Quién es la candidata de Rodríguez Saá en la lista PRO de CABA
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Quién es la candidata de Rodríguez Saá en la lista PRO de CABA

 

Ocupa un puesto expectante en la lista que secunda a Lospennato.

Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

La lista que presenta el PRO para las próximas elecciones legislativas en CABA tiene caras conocidas y otras no tanto. Detrás de el nombre de Silvia Lospennato se encolumnan nombres como los de Hernán Lombardi, Laura Alonso, Waldo Wolff y asta el secretario de Macri Darío Nieto. Pero otros, en la sábana de la lista, se pierden aunque tengan chances de asumir.

Entre ellos, en la posición 15, se encuentra Teresa Lucía Calleri, también conocida como Teresa Calleri de Gennaro, una vieja militante peronista de la Alianza Compromiso Federal que acompaña a los hermanos Rodríguez Saá desde el 2002, aunque siempre más cerca «del Adolfo».

Teresa Lucía Calleri, quien este año cumple 67 años de vida, nació en la Ciudad de Buenos Aires, es casada y tiene 3 hijos. Con dos de ellos se asoció para constituir BABORA S.R.L., empresa dedicada a la comercialización de frutas y verduras. Pero su profesión real es Decoradora de Interiores.

En esta sociedad su prole tuvo algunas intimaciones de parte del gobierno de la Ciudad por el no pago de los impuestos, siendo multado por «defraudación fiscal».

Siempre con cargos, supo ser asesora de la Diputada Nelida Morales y más adelante asesora y jefa de prensa de la Diputada Ivana María Bianchi. Actualmente mantiene puesto en la Cámara de Diputados, con legajo 724776, dentro de la Planta Temporaria, en la categoría A-3-T.

Candidata a diputada en sucesivas elecciones desde el año 2007, desde la posición 15 de la lista PRO luchará este año por, finalmente, ocupar una banca.

 

Cuando la política se somete a la ideología

 

Estamos frente a un evento histórico, un punto de no retorno que nos lleva hacia reestructuraciones mundiales nunca antes vistas. Los especialistas en todo el mundo hacen sus diagnósticos y sus apuestas: “es la peor crisis desde el crack de 1929”, “es el fin del capitalismo”, “se acaba el patrón dólar”, “estamos ante la caída de la hegemonía norteamericana y el ascenso de China”, “estamos dejando atrás el neoliberalismo”, “ la era globalista llegó a su fin”, “estamos en la antesala de la tercera guerra mundial”.

La proliferación de diagnósticos se debe a que nos acostumbramos a pensar toda crisis como un evento inesperado que irrumpe en el normal desenvolvimiento de las cosas humanas. Como se suele decir: un rayo en el cielo sereno. Pero quizás haya que pensarlas como procesos, como una condensación de tensiones sociales y económicas que se entrelazan en una coyuntura.

Hay que pensar las crisis como procesos, como una condensación de tensiones sociales y económicas que se entrelazan en una coyuntura.

Cuando analizamos la creciente caída del espíritu democrático en occidente, desde el Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos señalamos que podía inscribirse en una crisis social amplia, en la que es posible reconocer al menos tres grandes rasgos. En primer lugar, una economía global que nunca se recuperó de manera plena luego de la crisis financiera global del 2008, cuando se agotó el modelo de crecimiento impulsado por la deuda. A partir de ese momento se instauró una economía inestable y volátil, guiada por la influencia decisiva de las empresas tecnológicas, la acelerada carrera de innovaciones y un crecimiento sin precedentes de la desigualdad a nivel global. Luego, hay que tener en cuenta los efectos de la crisis sanitaria que desató la pandemia del COVID-19, que antes que el retorno del Estado, afianzó el poder concentrado de los gigantes tecnológicos y la digitalización del mundo. Pero quizás lo más importante es que exacerbó la sensación de hartazgo e impotencia de los sujetos frente al mandato irrealizable de autosuficiencia y autogestión de sus propias vidas, el saldo de 50 años de régimen neoliberal. Esa sensación de impotencia, vinculada a los efectos de la desigualdad, la precarización y la promesa de una reparación siempre aplazada, fue la antesala de la expansión de los nuevos autoritarismos a nivel global. Finalmente, sucede que el principal señalado por esas promesas incumplidas fue el Estado, y con él, los encargados de gestionarlo. El corolario de todo este desplazamiento fue la crisis del sistema de representación democrático, cuyo efecto más profundo es la creciente desconfianza en los compromisos y los valores propios de la democracia.

