Política

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    LOS SECRETOS DE MENKAURE: Detectan dos cavidades ocultas detrás del revestimiento de la Pirámide

     

    Un equipo internacional reveló, usando técnicas no invasivas, la presencia de dos posibles cámaras de aire escondidas detrás de los bloques de granito pulido del lado Este de la Pirámide de Menkaure. El hallazgo reabre el debate sobre si el monumento podría tener una segunda entrada desconocida desde hace 4.500 años.

    Por Alcides Blanco par Noticias La Insuperable

    Un misterio antiguo que vuelve a abrirse

    La Pirámide de Menkaure es la más pequeña del complejo de Giza, pero también la menos explorada. Mientras la de Khufu (Keops) y la de Khafre acumularon más de un siglo de investigaciones, Menkaure permaneció casi intacta desde las excavaciones de George Reisner entre 1906 y 1910. Todo eso cambió gracias a un nuevo estudio publicado en NDT & E International (ScienceDirect), en el marco del proyecto ScanPyramids.

    Según los autores —entre ellos el célebre arqueólogo Zahi Hawass y el físico Mehdi Tayoubi— existía una sospecha creciente: el patrón y la calidad del granito pulido en la cara Este del monumento es sospechosamente parecido al área que rodea la entrada principal en la cara Norte.

    La hipótesis de una segunda entrada

    La idea había sido planteada por el investigador Van den Hoven, quien observó que ciertos bloques de granito en la cara Este están no sólo mejor tallados, sino pulidos con una fineza idéntica a la de la entrada original. ¿Se trataba de una segunda vía de acceso? ¿O de un pasaje preparado pero nunca utilizado?

    Para poner a prueba esta hipótesis, el equipo utilizó tres técnicas de análisis no destructivo (NDT) extremadamente precisas:

    • ERT (Tomografía de Resistividad Eléctrica)
    • GPR (Radar de Penetración Terrestre)
    • UST (Ultrasonido)

    Estas herramientas permiten “ver” detrás del revestimiento sin dañar un solo bloque.

    Fig. 1. (a) La cara norte de la Pirámide de Menkaure; (b) una vista en primer plano de la entrada principal; y (c) la sección pulida de la cara este (objeto de estudio en esta investigación).

    Cómo se ve el interior sin abrirlo

    Primero se realizó una amplia exploración con ERT en un segmento de casi 27 metros de ancho de la cara Este. Esta técnica mide cómo se resiste el granito al paso de corriente eléctrica y permite detectar vacíos o materiales de distinta densidad.

    Los datos del ERT mostraron anomalías de alta resistividad, típicas de aire encerrado detrás del revestimiento. Sobre esa pista, el equipo concentró las mediciones de GPR y UST en un área más pequeña, construyendo incluso un andamiaje de madera para poder trabajar con precisión milimétrica.

    El GPR, con antenas de 200 y 600 MHz, detectó cambios abruptos en la permitividad del material, mientras que el UST, extremadamente sensible a cavidades incluso muy pequeñas, confirmó discontinuidades internas.

    El resultado: dos cavidades donde no deberían existir

    Al fusionar los datos de las tres técnicas —en un proceso llamado Image Fusion (IF)— las imágenes revelaron dos anomalías claras detrás de los bloques pulidos.
    Los modelos numéricos que acompañaron el análisis mostraron que la interpretación más consistente es la existencia de cavidades llenas de aire, no fracturas ni diferencias de densidad.

    Aunque aún no se puede afirmar que se trate de una entrada, la ubicación, la forma y el patrón coinciden con lo que podría ser:

    • un pasadizo preparado,
    • una entrada simbólica,
    • o un espacio arquitectónico auxiliar abandonado durante la construcción.

    Un hallazgo a la altura del “Gran Vacío” de Keops

    El estudio aplica la misma metodología que permitió en 2017 descubrir el famoso corredor oculto sobre la entrada de la Pirámide de Keops, también detectado por ScanPyramids mediante técnicas de muografía y luego confirmado por GPR y UST.

    Lo notable es que Menkaure había sido ignorada durante más de un siglo. Ahora vuelve al centro de la escena arqueológica con una incógnita fascinante: ¿qué función tenían estas cavidades y por qué se encuentran detrás de bloques pulidos diseñados casi con el mismo detalle que la entrada principal?

    Lo que viene: ¿se abrirá el acceso?

