Sociedad

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    Bullrich esquivó las preguntas sobre los vínculos narcos y La Libertad Avanza: “No es problema nuestro”

     

    En su primera presentación en Diputados tras ser electa senadora, Patricia Bullrich evitó dar respuestas sobre las relaciones entre el narcotraficante Fred Machado, el diputado Espert y aportantes de su propia campaña. En lugar de detallar el Presupuesto 2026, defendió su política de “orden” y anunció un nuevo Código Penal “no garantista”.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable

    El debut legislativo de una ministra bajo la lupa

    La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se presentó este martes en la Cámara de Diputados para exponer sobre el Presupuesto 2026. Sin embargo, su debut como futura senadora estuvo lejos de centrarse en los números de su cartera. La funcionaria dedicó la mayor parte de su exposición a reafirmar su política represiva y a prometer que “se acabaron los piquetes”, en un discurso que buscó más impacto político que rendición de cuentas.

    Con un oficialismo envalentonado tras las elecciones del 26 de octubre, La Libertad Avanza intenta ahora dilatar la discusión del Presupuesto para después del 10 de diciembre, cuando el nuevo Congreso —más favorable al gobierno— asuma sus bancas.

    Pero lo que marcó la jornada fue otra cosa: Bullrich esquivó dar explicaciones sobre las relaciones entre el narcotráfico y miembros de su propio espacio político.


    Fred Machado, Espert y una respuesta esquiva

    El momento más tenso de la sesión llegó cuando el diputado del Frente de Izquierda, Christian Castillo, le preguntó directamente por el vínculo entre el diputado José Luis Espert y el empresario Fred Machado, acusado de narcotráfico y lavado de dinero.

    Castillo recordó que Espert viajó 36 veces en aviones de Machado y recibió transferencias de sociedades vinculadas al acusado. También le señaló la relación de Alejandra Bada Vázquez, aportante a la campaña de Bullrich en 2023, con el mismo entramado.

    La ministra evadió la pregunta y se limitó a afirmar que Machado “no tiene una causa en Argentina” y que “está preso para extradición”. Según su relato, “no es problema nuestro”, porque “los delitos fueron cometidos fuera del país”.

    Una defensa que sonó más a descargo político que a respuesta institucional, y que dejó en evidencia el doble estándar del oficialismo: mientras se jactan de “orden y justicia”, guardan silencio ante las conexiones de sus propios cuadros con redes delictivas.


    “El que las hace, las paga… si no es de mi partido”

    La frase con la que Castillo resumió la situación resonó fuerte en el recinto: “Si es de su partido, las zafa, no las paga”. Y es que Bullrich tampoco respondió cuando se le repreguntó sobre los informes de inteligencia elaborados durante su gestión anterior que, según ella, “debían haber sido enviados a la Justicia Electoral”.

    La ministra insistió en culpar al gobierno anterior y volvió a deslindarse: “Si había un delito, debían haber denunciado en ese momento”. En el mismo tono, negó los aportes de Bada Vázquez a su campaña, calificando todo de “un invento”.

    Sin embargo, los registros de la Cámara Nacional Electoral muestran el nombre de la empresaria entre los aportantes, lo que deja en evidencia otra contradicción de la funcionaria.


    Un nuevo Código Penal, sin garantías

    En otro tramo de su exposición, Bullrich anunció que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso un nuevo Código Penal, con más de 900 artículos y penas más duras para múltiples delitos.

    El texto, según adelantó, “no será garantista”, dejando clara la orientación punitiva del gobierno. Entre las modificaciones, mencionó la imprescriptibilidad de homicidios y abusos sexuales, la creación de figuras como la “porno venganza” y el endurecimiento de las sanciones por delitos de corrupción y enriquecimiento ilícito.

    Lo que no explicó fue cómo garantizará la transparencia en un gobierno que acumula denuncias de vínculos con financistas sospechados y empresarios investigados.


    Presupuesto, postergaciones y blindaje político

    La exposición de Bullrich fue más un acto de campaña que una rendición ante el Congreso. Con la discusión del Presupuesto 2026 todavía abierta, el oficialismo apuesta a postergar el dictamen hasta después del 10 de diciembre, cuando contará con una mayoría propia más cómoda.

