La FIFApresentó este jueves en un simpático video animado a las mascotas del Mundial 2026 con tres figuras que representan a los países anfitriones: un águila calva para Estados Unidos, un alce para Canadá y un jaguar para México.
Los respectivos animales de cada país fueron bautizados como Clutch (águila), Maple (alce) y Zayu (jaguar) y serán las caras de la campaña global rumbo al torneo que se jugará en 16 ciudades de Norteamérica.
Cada animal fue elegido por su peso simbólico, ya que Clutch, el águila calva con la camiseta azul alternativa de la selección estadounidense, refuerza la identidad del país y fue ratificada como ave nacional mediante una ley firmada por Joe Biden en 2024.
Canadá estará representado por Maple, un alce con la camiseta roja del seleccionado, con un diseño que remite a la hoja de arce, símbolo central en la bandera canadiense y emblema natural del país.
México tendrá a Zayu, un jaguar con la camiseta verde tradicional, ya que el animal era venerado por civilizaciones prehispánicas, simboliza fuerza y valentía y estaba ligado al inframundo en la cosmovisión antigua.
La FIFA no se limitó a la estética: cada mascota tiene un trasfondo propio, una posición en el campo de juego y un relato que las vincula directamente al fútbol. El objetivo es que funcionen como íconos culturales y deportivos, pensados tanto para atraer al público joven como para reforzar el vínculo con la tradición de cada país.
En qué horarios se jugarán los partidos del Mundial 2026
La FIFA dio a conocer los horarios en los que se jugarán los partidos durante el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026, donde la Selección argentina irá en busca de su cuarta estrella.
El primer encuentro de cada día se disputará a las 13, mientras que la actividad continuará con otro a las 16, uno a las 19 y el último a las 22 (hora de Argentina).
Esto marca una gran diferencia con respecto al Mundial de Qatar 2022, en el que los argentinos tenían que levantarse temprano para el primer partido de cada jornada, ya que estaban programados para las 7 de la mañana y los otros eran a las 10, 13 y 16.
La cuenta regresiva para el Mundial 2026 ya empezó y a menos de un año del inicio del torneo que se disputará en México, Canadá y Estados Unidos, la FIFA anunció oficialmente la fecha en la que comenzará la venta de entradas para los fanáticos de todo el mundo. Será el miércoles 10 de septiembre de 2025, cuando se abra el primer período de solicitud dentro del sistema de sorteo….
En la ciudad de Neuquén se ejecuta una obra clave sobre el arroyo Durán que busca evitar nuevas inundaciones y, al mismo tiempo, mejorar la calidad urbana y ambiental de la zona. Se trata de un plan provincial que apunta a reforzar la capacidad del cauce frente a lluvias intensas y al crecimiento de la ciudad.
Los trabajos actuales corresponden a la cuarta etapa del proyecto y se desarrollan entre las calles Saavedra y Bejarano. Allí se está ampliando y adecuando el lecho del arroyo para que pueda recibir y drenar grandes volúmenes de agua. Además, se realizan mejoras en senderos, iluminación y limpieza de sectores donde el sedimento reducía el paso del agua, como en los puentes de La Pampa y Río Negro.
Foto: Prensa Provincia
Un punto central de la obra es la zona de expansión ubicada al sur de las 127 hectáreas, que funciona como un reservorio natural cuando se registran tormentas fuertes. Ese espacio cumple el rol de contener el exceso de agua y evitar desbordes, como los que en 2014 afectaron a distintos barrios de la ciudad. A esto se suma un plan de mantenimiento anual para los diez kilómetros del arroyo, garantizando su buen funcionamiento.
Foto: Prensa Provincia
La inversión provincial supera los 2.500 millones de pesos y es financiada íntegramente con fondos locales. Las autoridades remarcaron que, además de resguardar la seguridad de las familias neuquinas, la iniciativa permite embellecer el entorno con más espacios verdes y áreas urbanizadas que benefician directamente a los vecinos.
A través de un convenio que firmaron este lunes el gobernador Rolando Figueroa y el intendente de Neuquén, Mariano Gaido, se reactivarán las obras sobre el arroyo Durán, en la zona sur de la capital neuquina, que estaban paralizadas desde el año pasado. Estas obras significan “soluciones para los vecinos, para mejorar la calidad de vida”, señaló el mandatario provincial, al tiempo que el jefe comunal destacó que la paralización de los emprendimientos “no solo afectan a las obras sino a los barrios aledaños cuando llueve”….
Se trata de un estudiante de 19 años que cursaba en el Instituto Superior de Comercio Manuel Belgrano, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba, que tomó las fotos de las adolescentes para luego publicarlas en un sitio web para adultos.
Las víctimas tienen entre 15 y 16 años, al tiempo que el alumno se encuentra imputado por el delito de lesiones graves calificadas por el género.
De acuerdo a la acusación del fiscal Pablo Cuenca Tagle, el muchacho utilizó técnicas como “face swapping” (intercambio de caras con IA), superpuso los rostros de varias damnificadas en cuerpos desnudos de mujeres adultas que extrajo de páginas pornográficas.
Los investigadores constataron que el estudiante realizó diversas descripciones que cosificaban a las damnificadas, todo generado con Inteligencia Artificial, a la vez que incorporó hipervínculos a las cuentas de las redes sociales de ellas, por lo que fueron contactadas por los usuarios de las mencionadas plataformas.
