El cierre de listas terminó por detonar la precaria convivencia dentro de la CGT y recrudeció las acusaciones de los gremios que ya se habían desmarcado de la mesa de conducción de la central obrera.
Por eso, frente al proceso de renovación de autoridades que se acerca, crece la presión por un fuerte cambio de perfil de la cúpula que implique el fin del triunvirato.
Los pases de factura pululan en los chats gremiales que estallaron tras confirmarse la casi nula representación en las boletas del peronismo.
De arrastre estaban las acusaciones por esquivar el apoyo a Cristina Kirchner tras su detención y un respaldo tardío a Axel Kicillof de cara al cierre de listas.
“Tenemos que hacernos cargo de la responsabilidad de que nos caguen”, dijo a FM La Patriada el titular del gremio de Seguros, Jorge Sola, que pidió “transformar la CGT no en factor de presión sino en un factor de poder y en eso nos tenemos que hacer cargo de la parte que nos corresponde”.
En los gremios más cercanos al kirchnerismo el malestar con la cúpula cegetista se expresó en gestos como la ausencia de Abel Furlán (UOM) a la reunión de este lunes donde, además de confirmarse la marcha de San Cayetano, se hizo catarsis por la ausencia sindical en las listas.
También empiezan a surgir fuertes críticas a cielo abierto: “En ningún momento militaron ni pertenecieron a un proyecto. Cuando proscribieron a Cristina miraron para otro lado, entonces tienen lo que se merecen”, dijo a LPO el titular del gremio Secasfpi (Anses), Carlos Ortega.
“Discutir el poder por el poder mismo sin pertenecer a un proyecto determinado es una equivocación por parte de determinados dirigentes que creyeron que, porque se juntaron dos días antes con Kicillof, tienen derecho a tener lugares”, agregó.
También titular del PJ de Campana, Ortega no solo reclamó una renovación de la central obrera, sino una nueva metodología de elección.
“Soy creyente del voto directo de los secretarios generales para elegir la conducción porque, si no, van a seguir los mismos de siempre, porque tienen más congresales. Para eso hay que cambiar el estatuto, uno voto por cada secretario general”, dijo.
En ese sentido, sostuvo: “Cinco organizaciones gremiales no pueden ser los dueños de la ideología, la metodología y la organización de la CGT”.
Discutir el poder por el poder mismo sin pertenecer a un proyecto determinado es una equivocación por parte de determinados dirigentes que creyeron que, porque se juntaron dos días antes con Kicillof, tienen derecho a tener lugares
Desde comienzos de año fueron creciendo las reuniones entre gremios críticos a los gordos con el objetivo de conformar un bloque que le discuta el poder en el próximo congreso de renovación de autoridades, que aún no tiene fecha y se debate entre antes o después de la elección de octubre.
En Las 62 organizaciones siguen con atención ese proceso. “Tenemos una posición muy clara respecto de la futura normalización de la CGT, tiene que haber un solo secretario General y darle todo el apoyo para combatir las políticas de este Gobierno”, dijo a LPO Marcelo Pariente, titular de Las 62.
También molesto por el cierre de listas, Pariente sostuvo: “Fuimos los que más convocamos a la unidad y hemos pagado un costo muy alto porque nos hemos quedado sin la participación que el movimiento obrero debería tener”.
Axel Kicillof quiere dejar atrás el drama del cierre de listas y arrancar con la campaña. Este martes, el gobernador encabezó una actividad en Almirante Brown, una forma de presentar a Verónica Magario y a Mariano Cascallares, sus candidatos por la Tercera Sección.
La vicegobernadora fue resistida por Cristina durante el frenético cierre de listas del último fin de semana. Lejos de un veto personal, se cuestionaba su candidatura testimonial.
Como se esperaba, el gobernador arrancó la campaña polarizando con Javier Milei. “Acá en la provincia no entra la motosierra ni el topo. No nos van a destruir ni la educación pública ni la salud pública. No vamos a permitir que dejen en la calle, sin nada, a millones de bonaerenses”, dijo en Almirante Brown.
