. El conductor, devenido en militante libertario, estalló en su programa contra el armador bonaerense: “¿Quién sos? ¿A quién le ganaste? ¡¿A quién te comiste, Pareja?!”
Fantino, que venía jugando a la militancia “desde abajo”, no toleró ver en las listas a «gente que no estuvo cuando había que bancar el proyecto». Lo que no dijo es que él se sumó cuando el proyecto ya estaba en la Rosada y la base de Twitter trabajaba gratis por retuits.
El Gordo Dan, del “brazo armado digital” al hazmerreír
Otro que lloró con emoticones fue Daniel Parisini, más conocido como El Gordo Dan, otrora paladín libertario en redes, ahora víctima de su propia ingenuidad. Página/12 lo describió como “el hazmerreír en redes”, y no es para menos: tras militar a pulmón y con gifs de Milei, hoy ve cómo lo dejaron afuera por completos desconocidos.
Dan y otros influencers libertarios esperaban un premio, una banca, un asesoramiento… aunque sea un cargo honorario. En cambio, vieron cómo Karina y Pareja llenaban las listas con empresarios, ex massistas, peronistas arrepentidos y hasta ex intendentes PRO, en una casta remixada y sin pudor.
La base libertaria, usada y descartada
La historia se repite, aunque esta vez con más peinados estrafalarios y menos dignidad. La militancia libertaria, que armó actos, viralizó videos y cubrió mesas en campaña, fue reemplazada por la verdadera casta: tipos con apellido, caja y contactos. Todo digitado entre las cuatro paredes donde manda Karina Milei, y ejecutado por Sebastián Pareja, ex PRO, ex massista, ex todo.
La jugada fue clara: aprovechar la mística y el sacrificio de los fans de Milei para armar poder territorial… y después tirarles un “like” y una palmada virtual. Un manual de cinismo político, versión siglo XXI.
¿La libertad avanza… o retrocede?
Mientras la Libertad Avanza intenta vestirse de institucionalidad, los que creyeron en la épica antisistema empiezan a ver el decorado caerse. Karina Milei ya no es la hermana del “león”, es una jefa política que te baja la orden y te arma la lista. Y Pareja no es un outsider, sino un operador de manual.
La bronca de Fantino y Dan no es por las ideas, es porque la rosca los dejó afuera. Pensaron que estaban en una revolución, y estaban en un casting.
La casta somos nosotros
La imagen es brutal: libertarios llorando por no estar en la lista, mientras un batallón de acomodados se cuelga de la boleta de Milei para seguir viviendo del Estado. Y pensar que juraban que eso era lo que venían a destruir.
Milei les grita “¡Viva la libertad, carajo!” desde el balcón, pero abajo la tropa se desangra. Y mientras tanto, Karina y Pareja siguen cerrando listas en secreto, blindados por el dedo de la jefatura y el silencio cómplice de los que sí entraron.
Mientras Milei se la pasa jugando al TikTok y hace de embajador de sí mismo por el mundo, la interna libertaria en la provincia de Buenos Aires explota. Esta semana, el armado de listas que encabezaron Karina Milei y su operador bonaerense Sebastián Pareja dejó heridas, traiciones y denuncias cruzadas entre quienes hasta hace semanas se sacaban selfies con motosierras.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable
En medio del desconcierto de la militancia libertaria de base —que sí, existe—, varios dirigentes que ya venían trabajando en distritos clave fueron bajados sin explicaciones. En su lugar, subieron nombres desconocidos, vinculados a negocios inmobiliarios o a estructuras heredadas del macrismo y el massismo residual. ¿La lógica? Ninguna. O mejor dicho, la lógica del dedo: Karina y Pareja se apropiaron del armado como si fuera una pyme familiar.
Una lista, muchas traiciones
El conflicto estalló esta semana cuando Karina Milei presentó el nuevo sello partidario en Provincia, denominado La Libertad Avanza Buenos Aires, manejado por ella misma y por Pareja. Inmediatamente después, comenzaron a confirmarse las candidaturas a intendencias y concejalías… y ahí vino la bronca.
Dirigentes de peso que venían organizando la fuerza libertaria en municipios como La Matanza, Quilmes, Morón y Bahía Blanca fueron directamente borrados de las listas. Algunos, incluso, se enteraron por redes sociales. Otros denunciaron que fueron reemplazados por «paracaidistas» sin territorio ni militancia, pero con vínculos con empresarios amigos de Pareja y Karina.
El operador todo terreno
¿Quién es Sebastián Pareja? No es nuevo en esto. Viene del riñón de Cambiemos, fue funcionario de María Eugenia Vidal, operador territorial del PRO, y también tuvo su paso por el massismo. Un verdadero camaleón político, experto en armar sellos, mover fichas y asegurarse negocios. Hoy, es el gran armador de Milei en Provincia, gracias a la confianza ciega de Karina.
Según informó este mismo medio en mayo, Pareja es el hombre elegido para intentar destronar a Axel Kicillof, aunque ni siquiera logra mantener unido al rejunte libertario. En lugar de construir poder desde abajo, parece decidido a transformarse en el patrón de estancia del conurbano, a fuerza de carpetazos y traiciones.
Una familia con historia… judicial
La historia de Sebastián Pareja no empieza con los libertarios. Su padre, Juan Carlos Pareja, fue concejal en Avellaneda por el Partido Justicialista y luego por el PRO, pero lo que más se recuerda de él es su procesamiento por administración fraudulenta en 2002, vinculado a un escándalo con terrenos municipales y alquileres truchos. A pesar de la causa, siguió orbitando la política local como si nada.
Sebastián no solo heredó la vocación política, sino también el olfato para los negocios. En su currículum figura su rol como director de ABSA, operador del PRO, y finalmente el salto al mileísmo, donde se transformó en el dueño del lápiz en Buenos Aires. Hoy, la familia Pareja vuelve a estar en el centro de la escena, pero no por sus ideas, sino por su afición a moverse entre sellos, cargos y favores.
La base se resquebraja
Mientras Karina hace gala de su autoritarismo «zen» y Pareja reparte cargos como si fueran estampitas, el malestar crece entre los propios libertarios, que ven cómo se repite la lógica que supuestamente venían a combatir: el dedazo, el acomodo y los arreglos de cúpula.
¿Y Milei? Bien gracias. Entre entrevistas internacionales, cosplay de economista y discursos en inglés, se desentiende del caos que su hermana y su operador están dejando en el mayor distrito electoral del país.
Conclusión: sin territorio no hay paraíso
La Libertad Avanza se jacta de ser «la nueva política», pero actúa como la más vieja de todas. En lugar de consolidar una estructura democrática y federal, Karina Milei y Sebastián Pareja construyen una maquinaria cerrada, verticalista y prebendaria, que ya comenzó a implosionar.
Kicillof sonríe en silencio. Porque mientras los libertarios se despedazan entre ellos, el gobernador sigue ampliando su base de apoyo con gestión, presencia territorial y coherencia. Algo que en La Libertad Avanza, por ahora, brilla por su ausencia.