Diego Santilli le propuso a la mesa política del gobierno que tome al santiagueño Gerardo Zamora como prioridad en las negociaciones para los proyectos que el gobierno quiere aprobar en el Congreso.
El caso del gobernador de Santiago del Estero es único en el país. Maneja a los 7 diputados y los 3 senadores que tiene su provincia. Con ese número de diputados, Zamora tiene más representación que 18 de los bloques que existían hasta este miércoles en la Cámara baja.
Los tres senadores los consigue en cada elección desde hace décadas al presentar al Frente Cívico que se queda con las dos bancas por la mayoría y el PJ que se queda con la banca por la minoría.
Lógicamente Santilli le echó el ojo porque en diciembre se vendrá el reparto de ATN a las provincias, como parte de las negociaciones para aprobar el Presupuesto en las sesiones extraordinarias.
En el gobierno analizaron el reparto de ATN en los últimos dos años y cómo votaron las provincias que los recibieron. El resultado no siempre fue lineal y algunas provincias aliadas recibieron menos recursos que otras que están enfrentadas abiertamente con la Rosada.
En el caso de vivienda, Luis «Toto» Caputo le entregó más a La Rioja, del peronista Ricardo Quintela, que a Mendoza, del radical y aliado incondicional Alfredo Cornejo.
Ahora, con la nueva mesa política que integra Santilli, se decidió que si bien primero había que repartir para los aliados más puros, había que agregar un asterisco para Zamora.
La Municipalidad de Villa Regina puso en marcha la licitación privada Nº 04/2021 para la adquisición de 4.000 kilos de leña (frutal seca trozada). El presupuesto oficial es de $ 2.800.000 y la apertura de las ofertas se realizará el 16 de abril a las 11 horas. Las mismas se recibirán hasta la fecha y…
A dos años de la asunción de Milei, lo que prometió en campaña y lo que hizo en la práctica muestran un contraste cada vez más nítido: estabilización macro con fuertes costos sociales, contradicciones entre discurso y gestión, y un clima político crecientemente hostil hacia la prensa, el sindicalismo y organizaciones sociales.
Promesas vs. realidad
En la campaña de 2023, Milei prometió dolarizar, cerrar el Banco Central, eliminar impuestos, y reducir el Estado a su mínima expresión. Dos años después, ninguna de esas promesas estructurales se concretó del modo en que él las había presentado.
La dolarización quedó postergada, el Banco Central sigue operando (con cambios en su funcionamiento, pero lejos de su eliminación) y el sistema tributario continúa prácticamente intacto salvo ajustes orientados al reordenamiento fiscal. La brecha entre lo que Milei aseguraba durante la campaña y lo que su propio gobierno admite hoy es una de las marcas más visibles de sus primeros dos años.
En paralelo, el gobierno destaca la desaceleración inflacionaria respecto de 2024 y principios de 2025. Sin embargo, esa baja (si la hay realmente) se sostiene sobre ajustes muy agresivos: caída del salario real, recortes en programas sociales, eliminación de subsidios en áreas sensibles y un deterioro del consumo difícil de revertir en el corto plazo.
Autoritarismo y prensa
Otro eje central del balance es el avance de una lógica persecutoria contra periodistas, medios y voces críticas.
Gremios de prensa, organismos locales de derechos humanos y asociaciones profesionales han documentado hostigamientos, controles discrecionales, campañas de desprestigio desde cuentas oficiales y trabas al acceso a la información pública. A esto se suman insultos presidenciales en redes, habilitación simbólica para ataques digitales y el uso del aparato comunicacional estatal para estigmatizar a comunicadores críticos.
El resultado es un clima hostil hacia la prensa, en el que el propio gobierno parece entender la crítica como un ataque político y no como parte del funcionamiento democrático. Para amplios sectores del periodismo y la academia, esta dinámica configura un intento de disciplinamiento.
Contradicciones entre discurso y gestión
Milei llegó con un programa anarcocapitalista de manual: privatizaciones masivas, eliminación de organismos públicos y desregulación absoluta. En la práctica, gran parte de esas reformas chocaron con límites legales, técnicos, judiciales y políticos.
Mientras el discurso oficial insiste en un desmantelamiento del Estado, el gobierno debió negociar con organismos internacionales, administrar deuda, sostener estructuras básicas y —en algunos casos— retroceder en medidas que generaron resistencia institucional.
Lo mismo ocurrió en el plano laboral: los intentos de flexibilización y recorte de derechos generaron fortísima oposición, con movilizaciones y advertencias sobre un retroceso histórico. La confrontación fue parte del método de gestión, lo que tensionó aún más la gobernabilidad cotidiana.
