Autor: Invitad@ Especial

  • Un acorde de Kafka para entender a Milei

     

    *Este texto fue escrito para la presentación del libro El temblor de las ideas. Buscar una salida donde no la hay, de Diego Sztulwark, y editado por Revista Anfibia.  

    Presentar un libro produce temblor. Hay cierto oficio o cierta especialidad en ese acto, es casi un género. Horacio González era un experto en presentaciones. Incluso alguien dijo alguna vez que Horacio no iba a una mesa redonda, sino que era la pata de una mesa. El chiste le cabe, pero sé cómo disfrutaba de estas tertulias. Leer es reescribir. De un libro brotan otros pensamientos, ramificaciones inesperadas surgidas de las experiencias sensibles del que lee.  

    El temblor de las ideas (Planeta, 2025), de Diego Sztulwark, es un libro que enlaza a un artista/filósofo Franz Kafka con acontecimientos políticos argentinos. Diego leyó Kafka con intensidad, con rigor y también leyó a un conjunto de pensadores que dijeron mucho sobre él. Este es un libro coral: Kafka, la política argentina, la filosofía y un pensador emocionado.  ¿Es forzada esa relación, como en algún momento dijo David Viñas?  En el andar de mi lectura por momentos pensé que sí; en otros, no. Traté de escuchar, como hago con la música, y entonces lo leí como una partitura, como una musicalidad vibrante sobre la cual uno puede imaginar y querer cierta vinculación con este libro, pero no necesaria. Tal vez sea un mero capricho o, más seriamente, la encuentre emparentada con este libro. La música siempre excede la partitura, que posee un rasgo excesivamente obligatorio. Hasta los silencios se escriben.  Y no sólo eso: determinan la duración del silencio. 

    Luego de cada capítulo o subtítulo hay una coda, una extensión del tema, pero en otra clave, como un diario de la perplejidad. Ahí Sztulwark escribe con fecha y año anotaciones sobre la actualidad política argentina, acontecimientos específicos sobre ella, opiniones, preguntas y polémicas sin que exista correspondencia necesaria con el capítulo en el que las incluye. Incluso aparecen en diversos lugares de cada capítulo. Me gustó ese procedimiento.

    En este libro nos topamos con Kafka, con ensayos sobre Kafka y un diario personal sobre la perplejidad en la que estamos entrampados en estos tiempos. Hay tres movimientos. Pongamos un acorde: Ya nada es. Millones acariciaron el látigo y aquí estamos. Ese acorde tiene que ser un acorde en modo menor. Lánguido, melancólico, triste también pero, cuidado, porque siempre tiene bellísimas melodías y muy atrapantes. ¿Nos quedamos ahí?  No. El temblor tiene la potencia de refutación política, dice Diego, restituye las vidas, los cuerpos, el movimiento. Para eso hay que rastrear palabras y horizontes que hoy no están en la política, pero la paradoja es que le pertenecen. Hoy empobrecen lo terrible, el horror. Entonces debemos rastrear palabras perdidas y omitidas, e inventar. Pongamos otro acorde en modo mayor: exultante, auspicioso. 

    Ahí podemos comenzar a conversar, aun teniendo que padecer la imposibilidad: imposibilidad de actuar sin criterios transformadores (revolucionarios, dice Sztulwark), imposibilidad de actuar sin ellos e imposibilidad de dejar de actuar. 

    En el libro hay muchísimos pensadores que reflexionan a partir de Kafka, teorías, pensamientos admirables, filosóficos y políticos que rompen, que hacen crujir el mundo. En la música, también.  Pero Sztulwark dice: “Cuando la derecha escenifica este romper todo, activa la destrucción del pacto social plagado de mediaciones y regulaciones de las que quiere prescindir”. De los autores que él nombra también van a prescindir. 

    Hay un artilugio en la música que permite armar un acorde de tal modo que esté en mayor, pero es menor, y a la inversa. Una forma de engaño al oído. Recuerdo haberme pasado horas escuchando la 5ta sinfonía de Malher para poder percibir en qué modo estaba. Es un artilugio propio del postromanticismo en la música. Malher lo usa con maestría. Esos acordes indefinidos tensan, sólo agucemos el oído. En ese diario de la perplejidad, Sztulwark lo hace: comienza con el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kircher, pasa por el 2001, la pandemia, la batalla cultural planteada por Agustín Laje y otros seres oscuros, la irradiación que produjeron en los jóvenes “porque la derecha se ofreció como una competencia y como una alternativa” y “la extrema derecha disuelve la política en la cultura y la cultura en la comunicación”. Disolver la lengua, los cuerpos, las ideas de lo que llamaron el marxismo cultural, disolver los feminismos, los ecologismos, los derechos humanos, los indigenismos, los agrupamientos sindicales, movimientos piqueteros y muchos otros que señalaban una sociedad dispuesta a la conquista de reclamos y derechos. La tarea de esta derecha era y es destruirlos. Todos ellos son enemigos, son el lastre que hay que desintegrar. Una derecha 2.0, como la llama Gilbert. 

