Aproximadamente a las 9 la policía notificó de la orden emanada por la justicia neuquina y dio un plazo de dos horas para el desalojo pacífico del sector. No obstante, pasado ese plazo los efectivos procedieron a desocupar el lugar por la fuerza, con algunas personas que fueron esposadas y trasladadas en móviles a la Comisaría Primera.
Serán seis capítulos a partir de este jueves que testimonian aspectos de la cultura. Horario y por dónde verlos. El documental “Inchiñ”, rodado en varios lugares del territorio neuquino, será proyectado por el Canal Encuentro a través de seis emisiones que comenzarán este jueves a las 21 y continuarán el mismo día y horario en […]…
La situación de niñas, niños y adolescentes (NNyA) en la Argentina presenta enormes desafíos estructurales. Aunque representan más de una cuarta parte de la población, su bienestar se ve condicionado por un contexto de desigualdades crecientes. La pobreza, el acceso limitado a servicios básicos, la baja calidad educativa y las brechas sanitarias configuran un panorama preocupante que demanda atención urgente de las políticas públicas.
En los niveles inicial, primario y secundario hay más de 10,5 millones de alumnos. El sistema educativo argentino presenta una cobertura elevada en la escuela primaria, pero aún existen 137.000 chicos de 6 a 12 años fuera del aula. El 30% de estudiantes de tercer grado no alcanza los aprendizajes básicos, y en sexto grado, el 34% no comprende textos y el 49% no domina matemática. Solo el 38,6% de los alumnos de escuelas estatales acceden a una jornada extendida, y en el nivel inicial, apenas el 53% de los niños de tres años están escolarizados. Las brechas educativas se agravan según el nivel socioeconómico y la provincia.
En 2023, la mortalidad infantil fue de 8 por cada 1.000 nacidos vivos, con grandes diferencias entre provincias: mientras Chubut registró 5,1‰, Corrientes superó los 11‰. El 14,3% de los menores de 5 años presenta sobrepeso, cifra que escala al 20% en adolescentes. Además, el 36% de los hogares sufre inseguridad alimentaria.
Inversión pública
Entre 2002 y 2015, la inversión social en infancia pasó del 5,8% al 8,1% del PBI. Sin embargo, en los últimos años, esta tendencia se estancó o retrocedió: en 2023 representó el 7,3% del PBI. En 2024, con el nuevo ajuste fiscal, el presupuesto nacional destinado a niñez cayó un 18% en términos reales, aunque se reforzaron programas como la Asignación Universal por Hijo y el Plan 1000 Días. El 70% de la inversión en niñez depende de las provincias, lo que genera marcadas asimetrías territoriales en acceso y calidad de servicios.
Para más información podes acceder al PDF de Análisis de la situación de la niñez y la adolescencia en la Argentina:
Casi 4 de cada 10 niños tienen problemas para alimentarse
Un reciente informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina revela una alarmante realidad: en 2024, el 35,5% de los niños, niñas y adolescentes en Argentina enfrentaron inseguridad alimentaria, afectando a 4,3 millones de menores.
El estudio, que abarca el período 2010-2024, muestra que desde 2018 la inseguridad alimentaria no ha bajado del 30%. Según González Sisto, “no bajamos de un piso de 30% de afección” en este indicador, que mide tanto la reducción de porciones por motivos económicos (inseguridad moderada) como el hambre extrema (inseguridad severa). La investigadora destacó que, aunque los números fluctúan, el problema de fondo persiste: “Es un problema muy estructural. Puede bajar un porcentaje, pero difícilmente perforamos un piso realmente alto”.
La inseguridad alimentaria golpea con mayor fuerza a ciertos hogares. “Vemos que hay cuestiones que favorecen el sufrimiento de inseguridad alimentaria, como que un hogar sea numeroso o monoparental”, explicó González Sisto. Además, la precariedad laboral es un factor clave: en hogares con empleo informal o desempleo, el riesgo se dispara al 51%. El informe también señala que el 44% de los niños con déficit educativo enfrentan este problema, evidenciando la relación entre escolarización y acceso a alimentos.
Programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar han mostrado un efecto positivo, aunque limitado. “Tienen un cierto aspecto contenedor en contextos difíciles”, afirmó González Sisto, destacando que estas transferencias reducen el índice de inseguridad alimentaria en 0,81 puntos. Sin embargo, no resuelven el problema de fondo. La investigadora también subrayó el rol de la escuela: “Funciona para contener en cierta medida este problema porque hay comedores escolares”.
El informe revela diferencias geográficas significativas. “El Área Metropolitana de Buenos Aires supone un riesgo un poco mayor, sobre todo entre 2010 y 2018”, indicó González Sisto, atribuyendo esto a la urbanidad, los altos costos y la menor autoproducción de alimentos. Sin embargo, en 2024, el interior del país alcanzó niveles similares al AMBA, con un 35% de inseguridad alimentaria. Regiones como el norte argentino, históricamente más vulnerables, siguen mostrando indicadores alarmantes.
El viernes por la tarde, un micro que transportaba a 12 chicos de entre 12 y 13 años chocó contra un árbol y un poste de luz en la intersección de Juan B. Justo y Boyacá, en el barrio porteño de La Paternal….
María Cristina Venturini, la “Ventu”, nació en Paraná (Entre Ríos) en la década de los sesenta, se mudó a Bariloche a los veintitantos y desde 1997 vive en San Martín de los Andes. En este artículo, intentaré analizar su obra poética, cuyos territorios son universales.
La primera noticia poética que tenemos de Cristina Venturini corresponde al año de 1986, cuando con su poema “Ansias de paz” obtiene el 2º Premio en el Certamen Año Internacional de la Paz, del Gobierno de Río Negro. El jurado estuvo compuesto por: Nelda Pilía de Asuncao, María del P. V. de Cortés y Levy Freitav. Las obras premiadas fueron publicadas por la Subsecretaría de Cultura, en el Nº1 de la denominada “Serie Marrón”, en 1987.
La segunda noticia poética también corresponde a un premio. En 1995, la “Ventu” obtiene el Primer Premio de Poesía “Voces Nuevas”, convocado por la Editorial de Entre Ríos, para escritores menores de 35 años. El jurado, que dictaminó por unanimidad el Primer Premio para Trinos elementales, estuvo ilustremente integrado por Francisco Madariaga, Luis Ricardo Furlán y Víctor Redondo.
La tercera noticia corresponde a ese mismo año, cuando en Marcas en el tránsito. Antología de Poetas Jóvenes de Bariloche (Ediciones Último Reino), Graciela Cros incluye cinco poemas de María Cristina Venturini.
Con este corpus, que abarca una década (1985-1995) iniciaremos el itinerario de análisis poético de su obra.
Prestidigitadora de los vientos
“No busco la paloma y el silencio/ ni la embriaguez ingenua del poema,/ el verbo se derrama y es olvido/ o pasa a entorpecer el diccionario”, son los primeros versos de “Ansias de paz”, que inauguran la obra de Cristina, sentando al mismo tiempo las bases poéticas de lo que será su vasta labor literaria.
En estos primeros 23 poemas hay ya algunas señales del camino venidero y otras que se irán perdiendo en ese mismo camino.
Acaso lo más llamativo, en términos formales, sea la cadencia del verso, sugerida por una métrica que coquetea todo el tiempo con el encopetado “arte mayor”. En estos textos, surge inexpugnable el verso endecasílabo (once precisas sílabas):
“Por darme de beber tus tempestades,
supe del sol nacido en tus ovarios…”
(de “Mujer de la montaña”):
El alejandrino (de catorce sílabas):
“Recupero mi asombro de huésped en las sombras:
una fe de galletas partidas entre escombros…”
(de “Menguanterías”).