Con las pruebas reunidas, el Juzgado de Control de Violencia Familiar Nº1 de Córdoba confirmó que el caso irá a juicio oral y público, mientras que desestimó la oposición de los representantes legales del sindicado, quien aún tiene la posibilidad de apelar.
El abogado de algunas de las víctimas, José Dantona, sostuvo que el “face swapping” no está tipificado en el Código Penal, por lo que debió buscar “un atajo legal” para encuadrar el ilícito.
Y remarcó que a pesar de que varias imágenes fueron eliminadas, otras continúan en Internet.
La reciente confirmación de la Corte Suprema sobre la muerte del soldado Pablo Jesús Gabriel Córdoba en Zapala marcó un cambio en esta investigación. Este pronunciamiento, viene a consolidar las pruebas y teorías que se habían ido desvelando en los meses anteriores, estableciendo con autoridad judicial lo que muchos sospechaban: la muerte de Córdoba fue […]…
El homicidio ocurrió el 19 de agosto, entre las 21:20 y 21:40 horas, en la vivienda familiar de Senillosa, donde residían la pareja y sus tres hijos menores de cuatro años. Según la fiscal Carolina Gutiérrez, tras una discusión en el living, la mujer identificada como R.M. “tomó un cuchillo de gran dimensión y arremetió en el pecho de L.M.E., sin darle posibilidad de defensa”.
La víctima salió junto a la agresora hacia el patio delantero y minutos después cayó sobre la vía pública. Vecinos intentaron auxiliarlo y personal de salud lo trasladó de urgencia al hospital regional, donde falleció en el trayecto. La autopsia confirmó que murió por shock hipovolémico producto de una herida punzocortante.
Durante las primeras horas, R.M. cambió tres veces su versión de los hechos. Inicialmente aseguró que su pareja había sido víctima de un atraco; luego indicó que el hombre se había herido al intentar agredirla; y finalmente reconoció en la audiencia de formulación de cargos que ella misma lo apuñaló, alegando defensa ante una posible agresión.
La defensa no cuestionó la autoría, sino el contexto de la acción, argumentando antecedentes de violencia de género en la provincia de Buenos Aires, aunque sin denuncias previas en Neuquén. La fiscalía sostuvo que el planteo era prematuro y mantuvo la acusación.
Decisión judicial
El juez de Garantías Lucas Yancarelli rechazó los pedidos de la defensa y determinó cuatro meses de prisión domiciliaria para la imputada, con tobillera electrónica y control periódico de una guardia policial. Los tres hijos quedaron al cuidado de una familia vecina, con contacto supervisado con su madre bajo la vigilancia de organismos del Estado.
R.M. fue imputada por homicidio agravado por el vínculo (artículos 45 y 80, inciso 1, del Código Penal), en calidad de autora.
El Departamento Sustracción Automotores de Neuquén realizó un allanamiento en el barrio Parque Industrial de Senillosa y secuestró un equipo especial utilizado en pozos petroleros. Por otra parte, recuperaron un vehículo con pedido de secuestro requerido por la justicia de la Provincia de Río Negro. El personal que realizó la diligencia en Senillosa, secuestró un […]…
El próximo 26 y 27 de septiembre, Plottier será el escenario de la segunda edición de “Sabores de Plottier”, un evento que promete deleitar con lo mejor de la gastronomía local. Andrea Porma, referente gastronómica y organizadora, compartió en AM Cumbre 1400 su entusiasmo: “Es un encuentro para disfrutar, compartir y celebrar, con representaciones que tienen que ver con la identidad gastronómica del lugar”.
Porma, conocida por su trabajo con Sabores Nobles, explicó cómo los gastronómicos de Plottier se han unido para fortalecer su identidad. “Formamos la comunidad gastronómica de Plottier, gracias a Adelia González de Lotitos, una pionera con 45 años de trayectoria que trajo la temática de restaurante a la ciudad”, destacó. Este grupo busca consolidar a Plottier como un referente culinario en Neuquén, con el apoyo de la Asociación de Hotelería y Gastronomía.
La pandemia y la crisis económica han golpeado duro al sector gastronómico. “Es muy duro, mucha gente vio cómo su trabajo de años se malogra por la crisis”, reconoció Andrea. Sin embargo, el espíritu emprendedor persiste: “Nos estamos reinventando, volvimos a la cuna con nuestros food trucks, que siempre nos acompañaron”. Este evento representa un esfuerzo colectivo para recuperar el impulso y destacar el trabajo de los emprendedores locales.
Andrea subrayó la importancia de la gastronomía como expresión cultural. “Cuando vas a otros lugares, como Chile, Salta o Perú, conoces a la gente a través de la comida. En Plottier, que fue una gran chacra, eso se expresa en un sándwich, una cerveza artesanal o un plato”, señaló. La feria busca resaltar esta conexión, mostrando productos locales como cervezas artesanales y platos que cuentan la historia de la región.
El evento, que comenzará a las 19 horas ambos días, ofrecerá no solo comida, sino también shows de folklore, bandas en vivo, artesanías y actividades para niños. “Queremos que sea una experiencia gastronómica completa, desde la recepción hasta los platos que cuentan historias”, explicó Andrea. Aunque esta edición prioriza a los gastronómicos locales, el objetivo es abrir la puerta a colegas de Neuquén, Centenario y Roca en el futuro.