No estuvieron ni Facundo Tignanelli, ni Mayra Mendoza que ocupan el segundo y tercer lugar en la lista. La intendenta de Quilmes tuvo agenda propia en su distrito donde recorrió una obra para la recreación y el deporte.
Sí estuvo el ministro de Justicia, Juan Martín Mena, referenciado con Cristina Kirchner. Es que la actividad en ese distrito del sur del conurbano incluyó la entrega de 1.400 escrituras, una gestión que está a cargo de Justicia.
La entrega de escrituras es un trámite sencillo generalmente utilizado para actos con vecinos en momentos en que no hay demasiado para anunciar y mucho menos para inaugurar. Se presume que serán una constante en la campaña.
“El 7 de septiembre tenemos la oportunidad de sumar fuerzas para parar esta política económica, para terminar la crueldad, para defender a la Provincia, a su aparato productivo”, dijo Kicillof.
Acá en la provincia no entra la motosierra ni el topo. No nos van a destruir ni la educación pública ni la salud pública. No vamos a permitir que dejen en la calle, sin nada, a millones de bonaerenses.
Magario será la única candidata testimonial de la Tercera toda vez que tanto Mariano Cascallares (Almirante Brown), como Mayra Mendoza (Quilmes) asumirán sus bancas en la Legislatura.
Al frente del municipio de Almirante Brown quedará Juan José Fabiani, quien encabezó la lista de concejales en la elección de 2023. Por ley, quien encabeza la lista del intendente es quien queda primero en la línea sucesoria.
En Quilmes, como contó LPO, quedará al frente del municipio Eva Mieri, la concejal detenida por el escrache a la casa del diputado libertario José Luis Espert.
La jueza federal Sandra Arroyo Salgado procesó a la concejal y a Alesia Abaigar, directora de Sensibilización del ministerio de las Mujeres y Diversidades de la provincia por el escrache ocurrido el 17 de junio en el domicilio de Espert, ubicado en San Isidro.
Ese días, los atacantes arrojaron materia fecal frente de la casa y colocaron un pasacalle con la leyenda: “Acá vive la mierda de Espert. Con Cristina no se jode”.
La Coalición Cívica busca revivir Juntos por el Cambio y ya comenzaron las conversaciones con María Eugenia Vidal y Jorge Macri. La intención es conquistar al grupo “ni-ni” que no se identifica con los libertarios ni con el kirchnerismo. Horacio Larreta postula a Graciela Ocaña como senadora, pero rechaza acordar con Mauricio Macri.
Desde el gobierno porteño admiten las charlas, pero aclaran que son preliminares. El foco, hasta ahora, estuvo puesto en el cierre de la Provincia, en dónde el jorgemacrismo se quedó con una diputada entrable y el 70% de la lista de Vicente López tras la alianza con LLA.
Sin embargo, en cerca del jefe de Gobierno ya saben que en la Ciudad será otra historia. Los libertarios irán con todo para volver a derrotar al PRO y al peronismo y quedarse con dos senadores y la mayor parte de los 13 diputados que se eligen en octubre.
La Coalición ya postuló a Hernán Reyes como candidato a diputado y empezó a tantear a otras fuerzas. Piensan que hay todavía un espacio para los “ni-ni”, como llama Facundo Del Gaiso a los que no son ni libertarios ni peronistas. Hablaron con todos los ex socios de Juntos y las respuestas fueron dispares.
En el ocañismo están dispuestos a cerrar un frente siempre y cuando Ocaña, que tiene el apoyo de Larreta, sea la candidata a senadora. Dicen que no hay charlas con Jorge Macri desde hace tiempo y ven difícil un acuerdo con el PRO. En el larretismo son más duros y sostienen que no formarán parte de un frente con Mauricio o Jorge Macri.
A pesar de los pedidos de Mauricio Macri para sumarla a la lista de LLA, Vidal hizo saber que solo se postularía como parte de un acuerdo que incluya al PRO.