    La oposición, por su parte, busca mantener el calendario previsto y aprobar el dictamen el próximo martes 4 de noviembre.

    Pero, mientras tanto, la ministra logró lo que parecía su verdadero objetivo: desviar la atención de los vínculos narcos dentro de su espacio político y vestir de “orden” lo que, en los hechos, es una gestión cada vez más opaca.

     

  • El pase de facturas por la derrota de Schiaretti escala la interna del cordobesismo

     

    La interna del «cordobesismo», contenida por la expectativa que generaba el lanzamiento nacional de Provincias Unidas, escaló tras la derrota que sufrió el Gobierno provincial a manos de La Libertad Avanza, resultado que encendió las alertas por la volatilidad que viene registrado el voto «indeciso».

    El único consuelo que encuentran en el oficialismo cordobés es la cosecha electoral de Natalia de la Sota, que terminó por arrebatarle la histórica banca que ganaba en este tipo de elecciones el kirchnerismo, y la aparición de Gabriel Bornoroni como nuevo «opositor» que tensiona con Luis Juez.

    Sin embargo, el lunes de la derrota volaron las facturas por los desempeños territoriales. Los intendentes llaryoristas que ganaron sus localidades pusieron en sus estados de WhatsApp el resultado, una ofrenda al gobernador, quien en la campaña avisó que «no habrá 2027 sin 2025». Esa premonición también caló en el Gobierno, que vivió un lunes negro puertas adentro de los despachos.

    Los libertarios cordobeses exultantes porque dicen que Roca jubiló a Schiaretti

    Sin embargo, quien más exhibió el resultado del domingo fue la vicegobernadora Myrian Prunotto, quien tuvo un año complejo en la interna oficialista: resistida desde siempre por el peronismo por su origen radical, Prunotto también fue cuestionada por cómo manejó la crisis que se desató en diciembre cuando Guillermo «el Puma» Kraisman, un puntero del PJ capitalino, fue detenido por intentar cobrar un sueldo de la Legislatura asignado a una mujer que no trabajaba en el Poder Legislativo.

    Prunotto hizo público un detallado Excel (ver abajo) con el detalle de los resultados en las 47 localidades con más de 10 mil habitantes. Lo hizo para explicitar que su ciudad, Estación Juárez Celman, ubicada en el Gran Córdoba, dentro del departamento Colón, fue la única que le aportó una victoria contundente al Gobierno: 11 puntos. Luego, hubo dos exiguas victorias: Morteros y Cosquín, por menos de 0,5 puntos cada una.

    La vicegobernadora  Prunotto

    El listado también exhibe algunas palizas. Se destaca la que recibió el peronismo cordobés en Colonia Caroya, el condado de Gustavo Brandán, el ministro de Cooperativas de Llaryora (-26 puntos), donde el oficialismo provincial tuvo una derrota superior en puntos a la que le dieron en Jesús María (-15), territorio de Luis Picat, el diputado radical devenido en libertario. La radical Prunotto y el llaryorsita Brandán son del mismo departamento, Colón, por lo que la grieta quedó expuesta.

    También se pusieron en el Excel público las derrotas de «Peta» Bernarte en San Francisco, la ciudad de Llaryora (-8); de los hermanos Facundo y Marcos Torres, presidente provisorio de la Unicameral e intendente de Alta Gracia, respectivamente, que perdieron la ciudad por 11 puntos; y de Eduardo Accastello, quien llevaba a su pareja en la boleta, con la caída por 19 puntos de Villa María. El listado es mucho más amplio e incluye localidades gobernadas por la oposición provincial, como Río Tercero y La Calera.

    El único consuelo que encontraba el llaryorismo puertas adentro es la cosecha de De la Sota, quien no llegó a los 9 puntos, aunque por debajo de ese promedio en Capital y Colón, el segundo departamento de la provincia. «Natalia no es un Cuco para el Gobierno, habrá qué ver si en el 2027 la queremos dentro del esquema o partiendo a la oposición», decían este lunes postelectoral en El Panal.