    Sztulwark analiza esta derecha con mucha precisión: cómo son, qué quieren, de dónde vienen, cómo se anticiparon en gobiernos anteriores en Argentina con promesas no cumplidas. Hay que descifrar eso. Laje y otros, creo que Nicolás Márquez también, saben que la derecha no tiene intelectuales y se lanzan a la batalla cultural. Comunicación, tecnología, cultura y política son temas problemáticos tanto para la derecha como para los progresismos. 

    Permítanme decirlo: en el regreso a la democracia no debatimos con suficiente hondura lo que fuimos durante la dictadura cívico militar. Sé que es complejo y requeriría un extenso debate. Nos acogimos a estrategias políticas algo sumisas que me agobiaron siempre. Entonces, creo que hay que caminar por otros lugares, llaves artísticas, políticas y, sobre todo, imaginación. Si esa búsqueda está, no podemos hablar de derrota. Es otro sendero, es un camino fructífero. 

    La lectura de este libro coincidió con procedimientos técnicos que se realizan sobre lo registrado en la grabación de un disco. Estaba entre la constante escucha de las mezclas que me iban llegando (la mezcla es homologable al montaje en el cine) y la lectura de este libro, que es un conjunto de voces políticas. Una sinfonía. 

    Este disco se llama Fuera de Lugar, pero no es el retiro de ninguna batalla. Este disco es una batalla en sí mismo. El procedimiento político con el que trato para pensar la música, su errancia y la relación conflictiva y llena de tensiones entre el pasado y el presente. Ese es el modo que encontré para estar en la música, en la historia y en la política y algunas otras cosas que me he ido inventando a lo largo de los años. En Ante la ley, de Kafka, la puerta está abierta, pero está el centinela. Primero aparece la frustración, segundo la espera mientras aparece la pregunta: qué hacer ante la puerta abierta y el centinela que la custodia.  Imposibilidad y espera. 

    La trampa es no saber de qué se te acusa. Pero se te condena. La ley impera, pero no sabemos qué es. Produce ignorancia y culpa, entonces esperamos. Es insoportable esperar porque, al esperar, no percibimos que son los artificios del poder los que lo producen. La derecha actúa de tal modo que provoca una adhesión inmediata al orden de las cosas tanto en los sujetos como en el ámbito social. Sólo de un fondo oscuro puede surgir la idea de que alguien sabe de antemano el secreto de todas las cosas e impide buscar otro camino en el que habite la fuerza de obrar en el lenguaje. “La trampa, la ignorancia y la culpa están en la base de los artificios del poder” y los entrampados son los que asumen su condición sin asombro. Ojalá los entrampados tuvieran conciencia de la fugacidad y fragilidad de los entrampadores. El canto tiene que cantar sabiendo eso. En realidad, eso es lo único que hay que cantar. Diego dice que la fragilidad en Kafka da señal de una vitalidad superior. A mí me da la sensación de una embriaguez ante un abismo. Poder salirse del dispositivo

    Para comprender estos paralelismos un tanto arbitrarios que estoy haciendo con la música debemos saber que estamos en un dispositivo tonal, es decir un centro. De esas claves se puede ir a otra clave, se puede modular e ir hacia otro lado, pero siempre dentro de la tonalidad fijada y, por más vueltas armónicas que demos, la tonalidad sigue siendo la ley. Ese es el texto sagrado y de ahí no nos movemos. Sin embargo, en las músicas como las de la Grecia antigua y las indígenas no existe la tonalidad. Esas ideas antiguas y preciosas se buscaron en otras composiciones como las de Gyorgy Ligeti. Todo a partir de una búsqueda desesperada de Arnold Schönberg, quien inventó el atonalismo pero fracasó. La tonalidad es una convención histórica de occidente. Los que salen de ahí provocan un tembladeral bellísimo, como los acordes erráticos que buscó Gerardo Gandini. Construyen una música vibrante y el oído se abre dispuesto a lo inesperado e insospechado. Eso le exijo a la política. Con la lengua que posee hoy, nunca la escucharemos. Yo tampoco la poseo, por supuesto, porque no es individual, es una construcción colectiva de la cual sólo sabemos que es un enigma. ¿Puede oírse? Desde que asumió Milei, en algunas marchas puede. Por ahora la mayoría pensamos que está, como señala Diego, por debajo del umbral auditivo de la política. ¿De los últimos 20 años? Creo que no. Que es excesivo sostener eso. Siempre queda algo por oír, no siempre hubo sordera absoluta. Ha habido notas de paso para ir de un lugar a otro. Yo quiero saber qué se oye al otro lado de la frontera, como diría Horacio González en Fusilamientos. Muerte en primera persona