Y el heptasílabo (de siete sílabas, caro al verso popular):
“Cuando la tierra vibra,
se encuentran los caminos
donde cantan los grillos
con temblores dispersos.”
(de “De espaldas a la luna”).
Esta primera etapa es profundamente lírica, profusamente lírica: de un lirismo apasionado, que recuerda a la oriental Juana de Ibarbourou. Basta vistear las dedicatorias y los epígrafes para certificar las fuentes poéticas donde abrevó esta primera Cristina: Juanele Ortíz, Rafael Alberti, Olga Orozco, Enrique Molina, Francisco Madariaga y Pablo Neruda (a quien, al homenaje intertextual del título Trinos elementales, le suma el sentido poema “Pablo del mar”).
Los recursos de esta etapa son floridos, desaforados. Baste mencionar la pregunta retórica, reformulada como pregunta poética, a la cual no le interesa respuesta alguna, sino la belleza sonora e inquietante de su propia formulación:
“¿Será acaso el perfume
o la blanca sustancia
donde retumba el mar como palabras
tantas veces oídas,
tantas veces,
que tal vez sobrepasen las cigarras?”
(de “Fervor de las magnolias”)
Y a la manera de las kenningar de los poetas escandinavos, que llamaban a la sangre, “agua de la espada” y “bosque de la quijada” a la barba, Cristina Venturini escande joyas que son metáforas complejas, tales como “perla fugaz del desencuentro”, “garza del alba” o “prestidigitadora de los vientos”.
Mientras tanto, la “Ventu” siguió cosechando premios: junto a la artista plástica Viviana Dziewa, obtuvo el Primer Premio en el Salón del Poema Ilustrado de Perito Moreno, en 1990 y 1993.
En la antología Marcas en el tránsito deja, como al descuido, un poema del futuro: “Jaguar de abril”, que será libro en 2014. Pero antes de eso, hay una etapa poética más que transitar.
En 2007, el cuento “Orcalumis” se edita en la colección Escribiendo en la Patagonia (Campaña Nacional de Lectura). Esa edición será el germen del nacimiento del futuro proyecto editorial Orcalumis, de Magdalena y Francisco Maffeis, hija e hijo de Cristina: luego de la publicación de El obispo pendulario (2015), aparecerán en el sello, dedicadas al público infantil, las obras Poemas para jugar (2016), el homónimo Orcalumis y Zapallo (ambos de 2020). Retornando, en el mismo año de 2007, aparece el volumen Poemas consubstanciales, escrito por Cristina Venturini, en coautoría con Lionel Rivas-Fabbri (San Martín de los Andes: Ediciones De La Grieta).
Serán años de distinciones personales y participaciones colectivas, como lo prueban las apariciones en la antología 6ª Convergencia Internacional de Poemas JuninPais 2007. (Junín: Ediciones De Las Tres Lagunas, 2007), merced a una Mención Especial; la antología Mujeres que alzan la voz. Cuentos y poemas premiados en los Concursos Interamericanos de Cuento y Poesía. (Selección 2005 a 2008) (Buenos Aires: El Escriba, 2009), por el Primer Premio en 2007; y la antología Juegos Florales 1995-2012. (Paraná: Departamento de Cultura, 2012) por el Primer Premio en 2009.
De esta breve etapa se puede advertir, en principio, la desaparición de las viejas métricas clásicas y el reemplazo por el verso libre:
“El caos o el amor,
estos dos impostores me preceden,
viven en mí,
no puedo detenerlos.”
(de “Partir”).
Algo del lirismo salvaje se pierde, se transmuta en un tono más formal: el verso juanelesco, que se extendía hasta los límites de la página, mengua, se torna más filoso:
“El ángel
me miraba
sonriente
cuando
le volaron
la cabeza.”
(de “Rage”).