También deberíamos pensar en otros elementos de la crisis que parecen estar languideciendo y nunca terminan de resolverse. Uno de ellos es el declive del modelo de producción industrial, que horadó el cinturón del acero de los Estados Unidos y es hoy la justificación ideológica de la política arancelaria de Trump, pero que también ha tenido consecuencias nocivas en otros países: deslocalización productiva, menores tasas de ocupación, caída del poder adquisitivo, amenazas de un mundo post laboral. Pero ¿no será que todas estas crisis acumuladas son dimensiones de un movimiento tectónico de mayor amplitud, temblores producidos por un movimiento más vasto?

En la sesión inicial del Ciclo Leer el Mundo del 2025, Juan Gabriel Tokatlian junto a Hinde Pomeraniec sugirieron algunas ideas para entender estos movimientos de escala global. Tokatlian señaló que estamos frente a una etapa de transición caracterizada por dos procesos. El primero de ellos, de mayor amplitud, es la caída del poder de occidente frente a oriente; el segundo, de más corto alcance, es la transición de un mundo hegemonizado por Estados Unidos, a un mundo multipolar. En este sentido, la actitud autoritaria y prepotente de Donald Trump es síntoma, no solo de un imperio en decadencia, sino de una civilización que entra en su ocaso. 

La actitud autoritaria y prepotente de Donald Trump es síntoma, no solo de un imperio en decadencia, sino de una civilización que entra en su ocaso.

Las consecuencias de esta transición a dos bandas se profundizan desde el momento en que Trump decide quebrar la alianza atlántica entre Estados Unidos y Europa, con el argumento de terminar con la ayuda económica a los países europeos en su cruzada con Vladimir Putin. A los ojos de Rusia, todo este conflicto nace de una promesa incumplida de asimilación a occidente por parte de la alianza atlántica, que se enunció luego de la caída del muro de Berlín y las reformas económicas pro mercado que realizó Boris Yeltsin, pero terminó con en el apoyo económico y militar a la Ucrania de Zelenski, que no es otra cosa que un avance de la OTAN sobre un territorio que Rusia veía como su último espacio de protección frente a occidente. El argumento de Trump para terminar con la guerra en Ucrania se mueve entre lo económico y lo pseudo pacifista: sostiene que el país que representa ya no está en condiciones de sostener ese conflicto, y que no hay nada mejor para el comercio internacional que una paz duradera, una idea liberal clásica.

El problema es que en el largo plazo, en el tiempo civilizatorio, esa decisión implica un quiebre de la alianza entre Europa y Estados Unidos, que es el corazón del poder de occidente. Y aún más, se produce en el momento en que ya se ha vuelto indisimulable la superioridad china en lo económico y lo productivo, pero también en lo geopolítico, con su espacio de influencia ampliada hacia África y América Latina. Una Europa azorada, que había entrado confiada a una cruzada contra Rusia, se encuentra ahora en la disyuntiva de volverse una zona comercial periférica y dependiente, al margen de los grandes jugadores de la época, o romper definitivamente con los Estados Unidos y volver a un proyecto político propio.

Luego de que Trump anunciara su nueva política comercial, la cuenta oficial de la Embajada de China en Estados Unidos publicó un video en el que Xi Jinping compara al gigante asiático con el océano, que se mantiene impertérrito ante los momentos de tormenta: “como el océano, luego de 5000 mil años de tribulaciones, China sigue aquí”.

Está metáfora de la fortaleza y la capacidad de adaptación de China aparece de manera concreta en una reciente conferencia de prensa de J.D. Vance, vicepresidente de Estados Unidos y republicano ultra conservador, donde explicó su visión crítica sobre la globalización. La idea básica de un mundo global era separar el proceso productivo: por un lado, el diseño e innovación de los productos quedaba a cargo de los países a la vanguardia del sistema mundial, lo que les garantiza trabajos de mayor calidad y el control de la innovación tecnológica. Por otro lado, el proceso de producción industrial quedaba en manos de los países más “rezagados”, sin capacidades de innovar y con salarios más bajos. Vance señala lo evidente. Este proceso que debía garantizar la hegemonía de Estados Unidos en las cadenas de valor simplemente falló. 

El argumento de Trump para terminar con la guerra en Ucrania se mueve entre lo económico y lo pseudo pacifista.