La organización cuenta con el respaldo del municipio de Plottier, que aportará ambulancias, personal de limpieza y seguridad. “Queremos que el evento tenga las menores fallas posibles, y todos están colaborando, desde Adelia hasta la Asociación de Hotelería y Gastronomía”, afirmó Andrea. Sin embargo, la organizadora no pasó por alto un detalle clave: “Vamos a chequear el pronóstico del tiempo, porque los fines de semana están inestables”.
La propuesta de gastronomía chileno-argentina que une a los chef patagónicos, llega a territorio neuquino en los próximos días. Recién llegado del Mundial de la Pizza en Italia, el neuquino Cristian Abarzúa se sumará a la propuesta gastronómica que nació hace siete años entre cocineros y cocineras de Chile y Argentina, denominado “Encuentro bioceanico hispano […]…
El gobernador Rolando Figueroadestacó la presentación del presupuesto nacional que el presidente Javier Milei anunció en cadena nacional, aunque advirtió que algunos de los indicadores planteados “a la distancia se tornan un poco dificultosos para poder lograrlos”.
“Está muy bien que el presidente presente el presupuesto. Hace varios años que no se gobierna la República Argentina con presupuesto, así que me parece un paso adelante”, señaló, aunque también remarcó que “hay muchas variables que hay que ver si se cumplen”.
Figueroa aprovechó la ocasión para insistir en la necesidad de una nueva Ley de Coparticipación Federal. “Neuquén es una provincia castigada con el coeficiente de coparticipación. Recibimos, en forma comparativa respecto de algunas provincias del norte, 14 veces menos”, denunció.
“¿Por qué tenemos que soportar eso? Si estamos en la Argentina y aportamos al crecimiento del país”, cuestionó el mandatario, recordando que la norma vigente es una ley de 1988 que ha quedado desactualizada, que «permanentemente le han puesto parches y siempre en esos parches nos han ido relegando a los neuquinos”.
Según detalló, la provincia aporta “más del 4% del Producto Bruto Interno y estamos recibiendo el 1,72% de la Ley de Coparticipación. Si revisamos muchos ratios que son tenidos en cuenta para la distribución de los coeficientes, somos sumamente castigados. Lo que le corresponde a Neuquén tendría que estar rondando el 40%”.
El gobernador también adelantó que el 30 de octubre presentará el Presupuesto provincial y que el 27 del mismo mes convocará a los gremios para debatir salarios 2026, destacando que los acuerdos anticipados “permitieron comenzar las clases este año en tiempo y forma”.
En medio de un año electoral que definirá legisladores nacionales, el encuentro del peronismo oficialista con el gobernador Rolando Figueroa reavivó la interna del PJ que busca retomar un papel protagónico en las urnas. Este sábado, los peronistas representados por Tanya Bertoldi y Marcelo Zúñiga, entre otros referentes históricos, sellaron su acuerdo con Comunidad, el […]…
A la Patagonia se la conoce como tierra de leyendas y lugares considerados míticos como la isla grande de Tierra del Fuego, en el Fin del Mundo. Quienes recorrimos el sur argentino en profundidad sabemos que ciertos rincones elevan aún más esa categoría, para los que al menos yo, ya no encuentro palabras con las cuales calificarlos.
Uno de ellos es la Península Mitre, el extremo oriental fueguino, separada de la Isla de los Estados por el turbulento estrecho de Le Maire. El mismísimo sitio donde se produjo el primer encuentro entre los colonos europeos y los pueblos que habitaban ancestralmente esta isla.
Con una superficie terrestre de casi 3500km2 (unas 17 veces la capital federal) y más de 5000kms2 marítimos, fue declarada Sitio Ramsar por ser un humedal de importancia internacional para la conservación de la biodiversidad y el sustento humano y desde 2019 Área Natural Protegida Provincial, ya que alberga una de las mayores concentraciones de turberas del hemisferio sur. Aunque se llama «península», no está completamente separada por un istmo. Raro.
Llegar no es fácil, son aprox. 125kms en vehículo desde Ushuaia hasta el puesto de prefectura de Moat, donde termina la ruta J, luego se debe seguir a pie poco más de 30 kms, según el sendero que uno tome hasta Bahía Slogget en la desembocadura del Rio López, antiguo límite occidental de la región.
En este extremo del mapa, donde los vientos azotan la tierra y el mar parece infinito, la Patagonia guarda leyendas vivas, y de eso les quiero hablar.
En 2015, llegué en mi autito hasta Moat, allí, mientras conversaba con personal de la Armada, por la ventana y soportando una leve llovizna vi llegar a un gaucho a caballo rodeado de vivaces perros que parecían custodiarlo. “Ese es El Paisa Andrade, un gaucho que vive solo, dentro de Mitre”, me dijeron. Sentí una gran alegría, yo conocía algo de su historia, pero tener la suerte de encontrarlo justo en el momento que realizaba una de sus esporádicas salidas del interior de la península fue una casualidad inmensa, casi como llegar al glaciar Perito Moreno el día que rompe su puente natural. “Soy muy afortunado”, pensé.
