El líder de Más para Santa Fe vence a su adversario de La Libertad Avanza por 30,59% contra 28,76%.
En una elección nuevamente marcada por la baja participación de la gente, que apenas superó el 50 por ciento y con ya casi la totalidad de las mesas escrutadas, el peronismo se adjudicó la victoria, relegando a La Libertad Avanza al segundo lugar y al oficialismo al tercero.
El joven candidato del frente peronista Más para Santa Fe, Juan Monteverde, consiguió finalmente ser el más votado en la elección a concejales de Rosario. Con el 99,2% de los votos, el dirigente obtuvo el 30,57% de los votos, mientras que La Libertad Avanza, con el periodista Juan Pedro Aleart, quedó segundo con 28,79%. Tercera aparece la candidata de Unidos para Cambiar Santa Fe, el partido del gobernador Maximiliano Pullaro, con 25,64%.
La participación, efectivamente, fue muy baja, apenas participó el 48,32% de los habilitados en el padrón.
Vale destacar que poco más de 800.000 rosarinos estaban habilitados para elegir, entre siete opciones, a los 13 concejales que se renuevan en el Palacio Vassallo, sobre un total de 28. De los 13 escaños que se renuevan, ocho pone en juego la coalición oficialista Unidos, mientras que los otros cinco pertenecen al peronismo y sus aliados.
El candidato del peronismo, Juan Monteverde, ganó las elecciones de concejales de Rosario, infringiendo una derrota al libertario Juan Pedro Aleart, en una elección de tercios que vuelve a confirmar la dificultad de La Libertad Avanza para cosechar registros más allá de los 30 puntos, pese a todo el apoyo de la Casa Rosada.
Monteverde sacó un 30% de los votos seguido por el bullrichista Alertar que no pudo llegar al 29% y la oficialista Carolina Labayru que logró una remontada histórica superando el 25% cuando venía de sacar 10% en las PASO.
De esta manera, el frente peronista Sin Miedo se impuso al candidato del oficialismo nacional y a la lista que apalancaron el intendente Pablo Javkin y Maximiliano Pullaro. Un doble desafío que explica la intensidad de los festejos de este domingo en el Distrito Siete, el local de Juan Monteverde, que ahora queda en carrera para la pelea por la intedencia de Rosario en el 2027, que esta vez no tendrá a Javkin de candidato.
En una jornada helada pero con el sol a pleno, Rosario volvió a confirma el poco entusiasmo de la gente por votar. La asistencia no llegó al 50 por ciento de electores y de hecho, fue menor que en las PASO, un dato notable cuando en todas las elecciones previas en las generales iba a votar más gente. No fue el caso.
Además de presentarse una elección muy ajustada, había dos listas de candidatos filoperonistas que le podían amargar el domingo a Monteverde. Por un lado, el ex candidato a intendente Roberto Sukerman que estaba apadrinado por la concejala Fernanda Gigliani y por el otro, Lisandro Cavatorta, el candidato del presidente del Frente Renovador Diego Giuliano que no quiso bajar la candidatura.
La elección de Rosario vuelve a confirmar la dificultad de los candidatos de La Libertad Avanza para superar el 30 por ciento d elos votos, pese al apoyo de Milei y el aparato de la Casa Rosada.
A pesar de estas dos listas que se llevaron 10 puntos, Monteverde se impuso a Juan Pedro Aleart que venía de conducir el principal noticiero de Rosario y era el candidato disruptivo en esta elección que jugaba con el sello de La Libertad Avanza.
Por otra parte, la candidata de Maximiliano Pullaro y Pablo Javkin consiguió remontar el resultado adverso de las PASO y pasó de 10% al 25% consiguiendo cuatro bancas de las 13 en juego cuando en el oficialismo festejaban si entraban 3 de los ocho que ponían en juego.
Con estos resultados, Monteverde consiguió cinco bancas mientras que La Libertad Avanza sumará cuatro a las dos que ya habían logrado en la elección anterior.
Aleart con Karina Milei, Martín Menem y Romina Diez.
La estrategia que habían trazado Karina Milei y Lule Menem de competir en las elecciones provinciales con candidatos libertarios puros se chocó de frente en Corrientes con la dificultad para encontrar un candidatos potable.
El jueves pasado hubo un contacto entre el gobernador radical Gustavo Valdés y el asesor presidencial Santiago Caputo y la candidatura a gobernador por La Libertad Avanza del diputado Lisandro Almirón, quedó herida de muerte. La Casa Rosada tiene decidido ir en un acuerdo electoral con Valdés en las elecciones de gobernador del próximo 31 de Agosto, donde el actual mandatario postulará como sucesor a su hermano Juan Pablo.
La muy probable decisión de bajar a Almirón fue compartida por Lule Menem y tendría el visto bueno de Karina Milei, que tiene la última palabra en las definiciones de armados políticos del Gobierno. La decisión tuvo un argumento de peso: evitarse un papelón electoral a una semana de las criticas elecciones bonaerenses del 7 de septiembre.
Es que las encuestas que manejan en la casa Rosada arrojaron números alarmantes: Almirón aparecía cuarto debajo de Valdés, del radical rebelde Ricardo Colombi y el kirchnerista Martín Ascua.
Almirón viene de protagonizar varios escándalos vinculados a las cajas de Anses y PAMI, por la designación de familiares en las dependencias públicas y hasta una denuncia por una supuesta falsificación de la firma de su abuela para quedarse con un inmueble.
La decisión de la Casa Rosada de bajar al diputado Almirón tuvo un argumento de peso: evitarse un papelón electoral a una semana de las criticas elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. El libertario, golpeado por distintos escándalos, aparecía en cuarto lugar en las encuestas.