Con el paso del tiempo, China se ha vuelto cada vez mejor no solo en la producción más simple, sino en los procesos de diseño e innovación tecnológica. Primero, a partir de la copia de la tecnología de avanzada y, últimamente, generando sus propios proyectos. Tenemos varios ejemplos de esto. La empresa china Build Your Dreams (BYD) se convirtió este año en el líder global del mercado de autos eléctricos, desplazando a Tesla, propiedad de Elon Musk, lo que implica una derrota comercial para la empresa norteamericana que se puede ver en los números: en 2024 Tesla logró vender 1,8 millones de autos eléctricos (por debajo de sus ventas del 2023), mientras que BYD alcanzó 2,5 millones de unidades vendidas. Y más aún, BYD logró quedarse con el mercado Europeo, que ahora compra más autos chinos que estadounidenses. Pero esta no es solo una derrota comercial que se solucione con una guerra arancelaria. En una entrevista del 2011 le preguntaron al CEO de TESLA si veía a la recientemente creada empresa BYD como un competidor global. Elon Musk lanzó carcajadas y le preguntó irónicamente a la periodista: “¿viste sus autos?”. Tan solo 15 años después, Tesla fue desplazada por la capacidad productiva de la empresa china, pero también por sus enormes avances en el diseño tecnológico, el software y la eficiencia de la baterías de litio que, por cierto, también usan los modelos Tesla.

La rapidez con la que avanza China en sus procesos de actualización tecno productiva no solo se reflejan en el mercado automotriz, sino en todas las ramas de la economía. Recordemos que la última gran caída de la bolsa norteameriana -en particular las acciones de las grandes tecnológicas- se había producido el pasado enero, cuando la empresa china DeepSeek, creada en 2023, dio a conocer su modelo de R1, gratuito y de código abierto, que resultó ser más eficiente y rentable que los modelos de Silicon Valley. Este proceso también se explica por la formación de mano de obra altamente especializada: para el año 2024, Estados Unidos formó a unos 200 mil ingenieros, mientras que en China ese número asciende a 1,4 millones.

Este proceso globalista que debía garantizar la hegemonía de EE.UU. en las cadenas de valor simplemente falló. China se ha vuelto cada vez mejor no solo en la producción más simple, sino en los procesos de diseño e innovación tecnológica.

A esto hay que sumar el lento pero persistente avance de China en su área de influencia global. Con una diplomacia que se suele caracterizar como paciente y de largo plazo, el gigante asiático tiene una política de inversiones en proyectos internacionales que se basa en la estricta premisa de no injerencia en los asuntos internos de los países a los que lleva inversiones. El propio presidente Milei reconoció haberse sorprendido por esta política en una entrevista reciente a Susana Giménez. 

Uno de los últimos resultados de está diplomacia de la paciencia es que la Unión Europea, encabezada por Úrsula von der Leyen, ha disminuido sus críticas a China e iniciado un proceso de acercamiento para disminuir las consecuencias económicas y geopolíticas de la nueva política arancelaria de los Estados Unidos. El gigante asíatico parece estar finalmente en una situación en la que solo debe sentarse a esperar para que vengan a buscar su ayuda, paso previo al ineludible reconocimiento de su creciente liderazgo mundial.  Y entonces, ¿quién puede estar seriamente convencido de que una política arancelaria proteccionista puede revertir todo este proceso?

Los analistas críticos sostienen que la política económica de Trump carece de racionalidad. El mismo gobierno chino calificó la suba de aranceles como una “absurda y torpe extorsión disfrazada de política”. Las voces más benévolas o afines dicen que antes que económica, es una estrategia política típica del repertorio de Donald Trump: golpear y después negociar. Pero desde otra mirada, podemos pensar que es el resultado esperable de la sobre-ideologización de la derecha de occidente, un tipo de abordaje desbocado de la diplomacia del que tanto Milei como Trump son cultores. Esta mirada nos permite comprender mejor la nueva política arancelaria norteamericana, que no se basa en un análisis pormenorizado de los componentes de los costos de producción ni en la identificación de posiciones de debilidad en las cadenas de valor transnacionales. La suba de aranceles está enfocada en un cálculo simple que se basa en el déficit comercial que tiene Estados Unidos con cada uno de los países. “Nadie hace costos”, diría Guillermo Moreno. Esta política arancelaria insensata nos demuestra que la pérdida de las capacidades estatales de planificación no es solo un problema de los países que están rezagados en la cadena productiva global, y nos habla de un occidente en el que la política de la decisión racional ha sido sometida a la potencia de la ideología.

