Sociedad

  • La metalúrgica Cramaco deja de fabricar en Santa Fe y venderá productos importados

     

    La metalúrgica Cramaco, ubicada en Sastre (Santa Fe) dedicada a la fabricación de generadores y alternadores eléctricos anunció que frena su producción y despedirá a 35 obreros. Se dedicará a importar.

    Cramaco es, en realidad, DBT, ya que tras un cambio de dueños en 1999, adoptó su nombre actual en referencia a los apellidos Druetta, Bearzotti y Talano. En 2003 se asoció con la multinacional española Himoinsa, consolidándose como líder del mercado local, con una participación del 85%, y exportaciones a América, Europa y Asia.

    El martes la empresa anunció el despido de 35 trabajadores, lo que representa cerca del 90% de su grilla de empleados. Fuentes gremiales explicaron que la lista de despedidos incluye a personas con décadas de dedicación, incluyendo personal con 40, 37 y 28 años de antigüedad. La empresa se comprometió a pagar indemnizaciones.

    La fábrica de ollas Essen ahora importa de China y despidió 30 empleados 

    En la planta santafecina se fabricaban íntegramente los alternadores, que ahora, se estima, pasarán a importarse. La reducción es un nuevo golpe para Sastre, una ciudad de alrededor de 6.000 habitantes donde la planta de DBT era uno de los principales motores económicos.

    La primera reacción llegó desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), cuyo personal resultó afectado por la medida. «De los 57 trabajadores, ayer (por el martes) fuimos despedidos 35. De ese total, 33 integran en el sector de producción y los dos restantes son administrativos. Quedan solo 22 empleados pero nadie de producción. Esto refleja la intención de la empresa», sostuvo en diálogo con la prensa Jorge Herrador, delegado de la UOM en la firma, con más de 25 años de antigüedad en la fábrica.

    Herrador no ahorró calificativo hacia la medida: «Nos echaron a todos a la calle, una situación muy fea», resaltó. E insistió que la firma dejará de producir en la Argentina.

    Por la recesión, Whirlpool cerró una mega planta inaugurada hace tres años y ejecutó 300 despidos

    No es la primera vez que la empresa recorta personal. A fines de septiembre del año pasado ya había despedido a 16 trabajadores por la caída en las ventas y la paralización de la actividad. En aquel momento, los empresarios advirtieron que la apertura de importaciones ponía en riesgo la producción local.

    Según La Nación, la planta llegó a tener, en septiembre de 2024, un stock de 120 grupos electrógenos, mientras las ventas mensuales apenas alcanzaban entre 10 y 12 unidades, un desfasaje que anticipaba la crisis.

    «Ahora se venderá la importación; no se va a producir más nada acá», confirmó un allegado a la empresa. Agregó que «la firma no cerrará, sino que operará como un depósito y centro de ensamblaje. Solo quedarían dos o tres empleados de logística, que son los que bajan las cosas que vienen de China, las limpian y se las cargan al camión», destacó.

     

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    EL MODELO DE MILEI: Whirlpool anunció el cierre de su planta en Pilar y despidió a 220 trabajadores

     

    Whirlpool confirmó el cierre definitivo de su planta de lavarropas en el parque industrial de Fátima, en Pilar, y dejó en la calle a 220 trabajadores. Otra postal del modelo Milei, que desarma producción nacional y reemplaza empleo argentino por importaciones, incluso en empresas que, como esta, acababan de invertir millones para expandirse.

    Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable

    La multinacional estadounidense comunicó que abandona por completo la actividad industrial local y que, de ahora en más, sólo mantendrá en el país operaciones comerciales, de ventas y servicio técnico. Es decir: de fabricar en Argentina se pasa directamente a importar todo.


    La fábrica que Milei se llevó puesta

    La planta de Pilar había sido inaugurada en octubre de 2022 luego de una inversión de US$ 52 millones. El proyecto aspiraba a producir 300.000 lavarropas al año y exportar el 70%. Nada de eso ocurrió bajo el actual esquema económico, que hundió el consumo y abrió las importaciones sin control.

    Según confirmaron fuentes de la empresa, el desplome en la demanda interna y el aumento explosivo de las importaciones hicieron “inviable” sostener la producción. En el comunicado oficial, la firma explicó que la decisión forma parte de “un proceso continuo de revisión y mejora productiva”, aunque puertas adentro admiten que la filial se vio golpeada por el “contexto de fuerte desaceleración del consumo”.

    El resultado: 220 familias sin ingreso y una ciudad industrializada que pierde otra fábrica.