Salí a recibirlo, me presenté, y me encontré con una persona muy amable, de rostro duro pero amigable, hombre curtido por las inclemencias de un clima que no se anda con chiquitas. Vestía un camperón y un gorro con orejeras gris, vaqueros azules, camisa, pullover de lana y botas de goma. Conversamos un buen rato mientras él seguía con sus tareas, desensillar, ordenar sus cosas, sus animales, tomar mate. Usaba un precario refugio de viejas chapas oxidadas y tablas mal clavadas a metros del puesto de la Armada. Me ofreció llevarme por una semana hasta sus dominios australes. No me animé, en parte por no tener señal para advertir a mi familia que no podría comunicarme por largos días y en parte porque no me daba el cuero realmente. No tenía la más mínima preparación física, muchos de uds ya me conocen. Ahí mismo, en las oficinas de la Prefectura, nos sacamos la primera foto juntos. Ilustra la nota.
Con el tiempo tuvo teléfono con WhatsApp y conseguía señal de internet en Moat. Desde entonces solemos comunicarnos. Lo vi personalmente alguna vez más. En 2020 una increíble tormenta me frustró la travesía hacía sus dominios. Lo volví a encontrar en Moat en 2022. “Me gustaría que se conozca tu historia”, le dije hace poco. Le gustó la idea.
NOTA: Quiero aclarar que las respuestas que acá transcribo entre comillas, son declaraciones 100% textuales.
Su historia
El Paisa Luis Andrade, nació un 20 de septiembre a orillas del Paraná, en Goya, Corrientes y hoy acusa 64 años. Le sale el futbolero de adentro y me dice, “Me encanta el futbol, soy de Independiente, antes era fanático, después se me fue pasando, tengo un banderín firmado por el chivo Pavoni.
Entre Pelé, Maradona y Messi elige a… “Bochini papá, Bochini, ¡grande el Bocha!”. Tengo la esperanza de comunicarme con el Bocha para que sepa que tiene un admirador en el Fin del Mundo, donde termina la tierra. Un caminante que anduvo por acá me dijo que trataría de hacerme el contacto”.
Amante de la buena música, “me gusta toda sí, siempre que este bien hilvanada y buena letra”. Como buen gaucho admira a El Pampa, “Larralde, Larralde si toda la vida me gustó y me sigue gustando, tengo toda su obra, “Herencia pa´ un hijo gaucho” y demás y sus conferencias de prensa las tengo grabadas por ahí, cada tanto lo escucho, un hombre muy cabal para mí”.
Luego comienza a desgranar su apasionante vida,
“Llegué a estas tierras luego de vagabundear por el país. Anduve por Darregueira, provincia de Bs. As., me vine a dedo, con plata por supuesto, había renunciado a la represa hidroeléctrica– trabajó en Piedra del Águila, y también en Alicurá –, traía fondo de desempleo cobrado, quería conocer la Ruta 40, que era tan famosa, y ahí pasé por El Bolsón, me enamoré de ese pueblito, si yo siempre pienso el día que abandone acá buscaría instalarme ahí, pero son deseos nomás, por ahora continuamos acá, así que siempre quedé con eso en la cabeza”.
Mientras lo escucho pienso que en algún momento también recorrí por primera vez La 40 y tuve sueños de quedarme por allí, quizás con propósitos diferentes claro.
Los primeros años
En 1986 llegó a la isla, tuvo un “aserraderito” en Tolhuin y en 2006 o 2007, no recuerda bien, llegó a Mitre.
“Vine con un compinche amigo mío de Tolhuin que administró durante un par de años la estancia Bahía Slogget, me pidió que lo acompañe, y como hacía años que no andaba a caballo y en parte para conocer, me decidí a acompañarlo. Luego él no quiso continuar porque estaba abandonando mucho lo de él. Hice un arreglo y vine con otra persona, pero no duró ni un mes, acusó que le dolía la cintura, yo ya veía que no tenía el entusiasmo, no le agradó, así que quedé solo de nuevo, luego fui a buscar a otra persona, todas duraban poco, iban y venían casi siempre en el tiempo de rodeo, en vacaciones, después ya no”.
Si bien ahora habita el sur, llegó por el lado Norte al Rancho e Lata. Hace una pausa y continúa.
“luego a 2 días de viaje había una veranada que era Rio Udaeta, donde solía quedarme desde octubre a mayo aproximadamente y luego volvía a Rancho e Lata, Punta Ibarra que son campos de invierno, donde traíamos vacas a invernar. Anduve en muchos lugares, esto, esta estancia es muy grande se llama Bahía Slogget. Anduve también por Rancho e Cuero, Rancho e Nylon, Corral de Aguante, Corral de la Yegua, Rancho Julián, Puesto La Playa”,
Me cuenta Don Luis, que comienza a entusiasmarse,
“Los primeros días, los primeros años diría, fueron difíciles, como toda persona que empieza en un lugar que no conoce, no estaba adaptado al clima, por eso con el patrón, la persona que yo había arreglado, me dijo “bueno vamos a hacer un contrato enseguida, por 3 años…5 años…con prórroga, como quiera”. Le dije que me diera un año para probar si me gustaba, si me hallaba, quería ver qué cantidad de animales había y si me adaptaba, y así me quedé, pero si, no me gustaba el viento, en la costa mucho viento. Hoy día ya no es tanto, o será que me adapté más al clima, pero hoy ya estoy mucho más tranquilo. Antes esos viajes hasta Moat para ir a buscar las cosas eran una tortura, una tortura eran, y hoy día ya para mi es un trámite más ya, no significa gran cosa para mí, pero me costó sí, me costó bastante, bastante me costó”.