    El seguimiento de las encuestas indica que los indecisos resolvieron su voto horas antes de ir a votar, y lo hicieron masivamente a favor de La Libertad Avanza, es decir en contra de Llaryora, que estuvo al frente de la campaña de Schiaretti. Aunque algunas encuestas vaticinaban la derrota de Schiaretti -la consultora Zeta midió una semana antes 5 puntos a favor de LLA y 6 de indecisos, por ejemplo-, la diferencia del final esconde que ese grupo de «indecisos» será clave en marzo/abril de 2027, cuando Llaryora busque la reelección.

     

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    La “reforma laboral” de Milei: jornadas de 12 horas, sueldos en tickets y despidos en cuotas

     

    El Gobierno impulsa un proyecto de “modernización” laboral que elimina derechos conquistados durante décadas. Bajo la retórica de la libertad y la competitividad, el Ejecutivo busca flexibilizar al extremo las condiciones de trabajo, debilitando sindicatos, paritarias y seguridad social.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable

    El gobierno de Milei avanza con su plan de reforma laboral, presentado como un salto hacia la “modernización” pero que, en realidad, significa un retroceso histórico en materia de derechos laborales. La iniciativa propone jornadas de hasta 12 horas, indemnizaciones pagadas en cuotas y salarios fraccionados en tickets canasta, configurando un modelo que traslada todo el peso de la “eficiencia” a las espaldas del trabajador.

    Según los fundamentos del proyecto, el objetivo es “flexibilizar para generar empleo”. Pero detrás de ese eufemismo se esconde una ofensiva estructural contra el sistema de protección social y las conquistas del movimiento obrero argentino. Gabriel Solano, del Partido Obrero, sintetizó la gravedad del texto: la reforma equivale a esclavitud laboral.


    Flexibilización total: más horas, menos derechos

    El texto difundido por portales como Infobae, La Nación y El Tucumano detalla que la jornada laboral podría extenderse hasta 12 horas diarias, y que se habilitaría un banco anual de horas que elimina el pago de horas extras. Además, las vacaciones podrían fraccionarse a criterio de las empresas, y las indemnizaciones podrían abonarse en cuotas, reduciendo la estabilidad laboral a una mera variable contable.

    La iniciativa también reactiva los tickets canasta, figura que reapareció desde los años ’90 y que permite pagar parte del salario sin aportes patronales ni cargas sociales. En la práctica, esto desfinancia la ANSES, el PAMI y las obras sociales, dejando a los trabajadores con menos cobertura y a los jubilados con menos recursos.


    El salario como mercancía

    El discurso oficial insiste en que el sistema laboral argentino “tiene más de 70 años” y “ya no sirve”. Sin embargo, lo que el gobierno presenta como modernización es una liberalización total del trabajo, donde el asalariado deja de ser sujeto de derechos para transformarse en mercancía.

    La eliminación de las paritarias por actividad —reemplazadas por negociaciones dentro de cada empresa— pulveriza la fuerza del sindicalismo y fragmenta la representación colectiva. Cada trabajador deberá negociar su salario solo, frente a patronales cada vez más concentradas.


    El espejismo del empleo “formal”

    Desde el oficialismo, señala el periodista Osvaldo Peralta desde EnOrsai, se sostiene que la reforma permitirá incorporar al sistema a los trabajadores informales. Pero la historia reciente desmiente esa promesa: las reformas flexibilizadoras de los ’90 no generaron más empleo, sino más precariedad. Formalizar en estas condiciones no es integrar, es legalizar la explotación.

    Además, la reducción de cargas patronales —presentada como incentivo a la contratación— provocará un nuevo agujero en las finanzas previsionales, debilitando el sistema de jubilaciones y salud pública.


    Un ataque a la estructura sindical y social

    El proyecto también busca reconfigurar la relación entre capital y trabajo: el empleador gana autonomía y el trabajador pierde respaldo. En palabras simples, la libertad del patrón pasa a ser la falta de libertad del obrero.