El radicalismo, tanto la vertiente angelicista como la de Lousteau y Yacobitti, empujan por el acuerdo, lo mismo que el socialismo.
La lógica de los tercios predomina en la Ciudad: los libertarios y el peronismo están consolidados en torno a los 30 puntos. Si se toman en cuenta las últimas elecciones, la sumatoria del PRO, el larretismo, y las demás fuerzas que conformaron Juntos también está cerca de ese número.
La unidad del peronismo en provincia de Buenos Aires acotó el margen de maniobra para quienes preveían un escenario fragmentado en octubre. El acuerdo al que llegaron con la lengua afuera Kicillof, Massa y el kirchnerismo marcó la cancha: “tenemos la obligación de llegar a un acuerdo”, dijo una fuente partidaria a LPO que mira al perottismo con desconfianza.
Es que el ex gobernador se convirtió en el principal aliado a Pullaro. Su bloque fue clave para que el radical avance en la reforma constitucional y consiga la reelección. Sugestivamente, el sector de Perotti no participó de la elección a convencionales. Por otro lado, su diputado nacional, Roberto Mirabella, rompió el bloque de Unión por la Patria y coqueteó con apoyar a Milei en la Cámara Baja, recuerdan en el PJ.
Ahora, Mirabella le aseguró a su entorno que va a ser candidato para renovar su bancada y si el peronismo no habilita la interna y le impide competir, irá por afuera. Sin primarias abiertas, el diputado le mandó una carta a las autoridades partidarias para que garanticen una competencia interna.
Eduardo Toniolli, Leandro Busatto y Agustín Rossi en la campaña presidencial de Massa
A través del secretario de Organización del Partido Justicialista, Juan Manuel Pusineri, que responde a Perotti, manifestaron la necesidad de ir en una lista de unidad donde cada sector esté representado de acuerdo a los votos obtenidos en las internas de 2021 y 2023. En la primera, Perotti siendo gobernador apoyó a Lewandowski que le ganó por goleada a Rossi en la PASO y dos años después al dejar la gobernación ganó la interna del peronismo en diputados provinciales.
Sin embargo, fuentes del Partido Justicialista que apoyaron la postulación de Juan Monteverde en la constituyente le respondieron al ex gobernador que tome como parámetro para la representación de la lista nacional la elección a constituyentes en la que Perotti no participó.
Mientras que Roberto Mirabella hace presencia con su libro “La República de Santa Fe”, donde propone alambrar la provincia y resistir a la elección de candidatos desde Buenos Aires, este jueves el perottismo realizará un plenario donde se discutirá la estrategia de cara a octubre.
Como sea, en el PJ santafesino dicen que una posibilidad es una lista encabezada por Agustín Rossi, La Cámpora en segundo lugar y alguien de Massa en el tercer puesto, aunque haya varias tribus que se resistan a otra candidatura del ex jefe de gabinete de Alberto Fernández.
Por otro lado, Eduardo Toniolli del Movimiento Evita, aliado a Juan Monteverde está en la cinchada. Tiene que renovar su banca y confía en que el líder de Ciudad Futura lo apoye en la lista nacional y muestra un esquema similar a los de Rossi con La Campora en segundo lugar.
Como contó LPO, en el entorno de Cristina miraban con atención a Monteverde y se barajaba su nombre para encabezar diputados, pero el rosarino participó este año como candidato convencional y a concejal y no le interesa irse a Buenos Aires porque quiere pelear la intendencia en 2027.
Por su parte, fuentes de La Cámpora negaron que haya un acuerdo cerrado con Agustín Rossi: “Cristina es la que conduce el movimiento, no va a sentarse a negociar sino que va a escuchar a todos los actores y después decidirá o dejará en libertad de acción como pasó en la constituyente”, dijeron a este medio.
En la agrupación que lidera Florencia Carigniano priorizan la unidad, señalaron que el peronismo no se tiene que romper y destacaron la vocación de Cristina para lograr la unidad en provincia de Buenos Aires.
