Insólita defensa de Karina que afecta la autoridad presidencial: “Sin Karina no hay Milei”

Insólita defensa de Karina que afecta la autoridad presidencial: “Sin Karina no hay Milei”

 

Los libertarios lanzaron una insólita campaña para defender a Karina Milei en medio del escándalo de las coimas, en la que admiten abiertamente que el presidente no puede funcionar sin la hermana.

Por medio de una intensa catarata de tuits en redes, tanto de los trolls como de funcionarios karinistas como Santiago Oría, los libertarios quisieron instalar que “sin Karina no hay Milei”.

“Javier es Karina, Karina es Javier”, es el título del posteo del cineasta presidencial. “No hay fenómeno Milei, no hay La Libertad Avanza, no hay Presidencia y no hay revolución liberal de derecha sin Karina Milei”, dice Oría.

No sin una cuota de negligencia, Oría pegó al presidente a la suerte de Karina, acorralada por el caso de las coimas que destapó Diego Spagnuolo y por la paliza que recibió La Libertad Avanza en la provincia bajo su conducción.

“Ella es la persona que más cuida y seguirá cuidando al Presidente, no solo en lo institucional sino también en lo humano, garantizando que pueda llevar adelante su misión sin distracciones ni vulnerabilidades”, publicó el troll Escuela Austríaca, que fue retuiteado por el propio Milei.

Es una manera de admitir que el presidente no puede ejercer la presidencia de manera normal si no tiene a la hermana a su lado. De hecho, Milei está muy nervioso por los pedidos para que corra a Karina, ya que cree que en realidad lo están atacando a él.

La explosión del caso de las coimas y la derrota catastrófica en la provincia dividieron a las propias bases libertarias. Como se puede ver públicamente en las redes, un sector pide abiertamente correr a la secretaria general de la presidencia de la toma de decisiones. Eso es un mero reflejo de la interna de carne y hueso que se vive en la Rosada: no sólo Santiago Caputo sino otros funcionarios importantes piden sacar a la hermana del centro del gobierno.

Lo sucedido en los días posteriores a las elecciones va en sentido contrario: Karina creó una mesa para licuar el poder de Caputo en la campaña, ascendió a Lisandro Catalán como ministro político y reporta a su ala y siguió al frente de la campaña libertaria con un acto timorato en Tucumán junto a Martín Menem, otro de los apuntados por la crisis del gobierno. 

JAVIER ES KARINA, KARINA ES JAVIEREl establishment despiadado de este país cruel quiere romper a Karina porque quieren romper a Javier.Javier es el ÚNICO agente de cambio real que existe en Argentina. No hay otro señores. Todas las demás fuerzas políticas son la destrucción o… pic.twitter.com/AYlrUDVlEr

— Santiago Oría (@Santiago_Oria) September 13, 2025

 

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  • Todas las caras del dólar

     

    Imitaciones de billetes de cien dólares norteamericanos con el retrato de Javier Milei circulan entre los asistentes de sus actos de campaña presidencial. El 30% del electorado argentino aprueba en ese momento la dolarización de la economía argentina. La masiva inmigración venezolana envía, a modo de remesas, dólares a sus familiares que intentan llegar a fin de mes y afrontan las penurias de una dura crisis económica. En Cuba se le escurre al gobierno socialista ofrecer garantías de bienestar a su población, a medida que una dolarización de facto avanza en la isla. En El Salvador, el gobierno de Nayib Bukele promete reemplazar la dolarización oficial impuesta en los años 2000 en el país por un nuevo proyecto monetario: la bitconización. En Ecuador, donde la economía está oficialmente dolarizada, los mercados populares son escenarios de transacciones donde se recibe, paga y guardan monedas y billetes del dólar norteamericano. En Vietnam la dolarización no es oficial pero está lo suficientemente presente en la vida cotidiana de los vietnamitas y en los modos que estos aspiran a participar en la economía global. En Zimbabue la participación en el mercado de cambios informal se convirtió en una fuente de empleo mayor que el generado por el sector público y el acceso al dólar norteamericano una oportunidad para garantizar ganancias y riquezas. En Tiflis, capital de Georgia, las protestas se generalizan por las deudas hipotecarias nominadas en dólares que se han vuelto difícil de pagar luego de la pandemia de COVID 19.