    De producir 600 lavarropas al día a cerrar para siempre

    En las últimas semanas, el ajuste ya era evidente. Trabajadores consultados señalaron que la producción había caído de 500/600 unidades diarias a solo 400. La empresa había despedido a los empleados eventuales hacía dos semanas y luego adelantó las vacaciones al 22 de diciembre, aunque sin avisar que la decisión final sería tan drástica.

    Nadie imaginó el golpe definitivo: cierre total y desvinculación masiva.


    Importar es la nueva política industrial del Mileísmo

    Whirlpool afirma que seguirá abasteciendo al mercado local con sus productos, pero ahora traídos desde Brasil o China. Es decir: cada lavarropas que antes se fabricaba en Pilar será una importación más en la balanza comercial argentina.

    Mientras tanto, la multinacional conservará entre 100 y 120 empleados en administración, ventas y logística, “garantizando el portafolio de productos y el servicio técnico”. Lo industrial, finiquitado.

    El mismo manual que se repite en empresa tras empresa desde la llegada de Milei: industrias que cierran, trabajadores despedidos y un país que vuelve a depender del exterior.


    Un golpe más al entramado industrial

    Whirlpool lleva 35 años en Argentina y es líder en línea blanca. A nivel global factura US$ 19.000 millones, emplea 59.000 personas y opera 55 centros productivos y tecnológicos. Pero en el esquema del Mileísmo, ni su tamaño ni su trayectoria sirvieron para sostener una línea de producción local.

    El mensaje que deja este cierre es sencillo y devastador: en el país de Milei, producir no es negocio; importar, sí.

     

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    Nada de pan: circo, precarización y despidos

     

    Una macrista del núcleo duro PRO le pone el autocrático sello anti-derechos a la cultura porteña desde hace dos años.

    Por Nerio Corello para Noticias La Insuperable

    La nostalgia del circo enternece hasta al más desencantado de los ancianos, atraviesa generaciones en virtud de la oralidad familiar e impacta en la cultura gracias a las propuestas que actualizan la tradición circense. Una relación estrecha con este arte parecería, a priori, una buena carta de presentación para cualquier funcionario con responsabilidades en la cartera cultural porteña.

    Gabriela Ricardes, actual ministra de cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en funciones desde fines de 2023, impulsó en 1995 el proyecto “Circo de la Costa”, en 2000 fundó el circo escuela “El coreto” y el Centro de Artes del Circo de la Provincia de Buenos Aires. Su formación circense, teórica y práctica, es amplia e internacional. A la luz de estos datos, ¿quién no festejaría su nombramiento?

    Los amantes del teatro, que no ignoran la importancia del circo criollo para nuestra tradición escénica, tal vez hayan creído que se trataba de la excepción que confirma la regla de elección de funcionarios impresentables que rige al macrismo. Pero no, con macrismo no hay excepciones ni paraíso: puliendo un poco los archivos, el oro de Ricardes trueca en oropel.

    Entre tanto canto de sirenas circense, la actual ministra también cultivó un ultra-derechismo rancio traducido en acciones: como directora del Centro Cultural San Martín, protagonizó tropelías varias ligadas a feroces represiones, contrataciones irregulares y turismo personal a costa de «las cajas especiales» que su mentor, Hernán Lombardi, exprimía gracias al decreto 556 del GCBA.

    Como secretaria de Contenidos Públicos, siempre bajo la égida del ex Grupo Sushi, dejó sin trabajo a casi seiscientos empleados del CCK. Ufana, sin fundamento alguno, tildó de ñoquis a las víctimas. Más tarde, en 2022/23, con nuevo cargo, puso en el freezer la actividad artística del Complejo Teatral de Buenos Aires y su conservadurismo se vio claro también en la desigualdad de género en la programación 2023 del CTBA.

    Este resumido historial de Gabriela Bárbara Ricardes puede ampliarse –delicados de estómago, abstenerse- con las investigaciones de Juan Alonso (octubre de 2015) y María Daniela Yaccar (diciembre de 2023), e informes intermedios como el de Mariana Carbajal (noviembre de 2022) o la tesis doctoral de Julieta Infantino, “Circo y política cultural en Buenos Aires” (2014), publicada en junio de 2015 en la Revista del Museo de Antropología, vol. 8, no.1, Córdoba.

    Entre acrobacias que finalmente la enquistaron con múltiples beneficios personales en la función pública, agachadas que enfurecieron al colectivo circense que tanto le dio, e inclemencias de variada índole que perjudicaron a trabajadores, artistas y espacios culturales, Ricardes llegó al ministerio porteño con su primera consigna: desplazar a Jorge Telerman -a quien había sucedido en el CTBA- y entregarle el Colón a Gerardo Grieco y adláteres.