—Quedate tranquilo, ninguno de ustedes va a tener un problema con la gente nuestra —me dijo Cristian Rodrigo Iturralde, uno de los organizadores y orador del Viva la Derecha Fest, cuando pedí la acreditación. Aceptó y mandó un audio:
—Te quiero dar esa seguridad porque viste cómo están las cosas, uno de un bando va para un lugar, otro para el otro y lo cagan a palos. Acá eso no va a pasar. Vení con toda tranquilidad.
Son las 10 de la mañana y en el Auditorio de Belgrano la fila para ingresar es diversa: señoras, jóvenes rapados con campera de aviador, hombres de traje negro, estudiantes que se definen bisexuales y militantes de todas las edades. ¿El denominador común? Odian al kirchnerismo y denuncian el mal del peronismo en la Argentina.
La seguidilla de once charlas promete expositores liberalísimos, cristianos, conservadores, antiabortistas y multinegacionistas de varios países de América Latina en el escenario. Walter Pérez y Samuel Pasco tienen 60 años. Uno lleva traje y camisa negra. El otro, la remera negra y amarilla del León Milei y la gorra negra de las Fuerzas del Cielo. Mientras esperan su turno para entrar al auditorio, compran libros en el stand de la editorial Hojas del Sur, repasan títulos como La Máquina de Matar (sobre el Che Guevara), El Impostor (Evo Morales), Apaga el celular y enciende tu cerebro y El libro negro del Inadi. Después intercambiamos, se prometen.
—No me había dado cuenta de que era liberal hasta que escuché a Milei —dice Pérez— Macri me parecía muy soft, era corruptible, se notaba, no tenía corazón ni huevos.
Pasco militó con el peronismo de Avellaneda hace 10 años. Seguía a Mariano Buglione: le parecía honesto, pero él le cuestionaba la corrupción de Cristina.
—Después vinieron los planes y había curros, el puntero les pedía plata e ir a las marchas para cobrar el plan.
A los 15 años, Pérez hacía pintadas en el Obelisco para Madres de Plaza de Mayo. A los 17 se desilusionó: “se quedaban con la caja”.
Para ellos, Milei despertó a la sociedad, le enseñó que estaba pidiendo liberalismo.
—¿Y qué es el liberalismo?
—Hacer las cosas bien. Mérito. Premiar al que trabaja y, al que no: mostrarle que no hay otra manera.
—¿Y si no hay trabajo?
—El trabajo lo hacés vos. Yo laburo para las Fuerzas Armadas y tengo un microemprendimiento de construcción. Nunca me faltó laburo.
Su compañero me muestra un video de Tik Tok: en una obra, un hombre carga bolsas de arena con ayuda de una muleta, le falta una pierna. Para ellos, la causa feminista está perfecta, si no se sostiene con dinero de la gente. Los femicidios, dicen, son un tema de seguridad.
Todos repiten la misma idea: cada uno es libre de hacer lo que quiera, mientras no use un peso de dinero público para defender sus derechos y necesidades.
—Entrando, a la derecha —nos dice el acomodador.
El auditorio, con capacidad para 1.200 personas, estará prácticamente lleno todo el día. 400 son invitados, los demás compraron una entrada con un valor de 10 mil a 40 mil pesos según la fila. Si afuera nadie se anima a condenar la homosexualidad y varios defienden el aborto como una elección individual, en el escenario las posiciones son más extremas.
Una foto de iglesias ardiendo se proyecta en la pantalla. Micrófono en mano, la ecuatoriana Mamella Fiallo camina el escenario. Cuenta la historia violenta de las sufragistas que quemaron iglesias, hicieron atentados contra obras de arte y caballos para luchar por el voto femenino, señalaron a opositores con una pluma blanca:
—Pero no adoptaron la igualdad a la hora de la guerra: que peleen los hombres —dice.
