A los 89 años, falleció José “Pepe” Mujica, símbolo mundial de la ética política y la austeridad
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A los 89 años, falleció José “Pepe” Mujica, símbolo mundial de la ética política y la austeridad

 

Su muerte cierra una era en América Latina. Mujica no solo gobernó Uruguay: lo habitó con coherencia, humildad y una rebeldía que nunca se apagó.

Por Alejandro Marcó del Pont vía EnOrsai

José “Pepe” Mujica falleció este martes 13 de mayo de 2025 en su chacra de Montevideo, a los 89 años, tras una larga batalla contra el cáncer de esófago que se había extendido al hígado.  En enero, había decidido abandonar los tratamientos médicos y afrontar el final con la misma dignidad con la que vivió: “El guerrero tiene derecho a su descanso. Hasta aquí llegué”, dijo entonces. 

Su partida deja un vacío difícil de llenar.  Mujica no fue un político más: fue un símbolo viviente de la coherencia entre el decir y el hacer, un referente moral en un continente plagado por el cinismo y corrupción la corrupción de la derecha conservadora.  Desde su juventud como guerrillero tupamaro, pasando por los casi 15 años de prisión —muchos de ellos en condiciones inhumanas durante la dictadura uruguaya—, hasta su llegada a la presidencia entre 2010 y 2015, su vida fue una lección de resistencia, humildad y compromiso con los más vulnerables. 

Durante su mandato, impulsó políticas progresistas que marcaron un hito en la región: legalizó el matrimonio igualitario, el aborto y la marihuana, y promovió programas sociales como el Plan Juntos para viviendas y la creación de la Universidad Tecnológica.  Pero más allá de las leyes, su legado reside en su estilo de vida austero y su discurso en favor de la igualdad y la ética en la política. 

Mujica vivía en su modesta granja, conducía un viejo Volkswagen Beetle y donaba la mayor parte de su salario presidencial a organizaciones benéficas.  Su rechazo a los lujos del poder y su cercanía con la gente lo convirtieron en una figura entrañable y respetada a nivel mundial.  Su esposa, Lucía Topolansky, también exguerrillera y senadora, fue su compañera inseparable en la vida y en la lucha política. 

La noticia de su fallecimiento ha generado numerosas muestras de duelo y respeto en las redes sociales y entre líderes mundiales.  El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, lo recordó como alguien que vivió y creyó en un mundo mejor, calificándolo de figura «eterna». 

Pepe Mujica fue más que un presidente: fue un ejemplo de que es posible hacer política con honestidad, humildad y compromiso social.  Su legado perdurará en las generaciones que buscan un mundo más justo y solidario.

Descansa en paz, Pepe.

 

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