La primera y la segunda persona del singular, fortísimas en su primer poemario, dejan paso a una más ceremoniosa (pero no menos potente) tercera persona:
“Mano de paz
escándalo de soles
calor
andar sin tiempo.”
(de “Parque Urquiza”).
O más aún, a una primera persona del plural:
“Un susurro feroz,
una caricia apenas esbozada
nos convoca a su ronda
y nos convierte en plumas
ansiosas de mañanas.”
(de “El enigma”).
En el 2009, en los Juegos Florales de Paraná, se levantó con el primer premio con su poema “El Linaje de Scherehezada”, que señala una comunión y un destino mutuo:
“Mis amigas son mujeres de estirpe.
Señoras de la luz y la palabra,
tienen el don de dibujar caminos
donde otros no perciben ni la sombra.”
El linaje de Scheherezada, aquella muchacha que cada noche (durante mil y una noches) le cuenta al rey Schahriar una historia para salvarse: Mientras siga este camino de la palabra, mientras siga dándole la voz a la poesía, continuaré con vida, nos dice la poeta Venturini.
Artesana del aire
Hay un hito en la carrera de Cristina Venturini. Es el lanzamiento de acaso la más experimental y vistosa de sus obras: La luz en el nogal, que fue publicada primero por Editorial Fractales (2010), luego por Ediciones De La Grieta (2011) y finalmente por Ediciones Orcalumis (2020).
En el prefacio “¿Por qué este libro?” explica: “Cuando mi padre, en sus últimos días, se iba apagando lentamente en su cama, venían a mis oídos los versos de Dylan Thomas: Rage, rage against the dying of the light. (…) Mi padre murió, pero al voz de Dylan siguió en mis oídos hasta que decidí hacer algo que me ayudara a comprender, a aceptar el dolor. Escribir me calma. Traducir también”. Toda la obra está escrita sobre (desde) la base de un leitmotiv (“Do not gentle into that good night”) que la Venturini hace suyo: lo paladea, lo mastica, lo despedaza y nos lo devuelve, más lúcido, más íntimo. “¿Por qué trabajar con el lenguaje?”, se pregunta y al instante se responde: “Sus matices, los tipos de registros del habla, el discurso formal, el pensamiento que se cuela mientras vamos moldeando alguna idea, las lecturas, las disquisiciones, todo esto me atrae y me conforta”. El resultado no podría haber sido más feliz: uno de los libros de poesía más extraordinarios que hayan dado estos pagos.
Desaparecen los títulos, las mayúsculas y los signos de puntuación, esas ferreterías. El verso, afinado, espigado y esbelto, nos susurra apenas (¿apenas?) eso que de verdad importa:
“lo importante:
los ojos
los oídos
las ganas
la palabra”
Como en toda la obra de Cristina, hay tres elementos (casi constelaciones semánticas) alrededor de las cuales se articula, gira, satelita, todo: aguas, palabras y aves. Siempre hay palabras, aguas y aves en la poesía de la Venturini: ríos, olas, mares; gorriones, loros, tordos, gaviotas. Cosas que nadan y vuelan: hasta los puentes y las magnolias parecen querer nadar y volar en sus poemas.
“los pájaros
(como en el cuento)
harán su parte:
despejar
la memoria”
Párrafo aparte merece (como la mágica noche DCII, de las mentadas mil y una noches, noche mágica entre las noches) la “Traducción a la carta. Arma tu propia versión”, en la que la poeta postula traducciones posibles del verso-leitmotiv señalado más arriba, cuenta sílabas, imagina fraseos sintácticos y flashea alcances semánticos. Todo en una sola y gloriosa página.
Con Jaguar de abril (Delta Editora, 2014) ocurre un fenómeno o varios fenómenos poéticos al unísono. Ya contamos que el poema homónimo del título había visto la luz editorial en la antología Marcas en el tránsito, en 1995. El volumen, dice el “Prefacio”, reúne los poemas escritos entre 1985 y 1991 en los alrededores de Bariloche, salvo un par de excepciones.
