Las mujeres que habitaron el Sahara
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Las mujeres que habitaron el Sahara

 

La historia de un linaje humano único floreció en el norte de África.

Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

Momia natural de 7.000 años de antigüedad hallada en el abrigo rocoso de Takarkori, en el sur de Libia.
Imagen: Archaeological Mission in the Sahara, Sapienza University of Rome

Aunque es una de las regiones más áridas en la actualidad, el desierto del Sahara fue una sabana verde durante el Período Húmedo Africano (AHP) entre 14.500 y 5.000 años antes del presente, con cuerpos de agua que promovieron la ocupación humana y la expansión del pastoralismo en la época del Holoceno medio.

Una dificultad para los investigadores actuales a la hora de trabajar sobre los restos fósiles es que el ADN rara vez se conserva bien en esta región, lo que limita el conocimiento de la historia genética y el pasado demográfico del Sahara. Pero, los datos genómicos antiguos del Sahara Central, obtenidos de dos individuos femeninos del Neolítico Pastoril de aproximadamente 7.000 años de antigüedad, dos mujeres que habitaron el Sahara, enterrados en el refugio rocoso de Takarkori en el suroeste de Libia parecen ser la excepción.

Un equipo internacional liderado por el Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck de Leipzig (Alemania) ha presentado el estudio genómico de estas dos mujeres y los detalles de la investigación se han publicado en Nature.

El equipo ha descubierto que estas mujeres procedían de un linaje genético norteafricano desconocido hasta ahora que divergió de las poblaciones del África subsahariana cuando los linajes humanos modernos se extendieron fuera de África hace unos 50.000 años.

Este linaje permaneció aislado la mayor parte de su existencia, y aunque ya no existe en forma no mezclada, su ascendencia sigue siendo un componente genético central de la población norteafricana actual.

Momias de Takarkori mostraron aislamiento genético, desafiando teorías de migración en el Sahara
Imagen: Misión Arqueológica en el Sahara/Universidad La Sapienza de Roma

Además, el estudio descubrió que los restos de Takarkori comparten estrechos vínculos genéticos con recolectores de 15.000 años de antigüedad que vivieron durante la Edad de Hielo en la cueva de Taforalt (Marruecos), asociados a la industria lítica Iberomaurusiana, anterior al Periodo Húmedo Africano. 

Los individuos de Takarkori y los de Taforalt están igualmente alejados de los linajes del África subsahariana, lo que indica que, a pesar del reverdecimiento del Sáhara, el flujo genético entre las poblaciones subsaharianas y norteafricanas siguió siendo limitado durante el AHP contrariamente a lo que se había sugerido anteriormente.

Menos Neandertal

El estudio también analiza la ascendencia neandertal y muestra que los individuos de Takarkori tienen diez veces menos ADN neandertal que las personas de fuera de África, pero más que los africanos subsaharianos contemporáneos.

Todos estos hallazgos sugieren que, «aunque las primeras poblaciones norteafricanas estaban en gran medida aisladas, recibieron restos de ADN neandertal debido al flujo genético procedente de fuera de África», explica Johannes Krause, autor principal y director del Max Planck, en declaraciones recogidas por DW.

El sitio de Takarkori, excavado entre 2003 y 2006, proporcionó restos humanos, pero sobre todo fragmentos de cerámica impregnados de grasa láctea, lo que representa la evidencia más antigua de la industria lechera en África.

“Aquí tenemos los vestigios más antiguos de procesamiento de leche en África, más de 7.000, objeto de una investigación publicada en Nature hace unos años, y la evidencia más antigua de ganadería en el continente africano, hace unos 8.000 años”, dijo Savino di Lernia, también autor principal del estudio y director de la Misión Arqueológica Sapienza, en un comunicado la Sapienza Università di Roma.

 

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