El público se enciende cuando aparece la primera foto de una mujer en una Marcha del Orgullo (el hit de varios oradores). La mujer es gorda, tiene el pelo rapado y lleva escrito “Basta de violarnos”. El público estalla en risas.
—La cultura del meme nos ayuda a conectar con centennials y millenials —dice Fiallo y concluye— no se hace la paz con el mal: se lo destruye.
El escritor Nicolás Márquez, una de las estrellas de estas conferencias que ya se hicieron en Estados Unidos, España y México, hablará más tarde. Ahora oficia de conductor del evento. Dice que se compró un celular cubano y desata las risas:
—Hace poco Myriam Bregman sacó un chat con inteligencia artificial. Están orgullosos de la tecnología capitalista, es increíble.
El público abuchea a Bregman, será la política más chiflada del evento.
El siguiente orador va a hablar de cómo se corrompió el arte y Márquez pone como ejemplo a la obra Mierda de Artista. Traje gris, boina y barba: el chileno Ricardo Ramírez es la imagen arquetípica del artista. En su caso, de estudioso del arte. Sale al escenario con O Fortuna, la célebre apertura de Carmina Burana. Declama que si va a un museo es para elevar el espíritu. En cambio, dice, los museos de arte contemporáneo niegan la belleza trascendental. Cuando quiere explicar el tema del gusto, elige esta metáfora:
—Un pedófilo dice “Me gusta violar niños”, no se preocupa por qué es verdadero y qué no.
Hay una extraña recurrencia a hablar de pedófilos entre los oradores y asistentes al acto. Laje los mencionará en su charla. En las entrevistas con militantes, cuando describen a los kirchneristas, la lista va de “chorros” a “violadores y pedófilos”. Pero cuando pregunto a quién se refieren, no pueden dar un nombre.
Gabriel Ballerini, pastor evangélico carismático, levanta aplausos de todo el auditorio cuando dice que “Argentina necesita gente que milite”. Cita en hebreo partes del Antiguo Testamento donde se habla del Ejército de Dios… Cree en la guerra declarada contra los valores de la tradición judeocristiana. No quiere un cristianismo oveja, nada de poner la otra mejilla. El “adversario común”, según las letras gigantes de la pantalla, es la bandera arco iris. Muestra la parodia de la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París 2024, apunta a las “gordas barbudas”. Empieza a decir “trans” pero se traba. Después pasa un video con todas sus intervenciones en TV durante el debate por el aborto legal.
—Entonces tomamos las calles y ahora vamos a seguir militando para derogar la ley.
En el pasillo del teatro, Gloria agita su pañuelo celeste. Tiene un segundo pañuelo atado a su cartera: el naranja. Pide la separación de la Iglesia y el Estado.
—¿Por qué tengo que pagar a una iglesia a la que no pertenezco? Mi familia es protestante hace cuatro generaciones. En mi iglesia, la Alianza Cristiana y Misionera de Vicente López, los baños y el salón los pagamos nosotros con el diezmo.
Gloria es psicoterapeuta, tiene 72 años. Lleva una camisa animal print bajo una campera de jean. El gorro de las fuerzas del cielo cubre su pelo rubio furioso. Militó cuarenta años en el radicalismo. Milei le llamó la atención por su llegada a los jóvenes: les mostró que no había solo un partido donde militar. No le termina de gustar su forma de ser pero sí la política que está implementando.
Después de repasar los fracasos de “80 años de justicia social peronista”, vuelve a su historia:
—Me crié con un padre open mind, en sexto grado prestaba el garage para bailes. El peluquero de mamá y el sastre de papá eran gays —dice, sentada en una de las mesas del patio, esquivando el humo de mi cigarrillo—. No podemos seguir con la estupidez de condenar la homosexualidad en el siglo XXI. ¿Qué hacemos, los mandamos a Auschwitz? Mi vecino de la vuelta, Marian, es el único varón por el que me dejo apretar las tetas. Y lo amo porque soy cristiana.