Aquí, vuelven (¿alguna vez se fueron?) las viejas sombras amigas de Juanele, de Madariaga, de Neruda. Y surgen otras nuevas, como Guimaraes Rosa, Salvatore Quasimodo, Pavese, Saer y Alessandro Baricco.
Los mismos poemas, en otra presentación, obligan a una nueva lectura: es un gesto constante en la obra de Cristina, la re-presentación del texto, nos habla desde un tiempo profundo, multiversal:
“Fui artesana del aire en tu bolsillo,
música de monedas
brillantes en el sueño de la luna
menguada y pasajera.”
(de “Simple past”).
Ese mismo año, integra la antología Olvido la marcha que no tiene música. Cuatro poetas de San Martín de los Andes, con Ailén Saavedra, Rafael Urretabizkaya, y Marcelo Gobbo (Ediciones de La Grieta). En ese volumen, presenta el conjunto de poemas “Música que no sé”. En el corazón de ese conjunto, la Ventu inquiere:
“¿Cómo volver sino sobre las huellas?
¿Hay acaso otro vuelo tal vez mágico
para recuperar eso que somos?”
En Poemas anteriores (Ediciones Orcalumis, 2015) va más atrás aún en la historia: “Estos poemas fueron escritos en Bariloche antes de Trinos elementales o La luz en el nogal”. Y sentencia: “El tiempo, las lecturas y la vida dejaron su marca en estas estrofas, donde se exorcizaron los fantasmas de entonces”.
Otra vez, sucede un extraño fenómeno literario, que leemos una obra posterior, postulada como anterior de obras que ya hemos leído: como no podemos olvidar lo que hemos leído, es imposible no percibir (o inventar) las influencias de los textos nuevos en los textos viejos. Podríamos decir, con Borges, que cada libro “crea” sus “precursores”.
La Ventu lo entiende así, cuando nos dice:
“Y pensar que ese canto
que ahora me desangra
ya no es más que cenizas,
cenizas en el agua”
(de “s.O.s.”).
Criolla del universo
En 2018, en lo que didácticamente hemos denominado la etapa más reciente de nuestra poeta, aparece El perfume de las cosas (Espacio Hudson). El volumen formó parte de la serie “Poetas de Neuquén” (dirigida por Cristian Aliaga, con la dirección adjunta de Oscar Sarhan): la mayoría de los poemas son textos de sus libros anteriores; otros que figuraron antologías; y un par de nuevos poemas. Así, El perfume de las cosas es una especie de Greatest Hits (o un Obras Cumbres) de Venturini.
Lo más novedoso de este conjunto es 123 kilitos de amor, que aparecerá como obra aparte en 2020, publicada por Ediciones Orcalumis, así como Dragones en la reja, que circula en formato fanzine, tanto en solitario en castellano, como en compañía de Confession, traducidos al portugués por la profesora Flávia Do Amaral Marino.
Hay, especialmente en los 123 kilitos… una aproximación a la narrativa desde los recursos no explorados ni explotados del todo hasta ahora por la Venturini. El texto presenta de continuo una serie de estrofas, casi sin solución de continuidad, como una secuencia de imágenes que pretenden rozarse, contaminarse y enriquecerse por contigüidad: signos de que su búsqueda continúa, porque es incesante, eterna, en ese no-lugar utópico que es el poema:
“Un lugar donde todo es posible
donde tiempo y espacio
se conjugan
licor sagrado
el poema.”
Allá por 1913, en su Breviario de estética, Benedetto Croce postuló que la crítica no debe querer invadir el arte, ni intentar volver a descubrir la belleza de lo bello o la fealdad de lo feo, ni hacerse la pequeña e insignificante frente al arte, sino hacerse grande, crecer frente al arte grande. Campo fecundo para ejercer este oficio es la magnífica obra de María Cristina Venturini, la “Ventu”: espiritual hasta la médula, carnal hasta el alma.