La política arancelaria se basa, entonces, en una potente narrativa ideológica según la cuál el resto del mundo se viene aprovechando económicamente de los Estados Unidos, y por lo tanto es necesario cerrar el comercio, relocalizar en el país los proyectos de inversión offshore y así devolverle el trabajo y la dignidad al trabajador industrial americano. Esta narrativa le permite elaborar a Trump una promesa que toca una fibra íntima y emocional, razón por la que recibe tanto apoyo: que Estados Unidos volverá a la época dorada del capitalismo, al patrón de crecimiento guiado por el mercado interno y los altos salarios, ese momento glorioso del siglo XX en el que fue amo y señor del mundo. Pero esta retórica de redención se sostiene en un posicionamiento ideológico que se erige sobre un mundo que ya no es el mismo. Es una promesa incumplible. Así como hay rupturas y crisis profundas, tampoco hay vuelta atrás. Las formaciones sociales y los modos de producción no vuelven a configuraciones anteriores. En otras palabras, la ideología del retorno a la grandeza productiva ya no tiene estructura económico-política en la cuál arraigarse.

La suba de aranceles es el resultado esperable de la sobre-ideologización de la derecha de occidente, un tipo de abordaje desbocado de la diplomacia del que tanto Milei como Trump son cultores.

Está forma desbocada de la ideología no tardó en generar divisiones al interior de la oficina oval. Durante esta semana, el propio Elon Musk criticó la política arancelaria y apuntó contra Peter Navarro, principal asesor comercial de Trump y autor de la fórmula detrás de la tabla de tarifas que generó el lunes negro. Navarro, como si de un empresario fueguino se tratará, dijo que Elon Musk era un simple ensamblador de productos que se hacen en otras partes del mundo; el dueño de X le dijo que era un idiota. Detrás de esta diatriba está el conflicto entre las diversas facciones del capital norteamericano, entre los antiguos señores industriales de Detroit —aquellos que pertenecen a la época dorada de la que habla la narrativa de Trump— y los nuevos magnates tecnológicos de Silicon Valley —que actualmente dominan el aparato tecnológico y productivo del país, y a quienes debería beneficiar en los hechos la política económica del gobierno republicano—. Quizás ninguno de los dos comprenda bien la distancia entre la ideología que promulgan y el espacio que disputan en la estructura productiva. Una vez más, es la relación esquiva entre la ideología y la opacidad de lo social.

La primacía de la ideología desbocada no es privativa de los Estados Unidos. En nuestro país es el núcleo de la gestión libertaria. Algunos le llaman “gestión pragmática” al modo en que Milei se relaciona con sus pares y con el resto del mundo, pero ninguna racionalidad pragmática queda tan en offside como el Presidente en su apoyo a Zelenski, su salida intempestiva de la OMS, el último discurso en Davos, los desplantes en los banquetes en Mar-A-Lago o el hecho de que el arancel que se le impone (10%) sea el mismo que reciben los países “comunistas” de la región, como Brasil y Chile.

El problema de la sobre-ideologización libertaria es que combina la lucha anti-woke, el antiglobalismo y la centralidad norteamericana con una ideología aperturista y librecambista típica de la derecha argentina. Una mirada ideológica extemporal e inmune a la realidad que también afectaba a la gestión de Macri, que veía en el primer Donald Trump a un adalid de las ventajas comparativas cuando llegó a la presidencia fomentando muros en las fronteras. La diferencia entre Macri y Milei es que el primero es un hijo legítimo del poder económico nacional, ávido de hacer negocios financieros con el norte global; mientras que el segundo es un mal lector de Rothbard, Hayek y Friedman. Nunca pudo leerlos en su contexto histórico y creó presente imaginario a partir del contenido de esos textos. Por eso cree que todavía vivimos en el mundo de la guerra fría. Sea cual sea su origen, la sobre-ideologización de la derecha, incapacitada para mirar sin prejuicios la política internacional, nos deja siempre a contramano de las tendencias globales.

Durante el año 2024, la inversión extranjera directa en Argentina se redujo un 64% con respecto al 2023. Consumado el lunes negro de la bolsa, nos encontramos ante una perspectiva de crisis global que aleja las posibilidades de inversión en la economía real, será difícil encontrar nuevos comensales para la mesa del RIGI. Por otra parte, es sabido que una menor actividad económica a nivel mundial tiene el efecto de una caída de la demanda de los commodities que el país exporta, lo que impacta en las cuentas nacionales vía precios y nivel de exportaciones.

