covid-19:-nuevas-medidas-sanitarias-hasta-el-30-de-julio

COVID-19: nuevas medidas sanitarias hasta el 30 de julio

La Municipalidad de Villa Regina adhiere a la Resolución N° 5111 del Ministerio de Salud de Río Negro que dispuso extender las medidas sanitarias destinadas a contener los contagios de COVID-19 hasta el de 30 de julio, inclusive.

De esta manera se dispuso establecer en el ejido municipal la restricción a la circulación de las personas entre las 22 y las 6.

ACTIVIDADES SUSPENDIDAS

Establecer la suspensión de las siguientes actividades:

a) Las reuniones sociales en domicilios particulares de más 10 personas.

b) Las reuniones sociales en espacios públicos al aire libre de más de 20 personas.

c) La realización de todo tipo de eventos sociales y recreativos en lugares cerrados que impliquen concurrencia de personas.

d) La actividad de discotecas.

HABILITACIONES

Habilitar las siguientes actividades de acuerdo a las condiciones y requisitos que se detallan a continuación:

a) Los locales gastronómicos (restaurantes, bares, etc.) podrán funcionar hasta las 24:00 horas de domingo a jueves, y hasta la 01.00 horas los días viernes, sábado y vísperas de feriado. En todos los casos se permite un máximo del 50% del aforo en relación con la capacidad máxima habilitada, con adecuada y constante ventilación y con estricta sujeción a los protocolos aprobados. Los propietarios, empleados y aquellos clientes que se encontraren en esos establecimientos a la hora de cierre dispuesta, dispondrán de hasta 60 minutos adicionales para retirarse de los mismos y llegar a sus domicilios de residencia dentro de ese lapso, debiendo acreditar tal circunstancia mediante comprobante de consumo o similar.

b) Los locales comerciales de cualquier rubro podrán funcionar respetando el horario de circulación habilitado.

c) Las farmacias y estaciones de servicio -únicamente para el expendio de combustibles- podrán funcionar durante las 24 horas.

d) La realización de actos públicos y protocolares, aniversarios y fiestas populares, sin aglomeración de personas y respetando el distanciamiento social.

e) La práctica deportiva en espacios públicos y privados cerrados con el 50% del aforo.

f) La actividad deportiva en espacios públicos o privados al aire libre, en grupos de hasta 30 personas.

g) La realización de eventos, encuentros y competencias deportivas, profesionales o amateurs, podrá realizarse con público asistente hasta un 30% del aforo máximo, evitando toda aglomeración de personas. No se permite la apertura de bufets, cantinas u otros espacios similares.

h) La realización de eventos religiosos en lugares cerrados, en los que deberá observarse, como máximo, un 30% de aforo.

i) Las clases presenciales y ensayos de actividades artísticas, individuales o en grupos reducidos de hasta 10 personas con sistema de “burbujas”, según protocolo y con un aforo máximo del 50% del espacio donde se realizan.

j) La apertura de bibliotecas con entrega de libros y las salas de lectura de las bibliotecas con máximo de aforo de hasta el 50% de su capacidad.

k) La realización de actividades en cines, teatros, museos y salas de espectáculos de centros culturales a los efectos del desarrollo de artes escénicas, con y sin asistencia de espectadores, podrá realizarse hasta las 24:00 horas. En las salas de teatros y de espectáculos se permite un 50% de aforo, sin expendio de bebidas y comidas y en los cines se permite un 30% de aforo, con expendio de golosinas y bebidas. Los empleados y las personas que se encontraren en dichos establecimientos a la hora de cierre dispuesta, dispondrán de hasta 60 minutos adicionales para retirarse de los mismos y llegar a sus domicilios de residencia dentro de ese lapso, debiendo acreditar tal circunstancia mediante tickets de acceso al espectáculo.

l) La actividad de casinos y bingos podrá funcionar hasta las 24:00 horas de domingo a jueves, y hasta la 01.00 horas los días viernes, sábado y vísperas de feriado, con un aforo máximo del 50% del espacio disponible. Los empleados y aquellos clientes que se encontraren en esos establecimientos a la hora de cierre dispuesta, dispondrán de hasta 60 minutos adicionales para retirarse de los mismos y llegar a sus domicilios de residencia dentro de ese lapso, debiendo acreditar tal circunstancia mediante comprobante de consumo o similar.

m) La apertura de salones de eventos con un aforo máximo del 50% del espacio disponible, o un máximo de 100 personas, sin habilitación de pista bailable, con adecuada y constante ventilación y con estricta sujeción a los protocolos aprobados.