    Referentes del sindicalismo, del peronismo y de la izquierda anticiparon un frente común de rechazo a la reforma. En varias centrales obreras ya se discute un plan de lucha y la posibilidad de un paro nacional. La CGT analiza convocar a una movilización si el proyecto avanza en el Congreso.


    Volver al pasado

    El trasfondo del debate no es técnico ni económico, sino político y cultural. Milei pretende borrar el concepto de derecho laboral, reemplazándolo por la idea de contrato individual, como si la libertad de elegir existiera entre partes desiguales. Lo que se discute no es una reforma, sino el sentido mismo del trabajo digno.

    La experiencia argentina demuestra que la “flexibilidad” sólo trajo más desigualdad. Bajo el ropaje de la modernidad, el gobierno busca reinstalar un modelo preperonista, donde el trabajador depende de la voluntad patronal y el Estado se limita a certificar la desigualdad.

    En definitiva, la reforma laboral que Milei intenta imponer no moderniza: restaura. Y lo hace en nombre de una libertad que sólo beneficia a los poderosos.

     

  • La derrota agravó el estallido del peronismo en Morón: «Nos gobierna un grupo de cobardes»

     

    La derrota de este domingo en la provincia de Buenos Aires detonó la tregua impuesta en la interna del peronismo y, a pocas horas de conocerse el resultado, comenzaron a hacerse públicas acusaciones cruzadas y pases de factura.

    La tensión interna que se expande en la provincia hoy expone choques por la estrategia de desdoblar y por el armado de la lista nacional, con los intendentes reclamando mayor protagonismo.

    Pero también hay disputas locales que van más allá del pulso interno macro. Tal es el caso de Morón, donde llegó a un punto de no retorno la relación interna entre el intendente Lucas Ghi y el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella.

    En medio de una guerra interna que incluyó el desplazamiento del sabbatellismo del gabinete municipal y la puja por el control del Concejo Deliberante, la derrota de la boleta de Fuerza Patria en Morón terminó por exacerbar el estallido.

    Al señalar que Morón «es el único lugar del conurbano donde gobernamos y se perdió», el referente de Nuevo Encuentro Diego Spina dijo que el resultado requiere hacer una lectura «de un mal Gobierno y una dirigencia que se encierra en sí misma».

     En paralelo, se registra una fuerte pelea por la conducción del Concejo. Tras varios movimientos de concejales desde ambos sectores, Nuevo Encuentro hizo un acuerdo con el Frente Renovador para obturar que ocupe la presidencia un concejal del sector de Ghi. 

    La mano derecha de Martín Sabbatella confirmó la intención del espacio de competir por el municipio en 2027 y trazó una fuerte diferencia con Ghi durante su mensaje a la militancia de Nuevo Encuentro este domingo por la noche: «Estamos nosotros y nosotras, no hay un grupo de cobardes como son los que gobiernan hoy Morón».

    Como contó LPO, pese a las tensiones internas que fueron creciendo entre Ghi y Sabbatella, ambos sectores acordaron una lista de unidad para jugar en septiembre. Pero las disputas por el control del Concejo Deliberante volvieron a detonar todo canal de diálogo.

    Al final no hubo ruptura en Morón y Lucas Ghi logró imponer a su hermano

    En ese contexto, la diputada nacional y senadora provincial electa Mónica Macha, acusó a Ghi por «bastardear» a Nuevo Encuentro y «dejarlo fuera del Gobierno». Y agregó: «Hacer mierda todo lo que se construyó en tantos años también tiene consecuencias».

    Spina también dijo que el intendente vulneró «la posibilidad de diálogo, amparando violencias de todo tipo». Esto último no parece un mensaje casual tras la denuncia contra Hernán Sabbatella por violencia de género que días atrás derivó en la decisión de Ghi de separarlo del gabinete por tiempo indeterminado, mientras se desarrollen las investigaciones.

    Sin embargo, cerca de Martín Sabbatella (enemistado con su hermano a partir de denuncias por violencia de género previas) acusan a Ghi de «apañarlo» a quien, hasta la semana pasada, fue secretario de Legal y Técnica. En esa línea, señalan que Hernán Sabbatella ya había sido expulsado del partido «varios meses atrás» por denuncias previas del mismo tenor.