    Conversar es hacer temblar lo que está fijo en este país y nos ha producido, dice Diego: un impacto político y existencial. Kafka es un artista. Diego afirma que es alguien que hace temblar el sistema rígido y normativo de este tiempo y de todos los tiempos. Y dice: Kafka es un estratega.  No son palabras de la política. Es poesía, es arte y, por lo tanto, sí es política porque esas palabras atraviesan cada día de nuestras vidas y logran que las revisemos constantemente o nos juntemos para pensarlas. Muchas veces percibimos que la política no anclará nunca en esos mundos que son lo único que importa. Tal vez la ausencia de esas palabras, el retiro de ciertas lecturas, la ignorancia también le impidan a estos tiempos construir lo que repare esta intemperie, esta demolición, diría Diego

    Tuvimos otros momentos en donde la sensibilidad política pudo generar respuestas colectivas. Tema que nunca terminará de ser pensado una y otra vez. Sólo puedo decir que hubo momentos de enorme felicidad. Prefiero hablar así y no de derrota. “Es infinita, nunca terminará esa riqueza abandonada”, dice el poeta Edgard Bailey.  Por eso me parece una extraordinaria audacia haber recalado en Kafka para acompañar esa búsqueda. Fue una audacia feliz porque para evitar la trampa tenemos que elevar al mundo. Creo que es Carlos Correas quien pone atención en la palabra elevar

    ¿Es una actividad emancipatoria? Kafka teme no tener las fuerzas suficientes para vencer a la institución. No poseer esas fuerzas o dudar si las tendrá es desesperante, te lleva a pensar que no hay salida, pero al mismo tiempo necesita que la haya. “El héroe en Kafka es el sujeto sujetado por una triple imposibilidad: imposibilidad de encontrar respuestas, imposibilidad de dejar de buscar respuesta e imposibilidad de dejar de preguntar”. Una relación enigmática con el mundo, tanto como los acordes erráticos en la música. Recuerdo una clase de Gandini sobre procedimientos para componer. ¿Pongo un mi mayor, adónde voy? No lo sé, pero sigo, no lo encuentro, pero no puedo dejar de preguntarme adónde voy. Es desesperante, pero todo ese enigma culmina en La ciudad ausente, la novela de Ricardo Piglia, y la ópera de Gandini con libreto de Piglia. 

    ¿Quiero señalar una esperanza? No. Quiero señalar que la imposibilidad no puede impedir llevarnos a una acción emancipatoria. Si no lo es nos volverá a entrampar. Kafka dice: no quiero libertad, quiero una salida. Ya el deseo de la salida habilita la posibilidad de encontrarla. Siendo sincera, no me gusta la palabra esperanza, me resulta demasiado religiosa, tanto como la tonalidad en la música que es un cerrojo. Prefiero hablar de las fuerzas irreprimibles del deseo de buscar colectivamente. Decía Horacio González: una comunidad es un síntoma de libertad, no una forma obligatoria de convivencia. Y allí está también León Rozitchner con su idea del materialismo ensoñado. El sueño es lo que liga el pensamiento al cuidado de los cuerpos. Pienso que donde no hay ensoñación, hay cadáveres.  

    Buscar tiene que ser un diálogo poderosísimo y tenso entre los restos y el presente altamente tecnologizado y un mundo que nos condena y encierra en una lengua mortuoria.

    Musicalidad vibrante. Coda

    La tecnología existe desde hace muchas décadas. Surge de la guerra donde se mata y se muere. Hoy el procedimiento es el mismo: se mata y se muere, la tecnología va directo hacia los cuerpos. En el caso de la música va directo al oído y a cualquier narración que quieras hacer. Spotify es un monopolio narrativo, es el más claro ejemplo del robo de la palabra. Ahí todo es aleatorio. Las plataformas digitales son las que hablan disolviendo tu habla. Habría que hacer una historia de la escucha y de la voz que va del grito de guerra liberador a la voz de mando militar. La tecnología anestesia, te brinda cuadrículas encerrando la experiencia sensible y estética. 

    Así que, Diego, sólo quiero decirte que tengo tantos gritos adentro de mi alma que rechazaré siempre la condena de este mundo bélico, tecnológico y cruel, aunque no pueda conjurarlo. Prefiero seguir siendo una mujer atravesada por preguntas, por un no saber, por un desconcierto vital, dispuesta a dar las vueltas necesarias con el fin de abrir, no cerrar. Prefiero habitar las tensiones de la imposibilidad. 

    Gracias, Diego.