Ahora el entusiasmo es mío y le pregunto: ¿cómo era la vida cuando llegaste a la península?, piensa y comienza a desenterrar lejanas vivencias.
“Era fatal y más para mí que era la primera vez que andaba en la costa. 16…20 grados bajo cero, escarcha, tempranamente tenía que herrar caballos, aunque sea dos para salir a buscar provistos o en caso de accidente tener como moverme, si no, no se podía salir, con caballo liso no salís a ningún lado, y la escarcha perduraba, empezaba a escarchar y no se iba hasta la primavera. Hoy día hace años que no escarcha, con ese tema del calentamiento global y parece ser que es cierto porque pasan años redondos sin herrar con ganchos, ni escarcha siquiera ya, ha cambiado totalmente acá, 100 x 100 un giro de 360 grados ha dado acá del tiempo que llegue al momento que estoy ahora«.
Sacrificio y adaptación
En mis dos viajes a la Península Mitre experimenté la rudeza de vivir allí, y de solo imaginarme como habrá sido para él en esos tiempos, me perturba.
“No había nadie acá, estaba solo y en la costa sur, que cruzaba el Rio López hacia adentro. El único que estaba en la zona sur, en Casa Vieja, era Pati– (Vargas, otro gaucho solitario) –. Estaba casi toda la península abandonada, incluso Puerto Español (en Bahía Aguirre). Solo había personal de la Armada en Buen Suceso y en la zona norte, en Policarpo que estaba Adolfo Imbert. En un momento quedé solo solo, se había ido Pati y la gente de la Armada de Buen Suceso, que volvió cuando se perdió una persona. Me había dejado guacho guacho, estuve solo completamente”.
¿Qué hiciste en esos primeros tiempos?
“Lo primero que hice esos primeros tiempos fue sobre todo conocer el campo, la tabla de mareas, entrar en cañadones, conocer ríos, pasos, entrar en los cerros, por atrás de la cordillera, donde recorrían, donde andaban los animales para poder sacarlos, experimentando y conociendo el lugar, así que me lo pasaba afuera, eh?, me echaba 3 o 4 atados de cigarros en el bolsillo y hasta que no los terminaba no me volvía, sabía andar semanas enteras, sin comida me quedaba, me entusiasmaba demasiado. Comiendo huevo de avutarda, carneando algún mamón ahí, así me lo pasaba, pero tenía un alma de conocer, siempre fui así, conozco mucho de mi país, porque siempre me gustó, soy así del estilo Diego Promenzio, una cosa así, jajaja”.
Se ríe, y asombrado por tal comparación, me río yo también…
Adaptarse a un lugar así no es nada sencillo, ¿Qué fue lo que más te costó?
“Lo que más me costó como no había estos medios de comunicación que hay ahora, nada, no podía marcar una tabla de marea, a veces llegaba a los pasos que tenía que pasar y estaba la marea arriba, como no los podía pronosticar de otra manera, no tenía los conocimientos, tenía que volverme para atrás, muchas veces con cargueros, y le erraba a los horarios, eso fue lo que más me costó, fatal eso. Hoy día ya no porque con estos medios de comunicación, teléfono mismo, ya tengo la tabla, marco y ya sé mañana a qué hora tengo que salir, a qué hora sube a qué hora baja, cuanto lo que va a subir, cuanto lo que va a bajar, bueno uno ya sale ahí más tranquilo y más seguro, antes, los primeros tiempos, como no existía este medio, me costó muchísimo, para que vamos a negar”.
Pienso que deben haber sido días muy difíciles, pero que seguramente también habrá habido días mejores, le digo, y continúa,
“El mejor día que recuerde fue una vez que me vinieron a festejarme un cumpleaños. Vinieron varias gentes que ya habíamos empezado a transitar el tema del turismo yo y empezaban a llegar acá y bueno se notificaron cuando era mi cumpleaños y se unieron entre todos y todos pusieron un poquito de todo y se vinieron a festejar mi cumpleaños y hasta me regalaron un teléfono. Ese, cálculo fue el mejor día, pero tuve muchos momentos lindos con la gente que me aprecia y gente que yo también aprecio. Viene gente muy cercana, muy amable y muy linda acá por eso que no me he ido de acá”.
Y si hubo de los buenos, debes haber sufrido de los otros, ¿no?
“El peor día fue una vez que me largué ahí en Slogget, la Vuelta de La Piedra que hay que largarse con marea baja, me largué con marea baja pero tenía viento en contra y yo no lo tenía bien estudiado porque el mar varía, me arrinconó contra la barranca el mar, los perros pasaban por arriba mío, me llevaba el caballo para adentro cuando las olas rompían contra la barranca me llevaban el caballo 30…40 metros para adentro y cuando venían esas olas bajas trataba de disparar, pensé que no salía, estaba más muerto que vivo, esa vuelta fue el peor día de mi vida, que putee hasta dios y a maría santísima, quien me manda a huevear así si no tenía obligación”.
La naturaleza salvaje de estos lares, lo puso rápidamente en su lugar y le hizo entender que nadie puede someterla. Y que incluso el mar, las barrancas, el frío o el viento pueden ser sus aliados o sus enemigos.