    Estas escenas de la vida pública y cotidiana de países diferentes, incluso alejados entre sí, tienen como protagonista al dólar norteamericano. Es muy sabido el rol que ha tenido para afianzar la hegemonía estadounidense desde mediados del siglo XX. Pero su conversión en una “moneda global” que circula en múltiples territorios más allá de las redes exclusivas de las élites, que desborda el comercio y las finanzas internacionales, y que se convierte en unidad de cuenta, pago o intercambio en vastas poblaciones del sur global, aún es un fenómeno que necesita ser comprendido. 

    Las múltiples vidas del dólar suelen estar por fuera del radar de la dolarización, el término acuñado para expresar el reemplazo de las monedas locales por la moneda norteamericana. Si habitualmente esas narrativas miden la dolarización desde los indicadores financieros (cantidad de cuentas bancarias nominadas en dólares, por ejemplo) el movimiento aquí propuesto es comprender cómo las dolarizaciones se convirtieron en capítulos centrales de la historia y el presente de Argentina, Venezuela, Ecuador, Cuba, Haití, El Salvador, México, Zimbabwe, Vietnam y Georgia. 

    En estos contextos nacionales, por un lado, el protagonismo del dólar alcanza un rol preponderante en la economía, en la política y en la configuración de las identidades personales y colectivas. Por otro lado, este protagonismo es un lente para comprender fenómenos más amplios que han marcado el último medio siglo y configuraron las trayectorias de esos países: los procesos de descolonización, el derrumbe del bloque soviético y las transiciones postsocialistas, los procesos hiperinflacionarios y las grandes crisis sociales, la financiarización de la economía y el debilitamiento de los estados de bienestar, entre otros.     

    Desde hace al menos tres décadas nuevos paradigmas de las ciencias sociales han colaborado en la comprensión del lugar del dinero en la vida social. Mirando en detalle cómo arraigan en la vida cotidiana de las personas, cómo interactúan con marcos institucionales y culturales, cómo contribuyen a la distribución del poder y de las jerarquías sociales, los fenómenos monetarios ocupan un lugar central en los modos que las sociedades se configuran y reproducen. En un número muy importante de sociedades del sur global el dólar norteamericano no ocupa un rol de accesorio a estos procesos. Es su clave de comprensión. Esta es la hipótesis que anuda la historia y el presente de países de América Latina, África, Asia y Europa.

    En países donde las personas han atravesado el colapso de los mercados, la caída de regímenes políticos, guerras, múltiples reformas monetarias y de divisas, devaluaciones bruscas e hiperinflación, qué activos conservan valor es una pregunta vital que la dolarización viene a resolver.

    Las narrativas expertas sobre la dolarización encierran las causas y razones del reemplazo monetario en una definición estrecha sobre el rol del dinero en la vida social. Son las fallas en cumplir las funciones monetarias las que operan como causante para el reemplazo de las monedas nacionales por el dólar: las monedas “débiles” o “enfermas” por una “fuerte” o “sana”. El cierre epistemológico de narrativas en torno a las tesis del reemplazo deja de lado el conocimiento de procesos históricos, políticos, sociales, culturales, y obviamente, económicos que son contenido y continente de las dolarizaciones.

    Parafraseando al sociólogo Marcel Mauss,  con el dólar circula mucho más que una moneda “fuerte”: circula poder, signos de estatus, pertenencias sociales, memorias, imaginarios colectivos y personales. Y se producen muchas otras cosas diferentes a la lógica del reemplazo como determinadas dinámicas políticas (la puesta en juego de la autoridad política), sociales (la puesta en juego de modos de estratificación, diferenciación y desigualdad), personales (la puesta en juego de ideas de libertad, estima, autonomía, bienestar) e históricas (la puesta en juego relaciones con los legados del pasado). 