Economía y política fiscal
El gobierno exhibe como logro la reducción del déficit, el reordenamiento fiscal y una baja de la inflación respecto de sus picos anteriores. También destaca un proceso de retorno parcial a mercados financieros.
Pero estos avances conviven con un panorama social deteriorado: pobreza en crecimiento, empleo formal estancado, caída del poder adquisitivo y pérdida de cobertura en áreas como salud, educación y políticas de cuidados.
La sostenibilidad del esquema fiscal depende, además, de variables externas —precios internacionales, clima político regional, la disponibilidad de financiamiento— y de la capacidad del propio gobierno para avanzar en reformas que hoy encuentran resistencias en el Congreso y en la calle.
Qué significa este segundo aniversario
A dos años de su llegada, Milei gobierna con mayor presencia legislativa que en su inicio, pero también con más polarización, más resistencia social y una institucionalidad más tensionada.
El oficialismo celebra avances económicos y el reordenamiento macro; la oposición, en cambio, advierte sobre un modelo regresivo que sacrifica cohesión social, derechos laborales, libertad de prensa y acceso a servicios esenciales.
Lo que queda claro es que el proyecto libertario original se transformó en un híbrido: radical en el discurso, pragmático y limitado en su ejecución, y fuertemente conflictivo en su vínculo con actores sociales y con la prensa.
Un video que la propia diputada libertaria Celeste Ponce difundió este lunes en sus redes sociales desató la polémica. El motivo es que la propia parlamentaria de La Libertad Avanza apareció en las aguas del río Jordán en una ceremonia de bautismo que ella misma protagoniza.
«Hoy morí para renacer en Cristo… no soy más esclava», dice el posteo que hizo la misma Ponce en sus redes y estallaron los comentarios en contra de la diputada oriunda del sur de Córdoba.
Principalmente, ante la consulta acerca de dónde salieron los fondos para costear el viaje hasta si se tomó o no licencia en la Cámara baja para poder realizar el tour por Medio Oriente.
Ponce viajó al sitio arqueológico de Al-Maghtas, ubicado en la ribera oriental del río Jordán, en el Líbano, por su profundo simbolismo. Ya que es el lugar donde se realizó el bautismo de Jesús a manos de Juan el Bautista y es un sitio reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial.
No obstante, como se contó, muchos usuarios en redes salieron al cruce de la situación de Ponce. Entre ellos, uno que le dijo: «¿para financiarte estas pelotudeces privadas querías ser funcionaria pública?» a lo que la propia Ponce le respondió desde una cuenta secundaria en Instagram que también es de ella y se llama @lacruzadademaria.
«Que Dios te bendiga y te haga ver las cosas con claridad, no con maldad. Abrazo grande», dijo Ponce desde esa cuenta y remató con un versículo de Mateo: «porque de la abundancia del corazón habla la boca».
Los que oficiaron de anfitriones de Ponce en Medio Oriente fueron Marcos y Fernanda Brunet dos influencer religiosos que siguen desde hace años a Milei y lo manifestaron en sus redes en el 2023 a días del balotaje.
Ambos también forman parte de la Iglesia Toma Tu Lugar cuyo templo fue inaugurado en agosto del año pasado y está ubicado en la zona sur de la capital cordobesa. El templo evangélico tiene algunas maniobras articuladas con el oficialismo en Córdoba. Como en abril de este año cuando le cedieron las instalaciones del Concejo Deliberante para una muestra de arte que contó con la presencia de Brunet.
La Dirección de Cultura de la Municipalidad de Villa Regina invita a recorrer la muestra ‘El Valle es Mujer’ en su último día de exposición, el próximo domingo de 18 a 20 horas en el Galpón de las Artes. ‘El Valle es mujer’ tiene como eje central reflexionar sobre el rol de la mujer como…
Escándalo en puerta: una licitación lanzada a las apuradas y bajo sospecha de favoritismo podría ser declarada desierta.
Por Nerio Corello para Noticias La Insuperable
La licitación para las visitas guiadas al Teatro Colón da la impresión de no haber salido como se esperaba: la empresa que estaría apadrinada por Hernán Lombardi no quedó satisfecha y todo parecería indicar que el ex Grupo Sushi, actual ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, querría lograr que se la declarase desierta.
Desde hace aproximadamente tres años, el servicio de visitas guiadas está concesionado precariamente a PBG Travel & Events, firma que se presume cercana a H. Lombardi. LPO informa que “La empresa pertenece a Adolfo Boada Aguirre, asociado con Claudio Massetti para la explotación de los tours. Massetti creó tour.arte semanas antes de conseguir la concesión del servicio. Ambos son ex funcionarios cercanos a Lombardi, que niega vínculos con la empresa y dice no estar al tanto de la licitación.”.