    Por ahora, el equipo continuará con análisis complementarios antes de considerar cualquier intervención física. Como ocurrió con Keops, no se tocará un solo bloque hasta que no haya evidencia abrumadora de que es seguro y científicamente justificable.

    Pero el hallazgo ya es suficiente para reactivar uno de los misterios más antiguos del mundo:
    la Pirámide de Menkaure podría no haber mostrado todavía todos sus secretos.

     

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    EXCLUSIVO La Mano de Washington en la Salud Argentina: cómo se construyó el camino que pavimentó el negocio farmacéutico para Estados Unidos

     

    Una secuencia de terror.

    Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

    En menos de un año, el gobierno de Milei desmanteló controles históricos, aceptó subordinación regulatoria a la FDA, reabrió el festival de patentes extranjeras y avanzó con un acuerdo comercial que, por primera vez, relega a la ANMAT a un rol secundario. El caso del fentanilo contaminado —la peor tragedia sanitaria de la historia reciente— expone que lo presentado como “desburocratización” no es otra cosa que un plan diseñado en Washington para abrir el mercado argentino a laboratorios extranjeros, aun a costa de la salud pública.

    Un rompecabezas que encaja demasiado bien

    Cuando Milei anunció el acuerdo con Estados Unidos, el punto que pasó casi inadvertido fue el más determinante: Argentina aceptará certificados de la FDA para medicamentos y dispositivos médicos, y dejará de exigir revisiones completas de la ANMAT para esos productos. Dicho de otro modo: la autoridad sanitaria local deja de ser autoridad.

    Pero esa pieza solo encaja cuando se observa el cuadro completo: el vaciamiento material de la ANMAT, la desregulación de controles, la flexibilización del régimen de importaciones, la reactivación del modelo de los años 90 y el alineamiento del régimen de patentes con los pedidos del Informe Especial 301 del gobierno estadounidense.

    Nada de eso fue improvisado.


    La primera estocada: eliminar las inspecciones in situ (derogación de la Resolución 2123/2005)

    En los últimos 20 años, la resolución 2123/2005 dictada durante la presidencia de Néstor Kirchner, exigía que inspectores de ANMAT verificaran físicamente las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) en las plantas que producían medicamentos destinados a Argentina. Esa norma surgió tras varios escándalos de adulteración y era considerada un pilar de la trazabilidad sanitaria.

    El gobierno de Milei la desactivó sin reemplazo equivalente.

    Federico Sturzenegger, desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, impulsó la normativa que elimina la obligación de inspecciones presenciales, permitiendo confiar exclusivamente en certificados emitidos por agencias extranjeras, entre ellas la FDA.

    El argumento oficial fue lineal: “menos burocracia, más acceso”.
    El trasfondo, bastante menos inocente: alinear la regulación local con lo solicitado por Estados Unidos en el marco del acuerdo comercial, incluso antes de firmarlo.


    ANMAT debilitada: menos personal, menos presupuesto y más presión política

    En paralelo a estos cambios, la ANMAT no solo perdió herramientas: perdió capacidad operativa real.

    • Congelamiento de vacantes.
    • No renovación de contratos técnicos.
    • Reducción de misiones de inspección.
    • Recortes presupuestarios registrados en las planillas del Presupuesto 2024 y el proyectado 2025.
    • Presión para acelerar liberaciones sanitarias.

    En ese contexto, la eliminación de inspecciones externas equivale a bajar la guardia en medio de una tormenta.

    Y la tormenta llegó.


    El caso del fentanilo: la evidencia de por qué existen los controles

    La causa judicial por el fentanilo contaminado de HLB Pharma Group y Laboratorios Ramallo dejó al descubierto un entramado escalofriante: adulteración de controles, planillas falsificadas, reactivos vencidos escondidos bajo la lluvia, trabajadores sin formación empujados a mentir y documentación “dibujada” para simular condiciones inexistentes.

    Las testimoniales ante el juez Ernesto Kreplak son devastadoras:

    • Me hacían mentir básicamente”, relató la técnica Bárbara Pennisi.
    • Envases con partículas o pelos igual se mandaban al rotulado”, declaró Lucía Abeijón.
    • Los frascos manchados iban igual”.
    • Cambiaron pisos y pintaron todo para la ANMAT, pero nunca vinieron”.

    Las conclusiones del Instituto Malbrán confirmaron lo que ya era evidente: los lotes 31202 y 31244 presentaban riesgos significativos, deficiencias graves e inconsistencia en la fabricación.