    A continuación detallo siete claves de interpretación que ilustran este modo de analizar a las dolarizaciones. Si bien elaboradas en un estudio transnacional, estas claves tienen el propósito de ampliar una conversación pública anclada ahora en visiones estrechas sobre el rol de la moneda en la sociedad y la política argentina, condición necesaria para imaginar y construir consensos sobre una economía que crezca y una sociedad que integre

     La moneda norteamericana tuvo a lo largo del tiempo múltiples usos y significados que es necesario desagregar. Cuando se usa el término dolarización a secas se suele iluminar el rol de la moneda norteamericana como moneda de reemplazo. Una de las principales hipótesis que guían a la sociología del dinero es que el dinero nunca es igual a sí mismo. Significados y usos exceden a la noción de reemplazo. La imagen del reemplazo es desperfecta con respecto a culturas monetarias que alojan significados y usos del dólar no tan evidentes y cambiantes a lo largo del tiempo.

    Las historias de exclusiones y tolerancias en contextos socialistas y postsocialistas (Cuba, Vietnam, Georgia) muestran modulaciones de los significados y usos de la moneda norteamericana muy marcadas a lo largo del tiempo. Inflexiones profundas sobre los modos en que el dólar está excluido o integrado en la vida social y política de estos países. Desde ser sinónimo de contrabando e ilegalidad a representar un estatus social acomodado y afianzamiento de una identidad personal moderna y global en Vietnam, de significar un orden político contrarrevolucionario hasta ser aceptada y tolerada por un gobierno socialista como el cubano son, entre otras, inflexiones de significados y usos que exceden la esfera económica o transaccional y marcan la trayectoria y los cambios de esas sociedades desde el prisma del lugar de la moneda norteamericana.

    Si podemos hablar de dolarizaciones en plural es por este despliegue de transformaciones, modulaciones y memorias de los usos y significados del dólar a lo largo del tiempo en cada contexto nacional. 

    La sociología del dinero enseña que las monedas no son entidades “autopropulsoras”, sino que las condiciones de posibilidad de sus usos están asociadas a complejos procesos de aprendizaje, que muchas de las veces damos por supuestos o naturalizamos. Son estos procesos los que vinculan las dinámicas macroeconómicas y políticas y la generalización de una moneda. Este modelo ejemplar de análisis nos lleva siempre a mirar cómo la expansión de una moneda no se reduce a un decreto, ley estatal o condiciones macroeconómicas determinadas sino corresponde reconstruir el proceso que podemos llamar de “familiarización monetaria”. “El dólar nuestro” cubano, el dola haitiano  o la “moneda fraccionada” ecuatoriana son procesos de familiarización (o endogenización) y apropiación del dólar que no entran en la noción de reemplazo. 

    Cuando se utiliza el término “moneda global”, se hace hincapié en el papel que ha desempeñado el dólar en el sistema monetario internacional  Nuestra perspectiva es un intento de arrojar luz sobre los aspectos inexplorados de las “monedas globales”, es decir, lo que ocurre cuando se convierten en monedas familiares fuera de sus fronteras nacionales que las emiten.

    El paisaje monetario dolarizado no se comprende a partir de una dicotomía fija entre monedas blandas/duras, como las narrativas del reemplazo presuponen, sino diferenciando y estableciendo una jerarquía entre las monedas que asume cada una de estas figuras.

    En Zimbabue, por ejemplo, la disparidad en la estima entre diferentes “tipos” de dólares superó una dialéctica nítida de “dureza”/“blandura”. Estos diferentes tipos de dólares cumplían diferentes sets de funciones dinerarias en coyunturas precisas y, por lo tanto, solo podían convertirse entre sí con dificultad o no convertirse en absoluto.