Se nota que la pasó mal y me deja una reflexión.
“Hay que respetar el mar ese si es jodido, tiempo después mató unos caballos, se salvó un amigo mío, pero le ahogó 13 perros y yo le había explicado el tema ese unos días antes, pero se largó igual. El mar es muy jodido hay que tener mucho cuidado a la naturaleza, peligrosísima, ese fue el peor día, no me olvido jamás, tenía una impotencia, pensé que no salía, me quedaban 200 metros que eran eternos, pero gracias a dios estoy acá para contarlo y para que nunca más me suceda”.
Enamorado de su lugar en el mundo, su labor diaria allí, la percibe de una manera muy especial.
“Mas que un trabajo lo defino como una responsabilidad y unas ganas de encontrarme con gente de tanto tiempo que estuve solo porque los primeros años acá eran fatales, no había un cristiano ni por joda, la única vez que veía una persona era por revistas, era impresionante, pasaban meses redondos sin ver un alma acá, años redondos te diría, en esos momentos tenía el deseo de encontrarme con alguien que después se fue haciendo cotidiano con el turismo y la promoción que se le está haciendo a la península, más el documental que hicieron esos chicos (se refiere al famoso y galardonado documental “Península Mitre”, de Los Gauchos del Mar), porque esto era poco conocido y quien iba a venir acá tan a trasmano, donde cuesta tanto traer las cosas?, era impensable ver gente por acá. Jamás me imaginaba, sabía andar solo caminando a caballo, por cualquier lado que anduviera el campo o la playa nunca traía eso en la cabeza que iba a ver una persona adelante mío porque no sucedía, después empezó a pasar eso”.
¿Sentiste miedo alguna vez estando allí?:
“No, no, miedo en la península no, tranquilidad, podes dormir tranquilo con las puertas y las ventanas abiertas, aparte siempre estas protegido de tus perros, no, no, no. Y si viene gente a cualquier hora de la noche como han sabido caer por ahí con luces de linterna por ahí son caminantes, gente toda re piola, que le ha agarrado la noche y sabían que había un rancho cerca y le seguían dando a luz de linterna con tal de llegar, no, no, no, acá no hay por qué temer, gracias a Dios. Donde hay es en las ciudades grandes, pero acá no, hay una tranquilidad enorme”.
¿Sufriste algún accidente que recuerdes especialmente?
“Si, el accidente que todo el mundo sabe, que estuve tres meses solo, me entablillé solo, con tablas que tenía de cajón para hacer fundas de cuchillo, me entablillé con harina. Me quebró un caballo, me dio vuelta arriba de un palo y me quebró, estaba solo en pleno invierno en la península, no tenía medio de comunicación, nada, la pasé muy mal yo esa vuelta, estuve un mes sin moverme, quemé hasta los bancos, las camas, las tablas de picar carne, la de sacar botas, todo lo que tenía alrededor porque no podía salir, mis perros sin comida, les desclavé los cueros que tenía ahí estaqueado y se los tiré, ya se estaban muriendo los perros de hambre, estuve muy mal esa vuelta, me iba a matar yo. Decí que vi mi pata porque tenía azul desde la punta de la uña, hasta los huevos arriba, negro, después vi que empezó a ponerse rosado y empezó a cambiar el color, empecé a agarrar ánimo, me iba a liquidar, había medido el arma de la punta de los pies hasta debajo de la boca, y miraba mis perros le corrían las babas en puerta, ya les había hecho toda la comida que tenía, le herví todo, le daba todos los días, y yo tenía pastillas y salmuera, me echaba en la pata, fría, caliente, no podía dormir del dolor, me la colgaba con soga, ahhh no sabes lo mal que estuve paisa, no tenés ni idea”.
No puedo imaginar una situación más adversa, el sufrimiento de un ser humano casi olvidado por el mundo que, luchando por sobrevivir sin muchos medios, a fuerza del característico coraje correntino, logró así también ayudar a sus compañeros de cuatro patas.
“Y por amor a mis perros, que los miraba muertos de hambre ahí, no me maté, aguanté, cuando vi que cambió el color no tenía nada para comer, me quedaba más o menos un cuarto de paquete de arroz, eso fue lo último que me comí ahí, así hervidos, sin nada, no tenía sal, comí pan del indio, no tenía sabor a nada eso, hasta que agarré, pude montar a caballo y me vine hasta Punta Ibarra, el puesto donde estoy ahora, acá había algo pa´ comer, azúcar, así que estuve un par de días más acá y de ahí emprendí viaje para Moat. Los milicos estaban preocupados ahí. Me dijeron que habían mandado a Pati a ver que El Paisa que hace tanto tiempo que no viene, No, dice, si ese se fue a la veranada. Dice que vino hasta la Mata Caballos”– una bajada muy empinada y peligrosa en zona de acantilados – “y miró hacia Punta Ibarra, este rancho donde estoy ahora y no había humo y se volvió, puras mentiras, ni vino, pero bueno, zafé de esa, pasé por la parte más angosta del embudo, paisa he?”
El Pan de Indio en Tierra del Fuego es un hongo comestible que crece en los árboles nativos del sur como el Ñire, la Lenga y el Coihue, son una buena fuente de agua mientras se recorre el bosque. Fue consumido por los pueblos originarios Yámanas y Haush. Lo probé alguna vez, la verdad no tiene gusto a nada. Se asemeja a una pelota de golf.