Me aprieta la mano con fuerza y dice que putos eran los de antes, los que se disfrazaban de mujer en Carnaval:
—Hoy son todos mariquitas, hablando de derechos… ¿por qué no piden un trabajo digno?
En otra mesa hay cuatro chicos. Militan desde 2021, desde la pandemia. En aquel momento, Santiago tenía 13 años, pensaba que la política era una mierda, que se tendrían que ir todos. Y apareció Milei diciendo exactamente eso. “Es por acá”, pensó. Hoy tiene 18 y milita porque la oposición hace cosas, como la marcha universitaria, para bajar al presidente.
Una de las chicas de la mesa se define “bisexual” y uno de los varones tuvo novio:
—Podés tener la elección sexual que quieras, pero si usás eso para hacer política… A mí no me representa el feminismo de la oposición: quemar cosas, salir desnuda en la calle— explica Nicole Cárdenas, de 22 años, asesora del diputado Gerardo Huesen. Nicole está a favor del aborto legal “privatizado”:
—No tengo por qué pagarle el aborto a otra persona —dice—, no es un tema de salud pública.
Los cuatro coinciden: Massa también hubiera hecho un ajuste. Milei avisó y la gente lo avaló al votar. Reconocen que la situación no está bien, a ellos también los afecta:
—A mí me cuesta pagar el colectivo pero esto viene hace un montón de años y el costo lo paga este gobierno. A fin de año vamos a empezar a ver resultados —se esperanza Nicole.
En el escenario, la chilena Vanesa Kaiser asegura que la agenda globalista es reducir la especie humana de 8.000 a 700 millones de habitantes. Cita un estudio de la Scandinavian Journal of Psychology. La investigación habría establecido la relación entre la ideología woke y la ansiedad, la depresión, el suicidio y la eutanasia. Muestra un artículo: una joven neerlandesa de 29 años pidió la eutanasia por sufrir depresión. Y corona su charla con un supuesto posteo de Infobae sobre Cande Tinelli diciendo: “Como mujer no binaria, me gustaría quedar embarazada con el semen de una mujer”. Una búsqueda básica en Google muestra que el posteo es fake.
Ahora Márquez presenta a Miklos Lukacs como a una estrella de Perú. Ese país, según señala, nos ayudó durante la guerra de Malvinas contra los invasores, “asesinos de Gandhi”. Lukacs tiene 89.000 seguidores en X y 75 mil en Instagram. En esta visita ve al país con mayor optimismo y más dinamismo económico, la efervescencia libertaria está en apogeo. Después pregunta quiénes se sienten conservadores: la mitad del público contesta a los gritos.
En el jardín del teatro sobre la avenida Cabildo, Brisa, de 23 años, se define conservadora:
—Me gusta la derecha a la antigua: Dios, Patria y Familia, como mi abuelo militar. Videla fue un prócer. Cometió crímenes, pero por la patria. Cuando estás en una guerra muere gente de las dos partes. Pero unos están condenados y con 90, 95 años siguen en la cárcel, mientras los terroristas están hasta en puestos políticos y los indemnizaron.
Brisa es de la juventud libertaria de 3 de Febrero y, como sus compañeros, pagó la entrada de 10.000 pesos, la más barata. Su referente político explica que los políticos en Argentina se pasaron de progresistas, “defendieron delincuentes y pedófilos”.
Un vendedor se acerca al grupo y ofrece llaveros con tazas en miniatura “para lágrimas de zurdo”. Cuestan $1.000 y, si la leyenda está pintada en dorado, $2.000.
Ahora se suma al grupo Artie, cumple 18 años hoy, tiene un pantalón jogging Nike gris moteado y una camisa bordó elegante, de manga corta. Sus amigos lo definen como un fan “termo” de Milei:
—Todo lo que dice, yo digo: ´tiene razón´. Por ejemplo, que la inflación le pega más a los pobres y que es un fenómeno monetario. A los 9 años empecé a ver política, seguía a Dannan y a otros influencers. Mis padres eran peronistas, me llevaron a la asunción de Cristina. Mi vieja siempre la amó hasta que les empecé a hablar. Y los convencí de votar a Milei.