    La entrada Un acorde de Kafka para entender a Milei se publicó primero en Revista Anfibia.

     

  • Una multitud festejó los 300 años de Rosario

     

     
    Rosario festejó su Tricentenario con un megarecital de Nicki Nicole y Juan Carlos Baglietto junto a la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario. Asistieron más de 250 mil personas que se congregaron desde horas tempranas de la tarde de este martes en el Monumento Nacional a la Bandera para disfrutar de un espectáculo único.

     «Rosario volvió a ser la ciudad que era; pusimos mucho esfuerzo, pasamos por momentos duros, tristes pero hoy estamos reverdeciendo, refloreciendo, y eso es hermoso», dijo el gobernador. 

    «Todavía tenemos mucho para hacer, la reconstrucción de Rosario es lo que se está viniendo con las obras públicas, con la vuelta de los grandes festivales, de los shows, con la vuelta del arte, de la cultura, y Rosario nuevamente siendo el epicentro de todo esto, que era lo que estaba bien en la República Argentina», destacó el mandatario. 

    Asimismo, Pullaro agregó que «deseo que sigamos así, que cada vez estemos mejor y, por supuesto, que podamos resolver algunas cuestiones económicas porque la gente no la está pasando bien y nosotros trabajamos para que pueda estar mejor». 

    Por su parte, Scaglia afirmó que «hoy Rosario volvió a demostrar lo mejor como ciudad, que se vuelve a encontrar, a disfrutar de sus artistas y a ponerse en la escena nacional. Para nosotros es una gran alegría porque sentimos que hay mucho esfuerzo detrás de cada uno de nosotros para que esta ciudad vuelva a ser lo que es hoy. Por eso la queremos celebrar». 

    Por último, el intendente Pablo Javkin agradeció a Maxi y a Gisela. En el momento más difícil dijimos que esta ciudad iba a salir adelante y vamos a ponerla en el lugar que tiene que estar, y a ese lugar estamos volviendo. Hoy debe ser uno de los días más lindos, que recuerde, en la historia de la ciudad; y lo hacemos con lo mejor que tenemos: nuestra música y el amor de nuestros artistas que nos han regalado este show maravilloso, que la gente vino a disfrutar desde temprano». 

    La celebración del Tricentenario

    Este festejo reunió a distintas generaciones y estilos musicales. Por un lado, la cantante rosarina Nicki Nicole, realizó el primer show sinfónico de su carrera con más de 70 músicos en escena, mientras que Juan Carlos Baglietto reafirmó su lugar en la historia musical de la ciudad con su cancionero clásico y algunas sorpresas. La Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, dirigida por Nicolás Sorín, fue el pilar del concierto. 

    Previamente, artistas como Delfina, Mica Racciatti, Sofi Gazzaniga y Mery San Dámaso fueron las encargadas de encender el escenario con sus ritmos y canciones.
    Durante la jornada, se promovió la realización de donaciones voluntarias a la Fundación del Hospital de Niños Víctor J. Vilela. 

    Se proyectó, también, el video de «Es Rosario», un tema inédito que reunió a 25 grandes artistas locales en homenaje al espíritu de la ciudad, en otra muestra del compromiso cultural.
    El espectáculo, organizado por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe junto a la Municipalidad de Rosario, contó con el acompañamiento de empresas privadas: Lotería de Santa Fe, Banco Municipal, Alto Rosario, Sancor Seguros, La Segunda, San Cristóbal, Puerto Norte Hotel, Aero Digital, Nubenet, Mercado de Productores Rosario, Baglietto S.A, De Ligio y Marti.

     

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    Salió a la luz el contrato de Espert con Fred Machado: un millón de dólares y vuelos privados

     

    Quince días antes de presentarse como candidato presidencial en 2019, José Luis Espert firmó un contrato de un millón de dólares con Federico “Fred” Machado, hoy acusado de narcotráfico y lavado de dinero y cuya extradición a Estados Unidos fue aprobada por la Corte Suprema. El documento —certificado por escribano— establece pagos mensuales en dólares, vuelos privados y asesoramiento “para refinanciar deuda” de una empresa fantasma de Guatemala.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable


    Un contrato incómodo en plena carrera electoral

    El 7 de junio de 2019, cuando faltaban apenas dos semanas para que se inscribiera como candidato presidencial, José Luis Espert firmó un contrato de “locación de servicios” por un millón de dólares con el empresario aeronáutico Federico “Fred” Machado, hoy detenido y próximo a ser extraditado a Estados Unidos por causas vinculadas al narcotráfico y lavado de activos.

    Según reveló La Nación en una investigación de los periodistas Martín Rodríguez Yebra y Paz Rodríguez Niell, el acuerdo establecía un pago inicial de 100.000 dólares “en el acto de la suscripción”, seguido de nueve cuotas mensuales consecutivas de igual monto, todas en dólares, a ser abonadas mediante transferencias bancarias.