Entre Antes que nada (1987), el primer libro de poemas de Raúl Artola, y el último publicado Cisne de cuello negro (2022), median treinta y cinco años de historia, personal, nacional y universal: una vida, o lo que para los escolásticos cristianos era la mitad de una vida, teoría sostenida en un pasaje de los Salmos; que también llevaría al Dante a iniciar su Divina Comedia recitando “Nel mezzo del cammin di nostra vita…” (“En el medio del camino de nuestra vida…”) para significar que en ese instante tenía treinta y cinco años. …
Este jueves, se conocieron las cifras de junio de exportaciones e importaciones de bienes del país. Primer dato alentador, seguimos teniendo superávit, es decir vendemos más que lo que compramos del exterior. Segundo buen dato, junio dio el superávit más altode este año, superando los U$S 900 millones. Tercer buen dato, al comparar los montos contra junio del año pasado, Combustibles y Energía fue el rubro que más aumentó más del 70% y Combustibles y Lubricantes fue el único que se cayó casi el -60%.El saldo de la balanza energética (exportaciones menos importaciones), en junio de este año dió U$S 890 millones de superávit, casi lo mismo que el saldo de todo los que se exportó menos lo que se importó en Argentina ese mes. El dato preocupante, es que el saldo comercial a nivel país fue cerca de la mitad que lo del año pasado.
En el primer semestre de este año, ingresaron U$S 2.800 como diferencia a favor entre las exportaciones e importaciones de mercaderías del país, lo que sigue siendo positivo. Aunque en los primeros seis meses del año pasado habíamos obtenido un superávit comercial casi cuatro veces mayor de U$S 10.700 millones, una noticia inquietante cuando finalizó la liquidación de la soja y ante la falta de ingreso de divisasgenuinas (que no estén atadas a créditos internacionales o emisiones de bonos). Veamos entonces, por qué se produjo esta caída del superávit y que rol está jugando las exportaciones de petróleo, el ahorro de compras de gas junto con las importaciones de gasoil, tal como ya hicimos en meses anteriores https://alertadigital.ar/vaca-muerta-sigue-sosteniendo-el-saldo-exportador-argentino/ .
Esta sensible disminución del saldo comercial en lo que va de esta primera mitad del año se puede explicar en el informe del INDEC. Allí podemos leer que en junio las exportaciones crecieron un 10% pero las importaciones aumentaron cerca de un 35 %, y aquí resalta la importancia de Combustibles y Lubricantes que fue el único rubro que disminuyó. Es decir, vendemos un poco más que el año pasado, pero compramos mucho más. Vale la pena detenerse en dos de los rubros (o usos económicos como clasifica el INDEC) que más se destacaron en las importaciones en junio “Todos los usos registraron subas salvo Combustibles y Lubricantes, que descendió -57,9% (-USD 446 millones). El uso que más creció fue Resto, con 260,3% (USD 56 millones) y alcanzó un récord histórico de USD 77 millones, esencialmente por la mayor compra de bienes despachados mediante servicios postales (couriers) (USD 55 millones).” Entiendo que salvo la importación de porotos de soja que se muelen en Argentina y se exportan como aceite o pellets de soja, el aumento de las compras externas de todos los otros rubros podría indicar que los productos importados resulten más baratos que los locales ante un dólar oficial que se va desperezando, lo que refleja el incremento de las compras externas, especialmente las compras de vehículos automóviles y autopartes.
Cuando nos detenemos en las exportaciones de combustibles y energía, vemos que en junio casi duplican las del mismo mes del año pasado. Este incremento es el resultado de un aumento del 120% de las ventas externas depetróleo, junto un aumento moderado del resto de las mercaderías, salvo el gas natural. Podemos leer en el informe del INDEC que “Las exportaciones aumentaron 88,0%, principalmente por el incremento en las ventas de aceites crudos de petróleo (120,1%). Por otro lado, las importaciones registraron un descenso de 58,5%, debido a menores compras de gasóleo (gasoil) (-89,1%); y de gas natural en estado gaseoso (-100,0%), entre otros productos.” Pero, así como se registra un incremento de las exportaciones de petróleo, en meses pasados habíamos visto que el superávit en el sector energético también había sido beneficiado por la caída de importaciones, principalmente del gas natural importado que fue reemplazado por el gas de Vaca Muerta o beneficiado por la baja demanda.