En el patio se toma café, Red Bull y cerveza. Hay dos cuarentones de la Junta Promotora de LLA, uno con remera de Johnny Cash y el otro, de los Ramones. Se ve mucho traje negro y alguna cartera de Louis Vuitton. Es norma el pelo muy corto en los varones, salvo un hombre alto y corpulento, con remera de Rammstein y colita, que vino solo. Casi ninguna mujer tiene el pelo teñido de un color que no sea rubio.
Ahora Márquez presenta a un personaje “incómodo para la prensa ensobrada de Argentina”. Un video muestra al presidente español, Pedro Sánchez. Las imágenes de un periodista asediando a diputados con sus preguntas pasan en ráfaga. En las manifestaciones, algunos le dicen “te voy a dar la ostia”. Es Vito Quiles, la joven estrella de EDA TV. Javier Negre, dueño de ese medio, lo eligió por ser fachero.
Su charla es la historia épica de cómo, durante la pandemia, fue echado del diario El Mundo cuando el medio fue cooptado por los comunistas del PSOE.
—Ganaba plata y tenía minas —dice—. Como Steve Jobs, que fue echado de su empresa y creó Apple, yo creé un medio con un par de teléfonos celulares.
Negre se instaló en Argentina en junio pasado y está acreditado en Casa Rosada. Está convencido de que los grandes medios tradicionales ya no son rentables. Son sectarios, comunistas, reciben pauta. Milei tiene razón en señalarlos. En cambio, el suyo está valuado en 5 millones de euros. Y le compró a Fernando Cerimedo la mitad de La Derecha Diario, medio que organizó este festival.
Cerimedo tarda 20 minutos en atravesar el hall del teatro. Militantes brasileños lo abordan, preocupados por la persecución del gobierno de Lula de Silva y por el cierre de X en su país.
—¿Pudiste moldear a Milei?
—No se intentó. Javier es auténtico y queríamos mostrar eso. No hay un personaje. En marketing político, lo nuevo es la autenticidad. Lo genuino vende y la gente compra. Acá compraron lo legítimo.
Cerimedo está entusiasmado porque la derecha argentina, que siempre fue molecular, ahora entró en razón y se unió. Los ataques de periodistas a Milei no restringen libertades, dice:
—Esas son opiniones de Javier como ciudadano en las que coincido porque las hemos sufrido. Pero no se va a cerrar un canal porque opina mal de Javier.
—¿Milei no se pasa de agresivo?
—No. Entiendo que otros lo vean así. Pero decirle “rata” a un diputado no es tan grave como que los diputados usen Aerolíneas para viajes personales: eso es ser una rata.
Traje azul marino ceñido, maquillaje, carterita y stilettos dorados: Sandra es brasileña, tiene 33 años, es empresaria y vino especialmente para el festival.
—Hoy no tenemos libertad —dice en castellano—. Acá hay varios brasileños exiliados que, si vuelven, van a la cárcel. Son personas de bien que nunca robaron nada. Hay una persecución de la Justicia a los que se oponen al gobierno de Lula. Toda la cartilla de Venezuela se está aplicando en Brasil. No tenemos X y el que entra, paga una multa de 50.000 reales, algo que ni China aplica.
Cierra el acto Agustín Laje con un largo análisis político sobre el globalismo, el wokismo y la Agenda 2030 de la ONU. Recuerda que llenaron el auditorio en 2019 cuando afuera se les mataban de la risa, los creían “consumo irónico”. Centrado en América Latina, describe la formación del Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla:
—Estamos viviendo una segunda oleada del socialismo del siglo XXI con Lula, Petro, Ortega, Boric. En el mapa pintado de rojo Argentina es un faro de resistencia de la libertad. La tarea es apostar a los jóvenes, que les robamos a los zurdos.