    En Ecuador, la moneda fraccionaria fue un recurso estratégico para que el sucre, la antigua moneda nacional, cediera espacio al dólar norteamericano y así poder anclar las prácticas monetarias de los ecuatorianos (particularmente de los sectores populares) en la nueva moneda oficial. Las dolarizaciones son plurales también porque expresan espacios no homogéneos e incompletos que, como en el caso de Ecuador, demandan de una versión débil de la moneda norteamericana para los intercambios cotidianos. 

     Las dolarizaciones podemos reconstruirlas como puestas a prueba de la pretensión del Estado de ordenar a la sociedad sobre una jerarquía monetaria capaz de preservar el valor en la economía.  Los procesos de descolonización (Zimbabwe, Vietnam, Haití) o de crisis y salida del régimen soviético (Georgia, Cuba) son momentos desafiantes para rearmar una autoridad política capaz de imponer una jerarquía monetaria. Los órdenes monetarios dolarizados informales que se erigen contra esas pretensiones enlazan a la sociedad contra el Estado, eludiendo sus regulaciones e imposiciones. Esto se puede observar en la indisciplina haitiana frente al intento del Estado de prohibir el dólar haitiano o la configuración en Zimbabue y en Argentina del mercado de cambio informal como una institución clave de la economía. 

    Las dolarizaciones formales muchas veces son legalizaciones o estatizaciones de órdenes monetarios ya aceptados socialmente, como fue el caso de Argentina en la década del 90’ o El Salvador en los 2000. El primero bajo el impacto de una gran hiperinflación que generalizó la moneda norteamericana como unidad de cuenta e intercambio, el segundo bajo el impacto de una migración masiva a los Estados Unidos que convirtió a las remesas en dólares en la principal fuente de ingresos de la economía salvadoreña. Apoyados sobre esos órdenes monetarios dolarizados ya aceptados socialmente, estos gobiernos construyeron la autoridad política del Estado, anteriormente debilitada o amenazada.

    La perspectiva del reemplazo invisibiliza las dolarizaciones como narrativas políticas. En estos contextos el dólar es protagonista de las grandes controversias públicas donde se dirimen, cuestionan y edifican proyectos de poder. En Zimbabue, a medida que continuaba la dolarización, el régimen intentó respaldar al fallido dólar zimbabuense apelando a la “historia patriótica” y sus “entrelazamientos con narrativas de nación, raza y lucha”, presentándose como bajo ataque de sanciones extranjeras, “indisciplina” financiera doméstica y financiamiento occidental de la oposición. 

    En Cuba, por su parte, el dólar se visualizaba como la moneda enemiga y su exclusión del espacio monetario nacional era un pilar del proyecto político socialista al mismo tiempo que un modo de organizar el acceso al bienestar con base en la moneda nacional, también como expresión de soberanía. El gobierno de Fidel Castro logró, al menos temporalmente, desactivar el poder corrosivo del dólar poniéndolo al servicio del orden social, aunque la dolarización parcial de 1993 representó un desafío a la reproducción de este orden. 

    Cuando el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela lograba controlar el aumento de la cotización de la moneda estadounidense la significaban solamente como una unidad monetaria, al contrario en los momentos en que ocurrían alzas abruptas de la cotización de la moneda estadounidense la significaban como un instrumento político usado por sus enemigos internacionales y nacionales.

     El acceso y la distribución de la riqueza no es indiferente a los circuitos diferenciados entre monedas. En El Salvador, la rápida afluencia de dólares de remesas estadounidenses que caracterizó los años que van desde la década de los 2000 a principios de 2020 creó una microclase receptora de remesas que permitió a algunos salvadoreños experimentar una sensación de movilidad económica, eclipsando lo que era imaginable a través de la configuración monetaria limitada a nivel nacional del colón. 

    Aunque la creación del CUC (peso cubano convertible) respondía al objetivo de mantener la política de centralización y redistribución, amenazada por las dificultades que siguieron al derrumbe de la Unión Soviética, las esferas de transacciones monetarias resultantes pusieron de relieve el desarrollo de una economía de mercado en ciertos sectores, así como el desarrollo de las desigualdades en la sociedad cubana.