Lo más relevante es lo que puede suceder con la caída del precio de la soja y del petróleo. El valor del Brent (Mar del Norte) cayó a los USD 60, mientras que el WTI (Texas) llegó a los 57 USD, lo que reduce la rentabilidad de las inversiones en Vaca Muerta, donde estaban puestas las expectativas para solucionar la escasez de dólares. La crisis global que se desató el lunes retrasa además la liquidación de divisas de los agroexportadores, que ya venía en niveles bajos debido a la tensión cambiaria que acumula argentina hace unos meses.

Argentina se encuentra en una situación de extrema fragilidad económica en medio de la tormenta global.

Argentina se encuentra en una situación de extrema fragilidad económica en medio de la tormenta global. El esquema de dólar blend y crawling peg con ajuste del 1% mensual que aplica el gobierno desde enero, y que es el corazón de su política de estabilidad anti-inflacionaria, enfrenta críticas de los especialistas y presiones devaluatorias por parte de algunos actores económicos. A estos cuestionamientos locales a la sobrevaluación del peso se le suman dos elementos que presionan sobre el tipo de cambio en la nueva situación de crisis global. Por un lado, el embate tarifario de los Estados Unidos y la devaluación del yuan chino pueden generar una estampida hacia devaluaciones competitivas que terminarían por presionar el esquema cambiario de Caputo y Milei; por otro lado, el acuerdo informal alcanzado con el FMI por USD 20 mil millones de dólares contempla una modificación del esquema cambiario hacia una flotación administrada entre bandas que, en los hechos, implica una devaluación cercana al 30%. El problema para el gobierno es que el resultado de este acuerdo en la economía real es un nuevo golpe sobre el ya escaso poder adquisitivo de los salarios y una reactivación del proceso inflacionario, y derivado de esto, una caída de su credibilidad y de su imagen frente a la sociedad. 

Una serie de analistas coinciden en calificar esta crisis como particularmente extraordinaria por una razón: a diferencia de la crisis financiera de 2008, el desplome actual no es resultado de un error del sector privado, como el sobre endeudamiento de los hogares; esta crisis tiene origen en decisiones deliberadas del sector público, en particular, el Gobierno de Estados Unidos, que desató una guerra comercial entre Estados que no sabemos hasta dónde puede escalar y en qué otras formas del conflicto puede derivar. 

Sin dudas estamos frente a un golpe directo al factor que ha sostenido el crecimiento económico mundial por lo menos desde la década del setenta: la globalización. El cuestionamiento no es solo económico, vía modificaciones del esquema arancelario de Estados Unidos, sino también ideológico, a través de la expansión de un rechazó al proceso que estaba destinado a entronizar a occidente, pero en el que China está ganando.

A diferencia de la crisis financiera de 2008, el desplome actual tiene origen en decisiones deliberadas del Gobierno de Estados Unidos, que desató una guerra comercial entre Estados que no sabemos hasta dónde puede escalar y en qué otras formas del conflicto puede derivar. 

El mundo imaginado después de este cimbronazo tiene varios horizontes posibles. Algunos sostienen que vamos hacia una globalización sin Estados Unidos, liderada por China. Es fascinante observar las respuestas oficiales del gobierno chino, en las cuáles cita discursos del propio Ronald Reagan, el padre del neoliberalismo y la globalización en su fase actual, para criticar la aventura arancelaria de Donald Trump. Otros sostienen que vamos hacia una regionalización de las relaciones comerciales internacionales y un aumento del poder de los bloques supranacionales, en los que se van a generar nuevas áreas monetarias sin la influencia del dólar. Esto obligaría a Milei a retomar las relaciones con el MERCOSUR y sus pares de la región, a los que ha denostado tanto; o quizás tenga que volver a acudir a los BRICS luego de haber cerrado esa posibilidad de un portazo.

La principal pregunta que deberíamos hacernos, sin embargo, es por el futuro de la democracia. En medio de la batalla comercial y la crisis desatada, podemos encontrar al menos una coincidencia entre los diferentes actores de peso a nivel global. El país que más se desarrolló durante el presente siglo no puede ser caracterizado como un país democrático. Es más bien lo contrario: la velocidad del desarrolló económico de China es una función de la falta de sometimiento a la opinión pública y a un debate democrático sobre qué hacer con la economía. Las nuevas derechas de occidente han tomado nota de este asunto, y parece que el creciente cisma entre democracia y capitalismo que había tematizado Wolfgang Streeck ya no está relacionado solo a la necesidad de mayores retornos del capital, sino a la competencia civilizatoria por el liderazgo global. Entre tanto diagnóstico que anda dando vueltas, podemos hacer un señalamiento más: quizás entramos en una nueva era de auténtica corrida hacia los autoritarismos.