Además de todos los escándalos en su provincia, Almirón saltó a la fama cuando se agarró a trompadas con Oscar Zago en pleno recinto de la Cámara de Diputados, cuando se iba a votar la ratificación de Marcela Pagano en la Comisión de Juicio Político.
Cuando empezó a quedar claro que la candidatura de Almirón era inviable, un grupo de libertarios díscolos constituyeron el Grupo Alondra y trataron de llevarle a Karina un candidato alternativo, pero no consiguieron un nombre atractivo.
El diputado Lisandro Almirón junto a Oscar Zago.
Situación que aprovechó Santiago Caputo para colar en la negociación el nombre de su protegido, el senador peronista Camau Espínola. “Quieren meterlo de candidato a vicegobernador o a intendente de Corrientes Capital”, afirmó a LPO un dirigente radical al tanto de las negociaciones.
La opción que tiene alguna chance, según este dirigente, es la de candidato a intendente porque permitiría a Juan Pablo Valdés sumar algunos puntos en la capital provincial, siempre difícil. “Es muy difícil que vaya de vice, tiene muy mala imagen a nivel provincial”, afirmó a LPO un operador cercano al gobernador.
La otra incógnita importante de la elección es si el radical rebelde Colombi cerrará una alianza con el peronista Martín “Tincho” Ascúa, apadrinado por Cristina Kirchner. “Es poco probable”, estiman en el oficialismo correntino.
Camau puede ir de candidato a intendente de Corrientes Capital del oficialismo, pero es muy difícil que vaya de vice, tiene mala imagen a nivel provincial.
Estas definiciones son importantes porque en Corrientes hay un sistema de doble vuelta. Para evitar el ballotage, el ganador tiene que sacar más de 45 puntos o 40 puntos y una diferencia de 10 puntos con el segundo, como en las presidenciales.
El peronismo apuesta a un ballotage, pero si Valdés termina de cerrar con los libertarios y camau, ese objetivo se le complica.
Como sea, todas estas incógnitas se terminarán de despejar este lunes, cuando vence el plazo para presentar las alianzas partidarias.
La elección general de 13 lugares para el Concejo Municipal de Rosario anticipa la pelea por la intendencia en 2027 y las consultoras coinciden en que se dará un final abierto que se puede definir por una diferencia muy ajustada.
El frente oficialista Unidos, que lidera en la provincia el gobernador Pullaro y en Rosario el intendente Pablo Javkin, vienen de unas PASO complicadas. La candidata Carolina Labayru terminó tercera lejos de la pelea por la punta y apuestan al menos a duplicar los 10 puntos que cosecharon en la interna.
Para ello, Pullaro se puso al frente de la campaña y confían en traccionar la lista. Fuentes del oficialismo calcularon que pueden conseguir tres bancas y con eso quedar en competencia para remontar la imagen del oficialismo con el ambicioso plan de obras que lanzaron este año.
Pullaro se puso al frente de la campaña y confían en traccionar la lista. Fuentes del oficialismo calcularon que pueden conseguir tres bancas y con eso quedar en competencia para remontar la imagen del oficialismo con el ambicioso plan de obras que lanzaron este año
La pelea grande se disputa entre el peronista Juan Monteverde que había amplio su esquema de alianzas con el Movimiento Evita y referentes que se distanciaron de Agustín Rossi y este año terminó de sellar un acuerdo más importante con el PJ provincial y quedó segundo en la constituyente desplazando al candidato de Karina Milei al tercer puesto.
Ahora, Monteverde enfrenta al libertario Juan Pedro Aleart que tapó la ciudad con carteles “Aleart es Milei” y tiene el padrinazgo de Patricia Bullrich. En las PASO quedaron casi empatados en el resultado de candidatos con ventaja para LLA pero Monteverde se impuso con la sumatoria de las listas internas del peronismo.
Juan Monteverde
El mayor escollo que le puede costar caro a Monteverde son las listas de los filoperonistas Roberto Sukerman, que esta apuntalado por la concejala Fernanda Gigliani y por otro lado, el candidato Lisandro Cavatorta que lo apadrina el presidente del Frente Renovador, Diego Giuliano que se resistieron a bajar las listas y compitieron por afuera del PJ.
Lo cierto es que del resultado de este domingo dependerá en gran parte la posición desde donde partan los frentes para disputar la intendencia en 2027, quizá ya siendo Rosario una Ciudad Autónoma.
Con temperaturas al comienzo de la jornada por debajo de los cero grados, al mediodía no había ido ni el 20% a votar y se espera otro numero alto de ausencias que podría ser peor que en las PASO cuando generalmente tiende a subir: “el clima no ayuda”, dijeron a LPO desde el Tribunal Electoral.
Gabriel Oriolo, Superintendente de Servicios de Salud, renunció a su cargo en medio de un conflicto con las obras sociales.
El funcionario, ex directivo de OSDE, es el encargado de controlar obras sociales y prepagas. En el último mes escalaron los conflictos: solamente en junio el gobierno declaró en estado de crisis a nueve instituciones. Ese es el paso previo a liquidarlas, publicó Infogremiales.
Pero el mayor problema que enfrenta Oriolo es la sospecha de que funcionarios libertarios habilitan o traban gestiones con modos asociados a la vieja política.
Entre las acusaciones sobre la gestión está el manejo arbitrario del Registro Nacional de Agentes del Seguro de Salud.
El gerente general de la superintendencia es Claudio Sivelman, que hasta el año pasado se desempeñaba como director médico de Modum Salud.
Infogremiales publicó que “varias de las Obras Sociales de gremios intervenidas bajo las órdenes de Stivelman, tendrían siempre un mismo beneficiado: Modum Salud”. Incluso mencionan que hay una denuncia en la justicia federal y hablan de arrepentidos y que “que la causa salpicaría al propio Lugones”.