    El resultado: mas de 120 muertes confirmadas y un ministro de salud que se niega a dar la cara.

    En ese contexto, reducir la capacidad fiscalizadora del único organismo que puede prevenir estas catástrofes solo puede definirse como temerario.

    O como parte de una estrategia.


    La pieza que faltaba: el nuevo acuerdo con Estados Unidos

    En el día de ayer, la Casa Blanca anunció los lineamientos del marco bilateral. Allí se explicitó lo que desde hacía meses se insinuaba:

    Argentina aceptará “los certificados de la FDA y las autorizaciones previas de comercialización para dispositivos médicos y productos farmacéuticos”.

    Es decir:
    si la FDA lo aprueba, entra automáticamente al mercado argentino.

    Además, el acuerdo agrega un segundo componente estratégico:

    • Acceso preferencial a productos estadounidenses, entre ellos “ciertos medicamentos, dispositivos médicos y productos químicos”.
    • Reforma del sistema de patentes, adecuándolo a estándares internacionales señalados en el Informe Especial 301, documento en el que Estados Unidos ya había criticado a la Argentina por otorgar demasiadas patentes locales y permitir competencia de genéricos.

    Nada es casual: Estados Unidos tiene uno de los lobbies farmacéuticos más poderosos del planeta, y este acuerdo es su puerta de entrada directa.


    Patentes: el capítulo oculto que definirá el precio de los medicamentos

    El acuerdo bilateral obliga a Argentina a:

    • “Revisar criterios restrictivos de patentabilidad”.
    • “Reducir atrasos en el otorgamiento de patentes”.
    • “Alinear la propiedad intelectual a estándares globales más elevados”.

    En lenguaje llano:
    menos genéricos nacionales, más patentes extranjeras, precios más altos.

    Las cámaras locales ya anticiparon el riesgo. CILFA advirtió que solo podrá evaluar el impacto cuando conozca el texto final, pero la advertencia es obvia: si la Argentina copia el estándar estadounidense, el costo de los tratamientos crónicos y de alta complejidad se disparará.

    CAEME —que agrupa a los laboratorios extranjeros— celebró el pacto sin matices.


    Un mercado abierto en bandeja: cómo encaja todo en el plan estadounidense

    Tomados por separado, los hechos parecen decisiones aisladas. Observados en secuencia, conforman un patrón claro:

    1. Vaciamiento de la ANMAT.
    2. Eliminación de inspecciones presenciales.
    3. Aceptación automática de certificados de la FDA.
    4. Facilitación de importaciones sin controles equivalentes.
    5. Cambios en el régimen de patentes en favor de laboratorios extranjeros.
    6. Acuerdo comercial redactado en términos estadounidenses.

    El caso del fentanilo, lejos de ser una anomalía, se convierte en un ejemplo:
    si el Estado renuncia a controlar, lo que aparece no es libertad; es riesgo, adulteración y muerte.


    Todo esto, ¿a quién beneficia?

    No a los pacientes.
    No a la industria nacional.
    No a las provincias ni al sistema sanitario.

    Beneficia a:

    • Laboratorios extranjeros, que ya no necesitarán adaptarse al marco argentino.
    • Multinacionales bajo regulación FDA, con ingreso directo al mercado de 47 millones de habitantes.
    • Empresas protegidas por un nuevo régimen de patentes, capaz de bloquear genéricos durante años.
    • Fondos de inversión norteamericanos, que presionan por “proteger propiedad intelectual” en todos los tratados internacionales.

    Argentina, mientras tanto, pierde capacidad de fijar reglas en su propio territorio.


    Conclusión: un país que renuncia a su soberanía sanitaria

    La tragedia del fentanilo demostró qué ocurre cuando los controles se relajan. En vez de reforzar al organismo, el gobierno avanzó hacia su desmantelamiento en nombre de la “innovación” y la “desregulación”.

    Hoy, con la subordinación explícita a la FDA, la Argentina cede no ya la fiscalización, sino el criterio sanitario mismo: lo que Estados Unidos considere seguro, deberá considerarse seguro aquí, sin verificación propia.

    Es el triunfo perfecto del lobby farmacéutico norteamericano.

    Y el riesgo perfecto para millones de argentinos. Cuando esto se implemente no habrá brindis por «salud» que alcance a fin de año.