    Machado firmó el contrato en representación de Minas del Pueblo, una firma guatemalteca de su propiedad que hoy se encuentra bajo investigación y fue intervenida por la justicia estadounidense.


    Un financiamiento fuera de los registros

    Durante ese mismo año, Machado financió la campaña presidencial de Espert con vuelos en avión privado —al menos 36 según registros judiciales— y una camioneta a su disposición. También se mencionan otros gastos por “100 o 150 lucas” (dólares) en comidas y hoteles. Ninguno de esos aportes fue declarado oficialmente como gasto de campaña.

    La semana pasada, mientras aún figuraba como primer candidato a diputado de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, Espert admitió haber cobrado 200.000 dólares de Minas del Pueblo en 2020, aunque negó que el contrato fuera por un millón ni que tuviera pagos mientras estaba en campaña. Sin embargo, el documento al que accedió La Nación lo contradice: el convenio preveía desembolsos mensuales desde junio de 2019, cuando ya estaba lanzado políticamente.

    El propio Bank of America emitió una constancia oficial que confirma una transferencia de 200.000 dólares desde una firma ligada a Machado hacia una cuenta de Espert en Nueva York.


    Asesor económico o fachada de campaña

    En los papeles, Espert fue contratado para “la realización de un análisis de mercado y asesoramiento integral para refinanciar deuda y confeccionar un plan estratégico de crecimiento a tres años”. Esa descripción coincide parcialmente con la versión que el economista dio en un video grabado en las oficinas de Santiago Caputo, donde sostuvo que lo convocaron para asesorar “a una minera en la reestructuración de deuda”.

    El contrato, sin embargo, iba mucho más allá. Incluía directivas insólitas redactadas en primera persona, presuntamente por Machado, con frases como “debemos tener en cuenta que la opción de una buena refinanciación es siempre preferible al concurso de acreedores” o “considero que siempre deben estar presentes los siguientes puntos”, en un texto que alternaba entre consejos financieros y justificaciones personales.

    El acuerdo también fijaba un plazo de doce meses prorrogable y garantizaba los pagos “sin importar la ocurrencia de fuerza mayor o disposición estatal”, lo que blindaba a Espert contra cualquier contingencia económica o legal. Incluso, se sometía expresamente a la jurisdicción de los tribunales de Nueva York, una elección llamativa para un contrato entre un argentino y una empresa guatemalteca.


    Firmas, vuelos y omisiones

    El documento fue firmado de puño y letra por Espert y Machado, y las rúbricas fueron certificadas por un escribano porteño el 19 de junio de 2019, apenas tres días antes de que Espert se inscribiera oficialmente como precandidato presidencial. En esa elección, superó las PASO con el 1,5% de los votos y quedó sexto en las generales de octubre.

    Espert admitió luego que nunca devolvió el dinero pese a no haber completado el trabajo, alegando “razones de fuerza mayor” vinculadas a la pandemia. “La ruptura la decidí yo. Cuando me entero de que es narco, digo: ‘Andá a cagar, no te agarro un mango más’”, declaró el economista días atrás en una entrevista con Radio Mitre.

    El contrato, sin embargo, preveía que ante incumplimiento del prestador —Espert—, Machado podía exigir la devolución de las sumas entregadas y reclamar daños y perjuicios.


    El vínculo que no se corta

    Aunque Espert intenta reducir el caso a un vínculo profesional inconcluso, los documentos, los vuelos privados y las transferencias bancarias demuestran que hubo una relación económica directa y sostenida entre el hoy candidato liberal y un empresario con causas federales por narcotráfico.

    El caso se agrava por la coincidencia temporal: mientras Machado firmaba contratos y financiaba la campaña, la justicia estadounidense ya seguía sus movimientos por operaciones de lavado.

    Ahora, con la extradición del empresario aprobada por la Corte Suprema, el expediente puede reabrir interrogantes sobre los verdaderos alcances del financiamiento político de Espert y el posible uso de estructuras empresarias —como Minas del Pueblo— para canalizar dinero de origen incierto hacia la política argentina.

     

  • Fuerte derrota del Gobierno: Ramos Padilla no aceptó que Santilli encabece la boleta

     

    El juez federal Alejo Ramos Padilla rechazó el planteo de La Libertad Avanza para que Diego Santilli reemplace a José Luis Espert y determinó que sea Karen Reichardt quien encabece la lista.

    El gobierno de Javier Milei sufrió de esa forma una previsible pero igualmente dura derrota judicial porque en la Casa Rosada creían que sería un mero trámite subir a Santilli al primer lugar en base a una interpretación forzada de la ley de paridad.