    Los casos de Zimbabue, Venezuela y Argentina iluminan cómo los mercados de cambio formales e informales, además de las cambiantes regulaciones estatales para acceder a las divisas, son dispositivos centrales en los procesos de diferenciación social en estos países.

    El estudio de Vietnam ayuda a comprender cómo la dolarización no era solo una estrategia racional para preservar el valor, sino una herramienta poderosa de autoconstrucción y una afirmación de pertenencia individual a la economía globalizadora. La entrada de Vietnam en la economía capitalista global señalaba, mediante la visibilidad del dólar estadounidense, la forma que adoptaba el dinero como signo de lo global. Caricaturas, cuentos cortos y programas de televisión utilizaban el símbolo del dólar estadounidense para indexar la fuerza desestabilizadora pero deseada de la globalización en la sociedad vietnamita. Al sostener, manejar e incluso esconder dólares, las personas desafiaban los límites entre lo nacional y lo global que la moneda emitida por el estado pretendía erigir.  En Zimbabue las estimas de sí, personales y colectivas, están relacionadas a la idea de nación a través del dinero. La pérdida de estima del dinero estatal trajo desconfianza en la nación. Al final de la era multimonetaria fue el grado en que muchos zimbabuenses habían perdido la confianza en la moneda, precisamente, por ser zimbabuense. La no fungibilidad de todos los medios pecuniarios zimbabuenses emitidos por el Estado, con sus contrapartes regionales o globales, era profunda tanto a nivel conceptual como emocional.

    En El Salvador el ex presidente Francisco Flores prometía más dinero y riqueza para los salvadoreños si todos cambiaban a dólares estadounidenses. Estas ilusiones, vinculadas a la dolarización, generaron la impresión de desarrollo, mientras que los medios de subsistencia de las familias se veían progresivamente amenazados. La dolarización llegó inicialmente envuelta en promesas y deseos que se consideraba que el colón no podía cumplir. La dolarización continúa en El Salvador, pero ahora compite con dramáticas afirmaciones proyectadas al futuro asociadas con el Bitcoin y la insatisfacción generalizada entre los salvadoreños de promesas no cumplidas en más de dos décadas que, de hecho, han profundizado la desigualdad económica. 

    Los estudiosos del orden monetario internacional indagan frecuentemente sobre la estabilidad o el declive del dólar como moneda global dominante. Este interrogante se hace cada vez más permanente a medida que el ascenso del poder económico y comercial de China se convierte en una clara amenaza para la posición hegemónica de Estados Unidos. 

    Estamos lejos de predecir el futuro del dólar norteamericano, estamos mejor preparados para abrir la caja de herramientas que ayude a comprender cómo una moneda global (hoy el dólar, mañana puede ser otra) condiciona y transforma la vida pública y cotidiana de millones de personas en el mundo.

    Estas herramientas sacan a la luz dinámicas y procesos opacados por las narrativas del reemplazo que son cruciales comprender para imaginar una moneda capaz de garantizar una economía vigorosa y una sociedad integrada.

    La entrada Todas las caras del dólar se publicó primero en Revista Anfibia.

     

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  • La oposición cuenta los votos para bajar a Menem la presidencia de Diputados por el escándalo de las coimas

     

    La oposición evalúa arrebatarle a Martín Menem la presidencia de la Cámara de Diputados, por el escándalo de las coimas que destapó Diego Spagnuolo y lo golpea junto a su primo Lule y Karina Milei. El peronismo y los bloques del centro cuentan por estas horas los votos y discuten el momento preciso para avanzar.

    “Ahora hay que dejar que avance el escándalo de las coimas, luego veremos lo de Menem”, afirmó a LPO uno de los líderes d ela bancada peronista. El riojano viene acumulando escándalos: mencionado en el caso Libra, luego estalló el contrato de su empresa de seguridad con el banco Nación por 4.000 millones y ahora aparece su primo y mano derecha Lule Menem en el caso de las coimas de los laboratorios.