     

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    Sumisión total: Milei entrega Argentina a Trump en un acuerdo escrito en Washington

     

    Mientras Milei festeja su alineamiento incondicional con Donald Trump, Estados Unidos anunció —de manera unilateral— un acuerdo comercial que obliga a la Argentina a seguir la política económica de Washington, abrir su mercado interno sin límites a productos norteamericanos y resignar soberanía regulatoria y productiva. El Gobierno lo celebra como un “siglo de oro”; la letra chica muestra un país reducido a colonia.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable


    Un acuerdo anunciado desde Washington y aceptado sin chistar por Milei

    El gobierno estadounidense informó que ya tiene cerrado el “Marco de Comercio Recíproco e Inversión”, un entendimiento que, lejos de cualquier reciprocidad, impone a la Argentina las reglas del mercado norteamericano, desde la relación con China hasta la desregulación interna.
    La revelación se conoció mientras Pablo Quirno era recibido por Marco Rubio en Washington, confirmando que las decisiones cruciales sobre comercio y producción argentinos ya no se toman en Buenos Aires.

    La Casa Blanca sostuvo que el pacto busca “fortalecer y equilibrar” la relación bilateral. Pero el punteo de medidas adelantadas por Estados Unidos deja bien claro que de equilibrio no hay nada: la Argentina se compromete a seguir la política comercial de Washington, incluso respecto de terceros países, una definición que apunta de manera directa a China —principal destino de nuestras exportaciones de soja y derivados—.


    Milei festeja la entrega y presume sus viajes

    Milei celebró el anuncio como si fuera una victoria propia, exhibiendo el acuerdo como fruto de su “alineamiento incondicional” con la administración Trump. En un acto en Corrientes, aseguró con tono burlón que “parece que los viajes estuvieron rindiendo un poquito, no?”, dejando en claro que la subordinación diplomática y económica es para él motivo de orgullo.

    A pesar de que el acuerdo todavía debe cerrarse técnicamente y pasar por el Congreso, el Gobierno ya lo da por hecho y se enorgullece de avanzar en un modelo económico que beneficia a sectores extractivos y financieros, mientras expone a toda la industria nacional al riesgo de desaparición por importaciones sin freno.


    Un texto escrito en inglés y para los intereses de Estados Unidos

    La propia Casa Blanca difundió un comunicado donde se afirma que Trump y Milei “reafirman la alianza estratégica basada en mercados abiertos y libre empresa”, una fórmula que, traducida al castellano, significa apertura total del mercado argentino y ventajas extraordinarias para las empresas norteamericanas.

    Milei volvió a repetir que el país “se capitalizará fuertemente” y que comienza “un nuevo siglo de oro”, apelando a la misma narrativa que el Gobierno usa para justificar reformas laborales, tributarias y penales que golpean a trabajadores, pymes y productores locales.
    Quirno, desde redes sociales, habló de una “nueva etapa superior”, sin mencionar que la industria nacional será la que pague los costos.


    Apertura asimétrica: ellos traen tecnología, nosotros les regalamos recursos

    Uno de los pilares del acuerdo es la apertura “recíproca” de mercados. La palabra recíproca funciona como un chiste involuntario:

    Argentina reduce aranceles a productos de altísimo valor agregado provenientes del país más industrializado del planeta:
    – Medicamentos
    – Químicos
    – Maquinaria
    – Equipamiento tecnológico
    – Dispositivos médicos
    – Vehículos
    – Productos agrícolas
    Mientras tanto, Estados Unidos sólo baja aranceles a recursos naturales no disponibles en su territorio y a algunos insumos farmacéuticos sin patente.

    La asimetría es obscena: Argentina abre sectores sensibles; Washington ofrece concesiones que no afectan en lo más mínimo a su industria.

    Incluso, la Casa Blanca adelantó que considerará “positivamente” el acuerdo al evaluar medidas de seguridad nacional, como la famosa Sección 232, una herramienta proteccionista que Estados Unidos usa a gusto. Es decir: no garantizan nada.


    Renuncia regulatoria: productos norteamericanos entrarán con normas de Estados Unidos

    Otro eje crítico es la eliminación de barreras no arancelarias. Argentina aceptó desmontar licencias de importación, formalidades consulares y la tasa estadística para productos de Estados Unidos. Pero lo más grave es esto:

    Los productos norteamericanos podrán ingresar bajo estándares estadounidenses o internacionales, sin exigencias locales adicionales.