Difunde esta nota

Publicaciones Similares

  • ¡La bici mountain bike ya tiene ganadora!

    Durante el mediodía de este viernes se realizó el sorteo de la bicicleta mountain bike entre los contribuyentes que abonaron la boleta mensual por tasas retributivas del mes de octubre y también aquellos que había efectuado el pago anual. La ganadora fue Gregoria Pinto, contribuyente N° 02179, domiciliada en barrio San Martín. El sorteo se…

    Difunde esta nota
  • Orazi firmó convenio que beneficiará con el servicio de cloacas a más de 600 familias

    El Intendente Marcelo Orazi firmó en Buenos Aires el convenio para una obra de gran importancia para más de 600 familias: el proyecto de la colectora cloacal para el sector suroeste de Villa Regina por un monto aproximado de $68 millones. Tras más de 6 años de espera, los vecinos de los barrios Tinti Méndez,…

    Difunde esta nota
  • ¡Viva la universidad, carajo!

     

    Quizás desde siempre, pero seguro desde la recuperación de la democracia en 1983, la universidad transitó momentos de crisis. Oleadas de ajuste, transformaciones en la ley que la rige, intentos de arancelamiento, ahogos presupuestarios. Una serie de fechas coincidentes con acciones de lucha marcan su condición precaria, siempre amenazada, pero también el saber de la fortaleza que se forja en la resistencia.

    Pero nunca desde entonces se la hostigó como ahora. Nunca se la acusó de perseguir a quienes piensan distinto, ni mucho menos de ejercer una educación monológica y acrítica. Como en un juego de espejos, hoy el perseguidor acusa al perseguido y quien dice “verla”, poseer una verdad revelada, adjudica al otro profesar un dogma en el seno de sus claustros.

    ¿Qué se juega cuando está en juego la continuidad de la universidad? Ensayemos una respuesta en cinco pasos que afirman y desarman, en su discurrir, una tesis. Se trata de una práctica más o menos habitual para quienes hacemos de la docencia no solo un trabajo sino también una forma de vida.

    No es tu universidad, es el sistema

    Cuando algo que nos cobija y atraviesa pende de un hilo solemos reaccionar defensivamente. Buscamos razones, más o menos objetivas, para destacar el valor de aquello que está en riesgo y exponerlo como algo relativamente mejor de lo que produce el vecino. Nos enredamos entonces en discusiones sobre las ventajas objetivas de invertir en tal o cual centro (carrera, programa o Universidad), apelamos a métricas, buscamos números que respalden la eficiencia de los desempeños observados. 

    Creemos que ese tipo de argumentos y datos -necesarios, sin duda- podrán inclinar un poco la balanza en favor de lo “nuestro”. Y quizás en una coyuntura distinta eso tenga valor y deba ser expuesto. Más aún, tal vez nos debamos esos balances de largo aliento de cara a la sociedad. No estaría de más realizar un ejercicio crítico y autorreflexivo de todo lo que las universidades hicimos bien y de aquello en lo que fallamos.

    Claro, en ese ejercicio no deberían desestimarse los pesos y responsabilidades desiguales que condicionan y exceden el funcionamiento de la propia universidad. No está de más decirlo: la universidad hace de la autonomía su bandera porque nunca fue ni puede ser completamente autónoma. No solo por motivos de índole financiera, presupuestaria, sino también y sobre todo, porque trabaja -voluntaria e involuntariamente- con los sujetos, las creencias, los rituales, los prejuicios, las convicciones e ideologías que alumbra la sociedad de la que ella como institución y sus integrantes como miembros formamos parte. La fragmentación interna, la atomización, el carácter parcial de alguno de sus reclamos, un celo excesivo por lo que hacen “los otros” y la adhesión a veces acrítica a la lógica de la competencia, son un síntoma de esa pertenencia histórico-social.  

