Productores denunciaron al empresario que se quiere quedar con Vicentín por ofrecer condiciones abusivas
El destino de la cerealera Vicentín, la única agroexportadora de capitales nacionales, se definirá en las próximas semanas luego que la justicia abriese el cramdown (rescate) que vence el 31 de octubre. Por ahora, hay una sola propuesta oficializada, la del corredor de grano Mariano Grassi asociado a un estudio jurídico muy poderoso de Rosario y lazos con medios de comunicación locales.
Un grupo de acopiadores, que en diciembre de 2019 entregaron granos y nunca pudieron cobrar un peso porque la empresa declaró el default, ahora denunciaron en la justicia que la oferta que les acercó Grassi implican condiciones abusivas para los productores, muy diferente a la versión que difundió el empresario.
Según plantearon en la denuncia a la que accedió LPO, Grassi ofrece pagar solo el 40% de la acreencia en 10 cuotas anuales que se terminarán de cancelar en 2036 donde los primeros nueve años abonaría el 0.77% de la deuda y el resto lo terminaría de pagar el último año con un interés del 1.2% anual.
[Un empresario vinculado a sociedades off shore se quedó con Celulosa Argentina]
Pero en su plan, Grassi proveyó beneficios y mejores condiciones para aquellos acreedores que se comprometiesen a venderles granos a la nueva Vicentín. Según lo que trascendió de la propuesta es que Grassi pagaría un sobreprecio a aquellos productores que liquidasen en Vicentin reconociéndoles el doble del monto de la deuda mientras que los que no acepten se les recorta el 60% de la deuda.
Además, Grassi contempla un reintegro del 100% del monto de la deuda para los productores, cooperativas o acopiadores que estén dispuestos a sumarse a un fideicomiso financiero aportando fondos para solventar la recuperación.
“Si te sigo abasteciendo granos o me sumo como inversor en el fideicomiso financiero tengo un trato mejor. Es totalmente extorsivo”, señalaron a LPO fuentes del sector productivo que cuestionaron el cramdown.
Un productor que habló con LPO consideró que la propuesta de Grassi discrimina a acreedores que tienen el mismo estatus jurídico y con ello busca garantizarse la provisión de grano al momento de activar las plantas para un mercado donde la confianza es un valor fundamental.
“Quién le va a querer vender granos a Vicentín con el antecedente que tiene aunque haya cambiado de manos”, sostuvo la fuente. Los chacareros no se distinguen por ser los más confiados del negocio y tienen razón.
De hecho, Grassi repite que cuenta con el acompañamiento de Cargill para el plan de rescate. Sin embargo, la cerealera norteamericana aportaría el know how para la comercialización, el negocio exportador.
Es que además de Grassi, las agroexportadoras Molinos y Louis Dreyfus presentarían otra propuesta a la que podrían sumarse Bunge y Agrícola Avellaneda pero por ahora no hubo novedades en el concurso.