     Al señalar que Morón «es el único lugar del conurbano donde gobernamos y se perdió», el referente de Nuevo Encuentro Diego Spina dijo que el resultado requiere hacer una lectura «de un mal Gobierno y una dirigencia que se encierra en sí misma». 

    En paralelo, se registra una fuerte pelea por la conducción del Concejo. Tras varios movimientos de concejales desde ambos sectores, Nuevo Encuentro hizo un acuerdo con el Frente Renovador para obturar que ocupe la presidencia un concejal de Ghi.

    Para eso, Martín Sabbatella y el referente renovador en Morón, el ministro de Transporte bonaerense Martín Marinucci, acordaron la licencia de Spina para garantizar que el hoy titular del Concejo, el massista Marcelo González (que accedió como concejal suplente), no sea desplazado ante el retorno de un concejal titular proveniente del gabinete de GhI.

    El caso de Morón es, quizás, la fractura más expuesta del peronismo provincial que, por estas horas, transita tensos cruces a raíz de la derrota. LPO contó la exigencia de mayor protagonismo de intendentes del PJ que cuestionaron ser relegados en la lista nacional.

    Intendentes PJ exigen más protagonismo tras la derrota: «Tienen que entender que somos los que tenemos los votos»

    «Tienen que entender que somos los que tenemos los votos», dijo el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, en un mensaje que tuvo su efecto expansivo en otros intendentes del PJ.

    El axelista Mario Secco respaldó a Granados: «Lo que dice tiene su lógica porque no hubo ningún intendente en la lista. Le sacaron a La Matanza la posibilidad de tener un diputado, cuando sabemos que La Matanza es una provincia dentro de otra», dijo el intendente de Ensenada a Radio Provincia.

    En el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) cuestionaron la lista nacional y dirigieron las responsabilidades a Cristina Kirchner. «El vecino sintió que la lista no era armada por Kicilllof», dijo el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi.

    La Cámpora sale a cuestionar la estrategia electoral de Kicillof: «Cristina tenía razón»

    «Taiana no fue muy motivador y eso nos limitó», espetó Secco y contrastó con la estrategia de Kicillof en septiembre: «Puso a la vicegobernadora de testimonial y Verónica la rompió en la Tercera», sostuvo en un contexto donde –como reveló LPO– Magario es empujada por el axelismo para disputarle a Máximo el PJ provincial.

    «En septiembre los intendentes ganamos por 14 puntos. La lista armada en más de un 90% por la presidenta del partido a nacional, perdió», dijo a LPO otro intendente del MDF que defendió el desdoblamiento en medio de las acusaciones del kirchnerismo que sostuvo tras la derrota: «Cristina tenía razón».

    Con ese clima y con el debate en ciernes por la conducción del PJ bonaerense, hay intendentes del axelismo que, por lo bajo, señalaron a LPO: «Para Axel llega un momento de definiciones muy importante para lo que viene, tendrá que hacer lo que muchos queremos que haga o nos llevan a todos puestos».

     

  • Sáenz le facturó a Cristina la fallidas candidaturas: «Quiere convertir el PJ en una pyme familiar»

     

    El gobernador Gustavo Sáenz acusó a Cristina Kirchner de querer convertir el PJ en «una pyme familiar», después de las intervenciones fallidas del partido en Salta, Jujuy, Misiones y Corrientes. 

    «Vino la señora e intervino el Partido Justicialista, así le fue en las provinciales y ahora se quedó sin nada en las nacionales», arengó el salteño durante el discurso que dio al conocerse los resultados de la elección de este domingo.

    Con un poncho rojo sobre el hombro, dijo: «Tenía un diputado nacional, ya no lo tiene, tenía dos senadores nacionales y ya no los tiene». La referencia de Sáenz apuntaba el diputado Emiliano Estrada y los senadores Sergio «Oso» Leavy y Nora del Valle Giménez.