    En los fundamentos del fallo de 24 páginas, Ramos Padilla tomó los argumentos de la fiscal Laura Roteta y determinó que el corrimiento hacia arriba de los candidatos no afecta la alternancia establecida por la ley porque el renunciante era el primer candidato de la lista. Distinto hubiese sido el caso si renunciaba el segundo, por poner un ejemplo, y quedaban dos candidatos del mismo sexo en primer y segundo lugar.

    Alarma en el gobierno: creen que Ramos Padilla no aceptará sacar a Espert de la boleta 

    Al igual que la fiscal, el juez cuestionó a La Libertad Avanza por la burda jugada de hacer renunciar a dos candidatas mujeres (la que estaba en el 34° lugar y la suplente 5) para forzar el corrimiento. «La alianza busca forzar, mediante la renuncia de dos candidatas mujeres, a que no solamente quede un varón encabezando la lista, sino que otros 16 candidatos varones pasen por encima de las candidatas mujeres que originalmente se les anteponían», sostiene.

    «Resulta inadmisible lo pretendido por la alianza en cuanto a que las renuncias producidas en los últimos puestos de las listas puedan afectar o modificar la posición de los primeros puestos. Si así fuera, una lista encabezada por una mujer debería ser modificada en su totalidad por la renuncia de la anteúltima candidata sólo para respetar la posición intercalada de género, lo que resulta manifiestamente irrazonable», dice el juez.

    El fallo de Ramos Padilla deja firma la candidatura de Karina Celia Vázquez, alias «Karen Reichardt», al frente de la boleta libertaria, un tema que como generó LPO generó pases de factura en el gobierno contra Guillermo Francos, Lisandro Catalán y el apoderado Santiago Viola.

    El juez cuestionó a La Libertad Avanza por la burda jugada de hacer renunciar a dos candidatas mujeres (la que estaba en el 34° lugar y la suplente 5) para forzar el corrimiento

    Una posibilidad que se mencionó durante estos días es que Milei le pida la renuncia a Karen para que quede Santilli, a riesgo de que lo acusen de «machirulo». Pero esto también está atado a la decisión de la Junta Electoral sobre la reimpresión de boletas.

    La versión más fuerte al respecto es que la Junta rechazará la reimpresión porque no dan los tiempos y porque cuesta 15 mil millones de pesos, por lo que la boleta de LLA tendrá la carita de José Luis Espert. Esto se confirmaría al término de la reunión con apoderados que se realizaba esta mañana en La Plata.

    En ese caso, no tendría ningún sentido hacer renunciar a Karen y, lo que es peor, implicaría que LLA presente una boleta con la foto de dos renunciados.

    El fallo completo de Ramos Padilla

     

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    Los vuelos del lavado: el caso Machado, la DEA y los vínculos con el macrismo

     

    Informes secretos del Ministerio de Seguridad y del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos revelan una trama de narcotráfico, lavado de activos y financiamiento político en la Argentina. El empresario aeronáutico Federico “Fred” Machado, acusado en Texas por tráfico internacional de drogas, aparece vinculado con sociedades locales, vuelos sospechosos y el entorno del Grupo Socma.

    Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable


    Una red que volaba bajo el radar

    Los documentos clasificados del Ministerio de Seguridad argentino, elaborados junto al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos y a los que accedió La Nación —según publicó la periodista Camila Dolabjian—, describen una red internacional que combina narcotráfico, lavado de dinero y vínculos con figuras políticas locales.

    El protagonista de esa trama es Federico Andrés “Fred” Machado, empresario aeronáutico argentino acusado en Texas por lavado de activos y tráfico internacional de drogas. El informe norteamericano, fechado en 2021, advertía que el DHS había solicitado información a la Argentina “sobre el ciudadano Federico Andrés Machado por sus presuntas vinculaciones con una organización criminal dedicada al narcotráfico y al lavado de activos”.


    Del “Narco Jet” al financiamiento político

    Machado, piloto y dueño de la empresa South Aviation, ya había sido mencionado en el histórico caso del “Narco Jet”: en 2010, uno de sus aviones alquilado a los hermanos Juliá fue interceptado en Barcelona con casi una tonelada de cocaína.

    Pero el expediente norteamericano revela mucho más. El fiscal federal de Texas lo acusó formalmente el 24 de febrero de 2021 de “violar las reglamentaciones de aviación para poner en manos de narcotraficantes una cantidad indeterminada de aviones para el tráfico de cocaína”. En esa misma causa se detalla que Machado y sus socios habrían montado una estafa piramidal (esquema Ponzi) que les permitió lavar alrededor de 550 millones de dólares provenientes del narcotráfico.