    No estaría de más realizar un ejercicio crítico y autorreflexivo de todo lo que las universidades hicimos bien y de aquello en lo que fallamos.

    El ejercicio crítico en estos casos es doble: el ingreso a sus pasillos supone lidiar no solo con esas cargas y apegos ideológico afectivos que vienen con los estudiantes sino también con aquellos que pesan sobre quienes ejercemos la docencia, ninguno ajeno a los de la propia institución (y de la sociedad). Un título docente te habilita para lidiar con fragmentos de mundos y objetos soportados en un saber que encuentra validez en una comunidad de expertos y pares, pero no así con todo “lo otro” que irrumpe en pasillos y aulas.

    Menos aún se nos prepara para relacionarnos con interlocutores para los cuales estos argumentos son prescindentes, a quienes las razones los tienen sin cuidado porque custodian un dios, el mercado, que es ciego y sordo a las sustancias socioéticas y los órdenes normativos (legales y morales) que nos orientan. Cuando esos órdenes están interdictos, la defensa de cada una de las instituciones en juego (por separado y respaldada en datos) se vacía de sentido. No solo porque no son las buenas o malas razones de su existencia lo que es objeto de juicio, sino porque no es esta o aquella institución la que se abisma sino el sistema. 

    En un tiempo fuera de quicio, que se sustrae al juicio crítico-reflexivo, se yergue el peor de los fantasmas: la eliminación, la clausura, el fin del sistema universitario todo. En este escenario debemos enfrentarnos a algo que no sabemos hacer: confrontar con quien desestima las razones (argumentos) de los otros para convencerlo de que no solo tenemos razones sino que además ellas son muy valiosas. Lo que se rifa en ese ida y vuelta perverso no es solo el sistema universitario sino un sistema de creencias que desde la modernidad organiza nuestras prácticas: la racionalidad o, bien, la razonabilidad. 

    En un tiempo fuera de quicio, que se sustrae al juicio crítico-reflexivo, se yergue el peor de los fantasmas: la eliminación, la clausura, el fin del sistema universitario todo.

    Eso que ocurre, que nos ocurre, le sucede a todos quienes se ven ahogados financieramente, desasistidos institucionalmente o desde el punto de vista sanitario, asfixiados presupuestariamente, despedidos de sus lugares de trabajo, desamparados. El lugar que deja vacante la razonabilidad lo ocupa la crueldad.

    No es el sistema, es el derecho

    Si acordamos con la idea de que no es esta o aquella o mi universidad la que está en jaque sino el sistema universitario junto a otros sistemas (de salud, de ciencia -básica y aplicada, de retaguardia y avanzada- del campo del cuidado y la reproducción, de la seguridad y la protección social), podemos ahora desdecirnos parcialmente y afirmar que tampoco, en rigor, es el sistema el que está siendo asediado sino una serie de derechos conquistados a partir de años y años de trabajo y de lucha: el que nos toca es el derecho a la educación, pero solo podemos levantarlo en un concierto de derechos afectados, cuidando que cada afectación no se cargue la dignidad ni el deseo de seguir sosteniendolos. 

    En coyunturas de crisis, como la que atravesamos, solemos caer con facilidad en la tentación de la jerarquía, de establecer la prioridad de un derecho sobre otros en un escenario de escasez en disputa. ¿Los recursos son escasos o la redistribución es deficiente? En un país desigual, donde pocos tienen mucho y muchos muy poco, no parece haber un problema de “escasez” sino de brutal injusticia.  

    No es el derecho, es el saber

    En esta serie de ataques a los derechos se trata de horadar un deseo y un opaco saber: el de participar de la cosa común, pública, que habilita la experiencia de ese saber siempre en fuga. El saber que se aprende cuando se conversa, se pierde tiempo, se escucha anécdotas, se lee en voz alta, se asiste a reuniones, se está con y junto a otres. 