Vayamos al desagregado de montos. En junio, ya vimos que el superávit comercial del sector energético fue de U$S 890 millones, una cifra que sigue siendo crítica con los U$S 900 millones a nivel de todos los productos exportados por Argentina. Pero, este monto casi quintuplica al superávit del sector de energía de junio del año pasado. ¿Qué ocurrió además de exportar más petróleo? Primero importamos solo U$S 40 millones de gasoil, contra los casi U$S 370 millones de junio del año pasado. Y además no se importó GNL regasificado de Chile. Finalmente, el incremento de ventas de petróleo gracias a Vaca Muerta, se le suma lo que ahorramos de importar de gas de Vaca Muerta y ahora acompañado por una disminución de la importación de gasoil.
Es que, en estos primeros seis meses, las exportaciones de petróleo alcanzaron los casi U$S 3.200 millones, lo que implica un aumento de más del 25% comparado con el primer semestre del año pasado. El petróleo representó más del 10% de las exportaciones argentinas en junio, ocupando el segundo puesto como mercadería más vendida al exterior,solo detrás de la harina y aceite de soja. Estados Unidos fue el principal destino de las exportaciones argentinas de petróleo.
En estos primeros seis meses del 2025, acumulamos casi U$S 1.100 millones de superávit del sector energético, dólares que demás esta decirlo, necesita nuestro país. Aquí las obras para incrementar las exportaciones de crudo se finalizaron en fecha, con la ampliación del Duplicar de OLDELVAL, que ya impactó en las cifras de junio y la reciente confirmación del financiamiento del Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS) liderado por YPF, que permitirá el próximo salto de volúmenes de exportación de petróleo de Vaca Muerta por Río Negro para fines del año que viene, en su primera etapa. A lo que podemos sumar el acuerdo firmado a principio de este mes para un nuevo oleoducto de Odelval que transportara el petróleo de la zona norte de Neuquén.
Y la otra cara de este superávit, son las importaciones, que en combustibles cayeron abruptamente en junio, rompiendo la tendencia de los primeros seis meses, aunque el monto en GNL de junio superó al año pasado. En junio las compras del exterior de combustibles como el gasoil fueron solo cerca de una décima parte al compararlo con las del año pasado.Mientras que las compras de GNL fueron un 20% mayor al 2024. Hasta que no finalicen las obras de reversión del Gasoducto Norte seguiremos dependiendo del comportamiento de la demanda en lugar del potenciar al gas de Vaca Muerta, por lo menos hasta el año que viene https://alertadigital.ar/cronica-de-una-crisis-de-gas-anunciada/ .
En gas, al contrario del petróleo, mes a mes siguen cayendo los montos exportados, en junio se vendieron al exterior U$S 56 millones (U$S 4 millones menos que en junio del año pasado). A pesar de que se exportó un 10% más de volumen. Es decir, que la caída de los montos exportados de gas obedece a una disminución en el precio. Al analizar el acumulado en los primeros seis meses, que supero los U$S 360 millones, fue un -10% menor que en el primer semestre del año pasado. Aunque en estos seis meses se exportó un volumen 10% mayor de gas, lo que explica que la caída de precios en las exportaciones argentinas de gas ha sido una constante durante este año.