    Por información que ya circula a pesar de la pauta que beneficia con silencio mediático al GCBA, y artículos publicados aquí, en NLI, sabemos que su objetivo de ajustes en el Teatro Colón también incluye una precarización laboral que comienza en el cuerpo estable del ballet y no se prevé hasta qué punto de indignidad llegará:

    la dirección del ente autárquico [Teatro Colón] y el gobierno de Jorge Macri con Ricardes en Cultura promulgaron el miércoles 12 [de febrero] el decreto 71/2025 que establece la creación del «Cuerpo Artístico de Ballet».
    La creación de un nuevo cuerpo artístico que desarrolle la misma tarea que otro ya consagrado a lo largo de un siglo es una de las maneras que ha encontrado la dirección para profundizar el desguace y aniquilar todo tipo de derechos adquiridos. (“El Ballet Estable del Teatro Colón en peligro de extinción”)

    En paralelo, a partir de mediados de 2024, Ricardes encaró, con ajustadora mano de hierro, el cierre sorpresivo de al menos un centenar de talleres culturales gratuitos (Programa Cultural en Barrios) a través de la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura, y la virtual paralización o recortes profundos en el área de Impulso Cultural.

    En línea con la batalla cultural libertariana, desde el GCBA Gabriela Ricardes representa el fanatismo anti-derechos, desde el fomento de la desigualdad de géneros hasta la indignidad laboral de la precarización, la visión elitista, prebendaria y privatizadora de la cultura, el conservadorismo reaccionario y el espíritu del ajuste regresivo.

    Puede inferirse que la insolencia del director uruguayo del Teatro Colón, Gerardo Grieco, que asombró por su desparpajo ofensivo a fuerza de calumnias, no es más que la punta de iceberg de una política de desguace e iniquidad que la ministra Ricardes parece decidida a llevar hasta las últimas consecuencias.


     

  • Denuncian que Lavagna modificó el índice de actividad para que no revele que la economía está en recesión

     

    El Indec que conduce Marco Lavagna quedó en el centro de una nueva polémica por una sugestiva corrección de los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) para evitar que la economía entre en recesión técnica.

    El organismo difundió este martes el EMAE y reveló que en septiembre la actividad económica tuvo un incremento de 0,5% en comparación con agosto, un dato mucho mejor que el estimado por las consultoras privadas que preveían una caída de entre 0,1% y 0,3%.

    La sorpresiva suba de septiembre llamó la atención de los analistas, pero mucho más impactó la corrección al alza de los datos de los dos meses previos con lo que el gobierno logró que el tercer trimestre termine en terreno positivo. 

    Julio había terminado con un negativo del 0,1% y agosto con una suba del 0,3%. Sin ninguna explicación, el Indec informó ahora que en julio la actividad creció 0,1% y en agosto 0,7%.

    Harto del Indec de Lavagna, el peronismo lanza su propio índice de inflación

    Los analistas y las consultoras privadas anticipaban una leve baja en septiembre que sumada a los datos de julio y agosto concretaban un tercer trimestre en rojo. Como el segundo trimestre también estuvo en baja, la economía hubiera caído en recesión técnica.

    El gobierno logró evitar ese título negativo pese que el tercer trimestre fue el más afectado por la inestabilidad económica consecuencia de las elecciones. Es decir que el «riesgo kuka» que agitó el gobierno no golpeó en la actividad, al menos según el Indec.

    La sorpresiva suba de septiembre llamó la atención de los analistas, pero mucho más impactó la corrección al alza de los datos de los dos meses previos sin ninguna explicación del Indec

    Esta llamativa corrección del EMAE se suma a las dudas que existen sobre los índices de inflación y pobreza ya que Lavagna se resiste a actualizar los indicadores que se utilizan. Todas las mediciones privadas que utilizan las canastas actualizadas arrojan cifras más altas a las que informa el organismo que conduce el ex massista.

    Las nuevas metodologías están listas desde hace tiempo para aplicarse pero Lavagna no quiso aplicarlas en el año electoral por temor a un salto en los índices. En agosto pasado, el Indec se sacudió por las renuncias de los encargados de medir la inflación y la pobreza.

     

  • Pullaro enfría el diálogo con la Rosada: «Queremos que nos den respuestas»

     

    El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, se sumó a su par salteño Gustavo Sáenz y marcó distancia con el diálogo que promueve la Casa Rosada, a la que exigió respuestas para que avancen las negociaciones.