    Eso implica:
    – Vehículos con normas de seguridad y emisiones propias de Estados Unidos
    – Equipos médicos y fármacos certificados por la FDA que ANMAT deberá aceptar sin más

    En síntesis: el país cede su potestad regulatoria en áreas clave de salud, industria y seguridad.


    Propiedad intelectual: Washington consiguió lo que exigía desde hace una década

    Argentina también se comprometió a avanzar en temas que el Special 301 de Washington reclama todos los años:
    – Cambios en criterios de patentabilidad
    – Aceleración de plazos de otorgamiento de patentes
    – Ajustes en indicaciones geográficas
    – Mayor persecución a la falsificación, incluso digital

    Esto impactará directamente en medicamentos, semillas y tecnologías, encareciendo insumos básicos y debilitando la soberanía tecnológica nacional.


    Sector agropecuario: ingreso de carne aviar, bovinos vivos y presión sobre economías regionales

    En materia agrícola, el acuerdo abre puertas inéditas:
    – Ingreso de ganado bovino vivo
    – Entrada de carne aviar estadounidense en un año
    – Eliminación de restricciones sobre términos queseros
    – Simplificación de trámites para carnes, menudencias, porcinos y lácteos

    Para las economías regionales, pymes alimentarias y cooperativas, esto significa competir contra una de las cadenas agroindustriales más subsidiadas del planeta, un escenario dramático para sectores como lácteos, queserías y frigoríficos medianos.


    Minerales críticos: litio y cobre bajo tutela geopolítica

    El acuerdo incorpora “cooperación estratégica” sobre minerales críticos como el litio. Para Estados Unidos —que busca asegurar cadenas de abastecimiento para su transición energética— es un triunfo geopolítico.
    Para Argentina, es ceder capacidad de decisión sobre un recurso clave, justo cuando provincias como Jujuy, Salta y Catamarca discuten mayor participación local.


    Comercio digital: datos personales argentinos viajan a EE.UU. bajo su ley

    Argentina reconocerá a Estados Unidos como “jurisdicción adecuada” para la transferencia de datos personales. Esto permitirá que empresas estadounidenses recolecten y procesen datos locales bajo legislación norteamericana, menos protectora que los estándares europeos.

    También se aceptarán firmas electrónicas bajo leyes estadounidenses, consolidando un alineamiento tecnológico con Washington que deja al país sin margen de regulación propia.


    Una entrega histórica con costos enormes para la industria y el trabajo

    El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un acuerdo “histórico”. Y lo es:
    histórico por la magnitud de la entrega.
    histórico por la pérdida de soberanía económica.
    histórico por su impacto destructivo sobre la industria nacional.

    Los supuestos beneficios —mayor previsibilidad, reducción de trabas, promesas de inversión— dependerán de que el país no quede atrapado en una dependencia aún más profunda, algo que ya vivió en los ’90 y que terminó en desastre.

    Mientras Milei celebra como si hubiera conquistado algo, la letra chica muestra lo contrario: un gobierno dispuesto a convertir a la Argentina en un enclave dependiente de las decisiones que se tomen en Washington.

     

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    Torturas en la causa de los Cuadernos truchos: Cristina detonó el “circo judicial” del macrismo

     

    Cristina Kirchner publicó un mensaje explosivo donde reveló que, en la causa de los Cuadernos truchos, no sólo hubo “arrepentidos” extorsionados: ahora se confirma que algunos directamente fueron torturados. La denuncia se basa en declaraciones que salieron al aire en TN y que exponen la matriz de persecución política detrás del aparato judicial macrista.

    Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

    FOTO.DYN/ALBERTO RAGGIO.

    De “arrepentidos” a “extorsionados”: lo que Cristina viene anticipando desde 2018

    Cristina abrió su mensaje recordando lo que ya había denunciado en múltiples oportunidades: en la causa de los Cuadernos truchos, los llamados “arrepentidos” no colaboraban voluntariamente; eran presionados, aislados, amenazados y empujados a declarar lo que la Justicia macrista necesitaba escuchar.

    Pero ahora, según planteó, quedó claro que aquello se quedó corto: al menos uno de los detenidos fue sometido a tortura blanca, un procedimiento diseñado para quebrar psicológicamente sin dejar marcas.