    Estrada iba de primer candidato a diputado por Fuerza Patria pero quedó fuera del reparto de las tres bancas en disputa, que fueron para los libertarios María Gabriela Flores y Carlos Raúl Zapata, por un lado, y el candidato de Primero los Salteños, Bernardo Bielli.

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    En el Senado, el kirchnerismo perdió el lugar de los dos senadores que había conquistado con la elección del Frente de Todos en 2019, por insistir a través de la intervención de Sergio Berni con la postulación de Juan Manuel Urtubey, una suerte de estrategia para capturar al electorado de Sáenz, y desplazar a Leavy, fundador del Partido de la Victoria en Salta en 2003, kirchnerista de la primera hora y exintendente de Tartagal.

    En el Senado, el kirchnerismo perdió el lugar de los dos senadores que había conquistado con la elección del Frente de Todos en 2019, por insistir a través de la intervención de Sergio Berni con la postulación de Juan Manuel Urtubey.

    Las bancas por la mayoría se las quedaron los libertarios María Emilia Orozco y Gonzalo Guzmán, mientras que la de la minoría la obtuvo Flavia Royón, ex secretaria de Energía durante el desempeño de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía. La conexión entre el líder del Frente Renovador y Sáenz habría sido una de las razones de Cristina para bloquear un acuerdo entre el gobernador y Fuerza Patria, según fuentes al tanto de las tensiones.

    En efecto, un legislador salteño dijo a LPO que «Sáenz solo pedía un diputado pero Cristina no le dio ni eso», al tiempo que también cargó contra la intervención de Berni, a quien le atribuyó «falta de olfato». «Berni decía que Leavy tenía 2 puntos pero el Oso terminó sacando 8,5», indicó.

    Uno de los senadores peronistas deslizó, por otra parte, que existiría la chance que Royón termine sumándose al armado de Convicción Federal, el bloque del puntano Fernando Salino, el riojano Fernando Rejal, el catamarqueño Guillermo Andrade y la jujeña Carolina Moisés. Ese armado tiene obvias terminales con los gobernadores Ricardo Quintela y Raúl Jalil pero también con Sáenz, quien mantiene un vínculo de afinidad política con Moisés.

    La senadora jujeña, de hecho, habría participado del acto de cierre de campaña del gobernador salteño. «Le mandaron un helicóptero para buscarla», dijo una fuente.

    Sáenz profundizó este lunes su mensaje contra Cristina en un posteo de X. «Sra. Cristina, usted intervino los PJ de Salta, Jujuy y Misiones para poner a dedo candidatos de La Cámpora que sean funcionales a usted y a su hijo. El PJ no es una pyme familiar», dijo.

    Sra. Cristina, usted intervino los PJ de Salta, Jujuy y Misiones para poner a dedo candidatos de La Cámpora que sean funcionales a usted y a su hijo. El PJ no es una pyme familiar.

    Incluso le pidió a Cristina que se haga «cargo de algo». «Lo que pasó el domingo en el país es su responsabilidad y el terror de muchos argentinos de que vuelva», dijo, y agregó: «Siga bailando tranquila en su balcón y devuélvales los PJ intervenidos a sus legítimas autoridades».

    El reclamo de Sáenz expresa también la bronca de un lote de gobernadores y senadores que deslizan en voz baja que están hartos del modelo de conducción de La Cámpora y Cristina.

    En Jujuy, por caso, la intervención de Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez también fracasó. Moisés y la diputada Leila Chaher no pudieron ponerse de acuerdo ni con la mediación de Cristina, la dirigente de La Cámpora terminó tercera, detrás de los libertarios y los radicales, y el peronismo perdió su banca.

    Moisés y Uñac, en el Senado.

    En Misiones tampoco surtió efecto la intervención del partido: los representantes de Fuerza Patria en los comicios quedaron a 21 puntos del oficialista Frente de la Concordia y terminaron casi a 30 puntos de distancia de los libertarios.