    Cuatro aviones, miles de kilos de cocaína

    Los investigadores del DHS rastrearon al menos cuatro aeronaves vinculadas a Machado con registros adulterados. Entre 2018 y 2020, esas naves fueron interceptadas en Venezuela, México, Guatemala y Belice, transportando entre 1.200 y 2.300 kilos de cocaína cada una.

    Uno de los episodios más oscuros se produjo en diciembre de 2019, en Petén, Guatemala, donde fue hallado un avión de Machado con 2.500 kilos de cocaína. Dos de los detenidos en ese operativo se fugaron tras obtener la libertad condicional, y poco después el juez que los había liberado fue asesinado por un sicario.


    Vínculos con el macrismo y el negocio aéreo

    Según los informes secretos citados por La Nación, Machado mantuvo estrechos lazos con el empresario argentino Sergio Daniel Mastropietro, ligado a la aviación comercial. Ambos fundaron en 2010 la sociedad SO VAIN S.A., dedicada al alquiler de aeronaves. Mastropietro es nada menos que presidente de Avian Líneas Aéreas, continuadora de MacAir Jet, empresa del Grupo Socma de la familia Macri.

    El documento oficial destaca que “los ejecutivos de MacAir continuaron cumpliendo funciones en Avian” y recuerda que durante el gobierno de Mauricio Macri —entre 2015 y 2019— las empresas vinculadas a Socma fueron beneficiadas con la redistribución de los hangares de Aeroparque, en perjuicio de Aerolíneas Argentinas.

    Machado y Mastropietro compartieron domicilio en la calle Juez Tedín 2860 de la Ciudad de Buenos Aires y varios vuelos privados: uno a Estados Unidos en 2016 y otro a Perú en 2019, junto a pasajeros de diversas nacionalidades. Para los investigadores, esa relación le habría permitido a Machado operar dentro del sistema aeronáutico argentino con respaldo local y acceso a infraestructura clave.


    La pata política: aportes a Espert

    Los documentos también mencionan un dato político explosivo: “De fuentes abiertas surge que Machado financió la campaña presidencial de José Luis Espert, aportando fondos y transporte en aviones para la campaña de las elecciones 2019”.

    Si bien no existen imputaciones judiciales en la Argentina sobre ese financiamiento, la mención fue incorporada en los reportes como un indicio del alcance político y económico del empresario, que habría intentado insertarse en circuitos partidarios aprovechando su estructura aeronáutica y sus recursos financieros.


    Argentina, terreno fértil

    El Ministerio de Seguridad argentino advirtió en sus propias conclusiones que “independientemente de los delitos por los que Machado es acusado en Estados Unidos, resulta probable que haya cometido delitos en nuestro país”.

    Los funcionarios subrayaron que, teniendo en cuenta el incremento de sus vuelos desde 2016 y sus vínculos con empresarios ligados al macrismo, el empresario pudo haber extendido sus operaciones ilegales dentro de la Argentina.

    Las recomendaciones de los informes son contundentes: profundizar la investigación sobre Machado, sus vínculos personales y comerciales, coordinar con el DHS para ejecutar su captura internacional y analizar la responsabilidad de los organismos de control argentinos —ANAC, PSA, Aduana, UIF y ORSNA— que “debieron haber actuado”.


    Más que un empresario: un engranaje

    El caso Machado, que combina narcotráfico, lavado, política y negocios aeronáuticos, deja al descubierto una zona gris entre el dinero sucio y la política argentina, donde los mismos apellidos aparecen una y otra vez.

    Mientras el empresario continúa prófugo y la justicia estadounidense busca su extradición, los documentos secretos filtrados exponen algo más profundo: la facilidad con la que las estructuras del poder económico y político local abren la puerta a operadores del crimen internacional.

     

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    Se cumplen 130 años del nacimiento de Perón, cuando aún no era Perón

     

    Una pequeña historia de otra época, antes de ser (y hacer) Historia y un documento que termina con una vieja polémica.

    Por Guillermo Carlos Delgado Jordan para Noticias La Insuperable

    Hoy se cumplen ciento treinta años de una fecha muy discutida en la historia, y es la del nacimiento del hombre que cambió a un país. Por entonces, Juana Salvadora Sosa Toledo, de 17 años, la madre de Juan Domingo Perón, vivía en Roque Pérez cuando conoció al joven Mario Tomás Perón, de 23, un porteño que se había enfermado de neumonía y a quien su padre, el médico Tomás Liberato Perón –el primero en aplicar la vacuna antirrábica en el país-, lo había enviado al interior de la provincia para que se curase sus pulmones con aires más puros.

    Tiempo después, ella daría a luz a un niño llamado Avelino Mario, nacido a fines de 1891. El censo nacional de 1895 deja registro de los padres y el pequeño en una de sus hojas, en un documento poco difundido que aquí te presentamos.