    “La política pide que lo echen a Lule (actual subsecretario General de la Presidencia) y remuevan a Martín de la presidencia de Diputados, que vuelvan al llano si quieren salvar a Karina”, afirmó a LPO un legislador aliado.  

    La corrupción de Milei

    Incluso, un diputado libertario que reniega de la conducción de Menem reconoció a LPO que esa posibilidad existe y que “repite patrones” de lo que ya ocurrió el año pasado, cuando seis colegas de su bancada visitaron a represores en el penal de Ezeiza. “El año pasado le ofrecieron a (Oscar) Zago la presidencia de la Cámara de Diputados con los votos del peronismo, que se quería cargar a Menem por habilitar la visita a los genocidas”, recordó.

    La política pide que lo echen a Lule (actual subsecretario General de la Presidencia) y remuevan a Martín de la presidencia de Diputados, que vuelvan al llano si quieren salvar a Karina.

    Ahora, entre otros nombres se menciona como posible relevo a la libertaria crítica Marcela Pagano al frente del cuerpo sería el mismo: con los votos de los 98 integrantes del bloque que lidera Germán Martínez, más los radicales de Facundo Manes y los 15 de Miguel Pichetto, la oposición quedaría muy cerca de despojar a Menem, uno de los principales apuntados por el testimonio de Spagnuolo en los audios que se filtraron. 

    El peronismo igual quiere patear la discusión. “No hay que hacer nada que desvíe el foco de atención, se instaló mucho lo de coimeros y están complicados con la gente”, afirmó a LPO un diputado de esa bancada.

    La diputada libertaria Marcela Pagano.

    Los integrantes de Coherencia, la flamante bancada de Pagano, Carlos D’Alessandro, Gerardo González y Lourdes Arrieta, mantuvieron este viernes su primera reunión de bloque, luego de romper con La Libertad Avanza. “En el Gobierno están totalmente perdidos, no saben cómo encarar la comunicación por primera vez, en un año y medio de mandato”, apuntó uno de sus miembros sobre el desconcierto del oficialismo, y evitó responder sobre cualquier ofrecimiento a Pagano para conducir la cámara.

    Se rompió el bloque libertario en medio de la sesión: Pagano arrastró tres diputados

    El tanteo del peronismo para desplazar a Menem se repitió el 12 de marzo pasado, tras la sesión que se frustró porque Zago y Lisandro Almirón se agarraron a piñas, mientras Lilia Lemoine y María Celeste Ponce increpaban a Pagano y Rocío Bonacci, quien terminó arrojándole un vaso de agua a la cosplayer. Una vez que se vació el recinto esa tarde, se quedaron cabildeando el santafecino Martínez, Zago, su compañero Eduardo Falcone, Emilio Monzó, Nicolás Massot y Cristian Ritondo. “Parecía la jabonería de Vieytes”, bromeó uno de los seis al evocar el momento frente a LPO.

    En el Gobierno están totalmente perdidos, no saben cómo encarar la comunicación por primera vez, en un año y medio de mandato.

    El legislador que describió la escena asegura que “hubo un conato para que agarre Zago la presidencia”. En criollo, el sexteto se proponía correr a Menem del estrado con un candidato que pudieran respaldar los distintos bloques pero el plan se frustró. 

    Los motivos del fracaso de aquella intentona se cristalizaron con la designación jefe del MID en la Bicameral de DNU, para evitar que se trabara el tratamiento del decreto para el préstamo del FMI, y la neutralización de la comisión investigadora por la estafa Libra, donde Ritondo ayudó a Menem a impedir que la oposición nombrara las autoridades.

    Los diputados Zago y Falcone.