    Cerca de Cristina habían dicho en febrero a LPO que la decisión se tomó porque los dirigentes partidarios en Salta y Misiones ocupan bancas en la Cámara de Diputados en representación del peronismo pero votaban las leyes que pedía Javier Milei. «Además, en Misiones no se presentaron a las últimas elecciones con el PJ y se puede caer la personería jurídica si repiten la misma acción», argumentaron.

    Por eso, Sáenz opinó que los candidatos de Cristina «hicieron la peor elección de la historia en estas tres provincias».

     

  • En el mercado creen que el dólar rebotó porque Bessent aprovechó la baja para comprar

     

    Las fuertes oscilaciones que tuvo este lunes la cotización del dólar que arrancó la jornada desplomándose y luego subió fuerte, en el mercado la atribuyeron a una decisión del Tesoro norteamericano que aprovechó el previsible derrumbe post electoral del dólar para recuperar parte de los dólares invertidos y de paso hacerse de una ganancia interesante.

    La jugada, aseguran, habría sido ejecutada a través de sus bancos de siempre, JP Morgan, Citi y Santander, que operan como brazo largo del Tesoro en los mercados emergentes. 

    El dólar, que llegó a caer hasta los $1.320 en las primeras horas de la mañana, rebotó con fuerza para cerrar en $1.460. El salto encendió el tablero en las mesas de dinero, donde algunos leyeron la intervención como una señal que el Tesoro de Estados Unidos no solo vende cuando quiere ayudar al gobierno libertario, sino que también compra cuando el precio se derrumba. Micromanagement del peso argentino.

    «Es la típica operación de Bessent y compañía: primero empujan y después salen a precio de ganga», resumió un operador porteño. 

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    La escena fue cinematográfica: en cuestión de horas, el humor financiero dio una vuelta completa. A las 10 de la mañana, el dólar oficial caía de $1.515 a $1.370, casi un 10% en una hora. Al mediodía, el billete recuperaba 50 pesos y se ubicaba en torno a $1.420. En el tramo final, con las pantallas de BYMA encendidas y las mesas al rojo vivo, la divisa trepó hasta $1.460, donde terminó el día. 

    En el mercado mayorista el movimiento fue similar: piso en $1.350, cierre en $1.435. La volatilidad fue tal que algunos la compararon con una corrida «a la inversa»: no por fuga, sino por entrada. «Cuando el tipo de cambio cae 200 pesos y el Tesoro de EE.UU. aparece comprando, no es una corrida, es una aspiradora de dólares», bromeó un gestor local. En esa lógica, el derrumbe inicial habría sido una trampa perfecta para los fondos globales que venían expectantes de una señal de estabilización. 

    Es la típica operación de Bessent y compañía: primero empujan y después salen a precio de ganga.

    Pero el Gobierno si tuvo una mejora financiera importante. El riesgo país, que venía en 1.080 puntos el viernes, se derrumbó 40% para cerrar en 650 puntos basicos. Una mejora impresionante, aunque la tasa de financiamiento sigue siendo prohibitiva: el 11% anual en dólares, un nivel que sigue dejando a la Argentina fuera de los mercados voluntarios. 

    El telón de fondo es político: el triunfo libertario tranquilizó los mercados. Desde la noche misma de la elección, los primeros indicios ya estaban ahí: el dólar cripto se desplomó y las acciones argentinas en Wall Street se dispararon hasta un 40% en el premarket. 

    El lunes por la mañana, la tendencia se consolidó. Los bonos rebotaron entre 15% y 23%, mientras las ADR de los bancos, grandes perdedores de las últimas semanas, encabezaban la recuperación con subas de hasta 50%. 

    En Nueva York, los bancos y energéticas argentinas lideraron el ranking de subas: Galicia, Macro y BBVA se dispararon más de 45%. Las acciones de YPF también acompañaron el rally. Los bonos globales, en tanto, cerraron la jornada con alzas de dos dígitos: el AL30 saltó 18%, el GD35 trepó 22%.

    Aun así, los operadores más veteranos pidieron cautela. «El alivio es técnico, no estructural. Todavía no esta resuelto el problema de solvencia del país», advirtió un portfolio manager desde Miami.  Otro fue más filosos: «Esto no es confianza, es oportunismo».