La entrada Cuando la política se somete a la ideología se publicó primero en Revista Anfibia.

 

Los trabajadores del Roca se burlaron de Adorni: “Esto no es Star Wars, ponete a laburar”

Los trabajadores del Roca se burlaron de Adorni: “Esto no es Star Wars, ponete a laburar”

 

Los trabajadores del Tren Roca se burlaron de Manuel Adorni por sus críticas al paro  nacional de la CGT y, por medio de los altoparlantes de las formaciones, le dijeron que se pusiera a laburar.

Adorni, esto no es Star Wars, ponete a laburar”, fue la chicana de los ferroviarios contra el portavoz, también difundida en los carteles luminosos de los trenes.

De este modo, se vengaron del mensaje que el gobierno difundió contra el paro  por los altoparlantes de las estaciones de trenes.

 “Ataque a la República. La casta sindical atenta contra millones de argentinos que quieren trabajar”, fue el mensaje que el gobierno difundió en las horas previas al comienzo del paro.

Adorni había amplificado ese mensaje en sus redes y por eso fue elegido como el blanco de lo trabajadores del Roca. 

 

El peronismo busca un acuerdo con Colombi en Corrientes para enfrentar a Valdés y los libertarios

El peronismo busca un acuerdo con Colombi en Corrientes para enfrentar a Valdés y los libertarios

 

La intervención del PJ correntino produjo un desparramo que podría desembocar en un acuerdo entre el peronismo y Ricardo Colombi, para enfrentar al candidato que ponga Gustavo Valdés y el armado que surja de las conversaciones entre Carlos “Camau” Espínola, el Partido Liberal y los libertarios de Javier Milei, en los próximos comicios de la provincia de Corrientes.

Fuentes parlamentarias dijeron a LPO que, tras la normalización partidaria que se efectuó en marzo pasado, los dirigentes que se sintieron desplazados por la nueva conducción cristinista, sintetizada en la figura de Ana Almirón, empezaron a evaluar una confluencia con el “ricardismo”. Para eso, imaginan que el intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa, podría integrar la fórmula junto a Colombi como vicegobernador.

La estrategia ahuyentaría el temor de que el jefe municipal, que en 2021 obtuvo el 24 por ciento de los votos, quede por debajo esa marca y el peronismo quede cuarto, detrás del candidato que postule Javier Milei, si no pacta con Carlos Camau Espínola, el heredero que deje Valdés y el propio Colombi.

En rigor, el salto de dirigentes peronistas hacia el espacio del ex mandatario provincial que le entregó el poder a Valdés en 2017 no sería una novedad ni una anomalía. Colombi prevaleció en las urnas en 2001, después de la intervención provincial dispuesta por Fernando De la Rúa, y terminó armando una alianza electoral con el kirchnerismo en 2005, que terminó encumbrando como gobernador a su primo Arturo. Paradójicamente, el sello de la coalición se llamó Frente de Todos.

En el peronismo de Corrientes piden la expulsión de Camau Espínola tras la caída de Kueider

Los parientes se pelearon cuatro años después, sin retorno, y Ricardo retomaría las riendas del distrito, con férreo control del radicalismo hasta que Valdés lo desafió.

Ahora, Ascúa anhela acompañar a Colombi, pese a que en la Legislatura provincial advierten que el radical preferiría una mujer como número dos. De hecho, observan con atención el desempeño de la diputada nacional Nancy Sand, integrante del bloque de UP en el Congreso.

Cristina con Teresa García y José Ottavis

“El peronismo está muy mal. Va a haber peronistas en muchos frentes. Y muy probablemente, si se arman los libertarios con Camau por un lado y Valdés por el otro, haya muchos peronistas que vayan con Colombi”, explicó un senador que sigue de cerca los debates.

Como Corrientes no es una isla, la interna entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof también dividió aguas en ese territorio. Los dirigentes corridos del partido hasta acusan a Almirón de esconder su pasado “liberal” y facturan el desorden a José Ottavis, el dirigente que la ex Presidenta habría designado para trabajar como tunelero para unir todas las terminales del PJ.