    Pagano, por otro lado, pagó el precio de la desobediencia, después que pretendieran despojarla de la presidencia de la Comisión de Juicio Político, en una seguidilla de situaciones que terminaron con la expulsión de Zago del bloque libertario y la diputada internada. Incluso en su carta abierta al Presidente, la legisladora advierte que los Menem y Karina “lo están llevando a un abismo”.

    De hecho, la ruptura del bloque libertario, con Pagano a la cabeza y D’Alessandro como articulador, pudo haber provocado un agujero más profundo que el de sus dos votos a favor de los jubilados, junto al de Arrieta, y la quirúrgica ausencia del formoseño González a la hora de rechazar el veto de Milei. “Si juntaban dos manos más, salía la insistencia”, admitió un libertario que teme que la sangría continúe.

    D’Alessandro permanecía desde el miércoles recluido en su domicilio, tratando de no exponerse en la impiadosa Capital Federal. “Es de la Matanza por más que sea diputado por San Luis, miedo y plata nunca tuvo pero… ¿vos te pensás que el choreo del teléfono a Luis Juez fue de casualidad?”, reflexionó un colega suyo ante LPO.

     

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    KICILLOF: “17 millones de bonaerenses se juegan cómo sigue esta historia”

     

    El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, votó este domingo por la mañana en La Plata y convocó a todos los vecinos a participar “a conciencia” y “sin distinciones” en las elecciones legislativas. “Se juegan cómo sigue esta historia”, remarcó, en una clara apelación a la responsabilidad colectiva frente al futuro inmediato.


    Una jornada con expectativa

    Kicillof emitió su voto alrededor de las 10:30 en la Escuela Superior de Sanidad “Floreal Ferrera”, ubicada en las calles 4 y 51 de la capital bonaerense. Tras sufragar, brindó una conferencia de prensa en la que destacó que la jornada se desarrollaba con normalidad:

    “Se está votando bien. Es un día soleado, para que se exprese el pueblo de la provincia de Buenos Aires y lo haga a conciencia”.

    El mandatario sostuvo que vive la elección “con mucha expectativa” y recordó que “el voto es el acto más importante de la democracia”.


    “La madre de la democracia”

    Consultado por el alcance político de la contienda, el gobernador fue categórico:

    “No es la madre de las batallas, es la madre de la democracia”.

    Kicillof remarcó que los 17 millones de bonaerenses que hoy participan de los comicios “se juegan cómo sigue esta historia”, en referencia a las consecuencias políticas, sociales y económicas que tendrá el resultado.


    Llamado a la participación

    El dirigente convocó a la ciudadanía “sin distinciones” a que se exprese en las urnas y subrayó que lo que está en juego es el futuro de la provincia y del país.

    “Se expresan preferencias, pero también un futuro que se desea. El Gobierno tiene que escuchar y nosotros también. Cada proceso electoral y sus resultados tienen efectos de todo tipo”, afirmó.


    Lectura política de los resultados

    En cuanto al análisis de lo que deje la jornada, Kicillof señaló que lo primero será “ver quién tuvo más votos”, aunque reconoció que existen múltiples niveles de interpretación. “También se votan en 135 municipios los concejos deliberantes; después veremos la representatividad”, explicó.

    El gobernador insistió en que espera que la jornada se desarrolle “pacíficamente” y que todos los actores políticos “escuchen el resultado de las urnas”.

     

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    Su discurso comenzó con agradecimientos, tanto a las autoridades municipales, provinciales y nacionales, como a los vecinos y vecinas, por el constante apoyo y acompañamiento. Brindó detalles de las obras y trabajos realizados durante la primera etapa de su gestión, destacando la labor y el compromiso de todos los involucrados. En relación al complejo escenario,…

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    FABRICIO CARDELLI ESCRIBE PARA LATAPA Chubut se convirtió en la primera provincia del país en prohibir el glifosato, entre idas y vueltas del gobernador. La idea de esta columna es dar un pantallazo de una problemática global: los controles a las multinacionales. Qué dijo el presidente Mauricio Macri sobre el herbicida y qué dice la…

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