El ajuste empieza afuera: Milei metió en el Presupuesto un gasto millonario para remodelar la Embajada en EEUU
Mientras el Gobierno insiste con el discurso del ajuste, el equilibrio fiscal y la motosierra, el proyecto de Ley de Presupuesto 2026 incluye una partida millonaria para remodelar y mantener la residencia oficial argentina en Washington. No se trata de un consulado ni de un edificio de atención pública, sino de una vivienda de representación política, ubicada en uno de los barrios más caros de la capital estadounidense.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para NLI

El Presupuesto 2026, presentado como una hoja de ruta guiada por el “equilibrio fiscal” que impulsa Milei como ancla inflacionaria, vuelve a exhibir sus contradicciones. Entre recortes, prórrogas y reasignaciones que afectan áreas sensibles del gasto público, aparece una de esas perlitas que no pasan desapercibidas: una obra millonaria en el exterior, financiada por el Estado argentino, en plena era del ajuste permanente.
La iniciativa figura en el artículo 11 del proyecto, que habilita la contratación de obras y adquisiciones con incidencia en ejercicios futuros. Allí se incluye el proyecto 40, denominado “Remodelación y mantenimiento de la Residencia oficial en Washington”, bajo la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, dentro del Programa 2: Acciones Diplomáticas y Relaciones Internacionales.
Millones para una residencia, no para la comunidad
Según el texto presupuestario, el costo total de la obra asciende a 9.429 millones de pesos, equivalentes a unos 6,4 millones de dólares al tipo de cambio actual. El gasto está planteado como un esquema plurianual que se extenderá entre 2026 y 2028.
Para el ejercicio 2026 se prevé una partida inicial de 5.388 millones de pesos, destinada a bienes de uso, lo que representaría un avance físico del 57,14% del proyecto. En 2027 se sumarían 3.852,4 millones de pesos, alcanzando un progreso acumulado del 98%, y finalmente en 2028 se asignarían 188,6 millones de pesos para completar el 100% de la obra.
Sin embargo, los fundamentos del Presupuesto no detallan los alcances concretos de la remodelación, ni desagregan los costos, los plazos específicos o las etapas técnicas del proyecto. Tampoco se explicita si la cifra corresponde a un único contrato o a varias intervenciones sucesivas. El número aparece consolidado, sin mayor desarrollo ni información pública complementaria.
Sin informes, sin urgencias, sin explicaciones
Desde la Cancillería no se difundieron informes oficiales que expliquen el estado edilicio actual del inmueble ni la supuesta urgencia de una intervención de esta magnitud. No hay antecedentes recientes de advertencias sobre riesgos estructurales, incumplimientos normativos o situaciones de emergencia que justifiquen un desembolso millonario en dólares.
Por el contrario, todo indica que se trata de gastos mayormente estéticos o de puesta en valor, en una residencia destinada exclusivamente a la representación política del país en Estados Unidos. Nada de atención consular, nada de servicios a la comunidad migrante, nada de funciones públicas directas.
A esto se suma un problema adicional: los mecanismos de control. Las obras en el exterior presentan dificultades extra para el seguimiento administrativo y la auditoría. Contrataciones, proveedores y certificaciones suelen regirse por una combinación de normativa argentina y regulaciones locales. Sin información pública detallada, el control queda limitado a organismos que ya operan con recursos recortados.
Antecedentes: la remodelación macrista
No es la primera vez que la residencia oficial en Washington aparece en el Presupuesto. En 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, se incluyó una partida de 3,5 millones de dólares para la “Remodelación Embajada y Residencia en Washington – Etapa II”.
En aquel entonces, el presupuesto contemplaba un monto base de 2.964.000 dólares, más un adicional del 20% para cubrir eventuales variaciones de costos. Esa previsión generó polémica, ya que la inflación acumulada en Estados Unidos durante 2015 había sido de apenas 1,5%, lo que ponía en duda la justificación de semejante margen extra.
Desde la propia embajada argentina explicaron en ese momento que los fondos se destinarían a reformas estructurales: instalaciones eléctricas, redes de agua y cloacas, calefacción, tratamiento de humedades en cimientos, reparación integral de techos y puesta en valor general del edificio. También se argumentó que no se habían realizado obras en la residencia oficial desde la década del 60.
Un barrio top, precios que incomodan
La residencia oficial argentina se encuentra en el exclusivo barrio de Dupont Circle, una de las zonas más cotizadas de la capital estadounidense. El inmueble fue originalmente construido para George Franklin Huff, congresista republicano de Pennsylvania, y diseñado en 1906 por el reconocido arquitecto Horace Trumbauer. El Estado argentino compró la propiedad en 1913, tras el fallecimiento de Huff.
Un relevamiento básico del mercado inmobiliario en la zona muestra que casas de características similares se ofrecen hoy por valores que oscilan entre 1,7 y 1,9 millones de dólares. Es decir, montos muy por debajo de los 6,4 millones de dólares que el Presupuesto 2026 proyecta gastar en la remodelación.
Ajuste para adentro, dólares para afuera
El contraste es evidente. Mientras el Gobierno ajusta jubilaciones, salarios, universidades y políticas sociales, no escatima recursos para mantener y embellecer una residencia de lujo en el exterior. Todo en nombre de un equilibrio fiscal que, una vez más, no parece aplicarse cuando se trata de los intereses y comodidades del poder.