Lamentablemente, a partir de la aparición de Gabriela Ricardes, ministra de Cultura del GCBA, también muy cercana a Hernán Lombardi, no ha dejado de haber controversias y oscuras sospechas en torno a la administración del Teatro Colón.
G. Grieco, J. Macri y G. Ricardes
La remoción de Jorge Telerman que apuró la funcionaria, el nombramiento del consultor uruguayo Gerardo Grieco como director general y, para colmo, el ataque difamatorio a los prestigiosos cuerpos estables que con malas artes pergeñó el oriental, han herido gravemente al Colón y oscurecido la gestión administrativa, algo que se teme también herirá, más temprano que tarde, la excelencia artística.
Además, como si tan triste marco no fuera suficiente, la precarización de los trabajadores del Colón avanza sin pausa. Ricardes, Grieco y, presumiblemente en las sombras, el temible ex Grupo Suhsi, se han adueñado del destino de una joya cultural que cada día se parece más a un botín disputado por mercenarios de la burocracia.
A las puertas de una temporada estival marcada por la salida masiva de argentinos al exterior y en pleno debate por el atraso cambiario, el Gobierno decidió apagar una de las pocas linternas estadísticas que permitían medir con precisión el drenaje de dólares por turismo.
Por Roque Pérez para NLI
La decisión no es técnica ni neutra: la Secretaría de Turismo, a cargo de Daniel Scioli, resolvió dejar de financiar desde el 1° de enero de 2026 los operativos de campo del INDEC destinados a medir la actividad turística. En concreto, se corta un aporte anual de $570 millones que sostenía la logística de las principales encuestas del sector.
El resultado inmediato es claro: menos información, menos precisión y más margen para el relato oficial en un contexto donde los números del turismo venían mostrando una fuerte salida neta de dólares, dato incómodo para un Gobierno que insiste en negar el atraso del tipo de cambio.
Menos encuestas, menos datos incómodos
En su último informe sectorial —correspondiente a octubre de 2025— el INDEC confirmó el impacto de la decisión. Tras más de dos décadas de trabajo conjunto con el entonces Ministerio de Turismo, el organismo informó que no se renovará el convenio de financiamiento con la actual Secretaría de Turismo y Ambiente, lo que obligará a modificar la forma y la periodicidad de difusión de los datos.
El instituto aclaró que hará “todos los esfuerzos a su alcance para mantener la mayor cantidad de indicadores del sector disponibles”, respetando las definiciones internacionales y la metodología vigente. Sin embargo, el propio comunicado admite que habrá cambios estructurales en dos herramientas clave: la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) y la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH).
En los hechos, el plan de “contingencia” incluye reducción de la muestra, menos casos relevados, modalidad remota en lugar de operativos presenciales y acuerdos con provincias para intentar sostener parte del relevamiento. Traducido: datos más débiles, menos representativos y más fáciles de relativizar.
Migraciones sí, balanza turística no
El INDEC aclaró que las estadísticas de turismo internacional basadas en los registros de movimientos migratorios de la Dirección Nacional de Migraciones no sufrirán modificaciones. Pero ese dato, por sí solo, no permite reconstruir la balanza de dólares que entran y salen por turismo, ni el impacto real sobre las reservas.
Justamente allí estaba el problema para el Gobierno. Las últimas publicaciones del área de Turismo mostraban con claridad una salida de divisas muy superior al ingreso, fenómeno que se aceleró con el dólar barato para viajar y que se convirtió en uno de los argumentos más sólidos para hablar de atraso cambiario.
Scioli contra las estadísticas
No es la primera vez que Scioli choca con el INDEC. Desde hace meses venía cuestionando la forma en que el organismo mide el sector, argumentando que “no refleja la realidad”. En lugar de discutir metodología con evidencia técnica, la respuesta fue más simple: quitar el financiamiento y achicar la medición.
El movimiento no puede leerse por fuera del contexto macroeconómico. Con reservas bajo presión, dólar planchado y un verano que promete récord de viajes al exterior, mostrar menos datos es una forma de esconder el problema, no de resolverlo.
Ajuste selectivo y opacidad estadística
Mientras se habla de transparencia, equilibrio fiscal y estadísticas “confiables”, el Gobierno recorta justamente donde los números desnudan las inconsistencias del modelo. El ajuste no es general: es quirúrgico y apunta a silenciar un indicador clave del frente externo.
La paradoja es evidente. En nombre del orden fiscal se recortan $570 millones en estadísticas públicas, pero se pierde a cambio una herramienta central para entender por dónde se van los dólares. Una decisión pequeña en términos presupuestarios, pero enorme en términos políticos.
Porque cuando el termómetro marca fiebre, romper el termómetro no cura la enfermedad.