    Tortura blanca: reflector 24 horas, aislamiento total y vigilancia permanente

    Cristina reprodujo un fragmento estremecedor del abogado Roberto Herrera, que defendió a uno de los arrepentidos. En TN, Herrera afirmó que su cliente estuvo 28 o 30 días en el centro de detención de Cavia, completamente aislado, con un reflector prendido las 24 horas, siendo filmado sin pausa y sin contacto humano.

    El abogado describió que el detenido “no sabía si era de día o de noche”, que era “un castigo”, y que incluso después de pasar al sistema de testigos protegidos su propia defensa no podía verlo.

    Lo que relató Herrera, señaló Cristina, no es un error administrativo: es tortura. Tortura blanca. Tortura de manual. Tortura que hubiera sido denunciada internacionalmente si no hubiese ocurrido bajo el paraguas del aparato judicial macrista.


    “Esto ya no es lawfare”: Cristina apuntó al corazón del macrismo judicial

    En su publicación, Cristina fue categórica: “Esto ya no es lawfare: es persecución política con métodos propios de las dictaduras”.

    A su entender, los jueces y fiscales que articularon la causa de los Cuadernos truchos —a los que llamó el “bestiario judicial del macrismo”— operaron al servicio del poder económico, persiguiendo opositores mientras garantizaban impunidad a quienes endeudaron y siguen endeudando al país.


    El “circo” de los Cuadernos y la distracción en medio de la crisis económica

    Cristina también vinculó la reapertura acelerada de la causa con la situación económica actual. Describió la reactivación del expediente como “agenda judicial para la distracción: si no hay pan, que haya circo”.

    Mientras tanto, señaló, la inflación real sigue golpeando, a pesar de que el discurso oficial asegura que los precios no suben. Recordó que el INDEC informó 2,3% en octubre, cifra que crece mes a mes y que, anualizada bajo el método del propio Milei, da 27,6%, más alta que la inflación que dejó el gobierno en 2015.

    Pero —remarcó— en 2015 había salarios y jubilaciones entre los mejores de la región, provincias financiadas, rutas mantenidas, y sobre todo cero deuda con el FMI y cero deuda con el Tesoro de Estados Unidos.


    Colonialismo financiero: Bessent y la admisión que pasó de largo en los medios

    Otro punto clave del mensaje fue la referencia a la confesión de Bessent, quien admitió que prestarle a Milei fue “un gran negocio” para Estados Unidos.

    Cristina interpretó esto como colonialismo financiero: acuerdos que benefician a intereses extranjeros mientras funcionarios locales facilitan swaps, endeudamiento y mecanismos cambiarios ruinosos para el país.

    Para Cristina, cuando el Estado se convierte en garante de negocios ajenos, “no es inversión: es delito”.


    El guion y el guionista: Stornelli en el centro de la escena

    El segmento más contundente del cierre fue dirigido al fiscal Carlos Stornelli, a quien Cristina señala como el arquitecto del guion judicial y mediático montado sobre los Cuadernos truchos. Recordó que es el mismo fiscal procesado por asociación ilícita en una causa por extorsión, el mismo involucrado en el intento de plantar cocaína al exmarido de su actual pareja, y el mismo salvado por “la Corte de los Tres”.

    Según Cristina, Stornelli no solo extorsionó, sino que avaló métodos de tortura para obtener declaraciones forzadas que luego se reproducían en grandes titulares en Clarín y La Nación.


    El video que lo confirma todo

    Cristina finalizó su mensaje con un video emitido por TN, donde las propias declaraciones del abogado Herrera confirman lo que durante años el macrismo negó: hubo coerción, hubo tormentos y hubo un uso del Estado para perseguir políticamente.

    Lo que aparece ahora no es una interpretación: es evidencia.

     

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    Rial reaviva el escándalo Spagnuolo: audios explosivos vinculan a Karina Milei con una red de recaudación ilegal

     

    Mientras la defensa del ex titular de la ANDIS intenta frenar la causa alegando que los audios fueron creados con inteligencia artificial, las revelaciones difundidas por Jorge Rial y Mauro Federico exponen una trama de corrupción que involucra a laboratorios, droguerías y funcionarios del entorno directo de Karina Milei. El Gobierno, otra vez, se refugia en el silencio.

    Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

    “Los audios son falsos”: la defensa que nadie cree
    El abogado Mauricio D’Alessandro, representante del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, intentó desactivar la causa afirmando que las grabaciones fueron creadas con inteligencia artificial. Pero el argumento no convenció a nadie.
    Lejos de calmar las aguas, su declaración encendió aún más las alarmas. Porque negar grabaciones que llevan meses circulando, con detalles precisos sobre el funcionamiento interno de la Secretaría General de Presidencia, solo profundizó la sospecha.

