“Este maltrato no se soporta más”: familias y prestadores del sector de la discapacidad ocuparon la sede de ANDIS
En medio del abandono estatal, familias, prestadores y trabajadores del sector de la discapacidad irrumpieron en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), en Belgrano, para exigir una respuesta al interventor Alejandro Vilches. Denuncian cancelaciones arbitrarias de reuniones, falta de aumentos y un colapso general del sistema.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable

Caos y bronca en Belgrano
La tensión en el sector de la discapacidad llegó a un nuevo punto crítico. En la mañana de este jueves, familias, prestadores y trabajadores ingresaron a la sede de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), ubicada en el barrio porteño de Belgrano, para exigir ser recibidos por el interventor Alejandro Vilches.
“Este maltrato no se soporta más. Le quisimos entregar una carta y no la recibieron”, denunciaron los manifestantes, visiblemente agotados por meses de promesas incumplidas y precarización.
Una reunión fantasma
El propio Vilches había convocado a los representantes de los prestadores para una reunión prevista inicialmente para las 11 de la mañana, con el objetivo de discutir aumentos en las prestaciones. Sin embargo, el horario fue modificado a las 10, y finalmente, el día anterior, los prestadores fueron notificados de la cancelación del encuentro “por fuerza mayor”.
La decisión desató la indignación de los sectores afectados, que decidieron ocupar la sede de ANDIS hasta obtener una respuesta.
“La plata está, pero no la usan”
Según denunció Pablo Molero, presidente del Foro de Discapacidad, la agencia recibió 121 mil millones de pesos para otorgar aumentos, pero los fondos no se han destinado a los trabajadores ni a las familias. “Ese dinero les alcanzaría para dar un aumento importante en estos tres meses”, sostuvo.
Mientras tanto, el deterioro económico golpea de lleno a los prestadores. Las demoras en los pagos, la falta de actualizaciones y la inflación constante generan una situación insostenible para quienes sostienen el sistema.
“Ya está todo colapsado”
En representación de las familias, la actriz y referente Lola Berthet advirtió que el panorama para el próximo año es incierto: “Ya está todo colapsado. Estamos llenando los papeles para la renovación de las prestaciones, pero no sabemos si el año que viene nuestros hijos o hijas van a tener cobertura”.
La angustia, dice, ya dio paso a la bronca: “Es agotador todo esto. Es un sector vulnerable. Necesito que hoy alguien venga a abrir la puerta y nos reciba”.
Sin respuestas judiciales ni actualizaciones
La psicóloga y madre Claudia Dipólito apuntó contra la justicia por la falta de avances en la causa impulsada por el diputado Paulón ante el juez Casanello, en el marco de la ley 27.793, que regula la actualización de aranceles. “Yo atiendo por 12 mil pesos la sesión, sin actualización hace un año”, denunció.
Transportistas al borde del colapso
Desde la Asociación de Transportistas para Personas con Discapacidad (Atacadis) advirtieron que “la situación es límite” y que muchos podrían dejar de trabajar en las próximas semanas. “Nunca en la historia nos encontramos como hoy. Los transportistas están trabajando a pérdida. El litro de nafta se lo pagan $541, pero el combustible cuesta $1.700”, detallaron.
Un sistema al borde del abismo
Entre el desfinanciamiento, la desidia burocrática y la falta de respuestas políticas, el sistema de atención a la discapacidad se encuentra al borde del colapso. Las familias, profesionales y transportistas —que sostienen con esfuerzo cotidiano lo que el Estado desatiende— reclaman algo tan básico como ser escuchados.
Y mientras el interventor Vilches sigue sin abrir la puerta, la crisis humanitaria detrás de cada prestación impaga crece día a día.