Esta comarca es tan grande …me pregunto si habrás podido recorrerla toda y si hay alguna zona que te cautive más.
“Si, si, prácticamente toda la península, y yo conozco más afuera de la península. Mi zona favorita acá es siempre la costa sur, porque la costa norte es mucho viento y es mar abierto. Acá tenés un poco el canal (Beagle) que más o menos algo te protege, y no es tanto pero allá en la costa norte es permanente el viento y es todo claro, limpio y da de lleno el viento”.
Es imposible describir este lugar, un entorno que abruma, que es dramático, salvaje y prístino a la vez. Pero la naturaleza en esta zona imagino debe proporcionar placeres que cuesta disfrutar en otros lados, ¿no?.
“Acá aspiras aire puro, al que es medio ermitaño y le gusta un poco la soledad, le viene de perillas, yo los primeros años vivía en soledad y me gustaba, ahora ya no, aprendí a convivir y siempre hay algún otro que viene y me pone contento y me da más energía, más ganas de vivir y bueno, ya te vas acostumbrando, aparte vas sumando cositas, compromiso con gente, acá te hablan de un año pal otro.
Si bien disfrutabas de esa soledad, si se quiere forzosa, ¿cuánto tiempo fue lo máximo que pasaste sin ver otro ser humano en Mitre?
“Los primeros años que llegué pasaban años completos, posiblemente pueda haber andado alguno o alguna persona en la costa, pero como no estaba en la costa yo, estaba 10 kms para arriba sobre el rio López, en el Rancho e´ Lata, capaz que justo cuando yo venía, esa persona ya había pasado o bien no había pasado nadie, pero si, era muy difícil encontrar una persona”.
Don Luis recuerda también días de ansiedad y deseos de tabaco.
“En un momento que venía del Rancho e´ Lata, sin cigarro por supuesto viajes largos, me quedaba dos días todavía para llegar a Moat, con la esperanza de manguearle un cigarro a los milicos ahí, o bien esperar al patrón, en ese tiempo no tenía teléfono, nada, había que usar la radio, que te confirmen la fecha, cuando iban a venir, no era fácil, esperar un par de días más, era muy complicado, ahora con estos teléfonos y el internet en Moat, antes no había internet en Moat tampoco. Ahora tengo hasta yo en Punta Ibarra, mira lo que son las cosas, se simplificaron todas las cosas, así que venía siempre cabizbajo, porque costaba todo, muchísimo más que ahora por supuesto. De repente iba llegando a la playa y vi dos personas ahí en el Rancho e´ La Playa, que alegría que me dio, y ahí nomás a los muchachos también le dio alegría ver una persona a caballo, y ya nos empezamos a hablar y ya le pedí un cigarro, era 5, 2 estaban ahí y 3 andaban por la draga, me dieron un atado de cigarro y un encendedor, faaaaa, el hombre más feliz de la vida, ¿eh?”.
Poco a poco las cosas fueran cambiando para el Paisa y la zona.
“Y después esos encuentros empezaron a ser más frecuentes, pero no tanto, no te voy a decir que todas las semanas no, no, cada seis meses, 7 u 8 meses por ahí chocaba algún otro y después ya bueno, con ese documental que se mandaron estos chicos, Los gauchos del Mar, esto ya empezó, porque antes esto no le conocían demasiado, ese documental fue el que lo promocionó más”.
Estos gauchos acuáticos, Joaquín y Julián Azulay, son dos hermanos surfers marplatenses que hacen espectaculares documentales laureados internacionalmente, donde se los ve domando olas alrededor de los sitios más icónicos del mundo. Algo así como el programa de Tv “MDQ” pero más serio.
¿Cómo transcurre un día típico tuyo en la península?
“Un día mío en la península es siempre igual, siempre agitado, atar, largar algún perro, ir a ver los caballos y empezarme a preparar, las distancias son lejísimas acá. El día se te va, no te das ni cuenta acá. Muy, muy, muy agotador también, termino en las tardes, con la leña, acarrear la leña, la comida, el pan, todo te lleva su tiempo. Los animales, 50% de mi día es para atender los animales”.
Cada gesto parece calculado y medido. No hay mucho lugar para el ocio en Mitre, cada acción tiene su propósito y cada minuto cuenta. La soledad tiene peso y la naturaleza marca el ritmo de la vida. Las jornadas se despliegan con precisión salvaje.
¿Y Podrías volver a vivir en una ciudad?
“Si, si, si, totalmente, puedo vivir en una ciudad, es más te cuento, soy re cariñoso con los pibes, todo y eso que en veces yo he matado toros salvajes, me han matado los perros, los he matado a garrotazos, a pesadumbre, le miraba yo que me mataba un perro o un caballo así, lo miraba o si tenía un lunar lo dejaba identificado en mi mente, lo perseguía por meses, el día que lo encontraba, era re hereje yo, lo mataba a pesadumbre, en el campo tenés que ser así, temperamental en estos laburos con ariscos porque si no, no te metas porque no vas a servir. Vadear ríos y enlazar, atar toros salvajes, andar con los caballos, tenés que ser enérgico y decidido. Y yo llego al pueblo y soy una dulzura tremenda con los nenes, me gusta comprarle golosinas, entretenerlos, jugar con ellos, o sea, los dos polos, ternura encima y la brutalidad por otro lado, que yo mismo en veces solo acá me pregunto, es difícil, pero es lindo estar solo, te analizas bien tu vida y sabés hasta donde te da el rollo”.
