El radicalismo cordobés prepara la última pelea del año por el foro de intendentes
Cuando todavía no se enfrió el cuerpo por el duro traspié de la UCR cordobesa en las Legislativas 2025, y donde la lista liderada por Ramón Mestre no alcanzó el 4%, los correligionarios mediterráneos ya piensan en la batalla que viene: la pelea por el foro de intendentes radicales.
Y, según lo que reconocieron a LPO algunos radicales cordobeses que puntean el panorama, el escenario es imprevisible. «Hay silencio de radio porque nadie quiere hacer olas y porque el peronismo también mira lo que pasa acá adentro», dijo un radical.
Actualmente, la tropa de alcaldes la lidera el deloredismo con el brazo del riotercerense y presidente de la UCR cordobesa, Marcos Ferrer, que controla la conducción a través de Roberto Casari y Rubén Dagum, intendentes de Vicuña Mackenna y Almafuerte, respectivamente. El arranque fue con Dagum en la presidencia del foro, pero el comando rotativo hoy lo tiene a Casari y los que barajan las definiciones que se esperan para mediados de diciembre analizan la posibilidad de ampliar la conducción y darle lugares expectables al mestrismo.
Rodrigo de Loredo
Particularmente, el nombre que suena es el del intendente de Pilar y reciente jefe de campaña de Mestre, Leopoldo Grumpstrup. Chance de la que descreen otros radicales que critican lo tardío que llega el mensaje de amplitud, más cuando empieza el poroteo para la interna que quieren dar en el 2026. Probablemente, durante el primer semestre para que el peronismo no los corra con el calendario en el 2027 y una elección por la gobernación que será seguramente entre marzo y abril.
«La discusión es a mediados de diciembre. Es una reunión donde se vota. Es una rosca para definir, se pone fecha y listo. Se resuelve rápido eso», simplificó un radical.
El oficialismo provincial también observa esto. Dentro del ministerio de Gobierno que encabeza Manuel Calvo está el radical Orlando Arduh, uno de los mentores de las fotos de Schiaretti con los intendentes radicales y que puntea, planilla en mano, la cantidad de votos que sacó Provincias Unidas en los municipios UCR. Si prospera la intención de pegar la elección de Llaryora con los intendentes radicales que están también en busca de un segundo mandato, puede haber un acuerdo monitoreado desde el cordobesismo.
Esquema para el que también deberá tributar la vicegobernadora Myrian Prunotto. Una vez que baje la tensión entre ella y algunos despachos del peronismo, el reseteo del GPS apuntará en esa dirección.
En tanto, puertas adentro de la UCR reconocen que no existe ninguna posibilidad de entendimiento entre De Loredo y Mestre. El diputado saliente hizo saber en varias reuniones que él no tolerará compartir un espacio donde esté el reciente candidato; mientras que Mestre ya soltó en varias charlas: «yo no tolero un minuto más sin poder». Con lo cual está claro que irá por el sello para aferrarse a una nueva candidatura en el 2027.
Las figuras nacionales no se quieren meter. El jujeño Gerardo Morales pidió calma, Emiliano Yacobitti le dijo a la mendocina Pamela Verasay que están al tanto de todo, ratificó su amistad con Ferrer, pero están acomodando el cuerpo después de lo sucedido con Martín Lousteau.
Y el correntino Gustavo Valdés espera el retorno a Córdoba de su alfil Javier Bee Sellares que viene para juntar tropa y jugar. Por algo.
En este revuelo radical entra en juego la relación con el peronismo, donde más de uno tiene despachos con terminales, el futuro de Provincias Unidas, los objetivos compartidos de intendentes con el llaryorismo, pero también la oferta con la que la oposición de libertarios y juecistas se tienta con entrar a un radicalismo desordenado. Orfandad que expone a Mestre y De Loredo; de la misma manera que invita al peronismo y el nuevo orden opositor a entrar para ver con qué se quedan.



