Hasta Fantino pide la renuncia de Lugones por el escándalo del fentanilo: la tragedia que Milei no puede ocultar
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Hasta Fantino pide la renuncia de Lugones por el escándalo del fentanilo: la tragedia que Milei no puede ocultar

 

El conductor ultraficialista Alejandro Fantino, uno de los defensores mediáticos más notorios de Milei, explotó en vivo contra el ministro de Salud, Mario Lugones, y le exigió que presente la renuncia por el escándalo del fentanilo contaminado que ya suma más de 90 muertes en todo el país. El episodio dejó en evidencia lo que desde la oposición vienen advirtiendo: la responsabilidad política de este desastre recae directamente sobre el gobierno de Milei.


El escándalo del fentanilo

La tragedia sanitaria comenzó a hacerse visible semanas atrás, cuando pacientes de distintos centros de salud fallecieron tras la administración de fentanilo adulterado, distribuido por el laboratorio HLB Pharma. El caso ya está en manos de la Justicia, pero lo cierto es que el Estado tardó en reaccionar y en retirar la droga, lo que multiplicó la cifra de víctimas fatales y de personas con secuelas permanentes.

El ministro Lugones intentó dar explicaciones el viernes pasado, pero lo hizo entre lágrimas, con una exposición que dejó más dudas que certezas: “Me pongo muy mal cuando hablo de esto porque soy médico y es un atentado a la gente”, dijo en conferencia, quebrado, pero sin precisar cómo se permitió que la droga adulterada circulara en hospitales públicos y privados.


Fantino contra Lugones: “Renunciá, viejo choto”

El propio Fantino, que suele funcionar como vocero oficioso del mileísmo, sacó de quicio a sus productores al lanzar un descargo feroz en vivo. “Lugones, te digo: no llores con lágrimas lo que no supiste defender con tu expertise de médico”, disparó.

El conductor ironizó con que el ministro tiene “la lentitud de la tortuga Manuelita” y preguntó: “¿Puede seguir enfrente del cargo? ¿Qué estaríamos haciendo si esto le hubiese pasado a Ginés?”, en alusión al exministro González García, que debió dejar su cargo por el escándalo del Vacunatorio VIP durante el gobierno de Alberto Fernández.

La bronca de Fantino se intensificó hasta el punto de insultar al aire cuando lo llamaron para que bajara el tono: “Lo lamento, hermano. 100 muertos. Que me chupen bien la pi… Si quieren les tiro mermelada de arándanos para que les guste más”.


Un gobierno en silencio ante una catástrofe

El conductor no ahorró epítetos: “Al menos que este viejo choto renuncie… Mario Lugones, renunciá. Sos un inútil”, cerró su monólogo. Fantino, que en otras ocasiones defendió a Milei con uñas y dientes, terminó señalando la responsabilidad política del Ejecutivo en la peor crisis sanitaria de los últimos años.

Mientras tanto, Milei guarda silencio. Ningún funcionario de primera línea se hizo cargo públicamente del tema, y el oficialismo parece más preocupado en blindar mediáticamente a su ministro que en garantizar respuestas a los familiares de las víctimas.


El espejo del “Vacunatorio VIP”

La comparación con la gestión anterior es inevitable: por mucho menos, el escándalo del Vacunatorio VIP se llevó puesto a un ministro y fue utilizado como arma de demolición política por toda la oposición de aquel entonces, hoy en el poder.

Ahora, con más de 90 muertos y centenares de afectados, la vara oficialista se mueve según la conveniencia. La diferencia es que en este caso el costo se mide en vidas humanas y el hilo conductor lleva directamente hasta la Casa Rosada.


Responsabilidad política y urgencia

Lo del fentanilo no es un accidente aislado ni un error técnico. Es el resultado de un Estado ausente, un ministerio paralizado y una gestión incapaz de prevenir una catástrofe sanitaria de esta magnitud. La renuncia de Lugones es apenas el primer paso: lo que la sociedad necesita son explicaciones y garantías de que semejante tragedia no vuelva a repetirse.

 

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