    Ese saber no puede decirse más que en impersonal porque lo que se produce en ese entre no reside en ninguna de las partes del diálogo ni en algún tercer lado sino en ese encuentro que se genera entre quienes habitamos con pasión un mismo espacio, y una misma vocación, colmado, a su vez, por las generaciones pasadas que imaginaron a las futuras. 

    En rigor, no es el sistema el que está siendo asediado sino una serie de derechos conquistados a partir de años y años de trabajo y de lucha.

    Quizás es ese saberse con otros, ese saber que juntos se piensa, se vive y se siente mejor, el que está siendo atacado. Ese saber de la limitación de cada individuo aislado, de su carácter fragmentario, de su prematuridad, de su deuda histórica con quienes le antecedieron en el tiempo y de su complicidad responsable con los que están por venir. La tarea de la universidad es también la de recordar ese saber. 

    No es el saber, es la igualdad

    Cuando se ataca ese resistido saber se atenta contra aquello que nos iguala en tanto seres humanos: nuestra vulnerabilidad y común exposición a los otros, en el sentido de la muerte pero también del deseo, como decía Butler. No solo somos iguales en inteligencia, iguales en dignidad, sino también en precariedad. Asumir ese registro de la igualdad forma parte de la tarea colectiva, del saber acumulado, del derecho habido, del sistema construido. 

    Sin esa asunción no podríamos realizar aquella otra crítica: si bien todos somos precarios, esa precariedad está desigualmente distribuida en nuestra población. No todos estamos igualmente expuestos al daño, a la exclusión, a la muerte violenta. 

    Quienes han ocupado en la historia una posición subordinada en el campo del dinero, del poder, o del saber corren, sin duda, peor suerte. Reconocer la igualdad (en esos distintos niveles) y hacer de ella una cuestión es tarea de la universidad; una tarea tanto más urgente en una coyuntura que hace de la desigualdad el resultado legítimo de una “justa” competencia entre individuos.

    No es la igualdad, es la libertad

    Insistamos: no es tan solo ese sabernos iguales, precarios, interdependientes en sentidos múltiples lo que está en juego sino y, en último término (aunque no en última instancia) aquello que nos hace libres: el conocer nuestras determinaciones para anteponer entre ellas y el impulso animal un pensamiento, un concepto, un valor, una mediación. 

    Y, como intentamos demostrar hasta aquí, eso solo es posible colectivamente al amparo de instituciones que velen por la verdad de aquello que nos determina y puedan delimitar aquello que, más allá de cualquier esfuerzo individual o colectivo, cae por fuera de las posibilidades de control. Son estas instancias las que producen autonomía subjetiva y capacidad de autogobierno. 

    Sin universidades, sin derechos, sin saber, sin igualdad, no hay libertad. Sin libertad no hay autonomía, sin sujetos autónomos no hay democracias. ¡Viva la universidad, viva la libertad!

    La entrada ¡Viva la universidad, carajo! se publicó primero en Revista Anfibia.

     

    Difunde esta nota
  • Se constató el funcionamiento de la planta de bombeo de líquidos cloacales

    Luego de los trabajos realizados durante el fin de semana para solucionar la rotura del caño de impulsión de líquidos cloacales, en la jornada del martes quedó en funcionamiento a pleno la planta de bombeo ubicada en barrio Belgrano. La obra ejecutada por el personal de la Secretaría de Obras y Servicios de la Municipalidad…

    Difunde esta nota
  • Llegan los materiales para reparar caño de impulsión de cloacas

    En horas del mediodía de hoy viernes arribarán a la ciudad los materiales necesarios para proceder a realizar el by pass, obra que permitirá la reparación del caño de impulsión de la red cloacal de barrio Belgrano que sufrió una rotura a la altura de barrio Don Bosco. Una vez que se cuente con los…

    Difunde esta nota
  • Los agentes de Educación Vial asistieron a la Colonia de Vacaciones Municipal en Cumelen

    En la tarde de ayer, el equipo de Educación Vial de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Villa Regina, se hizo presente en la Colonia de Vacaciones de Niños Municipal que se desarrolla en el Polideportivo Cumelen debido a las inclemencias del clima. Participaron niños de Barrio Nuevo, Melipal, Cipolletti, El Sauce, La…

    Difunde esta nota

Deja una respuesta