    Según D’Alessandro, el expediente lleva más de cincuenta días bajo secreto de sumario, y lo único que conocen es lo aportado por Mauro Federico. El abogado apeló a la vieja doctrina del “fruto venenoso”: si la prueba es falsa, todo el caso debe anularse. Pero la maniobra, más que limpiar el terreno, terminó manchando todavía más.


    Los audios que golpean al corazón del poder libertario
    En los audios difundidos por Rial y Federico, la voz atribuida a Spagnuolo describe un sistema de recaudación ilegal que habría operado desde la ANDIS, con vínculos directos con laboratorios y droguerías.
    La grabación más comprometedora señala que un 3% de los contratos públicos debía destinarse como “aporte” para garantizar su continuidad con el Estado, dinero que —según esa voz— iba a parar a la Secretaría General de Presidencia, bajo la órbita de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem.

    Una frase resonó con fuerza: “Tengo todos los WhatsApps de Karina”. No se trata de una mera insinuación: es una afirmación directa que conecta a la hermana del Presidente con la supuesta estructura de recaudación.


    La defensa de los laboratorios y el intento de cierre
    Los dueños de la droguería Suizo Argentina, Eduardo, Jonathan y Emmanuel Kovalivker, también intentaron despegarse, argumentando que los hechos ya fueron investigados en una causa archivada por inexistencia de delito.
    Invocaron el principio de non bis in idem, para evitar una nueva investigación. Pero los audios —negados, pero imposibles de ignorar— mantienen viva la sospecha de una red de coimas y favores empresariales dentro del esquema de poder libertario.


    Rial, sin filtro: “No vaya a ser cosa que aparezcan los audios completitos”
    La respuesta de Jorge Rial ante la defensa de Spagnuolo fue inmediata y filosa. Desde su programa en el canal Carnival, lanzó una advertencia que retumbó en la Casa Rosada: “No vaya a ser cosa que aparezcan los audios completitos”.
    Una frase con el sello Rial: breve, ácida y cargada de mensaje. Como si dijera “sé más de lo que conté”.
    Incluso fue más lejos, deslizando que el oficialismo “quizás hubiera preferido dejar las cosas como estaban y haber entregado el culo de Spagnuolo”. Una expresión brutal, pero que retrata la crudeza del momento y el nivel de tensión dentro del gobierno libertario.


    La estrategia del silencio y la excusa tecnológica
    Desde el oficialismo, la reacción fue predecible: acusar una operación, invocar la inteligencia artificial y evitar toda explicación concreta.
    Pero el libreto libertario se desgasta. Cada intento de minimizar el caso con el argumento de la IA refuerza la sospecha de que hay algo que ocultar. Hasta ahora, ningún funcionario presentó pruebas técnicas que respalden la supuesta manipulación digital.

    El caso Spagnuolo, explican desde EnOrsai, se transformó así en un espejo incómodo que refleja las grietas morales del gobierno. Lo que Milei presentó como una cruzada contra la “casta corrupta” hoy se le devuelve como un boomerang desde su propio entorno.


    Karina Milei, la sombra que incomoda al poder
    Sin cargo formal pero con poder real, Karina Milei vuelve a aparecer en el centro de la tormenta. Su nombre, asociado a contratos estatales y redes de favores empresariales, se repite como un eco en cada denuncia.
    Y mientras ella guarda silencio, el escándalo crece. Porque no es solo lo que dicen los audios: es lo que el Gobierno no dice, lo que evita aclarar, lo que prefiere tapar.


    Un gobierno que no puede dar explicaciones
    La Cámara Federal deberá decidir si las grabaciones son válidas o si la causa se anula. Pero más allá del aspecto judicial, la batalla política ya está perdida: el oficialismo no logra explicar por qué las denuncias internas lo persiguen una y otra vez.

    En un gobierno que prometía transparencia, el caso Spagnuolo muestra un poder encerrado, con reflejos corporativos y una tendencia cada vez más marcada al encubrimiento.
    Si los “audios completitos” llegan a ver la luz, el impacto será devastador. Y si no, el daño ya está hecho: la duda ya se instaló, y en política, la duda suele ser más corrosiva que la prueba.