La confianza en Milei se derrumba: el índice marca el nivel más bajo desde su asunción
La confianza de los argentinos en el gobierno de Milei sufrió un desplome histórico en agosto: cayó 13,6% y alcanzó el punto más bajo desde diciembre de 2023, cuando asumió en la Casa Rosada. El dato surge del Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) que elabora la Universidad Torcuato Di Tella, y confirma el creciente desgaste de la gestión libertaria en medio de una crisis económica y social que no da respiro.

Una caída que no se detiene
El informe de la Di Tella señala que el retroceso de agosto no es un hecho aislado, sino la continuidad de una tendencia descendente que se viene registrando mes tras mes. El entusiasmo inicial con el que arrancó la gestión fue cediendo frente a una realidad que pulveriza el bolsillo de la mayoría de los argentinos.
Inflación, pobreza y promesas incumplidas
Aunque el Gobierno celebra la desaceleración inflacionaria de las últimas semanas, los salarios no alcanzan y cada vez más familias se ven forzadas a ajustar gastos básicos para llegar a fin de mes. La supuesta recuperación económica no arranca, y la falta de medidas efectivas golpea de lleno en la confianza ciudadana.
El deterioro en todas las áreas
El ICG mide cinco dimensiones clave, y en casi todas se observó un deterioro:
- Evaluación general del Gobierno
- Percepción de la honestidad de los funcionarios
- Capacidad para resolver los problemas del país
- Eficiencia en la gestión
- Lucha contra la corrupción
La baja en todos estos puntos refleja un malestar extendido que no se limita a un área puntual, sino que configura una desaprobación generalizada de la gestión de Milei.
El contraste entre el relato y la realidad
El discurso de “cambio radical” con el que Milei conquistó votos en diciembre de 2023 empieza a chocar con la realidad concreta de los hogares argentinos. Los resultados económicos, lejos de mejorar la vida cotidiana, profundizan la angustia y generan un descreimiento que se traduce en las encuestas.
Un golpe a la gobernabilidad
El índice de la Di Tella funciona como un termómetro del humor social. Y lo que refleja hoy es preocupación, bronca y descontento. En un país marcado por la polarización, esta caída de confianza es un golpe directo a la capacidad del oficialismo de sostener su agenda legislativa y, sobre todo, su legitimidad ante la sociedad.
En la Casa Rosada suenan las alarmas: el contrato de confianza con el pueblo empieza a resquebrajarse.