La fría rudeza y la cálida ternura personificadas en un solo ser humano.
La comida en Mitre
¿Cómo manejás el tema de la comida en un lugar tan aislado?
“Mi alimentación consiste en carnes, acá vegetales, todo un poco, un poco de fruta, por ahí hacemos una pizza, ahora traje cocina a gas y por ahí nos damos algunos gustitos, por ahí siempre los turistas traen alguna trucha, la hacemos al roquefort, traen cositas y las mezclamos acá. Hacemos con batata frita los pescaditos, preparamos de todas formas, no, no es problema, es como en el pueblo, no hay gran diferencia. El asunto es que cuesta cargar las cosas nomás, pero bueno acá siempre se le da una buena utilización y sirve para una buena alimentación, eso si”.
Eso de subsistir a más de 100kms de un supermercado debe tener sus bemoles, ¿no?.
“Y acá subsisto… siempre precario, ¿no? Pero bueno…teniendo animales salvajes y acarreando yerba, lo más cerca que tengo es Prefectura ahí donde voy a buscar las provistas. Los primeros años siempre escaseaba alguna cosa, nunca estaba completo, es imposible estar completo acá, semejante distancia donde hasta traer un paquete de yerba incomoda, tenés que hacerlo todo a caballo, días de lluvia, viajes largos. El primer puesto que tengo para traer cosas son 7 horas a caballo, con carguero, tratar de venir despacio, no romper nada, es muy sacrificado acá, no es fácil, los senderos no son derechos ni planos ni mucho menos, variables, turba, enterrás los caballos, vas por las piedras, subidas bajadas, un monte es muy accidentado”.
Con el tiempo las cosas fueron cambiando un poco en su vida, y me cuenta: “Una vez apareció un caminante que me dijo: ¿no me puede llevar la mochila y yo le pago unos mangos?, bueno le dije, tengo un carguero. Y después otro y otro y empezaron a preguntarme que me hacía falta, y me acercaban víveres a Moat y ahí se fue poniendo mejor esto al menos para mí, ¿no?”
Palabras sencillas, pero que reflejan la austeridad y el ingenio de quien vive al margen de la civilización. La comida, al igual que todo en estos confines, es funcional, rápida, y siempre ligada al trabajo y la supervivencia.
Las estancias patagónicas son tan vastas que una sola casa no alcanza. En su inmensidad suelen levantarse varios ranchos o puestos, refugios distribuidos que son punto de apoyo en medio de una soledad donde la distancia se mide en horas a caballo y cada río o montaña marca una frontera natural. La que lo acobija El Paisa no es la excepción.
¿Sé que habitas más de un rancho, como se llaman y donde está ubicado cada uno?.
“Bueno si, en realidad los ranchos son varios, pero son 3 nomás los que ocupo yo, es este Punta Ibarra, Rancho Julián, que puse en memoria de un muchacho que se ahogó en el López. Le pedí permiso a la familia para poner el nombre de él y me autorizaron. Además, era amigo mío el chico este, así que bueno, Rancho Julián, que es más precario que este, más chico pero acogedor, el lugar es muy lindo, la gente quiere mucho ese lugar, siempre me dicen, pero yo abandoné ahí porque están los bagualeros, así que no, más adelante voy a ver una vez que se retire esta gente voy a ver que hago ahí, y justo es el paso ahí, el paso para cruzar el Rio López, justo, justo, ahí está el paso”.
También me describe su famoso “Rancho e Lata”.
“Este queda aproximadamente 10kms arriba sobre el Río López, de la costa, 10kms más o menos, en línea recta con GPS, de ahí ponele las vueltas un poquito más, pero bueno es ahí donde está el casco, pero ya ese rancho es lindo, grande, tiene cocina a leña con horno, un rancho que es grande, pero que queda muy retirado para mí ya, como que estoy abandonando ya ese rancho.
Por el Rancho e´ Lata está el otro paso que se hace por atrás de Puerto Español, que se llama el Valle de la Muerte. O sea, Rancho Julián va por la costa y de Rancho e´ Lata por atrás de la Cordillera. Son dos ranchos intermedios que están espectacular para los que transitan a pie por esos lados. Estoy habitando más este rancho que es Punta Ibarra, que me queda más cerca de Moat”.
Don Luis enumera sus refugios como si fueran parientes queridos, en su relato, los ranchos no son simples construcciones de madera y chapa, ni lugares donde dormir o guardar herramientas, cada uno es un capítulo de su vida, cada rancho guarda una historia, una memoria y hasta una pérdida. En ellos se lee la vida del Paisa. Sus ranchos, pienso, son testigos mudos de la soledad más extrema del fin del mundo.
Hoy quiero contarles sobre uno de esos lugares que, aquellos que realmente amamos la Patagonia, no logramos entender que aún sea casi desconocido y como a mí me gusta que la gente conozca la Patagonia, por eso de que nadie valora o cuida lo que no conoce, les voy a hablar sobre él. Este sorprendente […]…