ATANOR SANCIONADA POR CONTAMINAR EL RÍO PARANÁ DE MANERA IRREVERSIBLE
La Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de San Nicolás impuso a la empresa productora de herbicidas el pago de 150 millones de pesos por la contaminación irreparable del río Paraná a través del vuelco de los efluentes líquidos industriales.
El fallo se conoció, luego de que la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de San Nicolás, aceptara el pedido de indemnización sustitutiva solicitada en una demanda ambiental interpuesta por la Asociación Civil Foro Medio Ambiente (Fomea).
“Se trata del primer fallo de la historia que impone una condena de indemnización sustitutiva de estas características por el daño causado al río Paraná”, afirmó a Télam, el abogado patrocinante, Fabian Maggi.
El monto será destinado al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación para que lo invierta en programas de control, protección y conservación del ecosistema dañado, indicó el dictamen judicial.
Atanor es la única empresa en Latinoamérica que produce los tres herbicidas de mayor uso, glifosato, fenóxidos y atrazina. El glifosato es un herbicida no selectivo y se complementa con otros selectivos como la atrazina aplicada en cultivos como el maíz, y los fenóxidos (2-4d).
a partir de 2017, la actividad de Atanor se centró en sus dos principales segmentos de negocios que a su vez poseen sinergias entre sí: los herbicidas que representa el 91% de las ventas y los productos químicos industriales, con el 9%.
La compañía ocupa uno de los primeros lugares en facturación en su rol como proveedoar de insumos a nivel nacional, con aproximadamente un 9,3% de porción de mercado. En el segmento de los herbicidas se posiciona como uno de los grandes, con una participación directa del 15% en la torta.
Fabián Maggi explicó que la empresa mantuvo un accionar ilegal de manera sostenida durante varios años, “pese a las medidas cautelares que se dictaron, a los apercibimientos de aplicar sanciones pecuniarias para disuadirla y para evitar el agravamiento en el recurso natural del Río Paraná que baña las costas de importantes zonas urbanas, exhibiendo un obrar negligente por parte de una empresa”.
En ese sentido, Maggi apuntó: “La conducta negativa de la empresa que lejos de buscar solucionar el problema, siempre presentó trabas dentro del expediente con falsedades y datos erróneos”, y consideró que “en definitiva, siempre trató de ocultar la contaminación que ellos sabían que generaban”.
Durante los ocho años que tramitó la causa judicial, los numerosos análisis realizados por el Conicet, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Policía Federal Argentina, determinaron que Atanor funcionaba en un marco de “ilegalidad”, y que la contaminación del río Paraná se produjo a través del vuelco de los efluentes líquidos industriales.
La prueba recabada demostró la presencia de la sustancia química Atrazina “en valores superiores a los permitidos para protección de la biota acuática en aguas superficiales del río Paraná”.
“La reciente sentencia de la Cámara va a traer repercusiones a nivel productivo en muchas industrias que están ubicadas sobre el río Paraná y que sabemos que contaminan -muchas de ellas ya están judicializadas- de igual manera que Atanor o incluso con mayor gravedad”, señaló Maggi a Telam.
Para el abogado de Fomea, la importancia de la sentencia judicial, “permitirá trabajar con mayor potencia en la protección del medioambiente y el cuidado de los recursos naturales”.
La sanción sienta un precedente judicial y debe extender su influencia a otros sectores, este fallo permitirá trabajar con mayor fuerza la defensa del medioambiente y el cuidado de los recursos naturales, sin embargo no podemos obviar decir que el valor de la sanción para una empresa como Atanor y por la consecuencia de su accionar ilegal es irrisoria. La contaminación irreversible de un cauce natural como lo es el Río Paraná tiene, para la justicia, el valor de un departamento en el barrio de Palermo.
Fuente: Telam.com