Laje pide conquistar para la derecha la palabra Pueblo:
—Cada uno de ustedes debería tener varias cuentas de X, esa nueva Sierra Maestra.
Pese a la arenga de Laje, el puesto de La Libertad Avanza en Cabildo y Virrey Loreto solo logró siete afiliados nuevos en tres horas.
Al final del evento, cuando el público se amucha en el atrio, un militante exaltado, Fernando Valenzuela, intenta contagiar con una canción: “Saquen al pingüino del cajón/ para que vea/ que los pibes cambiaron de idea/ llevan la bandera que trajo el León”. No lo consigue. Unos minutos después, en la vereda, se pelea a los gritos con un compañero, en la fila de personas que esperan firma y foto de Laje y Márquez. No llegan a irse a las manos.
Victoria Villarruel aprovechó la parálisis del Congreso por el receso invernal para sumar nuevas fotos a su álbum político en su apuesta por candidatearse como presidenta en 2027. Este lunes publicó un video en redes sociales donde se la ve junto al gobernador Gerardo Zamora y su pareja, la senadora Claudia Ledesma Abdala, a quienes visitó en vísperas de la celebración de la ciudad de Santiago del Estero como la más antigua de Argentina.
Además del mandatario provincial, en el video aparecen los legisladores nacionales en representación de esa provincia. La jurisdicción tiene siete bancas de diputados y, como todas las demás, tres en el Senado. Todas son ocupadas por hombres y mujeres del oficialismo santiagueño, una muestra del poder sin fisuras del gobernador.
La Vicepresidenta posteó en X el registro audiovisual del encuentro. “Próximo al aniversario de la ciudad más antigua de nuestro país, me reuní con el gobernador de Santiago del Estero @GZamoraSDE, senadores nacionales y la totalidad de su gabinete en la Casa de Gobierno”, tipeó.
Villarruel estuvo el viernes pasado en Catamarca, junto al gobernador Raúl Jalil. Allí participó de la inauguración de la 54° edición de la Fiesta del Poncho.
Según fuentes libertarias, la Vice pidió visitar la Casa de Gobierno de Santiago, considerando que le quedaba de paso en su regreso a Buenos Aires. Después de firmar el libro de visitas, como indica el protocolo, Zamora la obsequió un cuadro de Mama Antula.
“En el marco de su regreso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y luego de su paso por la provincia de Catamarca, la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, realizó una visita protocolar a Casa de Gobierno. Fue recibida por el gobernador Gerardo Zamora, con quien mantuvo un encuentro institucional”, resumió en un parte de prensa la gobernación. “Más allá del posicionamiento político, es una Vicepresidenta”, respondieron en el peronismo santiagueño ante la consulta de LPO.
Villarruel y Zamora, en la Casa de Gobierno de Santiago del Estero.
Las circunstancias de las visitas de Villarruel a los diferentes distritos son tal vez solo una excusa para seguir aceitando el vínculo con los mandatarios provinciales, justo en el momento en que Javier Milei profundiza su destrato y detona los puentes con ellos.
Ya el 9 de julio, la Vicepresidenta viajó a Tucumán, pese a que el Jefe de Estado declinó su visita por la neblina que afectó las condiciones climáticas el día anterior. Aunque no se habría cruzado con Osvaldo Jaldo, estuvo en la histórica casa en que se declaró la independencia argentina y se sacó fotos con niños.
Villarruel pidió visitar la Casa de Gobierno santiageña y Zamora le regaló un cuadro de Mama Antula.
También participó del acto oficial en el Monumento a la Bandera el pasado 20 de junio. Ese día compartió escenario con Maximiliano Pullaro, mientras que Milei solo asistió a un acto más chico en el regimiento del barrio de Palermo.
Los movimientos de Villarruel son parte de su plan de instalación política para después de las elecciones de medio término. Desde principios de año, la Vice empezó a rediseñar su equipo de colaboradores, tal como informó sucesivamente LPO, y el conflicto con Milei se agudizó hasta niveles irreversibles.