    «Quisiera sinceramente que nos den respuestas», afirmó Pullaro sobre las conversaciones con el gobierno nacional y explicó por qué hasta ahora no aceptó reunirse con Diego Santilli como hicieron la mayoría de los gobernadores «dialoguistas».

    «Con Santilli tengo buena relación. Él fue candidato a gobernador en la lista que encabezaba Horacio Rodríguez Larreta y yo fue candidato a gobernador también, con lo cual tenemos buena relación desde hace mucho tiempo», explicó el santafesino en una conferencia de prensa.

    «No es que no me siento con Santilli porque no me quiero sentar. Prefiero que cuando nos sentemos haya dos o tres temas que se puedan resolver», agregó Pullaro respecto al vínculo con el ministro del Interior.

    Bronca de los gobernadores porque Milei no les girar plata: «Estamos esperando que el poncho aparezca»

    Los dichos de Pullaro y de Sáenz parecen confirmar que a pesar de que Santilli logró restablecer el diálogo con los gobernadores, los hermanos Milei siguen las promesas de fondos y obras para concretar los acuerdos. Se trata de una constante de toda la gestión libertaria.

    No es que no me siento con Santilli porque no me quiero sentar. Prefiero que cuando nos sentemos haya dos o tres temas que se puedan resolver

    Entre los temas pendientes, Pullaro mencionó las obras en las rutas nacionales 34, 11, 33, 168 y 178. «Son rutas que están en muy mal estado, que la gente muere, que cada veinte días nosotros tenemos un siniestro vial en esas rutas y hay que invertir», dijo el gobernador, que remarcó que la Provincia reparó 3.400 kilómetros.

    Pullaro también mencionó los recortes por parte de Nación a los fondos educativos, a las partidas de alimentos y medicamentos, y la deuda de la Caja de Jubilaciones y Pensiones.

    El gobernador también aclaró que apoyará la reforma laboral, la impositiva y la del Código Penal que impulsa Milei.

     

  • El ministro de Seguridad de Llaryora refuerza su alianza con Bullrich

     

    Martín Llaryora empieza a jugar las fichas para 2027 y manda a su ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, a cerrar filas con la agenda penal de Patricia Bullrich y de la nueva ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, ex titular de esa cartera en Córdoba durante al gestión de De la Sota, de la que salió eyectada por un motín policial en 2013.

    En estos dos años de gestión, Quinteros empoderó a la Policía, se puso al frente de varios operativos impactantes y, audaz en el manejo de la simbología, hasta persiguió a un motochorro que había despojado de un celular a una joven. Ahora, va por el cambio de legislación cordobesa para acompañar la agenda penal de Bullrich en el Congreso.

    Intenta así secar una de las fuentes libertarias: la que reclama mano dura contra motochorros y «naranjitas», el mote cordobés para los «trapitos». Este año, casi 300 «naranjitas» ilegales fueron detenidos por intimidar o amenazar a conductores. Están en zonas comerciales y en grandes eventos, por lo que su clientela es la clase media alta, justo el sector que le dio la espalda al Gobierno provincial en la última elección.

    Con la consigna de «ordenar la calle» y el latiguillo de «la paz social y el orden no se negocia», Quinteros se apresta a iniciar su tercer año con su agenda enfocada en estás demandas y en sintonía con Monteoliva. De hecho, ya invitó a la futura ministra a que realice su primera actividad fuera de Buenos Aires en Córdoba.

    Con la consigna de «ordenar la calle» y el latiguillo de «la paz social y el orden no se negocia», Quinteros se apresta a iniciar su tercer año con una agenda en sintonía con Monteoliva y Bullrich

    «La crisis policial de 2013 fue porque el kirchnerismo la alentó e impidió que los gendarmes de Jesús María restablecieran el orden. Fue una decisión política de Cristina Kirchner en contra de Córdoba», dicen cerca de Quinteros. Ese será el discurso del ministro cuando reciba a Monteoliva en Córdoba.

    La alianza con Monteoliva-Bullrich blinda a Quinteros de las críticas de los libertarios, que hoy están aliados con Luis Juez. Quinteros fue un fundamentalista juecista hasta que en 2019 renunció a su banca de legislador y se alejó para siempre de Juez.

    Quinteros advierte que «el tejido social está roto» y agrega que la crisis de la salud mental generará más violencia. Por eso advierte que «sin empleo, sin proyecto de vida y sin familias haciéndose cargo de sus hijos» los hechos de inseguridad no podrán neutralizarse.