“La responsabilidad de ese armado la tiene Ottavis y yo no coincido mucho con que una persona que no es ni conoce Corrientes sea el armador”, se quejó un legislador provincial. Miembro fundador de La Cámpora, Ottavis se habría excusado por sus métodos ante un dirigente peronista alegando que si él no intervenía todos los peronistas terminan con Colombi: “Es una mezcla de coartada con profecía autocumplida”, deslizaron.

La responsabilidad de ese armado la tiene Ottavis y yo no coincido mucho con que una persona que no es ni conoce Corrientes sea el armador.

Al cierre de esta nota, Ottavis aún no había accedido a las consultas de LPO, mientras que el kirchnerismo y el massismo correntino, expresado por Germán Braillard Pocard, guardan cautela. Para los peronistas díscolos, “la intervención legalizó la nueva conducción pero no la legitimó ni logró sintetizar una estrategia”.

Bajo ese malestar, apuestan a un entendimiento con Colombi “a cambio de algunos lugares legislativos y acuerdos en algunos municipios de la provincia para ganar mayor cantidad de intendencias al menos y tener mejor escenario en 4 años”. El problema, reconocen en ese campamento, es que ese acuerdo lo debe definir Cristina. 

 

Karina borró a Santiago del cierre con Ritondo y Santilli

Karina borró a Santiago del cierre con Ritondo y Santilli

 

Karina Milei borró a Santiago Caputo una vez más de la foto con Cristian Ritondo y Diego Santilli con la que busca anticipar un cierre entre los libertarios y el PRO en la provincia.

La hermana presidencial dijo que quiere terminar con el populismo junto a los Menem. En la misma mesa estaban los dos diputados del PRO y el intendente marplatense, Guillermo Montenegro.

El ex juez federal hablaba con Caputo hasta que le dijeron que si quería llegar a algo con los libertarios, tenía que acercarse a Karina. En octubre, cuando el Triángulo todavía era de Hierro, Ritondo llevó a Caputo al asado político. Ahora el hombre que puso Karina como interlocutor con el PRO es Lule Menem.

En la foto de esta semana también estaba Sebastián Pareja, el armador bonaerense de Karina, que no ahorra críticas contra Mauricio Macri. No estuvo José Luis Espert, ya que para llegar a la reunión debía cruzar la peligrosa avenida Rivadavia. 

Macri avaló la foto cuando lo consultaron. Los asistentes dijeron que la reunión fue el miércoles para no herir susceptibilidades, si bien hay quienes aseguran que el encuentro sucedió en otra línea temporal.

Santilli abraza a Espert.

La ubicación espacial también fue sugestiva: fue en el despacho de Martín Menem, en la Cámara de Diputados. El objetivo de hacerla afuera de la Rosada fue evitar que a algún asesor curioso se le ocurriera pasar a saludar.

En la reunión se habló del fantasma porteño y de algunas encuestas que dan a Leandro Santoro arriba de Silvia Lospennato y Manuel Adorni.

La ubicación de la reunión fue sugestiva: fue en el despacho de Martín Menem, en la Cámara de Diputados. El objetivo de hacerla afuera de la Rosada fue evitar que a algún asesor curioso se le ocurriera pasar a saludar. 

“En la casa de las Mabeles gana el candidato K con comodidad, transpolar eso a la provincia puede ser catastrófico”, dijo uno de los dirigentes bonaerenses del PRO.

“No se puede ser tan necio de querer priorizar intereses personales cuando lo que está en juego es dejar atrás al populismo”, dijo el dirigente, en un mensaje enviado tanto a Macri como a Karina.

En el PRO comenzaron a resignarse con un acuerdo como el de 2013, tal como adelantó LPO, cuando Macri metió un par de diputados en el carro ganador de Sergio Massa. Esto implica la integración de candidatos del PRO a las listas de La Libertad Avanza, sin alianza ni fusión. Esta vez nadie garantiza que el carro sea el ganador.

Acaso por eso se convocó a una cumbre del PRO bonaerense para el próximo martes, en la que los intendentes y legisladores del partido que preside Ritondo analizarán cuál es la mejor estrategia en la provincia. Es toda una señal que la reunión bonaerense sea en San Telmo.