    Hoja censal de 1895 en Lobos. Imagen: Noticias La Insuperable

    En la hoja censal, completada en Lobos, puede leerse sucesivamente, en los renglones 9, 10 y 11, los nombres de Juana Sosa, Mario Perón (ambos solteros) y el del pequeño Mario, de tan solo tres años.

    Tiempo después nacería el segundo hijo de la pareja, al que llamarán Juan Domingo en homenaje a sus ancestros: Juan Irineo Sosa (su abuelo materno) y Dominga Dutey (su abuela paterna).

    Todavía está en discusión la fecha exacta del nacimiento de Perón: oficialmente, se habla del 8 de octubre de 1895; pero puedo haber sido dos años (y un día) antes. Así lo sostiene el historiador Enrique Pavón Pereyra.

    Y no solo eso; también está en disputa el lugar. Todos sabemos que Perón nació en Lobos, sobre la calle Buenos Aires 1380 de dicha localidad. Pero en un rancho en Roque Pérez, un cartel informa que “el 7 de octubre de 1893 nace en esta casa Juan Domingo Perón y pasa aquí sus primeros años”. Y que nació allí lo afirmó su médico personal, Hipólito Barreiro.

    Casa en Roque Pérez donde el médico personal de Juan Domingo Perón, señala que nació el líder del Justicialismo.

    Claro que, el documento de la hoja del censo de 1895 que presentamos más arriba echa por tierra las afirmaciones del médico que, más allá de de sus dichos, carecen de todo sustento. ¿Dónde estaba el pequeño Juan Domingo de tan solo un año y monedas en 1895 que no figura en el censo junto a sus padres y hermano? Evidentemente, aún no había nacido cuando se completó la ficha de la casa que habitaba la familia y, es tan solo, una romántica afirmación sin prueba alguna sostenida por el Doctor Hipólito Barreiro en el libro «Juancito Sosa, el indio que cambió la historia» y a la que adhirió el escritor Norberto Galasso en su trabajo titulado «Perón» de 2005, elucubrando teorías fundamentadas en la sangre de pueblos originarios que corría por las venas del futuro presidente.

    Pero más allá de estas dicusiones, lo cierto es que el padre de Perón tardo algunos años en reconocer a su hijo, que para los cánones de la época fue considerado un «hijo natural» (o sea, de padre desconocido).

    Es más, cuando el 14 de enero de 1898 Perón es bautizado en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen en Lobos, su condición de «natural» será anotada por el cura Enrique Perroni en el Libro de Bautismos de la Parroquia. Y, por ende, no será entonces Juan Domingo Perón sino, Juan Domingo Sosa su nombre completo. Y así consta en el documento que te presentamos a continuación (Libro 11 – folio 583).

    Libro de Bautismos parroquia de Lobos. Imagen: Noticias La Insuperable

    Y por si a alguien le cabierse alguna duda de que Sosa es Perón, basta con leer la nota al pie de la partida donde se deja constancia de su matrimonio, el 10 de diciembre de 1945, con Evita.

    Su madre, la mencionada Juana Salvadora Sosa Toledo, atravesó exactamente la misma situación. Cuando fue bautizada en Lobos, el 12 de diciembre de 1874, fue inscripta como Juana Salvadora Toledo, hija natural de Mercedes Toledo.

    Libro de Bautismos (Lobos) Imagen: Noticias La Insuperable

    Los documentos hallados para esta investigación nos indican que después de su nacimiento, la condición de «hijo natural» de Perón se mantenía. En el Libro 2 de Confirmaciones de 1895 de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Lobos, donde vivían, puede verse como «Juan» y su hermano «Mario» figuran con el apellido «Sosa» y son «marcados» como «naturales», sin nombre de padre (en el caso de Juan Domingo Perón, erróneamente consignaron a la madre cpon el nombre de Juliana en lugar de juana, como si figura dos líneas más arriba en el registro de su hermano). Su padrino será un tal José María Ugartemendia.

    Libro de Confirmaciones (Lobos) Imagen: Noticias La Insuperable

    Finalmente, años después, su padre lo reconocerá y el pequeño Juan Domingo recibirá el apellido que lo inmortalizará. Pero esta cuestión dejó huella en el General, quien más tarde le confesará a su biógrafo Enrique Pavón Pereyra: “Ese hijo no tenía padre y la ley argentina prohibía hasta investigar la paternidad del recién nacido. Pero sí se castigaba el adulterio de la mujer y ese hijo pasaba a ser un bastardo. Al padre se lo eximía de toda culpa y al hijo se le cerraban las puertas del futuro. ¿Eso era justo? Nosotros hicimos una ley que daba al hijo natural los mismos derechos que al hijo legítimo. […] Las leyes estarán siempre hechas por adúlteros que ignoran que no hay hijos ilegítimos sino padres ilegítimos”.