En conclusión, comparando los primeros seis meses del 2025 contra el mismo período del 2024, el incremento del saldo comercial del sector energético de U$S 890 millones se explica mayormente por el aumento de las ventas de petróleo junto con el ahorro de importación de gasoil. Veremos como continua el precio del barril de petróleo para la segunda mitad de este año, que dependerá en gran parte por los conflictos irresueltos en Ucrania y en Medio Oriente. Además de la amenaza de una nueva guerra comercial entre Estados Unidos y sus socios en Norteamérica y en Europa.
Este año creo ha sido una oportunidad desperdiciada en materia de gas, de haberse terminado las obra s de reversión del Gasoducto Norte a tiempo, se podría haber ahorrado unos cuantos buques de GNL que atracaran en Escobar este invierno. Esto hubiera podido acompañar la baja de importaciones del gasoil, que en junio permitió un ahorro de más de U$S 300 millones. Aunque si Argentina vuelve a las importaciones de productos que puede refinar localmente, seguirá “comiéndose” el ahorro por reemplazar gas importado por gas de Vaca Muerta o las exportaciones récord de Medanito. Lo que entrará en conflicto con la necesidad de ingreso de dólares que tiene el país, cuando ya pasamos los meses de liquidación de la soja. Y, por otra parte, veremos cómo continua el precio local del petróleo y de los combustibles en los surtidores, y su impacto en la inflación, recordemos que el barril local de petróleo cotiza en dólares. Si el precio del petróleo sigue aumentando, esto pondrá presión a los precios en los surtidores locales. Habrá que ver quien gana la pulseada entre la cotización local del petróleo o mantener los combustibles como un ancla para una inflación que se pueda mantener por debajo del 2% mensual hasta octubre… por lo menos. Buen fin de semana! Nos leemos el próximo domingo.
Esta semana el mercado internacional petrolero se vio sacudido por la escalada militar en Medio Oriente. Los precios del petróleo aumentaron este viernes a medida que un número cada vez mayor de petroleros desviaron su rumbo desde el Mar Rojo luego de los ataques aéreos y marítimos nocturnos de Estados Unidos y Gran Bretaña contra […]…
Para la región valletana de Río Negro y Neuquén, el pronóstico del tiempo indica para este domingo un día con cielo nublado, con una temperatura mínima de 3 grados y una máxima de 13°, con poco viento del Sudeste a 6 kilómetros por hora sobre la media tarde.
El sol a pleno en el Alto Valle y buena parte de la provincia del Neuquén marca las horas finales del frío de invierno, al menos por varios días, según anticipa el pronóstico del tiempo. El viento desde la cordillera pierde fuerza este miércoles, aunque para mañana jueves se anticipan nuevas nevadas en el sur […]…
Los candidatos libertarios se sorprendieron cuando recibieron en sus Whatsapps la dirección a la que debieron ir para enterarse si entrarían en las listas bonaerenses.
“Las listas las tienen que llevar a Calle 8 Nro 532 entre calle 42 y calle 43”, decía el mensaje de los emisarios de Sebastián Pareja, que se atrincheró en un estudio jurídico del microcentro porteño y sólo respondía consultas de Lule Menem.
Los candidatos pusieron la dirección en el Waze y se enteraron al llegar que el lugar de la cita no era una escribanía, en la que soñaban firmar sus postulaciones, sino un templo evangélico.
Los candidatos eran esperados en el “Centro de Vida Cristiana”, una iglesia evangélica de dos plantas que abre los jueves por la tarde para mantener reuniones de adoración, oración y estudio bíblico. Los domingos tiene sus reuniones generales luego de las 18. Por primera vez el templo se usó un sábado para un cierre de listas partidario.
Los aspirantes libertarios tenían que esperar en el templo con sus listas, como en una especie de purgatorio, a la espera de tener la confirmación de que serían candidatos.
Una vez que tenían el ok de Karina y Pareja, recibían la dirección de la escribanía para ir a firmar sus postulaciones. Curiosamente, quienes no fueron bienvenidos al Centro de Vida Cristiana fueron Las Fuerzas del Cielo de Santiago Caputo.