 

Escándalo en Bahía: una consejera de Milei fue detenida por hacer una falsa denuncia de abuso sexual

Escándalo en Bahía: una consejera de Milei fue detenida por hacer una falsa denuncia de abuso sexual

 

Fiorella Damiani, consejera escolar de La Libertad Avanza en Bahía Blanca, quedó detenida en las últimas horas acusada de incurrir en falso testimonio agravado al denunciar a dos hombres de haberla violado, algo que fue desmentido mediante videos que probaron consentimiento.

La causa se había iniciado en 2017 cuando Damiani denunció haber sido víctima de abuso sexual, por lo que los dos acusados fueron detenidos a los pocos días.

Según recopiló el portal La Brújula 24, durante su arresto en el calabozo de una comisaría, ambos jóvenes fueron maltratados y uno de ellos hasta recibió una brutal golpiza.

Pero, durante una entrevista con el abogado defensor, uno de los acusados lanzó el dato salvador: existían videos de lo que -aseguraban- se había tratado de una fiesta sexual. Las filmaciones se entregaron a la fiscal que, frente a lo explícito de la evidencia, decidió la liberación inmediata de los jóvenes.

Tras eso, los hombres respondieron con demandas en el fuero civil y penal. Considerando que los consejeros escolares no tienen fueros, este jueves, Damiani fue detenida y conducida a un calabozo de la DDI para luego ser indagada por el fiscal Mauricio Del Cero.

La consejera escolar libertaria al asumir en 2023. Está imputada por falso testimonio agravado.

Ahí, la consejera libertaria negó haber mentido y dijo que a los videos le faltan partes. Sin embargo, según reveló el periodista Germán Sasso, está probado que el teléfono con el que se filmó el encuentro sexual se lo hurtó Damiani a uno de los jóvenes.

Por eso, al haberse llevado la consejera libertaria la prueba central (el teléfono original), la fiscalía usará este dato como fundamento para oponerse a la excarcelación, al acusar a la consejera de entorpecer la investigación.

Según investigadores, se trata de cinco videos de corta duración, donde se puede observar que las relaciones sexuales fueron consentidas.

Cuestionan a Pareja por incluir al Monstruo de Dorrego y a un violador como candidatos en Bahía

Aunque la causa salió a la luz pública en marzo de 2024 a partir de una publicación de La Brújula, por aquel entonces en el Consejo Escolar de Bahía decidieron que Damiani siga en el cargo.

Eso, en medio de otros escándalos que habían salpicado a La Libertad Avanza en la región, como la inclusión de dos violadores y un homicida en la lista de candidatos en la Universidad Nacional del Sur, bastión de Bahía Blanca y de la Sexta sección electoral.

Damiani había asumido en 2023 a partir de la lista que encabezó para la intendencia el hombre de Sebastián Pareja en el distrito, Oscar Liberman. Ahora, el cargo que se le acusa a la consejera prevé penas de 1 a 10 años de prisión.

Un concejal de Milei denunció que sus compañeras le robaron una cadena de oro y una Montblanc

Apenas conocida la detención, recrudeció la interna libertaria. La concejal Valeria Rodríguez, alineada a José Luis Espert, apuntó: “Esperamos también se haga justicia con la falsa denuncia realizada por un concejal cercano a la consejera, expediente que hoy tramita en fiscalía. No más FALSAS DENUNCIAS”.

La publicación, que fue reposteada por su par de bloque Marité Gonard, tiene como destinatario directo a otro concejal de La Libertad Avanza, Carlos Alonso, quien lidera una de las líneas internas libertarias en las que se encuadraba Damiani.

Como contó LPO, Alonso había denunciado el año pasado que, tras ser forzada la puerta de su despacho, le robaron una cadena de oro y una lapicera Montblanc, en una acusación que apuntaba a las concejales Rodríguez, Gonard y Silvina Rubio, quienes niegan que ese hecho haya existido y, de paso, recuerdan el nexo político entre Alonso y la consejera detenida.

Fuentes en Bahía aseguran desde hace semanas todo el armado de Pareja, que tiene de alfil a Liberman, está en crisis. Quienes sospechan de esta caída en desgracia de Liberman tomaron la visita de Lilia Lemoine de hace unas semanas como muestra de que Pareja está preocupado, capaz aún sin saber que otra candidata de su armado podría terminar presa.

Cuando Lemoine fue a visitar al intendente Susbielles tuiteó una foto con Felipe Ferrandez (referente de la Juventud Libertaria) acompañándola. La ausencia de Liberman confirmaría que LLA tiene preocupación de que la marca quede manchada en una localidad donde el Presidente sigue fuerte.